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Campeonas: La movida del fútbol femenino

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Atraviesa todas las capas sociales y le da pelea al machismo. Cada vez más mujeres juegan al fútbol, entre ellas o con hombres. Y juegan mejor: rescatan los valores de equipo, para divertirse y seguir ganando partidos dentro y fuera de la cancha. ▶ MARÍA DEL CARMEN VARELA
El fútbol es un deporte masculino. No opines de fútbol, no lo entendés. Ah, ¿juegan al fútbol? Seguro corren todas atrás de la pelota. ¿Querés que te enseñe? Así no pasás vergüenza. Uh, entonces sos una marimacho. ¿Por qué no jugás al vóley o al hockey, que son más adecuados para mujeres?
Estas y muchas otras frases han tenido que escuchar las chicas que deciden patear una pelota por el placer de jugar. ¿Por qué juegan al fútbol? Porque les gusta y lo disfrutan. ¿Por qué el deporte más popular del planeta debería ser exclusivo para hombres? Cada vez más chicas alquilan canchitas, aprenden tácticas, arman torneos, entrenan jugadoras y dirigen partidos. Se calzan botines, visten short, camiseta y salen a la cancha. Corren, transpiran, traban, tocan, y gritan goles.

Campeonas: La movida del fútbol femenino

Cecilia juega con sus amigas todos los jueves, por Chacarita.
Foto: Lina Etchesuri


El desborde
El fútbol jugado por mujeres es un espacio en expansión en Argentina, no tanto por el apoyo institucional como por el desborde que generó una movida que no empezó en ningún lado y, por eso, no se sabe dónde termina.
Desde 1991 es considerado de manera oficial por la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) pero aún existe un abismo entre los recursos invertidos en comparación con el fútbol masculino, que mueve millones.
En fútbol once los equipos más destacados son Boca Juniors, River Plate, San Lorenzo y el tapado UAI de Urquiza, pero casi todas las jugadoras que componen esas formaciones siguen siendo amateurs.
Malas condiciones de las canchas, desniveles en los equipos y torneos suspendidos fueron habituales hasta hace poco más de cuatro años, hasta que la AFA, impulsada por la FIFA, empezó a prestar más apoyo. Un cambio clave: la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) ahora exige a los clubes de primera que para participar de la Copa Libertadores y la Sudamericana deben contar con un equipo de fútbol femenino.
Recién ahora, tras dos décadas y media durante las que creció de manera sostenida, se empiezan a ver resultados firmes, no creados desde las instituciones sino desparramados y forzados por el propio empuje de estas mujeres.
Alquilar la cancha
Además del clásico fútbol de once jugadoras, se juega el fútbol de salón o futsal. Esta modalidad es más práctica: basta con juntar cinco para armar un equipo, alquilar cancha y a jugar. “En el fútbol 11 es posible que estés en el banco y no entres a jugar. En futsal tenés cambios indeterminados, hay cuatro jugando, salen y entran otras. Podés ser suplente pero igual jugás un montón”, dice Nuria, jugadora de futsal en el Club Atlético San Telmo.
En la escuela primaria, Nuria se peleaba con su profesor de Educación Física porque no la dejaba participar cuando los varones jugaban al fútbol. En un torneo de la escuela secundaria preguntaron si alguna chica quería sumarse para completar el equipo: no lo dudó. No le pasaron la pelota en todo el partido, pero su logro fue que por primera vez una mujer jugó un partido donde jugaban solamente hombres. El chiste fue cargar al que peor jugaba diciéndole: “Hasta Nuria juega mejor que vos”.
Cuando terminó la secundaria se hizo socia de Racing y empezó a ir a la cancha. Tiene 25 años, estudia Letras en la UBA y da clases de Lengua. Hace siete años que empezó a entrenar, primero en la UBA, luego pasó por un torneo de ex alumnos y ahora juega en primera en el club San Telmo. Entrena tres veces por semana y el fin de semana hay partido. Nuria enumera una serie de situaciones marcadas por el prejuicio a las que tiene que hacer frente como mujer que elige jugar un deporte que hasta hace algunos años pertenecía al universo masculino:

  • “Se evalúa mucho a la piba que está jugando, tanto hombres como mujeres. Si tiene pelo largo, corto, más tetas, menos tetas. Cuando alquilamos una canchita tenés a los chabones mirándote y opinando. Siempre están analizando: suponen que sos un tronco”.
  • “Los hombres juegan más relajados, hacen lo que quieren. Eso todavía no lo logramos nosotras: todavía nos sentimos muy evaluadas, tenemos que ganarnos el espacio todo el tiempo”.
  • “Los árbitros no nos dan bola, muchas veces ni nos miran. A mí me gusta que me traten igual que a un varón. Si me pegan una patada, quiero que le saquen amarilla. Te ponen en un lugar como si fueras una niña, para protegerte. Ya no soy una niña: soy una mujer”.
  • “Los varones respetan que juegues, pero llegás a hacerles un caño por ejemplo, y a los dos segundos te demuestran que ellos son mejores: no se la bancan”.

Campeonas: La movida del fútbol femenino

Camila juega en la primera de River. Foto: Lina Etchesuri


Cuestión de vida
En la liga BAFI de futsal hay 12 entrenadores varones y cuatro entrenadoras mujeres. Constanza Casuso es una de ellas, también del Club Atlético San Telmo. “En los partidos me voy dando cuenta de cómo evolucionan las chicas. Hacemos trabajo físico, táctico y técnico, de acuerdo a cómo estuvo el partido del fin de semana anterior. Ahora estamos con veinte chicas en la escuelita, desde 12 hasta 35 años. Me encanta ganarles a equipos que tienen directores técnicos varones”.
Los hermanos de Coty jugaban al fútbol y ella no quería quedarse a un costado mirando. Primero se lo comunicó a su mamá y luego fue a hablar con el profesor. Eran todos chicos, pero el profe no tuvo inconveniente en incorporar a una nena de 11 años. “Me encantaba jugar con ellos, era uno más. Si bien me trataban con respeto, como un par, a algunos no les gustaba. Mi mamá me llevaba a jugar, me decía que jugaba mejor que los chicos. Yo rompía las zapatillas en las canchitas y me dijo: te voy a comprar los botines. Mi familia siempre me acompañó”. Con 26 años, Coty juega en la primera división del Cub San Telmo y le quedan tres meses para recibirse de directora técnica: con su título de DT podrá dirigir primera división -tanto hombres como mujeres-, en toda América Latina. Si hace un año más, estará habilitada para dirigir también en Europa. Coty sueña con poder vivir del fútbol: “Quizás en el europeo podría lograrlo, acá todavía falta un largo camino por recorrer”.
Entrena tres veces por semana en San Telmo con sus mejores amigas y sábados o domingos juegan partidos de local o visitante. Hace cinco años eran diez chicas: ahora son unas treinta jugadoras.
El sueño de la piba
En el Club Mugica de la Villa 31 unas 60 mujeres se reparten en la escuelita. Hay menores, juveniles y mayores recreativo, en las categorías primera y tercera. Integran la Liga FEFI y eso es todo un mérito: es la primera vez que entran en una liga tan competitiva. Tienen una canchita delante de la capilla Cristo Obrero, en la que las chicas que viven en la 31 entrenan futsal.
Luz Aramendi, de 28 años, es profesora de Educación Física, está terminando la carrera de Pedagogía y Educación Social, jugó en Atlanta hasta hace unos meses y ahora es entrenadora en el Club Mugica junto a Josefina y Glenda. Su historia indica que a los 8 años se escapaba por la ventana de su cuarto para ir a jugar a los picados que armaban los chicos en las calles de tierra de su pueblo, O’Brien, partido de Bragado. “El fútbol es un espacio de apropiación que sucede con el cuerpo, jugando, disputando, compartiendo, resignificando la idea de placer, tan prohibida para las mujeres en lugares que suelen ser destinados a los hombres. Significa resistencia, una manera de pensarse de manera colectiva”.
Los días de entrenamiento son los martes y jueves a la tarde, y los fines de semana se juegan los partidos. “Siempre están dando vueltas los pibes para jugar en los tiempos muertos y la regla es que en ese momento el espacio es de ellas, ellos tienen otros días para jugar. Entre todas tenemos que poner un límite”.
Lograr lo imposible
Delfina Corti tomó contacto con el fútbol desde chica: su hermano le enseñó a patear la pelota y a entonar cantitos para arengar a Racing. Los fines de semana los visitaba su primo y el living se convertía en cancha.
En la secundaria en el Nacional Buenos Aires, se anotó en vóley pero junto con sus compañeras insistieron en jugar al fútbol, que no estaba incluido para mujeres: lograron así que les permitieran jugar también a las chicas. Ya egresadas, varias ex alumnas armaron un grupo de Facebook para organizar un torneo de fútbol 5 femenino en el Buenos Aires: también lo lograron. Fue un éxito: en el primero hubo ocho equipos. Este año hay quince y planean armar dos categorías.
Delfina cuenta: “Veo en el torneo que hay equipos que están muy afianzados y son muy buenos. Hay otros que están empezando, se comen 15 goles por partido, pero igual la pasan bien y tienen ganas de aprender”.
Voz de mujer
Para seguir de cerca este fenómeno hace poco más de un año arrancó El Femenino, un programa de radio que se emite por Internet los lunes y viernes. Con un cronista por cada equipo, entrevistas a jugadoras, dirigentes e invitadas al piso, le dan al fútbol 11 femenino el espacio que se ganó. Conductora y productora junto a Nicolás Valado, Romina Sacher es también jefa de prensa de UAI Urquiza, uno de los equipos más sólidos del torneo de primera de once jugadoras. Cuenta: “Realizamos un trabajo muy fuerte en redes sociales, con el minuto a minuto de los partidos. Tenemos una web que funciona como fuente de información, con la tabla de posiciones actualizada y la fecha completa cargada en la página. Queremos hacer un producto de calidad y tenemos mucho respeto a la jugadora como atleta”, dice la conductora de unos de los dos programas de radio dedicados exclusivamente al fútbol femenino.
Campeonas: La movida del fútbol femenino

Foto: Lina Etchesuri


La profesional
A los 19 años Camila armó las valijas y viajó de Córdoba a Buenos Aires. Jugó un año y medio en Boca y ahora juega en la primera división de River, como defensora central. Su padre fue su primera influencia futbolera: jugaba en la liga cordobesa de fútbol y los llevaba a ella y a su hermano a los entrenamientos. Ahí fueron sus primeros encuentros con la pelota y ya a los 11 años empezó a entrenar en Racing de Córdoba y luego, a integrar el seleccionado cordobés. El técnico de la Selección Argentina de fútbol femenino visitó distintas provincias para reclutar chicas, y se fijó en Camila. “Ahí es cuando una piensa que todo el esfuerzo vale la pena y ahí empecé a soñar más grande, sabiendo que el fútbol en Buenos Aires tiene mucho peso y te abre un montón de puertas afuera. Hace doce años atrás sufrí el machismo: me decían marimacho, la peleé y me banqué muchas cosas. Todo tiene sus frutos”.
Camila entrena de lunes a viernes a partir de las 3 de la tarde durante tres o cuatro horas, y luego va a cursar la carrera de periodismo deportivo, también en River. “El fútbol es el deporte más hermoso: cuando lo jugás te das cuenta. Es jugar, divertirse, comer un asado. Hoy ves canchas de fútbol 5 con chicas jugando, cada vez más, y es muy divertido. Mi grupo de amigas no jugaba al fútbol, empezaron de a poco, me llamaron para que les enseñe, las vi crecer a medida que iban pasando los partidos, nos anotamos en un torneo y salimos campeonas. A las más peques les decimos que van a tener un futuro increíble, a nosotras nos toca conquistar este terreno y sentirnos orgullosas de todo lo que estamos logrando”.
Al margen de los negociados televisivos y la tan discutida crisis institucional del fútbol argentino, existe una realidad paralela construida por mujeres, que rescata lo mejor de un deporte en equipo, con respeto y la alegría de compartir un buen momento, más allá del resultado.
Si ganamos, mucho mejor.

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Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

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La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

Fotos: Juan Valeiro.

Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

“Pan y circo”, dice. 

Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El poco pan

La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

“Si no hay aumento, 

consiganló, 

del 3% 

que Karina se robó”. 

Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El mucho circo

Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

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Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

Silencio. 

“¿Me pueden decir sí o no?”. 

Silencio.  

Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

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También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

  • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
  • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
  • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

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Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro
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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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