Artes
Tres viajes por el teatro

Tres obras de calidad para un fin de semana viajando hacia el teatro. PaCata y sus cinco escenas que rinden culto al amor y sus diversas formas, en un marco de naturaleza que desborda y abraza. Somos familia propone reflexionar sobre qué es ser familia y de qué manera dar lugar a los cambios, los duelos, las ausencias y las crisis económicas sin perder ternura ni complicidad. Nacidas con fórceps es un homenaje a la amistad, al rock and roll y a las múltiples maneras de encontrar la chispa que ilumine un camino común. Por María del Carmen Varela
PaCata
Un librito con textos y dibujos es el primer acercamiento a PaCata, la obra de danza-teatro de Cata Briski. Es entegado en mano en la boletería de Sala Perra, en el barrio de Chacarita y quien te lo da te pide que lo devuelvas al irte. Cada libro recorre entonces muchas manos y así invita a entrar en otra frecuencia de sensibilidad una vez traspasada la puerta rosa de Bonpland al 800. PaCata recorre cinco escenas especialmente dedicadas: a Jacinta (hija de Cata), a la danza, al río, a la desobediencia y a su madre, padre y hermanas. Así describe Cata su nueva creación: “Una Catarsis, una danza que pretende enunciar mis dedicatorias más profundas, a los amores y no amores que me han dado la fuerza y la fragilidad para vivir no feliz, sino sinceramanete. Bailar es reescribir”.
Cata reescribe con su cuerpo cada escena de este viaje a su propio universo que arranca con un video donde se la ve de espaldas, navegando hacia algún lugar. Esa será la única intervención tecnológica, lo que le sigue es cuerpo, movimiento, música, voz, corazón y entrega. Desde hace un año y unos meses esta bailarina, intérprete, coreógrafa, dramaturga, docente y gestora cutural vive con su pareja y su hija Jacinta, que cumplió un año en mayo, en la primera sección del Delta del Tigre. ¿Cómo influye el territorio habitado a la hora de la creación? “Yo estoy reciente mudada a un lugar tan distinto, no me animo a decir conclusiones pero sí creo que hay un despoje de alienación. Son territorios que te permiten estar más conectada con un vacío”.
En mayo de 2023, a pocos meses de mudarse, en ese ir y venir del delta a la ciudad por cuestiones laborales, Cata contaba a revista MU: “Hay algo de CABA que me expulsó. Es un territorio donde no es posible la resistencia. El mercado nos envenenó por todos lados. No se puede construir vivienda, no se puede alquilar, todo eso es muy hostil. No quiero adormecerme, no estoy tan alienada como para que no me duela; me duele y me quiero ir pensando estrategias porque techo, trabajo y comida son prioridad. En estos territorios me parece que hay una posibilidad un poco más real, aunque todo es tan reciente que no tengo conclusiones”. Este paisaje elegido toma forma en su obra, aparece algo del fluir del río, la bondad de la madera, los sonidos de la naturaleza y hasta el aroma a bosque, cuando logramos conectar desde los sentidos”.
En la última etapa de la pandemia, Cata comenzó a escribir la dramaturgia. “Es una dedicatoria a estos amores como la danza, el río, mis padres, hermanas. Después agregué la escena para Jacinta porque cuando la escribí todavia no estaba embarazada. Fue una necesidad de hacer un homenaje, con esa danza medio ritual, en un momento de mi vida post pandemia donde empecé a necesitar otros paisajes y otros hábitos, con más tiempo para contemplar mi vida y mis afectos. Ahí nacen las ganas de crear y ser la protagonista de esa creación, para que se pongan en juego mis investigaciones y mis deseos y sea mi cuerpo el que lo atraviese”. Danza, poesía, un manifiesto, la voz de su padre, su propia voz, una canción, una foto, son los ingredientes que amasa PaCata, los resortes de los que se disparan los diferentes climas, el remanso que no pierde la intensidad, la profunda determinación cargada de ternura.

Una vez que Cata supo a dónde quería ir con su obra, convocó a un grupo de amigas y colegas que la acompañaron a investigar las escenas ya escritas. “Es un equipo de dirección que hace que todo siga y no se detenga el proyecto con el tiempo de la maternidad, que es otro. Es importante para mí seguir trabajando en este contexto tan dificil, entonces agradezco la participación de gente que un domingo a la tarde este queriendo formar parte de este invento tan raro que es el teatro”. En uno de los primeros ensayos, Cata llegó con náuseas y se pusieron a charlar sobre quién sería su obstetra. “Siempre lo más importante de la obra era que me cuide, me aloje en mis necesidades y en mi presente”.
PaCata exhibe la emocionalidad de lo real, la rusticidad de un paisaje donde lo esencial está frente a los ojos y la posibilidad de una danza que traspasa lo individual para fundirse en una matriz común. Cinco dedicatorias en las que la protagonista baila con la inspiración de lo que considera lo mejor de su vida. Y lo mejor, tal como ella misma aclara, no reposa en la sensación de plena felicidad sino en la condición de ser precisamente genuino. La obra busca que seamos algo más que espectadorxs, propone llevar mate, se ofrece chipá, y Cata logra hacernos parte de lo que sucede ahí nomás, tan cerca que no se siente ajeno. “Todas las escenas, desde las más poéticas a las más literales están atravesadas por la sinceridad, donde si en la función estoy cansada, si necesito interrumpir, tomar agua, o la danza toma otra forma, tratamos de ser fieles a la poética de cada escena”. En este marco que describe Cata y en la función en la que estuvo presente lavaca, Jacinta bailó junto a su madre. Con pequeños pasos se fue deslizando junto a ella y cada vez que su pequeña anatomía caía al suelo, se levantaba al instante. Antes del solo final, entró a escena con hambre. Cata pidió permiso y le dio la teta mientras el acordeonista Pedro Bragan aportaba su música a ese momento. “Para mí llegar a una función significa embarcarnos, llevar a la bebé, los bolsos, entonces llego con toda esa preparación, con todo lo que implica llegar al trabajo. Está todo eso en mi piel”.
Teatro Cooperativa Perra, Bonpland 800, CABA
Domingo 30 de junio, 18 hs
@catabriski
Somos Familia
Una copa de vino amablemente ofrecida por las anfitrionas del espacio teatral antes de entrar a la función es el primer paso para empezar a sentirnos cercanxs a esta familia que nos espera en la sala de Moscú Teatro. Mamá, papá, dos hijas y un hijo. La escena recorre un momento típico de cada familia: un almuerzo de domingo. En este contexto todo puede suceder. Las anécdotas de la madre, las ocurrencias del padre, las discusiones a flor de piel, las risas, los enojos. Una rutina quebrada por una noticia que no tardará en llegar. ¿Cómo se reconstruye la dinámica familiar para afrontar lo inesperado?

La mesa está servida y la comida es el punto de unión, la excusa perfecta para que una familia se reúna. Laura —una de las hijas, hermana de Sabrina y de Emilio— nos da la bienvenida y nos pone al tanto de algunos detalles de lo que vamos a ver. La actriz y dramaturga Carla Giurastante (Laura) rompe la cuarta pared, nos mira, nos habla y genera complicidad con quienes estamos en las butacas. La crisis económica golpea la armonía familiar y como consecuencia impacta en una realidad difícil de sostener. ¿De qué manera se mantiene la unión de la familia cuando la economía no permite cumplir con los objetivos personales?
Somos Familia es un biodrama. Carla finalizó la carrera de Dramaturgia en la EMAD y en una materia investigaron sobre este género teatral. La tarea fue escribir una escena de siete páginas y así fue como compuso una de su familia almorzando, que luego fue representada por algunxs de sus compañerxs. Le divirtió tanto que al volver a su casa se sentó a escribir la obra. Luego se la leyó a toda su familia, incluido su ex novio, ya que en ese momento seguían juntxs y de hecho él forma parte de la obra como también el perro que tiempo después murió. “Tenía que enfrentarme a esos cambios pero quería hacerla. Lo bueno del biodrama es que te permite jugar y aproveché esa situación para darme ciertas licencias”. Le propuso la dirección de la obra a Julieta Timossi, que ya la había dirigido en El semental, de Ivana Schiaffino, y Julieta le propuso que la dirección sea compartida teniendo en cuenta que se trataba de su familia y sería apropiado contar con su mirada.
Una de las primeras decisiones tuvo que ver con lo escenográfico: una mesa, seis sillas y no podían faltar los colores. El padre de Carla es artista plástico especializado en color entonces junto a él analizaron la gama de colores. Los ensayos fueron en la casa del actor Jorge Román Fernández (el padre en Somos familia) y “eso hizo que se formara el hogar de manera inmediata. En la obra comemos de verdad, en los ensayos también. Si bien se trata de mi familia a la vez es una ficción entonces empezamos junto a Julieta a ver qué nos convenía para algunas decisiones. En el caso del perro, juamos con un perro ausente pero presente en la obra, todos interactuamos con él al igual que con mi ex novio que está representado como una silla vacía. En la obra original él hablaba así que quitar sus diálogos y dejar la ausencia hizo que su presencia sea mayor”.
El humor está muy presente durante todo el transcurso de la obra. Es inevitable identificar algunas situaciones como propias ya que si bien es cierto que “cada familia es un mundo”, hay cuestiones comunes que nos pueden hacer soltar la carcajada y también la lágrima. Hay encuentro, desencuentro, despedidas y “las vueltas de la vida que a veces son lo opuesto a lo que soñábamos”. Carla remarca que cada actor y actriz tiene “algo” de cada integrante de su familia. Sabrina, la hermana menor, tenía que ser representada por una bailarina. La hermana —en la realidad— de Carla le recomendó a una amiga, Tamara Rocca quien finalmente encarna ese rol. En cuanto a Emilio, el hermano, había pensado en un actor por el parecido físico y finalmente es interpretado por el actor Guido Veneroni, compañero de actuación de Carla. “Me sorprendió al captar la esencia del personaje sin siquiera saber lo que yo tenía en mente al escribirla”.
Desde los elementos clásicos de lo que habitualmente catalogamos como familia, la obra se corre del estereotipo y da lugar a la reflexión de que no siempre lo biológico remite a “ser familia”. En esta ocasión, dos ausencias —que realmente tienen peso— carecen de la sangre en común con el resto de los integrantes aunque eso no atenta con la condición de sentirlos parte. La muerte o el cambio de rumbo son factores que pueden incidir en lo cotdiano, porque así es la vida. Y claro, así son las familias.
Teatro Moscú, Juan Ramirez de Velazco 535, CABA
Viernes 20.30 hs
@somosfamilia.laobra
Nacidas con fórceps
¿Cuál es tu secuela de haber nacido con fórceps? “A mí me agarró como una turbina acá en el centro de la cabeza”, cuenta Turbina. “Contá tu secuela y sumate al club”, proponen la Papo, Turbina y la Enana. ¿Quiénes son? Un trío que se las trae. Tres minas fuertes y empoderadas, una marea musical que estalla en el escenario a puro rock and roll. Ellas son: Nacidas con fórceps y se suben a las tablas con un objetivo concreto. Desde hace 17 años ensayan en un garaje al que llaman El Manantial y ahora la dueña quiere alquilarlo. Para recuperarlo, arman un show a beneficio. ¿Lo lograrán?

Los fórceps se comenzaron a aplicar en el siglo XVII en los casos en los que se complicaba el parto y la cesárea aún no era practicada. Esta metodología que consiste en colocar unas pinzas metálicas en la cabeza de la criatura para forzar su salida permitió salvar ambas vidas y evitar consecuencias graves tanto para la madre como para el recién nacidx. Aún así, esta práctica acrecienta lo traumático que ya de por sí es el parto para quien llega a este mundo. La Papo, Turbina y la Enana nacieron en estas condiciones e investigaron su incidencia en la personalidad de quienes atravesaron esta experiencia: No les gusta que lxs contolen ni lxs manipulen, con frecuencia sienten que los jalan fuera de las situaciones, piensan que deben hacer todo por sí mismxs, creen que no importa cuánto hagan, nunca es suficiente y sienten que su cabeza y su corazón están separados, desconectados de sus sentimientos. Pese a ser muy diferentes, las tres se sienten unidas por su forma de nacer y si bien son colegas y miembros de la banda, ante todo, son amigas.
Un recital que a la vez es una obra. Así definen este nuevo show que a diferencia de los anteriores de este trío —Fiorella Cominetti, Julieta Filipini y Carolina Bonzi Ferrer o Las Ramponi— pone el acento en lo musical. Vienen trabajando juntas desde hace más de una década, armaron Myriam Cardozo y las golondrinas del monte y en esta oportunidad volcaron sus energías y entusiamos en montar un concierto de siete canciones donde se lucen tocando la guitarra, el bajo y la batería.
“Queríamos trabajar con el universo del rock” asegura Fiorella (o Vanesa La Enana Rodriguez), la baterista del grupo. El año pasado convocaron a la dramaturga y directora Laura Fernández para que las organizara. Vieron muchos documetales sobre el rock en los 80 y los 90, compusieron letras, buscaron los personajes, armaron la estructura de la obra y se coparon con la idea de un falso documental, al estilo This is Spinal Tap, filmada en 1984 por una banda fake que luego se hizo famosa, sacó discos e hizo giras. En noviembre hicieron un par de shows experimentales en el Club Atlético Fernández Fierro y este año decidieron poner el sello Ramponi. La idea fue “hacer un recital y que brote la teatralidad y la dramturgia más que pensar situaciones dramáticas y después llevarlas a escena. Armar los personajes desde sus particularidades, que sean medio estereotipos, pero singulaes, reconocibles en el universo del rock y desde ahí que se vaya filtrando informacion de quiénes son, qué es de sus vidas”.
Jugaron también con el estilo de la mujer en el rock. Sus personajes son políticamente incorrectos, para nada caretas y sobre el escenario muestran defectos y vulerabilidades. “La escena del rock está por lo general monopolizada por los chabones, en el escenario los chabones tienen una manera de ser, de vincularse, esa misma impronta en mujeres se lee distinto”. En lo musical trabajaron con el músico y productor Francisco Cirimele. Julieta tocaba la guitarra, ya tenía una eléctrica y el año pasado se puso a estudiar. Carolina aprendió a tocar el bajo y Fiorella, batería eléctrica. “Primero aparecieron las canciones, después los personajes y luego el ensamblado. El plan de ahora es hacer videoclips, llamar a amigas y amigos realizadores. Tenemos siete canciones, y queremos que cada una tenga su videoclip cada una con su estética”.
Al finalizar cada show, el público pide más canciones y ellas dicen “No, tenemos solo siete”. Pero como son buenas pibas y quieren complacer a su público, hacen un bis. Uno de los temas se convirtió en hit y la gente corea “Mi gato Gimena es lo más, Baila mis temas, llora conmigo a la par, Toma vino, Fuma conmigo”. Sueñan con ser teloneras de alguna banda de renombre. Y realmente están a la altura. “Ellas vienen del conurbano, de ranchar en la vereda, tomar el tren. Las imaginamos de adolescentes inventando movidas de resistencia”. Nacidas con fórceps es una oda a la amistad. Si no hay puntos de contacto se los busca y haber nacido con pinzas incrustadas en la cabeza tranquilamente puede ser un primer acercamiento a lo común. Es un homenaje al espíritu del rock y que sea un espíritu no signfica que esté muerto, en todo caso se tomó un descanso, pero la magia está en saber esperar ese fuego que venga a incendiarlo todo. Turbina, la Papo y la Enana guardan un encendedor y saben cómo usarlo.
Cultural Morán, Pedro Morán 2147, CABA
Viernes 28 de junio, 22.30 hs
A partir de julio, domingos a las 21 hs
@lasramponi
Artes
Arranca la edición 8ª del Festival Llegás: entradas al 50% para bancar el teatro independiente

Una vez más, el teatro está de fiesta. Desde hoy arranca una nueva edición del festival independiente Llegás que reúne a más de 35 obras con entradas a mitad de precio. El objetivo es claro: “Sostener lazos en el tiempo que enriquecen nuestra cultura, creando un espacio inclusivo que celebre la diversidad de voces y estilos, fomentando el diálogo y promoviendo la creatividad”. La apertura de hoy tiene doble actividad: a las 17 hs función de Evitácora, de Ana Alvarado y a las 18, el festejo. Ambas transcurrirán en La Factoría: Fragata Presidente Sarmiento 1251, CABA.

La revista Llegás ya lleva 21 años dando cuenta en su versión papel y también la web de lo mejor del teatro de producción independiente. Como frutilla del postre, desde hace 8 años realizan este festival. Su director, Ricardo Tamburrano, asegura a lavaca: “Cada año revista Llegás renueva su compromiso con el teatro. Este año es bastante más complejo el panorama teatral del país. No podemos dejar de hacerlo en este contexto”. Se sabe: el ámbito de la cultura atraviesa un momento delicado por falta de políticas para el sector y el Instituto Nacional del Teatro estuvo a punto de desaparecer con el aval del decreto presidencial 345.
El 21 de agosto pasado el Senado votó su derogación, lo cual representa una gran victoria para la comunidad teatral. El desafío ahora es revertir el proceso de desmantelamiento que comenzó en el mes de mayo luego de que comenzara a regir el decreto.
Por eso, llega el Festival. Ricardo afirma que es una forma de darle fuerza e impulso a toda la escena en este contexto. Y hace propio el concepto: «Al contexto lo hacemos nosotros – dice-. Ponernos a pensar y hacer. Hacer pensando. Caemos rendidos a realizar el Festival. Por nuestra forma de producirlo, que tiene un objetivo fundamental que es la realización en comunidad entre los elencos y las salas: para que el público sea el protagonista y tenga variedad en las posibilidades de ir a ver teatro, a mitad de precio». La revista es un medio de comunicación, el festival produce un evento, también es una forma de comunicar que el teatro existe, tiene vida propia”.
Con una programación de lujo, la 8ª edición del Festival Llegás irá del 31 de agosto al 12 de septiembre en diferentes salas teatrales y con valores más accesibles que nunca. Ricardo: “En estos momentos, nos parece fundamental hacer el festival: el marco es festivo, queremos generar estímulo en la gente. Hay mucha gente que trabaja haciendo teatro, que su vida pasa por ahí, que pasa muchas horas dedicadas a hacer teatro. En ese sentido, creemos que el festival cobra más potencia en el hacer y genera contagio dentro de nuestra comunidad, que está ávida de estas movidas dentro de tanta lucha. La lucha es mano a mano para revertir esta situacion de un gobierno que no deja de atacar”.
¿Y vos?
¿A qué obra vas a ir?
Mirá la toda la programación del Festival en www. festival-llegas.com.ar
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

Artes
El teatro en asamblea para defender al INT

Guiso de lentejas, mate, y acciones. Eso y un sentimiento de alegría compartieron trabajadores de la escena teatral que se reunieron en asamblea el 9 de julio como cierre al Festival Nacional de Teatro en Resistencia Activa (ENTRÁ) que agotó entradas durante una semana en salas de todo el país con funciones a la gorra. La consigna: defender al Instituto Nacional del Teatro, amenazado por el decreto presidencial 345 que le quita la posibilidad de gestionar sus propios recursos. Aplausos y cantos para acompañar la Fiesta del Teatro, exigir la derogación del decreto contra el INT y apostar siempre a la fuerza colectiva.
Por María del Carmen Varela
“Seguir juntes en acción y movimiento”, propuso la actriz y bailarina Casandra Velázquez, una de las impulsoras del Festival de Teatro ENTRÁ, que finalizó el pasado miércoles 9 de julio con una asamblea de más de 150 personas reunidas en El Galpón de Guevara, sala teatral del barrio porteño de Chacarita. «El festival es un punto de partida, sucede en todo el país y da cuenta de la importancia del Instituto Nacional del Teatro para toda la comunidad teatral», subrayó Casandra.
Sumó la actriz y productora Eva Palottini: “El decreto 345 desmantela al INT. Perdemos representatividad por provincia y al perder la autarquía otros deciden como se maneja ese dinero. Si no se da de baja el decreto, hay salas del país que van dejar de funcionar”. La asamblea, organizada en formato de ronda, arrancó pasada la una de la tarde y durante más de tres horas, se expuso la difícil situación que atraviesa el sector de las artes escénicas. Hubo propuestas para enfrentar la crisis y se planearon futuras acciones para defender la continuidad del INT, organismo clave para el ámbito teatral. Eva: “Es fundamental que entendamos cómo llegó el teatro independiente a ser lo que es hoy porque mucha gente puso muchas horas de su vida para lograrlo, tenemos que rendir honor a eso”.
Desde hace poco más de un mes casi un centenar de jóvenes de entre 20 y 40 años comenzaron a juntarse en el Galpón de Guevara los domingos por la tarde para discutir las problemáticas de la escena local e instaron a otras comunidades teatrales de distintos puntos del país para sumarse a realizar asambleas y acciones performáticas. El resorte que movilizó los encuentros fue la exigencia de la derogación del decreto 345 que le quita autarquía al INT, lo que provocaría su progresivo desmantelamiento. Cientos de salas en todo el país se verían afectadas por esta medida. La primera asamblea fue posterior al abrazo al INT del 1 de junio, pocos días después de la publicación del decreto presidencial. De estos encuentros surgió el Festival Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa (ENTRÁ), la realización de la “Black Carpet”, la alfombra negra en la entrega de los premios Martín Fierro al Teatro transitada por varixs artistas que repudiaron el decreto. Surgió también la marcha desde el cine Gaumont hasta el Congreso el miércoles 2 de julio, donde confluyeron en la marcha de Jubiladxs.

“La importancia histórica y la mlitancia de los teatristas hace que se consolide una ley que fomenta y protege al teatro. Para eso se crea la ley 24800”, dijo Alfredo Badalamenti, representante de la provincia de Buenos Aires por el INT. “Este cargo que hoy ocupo lo podría haber ocupado cualquiera de ustedes si hubiera habido concurso. No hay concurso ahora. La Ley Nacional de Teatro modificó la realidad teatral del país, en todo el país hay salas sostenidas por el aporte del INT. Los diputados conocen la labor del INT y esta llegada es lo que garantiza la ley”.
La actriz, dramaturga e integrante de Teatro x la Identidad, Amancay Espíndola, contó a la joven comunidad teatral reunida en el GalpóndeGuevara: “Teatro x la Identidad comienza hace 25 años, en las caóticas asambleas donde todos queríamos hablar. Yo tengo 80 años, así que sáquenle 25, el promedio acá es más joven y eso me alegra muchísimo. Ahora quedamos trece en la comisión de Teatro x la identidad. Nos une el trabajo continuo. Les pido que continuen esta lucha, necesitamos dejar la posta. Ustedes son la posta”.
Matías Milanese, integrante de la compañía Los Pipis Teatro anunció: “Las asambleas van a seguir, las intervenciones y performances también. El Festival fue el caballo de Troya de todo esto que nos preocupa”. El micrófono fue pasando de mano en mano de cada unx de lxs oradorxs que se anotó para compartir sus inquietudes. La actriz Mirta Israel invitó a actuar con “paciencia revolucionaria, el recorrido no es de resultados rápidos”. Pino, trabajador del Hospital Garrahan destacó “las luchas que están creciendo. Tenemos que defender la salud, la educación, la cultura, a los jubilados, vamos todos a la marcha del 17”. Al finalizar la asamblea el canto fue unánime: “Es nuestra escena, es nacional, la defendemos porque es nuestra identidad”.
@festivalentra

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