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A la calle por una causa: Festival por la Libertad de Fernando Carreras

Publicada

hace 12 años

27/08/2013

Nora Cortiñas, pañuelo blanco, tomó el micrófono luego de que la música de Jamaicaderos marcara con su jazz-ragge el ritmo de la noche. Dijo la pequeña-gran Nora: “¿Hasta cuándo la justicia va a tener los ojos vendados?”. Y dio una respuesta: “Ya sabemos cómo se termina con la impunidad: movilizándose, en la calle”. El Festival por la libertad de Fernando Carreras se convirtió así en otro tipo de escenario. Un flujo constante de personas -que llegó a sumar 2.000 en la hora pico- autoconvocadas a partir de diferentes redes. Simple y extraordinario a la vez, en momentos en que lo mediático fragmenta sin asco.
A la calle por una causa: Festival por la Libertad de Fernando Carreras
El camión del Movimiento Evita, con la foto de Néstor abrazando a Cristina en un lateral, sirvió de escenario. Integrantes de La Cámpora, muchos de ellos funcionarios de segunda o tercer línea de gobierno, parados en actitud militante, a metros de la diputada Viky Donda o de Luis Zamora, el candidato a legislador porteño, batacazo de las últimas Paso. Al lado de cualquiera, Gastón Chillier, director ejecutivo del Cels o Hugo Cañon, presidente del Comité contra la Tortura o Pablo Pimentel, de la APDH de La Matanza. Las banderas de la izquierda esta vez fueron opacadas por las pancartas pintadas a mano por La Garganta Poderosa. “En las villas todos somos Carreras”, proclamaban. Y cada uno de los que sumaba su presencia -ahí y con los pies- sostenía en la mano la careta con la cara de Fernando que había preparado la revista. Una vez más, La Garganta demostraba no ser sólo una tapa bonita.
Frente al Palacio de Tribunales este festival sin estrellas dejó escuchar la voz de los Amigos y Familiares de Luciano Arruga, el chico desaparecido el 31 de enero de 2009, o la hermana de Maximiliano Kostecki, asesinado en Puente Avellaneda en junio de 2002. También pronunció unas palabras Enrique Piñeyro, responsable de la película El Rati Horror Show, que todos los oradores mencionaron como prueba irrefutable de la inocencia de Carreras. (Piñeyro dejó en claro que un director habla mejor por su obra).
Nadie allí estaba para escuchar discursos y nadie estaba allí para darlos.
La ceremonia consistió en otra cosa.
Quizá simplemente en demostrar que todavía es posible compartir una causa y la calle.

Temas:derechos humanos Fernando Carreras

Neuquén: represión a los que se manifiestaron contra Chevron y el fracking, mientras se aprobó el acuerdo

Violencia de género con complicidad del Estado

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Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

Publicada

hace 2 días

14/11/2025

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.

Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo.

Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.

Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer

Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.

Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.

Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.

El video de 3,50 minutos

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Orgullo

Publicada

hace 2 semanas

02/11/2025

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.

Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.

Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.

Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.

Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

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Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Publicada

hace 3 semanas

28/10/2025

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?

El podcast completo: