Sigamos en contacto

Artes

Tres viajes por el teatro

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Tres obras de calidad para un fin de semana viajando hacia el teatro. PaCata y sus cinco escenas que rinden culto al amor y sus diversas formas, en un marco de naturaleza que desborda y abraza. Somos familia propone reflexionar sobre qué es ser familia y de qué manera dar lugar a los cambios, los duelos, las ausencias y las crisis económicas sin perder ternura ni complicidad. Nacidas con fórceps es un homenaje a la amistad, al rock and roll y a las múltiples maneras de encontrar la chispa que ilumine un camino común. Por  María del Carmen Varela

PaCata

Un librito con textos y dibujos es el primer acercamiento a PaCata, la obra de danza-teatro de Cata Briski. Es entegado en mano en la boletería de Sala Perra, en el barrio de Chacarita y quien te lo da te pide que lo devuelvas al irte. Cada libro recorre entonces muchas manos y así  invita a entrar en otra frecuencia de sensibilidad una vez traspasada la puerta rosa de Bonpland al 800. PaCata recorre cinco escenas especialmente dedicadas: a Jacinta (hija de Cata), a la danza, al río, a la desobediencia y a su madre, padre y hermanas. Así describe Cata su nueva creación: “Una Catarsis, una danza que pretende enunciar mis dedicatorias más profundas, a los amores y no amores que me han dado la fuerza y la fragilidad para vivir no feliz, sino sinceramanete. Bailar es reescribir”.

Cata reescribe con su cuerpo cada escena de este viaje a su propio universo que arranca con un video donde se la ve de espaldas, navegando hacia algún lugar. Esa será la única intervención tecnológica, lo que le sigue es cuerpo, movimiento, música, voz, corazón y entrega. Desde hace un año y unos meses esta bailarina, intérprete, coreógrafa, dramaturga, docente y gestora cutural vive con su pareja y su hija Jacinta, que cumplió un año en mayo, en la primera sección del Delta del Tigre.  ¿Cómo influye el territorio habitado a la hora de la creación? “Yo estoy reciente mudada a un lugar tan distinto, no me animo a decir conclusiones pero sí creo que hay un despoje de alienación. Son territorios que te permiten estar más conectada con un vacío”.

En mayo de 2023, a pocos meses de mudarse, en ese ir y venir del delta a la ciudad por cuestiones laborales, Cata contaba a revista MU: “Hay algo de CABA que me expulsó. Es un territorio donde no es posible la resistencia. El mercado nos envenenó por todos lados. No se puede construir vivienda, no se puede alquilar, todo eso es muy hostil. No quiero adormecerme, no estoy tan alienada como para que no me duela; me duele y me quiero ir pensando estrategias porque techo, trabajo y comida son prioridad. En estos territorios me parece que hay una posibilidad un poco más real, aunque todo es tan reciente que no tengo conclusiones”. Este paisaje elegido toma forma en su obra, aparece algo del fluir del río, la bondad de la madera, los sonidos de la naturaleza y hasta el aroma a bosque, cuando logramos conectar desde los sentidos”.

En la última etapa de la pandemia, Cata comenzó a escribir la dramaturgia. “Es una dedicatoria a estos amores como la danza, el río, mis padres, hermanas. Después agregué la escena para Jacinta porque cuando la escribí todavia no estaba embarazada. Fue una necesidad de hacer un homenaje, con esa danza medio ritual, en un momento de mi vida post pandemia donde empecé a necesitar otros paisajes y otros hábitos, con más tiempo para contemplar mi vida y mis afectos. Ahí nacen las ganas de crear y ser la protagonista de esa creación, para que se pongan en juego mis investigaciones y mis deseos y sea mi cuerpo el que lo atraviese”. Danza, poesía, un manifiesto, la voz de su padre, su propia voz, una canción, una foto, son  los ingredientes que amasa PaCata, los resortes de los que se disparan los diferentes climas, el remanso que no pierde la intensidad, la profunda determinación cargada de ternura.

Tres viajes por el teatro

Una vez que Cata supo a dónde quería ir con su obra, convocó a un grupo de amigas y colegas que la acompañaron a investigar las escenas ya escritas. “Es un equipo de dirección que hace que todo siga y no se detenga el proyecto con el tiempo de la maternidad, que es otro. Es importante para mí seguir trabajando en este contexto tan dificil, entonces agradezco la participación de gente que un domingo a la tarde este queriendo formar parte de este invento tan raro que es el teatro”. En uno de los primeros ensayos, Cata llegó con náuseas y se pusieron a charlar sobre quién sería su obstetra. “Siempre lo más importante de la obra era que me cuide, me aloje en mis necesidades y en mi presente”.

PaCata exhibe la emocionalidad de lo real, la rusticidad de un paisaje donde lo esencial está frente a los ojos y la posibilidad de una danza que traspasa lo individual para fundirse en una matriz común. Cinco dedicatorias en las que la protagonista baila con la inspiración de lo que considera lo mejor de su vida. Y lo mejor, tal como ella misma aclara, no reposa en la sensación de plena felicidad sino en la condición de ser precisamente genuino. La obra busca que seamos algo más que espectadorxs, propone llevar mate, se ofrece chipá, y Cata logra hacernos parte de lo que sucede ahí nomás, tan cerca que no se siente ajeno. “Todas las escenas, desde las más poéticas a las más literales están atravesadas por la sinceridad, donde si en la función estoy cansada, si necesito interrumpir, tomar agua, o la danza toma otra forma, tratamos de ser fieles a la poética de cada escena”. En este marco que describe Cata y en la función en la que estuvo presente lavaca, Jacinta bailó junto a su madre. Con pequeños pasos se fue deslizando junto a ella y cada vez que su pequeña anatomía caía al suelo, se levantaba al instante. Antes del solo final, entró a escena con hambre. Cata pidió permiso y le dio la teta mientras el acordeonista Pedro Bragan aportaba su música a ese momento. “Para mí llegar a una función significa embarcarnos, llevar a la bebé, los bolsos, entonces llego con toda esa preparación, con todo lo que implica llegar al trabajo. Está todo eso en mi piel”.

Teatro Cooperativa Perra, Bonpland 800, CABA

Domingo 30 de junio, 18 hs

@catabriski

Somos Familia

Una copa de vino amablemente ofrecida por las anfitrionas del espacio teatral antes de entrar a la función es el primer paso para empezar a sentirnos cercanxs a esta familia que nos espera en la sala de Moscú Teatro. Mamá, papá, dos hijas y un hijo. La escena recorre un momento típico de cada familia: un almuerzo de domingo. En este contexto todo puede suceder. Las anécdotas de la madre, las ocurrencias del padre, las discusiones a flor de piel, las risas, los enojos. Una rutina quebrada por una noticia que no tardará en llegar. ¿Cómo se reconstruye la dinámica familiar para afrontar lo inesperado?

Tres viajes por el teatro

La mesa está servida y la comida es el punto de unión, la excusa perfecta para que una familia se reúna. Laura —una de las hijas, hermana de Sabrina y de Emilio— nos da la bienvenida y nos pone al tanto de algunos detalles de lo que vamos a ver.  La actriz y dramaturga Carla Giurastante (Laura) rompe la cuarta pared, nos mira, nos habla y genera complicidad con quienes estamos en las butacas. La crisis económica golpea la armonía familiar y como consecuencia impacta en una realidad difícil de sostener. ¿De qué manera se mantiene la unión de la familia cuando la economía no permite cumplir con los objetivos personales?

Somos Familia es un biodrama. Carla finalizó la carrera de Dramaturgia en la EMAD y en una materia investigaron sobre este género teatral. La tarea fue escribir una escena de siete páginas y así fue como compuso una de su familia almorzando, que luego fue representada por algunxs de sus compañerxs. Le divirtió tanto que al volver a su casa se sentó a escribir la obra. Luego se la leyó a toda su familia, incluido su ex novio, ya que en ese momento seguían juntxs y de hecho él forma parte de la obra como también el perro que tiempo después murió. “Tenía que enfrentarme a esos cambios pero quería hacerla. Lo bueno del biodrama es que te permite jugar y aproveché esa situación para darme ciertas licencias”. Le propuso la dirección de la obra a Julieta Timossi, que ya la había dirigido en El semental, de Ivana Schiaffino, y Julieta le propuso que  la dirección sea compartida teniendo en cuenta que se trataba de su familia y sería apropiado contar con su mirada.

Una de las primeras decisiones tuvo que ver con lo escenográfico: una mesa, seis sillas y no podían faltar los colores. El padre de Carla es artista plástico especializado en color entonces junto a él analizaron la gama de colores. Los ensayos fueron en la casa del actor Jorge Román Fernández (el padre en Somos familia) y “eso hizo que se formara el hogar de manera inmediata. En la obra comemos de verdad, en los ensayos también. Si bien se trata de mi familia a la vez es una ficción entonces empezamos junto a Julieta a ver qué  nos convenía para algunas decisiones. En el caso del perro, juamos con un perro ausente pero presente en la obra, todos interactuamos con él al igual que con mi ex novio que está representado como una silla vacía. En la obra original él hablaba así que quitar sus diálogos y dejar la ausencia hizo que su presencia sea mayor”.

El humor está muy presente durante todo el transcurso de la obra. Es inevitable identificar algunas situaciones como propias ya que si bien es cierto que “cada familia es un mundo”, hay cuestiones comunes que nos pueden hacer soltar la carcajada y también la lágrima. Hay encuentro, desencuentro, despedidas y “las vueltas de la vida que a veces son lo opuesto a lo que soñábamos”. Carla remarca que cada actor y actriz tiene “algo” de cada integrante de su familia. Sabrina, la hermana menor, tenía que ser representada por una bailarina. La hermana —en la realidad— de Carla le recomendó a una amiga, Tamara Rocca quien finalmente encarna ese rol. En cuanto a Emilio, el hermano, había pensado en un actor por el parecido físico y finalmente es interpretado por el actor Guido Veneroni, compañero de actuación de Carla. “Me sorprendió al captar la esencia del personaje sin siquiera saber lo que yo tenía en mente al escribirla”.

Desde los elementos clásicos de lo que habitualmente catalogamos como familia, la obra se corre del estereotipo y da lugar a la reflexión de que no siempre lo biológico remite a “ser familia”. En esta ocasión, dos ausencias —que realmente tienen peso— carecen de la sangre en común con el resto de los integrantes aunque eso no atenta con la condición de sentirlos parte. La muerte o el cambio de rumbo son factores que pueden incidir en lo cotdiano, porque así es la vida. Y claro, así son las familias.

Teatro Moscú, Juan Ramirez de Velazco 535, CABA

Viernes 20.30 hs

@somosfamilia.laobra

Nacidas con fórceps

¿Cuál es tu secuela de haber nacido con fórceps? “A mí me agarró como una turbina acá en el centro de la cabeza”, cuenta Turbina. “Contá tu secuela y sumate al club”, proponen la Papo, Turbina y la Enana. ¿Quiénes son? Un trío que se las trae. Tres minas fuertes y empoderadas, una marea musical que estalla en el escenario a puro rock and roll. Ellas son: Nacidas con fórceps y se suben a las tablas con un objetivo concreto. Desde hace 17 años ensayan en un garaje al que llaman El Manantial y  ahora la dueña quiere alquilarlo. Para recuperarlo, arman un show a beneficio. ¿Lo lograrán?

Tres viajes por el teatro

Los fórceps se comenzaron a aplicar en el siglo XVII en los casos en los que se complicaba el parto y la cesárea aún no era practicada. Esta metodología que consiste en colocar unas pinzas metálicas en la cabeza de la criatura para forzar su salida permitió salvar ambas vidas y evitar consecuencias graves tanto para la madre como para el recién nacidx. Aún así, esta práctica acrecienta lo traumático que ya de por sí es el parto para quien llega a este mundo. La Papo, Turbina y la Enana nacieron en estas condiciones e investigaron su incidencia en la personalidad de quienes atravesaron esta experiencia: No les gusta que lxs contolen ni lxs manipulen, con frecuencia sienten que los jalan fuera de las situaciones, piensan que deben hacer todo por sí mismxs, creen que no importa cuánto hagan, nunca es suficiente y sienten que su cabeza y su corazón están separados, desconectados de sus sentimientos. Pese a ser muy diferentes, las tres se sienten unidas por su forma de nacer y si bien son colegas y miembros de la banda, ante todo, son amigas.

Un recital que a la vez es una obra. Así definen este nuevo show que a diferencia de los anteriores de este trío —Fiorella Cominetti, Julieta Filipini y Carolina Bonzi Ferrer o Las Ramponi— pone el acento en lo musical. Vienen trabajando juntas desde hace más de una década, armaron Myriam Cardozo y las golondrinas del monte y en esta oportunidad volcaron sus energías y entusiamos en montar un concierto de siete canciones donde se lucen tocando la guitarra, el bajo y la batería.

“Queríamos trabajar con el universo del rock” asegura Fiorella (o Vanesa La Enana Rodriguez), la baterista del grupo. El año pasado convocaron a la dramaturga y directora Laura Fernández para que las organizara. Vieron muchos documetales sobre el rock en los 80 y los 90, compusieron letras, buscaron los personajes, armaron la estructura de la obra y se coparon con la idea de un falso documental, al estilo This is Spinal Tap, filmada en 1984 por una banda fake que luego se hizo famosa, sacó discos e hizo giras. En noviembre hicieron un par de shows experimentales en el Club Atlético Fernández Fierro y este año decidieron poner el sello Ramponi. La idea fue “hacer un recital y que brote la teatralidad y la dramturgia más que pensar situaciones dramáticas y después llevarlas a escena. Armar los personajes desde sus particularidades, que sean medio estereotipos, pero singulaes, reconocibles en el universo del rock  y desde ahí que se vaya filtrando informacion de quiénes son, qué es de sus vidas”.

Jugaron también con el estilo de la mujer en el rock. Sus personajes son políticamente incorrectos, para nada caretas y sobre el escenario muestran defectos y vulerabilidades. “La escena del rock está por lo general monopolizada por los chabones, en el escenario los chabones tienen una manera de ser, de vincularse, esa misma impronta en mujeres se lee distinto”. En lo musical trabajaron con el músico y productor Francisco Cirimele. Julieta tocaba la guitarra, ya tenía una eléctrica y el año pasado se puso a estudiar. Carolina aprendió a tocar el bajo y Fiorella, batería eléctrica. “Primero aparecieron las canciones, después los personajes y luego el ensamblado. El plan de ahora es hacer videoclips, llamar a amigas y amigos realizadores. Tenemos siete canciones, y queremos que cada una tenga su videoclip cada una con su estética”.  

Al finalizar cada show, el público pide más canciones y ellas dicen “No, tenemos solo siete”. Pero como son buenas pibas y quieren complacer a su público, hacen un bis. Uno de los temas se convirtió en hit y la gente corea “Mi gato Gimena es lo más, Baila mis temas, llora conmigo a la par, Toma vino, Fuma conmigo”. Sueñan con ser teloneras de alguna banda de renombre. Y realmente están a la altura. “Ellas vienen del conurbano, de ranchar en la vereda, tomar el tren. Las imaginamos de adolescentes inventando movidas de resistencia”. Nacidas con fórceps es una oda a la amistad. Si no hay puntos de contacto se los busca y haber nacido con pinzas incrustadas en la cabeza tranquilamente puede ser un primer acercamiento a lo común. Es un homenaje al espíritu del rock y que sea un espíritu no signfica que esté muerto, en todo caso se tomó un descanso, pero la magia está en saber esperar ese fuego que venga a incendiarlo todo. Turbina, la Papo y la Enana guardan un encendedor y saben cómo usarlo.

Cultural Morán, Pedro Morán 2147, CABA

Viernes 28 de junio, 22.30 hs

A partir de julio, domingos a las 21 hs

@lasramponi

Teatro

La Alfombra Negra: artistas en defensa del Instituto Nacional del Teatro

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La acción organizada por la gente del teatro con la “Black carpet” mientras se entregaban los premios Martín Fierro al teatro por primera vez. Las reflexiones, las voces de adentro y afuera en una noche helada, al calor de hacer todo para defender al Instituto Nacional del Teatro de los proyectos de desfinanciación y destrucción del gobierno. La movida ENTRÁ, que convoca y sigue invitando a cientos de salas de todo el país del 3 al 9 de julio.

Por María del Carmen Varela

Fotos: @cuandosuenaelrio- Mariana Varela

La esquina de Caffarena y Pedro de Mendoza, en el barrio de La Boca, donde está ubicada La Usina del Arte es el lugar donde en una noche de lunes helada se entregan los premios Martín Fierro al Teatro por primera vez. Sobre la alfombra roja se lucen vestidos y trajes de fiesta, la entrada está llena de artistas nominadxs y periodistas con micrófono en mano para hacer las preguntas clásicas sobre estados de ánimo, expectativas y comentarios sobre el outfit elegido. Un grupo de muñecos-animales coloridos baja de una camioneta. Los muñecos se ubican en la entrada y al rato entran en fila a la fiesta donde se reconoce el trabajo de actores, actrices, directorxs, coreógrafxs, escenógrafxs y vestuaristas del teatro independiente, oficial y comercial. En la plaza que está frente a la Usina, otra alfombra se prepara.

La alfombra negra o black carpet se despliega sobre el piso para evidenciar que el teatro está en peligro. Sin Instituto Nacional de Teatro ¡No habrá nada que premiar!, indica la bandera sostenida por trabajadorxs de las Artes Escénicas y graduadxs de la UNA que celebran el arte y señalan el peligro que representa la puesta en marcha del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro.

La Alfombra Negra: artistas en defensa del Instituto Nacional del Teatro

Por la black carpet pasaron distintxs artistas para expresar su apoyo al INT. Eran esperadxs por tres conductorxs vestidos elegantemente con llamativos tapados noventosos. Presentaron a cada artista y les preguntaron por qué es importante que el INT se mantenga en actividad. El primero en desfilar por la alfombra negra fue el director teatral Alejandro Tantanián, nominado por El trágico reinado de Eduardo II, El corazón del daño y Como nunca otra vez. “Me parece un desastre lo que está pasando. Hay que derogar ese decreto ya. Es algo que tiene que ir por la vía legal, se tienen que encargar nuestros representantes”. El actor Ariel Osiris, actor de Cantata para una rumia mental destacó que la Ley Nacional de Teatro es única en el mundo y hay que apoyarla. La actriz Laura López Moyano, nominada por la obra La fueza de la gravedad, pidió “que el Instituto siga funcionando y apoyando al teatro independiente, yo soy parte de eso, por eso estoy nominada”.

Tumbar el decreto 345

Pablo Gorlero es director teatral, periodista y escritor: “Quieren que seamos un pueblo estúpido, no es solo el INT, son todas las entidades cuturales las que pretenden desmantelar, hay un ensañamiento en torno a eso. El fascismo siempre arremete contra la cultura y la ciencia, hay algo parecido acá. La ley Nacional del Teatro llevó mucho tiempo, mucha gente luchó por obtener esa ley  y fue contra viento y marea. El INT facilita que nosotrxs, como teatro independiente, podamos llevar a cabo nuestras obras y las salas puedan funcionar. El teatro argentino es un  baluarte en el exterior”. La obra dirigida por Gorlero, Gayola en París, fue ganadora en el rubro mejor unipersonal. La actriz Claudia Cantero contó en la black carpet que fue jurado del INT en Rosario y resaltó que sin el Instituto, el impacto “en el interior del país será un golpe durísimo. Yo viví la historia completa del INT, desde que salió la ley.  El crecimiento del teatro en el interior fue exponencial, se financió la capacitacion, se compraron teatros. Sería un durísimo golpe. No lo podemos permiti”.

“Hay que tumbar el decreto 345 de Milei –asegura el actor Iván Moschner–. Tiene que ser derogado para que siga existiendo el INT.  El único objetivo del gobierno es quedarse con los fondos del teatro argentino. Lo principal es que los artistas estemos organizados en todo el país en asambleas, organizarnos para movilizar en la calle y hacer derogar el decreto”.

La Alfombra Negra: artistas en defensa del Instituto Nacional del Teatro

Nadie barre bajo la black carpet

La actriz Paola Barrientos, ganadora como mejor actriz de obra comercial por Esperando la carroza: “Por mi generación, yo soy hija del Intituto Nacional del Teatro, de la Escuela Municipal de Arte Dramático. Es absolutamente necesario un Instituto  que defienda el trabajo, sobre todo del teatro independiente. Yo hoy estoy ternada por el teatro comercial, sin estos organismos que estimulan el trabajo, hubiese sido imposible que yo esté siendo reconocida por ese trabajo. Es muy necesario que el INT se sostenga y que los legisladores de todas las provincias honren su trabajo y defiendan el teatro. En muchos lugares del pais, si no hay INT no hay teatro. Senadores, diputados, pónganse las pilas, vengan, conversen con nosotrxs, que les vamos a explicar por qué es tan necesario un Instituto Nacional del Teatro”.

El actor Pablo Echarri cerró la pasarela y aseguró: “Hay muchos organismos culturales que fueron construidos a lo largo de las décadas con participación ideológica muy diversa, no fueron solo conquistas de gobiernos populares. En un momento la Argentina tuvo un consenso de que la cultura era una herramienta importante, no solamente para la identificación de un pueblo sino para el desarrollo económico.  Esta iniciativa como las de ustedes pone el tema en agenda y hay una herramienta que es el Congreso, todavia hay posibilidad de tirar para atrás el decreto 345.   Hay que salir a convencer a los legisladores de que no tienen que llevar adelante este retroceso”.  Pasaron también por la black carpet Camila Peralta, Bábara Hang, Diana Szeinblum, Lucia Aduriz, Valeria Correa, Malena Solda, Esteban Meloni, Martín Flores Cárdenas, Analía Couceyro, entre otrxs.

La Alfombra Negra: artistas en defensa del Instituto Nacional del Teatro

El Parlamento de Pilar

Durante la ceremonia de entrega de premios, conducida por Karina Mazzoco y Martín Bossi, varixs artistas se hicieron eco de la difícil situación que atraviesa la cultura cuando les tocó subir a agradecer la estatuilla. La actríz Pilar Gamboa, integrante de la colectiva teatral Piel de lava, ganadora como actriz protagónica off por Sombras, por supuesto y Parlamento, fue la primera de la noche en referirse concretamente al conflicto: “Del off vengo, en el off voy a estar y en el off voy a seguir toda la vida, es mi lugar de pertenencia, de experimentación y es un lugar de resistencia, es tan interesante hacer teatro autogestivo, juntarse con lxs que una quiere hacer teatro”.

Después da agradecer a sus amigas de Piel de lava, contó: “También quiero decirles que afuera, a las ocho de la  noche, se hizo una black carpet, una perfo muy interesante de un montón de artistas muy jóvenes que se juntaron para decir que sin teatro no hay premiación y que defendamos al Instituto Nacional del Teatro. Gracias al INT nosotras con Piel de lava pudimos llevar nuestro teatro a un montón de ciudades del país y para eso fue fundamental el INT, por eso sigamos defendiéndolo. No van a poder con el teatro y sobre todo van a ganar la batalla si se nos va el entusiasmo. Así que militemos el entusiasmo”. Pilar fue ovacionada por sus colegas.

La Alfombra Negra: artistas en defensa del Instituto Nacional del Teatro

Kartun, Fanego y Goity

Otrxs artistas se sumaron a la consigna de defensa de la cultura teatral. Sebastián Furman, ganador por música original del show de Bla Bla y Cía, Modelo vivo muerto, mencionó también a la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Escenográfica (ENERC) y al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA): “Defendamos nuestras instituciones, que son orgullo nacional”. El dramaturgo Mauricio Kartun fue galardonado por su trayectoria y agradeció al INT: “Todos los espectáculos que estrené en los últimos veinte años tuvieron de alguna manera u otra el apoyo del Instituto. Hoy está pasando un momento dramático”.

La Alfombra Negra: artistas en defensa del Instituto Nacional del Teatro

Modelo vivo muerto ganó como mejor obra teatro off y Manu Fanego destacó “el trabajo colectivo, independiente es lo que nos sostiene”. El ganador del Martín Fierro de oro, Gabriel Puma Goitiy recordó a sus maestrxs de la Escuela Nacional de Arte Dramático, actual Universidad Nacional de las Artes (UNA). “Qué importante es la educación pública. Todos los que estamos acá damos todo por el teatro, al teatro hay que militarlo. Es fundamental el Instituto Nacional del Teatro, les pido por favor, revísenlo, piénsenlo”.

El festival ENTRÁ

La Alfombra Negra: artistas en defensa del Instituto Nacional del Teatro

Del 3 al 9 de julio trabajadorxs de las artes escénicas están organizando el Festival ENTRÁ – Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa. Sucederá en cientos de salas de todo el país y busca difundir la actividad teatral, fortalecer lazos entre creadorxs y público y reivindicar el valor del arte como  herramienta de resistencia y transformación social. Hay tiempo hasta el miércoles 25 de junio para inscribir obras al Festival. El día del inicio del Festival, el jueves 3, se realizará a las 11 de la mañana una caminata desde el CCK hasta el Instituto Nacional del Teatro. Caminata, movilización, marcha, performance o como quieran llamarla, para abrazar al INT y que viva el teatro.

Acá más información de ENTRA

https://drive.google.com/file/d/1ZY6oMJjngWmYt7gCb08IfUEkSHcU3k-C/view

La Alfombra Negra: artistas en defensa del Instituto Nacional del Teatro
Seguir leyendo

Teatro

ENTRÁ: una semana de teatro contra la motosierra

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

El Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa (ENTRA) organiza una semana de funciones teatrales de todas las salas que quieran sumarse, del 3 al 9 de julio, como una gran vidriera del trabajo artístico “y un megáfono para visibilizar la situación de emergencia cultural que atraviesa el sector”, según plantea. La crisis incluye el desfinanciamiento del Instituto Nacional del Teatro, que pone en crisis tanto lugares y puestos de trabajo, como la riqueza teatral y cultural que se ha venido gestando con el correr del tiempo. Trabajadorxs de las Artes Escénicas de Buenos Aires con redes en todo el país planean distintas acciones performáticas y el Festival teatral. Los datos para sumarse y participar.

La asamblea de artistas ya lleva tres encuentros en El Galpón de Guevara de Chacarita (CABA), y está en contacto permanente con otras asambleas de distintos puntos del país: su espíritu federal busca visibilizar la falta de políticas destinadas a la gestión cultural pública. El resorte que puso de manifiesto la necesidad de juntarse a pensar y pasar a la acción fue el decreto presidencial que perjudica, entre otros,  al Instituto Nacional del Teatro (INT) y una precariedad cada vez más notoria que afecta fuertemente al sector desde hace años y se agravó desde la asunción del actual gobierno.

¿Qué dice el decreto 345/2025 sobre el INT?

Este decreto publicado el pasado 21 de mayo, convierte al INT en una unidad organizativa de la Secretaría de Cultura de la Nación y disuelve su Consejo de Dirección. Crea un Consejo Asesor con carácter ad honorem. De esta manera le quita su condición de ente autártico, es decir, pierde la capacidad de gestionar sus recursos y pasa a depender de la Secretaría de Cultura. El decreto alega “una gestión deficiente de la administración”. Se espera que el resultado sea el progresivo desmantelamiento y más despidos con el fin de “equilibrar las cuentas públicas”.

¿Para qué sirve la Ley Nacional de Teatro?

El Instituto Nacional del Teatro fue creado gracias a la Ley Nacional de Teatro (24800), una norma modelo impulsada por el sector artístico que está vigente desde 1997 y con el tiempo consagró a Buenos Aires como una de las ciudades con más salas teatrales del mundo. El apoyo a teatros, espectáculos y elencos a partir de concursos, muestras, festivales, premios, becas, planes de formación e investigación, permitió que cada vez más salas y espacios culturales surgieran a lo largo del país y generó trabajo para trabajadorxs del arte. Si el INT se desfinancia, el resultado será el cierre de salas y pérdida de puestos laborales y de esa riqueza cultural gestada en años de trabajo.

Como modo de manifestar la necesidad de defender la cultura, la asamblea propone –en articulación con asambleas de todo el país– un Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa (ENTRA), del 3 al 9 de julio. ¿Para qué un encuentro de teatro? “En el marco del decreto 345/2025 por el cual se pretende modificar los elementos esenciales del funcionamiento de INT y convertirlo en una oficina más de la Secretaría de Cultura de la Nación y en el contexto de ajuste sistemático a la cultura, nos proponemos brindar una semana de funciones teatrales como una gran vidriera del trabajo artístico, utilizando el hecho escénico como megáfono para visibilizar la situación de emergencia cultural que atraviesa el sector. El festival tiene como finalidad difundir nuestra actividad, fortalecer los lazos entre creadores y públicos y reivindicar el valor del arte como herramienta de resistencia y transformación social”.

De este Encuentro Federal podrán participar todas las salas que quieran sumarse y proponer al menos una función a la gorra del 3 al 9 de julio, día en que se realizará una asamblea abierta con el objetivo de trazar un mapa cultural nacional donde cada asamblea de cada localidad del país redacte un breve documento con reflexiones y propuestas.

Para participar, cada sala podrá completar el formulario, hasta el 23 de junio:

https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSdC-_McOtllp3grunOnY97VjU8C16vldEJP3O3ez3x4vVZS8w/viewform?pli=1

e-mail: [email protected]

IG: @festivalentra

ENTRÁ: una semana de teatro contra la motosierra
Seguir leyendo

Artes

Esa musiquita

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Liliana Herrero y Susy Shock presentaron Hay palabras, que no es un show sino una ceremonia que sembró emoción y magia. Junto al guitarrista Pedro Rossi y con artistas invitadas, las dos funciones programadas se agotaron en menos de 24 horas. Así fue la primera.

Por Claudia Acuña

Fotos Lina Etchesuri

Esa musiquita

Susy Shock tiene todas las palabras necesarias escritas en un libro que lee saboreando el tono exacto que necesita esta época. Las despliega como si sacara de una cajita mágica pañuelos de colores o palomas, o cualquiera de esas cosas que maravillan justamente porque no son exóticas, sino precisas: tocan algo que está muy adentro. ¿Será memoria? ¿Quizá emociones? No hay que esperar mucho para saberlo. Apenas un tema que templa las delicadas cuerdas de Liliana Herrero y entonces, sí, ya está, a la segunda canción, apenas nos estamos acomodando en la silla para disfrutarla, la pequeña gigante ya es La Herrero. No es justo decir que canta porque lo que hace es algo que va más allá de interpretar un tema. Tampoco lo actúa. Diría que lo siente, lo acaricia, lo sacude y lo atrapa como una médium poseída por los acordes y los sentidos de cada estrofa. Nos cantará Liliana:

“Toda la patria en el suelo
sobre dos palos en cruz
y encima el viento
y abajo el viento”.

Y entonces La Herrero es ese viento. Literalmente y sin metáforas.

Ya está.

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

A los pocos minutos de iniciado lo que nunca podrá denominarse show estamos definitivamente atrapadas en una ceremonia regada con lágrimas. Lloramos todes, sí, y es difícil definir por qué o demasiado fácil: no es por tristeza, aunque también; no es por dolor, aunque también; definitivamente no por nostalgia: es la belleza lo que conmueve.

Un rato antes y en el camarín Liliana estará brindando porque los chequeos médicos la consagraron ganadora de una guerra contra las células malas y Susy recordará aquella vez en la que su maestro de teatro, Héctor Propato, les preguntó qué era la felicidad. Luego de escuchar algunas respuestas, las corrigió: “La felicidad es ser lo que soñaste ser a los 20 años”. Susy tenía por entonces 18. Le pregunto cuál era su sueño. “Esto”.

Al verlas juntas en el escenario es difícil reconocer la fragilidad del cuerpo de Liliana baqueteado por los tratamientos, pero es evidente la seguridad que transmite la mirada de Susy cuando contempla lo que significa su compañera de escena, no solo para ella, sino para ese público y para esta época. Hay algo ahí para aprender, para valorar y para llevarse como recuerdo. Algo que abriga.

Esa musiquita

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

“Lili nos constituye como disidencia”, dirá Susy para hacer explícito ese legado. ¿Cuál es? Estoy, estamos, frente a una mujer de 77 años que no tiene edad cuando canta. Que lo hace, además, de una manera única, que es especial y esencial. Especial porque no hay otra como ella y esencial porque invita a romper moldes y barreras. También porque lo hace, hay que decirlo, desde el folklore, si se trata de ponerle una etiqueta a lo que entona para transformarlo en otra cosa. ¿Qué cosa? Otra vez será Susy la que tiene la palabra exacta:

“Me siento como una hormiguita frente al huracán

Así de inútil

Así de estallada”.

Así me siento, nos sentimos, porque este Hay palabras nos ha dejado sin ellas para definirlo.

Hay más, por supuesto.

Esa musiquita

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Quizá lo que emociona, también, es escuchar a Valen Bonetto en su dulce interpretación de Brotecitos.

Y a Mochi cantar:

“Nunca te entregues

ni te apartes del camino:

Nunca digas: No puedo más y aquí me quedo”,

Elles interpretan lo que hoy más se necesita: el futuro.

También suma que nos sorprenda Teresa Parodi agitándonos con Esa Musiquita:

“Tanta soledad, tanta falta
Tanta lejanía
Tanto no poder, tanta nada
Tanta despedida

Tan dolor de puertas cerradas
Tan dolor que humilla,
pero en tu piecita de lata
esa musiquita.

Cómo te devuelve a la vida

esa musiquita”.

Esa musiquita

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Esa musiquita, dirá Susy, es una poética.

La nuestra.

La que jamás tendrán ellos.

Quizá por eso mismo lloramos: para regarla.

Esa musiquita

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Esa musiquita

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.