Sigamos en contacto

Nota

Tras del veto de Vidal: por la segunda expropiación

Los trabajadores de Acoplados del Oeste habían logrado la expropiación de la fábrica luego de una larga batalla que incluyó acampes, desalojos y campañas mediáticas, pero la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal la vetó. Hoy están impulsando la ley nuevamente en el Congreso. La historia de 100 obreros que crearon su futuro.

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Los trabajadores de Acoplados del Oeste habían logrado la expropiación de la fábrica luego de una larga batalla que incluyó acampes, desalojos y campañas mediáticas, pero la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal la vetó. Hoy están impulsando la ley nuevamente en el Congreso. La historia de 100 obreros que crearon su futuro.

Tras del veto de Vidal: por la segunda expropiación
Los trabajadores cuentan que este había una vez arrancó en 2012. Nada de lo que vino después era siquiera un sueño. Tampoco un deseo. Lo que vino después lo construyeron.
Los trabajadores cuentan que eran 189 cuando todavía la fábrica era Pedro Petinari e Hijos, pero cuando decidieron entrar por primera vez para mantener las fuentes de trabajo sólo había 30.
En el medio, el cuento: retiros voluntarios, suspensiones sin goce de sueldo, despidos y una alianza entre la gerencia de la fábrica y el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA). “De a poquito la fueron tirando abajo. La idea era hacer un cierre fraudulento”.
Las deudas se extendieron a los aguinaldos y a las vacaciones. Que hasta cortaron la obra social a obreros que estaban en tratamiento por cáncer. Y que comenzaban clases y los trabajadores no tenían dinero para comprarles los útiles a sus hijos.
Para reclamar lo que les debían hicieron paro.
Nada.
El 25 de febrero de 2015 lo pasaron literalmente a la calle. Durante meses estuvieron acampando en la ruta N° 200 de Merlo, al oeste del conurbano bonaerense.
Meses.
Días enteros sin ver a sus familias, de pelearse con sus compañeras, de explicarles a sus hijos que papá iba a dormir en la calle otra vez.
Días enteros de cortar parcialmente la ruta para difundir entre los automovilistas los que les pasaba y pedirles colaboración.
Días enteros de hacer un guiso con lo que se pudiera y revolverlo con maderas.
Días enteros.
Meses.
Todo tiene un límite.
Tomaron la fábrica y, como querían seguir trabajando, debatieron en asamblea la posibilidad de formar una cooperativa y trabajar sin patrón.
Se aprobó.
Estaban comenzando a producir cuando 50 policías y un fiscal sitiaron la fábrica y los desalojaron con una orden judicial en la mano. No fue gratis: Negro, el perro negrísimo que los acompañó durante el largo acampe en la ruta y la toma de la empresa, mordió a uno de los oficiales bonaerenses que los desalojó.
“Vamos a volver”, dijeron entonces los trabajadores.
Y volvieron.
Hombres de manos curtidas, espaldas doloridas, pero con voluntad metalúrgica, ingresaron nuevamente a la empresa y redoblaron la apuesta: consiguieron que la Cámara de Diputados bonaerense aprobara la media sanción a la ley de expropiación. Las amenazas de desalojo no cesaron y los patrones vaciadores comenzaron a presionarlos con otra arma: la prensa.
Los trabajadores cuentan que hacían guardia por las noches. Que se fueron sumando compañeros: de 30 pasaron a ser 60. La posibilidad estaba ahí. Casi que la tocaban con la punta de los dedos, sólo había que seguir… Para ellos pelear para trabajar era un trabajo.
El sueño se transformó en certeza cuando pudieron acoplarla metalúrgicamente: el 22 de marzo, entre las noticias de la aprobación del acuerdo buitre y las banderas estadounidenses en Plaza de Mayo por la visita del presidente Obama, el Senado bonaerense sancionó la ley de expropiación que adjudica “por venta directa” los inmuebles, maquinarias, instalaciones y bienes muebles de lo que hoy ya es Acoplados del Oeste (ADO). Pero la gobernadora María Eugenia Vidal la vetó. La norma también lleva la firma de Roberto Jorge Gigante, ministro secretario en el Departament de Coordinación y Gestión Pública.
El veto esgrime que el Ministerio de Trabajo aconsejó el rechazo a la expropiación porque “se encuentra latente un conflicto laboral entre la empresa propietaria de los inmuebles y los trabajadores de la misma, habiéndose observado a lo largo de las audiencias desarrolladas la voluntad de parte de la empresa de abonar las sumas adeudadas e intentar otras vías de solución al conflicto”. El Ministerio de Economía, por su parte, apunta que el proyecto provoca “un nuevo gasto” en la ley de Presupuesto. Además, el Gobierno también pone en duda el concepto de “utilidad pública” que cruza la historia de las fábricas recuperadas, ya que el veto considera que se expropió “para darlo a un particular en proyecto propio o de un grupo”.
Pero todo tiene un límite.
“Lo del Ministerio de Trabajo es una vergüenza porque fuimos a todas las audiencias y siempre la propuesta era que sólo los compañeros no despedidos vuelvan y, con lo se fuera generando en ganancia, destinarlo al pago de indemnizaciones en cuotas”, describe Luis Becerra, obrero. “Pero lo que más lamentamos es que, a pesar de haber ido a La Plata tantas veces, no se nos diera la oportunidad de hablar con la Gobernadora, de explicarle cuáles eran nuestros planes, a dónde queremos llegar con la empresa. Somos más de 90 trabajadores que ya arrancamos el proceso productivo. Si tuviésemos la facilidad de definir un marco legal, nos daría la capacidad de aumentar los niveles de producción para sacar los productos que no podemos sacar, y eso generaría nuevos puestos de trabajo”.
Por eso los obreros están impulsando la ley nuevamente en el Congreso.
“Necesitamos el acompañamiento de todos”, dicen. “Nosotros queremos trabajar. Queremos demostrarles a los diputados, a los senadores, a la Gobernadora y al Gobierno que nosotros podemos mantener esta fábrica. Tuvimos que salir a la ruta a pedir comida mientras la empresa acumuló una deuda de 40 millones de pesos con nosotros y otra de más de 100 millones con el Estado, sindicatos y proveedores. Estamos cada vez más unidos: esto es una familia”.
Becerra: “Y apuntamos también a la gestión: recuperar una empresa es la solución a los conflictos como los que pasamos nosotros. Es posible: no solo recuperarla y no dejar que se caiga a pedazos, sino gestionarla mejor que los antiguos dueños. No queremos que nadie nos regale nada, pero sí que nos den las posibilidades de demostrar lo que podemos hacer”.
Hoy son casi 100 obreros demostrando lo que pueden hacer.
Poner en marcha un futuro que al Gobierno no le implicó ningún costo: son 100 trabajadores que no están despedidos, sino poniendo en marcha su deseo.
Trabajar.
“Ahora es cuando comienza la lucha”, dicen estos trabajadores de cuento.

Nota

83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

Publicada

el

Pablo Grillo
Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

Seguir leyendo

Nota

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Seguir leyendo

Nota

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.