Nota
Acceso a la tierra y agroecología: la Plaza se transformó en la Huerta de Mayo
La Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) organizó una acción en Plaza de Mayo este jueves, que incluyó la lectura de una carta dirigida al presidente Alberto Fernández. Plantines de verdura agroecológica, surcos de tierra sobre las baldosas, y el reclamo por diálogo para que la Ley de acceso a la tierra esta vez sea tratada. La producción sana como posibilidad de rentabilidad y gran escala, frente a un sistema de agronegocios que va contra la soberanía alimentaria. Lo que se podría hacer con la plata que el macrismo entregó a Vicentín. La carta completa, y qué pasaría si la Plaza de Mayo se convirtiese en una huerta.
“Hola Alberto, ¿cómo estás?”. Así comienza la carta al presidente leída este jueves frente a la Casa Rosada, en medio de plantines de verduras agroecológicas y banderas que reclaman la posibilidad de acceso a la tierra para las personas que producen los alimentos que consume la sociedad. Uno de los párrafos de la carta de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT):
“Alberto, necesitamos que nos escuches. Que escuches que la Agroecología es una realidad y necesidad imperiosa para una producción sustentable, y conozcas las miles de hectáreas que producimos de esta manera. Necesitamos poder contarte que es mentira que solo con el paquete tecnológico del agronegocio puede producirse a gran escala. Necesitamos expresarte que no es real una dicotomía entre producción-sustentabilidad. Necesitamos contarte que bajo el modelo actual es IMPOSIBLE lograr la Soberanía Alimentaria, si dependemos de las grandes multinacionales del agro para comer todos los días”. (Abajo, el texto completo).

La pandemia suele ofrecer un escenario vacío en la Plaza de Mayo, pero este jueves cambió el paisaje al acercarse mujeres y hombres que integran la UTT (Unión de Trabajadores de la Tierra) reclamando la posibilidad de ser escuchados por el presidente de la Nación. Con todos los protocolos de cuidado y distancia, Instalaron surcos de tierra, plantines de verduras agroecológicas (rúcula, acelga, kale y varios etcéteras) que donaron a las personas que se acercaron a ver de qué se trataba la movida.
Una de las voceras de la organización, Zulma Molloja, explicó: “El objetivo del proyecto de Ley de Acceso a la Tierra es crear un Procrear Rural para que los pequeños productores puedan acceder a una vivienda digna y a una parcela donde producir alimentos. Con un 35% de lo que Macri le prestó sólo en un mes a Vicentín, el Estado Argentino puede generar un fondo de crédito para dar tierras para producir y vivienda digna a 1.000 familias por mes».
La Ley se presentará por tercera vez, ya que las dos veces anteriores perdió estado parlamentario sin que lograse ser tratada. Fue presentada en 2016 y 2018, con la firma de decenas de legisladores, entre ellos muchos funcionarios del actual gobierno como el ministro de Agricultura, Luis Basterra; de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; el canciller Felipe Solá; el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y la presidenta del INADI, Victoria Donda.
Entre quienes acompañaron la iniciativa, también estaban Luis Contigiani, por el socialismo de Santa Fe, Graciela Ocaña, por el macrismo bonaerense, y los diputados del Frente de Todos, Leonardo Grosso y Cecilia Moreau por Buenos Aires, María Cristina Britez (Misiones) y Gabriela Estévez (Córdoba) y el actual presidente de la comisión de Agricultura y Ganadería del Congreso, José A. Ruiz Aragón.
Ahora volverán a presentar la propuesta legislativa ante el Congreso de la Nación para su tratamiento, con la expectativa que un tema crucial merezca la atención de las señoras y señores a los que se denomina “representantes”.
Si la Plaza fuera Huerta

Según la experiencia de la UTT, si la Plaza de Mayo fuera una colonia agroecológica (2 hectáreas) se podrían alimentar 250 familias un año entero. El cálculo busca evidenciar que el acceso a la tierra para las y los productores de alimentos solucionaría muchos de los problemas que hoy acarrea la industria agroalimentaria: hiperconcentración, especulación de precios, contaminación y trabajo informal o esclavo.
Aunque la Plaza de Mayo no llegue jamás a ser huerta, no deja de ser un alerta pensar la cantidad de terrenos que podrían utilizarse en las grandes ciudades para lograr una alimentación sana, barata, sin traslados y contaminaciones inútiles de aimentos, y alrededor de la cual podrían establecerse puestos de trabajo y consumo de calidad, a precios tal vez menores que los que se paga en el sistema convencional.

Otra propuesta surgida del colorido encuentro es la de generar colonias agrícolas (la UTT, principal gremio campesino del país, ya tiene varias en funcionamiento). La idea es utilizar tierras fiscales. Explica la organización: “La implementación de una política masiva de colonias agrícolas en todo el país permitiría contribuir a poner fin a la enorme desigualdad en el acceso a la tierra para las y los trabajadores campesinos. En Argentina, sólo el 13% de la tierra está en manos de pequeños productores que producen más del 60% de alimentos que circulan en el mercado interno, mientras que el 1% de las empresas agrarias controlan el 36% de la tierra cultivada en nuestro país. Las Colonias Agroecológicas permitirán a las familias campesinas acceder a tierra suficiente para producir y proveer alimentos sanos y a precios justos para millones de personas”.
El día de sol acompañó la acción campesina, y la posibilidad de explicar y hacerse oír.
En un país con niveles crecientes de hambre, malnutrición, desempleo y pobreza este tipo de propuestas son beneficiosas social y económicamente desde cualquier punto de vista que se las analice. Salvo para los proyectos de monopolización y concentración. El debate sigue planteado, y la Plaza volvió a ser el lugar en el que intentan ser visibles los reclamos por una vida más justa. La carta fue firmada por la Federación de Cooperativas Federadas (FECOFE), el Frente Nacional Campesino y el Movimiento Nacinal Campesino Indígena Somos Tierra, además de la UTT.
CARTA AL PRESIDENTE del Campo que alimenta

Hola, Alberto. ¿Cómo estás? Esperamos que bien en medio de jornadas tan complejas. Nos permitimos escribirte esta carta para tratar de comunicarnos con vos.
Aunque quizás no nos tengas presentes, ya nos conocés. Somos quienes produjimos las verduras que comiste hoy; somos la cooperativa láctea del pueblo que provee de leche a fábricas y grandes empresas; somos los granjeros y granjeras que abastecemos localmente de huevos y carne; las cooperativas de pequeños productores de frutas, somos familias crianceras y arrieras del monte y la cordillera que producimos cabras, ovejas y llamas, somos pequeñas agroindustrias alimentarias de los pueblos de la Argentina Profunda (algunos le llaman Interior); también somos cooperativas de granos que exportamos. Somos quienes sostenemos el arraigo y el trabajo en el campo profundo o en los cordones hortícolas periurbanos. Somos cientos de miles de campesinos/as, pequeños y medianos productores/as, trabajadores/as de la tierra a lo largo y ancho de nuestro país… somos el CAMPO QUE ALIMENTA.
Ya nos conocés…también nos viste tantas veces como un actor social en los verdurazos acercando alimento al pueblo en los momentos más difíciles, y viste como nos reprimieron. Nos cruzamos algunas veces en la mesa del Plan Argentina contra el Hambre.
Ya nos conocés…pero necesitamos que nos escuches, necesitamos contarte nuestra realidad, nuestros sufrimientos y, sobre todo, necesitamos presentarte nuestras propuestas. El pueblo necesita que escuches nuestras propuestas para garantizar la SOBERANÍA ALIMENTARIA.

‼️ Nuestra realidad es acuciante. Somos quienes producimos los alimentos, pero no tenemos acceso a créditos; somos quienes habitamos el campo, pero no somos los dueños de la tierra ni tenemos planes de vivienda que nos contengan; somos quienes producimos y garantizamos el mercado interno y local, pero no hay políticas activas para nuestro sector; somos parte de quienes producen granos para exportación, pero no nos convocan a una mesa para discutir.
Alberto… durante mucho tiempo se ha instalado la idea de que hay un solo campo: “el campo”, ese de la Sociedad Rural, la vacas con cucardas, la siembra directa y las grandes estancias. Ese que representa la Mesa de Enlace. Pero NO, Alberto, no hay un solo campo. También estamos nosotros y nosotras. Nosotros/as que realmente producimos alimentos. Nosotros/as que entendemos que la alimentación es un derecho y no una mercancía, y nos hacemos cargo del rol social que cumplimos en la cadena. Nosotros/as que entendemos que debe haber políticas redistributivas, y por eso apoyamos las retenciones de manera segmentada. Nosotros/as que entendemos que el Estado debe intervenir activamente en las políticas agrarias, y por eso apoyamos la intervención a Vicentín.
Alberto, necesitamos que nos escuches. Que escuches que la Agroecología es una realidad y necesidad imperiosa para una producción sustentable, y conozcas las miles de hectáreas que producimos de esta manera. Necesitamos poder contarte que es mentira que solo con el paquete tecnológico del agronegocio puede producirse a gran escala. Necesitamos expresarte que no es real una dicotomía entre producción-sustentabilidad. Necesitamos contarte que bajo el modelo actual es IMPOSIBLE lograr la Soberanía Alimentaria, si dependemos de las grandes multinacionales del agro para comer todos los días.
Necesitamos contarte nuestras luchas por el acceso a la tierra, mostrarte nuestras Colonias Agrícolas, que no son una idea sino experiencias reales exitosas.
Somos muchas y muchos Alberto… produciendo y trabajando diariamente por garantizar alimentos sanos a precio justo para el pueblo. SABEMOS CÓMO HACERLO PORQUE LO HACEMOS TODOS LOS DÍAS.
Creemos en la solidaridad, creemos en construir un mundo más justo, creemos que un modelo agrario soberano y popular es posible. En ello va nuestra vida. Y seguirá yendo en eso, en garantizar el alimento, el trabajo en los pueblos, la equidad en el trabajo, en desarrollar producción sustentable.
Alberto, no te decimos que no te reúnas con los poderosos del agro, pero te pedimos que también nos escuches a nosotros y nosotras.
Te mandamos un abrazo,
✊🏾 Federación de Cooperativas Federadas FECOFE
✊🏾 Frente Nacional Campesino FNC
✊🏾 Movimiento Nacional Campesino Indígena – Somos Tierra MNCI
✊🏾 Unión de Trabajadores/as de la Tierra UTT
Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
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