Artes
Esa musiquita

Liliana Herrero y Susy Shock presentaron Hay palabras, que no es un show sino una ceremonia que sembró emoción y magia. Junto al guitarrista Pedro Rossi y con artistas invitadas, las dos funciones programadas se agotaron en menos de 24 horas. Así fue la primera.
Por Claudia Acuña
Fotos Lina Etchesuri

Susy Shock tiene todas las palabras necesarias escritas en un libro que lee saboreando el tono exacto que necesita esta época. Las despliega como si sacara de una cajita mágica pañuelos de colores o palomas, o cualquiera de esas cosas que maravillan justamente porque no son exóticas, sino precisas: tocan algo que está muy adentro. ¿Será memoria? ¿Quizá emociones? No hay que esperar mucho para saberlo. Apenas un tema que templa las delicadas cuerdas de Liliana Herrero y entonces, sí, ya está, a la segunda canción, apenas nos estamos acomodando en la silla para disfrutarla, la pequeña gigante ya es La Herrero. No es justo decir que canta porque lo que hace es algo que va más allá de interpretar un tema. Tampoco lo actúa. Diría que lo siente, lo acaricia, lo sacude y lo atrapa como una médium poseída por los acordes y los sentidos de cada estrofa. Nos cantará Liliana:
“Toda la patria en el suelo
sobre dos palos en cruz
y encima el viento
y abajo el viento”.
Y entonces La Herrero es ese viento. Literalmente y sin metáforas.
Ya está.

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.
A los pocos minutos de iniciado lo que nunca podrá denominarse show estamos definitivamente atrapadas en una ceremonia regada con lágrimas. Lloramos todes, sí, y es difícil definir por qué o demasiado fácil: no es por tristeza, aunque también; no es por dolor, aunque también; definitivamente no por nostalgia: es la belleza lo que conmueve.
Un rato antes y en el camarín Liliana estará brindando porque los chequeos médicos la consagraron ganadora de una guerra contra las células malas y Susy recordará aquella vez en la que su maestro de teatro, Héctor Propato, les preguntó qué era la felicidad. Luego de escuchar algunas respuestas, las corrigió: “La felicidad es ser lo que soñaste ser a los 20 años”. Susy tenía por entonces 18. Le pregunto cuál era su sueño. “Esto”.
Al verlas juntas en el escenario es difícil reconocer la fragilidad del cuerpo de Liliana baqueteado por los tratamientos, pero es evidente la seguridad que transmite la mirada de Susy cuando contempla lo que significa su compañera de escena, no solo para ella, sino para ese público y para esta época. Hay algo ahí para aprender, para valorar y para llevarse como recuerdo. Algo que abriga.

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.
“Lili nos constituye como disidencia”, dirá Susy para hacer explícito ese legado. ¿Cuál es? Estoy, estamos, frente a una mujer de 77 años que no tiene edad cuando canta. Que lo hace, además, de una manera única, que es especial y esencial. Especial porque no hay otra como ella y esencial porque invita a romper moldes y barreras. También porque lo hace, hay que decirlo, desde el folklore, si se trata de ponerle una etiqueta a lo que entona para transformarlo en otra cosa. ¿Qué cosa? Otra vez será Susy la que tiene la palabra exacta:
“Me siento como una hormiguita frente al huracán
Así de inútil
Así de estallada”.
Así me siento, nos sentimos, porque este Hay palabras nos ha dejado sin ellas para definirlo.
Hay más, por supuesto.

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.
Quizá lo que emociona, también, es escuchar a Valen Bonetto en su dulce interpretación de Brotecitos.
Y a Mochi cantar:
“Nunca te entregues
ni te apartes del camino:
Nunca digas: No puedo más y aquí me quedo”,
Elles interpretan lo que hoy más se necesita: el futuro.
También suma que nos sorprenda Teresa Parodi agitándonos con Esa Musiquita:
“Tanta soledad, tanta falta
Tanta lejanía
Tanto no poder, tanta nada
Tanta despedida
Tan dolor de puertas cerradas
Tan dolor que humilla,
pero en tu piecita de lata
esa musiquita.
Cómo te devuelve a la vida
esa musiquita”.

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.
Esa musiquita, dirá Susy, es una poética.
La nuestra.
La que jamás tendrán ellos.
Quizá por eso mismo lloramos: para regarla.

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.
Artes
Teatro para hoy con La Oso: el conurbano en escena
Dos hermanas. La niñez en el Gran Buenos Aires, las fiestas de 15, la cumbia, los proyectos, los amores, los casamientos, la fascinación de una época. Los videos y las fotos de cada historia, en una escenografía de cajas sencilla y a la vez impactante. Todo cruzado por un femicidio, un ciclista alcohólico, un hippie y un colectivero.
Hoy a las 20 se presenta La Oso, una obra de Mariela Alejandra que logra reunir comedia, drama, su propia historia y la descripción del conurbano (las palabras y las cosas, la música, las relaciones y los sueños), en este unipersonal que habla sobre la máquina de asesinar mujeres, y sobre lo que significa el amor para sobrevivir. En MU Trinchera Boutique, Riobamba 143. Reservas por Alternativa Teatral
https://publico.alternativateatral.com/entradas92868-la-oso?o=14
Por María del Carmen Varela.
(más…)Cine
Oíd mortales

Este jueves se estrena Belén, la película escrita, dirigida y protagonizada por Dolores Fonzi basada en una historia que resume los injustos procesos que padecimos para justificar la criminalización del aborto. Qué significa recordar hoy cómo obtuvimos ese derecho. Por Claudia Acuña.
¿Escuchan?
Es la voz de la época.
Ese es el tono que sintoniza Belén, la película de Dolores Fonzi y es suya en todos los sentidos: la escribió, la dirige, la actúa, la siente y se la apropia en cada escena, con esa mirada atenta a su entorno y ese gesto de alerta siempre, sin ninguna posibilidad de relajar, porque lo que suena a su alrededor es el tic tac de una bomba social a la que nadie ahí arriba le presta atención. La realidad no será ese lugar inmutable, ya no, pero en ese palacio de la justicia tucumana su personaje –abogada, madre, esposa, creyente– es el único con las orejas atentas. Y con eso alcanza y sobra para que durante una hora y cuarenta minutos Dolores Fonzi convierta en cine aquello que nos sacudió hace apenas unos años.
Arriesgo: Belén es el equivalente a Argentina, 1985, pero feminista y contemporánea. Nos pasó a nosotras cuando hicimos Historia, hace un rato nomás.
En la película Belén es Camila Plaate y su lucimiento es uno de los tantos méritos de Fonzi-directora. Lo es también el guion, que escribió junto a Laura Paredes, su socia también en esta ficción. Ambas cualidades se evidencian especialmente en el momento más conmovedor: nada menos que la escena que resuelve toda la historia a pura actuación. La dimensión de lo que representa Fonzi como actriz puede medirse al comparar las dos películas que dirigió: Blondi y Belén son dos personajes tan diferentes porque su versatilidad es extraordinaria.

Dolores Fonzi y Laura Paredes.
Belén, en la vida, es el nombre de fantasía que ideó la abogada Soledad Deza para poder difundir sin exponerla el caso de esa mujer condenada en 2014 por un aborto espontáneo, a la que acusaron sin pruebas, sufrió tres años de cárcel y logró ser liberada por un movimiento social que sacudió todo el país y más allá: la propia Dolores Fonzi escribió a mano en una hoja el reclamo “Libertad para Belén” y lo levantó en el escenario de los Premios Platino al cine iberoamericano cuando recibió, en 2016, el galardón a la mejor actuación por su protagónico en La patota. No sabía que así nacería la idea de esta película: en la platea estaba Leticia Cristi, una de las responsables de la productora K&Z, que se interesó por la historia. Cuenta Fonzi que en aquella ceremonia realizada en Punta del Este el actor Guillermo Francella le preguntó “¿quién es Belén?”. Dirá entonces: “Ahora se va a enterar”. También cuenta que cuando la Belén real vio su historia en la pantalla tuvieron que parar la proyección para que se recuperara de la congoja que le produjo. Finalmente, sonrió: el cine también cura heridas sociales.
Pero fundamentalmente Belén son los ojos de Fonzi: su modo de ver.
Mirar es un acto político, nos advirtió John Berger.
Es arte y es contexto.
Escuchemos a Berger:
“Si el lenguaje de las imágenes se utilizase de manera distinta, éstas adquirirían, mediante su uso, una nueva clase de poder. Podríamos empezar a definir con más precisión nuestras experiencias en campos en los que las palabras son inadecuadas: la vista llega antes que el habla. Y no sólo experiencias personales, sino también la experiencia histórica esencial de nuestra relación con el pasado: es decir, la experiencia de buscarle un significado a nuestras vidas, de intentar comprender una historia de la que podemos convertirnos en agentes activos”.

Es exactamente eso lo que nos ponen por delante Dolores Fonzi y esta Belén: aquello que necesitamos. También nos muestra que la mirada llega antes que los oídos: se escucha aquello que se mira. Escuchar la época es saber dónde mirar.
¿Escuchan?
En tiempos en que nuestra mirada está esclavizada por las pequeñas pantallas el cine nos libera de la domesticación de la imaginación. Por eso para el autoritarismo es un enemigo y para crear otras formas de ser y estar juntas, juntos, es aliento, abrazo, incentivo.
¿Escuchan?
En tiempos en los que el poder es sordo y ensordece, Belén nos grita qué hacer.
¿Escuchan?
Somos nosotras cambiando el mundo.
Derrotando la injusticia, el odio, la desigualdad.
Belén nos muestra que lo hacemos con jeans ajustados, con anteojos del sol como vincha y con nuestras hijas formulando las preguntas que nunca nos atrevimos a hacer.
¿Escuchan?
No tenemos las respuestas en la boca, sino en los pies.

Artes
Domingo de Pacha Urbana: festival para celebrar la música, la tierra y el futuro

Música urbana, folklore, trap, chamamé, chacarera, caja, folkhop y cumbia conforman el universo musical del Festival Pacha Urbana que se desplegará en el espacio cultural de MU Trinchera Boutique de Riobamba 143 en el barrio de Congreso.
Será este domingo 14, de 16 a 20.
La banda anfitriona y mentora del ciclo es Big Mama Laboratorio, a cargo de Laura Zapata. Habrá feria, comida casera y ganas de pasar un domingo a pura música. Las entradas, por Alternativa teatral. https://panel.alternativateatral.com/obra97023-festival-pacha-urbana
La tarde arranca con Sound of tiferet, música para sanar el alma.
Le sigue Sebastián Espinosa, con fusión de música folclórica melódica.
Algoritmo proyecto 360° y sus sonidos chamánicos de creación espontánea.
Pfango y la trilogía, una mixtura psicodélica de hip hop, con psync pop y elementos ancestrales.
Uxia Hochtein, con trap chamamé,
Kndelah, con canto con caja y perreo y con mixtura de música urbana, cumbia y folklore.
Y el cierre de Big Mama Laboratorio.

Laura Zapata, de Big Mama Laboratorio.
Aquí el Manifiesto artístico del Festival Pacha Urbana:
“Nuestro poder, nuestro planeta”
Por un arte que honre la tierra, la libertad y la comunidad
Nosotrxs, artistas, gestorxs ,trabajadorxs y participantes del Festival Pacha Urbana nos unimos bajo estos principios inspirados en la sabiduría de la Pachamama, la fuerza de la libertad creativa y el compromiso con el respeto radical. Este manifiesto es un pacto ético para construir un espacio donde el arte sea una puerta, nunca un muro.
- Somos tierra que crea
(Desde la cosmovisión de la Pachamama)
-Honramos los orígenes. Reconocemos que todo arte nace de un territorio, de historias colectivas y manos anónimas. Invocamos la memoria de lxs ancestros en cada obra (De los pueblos originarios de Latinoamérica y del mundo, afrodescendientes, migrantes, maestrxs rurales).
Compromiso ecológico: No usamos materiales que dañen a la Madre Tierra. Priorizamos reciclaje, ferias sustentables y acciones de regeneración.
- Libres pero no solos
(Libertad de expresión con responsabilidad)
Crear sin censura. Defendemos el derecho a expresar disidencias, críticas y sueños en cualquier lenguaje artístico.
Límite claro. No toleramos discursos de de odio (racismo, machismo, xenofobia). La libertad termina donde comienza la dignidad del otrx.
- Respeto activo
(Más allá de la tolerancia: escucha y aprendizaje)
Horarios y espacios: Llegamos a tiempo, cuidamos los equipos prestados, no monopolizar escenarios , diálogo, no suponer cuestiones (dar la charla)
Crítica constructiva: Valoramos cada disciplina (un freesytyler aprende del folclore, ,un tejedor del graffiti). Desterramos la competencia tóxica.
- Inclusión con acciones
(No solo palabras, sino prácticas)
Cupos garantizados: 50% de lxs artistas invitados son de barrios populares comunidades originarias o migrantes.
Accesibilidad real: Obras con audiodescripción, intérpretes de LSA y espacios sin obstáculos físicos.
Lenguaje inclusivo: Comunicados y presentaciones usan lenguaje no binario.
- Ningún cuerpo es ajeno
(Cuerpos diversos, arte diverso)
No al estereotipo: Rechazamos estéticas únicas. Celebramos cuerpos gordos, envejecidos, con discapacidad, en toda su potencia expresiva.
Protocolo seguro: Espacios libres de acoso. Si alguien vulnera este principio, será retiradx del festival.
- El arte es trabajo.
(Reconocimiento económico y simbólico)
No a la gratuidad: Todo artista reciba compensación (económica o en trueque justo)
Créditos visibles: Ningún nombre se borra. Lxs trabajadorxs técnicxs aparecen en la cartelera.
Artistas gestores y productores reciben su compensación por su doble rol
- La fiesta es de todes
(Público como cómplice, no espectador pasivo)
Interacción sin invasión. El público participa con respeto
Niñxs bienvenidxs: talleres especiales para que lxs más chicxs creen su propio manifiesto.
¿Por qué un manifiesto?
En un mundo fragmentado, Pacha Urbana teje hilos visibles. Este texto no es decoración, es un compromiso vivo
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