Nota
Hacer la noticia: periodistas y comunicadoras por #AbortoLegalYa
En un día histórico, más de 600 periodistas, comunicadoras y trabajadoras de prensa firmaron su Carta Abierta a diputadas y diputados a favor del proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito. Desde la TV a radios cooperativas, de diarios comerciales a revistas autogestivas, veteranas y jóvenes del periodismo argentino estamparon con su cuerpo la exigencia por una demanda social que no se detiene. Nuestra crónica y reportaje fotográfico. El video del grito colectivo #AbortoLegalYA
Son las 12 en punto del mediodía y la primera en llegar es la periodista Luisa Valmaggia. “Llegás temprano “, le dice una colega. “Hace 30 años que estoy esperando este momento”, responde. Sale y la que ingresa es la joven cronista de Telenoche, Cata Bonadeo. Son las dos de la tarde y las periodistas y conductoras Maju Lozano y Tatiana Shapiro llegan juntas con el pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito al cuello. Atrás de ellas está Mona Moncalvillo, también Liliana Hendel y Myriam Lewin; también Any Ventura, la editora de Kiné, Julia Pomiés, la conductora radial Nancy Pazos, la conductora del noticiero de Telefé, Gisela Busaniche, las periodistas del diario Página 12, Irina Hauser, Adriana Meyer y Aillin Bullentini, las representantes del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba)i y la fundadora de Barricada TV, Natalia Vinelli.
Llegan.
Y llegan.
Y siguen llegando: nunca para.
Nombrar a algunas es decir poco.
En total y a lo largo de la tarde 341 periodistas llegaron hasta Mu para dejar su firma y al momento de la foto grupal ya sumaban 271.
“Todas las mujeres estábamos esperando que sucediera algo así”, dice a lavaca Lozano, periodista en FM 100 y Canal 9. “Hay mucha gente trabajando hace muchísimos años y en algún momento tenía que pasar. Es alucinante. Todo estaba como estancado, pero se alinearon los planetas y sucedió. Y creo que tiene que ver con un despertar, con algo que nos fuimos dando cuenta, que era que a todas nos estaba pasando lo mismo, nomás que no lo hablábamos en voz alta. Y, entonces, nos empezamos a escuchar. Ahí se armó todo”.
Shapiro -Infobae, Canal 9 y Radio Nacional y Rivadavia- está convencida que la ley tiene que salir. “El cuerpo es de la mujer. Podemos discutir un montón de cosas, pero hay mujeres que se mueren por abortos clandestinos. Hay un momento mundial importante y eso favorece que esté pasando esto. Muchas no se animaban a decir lo que pensaban. Muchas quieren sumarse y aplaudo que suceda. La instancia del Senado es complicada, pero vamos para adelante. Festejo el debate, a los que van cambiando de opinión y a los indecisos que se van sumando”.
Mientras, las periodistas no paran de llegar.
Otras enviaron su firma por mail o por whassap: Magdalena Ruiz Guiñazú, María Laura Santillán, Mónica Gutiérrez, Nora Veiras, Cinthia García, Liliana López Foresi, Camila Hadad. Hinde Pomenariec, Natasha Niebieskikwiat, Soledad Barruti, Josefina Licitra y así 450 más. Las firmas también llegaron desde Usuhaia, Córdoba, Salta y en los próximos días, por correo, de varias provincias más.
La madurez joven
Mona Moncalvillo es una de las históricas referentes que se acercó a firmar la Carta Abierta. Integrante del mítico staff de la Revista Humor, hoy está en las madrugadas de Radio Nacional y dice que este es un compromiso que tuvo en toda su vida. “Pertenezco a una generación en la que era un pecado hablar del aborto. Era como un blasón, una mancha, un estigma. Te sentías absolutamente sola, desprotegida, expuesta a cualquier cosa que te podía pasar, porque las mujeres que apelaban a un aborto lo hacían en la clandestinidad. No tenían apoyo de nada ni de nadie y eran como grandes pecadoras. Afortunadamente los años no han pasado en vano. Siempre hubo lucha. De grupos minúsculos hoy hay una alta madurez en la que veo muchísimas chicas jóvenes. Y me parece fantástico que así sea”.
Las chicas jóvenes que pasan a su lado son, también, periodistas. “Me encanta. Desde los medios olvídate que pudiéramos hablar del aborto. Y, además, ellas colegas, tal vez con menos experiencia y años, lo bueno es que puedan difundir desde muy temprano y desde tan jóvenes este tema. Que deje de ser oscuro y de hablarse a escondidas”.
En la calle y en la Matrix
Cata Bonadeo –hija del periodista Gonzalo y nieta del periodista Diego- trabaja en Canal 13 y TN. Está favor de la legalización del aborto y dice por qué: “Porque es para mí, para mis hermanas, para todas las mujeres que conozco, para las que no tuvieron la chance de seguir con los derechos que tenemos las mujeres y que tendríamos que tener. Sobre todo por mi hermanita, que tiene 9 años y es chiquita, y que todavía no sabe de qué se trata todo esto: me gustaría que todo lo que sufrimos nosotras a lo largo de años no lo tenga que pasar. Como dijo la periodista Luciana Peker, es la revolución de las chicas, de las jóvenes, de las pibas de 12 y 13 años, y así, todas juntas, aportando nuestro pequeño granito de arena vamos a poder cambiar las cosas. Es el momento de que la gente que tiene la responsabilidad o la chance de votar algo tan importante cambie la historia de una vez por todas”.
Noelia Barral Grigera, periodista parlamentaria de El Cronista, C5N y Radio Con Vos y Metro: “Además de que todo lo que está sucediendo es sorprendente y nunca lo hubiéramos imaginado, me parece absolutamente necesario para empujar el debate en el Congreso. Hay legisladores que todos los días están repensando sus posiciones, hay muchos indecisos, y la movilización social y el debate en la calle suma mucho para lograr la ley”.
Barral Grigera también activa mucho el debate a través de otra herramienta de esta época: Twitter. “La presión popular está en la calle, pero también lo ves en las redes. Hoy por hoy nadie está ajeno de lo que pasa allí: los diputados, durante el debate, miran Twitter todo el tiempo y hasta contestan lo que escribimos. La discusión se sigue y con mucha tensión. Es un ámbito más donde hacer valer nuestra voz y hacerle saber que esto tiene que ser ley”.
El deseo no se impone
Cecilia Laratro es periodista, locutora y durante muchos años fue el rostro del noticiero de la TV Pública. “Hoy estoy sin empleo: ese fue mi último trabajo junto a Radio El Mundo, que también están vaciando”. ¿Por qué vino? “No se puede no ser feminista y no querer equidad. Hay un empuje maravilloso de las nuevas generaciones y de las mujeres más jóvenes que han llevado este tema a este lugar hoy, con semejante nivel de compromiso, masividad y concientización. Es un tema que hoy se habla entre amigos, entre familias, y la causa por la que hay que legalizarlo ya la tenemos muy en claro. Sinceramente, cada mujer tiene que tener derecho a decidir si quiere ser madre o no. Es como dijo Muriel Santa Ana: es el deseo de ser madre. No se puede imponer eso, y cuando se impone todo sale peor. Cada una tiene que hacer lo que le parezca, y ahí no tiene que meterse ni la religión ni el Estado”.
El sexto elemento
Julia Pomiés es editora de Kiné y presidenta de la Asociación de Revistas Culturales e Independientes de Argentina (AReCIA), organización que nuclea a más de 200 publicaciones autogestivas de todo el país. “Quiero firmar con todas mis hermanas periodistas, más hermanas hoy las que están en la misma lucha por aborto legal ya. Y estoy con esperanza. En un momento tan desesperante me parece que el movimiento de mujeres es un punto distinto que nos lleva a un camino distinto. No lo digo sólo por las periodistas de las revistas culturales, que somos muchas, sino por todas las mujeres y laburantas que firmaron, como artistas, escritoras, músicas, y todas las ramas de la cultura. Pero también por las otras, las que estuvieron en las calles el 8 de marzo. Esa es la esperanza. Nuestro elemento”.
Ingrid Beck, de Barcelona: “Es la demostración de que la sociedad civil no sólo está preparada sino que está a favor del aborto legal. Nosotras solo somos las voces y las caras de algo que es muchísimo más profundo y masivo, y que va a seguir y crecer. Lo más importante es que los encargados de legislar nuestra salud miren, escuchen y lean todo lo que está pasando”.
La organización colectiva
Luisa Valmaggia, de Radio Cooperativa: “La ley llegó felizmente al parlamento con mucha más potencia y fuerza porque las mujeres seguimos insistiendo para tratar una ley que nos permita por un lado no ser discriminadas, tener igualdad de derechos, decidir sobre nuestos cuerpos, decidir si queremos o no ser madres. Y por eso necesitamos que el Estado garantice el derecho de todas las mujeres a interurmpir un embarazo por los motivos que sea. No solo por una violación -cosa que no siempre se cumple- o por los motivos que ya está contemplado en el Código Penal, sino sencillamente por una mujer que no quiere ser madre”.
Miriam Lewin: “De esta manera estamos salvando vidas y estamos eliminando un negocio ilegal, de la policía y de los médicos aborteros. Acompañé a una amiga por primera vez a hacerse un aborto a los 17 años: salió 2500 dólares, en un consultorio de Recoleta, tapizado de diplomas, y en una tarde de sábado se hacía 10 abortos. Se tiene que terminar con la hipocresía. Quienes pueden, abortan, y lo hacen de la manera más segura. Y la que no saben cómo, terminan con grandes infecciones y hasta la muerte”.
Valeria Gantman, asesora de prensa: “Nadie puede legislar sobre nuestros cuerpos. Hoy las mujeres estamos más unidas que nunca y es importante continuar con esta lucha hasta que esto sea ley y todas tengamos el mismo acceso. La organización colectiva es la única forma de lograr todos estos reclamos y necesidades básicas que necesitamos las mujeres”.
El puente feminista
Ana Torrejón es una referente del mundo de la moda, directora editorial de L´Officiel y una de las impulsoras de esta Carta Abierta. “Nosotras, que somos las encargadas de ser el puente entre las noticias con las audiencias y el público lector, conocemos este problema, somos parte de este problema y consideramos que desde 1983 en adelante es una deuda que tiene la democracia para las mujeres. Creo firmemente en lo que dice la Campaña: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir.
¿Cómo describiría ese puente hoy?
Mi sensación es que durante muchos años fue controversial decir que éramos feministas y que buscábamos construir a partir de un movimiento derechos y oportunidades para todas en un mundo que no es equitativo. Hoy la sociedad está tres pasos adelante. Y nos enfrentamos a un sistema muy patriarcal y muy corporativista, que el sistema político, con sus excepciones. Estoy segura que el dictamen va a salir. Y después será una ardua tarea para el Senado. Pero la sensibilidad de las nuevas generaciones impone otra agenda a la hora de mirar la realidad. El camino no fue sencillo. Hoy es un día muy particular porque venimos a firmar periodistas, comunicadoras, trabajadoras de prensa y comunicadoras visuales. Y nosotras podemos lograr un espacio para discutir más allá de nuestras filiaciones políticas, armar un lugar donde podamos discutir cuestiones inherentes en el oficio. Recordemos que hasta el año 60 no firmábamos las notas, que somos minoritarias, que se establece una agenda informativa donde en la mayoría no hay equidad de fuentes, que estamos trabajando en un lenguaje que para ser inclusivo necesita de muchos cambios. Es fundamental lograr estos principios, acuerdos, y visibilizar que atrás de las noticias y en las noticias somos muchas y estamos unidas. Es un registro país.
¿Cómo es ese puente entre un oficio en mutación y una sociedad tres pasos adelantada?
-En principio no se comunica igual ahora que hace 30 años, pero sí hay voluntad de construir ese puente. Hoy estamos haciendo medios en 360 grados, que hablando de audiencia y de lectoras y lectores, apostamos al ejercicio de socialización de las noticias. Las personas tenemos el derecho a ser informadas y quienes ejercemos este rol tenemos el deber de informar. Esto no es negociable, lo haremos desde donde podamos, desde la primera persona del singular en las redes o desde los medios donde estamos, del establishment o autogestivos, pero si algo no se han acabado son las noticias. Siguen existiendo, y depende mucho de nosotros cómo vamos a hacer este puente y cómo vamos a llegar.
¿Hoy cuál es la noticia?
Es que al minuto fuimos y somos más de 600 comunicadoras, trabajadoras de prensa y periodistas que firmamos y adherimos esta carta. Y vamos a hacer muchas más. Y eso es hermoso.
El texto de la Carta Abierta y la lista (incompleta) de las que firmaron:
Carta Abierta de Periodistas a diputadas y diputados de la Nación:
Nosotras, periodistas y comunicadoras argentinas, escribimos esta Carta Abierta con la esperanza de ser escuchadas.
Tal como cada dos años lo hacen ustedes, esta vez nosotras les pedimos su voto.
Les pedimos su voto para terminar con la muerte, la cárcel y el silencio.
Porque estamos a favor de todas las vidas, también de las de aquellas mujeres y personas con capacidad de gestar que arriesgan sus cuerpos en manos de un negocio siniestro y clandestino. Porque estamos a favor de todos los derechos: del derecho a decidir sobre el propio cuerpo y del derecho a la vida. Por todo eso, estamos a favor de que el aborto sea legalizado.
Les pedimos que voten el proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito porque estamos convencidas de que el aborto legal –acompañado de políticas públicas de educación, prevención y contención para evitar el embarazo involuntario- nos convertirá en una sociedad más justa, más moderna y definitivamente menos hipócrita.
Se los pedimos también para que honren el sistema representativo que simboliza, justamente, el derecho a elegir.
Les pedimos su voto, finalmente, porque tenemos fe en la democracia.
Llegó la hora.
Hagan historia y salden su deuda con las mujeres.
- Magdalena Ruiz Guiñazú
- María Laura Santillán
- Liliana López Foresi
- Mónica Gutiérrez
- Maju Lozano
- María O’Donnell
- Nancy Pazos
- Ana Torrejón
- Silvia Martínez
- Natasha Niebieskikwiat
- Miriam Lewin
- Débora Plager
- Mariel Fitz Patrick
- Silvia Naishtat
- Josefina Licitra
- Soledad Barruti
- Lorena Maciel
- Olga Wornat
- Teresa Pacitti
- Claudia Acuña
- Silvia Mercado
- Romina Manguel
- Soledad Vallejos
- Hinde Pomeraniec
- Marcela Ojeda
- Valeria Sampedro
- Ingrid Beck
- Nora Veiras
- Natalia Vinelli
- Ailin Bullentini
- Valeria Gantman
- Julia Izumi
- Liliana Franco
- Camila Hadad
- Any Ventura
- Adriana Meyer
- Florencia Halfon Laksman
- Teresa Napolillo
- Ana Gerschenson
- Cata Bonadeo
- Cynthia García
- María Julia Mastromarino
- Anabella Messina
- Sonia Lifschitz
- Sofía Barruti
- Florencia Etcheves
- Camila Barral
- Bárbara Pereira Corvalán
- Laura Yanella
- Florencia Monfort
- Carolina Arenes
- Carla Rebello
- Mercedes López San Miguel
- Anabella Arrascaeta
- Cecilia Fumagalli
- Irina Hauser
- Deborah Lapidus
- Gabriela Cerioli
- Dolores Curia
- Ana Correa
- Silvia Itkin
- Victoria Ginzberg
- Mariana Iglesias
- Mariane Pécora
- Julieta Roffo
- Alejandra Peñalva
- Fiorella Sargenti
- Sabrina Roth
- Debora D’Amato
- Dora Becher
- Mariana Mactas
- Natalia Carcavallo
- Patricia Valli
- Claudia Pasquini
- Mariana Carbajal
- Julia Pomiés
- Emilia Delfino
- Luciana Peker
- Virginia Trombetta
- Ximena Pascutti
- Florencia Canale
- Clara Uranga
- Gisela Busaniche
- Luisa Valmaggia
- Milva Castellini
- Érica Fontana
- Cecilia Laratro
- Bernarda Llorente
- Florencia Scarpatti
- Valeria Shapira
- María Ana Mandakovic
- María del Carmen Varela
- Sofía Benavides
- Mona Moncalvillo
- Patricia Surano
- Fernanda Nicolini
- Fernanda Kobelinsky
- Myriam Mohaded
- Patricia Kolesnicov
- Agustina Paula Heb
- Silvina Darago
- Malena Baños Pozzati
- Sol Tiscornia
- Florencia Cunzolo
- Sabrina Faija
- Sandra Commisso
- Lucía Entín
- Carolina Allen
- Sandra Igelka
- Dolores Cardoner
- Ana Prieto
- Liliana Caruso
- Lucía Aita
- Nadia Fernández
- Florencia Coll
- Estafanía Cámera Da Boa
- Sibila Camps
- Nadia Fernández
- Paula Marussich
- Silvina Martínez Porta
- Romina Mohr
- Anabelia Cerezo
- Silvana Zanelli
- Lucila Trujillo
- Mercedes Mora
- Stella Maris Campos
- Laura Efron
- María Guadalupe Rodríguez
- Adriana Bruno
- Laura Durán
- Ana Vainman
- Natalia Marino
- Gabriela Carchak
- Gabriela Zagordo
- Verónica Furlan
- Claudia Kaufman
- Claudia Salto
- María Sol Musa
- Jimena Sánchez
- Agustina Bassi
- Cecilia Insinga
- Silvia Fernández
- Mariana Montero
- María Sucarrat
- Agustina D’Elía
- Natalia Blanc
- Paula Bernini
- Ariana Budasoff
- Marta Del Pino
- Catalina De Elía
- Eliana Braier
- Claudia Marengo
- Gaby Grosso
- Fabiana Scherer
- Carola Birgin
- Liliana Samuel
- Clara Roucco
- Sandra Acosta
- Cecilia Fogliatti
- Sol Lopatin
- Norma Madeo
- Agustina Larrea
- Julieta Elgul
- Carolina Muzi
- Fabiana Fondevilla
- Ana Laura Pérez
- Mercedes Funes
- Marina Abiuso
- María Marta García Scarano
- Valeria Satas
- Valeria López
- Rocío Bravo
- Irina Sternik
- Débora Slonitsky
- Luciana Soria Vildoza
- Romina Barbalace
- Luciana Arias
- Dionisia Fontán
- Lara Krimeniuk
- Patricia Verónica Serrano
- Marisol Ambrosetti
- Jesica Fabbaro
- Lucrecia Gallo
- Paula Gullini
- Silvina Rossi
- Lorena Toso
- Inés Gordon
- Mariana Verón
- Ana María Torres Castro
- Mariana Carpovich
- Viviana Toledo
- Lucía Agosta
- Macarena Reynolds
- Valeria Dotro
- Eugenia Perrella
- Eliana Masci
- Mariel Lesnichevsky
- Silvana Catarazzuolo
- Carina López Monja
- María Florencia Guerrero
- Gabriela Pepe
- Natalia Gelós
- Tatiana Schapiro
- Paula Rodríguez
- Laura Cukierman
- Noelia Barral Grigera
- Juli Schulkin
- Mayra García
- Paula Bistagnino
- Julieta Tarrés
- Virginia Porcella
- Mariana Sturniolo
- Maru Rafaelli
- Lulu Benegas
- Rocío Olivera
- Flor Bidabehere
- Zelmira Kroselj
- Agostina Maggiani
- Verónica Rubi
- Emilse Pizarro
- Cecilia Boufflet
- Valeria Sorin
- Gaby Tijman
- Celeste Nasimbera
- Cecilia Conde
- Natalia Páez
- Victoria de Masi
- Einat Rozenwasser
- Paulina Cossi
- Carolina Salvini
- Karina Micheletto
- Natalia Zuazo
- Gabriela Navarra
- Irene Haimovichi
- Ana Espinoza
- Marta Salinas
- Alicia Lipovetzky
- Florencia Ure
- Silvina Rouvier
- Daniela Yaccar
- Sofía Zoffoli
- Belén Croce
- Vanesa Spaccavento
- Belén Lescano
- Laura Palau
- Tatiana Scorciapino
- Maia Romano
- Grabriela Krause
- Rocío Rodríguez
- Julieta Sanow
- Ferni Moreno
- Lola Monteiro
- Amelia Álvarez
- Clara Sirvén
- Soledad Itria
- Eugenia Zicavo
- Mariana Rapoport
- Silvina Alonso
- Silvana Barrera
- María del Pilar Ayuso
- Luz de Sousa Quintas
- Sofía Bustamante
- Ana Clara Pedotti
- Maricel Spini
- Elizabeth Peger
- Marina Giacometti
- Belén Papa Orfano
- Florencia Lendoiro
- Graciela Moreno
- Cecilia Camarano
- Belén Escobar
- Gabriela Oprandi
- Laura Yawien
- Paula Boente
- Paula Etchegoyen
- Mariel Fuentes
- India Molina
- Mariana Percovich
- Clara Loustaunau
- Fabiana López
- Julieta Abusier
- Nuria Rebón
- Gabriela Vulcano
- Paula López
- Soledad Navarro
- Adriana Lazzeretti
- Florencia Maccione
- Melina Manfredi
- Micaela Levitt
- Maria José Vitale
- María Emilia Rebollo
- Eugenia Baliño
- Marianela Insúa Escalante
- Marina Caldarelli
- Cecilia Díaz
- María Boccanera
- María Iglesia
- Belén Fernández
- Guadalupe Rivero
- Bibiana Ricciardi
- Estela Nesci
- Ivana Szerman
- Cecilia Delatorre
- Maria Zentner
- Julieta Habif
- Maia Ciavatta
- Belén Andreozzi
- Andrea Vulcano
- Ana Papadópulos
- Mariana Roveta
- Gabriela Bruzos
- Andrea Basconi
- Paola Florio
- Pía Shaw
- Mercedes Barradas
- Cecilia Labate
- Julia Alperowicz
- Ronith Gitelman
- Nadia Koziner
- Norma Loto
- Laura Santos
- Liliana Podestá
- Martina Rúa
- Flavia Pittella
- Virginia Quiroga
- Mariana Rolleri
- Guadalupe Carril
- Cecilia Toledo
- Cristina Galasso
- Andrea Recúpero
- Agustina Conte
- Mariana Stizza
- Sofía Rey
- Candela Crevatini
- Alejandra Páez Triviño
- Guillermina Riva Carretti
- María de los Ángeles Alemandi
- Marcela Repossi
- Celina Abud
- Romina Coluccio
- Inés Marquevich
- Liliana Belforte
- Belén Tenaglia
- Daniela Morán
- Rocío Isaurralde
- Jessica Fabaro
- Débora Ruiz
- Mariana Leiva
- Paula Galloni
- Lola Cordero
- Ayelén Cisneros
- Martina Matusevich
- Victoria Yornet
- Sonia Ávalos
- Florencia Hipoliti
- Ana Laura Pace
- Julia Spina
- Julieta Tommasone
- Verónica Roselló
- Ana Markarian
- Gabriela Setton
- Jose Bugallo
- Marou Rivero
- Mariana Schurink
- Silvana Grosso
- Emilia Setton
- Bárbara Arcuschin
- Belén Baldelomar
- Lucía Levy
- María Cruz
- Marcela Rubini
- Paula Galloni
- Analía Rivas
- Sabrina Carrasco
- Silvina Quintans
- Constanza Ojeda
- Valeria Lungarini
- Ana Markarian
- María Jimena Acevedo
- Daniela Lucía Lichinizer
- Mercedes Ezquiaga
- Jesica Cassan
- Cristina Mahne
- Cecilia Devanna
- Aneris Cassaus
- Mariela Mayer
- Sofía Oviedo
- Pamela Atayra
- Silvana Minué
- Agostina Giorgio
- Luz Scarpati
- Laura López Entable
- Yamila Pichuman
- Constanza Ojeda
- Valeria Vargas
- Natalia Caso
- Carolina Masdeu
- Agustina Faure
- Nancy Pititto
- Mirta Kaszuba
- Mónica Lemus
- Verónica De María
- Myriam Azcurra
- Alejandra Saldivia
- Micaela Cantero
- Florencia Palumbo
- Pilar Domínguez
- Marcia García
- Gabriela Bersier
- Adriana Cabrera
- Florencia Basso
- Antonela Obando
- Roxana Barth
- Natacha Sandoval
- Lorena Uribe
- Fernanda Rossi
- María Schlieter
- Verónica Portillo
- Elida Rechi
- Carla Ricciotti
- Maru Ludueña
- Caro Ozán Fernández
- Clarisa Busemi
- Liliana Díaz
- Valeria Tontogi
- Lucrecia Paris
- Marina Céspedes
- Florencia Arce
- Carla Czudnowsky
- Graciana Magdalena
- Itati Meyer
- Yael Varela
- Ana López
- Ana Ruarte
- Deolinda Carrizo
- María Daniela Yaccar
- Melanie Berardi
- Nahir Escobio Buono
- Virginia Robetto
- Natalia Blanc
- Caterina Quintieri
- Victoria Belén Bertonasco
- Cecilia Kafka
- Florencia Cerchiara
- Verónica Chelotti
- María Victoria Cuomo
- Julieta Urdinola
- Noemí Romero
- Noelia Seguí
- Daniela Yaccar
…y siguen las firmas
Nota
4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas
La familia de la joven asesinada en Capilla del Monte volvió a viajar de Buenos Aires a Córdoba para reclamar que se asigne urgentemente un fiscal en la causa y que se investigue su femicidio. Hace 4 años el cuerpo de Cecilia fue encontrado luego de estar 20 días desaparecido; su familia denuncia una trama local que involucra a la última persona que la vio con vida, el ex boxeador Mario Mainardi, jamás investigado, y la complicidad de la justicia de Cruz del Eje, representada por Paula Kelm, que buscó inculpar a un perejil. Gracias a la lucha familiar se logró anular esa línea de investigación, que culminó en un juicio nulo, pero desde entonces no se retomó la instrucción; y pese a que en diciembre se anunció que un nuevo fiscal tomaría la causa, eso no sucedió, y las dilaciones siguen. Crónica de una nueva reunión con promesas y sin hechos, cuando la impunidad se hace cada vez más grande y el reclamo, también: “Verdad y justicia para Cecilia Basaldúa”.
Por Bernardina Rosini
Daniel y Susana, padre y madre de Cecilia Basaldúa ya perdieron la cuenta de las veces que han viajado desde la ciudad de Buenos Aires a Córdoba con el único objetivo de lograr justicia por su hija. Han perdido esa cuenta pero no la cantidad de días que contabiliza la impunidad: 1460, es decir, cuatro años.
En efecto, hace cuatro años (el 25 de abril de 2020) encontraron el cuerpo de Cecilia Gisela Basaldúa en un codo del Río Calabalumba en Capilla del Monte, luego de veinte días de estar desaparecida. Cuando Daniel y Susana llegaron ayer a los Tribunales en Córdoba Capital, se los ve invadidos por la bronca y el hartazgo. Son cuatro años sin Cecilia y a la par sostienen que las líneas de investigación han sido deliberadamente manipuladas y el material probatorio de contundencia, ignorado.
La última vez que estuvieron parados sobre esa vereda fue el pasado 7 de diciembre, tras reunirse con el Fiscal General Juan Manuel Delgado. Celebraban la noticia: “Tenemos fiscal, vinimos con 3.000 firmas de apoyo pidiendo fiscal y lo tenemos. Es el Nelson Lingua y comienza el 1° de febrero, después de la feria judicial”. Cinco meses después, otra vez viajan 700 kilómetros para golpear la puerta del Palacio de Justicia pues tal designación no sucedió y la causa acumula once meses sin fiscal a cargo de la instrucción.
El baile del fiscal
Mientras los Basaldúa llegaban el 25 de abril nuevamente a Córdoba para pararse frente a Tribunales y exigir justicia, fueron notificados que la Fiscal General Adjunta Bettina Croppi los convocaría a una reunión.
Antes de ingresar al edificio Daniel comparte la situación actual de la causa “Nos vienen diciendo que no designan fiscal porque falta una firma: me cuesta creerlo. No puedo hacer nada más que venir y reclamar. Hasta ahora la única justicia que logramos fue que no metan preso a un inocente”.
Hoy le cuesta hablar; tiene un nudo en la garganta y el rostro de su hija estampado sobre el pecho. “Sólo espero que esta investigación vaya tras los verdaderos sospechosos, tras Mario Mainardi, última persona que vio a Cecilia con vida, quien tenía pertenencias de ella y las regaló; la policía y la fiscal Paula Kelm contaban con ésta y más información y nunca lo investigaron. No podemos creer que Mainardi, que dijo trabajar en Uber porque no podía acreditar ingresos, tenga más poder que Diego Concha, quien fue durante décadas Director de Defensa Civil de la provincia y sin embargo hoy está preso”.
Daniel pasa lista de todos los uniformados que participaron del caso y que hoy se encuentran desplazados, procesados o presos por distintas causas: el común denominador es la violencia de género.
Mientras las abogadas ingresan junto a los padres de Cecilia a la reunión, afuera les esperan periodistas, agrupaciones feministas, trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos y familiares víctimas de violencia institucional. Repiten el colgado de banderas, los carteles con rostros de otras víctimas, y los cantos que se recitan como mantras: “¡¡Queremos fiscal, queremos fiscal, queremos fiscal!!” y “¡¡Justicia, justicia, justicia!!”.
Al salir, Giselle Videla -una de las abogadas de la familia- comparte lo conversado en la reunión: “Para iniciar nos han pedido disculpas puesto que en noviembre nos dieron la seguridad que tendríamos fiscal apenas finalizada la feria judicial. Como hoy no hay fiscal, y están subrogando fiscales de otros territorios que toman la causa por un plazo corto de tiempo, el avance es mínimo. Nos informaron en relación a esta situación que la designación de Nelson Lingua espera la firma del gobernador, Martín Llaryora. Ahora bien, nos enteramos que será designado como Fiscal reemplazante, y no como Fiscal titular puesto que Lingua no ha rendido el concurso que lo habilita para ese cargo; debe rendirlo ahora y recién en julio- agosto podremos saber si será finalmente el fiscal titular de la causa”.
Para que se entienda: desde que el tribunal absolviera a Lucas Bustos en julio del 2022 reconociendo su inocencia y su no vinculación al crimen, y ordenara una nueva instrucción para dar con los responsables del femicidio, la causa demoró meses en ser asignada a un fiscal. Luego recaería en el Dr Raymundo Barrera de Cruz del Eje, fiscal que, hábil con el calendario, entre feria judicial y licencias llegó a junio del 2023, mes en el que se jubiló.
Por la presión de la familia Basaldúa, en diciembre el mismísimo Fiscal General anunció la designación del Lingua el 3 de febrero; eso no sucedió y no hay certeza de que Lingua resulte el fiscal que definitivamente dirigirá la instrucción, puesto que no cumple con los requisitos.
Preguntas sin respuesta
Es mediodía y el cielo se refleja en las ventanas del edificio neoclásico de la calle Caseros; da la impresión que adentro estuviera vacío, que sólo es una fachada. “Hoy, 25 de abril se cumplen cuatro años de la aparición del cuerpo sin vida de Cecilia Gisela Basaldúa” lee Susana de la pantalla de su celular; ella también lleva una remera con el rostro sonriente de su hija. Sigue:
“Cuatro años de impunidad y de violencia sistemática por parte del Poder Judicial a quienes pedimos y exigimos justicia por ella. La causa volvió a foja cero en el 2022 luego de pasar por un juicio vergonzoso.
El tiempo pasa y los asesinos de Cecilia siguen libres e impunes. No tenemos fiscal ni respuestas” y continúa “¿Cómo vamos a llegar a la verdad? ¿Qué fue lo que pasó con Cecilia? ¿Por qué tardó tanto en aparecer? ¿Dónde está Mario Mainardi? ¿Por qué la fiscal Paula Kelm ordenó tan rápidamente detener a un joven sin tener pruebas? Todas estas preguntas nos conducen una y otra vez a un círculo cerrado de impunidad entre funcionarios judiciales que se jactan en demostrar un abuso de poder constante”.
La carta leída en la vereda, casi sobre la calle, concentra todas las preguntas que la investigación del femicidio debiera responder.
Y la carta también cierra como se espera que cierre la investigación: “Verdad y Justicia para Cecilia Basaldúa”.
Nota
La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri
Séptima entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, realizada por la fotógrafa de lavaca Lina Etchesuri.
Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.
Ese jueves hacía 38 grados de calor pero parecían 43. El calor quemaba y picaba.
Faltaba el aire, el que había estaba caliente y la humedad pegoteaba.
El día que acompañé a la Ronda haciendo fotos para este proyecto, fui descubriendo imágenes a medida que los pasos y las sillas de ruedas daban vuelta como siempre, hace 2392 jueves.
La ronda siempre me emociona. Mucho. Las miro a las madres y veo proyectada las fotos de sus hijxs en su mirada, hacia delante, repitiendo Presente como un mantra de presencia y resistencia. Lxs veo a ellxs en imagen, mirando de frente en su juventud detenida. Veía a Elia, que ronda en silla de ruedas, con la foto de su hijo Hugo Meidan, desaparecido el 18 de febrero de 1977, hace 47 años, y pensaba si ese día hizo tanto calor, si la luz tenía esta misma inclemencia.
En las rondas transcurre un tiempo extraño, persistente y atemporal. Las hermanas abrazan las fotos de sus desaparecidxs, gritan sus nombres con contundencia, caminan junto a las madres, junto a nosotrxs.
Transforman el tiempo y la imagen en un futuro posible.
Sobre Lina
Soy Lina Etchesuri. Fotógrafa, editora y docente
Soy parte de la cooperativa Lavaca desde hace más de 12 años donde hago todo lo que me describe y más. Me hace sentir muy orgullosa y feliz.
Estudié con Filiberto Muganini en el Rojas durante los 90s. Hice la carrera de fotógrafa en la Escuela de foto y artes visuales de Avellaneda, durante el 2001 y los años siguientes.
Me seguí formando en talleres visuales con mi querida Julieta Escardó y muchxs más.
Viajé haciendo fotos durante algunos años: conocí al subcomandante Marcos y le saqué una foto en la que se está riendo. Estuve en Cisjordania, Palestina, durante 3 meses, viviendo retratando la vida bajo la ocupación.
Junto con algunas personas y amigxs fundamos MAFIA en 2012, un colectivo de fotógrafxs que sigue hasta hoy.
Coordino talleres de foto e imagen.
Soy mamá de Fermin.
Y me encanta hacer todo lo que hago.
Nota
Un abrazo contra la motosierra
Sin presupuesto actualizado (“cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2” informa el rector de la UBA) las universidades y los hospitales en “modo ahorro” deben cortar la luz, los ascensores, reducen cirugías, no tienen insumos. La imagen del Clínicas, uno de los más importantes del país: “Los pacientes se están quedando sin comida”. Hoy una gran concentración frente a ese hospital escuela simbolizó un abrazo en defensa de la salud y la educación pública, mientras el gobierno nacional juega a pelearse con las prepagas, y el de la Ciudad a subvencionar a quienes mandan a sus hijxs a colegios privados. ¿Qué pasa con lo público? ¿Cuándo comenzó el desastre? Distintas voces (directores de hospitales, rectores de universidades, trabajadorxs) relatan la realidad y los datos motosierra; la organización como única salida; y el canto “la UBA no se vende”, mientras la realidad, o los números, parecen indicar otra cosa.
Por Francisco Pandolfi
“Se defiende, la UBA se defiende”, fue uno de los hits / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca
Clarisa y Caetana acaban de salir de cursar dermatología. Clarisa tiene 24 años y lleva puesto un ambo azul marino. Caetana, de 23, uno verde oscuro. Son alumnas desde hace seis años de la Facultad de Medicina y hace tres caminan por los pasillos del Hospital de Clínicas, ya en la etapa de las prácticas. “Hace un rato terminamos una clase en la que no teníamos vendas”, dice Clarisa. Su compañera agrega: “El otro día, en un práctico, nos faltaba vaselina para curar las úlceras; sí, vaselina, probablemente el producto más básico y barato que se necesita”.
Alrededor de ellas hay una multitud, con ansias de visibilizar la gravedad de la situación.
Clarisa, Caetana y la marea contra el ajuste / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca
“Estamos funcionando al 30%”, comparte Marta, médica desde hace 38 años en el Clínicas.
“Los pacientes se están quedando sin comida”, cuenta Susana, auditora.
“Soy empleado de limpieza del hospital, monotributista, trabajo cinco días por semana, siete horas por día y mi sueldo no supera los 150 mil pesos”, confiesa Diego Ruiz.
“Ya debimos reducir las cirugías y no atender a algunos pacientes”, expresa Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas.
“Estamos económicamente por debajo de un 80% sobre el presupuesto que deberíamos tener. Cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2”, precisa Ricardo Gelpi, rector de la Universidad de Buenos Aires.
Susana Dionisio, y la esperanza que genera el juntarse / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca
Tiempos de abrazos
“La biblioteca destinada a la educación universal es más poderosa que nuestro ejército”.
José de San Martín.
Al libertador de la patria se lo homenajea con su nombre en calles y avenidas; clubes deportivos, teatros y centros culturales; plazas y parques; hospitales y universidades.
Y también en un hospital-escuela: el Hospital de Clínicas José de San Martín, dependiente de la Universidad de Buenos Aires y dedicado a tres ejes clave para el desarrollo de cualquier sociedad: la asistencia, la docencia y la investigación.
Son tiempos de clases abiertas; de paros y movilizaciones; de una marcha nacional universitaria a realizarse el próximo martes 23 de abril. Son tiempos de contar en cuántos meses y en cuántos días las universidades se quedarían sin presupuesto hasta cerrar sus puertas.
Son tiempos de abrazos.
Uno de ellos se forma con un montón de brazos, este jueves por la mañana, en la puerta del Hospital de Clínicas. Médicos, docentes y no docentes, estudiantes, le brindan un espaldarazo simbólico al Hospital de Clínicas, ubicado en el límite de los barrios porteños de Recoleta y Balvanera. Sobre la Avenida Córdoba, miles de personas se reúnen en la puerta principal para reclamar por el recorte presupuestario en todas las universidades del país, y en particular de las universidades escuelas.
Hay equipo en el Hospital de Clínicas /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca
Los cuerpos aplauden. Están vestidos con guardapolvo blanco; con ambos celestes y azules; con chaquetas bordós y verdes. De fondo, un telón negro enorme sirve de súplica para estos momentos. Es un ruego a la sociedad toda; y una exigencia, también, puertas adentro: “Defendamos la UBA”. Delante de la banderota se sostienen grandes letras blancas, hechas con cartulina, a mano, a pulmón, a necesidad de que el reclamo se vea un poco más. “La salud se defiende”, se lee, mientras se canta al unísono: “No se vende, la patria no se vende”. Minutos después, se cambia sólo una palabra: “No se vende, la UBA no se vende”.
Pero la realidad no parece indicar lo mismo.
Problemas de fondos
Luego del abrazo, se rodea al hospital y en otra de las puertas de la institución, sobre la calle Paraguay, se lleva a cabo una conferencia de prensa. Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas, va al hueso: “Ya tuvimos que optimizar los recursos, que son insuficientes; no podemos comprar insumos, ni hacer transferencias porque no hay licitaciones de presupuesto que avalen las compras. Mientras, tenemos un montón de pacientes internados”. Sigue: “Es muy difícil no usar la luz en un hospital; no usar los ascensores cuando los pacientes necesitan usarlo… Lo mismo pasa con la calefacción. El año pasado estábamos orgullosos de haber comprado y cambiado la caldera, y este año no sabemos si va a funcionar, porque el modo de ahorro va a estar en el gas, en la luz, en todo”.
Le cambia la cara. Se tensa, aún más. “Poner a un hospital en modo ahorro es una agresión al médico. Es muy difícil mi lugar, el tener que decirle a mis colegas si pueden atender o no a alguien. No estamos haciendo una buena medicina con estas cosas”.
Marcelo Melo y Ricardo Gelpi en conferencia de prensa /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca
A su lado está el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, acompañado por el Secretario de Hacienda Matías Ruiz. Juntos, definen lo terrible: “La UBA tiene dos partes principales en las que se divide el presupuesto. Una es la salarial, que consume entre el 85% y el 90%; y después está el gasto de funcionamiento, que consume entre el 10 y el 15%”. Desmenuzan: “En lo salarial hubo un recorte en términos reales ajustado por inflación del 35%, lo que significa que si en noviembre un docente o un trabajador cobraba 100 pesos, hoy cobra 65”.
Sobre los gastos para el funcionamiento: “Lo dividimos en salud y en educación. En educación este año las partidas arrancaron congeladas al presupuesto del año 2023; hubo una actualización parcial del 70% desde marzo; pero en términos interanuales eso significa un 58% de actualización, comparado con una inflación de casi un 300% interanual. Por el lado de la salud, empezamos el año sin presupuesto, ya que la partida devengada del año 2023 no había sido asignada hasta esta semana”.
Tomar la calle en defensa propia / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca
Peligro de cierre
¿La partida ya firmada –pero aún no depositada–, es un remedio? “No, para los hospitales universitarios será de la misma magnitud nominal del año pasado. O sea, no es una actualización, ni un incremento”. Subraya el rector: “Estas partidas no están ajustadas por inflación, lo que significa que sólo podrán estirar un tiempo esta situación, pero estamos lejos de estar conformes. Si se mantiene esa partida, podremos funcionar como venimos dos o tres meses más. Y después, así las cosas, la UBA cierra, porque si no hay plata, no hay plata”.
El Secretario de Hacienda suma un dato, que agudiza el cuadro: “El pago de la energía eléctrica en el último año se multiplicó por siete. Y si comparamos con febrero de este año, sólo los últimos dos meses, se multiplicó por cuatro”. Y ejemplifica con una cuenta que no cierra: “El crecimiento del gasto, sumado a las partidas congeladas, hace que crezca más rápido el gasto que tenemos la universidades y empeorando cada vez más el funcionamiento”.
La educación, la salud y la ciencia, en juego; en venta / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca
“El mal funcionamiento es de hace años”
La falta de recursos no empezó en la era Milei. Marta, médica desde hace 38 abriles, describe: “El mal funcionamiento viene de años, como consecuencia de malas administraciones anteriores. Y ahora, este recorte presupuestario es el tiro de gracia”. ¿En qué se venía mal? “De 12 quirófanos funcionan 5 y hay numerosas salas cerradas; cada vez se va achicando más la estructura, deteriorando y no hay presupuesto para mantenerlo”.
Clarisa, alumna, añade: “El edificio tiene un montón de falencias, es muchísima la cantidad de arreglos que harían falta y esto viene desde hace años. Con este recorte, el único futuro que veo es que se caigan las paredes… Me da mucho miedo e impotencia”.
Florencia trabaja hace 10 años y el amor que siente por la entidad viene de familia: “Mi mamá trabajó ahí; mis dos hijos fueron a ese jardín; le salvaron la vida dos veces a mi mejor amiga; curaron a mi papá, a mi abuela”.
Admite que el hospital “siempre tuvo pocos recursos; siempre hubo carencia de insumos”. Profundiza: “La situación no viene bien hace mucho; las personas que deben hacer el presupuesto no valoran la calidad humana ni la cantidad de atenciones que se realizan por día. El hospital siempre tuvo lo básico, y en muchas oportunidades debimos conseguir insumos por fuera, siempre tardó en llegar el material que se necesitaba”.
Carteles, ruido, sonrisas: estrategias contra el recorte / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca
Orgullo nacional
El Hospital de Clínicas es considerado uno de los hospitales más importantes de la Argentina y de América Latina. Se fundó en 1881 y allí se realizaron varios procedimientos por primera vez. Algunos hitos que nacieron entre sus paredes que hoy yacen descascaradas: la aplicación de la insulina, el cateterismo cardíaco, las residencias médicas, las punciones de riñón, las operaciones filmadas. Dice la médica y hoy auditora Susana Dionisio: “En este hospital se formaron la mayor parte de los médicos de renombre que hay en toda la medicina prepaga”. Suma otro caso testigo: “Hay que acordarse de acontecimientos como el de la AMIA, cuando sucedió el atentado este hospital recibió a la mayoría de los heridos, y fue gracias a este hospital que se salvó a muchísima gente. Entonces, podés hacer un comité de crisis, pero si al mismo tiempo desfinanciás a la educación, está muy mal. El presidente se merece un juicio político y la oposición tiene que pararse y ser una oposición real, sino perdemos la democracia”.
Marta Cora Eliseht es médica de obstetricia del hospital de Clínicas y docente de la Facultad de Medicina. “El Clínicas es fundamental, un orgullo nacional; no sólo cumple funciones asistenciales, sino también de docencia en áreas de pregrado y postgrado; esta es la sede de infinidad de carreras. Somos especialistas en obstetricia y atendemos muchos embarazos de alto riesgo, casos que no se atienden en otros lados”.
Marta es médica en el Clínicas desde hace 38 años /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca
En el hospital trabajan más de 3.200 empleados y se atienden alrededor de 365 mil personas al año. En lo educacional, cursan por año cerca de 1500 alumnos. “Hay cinco cátedras y estudiamos 300 personas promedio en cada una. Este es el hospital escuela más grande del país”, explican Clarisa y Caetana, estudiantes de medicina.
Las palabras de Sofía, que integra la comisión interna, laten: “El hospital-escuela literalmente es el corazón de la UBA, donde se retroalimenta la ciencia, la investigación, la educación, pero sobre todas las cosas la salud pública, con todo lo que conlleva ese concepto de gratuidad e inclusión. Queremos seguir brindando la atención de calidad a los y las pacientes, pero sobre todas las cosas contar con un financiamiento que nos permita que nuestra casa, como así consideramos al hospital, siga funcionando. No queremos tener el privilegio de pisar la UBA, sino el derecho de seguir en ella”.
Una que pedimos (casi) todxs /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca
Un dolor inenarrable
El hit se vuelve a cambiar: “Universidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode se jode”, se vocifera con angustia y con firmeza, en un clamor popular que hiela la sangre. Las y los laburantes le dan magnitud al problema. La obstetra Marta Cora Eliseht dice: “En el sector no tenemos espéculos, vidrios para hacer papanicolaou, guantes, gasas, algodón, lo básico. Los profesionales de la salud estamos intentando conseguir donaciones de entidades privadas para suplir las faltas”. Sintetiza: “Estamos sufriendo un ataque artero a la universidad pública”.
Susana Dionisio es médica desde hace 49 años. Quince los trabajó en el Clínicas, donde ahora es auditora. “Sentimos un dolor que no se puede narrar. Los pacientes se están quedando sin comida y solidariamente se intenta ayudar entre sindicatos, médicos y administrativos, pero los insumos médicos no los podemos comprar. Ya se está cortando la luz a cierta hora, no se puede creer”.
La potencia de Elsa Carrizo, la potencia de lo colectivo /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca
Elsa Carrizo es delegada general de la comisión interna del Hospital de Clínicas. Tiene puesto un guardapolvo blanco, que lleva el logo de la institución. Se lee: “Fundado en 1881”. Dice: “Trabajamos con obras sociales, pero es impresionante la cantidad de gente sin obra social que viene, alcanza con ver las colas que se forman a la mañana. Ya no tenemos insumos ni para el mantenimiento, ¿con qué vamos a limpiar? Hay un combo de muchísimas necesidades en el hospital”.
“Últimamente no nos estuvieron entregando secadores”, detalla Diego Ruiz, empleado de maestranza. Cobra menos de 150 mil pesos por mes y sólo el monotributo para facturar (no está en planta permanente) le cuesta alrededor de 18 mil. “Estamos en una situación de mierda, personalmente para mí es imposible llegar a fin de mes”.
Diego cobra menos de $150 mil por mes. Y no es una joda / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca
Tomás trabaja en el área de personal hace 5 años y es delegado de la comisión interna. “No hay paritarias y los sueldos quedan muy bajos. Tenemos poco más de 300 contratos que salen del bolsillo del hospital y son los que más corren peligro. Estamos hace un par de meses sin aumento y no hay respuesta del gobierno ni comunicación. Estamos estancados, no da para más”.
Carolina Nadal es empleada desde hace 30 años. Hoy es la jefa del departamento de Trabajo Social. “El presupuesto que se está ejecutando es el del año pasado y esto es inviable en términos de sostenimiento, de todo lo que se necesita para que funcione el hospital de manera integral. El gobierno va a tener que responder de una manera diferente a la que está respondiendo ahora. Siento mucha bronca e indignación, pero al mismo tiempo tengo la esperanza de que en las calles, con la resistencia, haya otro desenlace que no sea cerrar las puertas”.
“Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla”.
José de San Martín.
Clases abiertas, presupuestos cerrados / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca
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