Sigamos en contacto

Nota

El abrazo de toda la vida: las Abuelas de Plaza de Mayo recuperaron al nieto 133

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

“¡Bienvenido querido nieto, sos un triunfo de nuestra democracia!” dijeron este viernes las Abuelas de Plaza de Mayo en la ex Esma. El nieto de Nélida Navajas, histórica integrante de Abuelas, e hijo de Julio Santucho, es ya el nieto 133 recuperado por la organización en lo que suele representar un milagro terrenal cada vez que sucede. Miguel Santucho, el hermano, buscó desde siempre, tanto que también él se integró a Abuelas. Detalles de la historia y de la emoción bajo una teoría de Estela Carlotto:  “A las viejas nos hacen más jóvenes estas noticias”.

Texto: Lucas Pedulla

A Miguel “Tano” Santucho se le alarga la sonrisa, se le junta con las orejas, con los ojos clarísimos y brillosos, y desde ese pecho inflado de emoción, de alegría, de memoria y de verdad, dice dos palabras que despliegan lágrimas en un auditorio colmado: “No pudieron”.

A su lado, su padre Julio, en un tono preciso y santiagueño, agrega: “Es una derrota de la dictadura: ellos nos querían quitar los hijos y nosotros los estamos recuperando”.

Y junto a Julio la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, hace reír al salón de la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos en la ex ESMA, ni más ni menos: “A las viejas nos hacen más jóvenes estas noticias”. A su lado está otra Abuela de Plaza de Mayo: Buscarita Imperí Roa. Estela cuenta que ellas dos son las únicas que pueden movilizarse todavía como para presenciar estos momentos conmovedores.

El abrazo de toda la vida: las Abuelas de Plaza de Mayo recuperaron al nieto 133
Estela Carlotto, Buscarita Imperí Roa, Miguel Santucho (hermano del nieto recuperado este viernes), Julio Santucho y el secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla. (Fotos Lina Etchesuri).

La noticia es la restitución del nieto que en el cielo de las Abuelas marca la estrella 133, y que en la voz de Claudia Carlotto, directora de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI), adquiere una historia que la máquina de terror de la dictadura quiso desaparecer y no pudo: el nuevo nieto recuperado es el hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho, y nieto de Nélida Navajas, histórica abuela de la Asociación fallecida en 2012, “sin el abrazo anhelado”, precisa Claudia.

Es, a su vez, sobrino de Mario “Roby” Santucho, el principal dirigente de PRT-ERP (Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo, una de las dos principales organizaciones guerrilleras en Argentina), asesinado el 19 de julio de 1976: sus restos siguen desaparecidos. En ese operativo también fue detenida y desaparecida su compañera Liliana Delfino, que estaba embarazada. 

El otro nieto de Nélida, Miguel Santucho, El Tano, continuó el legado de esa lucha incansable. Hace apenas dos días se enteró de la noticia cuando recibió un llamado mientras estaba en Roma con sus hermanos, paseando a su perra en una plaza. “Desde ese momento él expresó el deseo de conocerme, y fue todo rápido y lindo: lo conocí esta mañana”, dice su sonrisa, que no para de crecer: “Tengo una sensación de haber encontrado un ser luminoso y especial y no tengo dudas de que vamos a estar juntos el resto de nuestra vida, porque nos buscamos, nos quisimos encontrar, y el abrazo que nos dimos fue para siempre”.

Julio Santucho y Estela Carlotto detrás de la foto de Nélida Nievas, la abuela del nieto recuperado este viernes. Nélida falleció en 2012 y fue una de las históricas referentes de Abuelas. Nieto 133
Julio Santucho y Estela Carlotto detrás de la foto de Nélida Nievas, la abuela del nieto recuperado este viernes. Nélida falleció en 2012 y fue una de las históricas referentes de Abuelas. (Fotos Lina Etchesuri).

Miguel supo, además, que tiene dos sobrinos: “La familia se amplió en por lo menos tres personas”. Tienen rasgos y sonrisas parecidas: “Y el gusto futbolero: es bostero como yo”.

Claudia Carlotto ubica sonrisas y lágrimas: “Este nuevo caso es el resultado de una sociedad que, tras 40 años de democracia, sigue exigiendo saber qué pasó con las y los desaparecidos y con los cientos de bebés, niñas y niños apropiados, y apostando a la construcción de la memoria, la verdad y la justicia, para que nunca más se repitan crímenes tan horrendos”.

Patota secuestra embarazadas

En el comunicado sobre la restitución, que se escucha en la voz de Claudia Carlotto, Abuelas precisa: “Cristina nació en septiembre de 1949, en la Ciudad de Buenos Aires. Egresó como maestra del Normal N° 1 y luego estudió Sociología en la Universidad Católica Argentina (UCA). Allí conoció a Julio, el menor de la familia Santucho. Ambos integraban el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Cristina militó en Avellaneda y después tuvo diversas responsabilidades. Al momento de su secuestro, era docente de las escuelas del PRT, donde enseñaba Historia de la Revolución Latinoamericana”.

Julio fue el décimo hijo de la familia Santucho. Se recibió de teólogo y estaba a punto de convertirse en cura cuando conoció a Cristina. Se casaron en 1971, tuvieron a su primer hijo Camilo en 1973, y a su segundo hijo Miguel en 1975.

Cristina fue secuestrada estando embarazada el 13 de julio de 1976, en un operativo en un departamento de los Santucho, en la Avenida Warnes 735. Allí vivía su cuñada Manuela Santucho, junto a su hijo Diego, de tan solo un año. Ese día estaba en la casa otra compañera de militancia, Alicia D’Ambra, también embarazada. La patota secuestró a las tres mujeres y dejó a los tres niños solos en el departamento.

“Una vecina avisó a Nélida sobre lo ocurrido, pero nadie se acercó a auxiliarlos. Nélida fue a buscar a los chicos con Jorge, su hijo menor, y ya desde la entrada pudo escuchar los llantos y gritos de sus nietos. Allí encontró una cartera y adentro una carta que Cristina no llegó a enviarle a Julio, donde le mencionaba un atraso y se manifestaba convencida de estar embarazada. Así, Nélida se enteró que su hija estaba esperando a su tercer hijo. Más tarde, por testimonios de sobrevivientes, pudo confirmar que el embarazo de Cristina siguió su curso”.

Esa noche, Nélida recibió un llamado de su hija, “que aparentemente estaba en la sede de Coordinación Federal”, precisan las Abuelas. Luego fue vista en Automotores Orletti, centro clandestino bajo la órbita de la SIDE, en el barrio porteño de Floresta. Abuelas indica que las tres mujeres estuvieron allí un mes, donde fueron torturadas. El 13 de agosto las llevaron al Proto Banco, hasta el 28 de diciembre de 1976. “Allí el testimonio de otra detenida confirma, una vez más, el embarazo de Cristina y su enorme fortaleza”. Recuerdan que, al ingresar,  las pusieron en fila y ella le dijo a quien tenía a su lado: “Soy Cristina Navajas, militante del PRT-ERP, cuñada de Roby Santucho y estoy embarazada”.

Las llevaron al centro clandestino Pozo de Banfield. Cristina ya tenía el embarazo avanzado. “Por el testimonio de la sobreviviente Adriana Calvo, se estima que Cristina estuvo en el Pozo de Banfield hasta el 25 de abril de 1977. Adriana llegó allí el 15 de abril de ese año. Acababa de dar a luz a su hija Teresa en un patrullero, mientras la llevaban desde otro centro clandestino, la Comisaría 5º de La Plata. Adriana contó que todas las detenidas querían tener a su beba, que ella pasaba de celda en celda para que la cargaran. También se refirió a la fortaleza de sus compañeras de cautiverio y cómo, cuando los guardias intentaron sacarle a su hija, las detenidas hicieron una muralla humana para impedirlo”.

Esa beba está presente en el auditorio, porque además del horror y la búsqueda de justicia, la vida también revela detalles asombrosos: Teresa Laborde Calvo es la pareja de Miguel Santucho.

El abrazo de toda la vida: las Abuelas de Plaza de Mayo recuperaron al nieto 133
De rojo, Teresa Laborde Calvo (la hija de Adriana Calvo que nació en un vehículo policial cuando su madre había sido secuestrada). Es la pareja actual de Miguel “El Tano” Santucho, hermano del nieto recuperado ayer. (Fotos Lina Etchesuri).

Se emociona Teresa ante la pregunta de lavaca: “Los hermanos se buscaron instintivamente, porque no había datos. Hasta su mamá, Cristina, protegió a mi mamá, porque no le contó que había tenido a su bebé, que era algo que se hacía. Porque como yo estaba ahí, en la celda, se ve que no le quería meter ese miedo de que me podían llevar a mí también”. Teresa se detiene, nos emociona, nos sonríe, y sigue: “No sólo le daba comida, puso el cuerpo, organizó a las demás mujeres con Manuela y Alicia, y además se guardó esa información para proteger la psiquis, me imagino yo. Me acunó, me cantó”.

Adriana Calvo sobrevivió. Fue la primera testigo del Juicio a las Juntas, y que millones de espectadores que no vieron ese momento histórico, lo conocieron en Argentina 1985, la película de Santiago Mitre, interpretada por Laura Paredes.

Cristina Navajas, Manuela Santucho y Alicia D’Ambra, junto a su bebé nacido o nacida en cautiverio, continúan desaparecidas.

Las Abuelas de Plaza de Mayo recuperaron al nieto 133

“¿Estás sentada?”

Julio estaba en Italia cuando secuestraron a su compañera. El partido lo había mandado en una misión. Se enteró del operativo al día siguiente, el 14 de julio de 1976, cuando llamó a su cuñado Jorge para saludarlo por su cumpleaños. Inmediatamente inició las gestiones para sacar a sus hijos del país. Dos militantes del PRT lograron llevarlos al exterior.

Por su parte, Nélida inició su lucha como abuela. “Tocó contactos políticos, religiosos, militares”, dicen las Abuelas. Nada. Tampoco sabía si buscaba un nieto o una nieta, sólo suponía, por las fechas, que tenía que haber nacido en febrero de 1977. Se unió a las Abuelas y puso toda su energía en esa búsqueda. Miguel volvió por primera vez a la Argentina en 1985, cuando Nélida ya era secretaria de Abuelas. “En 1993 se radicó finalmente en Argentina y pudo reconstruir la historia de su familia comprometida con la transformación de la sociedad, diezmada por la dictadura. Entre detenidos, asesinados y exiliados los Santucho suman casi una veintena, diez de ellos aún desaparecidos y un niño o niña aún buscado”.

En 1995 Miguel se unió a H.I.J.O.S y fundó la comisión Hermanos para acompañar la búsqueda de abuelas. Nélida, un día, le entregó toda la documentación que había reunido. Ella murió el 2 de mayo de 2012, y al ser un nieto que participaba en las actividades, se integró a la Comisión Directiva y al trabajo diario. Su sonrisa se vuelve a agigantar cuando explican que su hermano se acercó a Abuelas de forma espontánea.

La información: “Fue anotado como hijo propio por un integrante de las fuerzas de seguridad y una enfermera, el 24 de marzo de 1977. Desde joven, tuvo dudas de su identidad. Fue criado como hijo único, con una hermana 20 años mayor que ya no vivía con ellos. Fue ella quien le confesó que no era hijo de quienes decían ser sus padres. En dos oportunidades, se enfrentó con el apropiador para saber la verdad, pero el hombre sostuvo siempre ser su padre biológico”.

Tomó la decisión de acercarse a Abuelas. Luego de la presentación ante la CONADI y la investigación pertinente, en abril de este año se realizó el examen de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos que confirmó su verdadera identidad. El 26 de julio, hace dos días, fue citado por la CONADI para informarle que era hijo de Cristina y Julio.

Allí supo quién es. Empezó a conocer su verdadera historia.

El abrazo de toda la vida: las Abuelas de Plaza de Mayo recuperaron al nieto 133
Víctor Penchaszadeh, genetista que participó en la implementación del índice de abuelidad para analizar científicamente la identidad de posibles nietos recuperados. (Fotos Lina Etchesuri).

Teresa Laborde Calvo, al ser docente, estaba de vacaciones cuando su pareja Miguel, desde Italia, le preguntó si la podía llamar: “Tengo un notición”, le dijo. Ella se levantó, se lavó la cara y lo llamó.

-¿Qué pasó, qué notición?– le preguntó.

-¿Estás sentada? –le contestó.

-No…

-Sí…

-¡No!

-Sí –le dijo–. Apareció.

El triunfo

El abrazo de toda la vida: las Abuelas de Plaza de Mayo recuperaron al nieto 133
Momento de celebración en la ex Esma, por la recuperación de otro nieto. (Fotos Lina Etchesuri).

Estela vuelve a tomar el micrófono. Agradece el encuentro: “No puedo dejar de decirles que es un chico hermoso espiritual y físicamente”. Pide que, por favor, quien tenga una duda, un dato, la información de algún vecino, se acerque a Abuelas, “para recibir y seguir encontrando los que faltan”. Se estima que, aproximadamente, son 300 les niñes que nacieron en cautiverio. Y celebra el auditorio colmado, a semanas de las elecciones primarias: “Esta es una necesidad de la unidad de nuestro pueblo”.

Su hija Claudia lo deja bien en claro al finalizar el texto de abuelas, que conviene citarlo exacto, como testimonio de lo que significa esta emoción, estas sonrisas, estas lágrimas:

“Seguiremos buscando al hijo de Alicia D´Ambra, al de Liliana Delfino y a todas las nietas y nietos que faltan. Porque cada restitución es un acto de reparación para las familias, de verdad y justicia para la sociedad, y de memoria para las futuras generaciones. Es la reafirmación de que la sociedad argentina decide no olvidar y sostener las políticas públicas que permiten conocer la verdad sobre lo ocurrido durante la última dictadura cívico militar.

El origen de cada apropiación nos recuerda lo violento y asesino que puede ser el Estado al servicio de la opresión y el terror, pero las restituciones ponen de manifiesto el valor de la vida democrática, los derechos conquistados y las libertades ganadas.

Entre todas y todos, cada día, debemos defender, sostener y garantizar nuestra democracia, erradicando el odio, el negacionismo, la construcción del otro como enemigo, y poniendo el amor y el bien común como horizonte.

¡Bienvenido querido nieto, sos un triunfo de nuestra democracia!”.

El abrazo de toda la vida: las Abuelas de Plaza de Mayo recuperaron al nieto 133

Siempre vale la pena. El corazón, el número 133, el dibujo de un pañuelo y una forma de vida: memoria y derechos humanos. (Fotos Lina Etchesuri).

El comunicado completo de Abuelas

Nota

Un día de justicia: prisión perpetua a Diego Concha por el femicidio de Luana Ludueña

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

El jurado popular y el Tribunal Técnico de la Cámara 3ª del Crimen de la Ciudad de Córdoba condenaron este martes por la tarde a Diego Gustavo Concha, ex titular de Defensa Civil de la provincia (en la foto, durante la audiencia). La pena: prisión perpetua por el delito de abuso sexual seguido de homicidio en perjuicio de Luana Ludueña, una bombera voluntaria que se quitó la vida en enero de 2022, nueve semanas después del ataque. En el fallo se consideró que el hecho fue un caso de violencia institucional ya que Concha “abusó de su poder como jefe de un área clave del gobierno de Córdoba”. Tanto él como la provincia de Córdoba deberán indemnizar solidariamente a los padres de Luana por daños y pérdida de chance de ayuda futura.

Desde Córdoba por Bernardina Rosini

Finalmente hubo justicia.

El ex titular de Defensa Civil de Córdoba, Diego Concha, fue condenado a prisión perpetua por el abuso sexual seguido de homicidio en perjuicio de Luana Ludueña. Luana era bombera voluntaria y se suicidó en enero de 2022, como efecto del ataque que había sufrido.

El Tribunal rechazó el pedido del fiscal Fernando López Villagra, quien había solicitado que se declarara inconstitucional la pena máxima en este caso y que Concha fuera sancionado con 20 años de cárcel.

En su fallo, el Tribunal reconoció el caso como un hecho de violencia institucional, señalando que Concha “abusó de su poder como jefe de un área clave del gobierno de Córdoba” para perpetrar el abuso contra la joven. Además de la pena de prisión, Concha fue inhabilitado de forma perpetua para ocupar cargos públicos. El Tribunal ordenó que Concha, en forma solidaria con la provincia de Córdoba, pague una indemnización a los padres de Luana, Cristina Caminos y Sergio Ludueña, por daños y pérdida de chance de ayuda futura.

Un día de justicia: prisión perpetua a Diego Concha por el femicidio de Luana Ludueña

Luana y su perro Ciro.

Hallado culpable en todos los cargos en su contra, el ex funcionario también fue sentenciado por los hechos de violencia de género cometidos contra su ex pareja. Los fundamentos de la sentencia se darán a conocer el 17 de septiembre.

Un arma en la cabeza

Diego Concha, de 53 años, llegó a juicio acusado de homicidio por abuso sexual contra Luana Ludueña, de 25 años. Ludueña, tras ser atacada por quien era entonces el Director de Defensa Civil de la provincia, intentó suicidarse en tres ocasiones. Durante su internación en una clínica de la ciudad capital, se enteró de que Concha había renunciado a su cargo y había sido detenido por otro caso en su contra. El funcionario fue arrestado el 27 de noviembre de 2021, luego de que su ex esposa, también bombera, lo denunciara por agresiones y amenazas. Según su testimonio, Concha la habría amenazado de muerte apuntándole con un arma en la cabeza, además de perseguirla en la carretera y cruzarle la camioneta, sumando estos incidentes a una serie de agresiones sufridas desde su separación.

El homo sapiens y la tarjeta de crédito

La jornada comenzó en el Palacio de Tribunales II con las palabras de Sergio Ludueña, padre de la joven bombera, quien se dirigió al jurado popular: “Tienen en sus manos la posibilidad de hacer una diferencia y que la muerte de Luana no quede impune, y que Diego Concha sea condenado para que esto sirva y no haya ninguna víctima más de abuso de poder”. Visiblemente conmovido, recordó los esfuerzos de su hija por superarse profesionalmente: “La vi nacer y me tocó verla morir. Pido justicia por Luana y por quienes no se animaron a hablar”.

Un día de justicia: prisión perpetua a Diego Concha por el femicidio de Luana Ludueña

Diego Concha, en el centro, durante una de las audiencias. Foto: Natalia Roca para lavaca.org.

Inmediatamente después, fue el turno del ex funcionario. Llamó la atención la omisión de la palabra “inocencia” durante los 17 minutos de su exposición. Al dirigirse al tribunal, compuesto por los jueces Juan Manuel Ugarte, Eugenio Pérez Moreno y Marcelo Jaime, y al jurado popular, Concha declaró: “En el encuentro con Luana no pasó nada malo ni nada bueno, sencillamente no pasó absolutamente nada”.

Luego, hizo una referencia a tiempos prehistóricos: “El homo sapiens no conocía la palabra, entonces se comunicaban por señas o dibujos. Luego el hombre evolucionó y logró conseguir la palabra, y con la palabra se puede hacer el bien o el mal”, afirmó.

Continuó: “Muchas veces el hombre usa la palabra para hacer mucho daño, para tergiversar y sacarlas de contexto, y en muchos casos, mentir”. Posteriormente, mencionó su labor como Director de Defensa Civil, destacando sus años de servicio como bombero y apoyando su defensa en su ejercicio profesional. En cuanto a las denuncias de su ex pareja, mencionó que “tenía un adicional de mi tarjeta de crédito y gastaba libremente, así también con mi tarjeta de débito”.

Después de tal argumento bancario pidió perdón a sus hijos por “tal vez no estar en momentos importantes como eventos escolares” y prosiguió: “Disculpas también a mi ex pareja. Ningún hombre, bajo ningún concepto, debe discutir con su pareja, fuese el motivo que fuese. Lo tengo re claro, lo he hablado muchísimo con las psicólogas que me han ayudado en el penal de Bouwer”. Y para concluir, afirmó: “Quiero que quede bien en claro que quien les está hablando sabe perfectamente qué es la violencia de género”.

Un día de justicia: prisión perpetua a Diego Concha por el femicidio de Luana Ludueña
El colectivo Fuegas, brigadistas forestales, sostuvo el reclamo de justicia.

El poder en el banquillo

Después de las palabras de Concha hubo un cuarto intermedio de varias horas hasta conocerse la sentencia. Profundamente conmovida al saber que finalmente fue hallado culpable, la madre de Luana expresó:Ninguna condena es suficiente porque Luana no nos la devuelven. No puedo decir que estoy feliz pero Luana puede descansar en paz y nosotros como familia cumplimos con su pedido de justicia”.

Agradeció a los presentes, sobre todo a las Fuegas, brigadistas forestales de Sierras Chicas que acompañaron fuertemente a la familia a lo largo del proceso. Sobre Concha dijo: “No me interesa él. No escuché en el recinto lo que dijo. Yo solo rezaba. A lo largo del juicio y de las audiencias llevadas a cabo, no hubo ocasión en la que él mostrara arrepentimiento, empatía, ni reflexión alguna sobre lo que significó su conducta”.

El abogado de la familia Ludueña, Dr Carlos Nayi dijo sentirse “ampliamente conforme” con la condena. Se le ha devuelto la paz a una familia, y el honor a una joven que supo decir que prefería dar la vida que claudicar. Valió la pena”. Y dijo que este caso marca un precedente: “Se trata del poder sentado en el banquillo de acusados”.

Seguir leyendo

Nota

Daniela Calarco, presa desde hace 2 meses por manifestarse contra la Ley Bases: la criminalización de la protesta, y de la organización

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La acababan de despedir. Se fue a manifestar. Y la metieron presa. La historia corta de Daniela Calarco, hace 2 meses detenida en la cárcel desde la votación de la Ley Bases, suena a una cadena de injusticias y trampas en las que el Estado, desde el Poder Ejecutivo al Judicial, es victimario y cómplice. En esta entrevista con lavaca repasa su historia de organización, y dice que su militancia es señalada como “agravante” en la causa judicial, en otro de los peligros de su caso. El clima previo a su detención, con el Congreso militarizado mientras se sesionaba. La encerrona que hizo la policía para cazar manifestantes arbitrariamente, relato que coincide con el de Roberto y el resto de los detenidos ese día. Las torturas que siguieron: 12 horas esposadas, aislada, sin comida ni agua, luego obligada a desnudarse. La criminalización mediática, la rutina del encierro, las lecturas para pasar el rato a la espera de verdadera justicia, y su mensaje: “Nuestros reclamos son justos. Son necesarios y posibles. Entonces hay que tomar la fuerza y el ejemplo de las mejores generaciones de lucha de nuestro país, y no abandonar la calle”.

Por Lucas Pedulla

El teléfono del módulo 3 sector A de la cárcel de Ezeiza suena cuatro veces. 

-¿Hola?

Hola, buenas tardes, ¿se encuentra Daniela Calarco?

-Sí, soy yo.

Daniela Calarco Arredondo -39 años, militante del Movimiento Teresa Rodríguez “Votemos luchar”, trabajadora desocupada, lesbiana- atiende ella misma el teléfono del pabellón. El lunes cumplió dos meses de estar presa en Ezeiza luego de movilizarse el 12 de junio en protesta contra la sanción de la Ley Bases, cuando la detuvieron y la acusaron de terrorista.

Junto con Roberto de la Cruz Gómez , son las dos personas que siguen presas.
La única mujer de las diez detenidas en esa cacería.
Daniela habla con lavaca por primera vez tras su detención.

Trabajadora despedida

Daniela es de Mar del Plata. Empezó a militar en el MTR-Votemos Luchar contra las fumigaciones con agrotóxicos en su barrio. Su inquietud por lo ambiental la llevó a colaborar con la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP). Luego, su vinculación pasó al movimiento de trabajadorxs desocupadxs. 

Hace cuatro años Daniela se mudó al sur del conurbano bonaerense, en Lanús, y dedicó su militancia en Lomas de Zamora en comedores populares, en la mejora de viviendas, en cursos de capacitación. Empezó a trabajar en la Secretaría de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación: “Hacíamos el vínculo del Estado y organizaciones sociales que recibían convenios de construcción o capacitación” cuenta ahora, presa. Y conecta: “Hoy veo la persecución que se hace a organizaciones y puedo acreditar que los compañeros rendían cada peso que recibían. También se creó un show para justificar los despidos, pero puedo dar fe de cómo esa política cambiaba la calidad de vida de la gente”. 

Ella lo vivió en carne propia: “Fui una más dentro de la tanda de despidos de marzo”.

El 12 de junio, día de la Ley Bases, Daniela llegó a la Plaza ya desocupada. 

La cacería inhumana

Dice sobre ese día: “Todo empezó mucho más temprano que el momento de la represión. Había un clima: quienes somos militantes o conocemos la térmica de la movilización, sabíamos que no iba a ser una jornada tranquila. La zona del Congreso estaba absolutamente militarizada. Ese escenario dantesco nos daba la razón por la que estábamos reclamando: si necesitás militarizar así para votar una ley, claramente no es bueno para los que estamos afuera”.

Recuerda que al momento de desatarse la represión, las columnas empezaron a desconcentrar por Avenida de Mayo en dirección a 9 de Julio. “Hubo muchísimos gases, corridas, empujones. La represión en la Plaza hasta la 9 de Julio la hace la Federal. Nos desvían a todas las columnas grandes por Avenida de Mayo y la única posibilidad de doblar que teníamos era en 9 de Julio para el lado de Constitución, porque hacia el lado norte no teníamos forma porque había un cordón de motos de la Ciudad. Procesando después, empezamos a ver que estaba todo armado para salir a cazarnos en la 9 de Julio”. 

A Daniela la detienen en Chile y Lima, a la salida de un McDonalds: “Todas las motos que estaban esperándonos en Lima y Avenida de Mayo empezaron a tirar balas de goma. Había gente asustada y con una compañera empezamos a meter gente al McDonalds. Estuvimos unos minutos y después salimos. Una persona me intenta detener y la gente me ayuda, imaginate el temor de que una persona que no está uniformada ni identificada chupe a alguien de una movilización. Muchas chicas me ayudaron a zafar. Pero cuando estoy tratando de irme, se me tira en la espalda. Me mantiene ahí 2 o 3 minutos, cuando llegó más Policía de la Ciudad en moto. Recién a la media hora aparece personal femenino”. 

En la causa figura que el nombre del policía que la detuvo es Marcos Rodríguez, jefe de servicio externo de la Comisaría Vecinal 1B, en el móvil 601. ¿Le informaron por qué la detienen? “En ningún momento me dicen por qué. Solo cuando me suben al patrullero me leen mis derechos. De ahí me pasan a una camioneta en la que me hacen acta con las cosas que me secuestraron con un testigo dudosísimo, que llegó antes de los refuerzos de la policía y ya venía con el policía que me detiene. En un momento ese efectivo le explicó a las policías cómo tenía que hacer el acta. Nunca me hacen firmar nada, y el acta que figura en la causa no es la misma que hacen delante mío”.

Primero quisieron subir a Daniela a una camioneta donde había todos policías varones. El oficial a cargo se negó. La llevaron a otra, donde había dos mujeres y dos hombres detenidos. “Bajan a los chicos y usan esa para subir a todas las mujeres. Desde el primer momento tratamos de bancarnos con las pibas. Se armaron lazos muy buenos que fueron los que nos sostuvieron en esos días tan terribles”. 

¿Por ejemplo? “Pasamos más de 12 horas esposadas en una camioneta sin que nos bajen en la comisaría. Creo que nos bajaron una o dos veces al baño en toda la noche. Después, cuando finalmente nos bajan, nos dejan en un pasillo porque la comisaría no tenía ni una celda para nosotras. Fueron momentos muy angustiantes; cómo nos sostuvimos entre nosotras la bancamos mucho mejor”. Tampoco les llegaron la comida ni los bidones de agua que las familias les compraron. Y en Comodoro Py las hicieron desnudar y las mantuvieron esposadas con pesadas cadenas en pies y manos hasta declarar. 

Daniela observa: “De estos dos meses, los peores momentos fueron mientras estuvimos en Capital. Obvio que es una situación horrible estar en un penal de máxima seguridad, pero acá el trato cambió: por lo menos fue humano”. 

El agravante militante

Al momento de la detención, y por recomendación de sus abogados, Daniela se negó a declarar. Fue una de las detenidas más criminalizadas mediáticamente, acusada de supuestamente incendiar bicicletas del Gobierno porteño. “La criminalización se sostuvo en lo mediático, donde los medios hegemónicos jugaron un papel horrible, pero nada pudieron sostener cuando nos trataron de terroristas y golpistas. Hasta hoy solo queda una imputación de incendio agravado por ser un bien de uso público, que es lo único que pueden seguir para agarrarse y que sea federal; si no, se les caería. Sobre lo que figura en la causa, toman fotos de las cámaras de seguridad de la calle y de la plaza, y hablan de videos que no presentaron en la causa, con lo cual no tienen ningún valor”.

El lunes, al cumplirse los dos meses, organismos de derechos humanos se presentaron ante el juzgado de María Servini para presentarse como amicus curiae en la causa. A su vez, la defensa informa a lavaca que la jueza cerró la etapa de instrucción para que la causa vaya a juicio. En los próximos días presentarán un nuevo pedido de excarcelación para que Daniela espere el proceso en libertad.

Los pedidos de excarcelación de Daniela fueron rechazados porque los jueces entendían que podía entorpecer la causa: “Un supuesto delincuente puede entorpecer una causa plantando pruebas o haciendo desaparecer otras, pero las únicas pruebas que toman en mi contra son las cámaras de seguridad. No hay forma de entorpecer eso porque no hay forma de que yo pueda entrar a algún lugar a borrar esas imágenes. Incluso en la última negativa de excarcelación, la jueza le da a la fiscalía la oportunidad de presentar más pruebas, pero no presenta nada. En el fallo que sostiene mi prisión no dicen cómo yo haría eso: lo que es sumamente preocupante es que hablan que por ‘mi condición’ podría entorpecer la causa”. 

¿Cuál es su condición? “Me hace pensar que mi condición es estar organizada políticamente. Es preocupante que hoy, en Argentina, estar organizado se esté tomando como agravante en una causa. Y eso no me va a caer solo a mí sino a todas las personas que decidimos organizarnos. Es un precedente”. 

El mensaje de Daniela

Acostumbrada a la hiperactividad de la militancia en los barrios y que cada día sea ir de acá para allá, Daniela admite que la rutina del encierro le pesa. Se la escucha firme, clara, y cuenta que aprovecha el tiempo para hacer ejercicio en el patio. También para leer, mucho. Estos días está leyendo un libro sobre el abordaje de los medios de comunicación durante el ataque a las Torres Gemelas en Estados Unidos, como antesala a la invasión a Irak. Agradece los libros que le acercan. Y agradece, sobre todo, la solidaridad de ese afuera que lo siente en el alma: “Es lo que me hace seguir bancando. Una, al estar organizada, sabe que su familia y su organización va a estar, pero la verdad es que todo lo que se armó excedió esa concepción. Son cientas las organizaciones que están bancando, además de los organismos de derechos humanos que visitan, que llaman. Me emociona muchísimo”.

Al mes de su detención, sus compañeras leyeron en Plaza de Mayo una carta que había escrito de puño y letra. Decía: “Somos hijes de un pueblo que sobradamente sabe de ganar y defender sus derechos con lucha. Somos hijes y nietes de la plaza, y si las madres y las abuelas siguen en ella, lo mínimo que tenemos que hacer es honrar su lucha luchando”. 

Le pregunto, entonces, si tiene miedo.

 Piensa unos segundos en la respuesta.

Y dice, del otro del teléfono del módulo 3 sector A de la cárcel de Ezeiza: 

“No sé si es miedo la palabra que usaría. Sí mucha preocupación. Para quienes nos tomamos en serio, desde el primer día, un proyecto de cambio social real, y cuando el capitalismo no tiene nada más para ofrecer al pueblo trabajador, entendemos que el adversario es grande y terminar preso o herido es una posibilidad obvia, que no tomamos a la ligera, pero sí sabemos conscientemente que los derechos se ganan en las calles. Hoy hay un nivel de ataque y de violencia mucho más explícito y profundo que lamentablemente ha encontrado asidero en una parte de la sociedad. Que muchos diputados hayan venido a visitar a genocidas donde yo estoy, en otro momento se hubiese generado un repudio como fue el 2×1, masivo. Lo preocupante, cuando hablamos de discursos de odio, es entender que no queda solo en el discurso, porque hay gente que pasa a la violencia explícita. Tenemos que entender eso como un cambio de época para poder combatirlo. Vamos a tener que ser creativos, ingeniosos, pero no dejar de luchar, porque todo lugarcito que cedamos lo van a ocupar con la porquería que militan. Nuestros reclamos son justos. Son necesarios y posibles. Entonces hay que tomar la fuerza y el ejemplo de las mejores generaciones de lucha de nuestro país, y no abandonar la calle”.

Seguir leyendo

Nota

Chaco: continúa la Marcha Multisectorial desde el Impenetrable hasta Resistencia

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una larga marcha que va del Impenetrable chaqueño a la Capital -casi 300 kilómetros- reclama la entrega urgente de comida para merenderos, comedores y programas sociales al gobierno provincial. Además, señala al nacional bajo la consigna “Milei: basta de hambre, ajuste, entrega y represión”. Hoy dos columnas que provenían de distintas comunidades se unieron y dormirán en Castelli; mañana siguen, mientras arman los petitorios y conforman una Multisectorial de campesinos, comunidades originarias, sindicatos, productores y hasta la Iglesia.

Informe: Luchas del Chaco

https://twitter.com/lavacatuitera/status/1823479023533539607?s=48

El hambre y la falta de respuestas impulsan la larga marcha de las comunidades del Impenetrable chaqueño. Hoy y luego de recorrer a pie 50 kilómetros las dos columnas en que se organizó esta marcha acamparon en Castelli, a casi 300 kilómetros de Resistencia, a donde se dirige esta protesta para exigir que el gobierno provincial entregue comida para los merenderos, para los comedores escolares y para los programas de asistencia alimentaria.

Este jueves 8 de agosto una columna partió desde Miraflores y otra desde Bermejito. Cada una se nutrió de comunidades del Impenetrable. Hoy y en un emotivo encuentro, las dos columnas se abrazaron en la entrada de Juan José Castelli, luego de caminar durante casi dos días. Denuncian así la dura situación que se vive en el Chaco: el hambre y la falta de comedores escolares y comunitarios. La multitud, que provenía de diversas comunidades, marchó por la ciudad bajo la consigna: “Milei: basta de hambre, ajuste, entrega y represión”.

La columna de Miraflores estuvo compuesta por personas de Fortín Belgrano, Sauzalito, Sauzal, Vizcacheral, Misión Nueva Pompeya, Wichí, entre otras, mientras que la columna de Villa Río Bermejito reunió a habitantes de El Espinillo, La Leonesa, Las Palmas, Pampa del Indio, parajes rurales y localidades aledañas.

Ahora se encuentran acampando en el acceso de Castelli y se preparan para armar los petitorios y convocar a la Mesa Intersectorial, que estará integrada por campesinos, originarios, asociaciones comunitarias, asociaciones sociales, iglesias, pequeños productores, intendentes, etc..

El objetivo es claro: que se abran las negociaciones con el gobierno de la provincia y se de respuesta urgente a las demandas alimentarias.

Continuará…

Seguir leyendo

LA NUEVA MU. La peor

La nueva Mu
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Lo más leido