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Tu nombre me sabe a hierba

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THC. Cómo se hace este fenómeno editorial que comenzó vendiendo ocho mil ejemplares y hoy agota 20 mil.

Tu nombre me sabe a hierbaLa redacción de thc funciona en el barrio de Almagro, en un tres ambientes con balcón y paredes repletas de collages, de los que sobresale, claro, el verde de las distintas plantas que se retratan en las páginas de la revista; además de consignas y afiches a favor de la despenalización y las tapas elegidas por el equipo de redacción, conformado por un grupo de chicos y chicas que no superan los 28 años.
Alejandro, Celeste y Hueso forman parte del grupo que arrancó con el proyecto, cuando decidieron invertir en él sus ahorros. Después, se fueron sumando ocho integrantes más, hasta que formalmente se dio por reclutado el equipo con el que salieron a la cancha a fines de 2006.
Estamos rodeados de computadoras encendidas, pero en el aire se respira distensión: el número de este mes ya está en imprenta. Nada menos que 20 mil ejemplares que, según explica la editora periodística, Celeste Orozco, se agotan.
De una habitación-oficina sale Sebastián Basalo, el director de thc. Tiene 24 años. Es flaco, algo pálido y tiene fama –confirmada– de ser muy inteligente. Dejamos entonces al equipo en el living-redacción y nos adentramos en la habitación-oficina para charlar con Sebastián:
 
Ésta es una revista inédita en el país: jamás había existido una publicación con esta temática. ¿Cuándo y por qué se les ocurrió?
Nos surgió la necesidad de hablar de un tema que tiene una presencia muy clara en la sociedad. Es decir: la marihuana existe y el consumo es un fenómeno social que crece cada vez más. Para nosotros era necesario reflejar todo eso. El desafío fue salir a corroborar si esto que nosotros dimos en llamar “cultura cannábica” realmente existía. Nos decían, por ejemplo: ¿cuánto se puede escribir sobre la marihuana? Pero nosotros teníamos en claro que thc no iba a ser una enciclopedia sobre la marihuana, sino que debía abordar aspectos culturales, sociales, políticos, económicos… Y sobre todo eso se puede escribir bastante.
Lo que definís como “cultura cannábica”, ¿qué significa?
Es todo lo que gira alrededor del consumo de marihuana: desde la descripción de los riesgos inherentes al consumo de drogas hasta lo que pasa en las calles. Cuáles son las costumbres, los ritos, los códigos. Todo eso conforma la cultura cannábica.
Es interesante comprobar cómo thc sorteó los peores pronósticos: no sólo no se agotan los temas, sino que se expanden hasta lugares insospechados. Algunas de las secciones fijas:
Mi jardín interior: a cargo de Hueso Van Hemp, que visita en cada edición, un jardín sembrado con cannabis;
Plantate: con consejos sobre cultivo;
Entrevistas: a músicos que fuman o cultivan; a médicos que hablan de los riesgos o los usos medicinales; a abogados que opinan sobre la despenalización, etc.
Todo escrito con una gran frescura y mucha seriedad. Son quizá los atributos que también definen a Sebastián.
 
El mensaje
Thc sale cada dos meses, se imprime en un papel brillante y llamativo y es raro encontrar en sus páginas notas mal escritas o con errores: “Si una nota tiene errores, le quita seriedad. –explica Sebastián–. Siempre quisimos una revista muy cuidada; con una buena calidad de impresión y que tenga un espacio así de grande en el kiosco”. Esta intención no es menor ni superficial: “Queremos luchar contra el estigma, queremos mostrar que por fumar marihuana no nos merecemos una revista mala. Yo, como lector, quiero que mi revista esté bien exhibida. Y como director quiero que muchos salgan de la cueva, que se animen a decir: yo fumo”.
El primer número de thc vendió ocho mil ejemplares en todo el país. Eso y sólo eso les permitió editar el segundo número, ya que nadie se atrevió a ponerles un aviso de publicidad. Pero nada los frenó. El segundo número bancó al tercero y recién entonces, se pusieron a buscar un lugar fijo. “Para el número 4 encontramos un lugar para instalar la redacción. Hasta entonces, nos juntábamos en nuestras casas”. Está claro que para hacer un medio, tener una oficina no es un recurso que figure en primero ni en segundo ni en tercer lugar. Sin embargo, desde un comienzo, thc recurrió a los roles típicos para organizarse: director, editor periodístico, redactores, corrector. La clásica redacción para un medio poco clásico.
¿Pudieron construir también el clásico perfil del lector?
No mucho, pero sabemos que nuestros lectores van desde los 18 (que es la edad legal permitida para comprar la revista) hasta los 80 años.
¿Tanto?
El otro día nos llamó una lectora de 75 años preocupada por que no salía el último número y ya estábamos a 17 del mes. Le preguntamos: ¿Y por qué la compra?. Contestó: “porque mi hijo tiene unas plantas y yo quiero saber más”. Pero creo que, en general, la revista irradia mucha juventud.
 
La verdadera pena
Thc tiene un espíritu cero demagógico: “Nunca decimos: la marihuana es buena o mala. Decimos que a nosotros nos gusta, te contamos los riesgos y no cantamos loas a nada”, detalla Sebastián. Además de ser una decisión de estilo, es un límite legal. Así se los hizo saber la Asociación Antidrogas Argentina (aara) que, ni bien estuvo en la calle el primer número, formalizó una denuncia por apología. Sin embargo, el fiscal que tomó la causa la desestimó: “En la revista no hay más que información, desde la primera a la última página”, dijo el fiscal. Ni siquiera hizo falta que los editores fueran a declarar. El fallo no fue casual, dice Sebastián. En thc son muy cuidadosos: ya desde la tapa hay una leyenda que advierte Sólo para adultos.
 
El debate actual
Es cierto que los tiempos cambian, es cierto. En éstos, la Corte Suprema de Justicia analiza la despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal, mientras que el oficialismo impulsa una comisión para estudiar el tema. Opina Sebastián: “Celebro estas iniciativas. Pero las celebro con recaudos. No creo que este gobierno despenalice porque crea en las libertades individuales. Lo hace porque es una necesidad que nace de los desastres evidentes que produjo un sistema judicial completamente saturado de causas con pibes que caen presos por un porro. Saturado porque los hospitales se caen abajo, mientras las madres piden a gritos que a sus pibes los atiendan. Y saturado porque el sistema todo colapsa con los problemas que él mismo genera. Por ejemplo, el problema del pibe que consume paco es la exclusión, porque vive en condiciones indignas, sin acceso a nada. Es decir, primero tiene un problema como persona sin derechos. Luego, tiene un problema como consumidor: no sabe ni lo que está consumiendo. Por último, tiene un problema como adicto: el sistema asistencial y de salud está ausente. El que consume paco es un triple excluido y criminalizándolo no se hace más que profundizar esa exclusión”.
La prohibición, puntualiza Sebastián, oculta varios desastres. Un ejemplo: el cenareso, dependiente del Ministerio de Salud, cuenta con apenas 76 camas. “Hoy la prohibición no está cayendo porque hayamos podido convencer a la sociedad de que es injusto, arbitrario e irracional perseguir a alguien por algo tan personal. Que quede claro: esto no cambia porque ellos quieren, sino porque les explotó en las manos. Son miles de pibes y millones de pesos que el Estado está dilapidando y puede destinar para otras cosas», razona Sebastián. Y agrega: “Ahora hay que ver cómo creas campañas de prevención serias y no esas que dicen ‘el porro mata’, porque después el pibe va, se fuma uno, no se muere y nunca más te cree nada. Hay que educar de verdad, diciendo la verdad”.

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Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

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La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

Fotos: Juan Valeiro.

Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

“Pan y circo”, dice. 

Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El poco pan

La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

“Si no hay aumento, 

consiganló, 

del 3% 

que Karina se robó”. 

Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El mucho circo

Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

Silencio. 

“¿Me pueden decir sí o no?”. 

Silencio.  

Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

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Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

  • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
  • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
  • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

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Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro
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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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