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Marcha por la Emergencia en Discapacidad: “Sabemos no bajar los brazos”

Desde el Congreso hasta el ministerio de Salud, una enorme marcha encabezada por personas con discapacidad atravesó el centro de la ciudad de Buenos Aires este miércoles bajo la vigilancia de la policía antidisturbios debidamente pertrechada, y entre los bocinazos de adhesión de los automovilistas. El gobierno promulgó pero no aplica la ley de Emergencia en Discapacidad aprobada por el Congreso, reduce o elimina el apoyo a las familias, y maneja el ANDIS bajo la sospecha/certeza de corrupción que le puso la música de “Alta Coimera” al mediodía porteño. Imágenes y palabras desde una movilización asombrosa que describe mucho sobre el presente.
Por Sergio Ciancaglini. Fotos Juan Valeiro/lavaca.org
El adolescente gigantesco va con un muñeco de peluche y una sonrisa a toda prueba. Ve a Luis, un jubilado, choca puños con él, le pasa la mano por el hombro, le dice gracias y se pierde en la manifestación, con el muñeco en la mano y su mamá atrás.
Luis, un tipo duro, ex gastronómico que ha bancado represiones de gendarmería, policía, prefectura & afines en las marchas de los miércoles, se queda mirando al chico, y se larga a llorar. Le pregunto por qué llora: “Me emocionó. A los 75 años ver a un pibe con discapacidad, un disca como dicen ellos, que te haga esa caricia… no es joda”. Se pasa las manos por los ojos, sonríe y dice: “El día que dejás de emocionarte es que sos un tronco seco”. Plantea una teoría de salud pública: “Acá hay pasión, en las marchas de jubilados también. Pasión mata remedio”. Se recompone y sigue marchando con el cartel que preparó para esta semana: “El 26 sacá la basura”.

Luis, el jubilado con su cartel, y el chico que lo emocionó.
Bailando en la silla
La marcha arrancó en Congreso. Detrás de un camión que funcionó como escenario y guía, iban juntándose personas en sillas de ruedas, víctimas de distintas cosas que pasan cuando la carambola de la vida sale torcida. O personas con síndrome de Down caminando, y en muchos casos bailando al ritmo de los redoblantes, o ciegos y ciegas, y los familiares en cada caso, todo el mundo cuidando a los otros. Una chica con síndrome me señala los cordones desatados de la zapatilla y dice: “No te caigas”. Sonríe, y entiendo lo que le pasó a Luis.

El paisaje está plagado de gendarmes cerca del Congreso, y policías armados, escudados y ataviados como para la guerra, incluyendo a otros con cámaras filmando a personas con autismo, antiguas víctimas de polio, y todo lo indescriptible de este movimiento que sale a defender lo suyo. Y que, al hacerlo, desnuda el grado de corrupción y descomposición que impregna estos tiempos políticos.

¿Con financiamiento del INCAA?
La situación: la Ley de Emergencia en Discapacidad fue votada dos veces en Diputados y dos en el Senado. La segunda aprobación fue para rechazar el veto del Poder Ejecutivo. El gobierno entonces se vio obligado a promulgar la Ley pero no la aplica, bajo la excusa de que el Congreso tiene que definir las fuentes de financiación. Resultado: una tasa objetiva de crueldad y/o perversión, contra la gente y las familias que están este miércoles en la calle.
Otro detalle: la ANDIS, desde el señor Diego Spagnuolo cortó beneficios, redujo prestaciones, congeló los pagos a prestadores pero aumentó el presupuesto destinado a compra de remedios. De ese presupuesto aumentado es que se alimentan las maniobras reveladas en los audios de Spagnuolo, incluida la indexación de las coimas.

Caminar, hacerse ver y meter ruido.
José Enrique Montenegro va en su silla de ruedas. Tiene asistencia perfecta a las marchas de jubilados. “Allí empezó toda esta resistencia. En los que creían que estaba lo más golpeado, lo más jodido, está lo más poderoso. Y esto me hace acordar a cuando yo era más chico, que apareció una agrupación que se llamaba Los Rengos de Perón”. Lleva sobre sus piernas una bandera que dice “la patria no se vende” y una gorra en la que se lee “Cristina libre”. Cada vez que puede en estas manifestaciones y en las de jubilados, baila con su silla, las manos aferradas a las ruedas, siguiendo el ritmo, sacudiéndola, siempre con una sonrisa contagiosa. Tiene en los brazos y manos una fuerza de otro tipo, apenas inferior a la de esa sonrisa.

Se marcha como se puede.
No somos pobrecitos
Acompaña la movida Jony de la silla, como conocen todos a Jonathan Yeferley, muchacho de rastas recogidas, tres rulos como tirabuzón sobre la frente, que cuenta a lavaca: “Yo hace tres años me reconozco como sujeto de derecho, como persona con discapacidad, que siempre trataba de esconder para sentirme integrado a la sociedad. Pero bueno, el mundo disca, como nos gusta decir, se está despertando. Este gobierno fue muy cruel y vamos a aprovechar esta volada para generar conciencia de que somos personas. No somos pobrecitos ni inválidos mentales ni discapacitados: somos personas con discapacidad y tenemos derechos”.

Sobre la calle Lima, llegando al Ministerio de Salud.
Plantea Jony: “Creo que vamos a lograr un cambio cultural, como lo consiguieron las mujeres. Y si hay un orgullo disca, no es por ser disca, es por pelear, ser solidarios, tener corazón”.
Lo perverso
Presentan en el camión al diputado autor de la ley, Daniel Arroyo, de lo que se llamó en su momento Unión por la Patria y ex ministro de Desarrollo Social. “Sé de la angustia y desesperación que todos tenemos. Sigue sin resolverse la atención a las personas con discapacidad y sus familias. El sistema está colapsado, las personas no acceden a los medicamentos, a las terapias, a los tratamientos. Los hogares y centros de día hacen lo que pueden pero n pueden funcionar, las escuelas están recontra complicadas. Las personas en los talleres siguen cobrando 28.000 pesos por mes, y los acompañantes terapéuticos cobrando 3.000 pesos la hora, pero a 180 días: si empiezan a trabajar hoy lo van a cobrar en marzo del año que viene. Y el transportista sigue cobrando 541 pesos el litro de nafta”.
“Dos cosas tienen que pasar. Una es poner en marcha la ley. Dos, la Agencia de Discapacidad tiene los recursos ya. Son fondos de afectación específica, el presupuesto dice que tienen esa plata. Lo otro es que actúe la justicia, pero además está el camino del Congreso, donde hemos pedido la interpelación al Jefe de Gabinete porque lo único que tiene que hacer es transferir los recursos que ya están, para poner en marcha la ley”.

Luego explica a lavaca: “El gobierno transfirió fondos al ANDIS, no para cumplir la ley pero sí para actualizar los precios, pero tampoco lo hizo. Claramente lo que hace el gobierno es perverso. No quiere dar el brazo a torcer. Esto no tiene impacto fiscal. Es como alguien que se pone obtuso y dice ‘no, no, no’ y no quiere salir de eso.
El gobierno responde que hay que decirle de dónde sacar los recursos.
-Hace dos años que el gobierno no tiene presupuesto. Lo que hace es transferir recursos de un lado a otro. Lo hace directamente todo el tiempo. Acá es lo mismo.
Las retenciones no cobradas les hicieron ganar a las grandes cerealeras 1.500 millones de dólares. Están los gastos en servicios llamados de inteligencia.
-¿Y lo que gastaron en boletas para las elecciones? Plata hay, pero el gobierno decide lastimar a toda esta gente.
Después de haber hecho esta Ley, de las más importantes de los últimos tiempos, Arroyo termina su mandato y no fue incluido en las listas del peronismo. Elije la elegancia: “Vuelvo a la actividad académica, hay que construir otras ideas, me viene bien tomar distancia y pensar, abrir la cabeza. Por ejemplo, el cuidado de personas es probable que se convierta en una de las mayores fuentes de trabajo en el país. ¿Cómo hay que trabajar con eso? Y en lo general hay que redefinir todas las políticas, incluidas las sociales. Así que me dedicaré a eso”.
En un bar consulto a un señor que se llama Leonardo qué opina sobre lo que está viendo por la ventana. “Es muy triste. Una señora chilena me decía que habría que hacer la Teletón, que son colectas benéficas”. Ninguna colecta podría recaudar ni remotamente el funcionamiento permanente que requieren esas familias. “Ah, puede ser”. ¿Alguna idea sobre la corrupción en el área de discapacidad, justamente? “Bueno, habría que estudiarlo”. Así razona parte de la sociedad. Según una de las frase más reiterada de esta época, es lo que hay.

Abrazos.
Tres madres
La marcha fue una esforzada travesía y a la vez una fiesta que llegó hasta el edificio de 9 de Julio y Belgrano (donde funciona ministerio de Salud) en cuya parte superior puede verse todavía la imagen de Eva Perón. Por la 9 de Julio pasaban cantidad de automovilistas tocando bocina como forma de apoyo.

José y Jony.
Hablaron Jony, Gustavo (ciego que clamó “vamos el pueblo todavía”), y el sacerdote Pablo Molero (Coordinador del foro permanente para la promoción y defensa de los derechos de las personas con discapacidad). Se agradeció que hubiera varios diputados que acompañaron la marcha sin pedir que los nombren o les den micrófono. Habló también un joven a través de un traductor de voz, acompañando con gestos las palabras que él había pensado y escrito, y el robot reproducía: “El famoso 3 por ciento no es una cifra, es un símbolo. El símbolo de un gobierno que se enriquece mientras miles de familias hacen malabares para pagar una sesión de terapia o ir hasta el hospital. Eso no es error. Eso es crueldad planificada. No se puede vivir a pulmón, haciendo rifas para pagar un acompañante. Este domingo cuando vayas a votar acordate de quiénes somos. De los que no gritan porque no pueden pero sienten igual…” el robot seguía hablando en medio de una ovación que solo se detuvo al final cuando se escuchó a ese joven diciendo, a través de lo que había grabado: “La dignidad no se ajusta. Se defiende”.

Hablaron también madres de personas con trastorno autista.
Lola: “Sabemos que tenemos una lucha diaria por nuestros hijos, siempre, y esa fuerza de lucha se transmite acá. Se metieron con el colectivo más vulnerable. Despertaron a un monstruo. Porque no tienen idea de la lucha que tenemos día a día. Hasta que salga la Ley de Emergencia en Discapacidad, vamos a seguir en la calle. Queremos agradecerle al periodismo que acompañó, a toda la gente que vino, al Congreso que acompañó con su voto. Y gracias por tanto, tanto amor”.

Valentina, mamá de un adolescente con trastorno del espectro autista, y un admirador que se ganó con sus palabras.
Eugenia: ”Hagamos que este colectivo, que muchos creen que es vulnerable, muestre su fuerza, que es la fuerza que entregamos día a día”.
Valentina: “Se metieron con gente que no sabe bajar los brazos. Las personas con discapacidad, sus cuidadores y sus familias sabemos no bajar los brazos. Sabemos de obstáculos y dificultades para toda la vida, y no bajamos los brazos. A veces nos tomamos un tiempito para tomar carrera, y volvemos a insistir. Porque así es nuestra vida. Vamos a seguir insistiendo hasta que aumenten los aranceles a los prestadores, para que todas las pensiones por discapacidad sean restablecidas y hasta que se cumpla cada artículo de la ley. Vamos a seguir acá”. Luego se cantó el Himno.

El proyecto de destrucción de esta y tantas otras realidades sigue funcionando. Al salir, un chiquito con síndrome de Down y comiendo un helado de frutilla saludaba a la gente y sonreía. Volví a sentirme como Luis. Los próximos tiempos dirán cómo se sigue escribiendo la historia emocionante de la gente que sabe cómo no bajar los brazos.

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Acto de la CGT: rápido, caluroso, con amenaza de paro y postergación de la reforma laboral

El acto programado por la CGT fue tan veloz que mucha gente ni había llegado a la Plaza cuando ya todo se estaba desarmando. Uno de los oradores que actualmente encabeza la central, Octavio Arguello, dijo: “Si no nos escuchan vamos a terminar en un paro nacional”. Un rato después, mientras la gente seguía arribando al acto que ya no existía, Patricia Bullrich confirmó que se posterga la discusión por la reforma laboral a febrero. Síntoma de que los números no le funcionaban al oficialismo para acelerar con una reforma navideña.
El acto fue absolutamente pacífico (muchos cuestionaban que demasiado) pero la Comisión Provincial por la Memoria informó que hubo más de 50 personas atacadas con gas pimienta por la Policía de la Ciudad. Otros agredidos fueron familiares de desaparecidos, pero por parte de “custodios” de la CGT con camisetas de la UOCRA y de su titular Gerardo Martínez. La idea de hacer la ronda chocó con estos custodios, que se envalentonaron con personas indefensas con el mismo entusiasmo que suele hacerlo la policía. Aparte de esos episodios, ¿qué nos dijo la gente que se movilizó? Palabras para entender esta época, entre el aplastamiento de la economía, los sueños del “trading” y la venta ambulante.
Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi
Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Una hora antes de que la jefa del bloque de La Libertad Avanza (LLA) en el Senado, Patricia Bullrich, confirmara que la discusión por la reforma laboral se patearía a febrero, el joven Gonzalo marchaba con sus compañeros de la secretaría de Educación de La Plata en dirección a Plaza de Mayo. Y después de evaluar que la reforma “le quita al de abajo para darle a los de arriba”, que la quita de horas extras “es una brutalidad porque uno hace horas por necesidad económica y no por descanso”, y que el hecho de que no haya vacaciones “es inhumano”, responde cuáles son sus deseos como trabajador:
“Vivir de trading”, responde. Eso significa vivir de comprar y vender acciones, divisas, criptomonedas, lo que sea, en los mercados, para tener ganancias gracias a fluctuaciones de precios en lapsos cortos.
Entiende Gonzalo el contexto en el que lo dice, las miles de personas que marchan como él, pero también piensa en que un alquiler no baja de 500 mil pesos por mes. “Mis preocupación es de los 20 a los 30 juntar la plata que pueda en una caja de ahorro, invertir y trabajar lo menos posible. Lleva pocas horas y tiene un buen margen de ganancia. En un buen momento podés pagar mil pesos una moneda que, en unos años, puede valer diez mil, pero por ahí perdés: es todo un riesgo”.
–¿Y el que hace Rappi, UBER o no tiene una relación de dependencia?
–Y… La tiene difícil. Cien por cien. Si no buscan invertir a futuro, va mal.
Gonzalo se mete de nuevo a la marcha que, en este momento, canta:
“Luche, luche, luche y que se escuche”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
¿Qué dice la reforma laboral?
El proyecto de ley de modernización laboral enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso el 2 de diciembre, busca reemplazar a la ley de Contrato de Trabajo y a sus modificaciones durante las últimas cuatro décadas.
Algunos de los puntos centrales:
- La ley deja afuera al personal de casas particulares, trabajadores agrarios, independientes y prestadores de plataformas tecnológicas (artículo 2).
- Vacaciones: la fecha de inicio, que hasta ahora debía ser notificada con una antelación no menor a 45 días, pasa a 30. El empleador podrá fraccionarlas mientras no sean tramos inferiores a siete días. El periodo de vacaciones –entre el 1º de octubre y el 30 de abril– el empleador “deberá organizarlas al menos una vez cada tres años durante la temporada de verano”.
- Jornadas laborales de hasta 12 horas: aunque no se explicite en la redacción y busque solaparse, los artículos 42 y 43 estipulan que “el empleador y el trabajador podrán acordar voluntariamente la compensación de horas extraordinarias de trabajo, disponiendo un régimen de horas extras, banco de horas, francos compensatorios (…) siempre y cuando se respeten los descansos mínimos entre jornada y jornada de doce horas”.
- Periodo de prueba: en la norma vigente a quien está a prueba se le informa con 15 días de antelación la extinción del contrato. En la que quieren aprobar “no se requerirá la obligación de preaviso” (capítulo 48).
- Periodo de prueba 2: mientras en la ley actual el periodo de prueba pone el límite en los 30 días, en la que se quiere imponer “se extenderá durante los primeros 6 meses” (capítulo 104).
- Indemnización: el artículo 51 dice que se deberá abonar al trabajador una indemnización equivalente a un mes de sueldo por cada año de servicio o fracción mayor de tres meses, tomando como base la mejor remuneración mensual durante el último año o el tiempo de prestación de servicios si fuera menor. Para esta remuneración no se tendrán en cuenta “los conceptos de pago no mensuales como el Sueldo Anual Complementario, vacaciones, premios que no sean de pago mensual, etcétera”. En la norma vigente, solo se excluye al SAC. Y sí, dice así, literal: “etcétera”.
- Contribución: La iniciativa gubernamental crea el FAL, Fondos de Asistencia Laboral, que se conforma con una contribución mensual obligatoria del 3 % de las remuneraciones que se toman de las contribuciones patronales con destino al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) de cada trabajador. Este 3% hasta ahora va dirigido al ANSES para el pago de las jubilaciones.
- Plataformas tecnológicas: 1) en el capítulo 114 dice que el objeto es establecer reglas adecuadas para el desarrollo de la economía de plataformas tecnológicas. 2) En el 118 pondera un “principio de libertad de formas: las partes podrán acordar libremente los términos del contrato”. 3) El 121 refiere al seguro de accidentes personales: “Los gastos serán objeto de libre acuerdo entre las partes involucradas, sin establecer una responsabilidad exclusiva para ninguna de ellas”.
Sin embargo, el Gobierno olió un panorama desfavorable en el Senado, al menos en esta instancia, y si bien consiguió el dictamen, decidió postergar la discusión a febrero.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Dónde está la pelota
Cecilia, 25 años, no puede parar porque es vendedora ambulante. “Salgo a luchar todos los días porque Jorge Macri nos echó de la vía pública, no nos deja vender los pocos que productos que tenemos, no nos alcanza para comer y a muchos le decomisan la mercadería sin que la puedan retirar de los galpones”, dice esta trabajadora de Luis Guillón, sur conurbano. “Hay gente que se muere de hambre y no lo entienden. Los que tienen un sueldo en blanco no llegan a fin de mes, y encima le quieren pagar la indemnización en cuotas: me gustaría saber si el presidente y los senadores quisieran cobrar en cuotas”.
La diputada Natalia Zaracho (Frente Patria Grande) también era de las que no podían parar: “Soy hija del 2001, me tuve que inventar mi propio trabajo para comer y darle algo a mi familia, me organicé y me puse a pelear por la dignidad de los cartoneros”, cuenta desde Avenida de Mayo.
¿Qué pasó para que esta marcha esté corriendo una discusión clave desde atrás? “Lamentablemente se está dando una discusión que teníamos que haber dado antes. Ahora estamos con los términos y la pelota del lado de ellos, pero no podemos dejar de decir que no beneficia a los trabajadores. Tampoco va a generar puestos de trabajo. Necesitamos que el salario mínimo garantice que la gente pueda vivir. La economía popular se inventó su trabajo y necesitamos derechos para ese mundo, el más perjudicado. Todos los días se cierran pymes, dejando a trabajadores fuera del sistema, en el descarte. Vengo de ahí. Acá no va a venir ningún salvador a salvar al pueblo, es la comunidad organizada lo que va a frenar este modelo”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Voces laborales
Omar está parado arriba de un banco sobre Avenida de Mayo. Sus manos en V, sus bigotes y sobre todo el cartel que cuelga del cuello “Paro general ya, pongan la fecha, traidores”, lo hace resaltar ante una marea de gente que copa las seis cuadras que separan la 9 de Julio y la Casa Rosada. Sin bajarse del banco, dice: “La CGT no tuvo otra que hacer esta movilización porque se le venía la noche por la presión popular; una reforma laboral no puede nacer así, comprando a gobernadores, es peor que la ley Banelco (escándalo de sobrinos en la reforma laboral del año 2000)”.
Diego sostiene una cartulina rosa: “No es libertad, es esclavitud”. Tiene 44 años, es de González Catán y labura en la construcción. Plantea: “Es esclavizante este momento. Aumentó todo 15 veces en estos últimos años, menos nuestro salario”. Cuenta que trabaja de manera informal y que ya no sabe cómo hacer. “No llego, no llegamos”, se despide, yéndose rápido ni bien culmina un acto precoz de la CGT.
44 años también tiene Oscar y es empleado del Correo Argentino desde hace 22, la mitad de su vida. Una vida con obstáculos. “Nunca estuvimos tan mal. Los sueldos son bajísimos. Si hoy hubiese retiro voluntarios, nos vamos todos, estamos desesperados. Y encima ahora esta reforma, que en vez de dar derechos nos lo quita. Les vamos a salir re baratos a la empresa si la aprueban”. Oscar mira a sus compañeros de trabajo y reflexiona: “A los que votaron esto, que son muchos, no los entiendo. Conocieron la historia del Correo, de cómo estaba la empresa privatizada y sin embargo siguen acompañando a este gobierno”.
Aníbal escucha la charla con Oscar y se acerca. Se pone a llorar porque tiene 68 años y, después de trabajar “toda la vida de ferroviario y de empleado del correo”, cobra “la mínima”. Dice que este presente también es consecuencia del pasado. “Los gobiernos más populares no hicieron reformas laborales a favor del pueblo y acá estamos, sufriendo esta entrega”. Alejandra, de Morón, sintetiza: “Es una reforma laboral que tiene una particularidad clara: quitan muchos derechos y no hay ningún beneficio; en vez de achicar las jornadas, van en sentido contrario”.
Florencia, 52 años, de Temperley, es científica del Conicet y docente de la UBA. “Es necesaria una reforma laboral”, piensa. Lo resume en su cartulina blanca: “Modernización es jornada laboral de 6 horas”. Y agrega: “Pero no sólo a favor de los empresarios como es esta, que debería tener una licencia de paternidad de 3 meses, que incluya derechos para el teletrabajo y los nuevos empleos por los avances tecnológicos”.
Romina, 33 años, vive en la Villa 20 de Lugano. Es auxiliar de portería y vino con SUTECBA (Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires). “Estoy en contra de toda esta reforma, en vez de que sea a favor de la gente, con paritarias sin techo y acordes a la inflación y a las necesidades, buscan aumentarnos las horas de trabajo y fraccionarnos las vacaciones”. ¿En qué está pensando hoy un laburante? “En llegar al 15 del mes”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Madres, curas & UOCRA
En Plaza de Mayo, el escenario de la CGT está emplazado exactamente en la Pirámide de Mayo, sitio en el que las Madres de Plaza de Mayo hacen su ronda todos los jueves, a las 15.30, hace 48 años. “Saludamos a las Madres que están presentes”, dice Jorge Sola, uno de los tres secretarios generales de la CGT. “Les ocupamos su jueves por un reclamo justo”, agrega, aunque ese gesto no se traducirá en los hechos. Tampoco tuvieron la sensibilidad de enlazar luchas: en 2001, por ejemplo, el 19 de diciembre cayó jueves de ronda, y mucha gente salió a la calle cuando vio por tele cómo le pegaban a las Madres.
El acto, sin embargo, se esfuma rápido. Sorprende lo escueto y que arriba del escenario no se trazara un plan a futuro. “Terminaremos en un paro general”, esbozaron, en caso de que la reforma prospere. “¿Ya terminó?”, se preguntan algunos manifestantes que recién ingresan a la Plaza. La mayoría desconcentra rápido. Algunos se quedan cantando contra la CGT: “Poné la fecha”, exigen sobre el paro, pero a destiempo porque en el escenario ya no hay nadie.
Muy pocos se quedaron a la ronda de las Madres, que tuvo una escena violenta y desagradable. El grupo que acompaña todos los jueves a las Madres Línea Fundadora –entre los que hay familiares de desaparecidos y sobrevivientes de centros clandestinos– quiso ingresar al sector de la pirámide para hacer la ceremonia habitual. Sin embargo, un grupo de seguridad de la CGT, con pecheras de la UOCRA, no quiso dejarlos pasar. Comenzó una discusión que derivó en que uno de los gremialistas le pegó a uno de los militantes que acompaña cada jueves. El golpe lo dejó con un corte en el ojo y con sangrado en la nariz.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Carlos, el célebre jubilado hincha de Chacarita, no podía creer la escena: “Yo peleo por vos, maleducado”, les dijo. También intentó mediar el padre Paco Olveira, pero el matón casi lo golpea también a él: “No me toqués”, le gritó al párroco.
La actitud era de amenazar democráticamente, tanto a un jubilado, a un cura o a familiares de desaparecidos, lo cual refleja en parte el estado de las cosas.
El grupo de Línea Fundadora dio la vuelta al escenario e ingresó, de todas formas, por otro sector hasta la Pirámide. Hizo la ronda en un círculo cercado por los fierros de un escenario gigante, una mesa con decenas de sanguchitos que sobraron, y hasta sillones para los sindicalistas. Héctor Daer, ex triunviro de la CGT miraba la ronda y aplaudía. “Recién nos golpearon”, le gritaron. Daer se terminó yendo. La empresa productora del evento, al menos, tuvo la gentileza de darles botellas de agua.
Mientras tanto, entre los ruidos de un escenario que empezaba a ser desarmado por otros trabajadores, en la Plaza resonaba el eco de cada jueves, al escuchar el nombre de cada persona desaparecida: “Presente”.
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La justicia identificó y procesó al policía agresor de la jubilada Beatriz Blanco

La jueza María Servini de Cubría, titular del juzgado Criminal y Correccional Federal 1, identificó y procesó al integrante de la Policía Federal que golpeó a la jubilada Beatriz Blanco el 12 de marzo de este año.
Se trata del inspector Nicolás Emanuel Céspedez y fue imputado por lesiones agravadas.
La jueza le impuso un embargo de 40 millones de pesos y, sin bien lo eximió de prisión preventiva, le ordenó que informe sus movimientos y lo citó el lunes próximo para notificarlo. Servini consideró que el uso desmedido de la fuerza ejercida contra una anciana de 82 años fue evidente: «No hace falta ver su documento de identidad para notar su fragilidad».

Beatriz Blanco tras ser golpeada por el inspector Nicolás Céspedez.
Céspedez golpeó a la jubilada haciéndola caer de nuca, y además ni él ni ninguno de los otros policías intentaron ayudarla, por lo que tuvo que ser inmediatamente evacuada y hospitalizada.
La jueza Servini describe Beatriz fue rociada con gas pimienta y luego empujada “sufriendo un traumatismo cefálico en la región de la nuca (occipito -parietal derecha/izquierda) que derivó en el diagnóstico de Traumatismo encefalocraneano sin pérdida de la conciencia con herida cortante en región occipital”
Plantea el procesamiento: “…el imputado hizo uso desmedido, desproporcionado y exagerado de la fuerza contra una mujer mayor de 82 años de edad, indefensa que no presentaba peligro para la autoridad, lesionándola y apartándose así de la normativa vigente que rige en la materia”.
Agrega: “… se encuentra probado que existió por parte de Nicolás Emanuel Céspedez, dolo directo, o sea éste tuvo la voluntad de atacar físicamente a la Sra. Beatriz Blanco, y habiendo tenido tiempo para reaccionar con otra conducta no lo hizo”. El delito se agrava cuando el hecho se comete «Abusando de su función o cargo, cuando fuere miembro integrante de las fuerzas de seguridad, policiales, o del servicio Penitenciario».
Otro párrafo crucial: «Sobre la especial calidad del sujeto activo que prevé la fórmula legal, corresponde indicar que: ‘El fundamento es que no solo se atenta contra la vida humana, sino que además el autor omite cumplir con el deber de otorgar seguridad y protección a los ciudadanos, defraudando así las expectativas depositadas en el correcto desempeño de su cargo o función»
Concluye la jueza: “Todo ello me permite concluir que las lesiones sufridas por Beatriz Blanco, derivadas de la conducta del imputado que se juzga en este acápite, efectivamente implicó una acción totalmente arbitraria por parte de Céspedez y en un claro abuso de su función, en carácter de miembro de una fuerza de seguridad”.
El próximo lunes 22 Céspedez deberá presentarse en el juzgado para ser notificado de su procesamiento.
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Miércoles de jubilados: bautismo represivo, el baño de Milei y la mirada en la reforma laboral

Otra marcha de jubilados, reprimida con camiones hidrantes y atacada por un presidente que aseguró: “Estamos bañando gente”. Lo que sigue planteando la gente que no se resigna a las cloacas del presente.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
Fotos: Juan Valeiro
Un día antes de la marcha convocada por la CGT y las CTA a Plaza de Mayo contra la reforma laboral, la nueva ministra de Seguridad de la Nación, Alejandra Monteoliva, tuvo su bautismo en los miércoles de jubilados y jubiladas al rociar a jubilados, jubiladas y reporteros gráficos con violentos chorros de camión hidrante. La escena asombró al fotorreportero Rodrigo Abd, premio Pulitzer y World Press Photo, que desde agosto no cubría la manifestación de jubilados porque un hidrante, precisamente, le perforó el tímpano al golpearlo con el chorro.
“Por suerte no me tuvieron que operar”, suspira el profesional de Associated Press (AP). “El tímpano se recuperó bien, pero el oído quedó débil”. Hoy pasó a saludar y lo que vio fue más violencia: “Me entristece que el sistema no haya encontrado soluciones integrales a los jubilados, a los profesionales del Garrahan. Pasan los meses y seguimos igual”.

Dentro del Congreso, el día había arrancado movido con la flamante senadora por La Libertad Avanza (LLA), Patricia Bullrich, cruzándose con el senador de Fuerza Patria, José Mayans, por la presidencia de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, que quedó en manos de la exministra de Seguridad, quien quiere conseguir dictamen para empezar cuanto antes el debate por reforma laboral en la Cámara alta. Mientras tanto, en Diputados, la nueva composición de LLA, sumados a los aliados, les permitió conseguir quórum para discutir el Presupuesto 2026. Uno de los puntos más calientes es el artículo 75, que busca derogar las leyes referidas a la emergencia en discapacidad y a los presupuestos universitarios. También elimina los fondos destinados para el Hospital Garrahan. (El final de la historia, durante la madrugada, determinó que el gobierno no pudo lograr apoyo para esos brotes de motosierra, que ya habían sido descartados por el parlamento y además por el Poder Judicial. Por lo tanto dejaba trascender que vetaría el nuevo presupuesto).

Afuera, la imagen parece idéntica al resto de los miércoles: un Congreso separado de la gente por una larga hilera de vallas que atraviesa todo el ancho de la Plaza. Sin embargo, esta vez un detalle cambia: hay un resquicio que la Policía Federal y Gendarmería ¿adrede? deja abierto entre dos vallas, y la gente empieza a pasar, de a una; tardan ¿adrede? más de veinte minutos hasta que las Fuerzas unen las estructuras con alambre.
La gente insulta. Mueve las vallas.
Uno de los policías federales habla en handy y pide refuerzos. Los refuerzos son:
- un camión hidrante de bomberos de la Policía Federal,
- dos camiones hidrantes de la Policía Federal,
- un camión hidrante de Gendarmería Nacional,
- la policía motorizada con más de una decena de motos,
- una centena de gendarmes y federales detrás de una valla.

Pedro en la silla
Resultados: la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) informó que hubo al menos tres heridos por gas pimienta.
Entre los chorros hidrantes y el gas pimienta, Pedro cruza la calle inundada en su silla de ruedas. Tiene 70 años, es vecino del barrio porteño de Caballito, y tiene una discapacidad por las secuelas de la polio que lo afectó en 1956. “Sobreviví a la polio, sobreviví al Covid y vengo a poner el cuerpo todos los miércoles acá”, dice, alejándose de la lluvia de Gendarmería y la Policía Federal.
Su interpretación: “Esta ministra (por Monteoliva) tiene que demostrar que no es menos que Bullrich. Bueno, hoy fue el estreno. De alguna manera tienen que frenar la protesta. Lo hacen con agua, pero también con las mentiras de la prensa. Pero seguimos adelante porque acá se nos va la vida. Vivo de mi jubilación, patrocino gratis a personas con discapacidad, y hay que seguir esta lucha”.

Dato: Más tarde Milei contó en uno de los streamings bancados por el gobierno, lo que pasó durante la represión: «Todos los genios de la defensa de los trabajadores ninguno laburó en su vida, como los de ahora. No saben lo que es trabajar, bañarse tampoco, por eso cuando aparece la caprichosa… Hoy hablé con la ministro (de Seguridad, Alejandra Monteoliva) y me dijo ‘ya hicimos una descarga’, y dije: ah bueno, estamos bañando gente». Esto provocó las carcajadas de sus fans.
Traducción: la represión a manifestantes jubilados, periodistas, fotógrafos y personas con discapacidad es tomada como un baño de gente. La frase posiblemente refleja mucho más sobre la pulcritud de quien la emite que sobre las personas a las que agrede.

Pensando en (el) mañana
Tras el momento represivo, las y los jubilados marchan alrededor de la plaza de los Dos Congresos. A diferencia de otros miércoles, cuando hubo varias rondas, esta vez se moviliza de forma unificada. “Igual tenemos que ser muchos más”, cuenta a lavaca Ana María Tapia, de la agrupación Jubilados Insurgentes. Mira al palacio legislativo y dice que no puede creer que ya se esté discutiendo esta reforma laboral: “En vez de bajar las horas y hacer turnos de 6, formando más turnos y generando más trabajo, se sube a 12 horas. Más esclavos, imposible. Retrocedemos 60 años como mínimo. Es terrible, pero vamos a seguir luchándola, no lo vamos a permitir”.
Mario y Rubén integran el Movimiento Activo de Trabajadores y Jubilados y acaban de terminar de marchar. Dice Mario, al lado de su nieta que lo acompaña la mayoría de los miércoles: “Una reforma laboral que nos hace volver a los viejos tiempos de la esclavitud. Si llegamos hasta acá es porque hasta hoy, las direcciones sindicales se borraron de la escena. Recién aparecen mañana convocando una movilización, cuando acá se necesita parar el país, no hay otra”.

Dice Rubén: “Es una estrategia que tiene este gobierno de llevarnos al siglo XIX, lo que representa una apabullante derrota de la clase trabajadora. Yo te puedo hablar una hora seguida, pero todas las penurias que estamos viviendo se resumen en sólo tres letras: “FMI”.
Se va otro miércoles, distinto, particular, con vistas al día de mañana, literal. Ana Valverde, de la Unión de Trabajadores Jubilados (UTJ), reparte volantes invitando a marchar este jueves a la marcha a Plaza de Mayo, concentrándose en 9 de Julio a las 14 horas. Dice que la CGT, en verdad, tendría que haber convocado un paro. “Un plan de lucha. vos pensá que allá adentro están entregando nuestras jubilaciones, el financiamiento del Garrahan, y la emergencia de discapacidad, pero ninguno de los trabajadores puede venir porque les descuentan el día, con riesgo a que los echen. Sin plan de lucha, es difícil”.
La foto

La foto que publicamos aquí fue tomada por el fotógrafo de lavaca Juan Valeiro. Sobre esa imagen realizó un posteo en instagram Cora Gamarnik, licenciada en Comunicación Social, doctora en Ciencias Sociales, Docente e investigadora del fotoperiodismo, coordinadora del área de Estudios sobre Fotografía de la Facultad de Ciencias Sociales, UBA, e investigadora adjunta de Conicet. Plantea Cora:
«Reprimir una imagen
Reprimir a quien la sostiene
Reprimir a quien la produce
Reprimir una imagen que habla a su vez de una represión anterior
Represión al cuadrado
Foto de @juan.valeiro para @mu.lavaca
represión a la marcha de los y las jubiladas
17 de diciembre de 2025. Ciudad Autónoma de Buenos Aires».

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