#NiUnaMás
Un año sin Melina y sin justicia
El reloj de la violencia marca que cada 30 horas un hombre asesina a una mujer y la cuenta sigue cuando, de pronto, llega un mensaje de texto de Ana María, la mamá de Melina Romero, recordando que este domingo sería el cumpleaños número 18 de su hija y que, al mismo tiempo, se cumple un año de su desaparición y muerte.
El reloj de la violencia marca que cada 30 horas un hombre asesina a una mujer y la cuenta sigue cuando, de pronto, llega un mensaje de texto de Ana María, la mamá de Melina Romero, recordando que este domingo sería el cumpleaños número 18 de su hija y que, al mismo tiempo, se cumple un año de su desaparición y muerte.

Ana María Martínez, acompañada por uno de sus hijos. Foto: Lina Etchesuri
Melina desapareció el día que cumplía 17 años, 23 de agosto del 2014, cuando salió a festejarlo al boliche Chankanab de San Martín y finalmente, un mes después, fue encontrada muerta, abusada y golpeada, adentro de una bolsa de residuos.
No hay ningún detenido en la causa que investiga el crimen y tampoco ninguna prueba contundente que tienda a aclararlo.
Con la excusa de su cumpleaños, su madre eligió recordarla en una charla en MU. Punto de Encuentro que repasó la investigación, clamó por justicia y porque no haya ni una chica menos.
Los nadies
Si bien la desaparición de Melina Romero motivó horas de bombardeo televisivo, una vez apagados los flashes la investigación sobre su muerte se pinchó. Los dos sospechosos fueron presos en octubre del año pasado pero ya en diciembre quedaron libres por falta de mérito. Y empezaron las dudas sobre los peritajes hechos, los que faltaban hacer y lo que nunca se hizo. “Me están tomando el pelo”, dijo en MU Ana sobre jueces y fiscales.
Acompañada por uno de sus hijos, hermano de Melina, Ana María Martínez viajó desde El Palomar –donde vive la familia Romero– hasta Mu.Punto de Encuentro para “pedir con todas las voces posibles que se haga justicia” y detalló: “Si hubiese sido la hija de un juez o un fiscal, quizá ya habría alguien preso. Pero como era Melina Romero, o sea nadie, no pasa nada”.
La teoría de los nadies se extiende a aquellas casos en que los afectados son los que menos tienen: sus causas llamativamente se congelan en los tribunales y, salvo excepciones, el tiempo pasa sin novedades. “Hace 20 días fui a hablar con el secretario del fiscal, que le echa la culpa a la morgue”, dice Ana. La otra característica de estas causas es que se empieza a sembrar dudas sobre lo que parecía concreto: “La nota de muerte de la morgue data del 25 de agosto del 2014”, dice Ana María, cuando el cuerpo de Melina fue encontrado, supuestamente, un mes después de esa fecha. Y otra: “La bolsa de residuos en la que estaba metido el cuerpo parecía nueva, no como si hubiese estado un mes ahí”.
Lo imborrable
Las dudas se transformaron en planteos de la defensa representada por Marcelo Biondi, el abogado de la familia, pero la causa se mantiene aún en el plano de la investigación. Mientras tanto, Ana María se mete adentro de la bolsa: “Cuando la vi no tenía rostro: estaba desfigurada y en estado de putrefacción. No tenía cara”.
Ana relata sin asco lo que quiere compartir para dejar de cargar ella sola con la imagen, y graficar sin hipocresía lo que significa decir Ni una menos. “No tenía vestimenta: tenía sus zapatillas y una medalla que yo le regalé”, sigue. “Murió por traumatismo de cráneo causado, se ve, con un elemento contundente, más las trompadas de hombres. Pero cuando la tiraron estaba viva, porque tenía una bolsa de supermercado en la cabeza. Tenía mordedura de roedores”. La autopsia lo confirma: Melina murió por “sofocamiento” cerca de la fecha en que desapareció.
La investigación imposible
¿Qué se está investigando todavía, a un año del hecho? “Los hisopados que hicieron se perdieron todos. No entregaron el perito toxicológico”, cuenta Ana. Los argumentos de la fiscalía son que las muestras tomadas del cuerpo no sirvieron “por la impureza de los reactivos”. La familia sospecha que no hubo meticulosidad en la realización de la técnica.
La abogada Verónica Heredia, representante de la familia del joven desaparecido Iván Torres, apoyó esta teoría en la charla, planteando que la justicia no sabe investigar. “La investigación de los hechos la hace la policía. ¿Qué pasa cuando la policía está involucrada en el delito? Los fiscales no saben investigar, los jueces tampoco, y todos los casos en que trae la prueba la policía quedan con total impunidad porque el sistema no está preparado. Si no se rompe esta lógica, no hay investigación posible”.
Ana María cerró: “Hoy me hago presente para hacer un recuerdo y pedir con todas las voces posibles que se haga justicia. Y que no vuelva a pasar. Es una situación vergonzosa y aterradora. No puede ser que sigan apareciendo cuerpos: algunos no se han encontrado, de otros sus causas van a archivo. Yo considero que se tiene que seguir trabajando más. No solamente por la causa de mi hija, sino que se haga justicia para todas las mujeres. Que los femicidas no puedan estar en la calle deambulando como si nada”.
#NiUnaMás
Adiós a Claudia Rodríguez: la Trans andina que propuso politizar el amor

Referente del movimiento trans latinoamericano, activista, poeta, escritora y tanto más, escribió sobre su infancia, la militancia trans, la vida sexual y se autoproclamó Miss Sida en 2007. Claudia Falleció este 29 de Noviembre. Su pelea incluyó al pueblo mapuche, la educación pública, los sin techo, y planteó siempre una filosa crítica al neoliberalismo, que quita posibilidades de vida y las transforma solo en posibilidad de consumo. En uno de sus viajes a la Argentina compartió con la revista MU sus ideas sobre el orgasmo, el feminismo sin resentimiento, la creación, y por qué hay que politizar el amor. Un modo de homenajearla, de recordarla, y a la vez de volver a estar en contacto con un pensamiento y una acción que dejan una sensible huella cultural, artística y política.
Por María del Carmen Varela
Foto: Lina Etchesuri
#NiUnaMás
38º Encuentro Plurinacional: el regreso

Por Claudia Acuña
Fotos Line Bankel
A las doce de la noche parte el micro que nos trae de regreso a Buenos Aires con el grupo de mujeres que lucen imborrables sonrisas y cachetes decorados con purpurina. La noche es para soñar y la mañana para compartir la transmisión de la asamblea que decide en qué ciudad se realizará el próximo encuentro: Córdoba.
Con el festejo llega la ceremonia que preparó la Comisión de Mística.
Estamos todas sentadas en el piso superior del micro mientras una voz encantadora nos cuenta el cuento La cabeza en la bolsa, mientras recorre el angosto pasillo mostrando las ilustraciones que dan vida a esta historia que escribió Marjorie Pouchet: la de una chica rabiosamente tímida que siempre sale a la calle con una bolsa en la cabeza, hasta que un día, regado por sus lágrimas, crece allí un jardín. ¿Qué hará entonces con esa timidez y con esas flores?
Consultar a una amiga.
Algunas compartirán en voz alta lo que ese cuento les resuena; otras sus lágrimas.
Luego, las organizadoras de la colecta para el viaje nos darán dos regalos. Cada una recibirá así una de las serigrafías creadas por el grupo de arte Vivas Nos Queremos y un pedido: que sean expuestas en lugares colectivos. El otro regalo está guardado en un sobre hecho a mano con papel reciclado. Contiene stickers, calcomanías y un papel amarillo donde nos piden que escribamos un deseo que acompañe a nuestras amigas de viaje hasta el próximo Encuentro. Una cajita de cartón recoge los mensajes y de allí cada una extraerá el suyo.
El mío:
“Seguí tus sueños, abrazá tu intuición, aferrate a tus compañeras: todo es posible”. Llegamos.

#NiUnaMás
38° Encuentro Plurinacional: Qué momento

El 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Travestis, Trans, Lesbianas, Intersex y No Binaries terminó este domingo con una movilización de 20 cuadras por la costanera correntina. Más de 90 mil personas participaron de estas jornadas que se vivieron una vez más como un hecho histórico y más aún ante el contexto libertario: «Qué momento/ qué momento/ a pesar de todo, les hicimos el Encuentro». Voces de distintas generaciones, desde las que fueron por primera vez a las más experimentadas, que participaron de talleres y de conversaciones para pensar y hacer otro feminismo para enfrentar al fascismo. Las canciones, las estrategias, y las opciones para el año que viene: ¿Córdoba o CABA?
Por Claudia Acuña. Fotos de Line Bankel para lavaca.org
Enviadas especiales a Corrientes.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
¿Cuánto son veinte cuadras de feminismo? ¿Y si esas veinte cuadras corresponden a la costanera correntina? ¿Y si se mueven durante dos horas gritando “señor, señora, no sea indiferente, nos robaron a Loan en la cara de la gente”?
A las siete y pocos minutos, la marcha de cierre del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Travestis, Trans, Lesbianas, Intersex y No Binaries partió de un parque con color emblemático: Poncho Verde. Apenas dos cuadras después ya hacía llorar a una señora asomada a la ventana y agitar los brazos a su vecina, tres pisos más arriba, mientras una tercera se atrevía a aplaudir. La multitud se detuvo para saludarlas y, con ese abrazo a distancia, la marcha se sintió bendecida.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Los cálculos aritméticos dictan que se agotaron todas las plazas de alojamiento en Corrientes Capital, que la demanda desbordó hacia ciudades vecinas como Resistencia y Paso de los Libres, y que eso significa que al menos 70 mil personas llegaron a este Encuentro. Las cuentas por espacio ocupado en el asfalto correntino elevan esa cifra a 90 mil. Cualquiera haya sido la cantidad, lo que sin duda representa en este contexto lo sintetiza una palabra: demasiado. Ese fue el sentimiento que aderezó desde la apertura hasta este final, que hizo llorar a las organizadoras y cantar una y otra vez el hit de este Encuentro: “Qué momento/ qué momento/ a pesar de todo/ les hicimos el Encuentro”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Mientras un grupo de chicas de San Luis se pinta la bandera palestina en los cachetes, me cuentan que participaron del taller de antiimperialismo y de otro sobre el trabajo sexual. Dicen con seguridad que el desafío ahora es poder transmitirles a las “más jóvenes” por qué vale la pena organizarse y pelear por mantener derechos que costaron tanto conseguir y seguir batallando por otros que todavía están pendientes. “Las jóvenes tienen que ser el futuro del feminismo y es nuestra tarea que así sea”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
La que habla se llama Lucía y tiene apenas 22 años. Sus amigas completan: para ellas fue el primero, pero no será el único. No les llamó la atención que existiera cierta tensión entre los aparatos políticos –“lo vemos siempre”– y hasta consideran que “está bien que se debata con pasión sobre temas importantes, como la reforma laboral, porque lo importante es hablar”, aunque sin duda sería mejor que también las escuchen.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Otro grupo de chicas tucumanas –primerizas también– dirá que les interesó el taller de educación y que aprendieron mucho escuchando a mujeres de todas las edades intercambiando experiencias y opiniones. “No es habitual que podamos conversar con diferentes generaciones y todas en un plano de igualdad: no había quien se presentara como si supiera más o fuera más importante”. Otra dirá que rescató que los talleres no cerraran con conclusiones o recetas sobre lo que hay que hacer. Eran personas compartiendo preguntas y eso es lo que se llevan. Les pregunto cuáles, como ejemplo. Dirá otra: “En el taller de violencia digital alguien planteó que se nota que los varones fascistas están muy activos en las redes y sin duda organizados. Entonces se preguntó: pero ¿dónde están nuestros varones? ¿Por qué ellos consideran que si nos atacan a las mujeres no es su problema? Otra chica planteó su duda: ¿tenemos que hablarles a los varones fachos? Y si así fuera, ¿qué tendríamos que decirles? Nos dejó pensando”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Durante el recorrido de esta marcha alegre y sin sobresaltos se cruzaron algunas amenazas que llevaron a la práctica y la resolución al paso de algunas respuestas a estas preguntas. Dos opciones:
Opción No te Tenemos Miedo: cantarles “tiemblan los machistas/ América Latina va a ser toda feminista”.
Opción Defendemos lo Irrefutable: gritar “¿Dónde está Loan?”.
La inteligencia es colectiva.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Mañana habrá que resolver también colectivamente la tensión interna que se encarna en la elección de la próxima sede del Encuentro: CABA o Córdoba. Hay quienes temen que en CABA monopolice el tema la prisión y proscripción de Cristina Kirchner. Otras plantean que es hora de un Cordobazo feminista. Ambas cantaron hoy sus preferencias (“que sea en CABA”, gritaban las Mumalá correntinas; “paso a paso se viene otro Cordobazo”, agitaban las cordobesas), pero la marea entera coincidía en lo importante: el poder de estar juntas sigue intacto.
La pregunta que dejó a todas pensando es qué hacer con eso.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org


Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

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