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Rapear sin límites: Fémina
Tres mujeres al frente de una banda que borda estilos musicales, arte y amistades. El resultado se puede escuchar en Traspasa, el último disco de esta comunión.
Traspasar puede significar excederse. Pero también pasar adelante, hacia otra parte o lado. Traspasa se llama el más reciente disco de Fémina, un grupo formado por Clara Miglioti (voz), Sofía Toti Trucco (voz, guitarra criolla y ronroco) y su hermana Clara Wewi Trucco (voz y percusión). Nacidas y criadas en San Martín de Los Andes, podría decirse que su primer paso hacia otro lado fue estrictamente geográfico. Traspasar los límites de la patagonia argentina para instalarse en la Ciudad de Buenos Aires.
Las primeras raperas
Hace 10 años formaron un grupo que si bien se nutre del rap, traspasa los límites del género, al incorporar elementos de múltiples procedencias. La rumba de aires flamencos se hace presente en Buen Viaje, tema que abre el cd. En Eu Tein la opción es por el reggae up-tempo. Mira que mira empieza como un bolero hasta que irrumpe el funk, columna vertebral de este cuerpo musical. Todos los temas de Fémina se caracterizan por lo cuidado de sus arreglos vocales y por su apuesta, siempre respetuosa, de indagar en los distintos folklores afro-americanos, pero es en el groove de raíz funkera donde estas chicas logran dar con ese plus las hace distintas.
Clara Miglioti: Nos conocemos de chicas, vinimos a Buenos Aires para estudiar actuación. Toti bailaba y yo escribía. Estudié con Pompeyo Audivert, que me estimuló mucho para escribir. Desde chicas nos gustaba mucho el rap. Compartíamos el amor por el hip-hop y un día Toti me propuso empezar a rapear juntas. Desde nuestra adolescencia, circa 1997 en San Martín de Los Andes, que bailábamos hip-hop y que estábamos rodeadas de breakers y DJ’s. Era lo que compartíamos con nuestros amigos, en una época donde no teníamos Internet. La información nos llegaba en casetes grabados y por canales como MTV. Todavía estaba la mística de ir a la disquería y encargar que te traigan un cd. Escuchábamos Tupac y Cypress Hill a pleno.
Sofía Trucco: En Buenos Aires se nos amplió muchísimo el panorama. Nos hicimos amigas de algunos raperos como los Koxmoz y Apolo MC. Por eso empezamos a jugar a que rapeábamos y se lo mostrábamos a nuestros amigos con mucha vergüenza. Empezamos improvisando sobre instrumentales de bandas que nos alucinaban como The Roots, o artistas como Pete Rock. Después, como a todas nos justaba tocar instrumentos, decidimos empezar usar los que encontrábamos en la casa, sin definir qué sonido iba a tener. Así salieron los primeros temas y el primer disco también.
Clara: Cuando empezamos no había tanto rap como ahora. Menos un rap hecho por mujeres, estaban las Actitud María Marta y no mucho más.
La ciudad de los guachos
“Bienestar es compartir con los demás, todo lo que somos son los otros”, dice la letra de En mi memoria, tema que comparten con Sara Hebe, que aportó su rap, y con Ramiro Jota, que trajo con él sus habilidades en la producción musical. Es uno de los pasajes más logrados de un disco donde abundan las colaboraciones. En La Piel dice presente Nacho Rodríguez, de Onda Vaga, con su voz y guitarra. El Guacho es una canción que puede no tener padres, pero que vino al mundo con certificado de clásico instantáneo bajo el brazo. Ahí las tres despliegan todo su arsenal lírico, con la banda que las acompaña sonando compacta y poderosa ,y con el DJ Migma (asiduo colaborador de Paloma del Cerro) metiendo su scratch filoso. Impecable.
Da la impresión de que tienen una intención de salirse del lugar común del hip-hop. No solo desde lo musical, sino también desde las letras y las temáticas que abarcan.
Clara: Totalmente. Nosotras nos servimos del rap porque siempre nos gustó, desde muy chicas, pero nunca intentamos copiar una estética que no sentimos como propia.
Sofía: No crecimos en un barrio marginal de los Estados Unidos. Crecimos en San Martín de Los Andes, rodeadas de una naturaleza increíble y con familias amorosas. Nunca nos faltó nada.
Clara: Pasa que al empezar a hacer rap, mucha gente siente que tiene que hablar desde un lugar de protesta. Que está buenísimo. Y el rap nació de ahí. Pero se puede protestar y también hablar de cosas que están buenísimas. Buscar también desde otros lugares donde vos te puedas sentir identificado.
Sofía: Nos gusta hablar de todas las cosas que nos pasan en nuestras vidas. Desde lo más cotidiano hasta lo más extraordinario. Y también protestamos, pero quizá de otra manera”.
¿Quién es El Guacho y a qué le tiene miedo?
Sofía: Mucha gente piensa que ese tema lo escribimos para un pibe y no. Ese es un tema de protesta. Habla de la sociedad, de cualquier persona a la que le cuesta avanzar. Habla de alguien que se siente perdido, que se quiebra y desaparece. Esa es nuestra forma de protestar. Imaginándonos una historia fantástica de un tipo que se va desintegrando. Es una parodia y nos gusta jugar con eso. Nos gusta mucho la lírica. Darle importancia a cómo se dice eso qué se dice, qué palabras se usan. Con qué ritmo se dicen. Nos gusta mucho cantar también. El último disco tiene mucho más canto que el primero. No nos cerramos a nada. Seguimos eligiendo la rima como hilo conductor, pero puede pasar cualquier cosa. La idea es fusionar y experimentar con lo que nos va pasando y con lo que vamos aprendiendo”.
Géneros y territorios
¿Cómo se encontraron con su público? ¿Había un circuito donde meterse o lo tuvieron que inventar ustedes?
Clara: No fue un circuito en particular. Tocamos mucho en el Roxy Live, que en realidad es un lugar de bandas de rock, pero que a nosotras nos vino bárbaro porque tenía un escenario grandísimo que nos permitía invitar a muchos amigos para que hicieran algo. Siempre nos gustó que en nuestras presentaciones haya algo performático, un ingrediente más, no solo desde lo musical. En el Centro Cultural de la Cooperación también… tocamos en lugares bien distintos.
Sofía: La gente siempre responde muy bien en los shows, se arma algo re lindo entre todos. Un ida y vuelta muy mágico. Todo lo hacemos desde la autogestión y la gente nos recontra apoya, así que yo me siento muy agradecida por eso. Poder tocar donde quiero y cuantas veces quiero es una suerte. Porque hay mucha gente a la que le cuesta mucho, o que tiene que pagar para tocar. A nosotras nos interesa la comunión con la gente, no solo mostrar lo que hacemos, sino compartirlo.
¿Cómo hacen, viniendo de un lugar como San Martín de Los Andes, para convivir con la ciudad de la furia todos los días?
Clara: Allá es un lugar hermoso, pero para lo que hacemos nosotras ahora necesitamos nutrirnos de la ciudad también. Hay muchos lugares para tocar, músicos para conocer, eso está buenísimo de la ciudad. Siempre hay que tratar de estar haciendo las cosas que más te gustan. Si estás en Buenos Aires, una ciudad que tiene cosas muy pesadas, sacarle el jugo a la situación. Sobre todo nosotras, que venimos de otro lugar sabiendo que hay otra posibilidad, que nos criamos de otra manera, viajamos acá porque quisimos. Nadie nos obligó.
Sofía: Igual a veces cuesta. Vivir en la ciudad es realmente muy intenso. Por eso cuando me voy para San Martín de los Andres, trato de quedarme lo más que puedo. Por ahí nos vamos al sur y nos quedamos dos meses en verano y un mes en invierno. Por eso este año queremos aprovechar y salir más a tocar.
Hay ciertos pasajes del disco que remiten a Ojos De Brujo, la banda española.
Sofía: Nos lo han dicho. Nos encanta Ojos De Brujo. Puede ser, porque ellos fusionan lo urbano con el flamenco, que es lo suyo. Nosotras por ahí intentamos hacer lo mismo, pero con ritmos folclóricos. En ese sentido nosotras nos abrimos a cualquier tipo de folclore: hay una cumbia, una especie de bolero… La idea es que nos gusta toda la música y no nos queremos cerrar a un género. Pero sí tenemos una identidad, una forma de decir las cosas que creo en este momento ya tomó forma.
Clara: Después de tantos años con una banda tenés que replantearte por qué hacés las cosas y cómo las hacés. Este disco lo grabamos con la banda con la cual veníamos tocando esos mismos temas durante dos años y eso se nota también.
¿Fémina es un grupo feminista?
Clara: Es un grupo femenino. Las tres cabezas que escriben las letras somos tres mujeres. Feministas somos. Si me preguntas a mí si soy feminista, te digo que sí, por supuesto. Y si le preguntás a los pibes que tocan con nosotras, también: te van a decir lo mismo. Pero Fémina no es una banda que asuma el feminismo de manera militante”.
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