CABA
Las dos CTA: lo que la calle une
Alrededor de 40.000 personas acompañaron la marcha de las dos vertientes de la Central de Trabajadores Argentinos. Las miradas sobre el gobierno y sobre la ausencia de la CGT.
Alrededor de 40.000 personas acompañaron la marcha de las dos vertientes de la Central de Trabajadores Argentinos. Las miradas sobre el gobierno y sobre la ausencia de la CGT.
-Atrás, compañeros, atrás: ya va a haber tiempo para la foto.
Los que gritan son los encargados de la organización y seguridad de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), que intentan que periodistas y fotógrafos no se abalancen para dejar registro del acontecimiento de la movilización que partió desde Avenida de Mayo y Piedras hasta la Plaza de Mayo: Hugo Yasky y Pablo Micheli, secretarios generales de la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, enfrentados y divididos hace años, caminan juntos y entrelazados en el medio de una cabecera que, según sus estimaciones, aglutinó a 40 mil trabajadores de los más variados gremios.
“Esto produce un resultado que va a ser histórico”, dice Yasky a lavaca. “Creo que esto demuestra que el pueblo argentino quiere salir a la calle a luchar. Desde las CTA, lo que hemos posibilitado es este encuentro de sectores tan diversos. Y creo que vamos camino al paro nacional, porque el pueblo sabe por historia que si no sale a luchar en este momento, en la calle, nos van a pasar por arriba. Hay que defender el trabajo, la unidad nacional, y hay que bancar a aquellos que están sufriendo, que están pasando hambre o que teniendo un trabajo no les alcanza para llegar a fin de mes”.
¿Qué dice Micheli? “La respuesta es muy buena. Es una política acertada salir a la calle frente a una política de ajuste tan tremenda como está sufriendo el pueblo argentino. Me parece que ese es el camino: la unidad de las CTA en la calle y de todos los que luchan. Obviamente esperamos que la CGT también nos acompañe para resolver un paro nacional”.
Más allá de la adhesión y movilización de algunos sindicatos que no están en las CTA, como bancarios y aceiteros, fue significativa la ausencia de las tres CGT después de la masiva movilización del 29 de abril por el acto del Día del Trabajador y luego del veto del presidente Mauricio Macri a la Ley Antidespidos. Ausencia simbólica, y también política. Micheli: “Es una decisión más lenta que la nuestra. Pero más temprano que tarde volveremos a estar en la calle y parando todos juntos”.
Yasky: “Creo que cometen un error. Pero hay que abrirles la posibilidad de que nos volvamos a encontrar. Nadie nos perdonaría no salir a pelear en este momento”.

Hugo Yasky y Pablo Miceli
Fin de mes
El clima no ayuda, pero miles de trabajadores comenzaron desde el mediodía a concentrarse bajo una intermitente lluvia en una movilización que unificó reclamos contra los tarifazos, el veto a la Ley Antidespidos, la represión a los trabajadores de Tierra del Fuego y Santa Cruz y la que vivieron durante la mañana del mismo jueves los empleados de seguridad de Ezeiza que habían cortado la autopista Riccheri, frente al acceso al propio Aeropuerto Internacional. Hubo movilizaciones en varios puntos del país.
Adrián Dávalos, secretario general de Rosario y secretario gremial de la Federación Aceitera, explica por qué marchan: “Si bien cerramos una paritaria con el 38 por ciento, que alcanzó un salario de 20 mil pesos, la situación y el contexto general es preocupante. El presente de muchos trabajadores es malo. La unidad va más allá de la dirigencia: es necesaria. Tenemos que hacer huelga y movilizaciones generales”.
¿Y la ausencia de la CGT? “Está claro que hay distintos intereses. Hay que decirlo con todas las letras. Es más, te diría que antes de exigir por la ley antidespidos, que está muy bien, esto se soluciona con huelga y movilización general. No la hicimos antes de ir a pedir la ley. ¿Qué más hace falta para hacerlo? Este es el mismo modelo que viene de los años 90. Y nosotros no queremos volver a cagarnos de hambre. Nosotros no militamos ni hacemos política, pero no somos zonzos: este gobierno es para los ricos y nadie más”.
Daniel Catalano, secretario general de ATE-Capital. “Esto comenzó con las reuniones de las cinco centrales obreras en el marco de la construcción de una herramienta que posibilitara conservar las fuentes de laburo. Fue el proyecto de ley. Habíamos pactado que si el Presidente la vetaba, íbamos a salir a la calle. Nosotros estamos cumpliendo con lo que nos comprometimos. No sólo en Capital: hay movilizaciones en Jujuy, Neuquén, Chaco. Se vulneraron nuestros derechos constitucionales. Es terrible porque nos estamos quedando sin elementos de supervivencia. La guita no alcanza. Los productos se han disparado. Se ha generado una nueva clase trabajadora que es una clase trabajadora pobre. Vas a un supermercado y está vacío. Los negocios cierran. Hay 30 mil empresas menos. Hay más de 2 millones de personas que pasaron a estar en un nivel de pobreza en cinco meses de gestión”.
¿Cuál es la situación en Capital? “Hay 11 mil trabajadores nacionales menos. Y fue muy poco lo que pudimos recuperar, por eso hicimos siete paros contando el de hoy. Es un capricho del Estado porque no es que están echando trabajadores para reducir la planta, sino que han echado selectivamente por sus vinculaciones con la política. Han hecho toda una persecución ideológica, revisando perfiles en redes sociales, correos, metiendo a la policía en lugares de trabajo. La semana pasada despidieron a 300 laburantes de ANSES y ayer llegaron 800 telegramas de RENATEA (Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios), de los cuales 200 son de Capital. Es muy serio lo que está pasando, y es importante que los dirigentes estén a la altura de lo que las bases están exigiendo, sin mezquindad política. Al laburante no le importa el color de la bandera, el sello, el logo: lo que quiere es una situación que le posibilite llegar a fin de mes”.
Pero la CGT está ausente. “Tienen otros tiempos. Están discutiendo cómo plantarse frente al gobierno. Pero hay mucha presión de las bases. Los tiempos no son los que quizá nosotros necesitamos, pero indudablemente, hoy, mañana o pasado, eso va a pasar porque se están perdiendo miles de puestos de trabajo”.
Los otros trabajadores
Uno de los que está trabajando durante la movilización es Carlos, vendedor de churros. ¿Cómo ve todo lo que está pasando? “Estamos hasta las manos. Y se va a pudrir todo. Se tiene que pudrir, porque esto no se aguanta más. Está todo mal, mal, mal. Mirá, yo pagaba 200 mangos de luz cada dos meses y ahora pago 850. Sin contar lo que me va a venir de gas. Y soy de San Miguel: tengo unos 40 pesos de ida y de vuelta en transporte. Además, me bajaron las ventas un 60 por ciento”.
Otro no sindicalizado es Sergio, de Villa Soldati, vendedor de choris y hamburguesas: “Todo mal. No nos alcanza para nada. Antes juntábamos una moneda porque nos sobraba algo. Ahora no. Cuando laburamos poquito se gasta todo en la nafta, o el carbón que aumentó, o el gas que es más caro. No hay margen. Y no podés subir la comida porque la gente no la compra”. ¿Cómo está el barrio? “Mirá, hay comedores. Ayudan mucho. Pero aumentó la necesidad, se ve mucha más gente”.
Pasa Claudio Marín, de FOETRA (Telefónicos). “Estamos los que estamos y los que no. Es un error político el de la CGT, creo, pero hay que respetar los tiempos de cada organización. Nosotros, en lo particular, pedimos un aumento del 39 por ciento y no tenemos despedidos porque estamos manteniendo a raya a las empresas. Hay mucha resistencia, pero nos falta ganar cada vez mayor articulación”.
Más cerca de Plaza de Mayo Abel, vendedor de diarios, pregunta de qué medio somos, y pide: “Quiero una de esas fotos que ustedes hacen”. ¿Cómo se ve el país desde el kiosco? “La venta cayó un 50 por ciento. Espero que se solucione para poder solventar a la familia. Tengo dos hijos que están en la universidad. Soy de Munro, una hora para venir, y pago un alquiler. Los servicios se me dispararon. La cosa está complicada”.
Julio, de La Matanza, hincha de Almirante Brown y de Boca, vendedor de banderas. “Desgraciadamente, esto recién empieza. Ya pasó con Martínez de Hoz y Cavallo. Esta película ya la vimos. Y lamentablemente va a ser peor. Imaginate, yo tengo que aprovechar un día como hoy porque en la semana está jodido vender. Y los aumentos de tarifas: ¿cómo le podés cobrar lo mismo a uno de Puerto Madero que a un laburante de La Matanza? Lo matás. O lo obligás a comer salteado”. ¿Cómo se sale de esto? Su hipótesis: “No hay que pagar la luz ni el gas ni nada. Hay que ponerse de acuerdo entre cuatro o cinco vecinos por cuadra y no pagar. Ahí se van a dar cuenta. Porque, legalmente, a los amparos los borran con el codo. O como hacen ellos: con decretos”.
Ante la cámara de fotos dice, con una bandera que busca especialmente: “Sacame con la del Che. Necesitamos uno así”. En un bar de Avenida de Mayo se ve una pantalla roja, con uno de los clásicos carteles de Crónica TV: “Ganaron las elecciones con el ‘se puede vivir mejor’ y gobiernan con el ‘vivían demasiado bien’”.
Para Beto Pianelli, secretario general del Sindicato de Trabajadores del Subte y Premetro, la marcha es una continuidad del escenario de movilización que vive Argentina. “Pasaron la marcha de la comunidad educativa, la del acto por el Día del Trabajador: todas contra las políticas antipopulares que viene tomando este gobierno desde que se instaló, que cada vez son más evidentes, porque empiezan a tocar el bolsillo y las condiciones materiales de los sectores populares. Algo que en campaña no dijeron que iba a hacer. Había necesidad de dar una respuesta, sobre todo después del veto a la ley. Lamentablemente no la pudimos hacer todos los mismos que estuvimos el 29”.
¿Cómo evalúa esa decisión? “No estar acá tiene un costo político. Es un error muy grande el de la CGT. Pero creo que, inevitablemente, vamos hacia un reagrupamiento de sectores importantes de los trabajadores. Y aquel que no se ubique allí, obviamente va a pasar a la historia”.
El sindicato logró una paritaria del 32 por ciento con una cláusula para abrir en septiembre en caso de un desfasaje. “Fue la tercer mejor paritaria del país. Todavía no hemos sufrido el ajuste de forma directa, porque es un medio de transporte, un servicio. Generalmente, somos los últimos, cuando la gente ya no tiene para viajar”.
La jubilada
Hubo muchas personas autoconvocadas. Mientras la locutora del acto llamaba a movilizar el viernes para #NiUnaMenos (“Para decir ni una víctima más de la violencia machista”), habla Blanca Gorosito, jubilada, vecina de Balvanera, pin de “Yo no lo voté” en el saco, tapa de olla en una mano, cuchara de madera en la otra. “Estoy cansada de este gobierno. No se fija en los pobres ni en aquellos necesitados que han echado de sus trabajos, que no tienen pan en la mesa. Eso me duele. Quisiera que este hombre recapacite. No puede aumentar la luz ni el gas como aumentó. No es justo para nadie. Todos tenemos derecho a comer y vivir. Esto es tristísimo”.
Al menos anunció un blanqueo para pagar a los jubilados.
Blanca suspira: “¿Vos le creés algo? No le creas nada, corazón”.
Fotos: Julieta Colomer/lavaca
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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