CABA
Adiós a Pablo Levin: la economía, Kicillof, Baremboim, el Quijote, y la batalla contra los reducidores de cabezas

La nota “Marxismo Levinismo”, la teoría sobre los jíbaros, y otros laberintos de un hombre generoso y talentoso.
Fue titular de Historia del Pensamiento Económico y de Economía Marxista en la Facultad de Ciencias Económicas, en la que además fue Profesor Consulto. Pablo Levin fue un maestro querido por sus alumnos, le gustaba salir del molde y armar grupos de reflexión “en las catacumbas”, o convocar a estudiantes (y periodistas) a caminatas o “camicharlas” por la Reserva Ecológica para discutir y reflexionar en movimiento sobre la política, la economía, y el futuro.
Programó en su momento un curso en MU: “Teoría de la Planificación Obrera (TPO)-Para personas no obcecadas, dispuestas a reflexionar sobre las perspectivas de la humanidad”. Asesoró durante un tiempo a los obreros de FaSinPat (Fábrica Sin Patrón, de Neuquén) cuando se hicieron cargo de la empresa de cerámicos Zanon.
Aquí publicamos la última de las notas a Pablo realizadas para MU. Antes, un recuerdo no publicado. Ante la pregunta sobre qué cosas rescataba de lo que veía alrededor nos contó algo que tal vez sea una enseñanza sobre qué significa ser maestro: “El campo es bastante desolador. Pero si me preguntás qué veo alrededor que me gusta, yo te nombraría cosas que no tienen mucho que ver con lo que estamos hablando. Me emocionó mucho ver una clase de música que estaba dando Daniel Baremboim. Me pareció una cosa maravillosa y tiene vigencia siempre. Me impactó la creación viva de música. Algo que es justamente lo que falta, por ejemplo, en la izquierda. No un maestro que se pone a prescribir la forma en que hay que sentarse y poner los dedos, ni agarra una vara para pegarle en las manos al alumno. Ni está con el manual de cómo interpretar la partitura. Sino que está junto con el estudiante, no alumno sino estudiante, haciendo música. Eso es lo que no hay, como actitud, y eso es lo que tendría que haber. Pero no me hago demasiadas ilusiones”.
Esta nota publicada en MU 73, en febrero de 2014, sirve para comprender el contexto de muchas de las cosas que pensaba Pablo, que podía combinar su percepción de la sociedad rumbo a un desastre anunciado, con hacerse algunas ilusiones sobre el futuro. Una nota que en muchos sentidos anticipa lo que ocurrió después y lo que ocurre hoy, siempre que quiera leérsela en presente sin quedar a merced de los jíbaros.
Marxisimo Levinismo

Pablo Levin, experto en economía marxista, resume el panorama actual con una ironía: «Estamos como si pusiéramos a Don Quijote en medio del tránsito porteño». ¿Qué hacer? por Sergio Ciancaglini
La Facultad de Ciencias Económicas linda con lo que fue la Morgue Judicial. Por eso, en uno de sus patios, se eleva una enorme chimenea que solía humear difuntos, que se bordea a través de una pasarela de unos 8 metros de altura, como un laberinto aéreo, para llegar al CEPLAD, Centro de Estudios para la Planificación del Desarrollo.
El director es Pablo Levin, y como subdirector figura Axel Kicillof, según el no muy actualizado sitio web: Kicillof, en realidad, está de licencia sin goce de sueldo. Fue, además, ayudante de cátedra de Levin, pero hoy es ministro de Economía, y Levin sigue siendo titular de Historia del Pensamiento Económico y de Economía Marxista. Estos antecedentes encendieron la alarma de los opinadores que decretan que Kicillof es “marxista”, aunque diga que no: tal vez cree que sabe más de sí mismo que los columnistas y panelistas mediáticos.
¿Qué es lo que piensa alguien que sí puede ser considerado “marxista” (aunque la considera una teoría inacabada) que además fue premio nacional de Economía, es Profesor Consulto (distinción otorgada por el Consejo Superior de la UBA), y uno de los más respetados y acaso polémicos teóricos de estos laberintos?
Levin acepta la charla a condición de no hablar de Kicillof: “No quiero poner ninguna piedra en el camino. Discutir qué hace un ministro en este gobierno, en este Estado, es entregarse a conjeturas absolutamente estériles. Hará un poco más o menos, pero nada importante”. Dice que el panorama es inédito, y que estamos como si pusiéramos a Don Quijote en medio del tránsito porteño: “No entendería lo que ocurre a su alrededor. Sus patrones interpretativos no le servirían. Este momento exige desprenderse de formas arcaicas de interpretar la realidad. Entonces, ¿qué puedo decir de una tripulación que, de pronto, se ve al mando de un buque fantasma que anda sin timón, a la deriva, tengan o no ellos la habilidad o la intención de orientarlo a un puerto? ¿Para qué están ahí?”
Ni x 4
Se supone que están para que el barco de la economía no se hunda y vaya a alguna parte, le digo. Levin me observa como a un personaje del siglo 17. “Algo que hay que entender es que hasta Marx cayó en la ficción de creer que la economía está en la sociedad civil, y el Estado está afuera, como un ente que interviene cuando hay perturbaciones. Lo mismo se piensa del poder político: que está fuera de la sociedad civil. Por un lado quedaría la República, con la idea de soberanía del Estado. Por el otro, la sociedad, el interés privado. Pero todo ese modo de ver las cosas revienta para siempre ya a fines del siglo 19”.
La situación actual: “Lo que está ocurriendo es el agotamiento del poder civilizatorio y progresista del capitalismo. No puede concretar sus promesas: ni libertad, ni igualdad, ni fraternidad, ni progreso. Ya es muy claro que vamos en dirección contraria, rumbo a un desastre anunciado”.
¿Qué rol ocupan entonces el Estado, o sus funcionarios? “En el mundo algunos Estados poseen algo de soberanía, pero otros son sólo una falsa puesta en escena de la política. No es ahí donde está el poder ni donde se juega el gobierno de la sociedad. Los funcionarios son cada vez menos relevantes. Lo quieran o no, son agentes o gerentes del capital potenciado (las grandes trasnacionales). Pero el Estado ya no es, como decía Marx, el directorio común de la clase burguesa sino al contrario: una oficina totalmente al servicio del cogollo más fuerte de las empresas capitalistas”.
Pero hay gobiernos que intentan cambiar eso para lograr mejor distribución e inclusión.
Fijate a dónde va la política de inclusión, cuál es su alcance. Lo que se logra, en realidad, es un cierto período de estabilidad social y de impunidad para los negocios no visibles de ciertos estratos del capital. La ilusión de un Estado Benefactor tiene patas cortas.
¿Por qué?
Porque no puede financiarse. Hasta Chávez, Morales, Correa, todos tienen un período de felicidad con una política de estímulo al consumo populista, extrañamente semejante a la que hubo acá con Menem y Cavallo. Años de vida fácil y destrucción del aparato productivo.
Pero el neoliberalismo fue la destrucción explícita del aparato productivo, que ahora, se supone, se trata de revertir.
No es así. Primero, lo de neoliberalismo es una estratagema ideológica que usan los que se inventan la doctrina opuesta para decir que ellos son los buenos, y los otros los malos. Y lo que han generado aquí es una expectativa de inclusión en la supervivencia, con principios irrenunciables como el subsidio a la maternidad. Pero no hacen ni el más mínimo amago hacia el servicio de salud universal, por ejemplo. Al revés: proliferan los negocios desastrosos y reaccionarios que han corrompido a la medicina. No hay control sobre los productos en el mercado, incluso alimentos y medicamentos, y tampoco sobre los efectos destructivos que tienen las técnicas de cultivo, que abusivamente se extendieron por todo el país destruyendo la trama productiva que lo ponía en un lugar de privilegio. Pero el tema excede a un gobierno o a otro, porque los que se consideran mandatarios no tienen mandato. Y sin mandato, la democracia es un camelo. El mandatario cree que tiene derecho a gobernar y hacer lo que quiera hasta cierta fecha. Es una tergiversación de la democracia. Pero lo que yo digo es todavía peor: el problema no es el gobierno, es el Estado.
Reducidores de cabezas
Para Levin la economía sufre un atraso en las inversiones de reposición: “Si andás en tu auto sin cambiarle las gomas, te sale barato, pero vas a tener un reventón. Te comés tu capital. Y eso ocurre con las inversiones de reposición urbana, ferroviaria, hospitales y en toda la economía cada vez más obsoleta”. Cuestiona el crecimiento sin desarrollo (sin cambios estructurales): “Es como congratularse porque un feto pesa 80 kilos. Ese crecimiento en lo social alivia algunos problemas, se reparten unos planes o trabajos precarios que siempre son mejores que el horror de la desocupación, pero no transforma la realidad. Y estás ante un ser espantoso”.
Frente a este panorama, Levin no percibe un aporte de la enseñanza universitaria ni de la economía política en particular, que le evocan a los legendarios chamanes jíbaros, artesanos de la reducción de cabezas: los tsantsa, que pueden verse en ciertos museos, siempre con los labios cosidos.
El escenario actual presenta a oficialismo y oposición en choque permanente: “Son enfrentamientos reales, pero opciones falsas y no relevantes. Decime además si hay una sola institución importante que sea lo que se supone que es: ¿justicia, medicina, educación? Todas parecen un poco lo que dicen ser, pero sólo para mantener la ficción”.
¿Y la izquierda? Levin considera que la ideología es una sola, un monocultivo, y que izquierda y derecha son los dos filos de la misma tijera funcionales ambos al sistema. “Lo que uno ve en lo que se llama izquierda es bastante desolador”. Cree que hay un drama en lo que llama “peticionismo”: “Exigirle al Estado cosas está muy bien, permite que exista la dignidad, pero limitarse a eso es patético. Hay que tener un Plan B: la creación de las propias herramientas y conocimientos para cambiar el futuro, y no quedarse en el peticionismo”.
Imagina que el cambio social lo producirá la clase trabajadora, hoy integrada por casi toda la población del planeta, cuando sea capaz de apropiarse de las herramientas de la producción, mediante lo que llama planificación obrera, creando nuevas relaciones sociales e instituciones que son el germen de un futuro Estado. Piensa en una democracia que sea con mandato vinculante, revocable, concreto, con participación de los mandantes, y favorecida por la informática.
Es una teoría complejísima y discutible, jibarizada en esta somera descripción, como suele suceder en el periodismo. “Para el futuro no hay modelo. Los nuevos proyectos e ideas toman lo que se sabe, pero deben ser capaces de crear algo completamente distinto. Las doctrinas son teorías momificadas. Lo que se necesita es lo poiético, que es una palabra afín a la poesía: a la creación”.
Pese a que piensa que la supervivencia de la especie humana está en riesgo, transmite confianza. “Hay capacidad, hay teoría que desarrollar, y estoy seguro de que una democracia genuina puede construir civilización. La cuestión es: la democracia planifica a la producción, o los capitalistas eliminan la democracia y quedan dueños de la administración de los recursos y los destinos de la sociedad”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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