Nota
Bolivia según Oscar Olivera: «Lo que no pudo hace la derecha, lo hace Evo»
Oscar Olivera ha sido uno de los principales referentes de las luchas bolivianas en los últimos años, apoyó la candidatura de Evo Morales, pero considera que la situación de los movimientos sociales es una de más difíciles que ha visto “justamente porque el gobierno ha excluido, ignorado y hasta despreciado a los que quieren tener una voz propia”. Su análisis sobre la polarización que enfrenta al gobierno con la derecha, y los signos embrionarios que empieza a ver en la sociedad.
La primera imagen sobre Bolivia podría llevar a pensar que los movimientos sociales están pasando por su mejor momento, de la mano de la llegada del cocalero Evo Morales al poder. Las escenas muestran a un gobierno enfrentando a la derecha y representando a los sectores populares. Pero hay otras voces, y otras miradas sobre la situación, que hacen más compleja y matizada esa polarización.
“Hace 30 años que estoy metido en estas luchas como dirigente obrero, como obrero del gas, como portavoz de movimientos sociales importantes pero le confieso que nunca he visto las grandes dificultades que en estos momentos tenemos los movimientos que hemos venido luchando toda la vida, por la situación de confusión y por cómo nos sentimos excluidos, ignorados, olvidados y hasta despreciados”.
Oscar Olivera es dirigente de la Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba y ha sido portavoz de la Coordinadora de Defensa del Agua y la Vida que motorizó la Guerra del Agua en 2002, una pueblada que logró torcer algo de la historia neoliberal de Bolivia, y revertir la privatización del agua, que incluía –aunque parezca una broma- la privatización del agua de lluvia.
Aquellas luchas, entre tantas otras, fueron abriendo el panorama a la candidatura de Evo Morales, que llegó a la presidencia en enero de 2006. Y que Olivera apoyó sin imaginar acaso que quedaría tiempo después en una posición crítica donde además siente que los movimientos sociales están pasando por una de las peores etapas de debilidad que ha conocido.
-¿Cómo ve la situación boliviana?
-Para empezar, muchos sectores emblemáticos de las luchas sociales se fueron al gobierno, como funcionarios o apoyadores incondicionales de la estructura estatal. El MAS (Movimiento al socialismo) agrupa a un montón de gente de diferentes líneas, desde neoliberales hasta troskistas. Por eso tiene una actitud zigzagueante. Nosotros seguimos defendiendo la voz autónoma de los trabajadores, la gente común. Pero la dificultad justamente es que los movimientos sociales han perdido en gran parte su voz y su accionar frente a ese aparato estatal.
La pelea de fondo
-Sin embargo la imagen pública que aparece es la del gobierno enfrentando a sectores de la derecha que parecen representar una amenaza.
-Creo que en el fondo la pelea que se está desarrollando es por quién domina al Estado, desde la oligarquía, hasta el MAS al que básicamente, y yo diría uqe solamente, le interesa lograr la reelección de Evo Morales. El punto de poder real me parece que está en la pelea por la tierra, y eso no creo que pueda ser resuelto por una consulta popular. Ese va a hacer un escenario de confrontación más temprano que tarde. Pero hoy lo que se ve es una agenda de disputa acordada entre el gobierno y la oposición, que está al margen de lo que la gente querría discutir.
-¿Cuál es esa agenda acordada entre gobierno y oposición?
-Allí está el Impuesto Directo a los Hidrocarburos –IDH- que supone la discusión de la renta petrolera producto de los contratos con las multinacionales que Evo Morales hizo a partir de mayo de 2006, que de ninguna manera significaron la nacionalización sino simplemente arrancar un poco más de las rentas a las trasnacionales. Lo que está en disputa es cómo y quién define el destino de esa renta. Se disputan recursos como un botín y no una verdadera nacionalización.
-¿En qué consistiría?
-Los movimientos sociales planteábamos que los impuestos a los hidrocarburos fueran a parar a la reconstitución de una empresa pública con fuerte control social, y no a una empresa estatal como es ahora, que ha sido cooptada por un partido político y cuya gestión es totalmente cerrada a la población. Se planteaba originalmente para establecer una nueva base económica para un plan nacional de desarrollo con otr visión. No una visión capitalista sino una visión de las comunidades de productores, sindicatos, capaz de fortalecer a la pequeña economía campesina y que pueda garantizar a largo plazo el bienestar de la gente.
-¿Y qué ocurrió con esa idea?
-En la práctica lo que ha hecho el gobierno es establecer una serie de bonos (se refiere a beneficios para jubilados, la llamada Renta Dignidad) que en la práctica significa que esas rentas petroleras se están consumiendo hoy sin pensar en el mañana, y han entrado en el mecanismo de una campaña electoral. Porque además, no hay un control social de lo que se hace, nadie sabe cuales son los ingresos ni las perspectivas. Entonces uno se encuentra en una pelea por esa renta donde la derecha quiere utilizarla de una manera cínica y corupta, y por otro lado el gobierno la usa para campañas electorales.
¿Constitución = reelección?
Para Olivera existe otro elemento de negociación entre el gobierno y la derecha:
-El gobierno ha propuesto a la oligarquía compatibilizar la nueva constitución con sus reclamos de autonomía, y para nosotros le está abriendo las puertas a la derecha para que introduzca sus reformas a partir de sus intereses, mientras el gobierno se niega a abrir su constitución a la izquierda, para definir temas elementales como la construcción de una institucionalidad que permita la fiscalización, la participación y la decisión de la gente en la cosa pública.
-Pero el gobierno reivindica justamente ese elemento de mayor participación en la nueva Constitución que debe refrendarse.
-No, eso es un aspecto totalmente desterrado. Vea usted, mucha gente no habla por temor a los insultos y agresiones del gobierno a cualquier voz crítica, el calificativo peyorativo, pero de todos modos creo, aunque me resulte duro decirlo, que esta Constitución busca lisa y llanamente la reelección de Evo Morales para que siga gobernando sin transformar absolutamente nada, sin que haya un cambio verdadero en la vida de la gente.
-¿Ningún cambio?
-Creo que están aplicando una línea reformista, eso no sería malo, pero no se trata de hablar de capitalismo y de imperialismo, cuando en la práctica el plan del gobierno presenta políticas capitalistas y la entrega de nuestros recursos naturales a las empresas petroleras y mineras. Siguen dando en concesión grandes minas para la exportación de minerales, mientras expulsan comunidades y contaminan las aguas. En esas situaciones se ve muy disimuladamente que lo que no pudo hacer los gobiernos de derecha, lo hace Evo Morales, y lo están haciendo gobiernos de los llamados progresistas en nuestra América. Brasil es un ejemplo, con sus represas en el noroeste boliviano, que vana influenciar seriamente en la vida cotidiana de muchísimas comunidades y van a crear un absoluto cambio ambiental. Yo creo que el imperialismo está muy contento con lo que estos gobiernos están haciendo, que es lo que no habían podido hacer los gobiernos de derecha por la fuerte resistencia social. Y a la vez, como se plantea una polarización, eso no deja espacio para reflexionar y debatir seriamente con el gobierno de cara a estas cosas. Parecería que hay que tomar partido, y callarse.
-Y si uno acepta la lógica de la polarización sólo queda por decir: mejor el gobierno que la derecha.
-Claro, pero si usted le pregunta a las personas de los barrios populares, a los obreros, clase media, desocupados, muchos le van a decir que desde que está este gobierno nada cambió, o que las cosas están peor. Se dice que el gobierno trabaja solamente para un sector de la población, los hermanos indígenas, relegados durante siglos. Eso seria muy justo, pero el pueblo abarca también a muchos otros sectores. Sin embargo se hace una política tradicional, de armar un escenario de supuesto diálogo, sólo con expertos y caciques que negocian en nombre de nosotros las políticas que les convienen a ellos, sin solucionar los problemas de la gente. Esto va generando un clima de tristeza y frustración frente a un gobierno completamente sordo, que sólo acepta la subordinación de los movimientos. Y a los que no nos subordinamos, nos dicen proimperialistas, vendidos o derechistas. Escuchar eso de un hermano, de un gobierno que nosotros hemos colocado, es sumamente doloroso.
Los ignorados
Olivera recuerda que él mismo, el aymara Felipe Quispe y los cocaleros Evo Morales y Dionisio Nuñez eran calificados como los Cuatro Jinetes del Apocalipsis por las empresas periodísticas, la derecha y los políticos tradicionales. “Cuando nos decían eso, nos sentíamos bien, porque sabíamos que nos tenían miedo. Pero cuando un gobierno como este habla así, para nosotros es pésimo. Es un hermano el que te insulta”.
Por eso plantea: “Hace 30 años que estoy metido en estas luchas como dirigente obrero, como obrero del gas, como portavoz de movimientos sociales importantes pero le confieso que nunca he visto las grandes dificultades que en estos momentos tenemos los movimientos que hemos venido luchando toda la vida, por la situación de confusión y por cómo nos sentimos excluidos, ignorados, olvidados y hasta despreciados”.
Una actitud que parece decepcionarlo especialmente es la del vicepresidente Álvaro García Linera: “en Cochabamba hemos tenido que salir a pelear por la pérdida de empleos. Tomamos una serie de acciones concreta, paros, movilizaciones, contra empresas que despiden gente pero a la vez tienen relaciones comerciales con el Estado. Ese individuo (García Linera) dijo que estábamos financiados por la derecha. Como si no nos conociera, como si no supiera la justicia de los reclamos. Él hizo su trinchera, como Evo Morales, aquí, entre los fabriles, luego de salir de la cárcel. Los obreros fabriles lo acogieron de manera muy generosa y se nutrió de gran cantidad de saberes y opiniones. Eso le posibilitó ampliar su visión del país. Se involucró en la guerra del Agua y los obreros creímos que era parte de nuestra familia. Tal vez él reacciona porque no nos dejamos tentar con cañonazos de dinero ni cargos en el gobierno. Pero estos funcionarios llenos de soberbia, compartieron nuestras angustias y nuestros sueños”
Embriones de futuro
Hay cambios y mutaciones, considera Olivera, que tienen sus propios símbolos de mercado. “Nosotros no hemos cambiado nuestras ideas. Ni siquiera nuestros teléfonos celulares. Ellos cambiaron hasta eso”.
-¿Cómo define a la derecha que se enfrenta al gobierno?
-Es una oligarquía que miente, subsidiaria de las trasnacionales petroleras fundamentalmente, sumada a su ligazón con mafias colombianas. Son sectores que ya todos conocemos, frente a los cuales el gobierno se muestra pasivo, sin intenciones de proteger a la gente. La propia representante presidencial en Pando, cuando fue la masacre (18 campesinos asesinados el 11 de septiembre) dijo llorando que el gobierno los había abandonado. Yo siento que a algunas gentes del gobierno no les interesa en absoluto la vida de los pobres. Se dedican a sus diálogos y negociaciones, a preservar sus propios puestos de funcionarios y su propio poder.
-La suya parece la descripción de una situación sin salida.
-No, estamos en un momento de confusión par el pueblo, pero más que una dificultad hay que entenderlo como un desafío. No perdemos los sueños y las esperanzas de que todo va comprendiéndose y finalmente todos nos daremos cuenta de cómo son las cosas. El gran error sería quedar invisibles, aceptar ese silencio. Por eso hay que pelear para que quienes han luchado por este proceso puedan tener una voz que les permita expresarse. Y se empiezan a notar las movilizaciones de campesinos que están recuperando su capacidad de indignación frente a lo que pasó por ejemplo en Pando, o en Santa Cruz donde hubo ataques de la derecha. Y la gente se moviliza ya sin depender del gobierno, lo hace como una recuperación autónoma de su propia capacidad de acción. Eso nos da mucha esperanza, es muy alentador. El gobierno obviamente tratará de aprovechar todo para sacar su propia tajada. Pero que la gente esté recuperando su posibilidad de pensar y expresarse, a uno le devuelve el aliento.
(Más información sobre Bolivia, y en particular sobre Plan 3000, el barrio de Santa Cruz que se le plantó al fascismo y está por concretar su propia autonomía, en el número de octubre de Mu – el periódico de lavaca, que ya está en los quioscos).
Nota
La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos

Este domingo a la madrugada murió María Teresa López, asambleísta contra la contaminación en su ciudad natal, Caleta Olivia, luego mudada a Capital Federal y parte del grupo Jubilados Insurgentes. Mary se enfermó de cáncer producto de la contaminación que ella misma denunciaba, y luego fue abandonada por el Estado en modo motosierra: el PAMI se negaba a entregarle medicamentos, pese a amparos judiciales a su favor. Una historia que genera bronca e impotencia, pero que a través del recuerdo de sus compañeras de lucha se revela como una lección de vida, en el más profundo sentido de la palabra: lo colectivo frente a lo personal, la idea de no perder el tiempo, la movilización permanente, la generosidad, la sabiduría, y qué es la muerte.
Por Franco Ciancaglini
Algunos dirán que Mary era bajita y otros que tenía el porte enorme de Nora Cortiñas.
Desde la pandemia solía esconder su sonrisa detrás de un barbijo, aunque sus motivos de alegría eran cada vez menos:
- su salud era cada vez más delicada;
- los medicamentos oncológicos no llegaban;
- y la lucha que encaró desde siempre —primero en su Caleta Olivia natal contra la contaminación, luego contra el sistema de salud público y, al final, como parte del grupo Jubilados Insurgentes— cada vez implicaba poner más el cuerpo.
Fue su cuerpo lo que, este domingo 21 de julio, dijo basta.
Mary se convierte así en algo odioso: un símbolo. Un símbolo de la muerte sistemática que genera un sistema que enferma y abandona. Pero también en un símbolo de lucha por la vida, en el sentido más profundo de la palabra.

Contaminada
María Teresa López nació en 1959 en Caleta Olivia, Santa Cruz. Falleció el domingo pasado a sus jóvenes 67 años, en un hotel de la calle La Rioja, en Once, ciudad de Buenos Aires. Sí: vivía en un hotel. Sola, producto del desarraigo que le produjo tener que trasladarse para atenderse de un cáncer de hígado.
Ese fue el diagnóstico médico: una metástasis que avanzó en el último tiempo al ritmo frenético de una motosierra.
La causa que no figura en su partida de defunción es aquella que ella misma denunció hasta el final: a Mary le negaban medicamentos oncológicos indispensables para su tratamiento.
Lo que tampoco figura en su partida es que Mary fue arrancada de su Caleta Olivia natal porque se enfermó, al igual que decenas de personas de esa localidad, producto de la contaminación del agua por actividades extractivas en la zona.
Contaminada
La vida de Mary fue la de una militante social de una estirpe rara: austera, firme, silenciosa, estudiosa, imparable.
Sus compañeros reconstruyen sus historias: que de chica le hicieron un test de inteligencia y un profesional le dijo a su madre que ella era más o menos superdotada; que seguramente podría hacer dos carreras universitarias a la vez; que terminó la secundaria antes de tiempo y luego cursó dos carreras; que se enganchó con el ambientalismo muy joven y empezó a investigar cuando las empresas petroleras negaban la contaminación de las napas de agua.
Formó parte de la Asamblea Ambiental de Caleta Olivia, desde donde luchó sin descanso contra la contaminación provocada por el fracking. Mucho antes de enfermarse, denunciaba que el agua que llegaba a las casas estaba contaminada con petróleo. Lo sabía por la evidencia científica más contundente que tiene una comunidad contaminada: que sus vecinos, familiares y amigos enfermen y mueran.

Ante los medios Mary describía lo que vivía y veía alrededor: “La gente se muere o queda discapacitada”. En una entrevista para el programa Conciencia Solidaria, precisaba sobre su territorio:
- “Caleta Olivia… tiene un problema grave: falta de agua potable, y encima está contaminada por la industria petrolera. Los muestreos de agua que hemos sacado y analizado han dado positivo: está contaminada el agua que estamos tomando.”
- “La situación es muy grave, se está muriendo muchísima gente de esas 11 localidades, 9 están en terrible condición… además tuvimos un caso muy grande de gastroenteritis que afectó a 340 personas”.
También contextualizó el vínculo entre agua contaminada y salud pública: “Los metales pesados son cancerígenos, mutagénicos, van mutando de una generación en otra… nacen chiquitos con problemas… o fallecen de cáncer».
Denunciaba en Caleta Olivia la presencia de hidrocarburos, arsénico y metales pesados en el agua, además de enfermedades poco frecuentes que, como decía ella, “no tienen cura” y crecen en esa región patagónica. Alertaba con claridad: “No es solamente cáncer, sino Enfermedades Raras o Poco Frecuentes. Muchos pacientes no están bien atendidos… La situación se agrava cuando se trata de estas patologías: solo se ofrecen tratamientos paliativos.”
Un mal día le tocó a ella, ya con la certeza profunda de que la contaminación ambiental fue parte del combustible de su cáncer de hígado.
En agosto de 2015, en un foro en defensa del agua organizado en Comodoro Rivadavia, otras asambleístas como Lidia Campos, de la asamblea contra el fracking de Allen (Río Negro), la conocieron personalmente luego de años de tramar resistencia contra el extractivismo: “En el Foro en Comodoro había gente de todos lados… Y estaba Mary, que ya tenía problemas, como un problema en la boca del estómago… No se sabía bien… Uno tapa esas cosas y habla de la lucha, la salud quedaba en segundo plano. Mary no era de hablar de lo personal; siempre se preocupaba más por lo colectivo».

La describe así: “Era menuda, callada. Pasaba desapercibida. Pero cuando hablaba, te dejaba con la boca abierta. Sabía muchísimo. Y tenía una convicción inquebrantable”.
Recuerda Lidia que, en 2019, Mary pasó de la denuncia mediática a la judicial: presentó un amparo colectivo ante la Corte Suprema contra la contaminación del agua con hidrocarburos, arsénico y metales pesados. Denunciaba así, ante el máximo tribunal argentino, el abandono del sistema cloacal, basurales a cielo abierto, y exigía la puesta en marcha de una planta de ósmosis inversa paralizada (actualidadjuridicaambiental.com). En ese expediente Mary detallaba:
- “Frecuentes interrupciones en el suministro… agua contaminada con hidrocarburos totales y arsénico… napas freáticas contaminadas por fracking…”.
- Solicitaba medidas cautelares urgentes: provisión gratuita de agua apta, saneamiento cloacal, cierre de basurales y puesta en funcionamiento de la planta de ósmosis inversa.
Esa presentación inédita, que firmó ella misma, reflejaba años de trabajo comunitario, denuncias y… enfermedades. Pero su denuncia fue ignorada, archivada y judicialmente ninguneada: tras seis años, la Corte se declaró “incompetente” y desestimó el recurso, sin resolver la situación de fondo.
Mary no se rindió: en 2020 fue caminando hasta Balcarce 50 para presentar a través de Mesa de Entradas de la Casa Rosada una carta firmada por una red de organizaciones en defensa del agua dirigida a Alberto Fernández, denunciando la contaminación del agua y relacionándola lúcidamente con argumentos que el ex Presidente daba como recomendaciones durante la pandemia.



Lidia Campos es la que recupera y comparte con lavaca este documento, y la que como asambleísta define su legado: “Lo que ella hizo fue histórico. Vale la pena hablarlo para las próximas generaciones… En esta época hemos perdido tanta humanidad que a nadie le importa. Pero acá hay alguien que dio su vida. Dio, literalmente, su vida.”
El último recuerdo que Lidia conserva data del 14 de julio de 2023, durante una jornada de lucha contra Mekorot, la empresa nacional de agua israelí que intentaba desembarcar en Argentina con intenciones sospechosas. Relata Lidia: “Ella estaba afuera del Anexo del Congreso con los Jubilados Insurgentes para protestar… Después fuimos a una confitería. Le pregunté si había comido al mediodía… no había comido nada. Le sugerí unos tostados o medialunas con queso. Pidió un té. Cuando llegó lo que pedimos, no lo pudo comer”. Igual, se sacaron esta hermosa foto compartiendo. Y ese mismo día, antes de despedirse, Mary le regaló una pashmina rosa a Lidia para protegerla del frío.

Abandonada
Cuando se enfermó y vio que su asamblea se desarmaba –entre otras cosas precisamente porque muchos enfermaban- Mary se trasladó a Buenos Aires. Pretendía resistir y atenderse bien, cosa que logró durante muchos años: su lucha logró que PAMI le asignara el Hospital Italiano para su tratamiento.
Tuvo un cáncer controlado que se descontroló al ritmo del deterioro del sistema de salud: primero Macri, luego Fernández, la pandemia y finalmente Milei como garrotazo final.
Desde 2023 su situación empeoró drásticamente. Su compañera Zulema, de Jubilados Insurgentes, relata: “El PAMI decía que tenían medicamentos para esa patología, pero no eran los que había indicado su médica… entonces no los aprobaban. A veces los recursos judiciales salían favorables, pero el PAMI tampoco los entregaba. La impotencia era terrible».
Sino miren este video.
María Teresa López dice claramente: “El mecanismo es simple: es eliminarnos, gastando menos… llegar al déficit cero… matándonos.”
El video la muestra junto a sus compañeros de Jubilados Insurgentes en un reclamo frente al PAMI por sus medicamentos.
Sigue: “Es más fácil eliminarnos de manera nefasta e inhumana… Para mí ustedes son asesinos, y les importa un bledo”.
Hoy, un año y mes después, Mary tenía razón.
Zulema continúa: “Ella no podía hacer la quimio porque la droga fundamental no estaba… íbamos al PAMI con compañeros, hacíamos reclamos, pero no facilitaban nada. Cuando le autorizaban un tratamiento de ocho sesiones, solo le entregaban dos dosis. Nos confesaron que no se molestaban en dar el tratamiento completo porque muchos morían antes… Pero Mary resistía, resistía… llegó un momento en que el cuerpo no resistió más».”
Una de las últimas manifestaciones ante el PAMI, sin Mary, el personal de seguridad preguntó por ella en la puerta: “¿Cómo está Mary?”
La respuesta era obvia: mal.
Insurgente
Pese al deterioro físico, Mary se unió a los Jubilados Insurgentes. Entendió que el sistema no solo descarta a quienes enferma, sino también a los que ya no pueden “producir”.
Zulema recuerda: “¡Tenía un carácter! Ese carácter es el que la hizo resistir cuando muchos se daban por vencidos”.
Llegó a ese espacio dos años atrás, íntimamente vinculada con su enfermedad. “Se metió en todo lo legal… recursos, fiscalías, Comodoro Py… sabía de litigio ambiental”, dice Zulema.
El 12 de junio de 2024, durante la lucha contra la Ley de Bases, estuvo firme en Plaza de Mayo. “Nosotros la cuidábamos porque estaba débil, pero se escapaba, quería seguir». Conocía a todos. “Era muy luchadora. Y hablaba con energía. Siempre nos pedía que unamos las luchas».
Lo que posiblemente sea su último legado lúcido: unir las luchas del ambientalismo con las banderas de los jubilados.
Sobre su convicción, Zulema dice: “Cualquier cosita que ella hacía la asumía con total responsabilidad… vino con cartulina, se traía el cartel… Cuando asumió Milei hizo un cartel que decía ‘Toda la clase política es responsable de la debacle del país’, lo diseñó ella misma”.

Otra anécdota: “Una vez vino a una reunión, con anotador en mano, ya predispuesta. Algunos comenzaron a hablar de su vida personal, y se enojó. Se levantó, juntó sus notas y se fue. Dijo: ‘acá se pierde tiempo, no van a llegar a nada’. Pero volvió. Con dramas y todo, no quería perder el tiempo: estaba alerta. Era consciente de que la tarea era enorme, y le ponía ímpetu”.
Mary sabía que no le quedaba mucho tiempo y por eso nunca bajó la guardia.
Siguió yendo cada miércoles a las rondas frente al Congreso, siempre con barbijo, para cuidarse y cuidar. Participó del Malón de la Paz, llevó agua, militó con grupos ambientalistas, jubilados y religiosos. Organizó actos, escribió cartas, e insistía en que el 22 de marzo, Día Mundial del Agua, había que salir a las calles. Siempre. Aunque lloviera, aunque doliera.
Porque Mary enseñó que la muerte no es algo que ocurre al final: es eso que va sucediendo en vida ante la indiferencia, el silencio de los tribunales, el apagón de las protestas, la descomposición del cuidado, la impunidad de los contaminadores y la complicidad del silencio.
La muerte es el abandono.
La muerte es el olvido.
Y en ese sentido, Mary sigue más viva que nunca.
Jubilados Insurgentes prepara un homenaje a Mary y, a través de ella, “a todas las víctimas del sistema y de este plan siniestro de exterminio de los más vulnerables”.
Será mañana, después de la marcha, en un acto en Plaza de Mayo.
Mary: gracias.
Hasta mañana.
Nota
Pablo Grillo: llaman a indagatoria al gendarme Guerrero a seis meses de un disparo criminal

El 2 de septiembre el gendarme que disparó una granada de gas lacrimógeno por fuera de todos los protocolos de la fuerza deberá comparecer ante la justicia. La decisión la tomó la jueza María Servini de Cubría más de cuatro meses después del hecho. Pablo Grillo luchó por su vida, perdió masa encefálica y hoy se encuentra en plena rehabilitación. Todo lo que deberá explicar Héctor Guerrero y que implica a su principal defensora y la responsable de la violencia estatal: Patricia Bullrich.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cuatro meses y una semana pasaron desde el miércoles 12 de marzo. Ese día, durante otra violenta represión a la marcha de jubilados y jubiladas, el Gendarme Héctor Guerrero le disparó fuera de toda legalidad una granada de gas lacrimógeno al reportero gráfico Pablo Grillo, cuyo impacto casi lo mata, y por el que perdió parte de la masa encefálica, estuvo casi tres meses internado en terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía y por el que hoy continúa en proceso de rehabilitación. Cuatro meses y una semana pasaron hasta hoy, lunes 21 de julio, en el que la jueza María Servini citó a indagatoria al gendarme, autor material de lanzamiento, para el próximo 2 de septiembre.
Es decir: entre la ejecución y la audiencia habrán pasado 131 días, casi seis meses, casi medio año.
El camino de la in-justicia
En un primer momento, la jueza había rechazado el expediente y el caso había pasado al Juzgado Federal N° 12, donde tramitaba otra denuncia por los mismos hechos. Como ese juzgado estaba vacante y subrogado por Ariel Lijo, quien también se declaró incompetente y declinó la competencia, el expediente regresó al Juzgado N° 1 el 28 de marzo y la jueza Servini lo tiene en sus manos desde el 10 de abril, a la vuelta de una licencia.
La cronología detalla el tiempo que una familia debe atravesar para exigir justicia por un hecho de violencia estatal: desde el 21 de marzo en que el papá, la mamá y el hermano de Pablo se presentaron en la causa como querellantes, solicitaron se llame a Guerrero a declarar “en calidad de imputado, por tentativa de homicidio agravado por abuso funcional, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Pero no hubo respuesta. Por eso, el 6 de junio, reiteraron el pedido con estos argumentos: “Desde el inicio de la investigación, todas y cada una de las pruebas recabadas por el Juzgado corroboran lo que planteamos en nuestra querella del 21 de marzo: el cabo primero Héctor Jesús Guerrero de la Gendarmería Nacional Argentina fue el autor del disparo de la pistola lanzagases que hirió de gravedad a Pablo Grillo el 12 de marzo a las 17.18hs”. Y agregaron: “En el pedido que presentamos ante la jueza Servini ofrecemos una descripción de los hechos y un análisis pormenorizado de los elementos de prueba existentes hasta el momento”.
Y no hubo dos sin tres: el 15 de julio se le volvió a exigir al Juzgado que lo cite a Guerrero.
Y la tercera fue la vencida: este lunes, Servini citó a prestar declaración indagatoria al cabo Guerrero como autor del disparo con cartucho de gas lacrimógeno calibre 38mm que impactó en la cabeza de Pablo Grillo. La audiencia será el 2 de septiembre a las 10.
Guerrero es el primer efectivo formalmente imputado en la causa por el operativo policial del 12 de marzo.
Desde la querella informaron: “El juzgado ordenó la realización de una pericia balística a cargo de la División Balística de la Policía de la Ciudad para reconstruir con el mayor nivel de precisión técnica posible el disparo que hirió de gravedad a Pablo. Si bien la jueza consideró que ya existen elementos de prueba contundentes respecto de la responsabilidad de Guerrero para esta instancia, sostuvo que la pericia es necesaria para afianzar la reconstrucción de la dinámica del hecho”.
La pericia tendrá como objetivos precisar:
-La trayectoria y velocidad del proyectil que impactó en la cabeza de Pablo Grillo;
-La posición del arma al momento de efectuarse el disparo y el ángulo de salida del proyectil;
-Analizar si el proyectil impactó previamente contra otra superficie, y si eso alteró su dirección o energía.
-Las ubicaciones de Grillo y de Guerrero al momento del disparo.
El juzgado también ordenó, previo a la pericia, una inspección en el lugar del hecho (la esquina de Hipólito Yrigoyen y Solís) que incluirá un relevamiento fotográfico terrestre y aéreo y la elaboración de un croquis detallado de la escena.
Además, le prohibió a Guerrero la salida del país.
Compartimos el perfil de Pablo que realizamos en la edición 203 de MU.
Nota
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Modalidad: presencial y online por Zoom
Duración: 4 encuentros de 3 horas cada uno
No se requiere experiencia previa.
Docente:
Mariano Randazzo, comunicador y realizador sonoro con más de 30 años de experiencia en radio. Trabaja en medios comunitarios, públicos y privados. Participó en más de 20 proyectos de podcast, ocupando distintos roles de producción. También es docente y capacitador.




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