#NiUnaMás
Córdoba: el reclamo de justicia tras el suicidio de Luana apunta a la violencia machista

Familiares y amigos Luana Ludueña movilizaron por las calles de Pilar, en Córdoba, para exigir justica por la bombera que el 21 de enero se suicidó luego de haber denunciado por abuso sexual a Diego Concha, jefe de Defensa Civil de la provincia: quién era. La movilización partió desde la Casa de la Mujer de la localidad y reunió a más de 800 personas, convocada por el Colectivo de Mujeres y Disidencias local. La familia plantea que el crimen sea investigado como un «femicidio indirecto»: cuáles son los antecedentes.
Por Bernardina Rosini
El caso de Luana conmovió a toda la provincia. El 26 de noviembre, un día después de haber renunciado como Director de Protección Civil, Concha fue detenido por haberle puesto un arma de fuego en la cabeza a su ex pareja y amenazar con quemarle el auto. Con el ex funcionario imputado y detenido por «lesiones calificadas, amenazas calificadas reiteradas por uso de arma de fuego y coacción”, Luana, bombera voluntaria de 26 años, se sintió a salvo y, acompañada de su madre, se animó a denunciar que el pasado 14 de noviembre, domingo de elecciones legislativas, Concha, con la promesa de facilitarle el ingreso al exclusivo Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes (ETAC), coordinó un encuentro en el cual abusó sexualmente de ella.
Tras la denuncia, la familia de Luana asegura que comenzaron loas persecuciones por parte de allegados al ex funcionario. La propia madre de la joven había denunciado que el funcionario “le arruinó la vida”, y que tras la tras la denuncia, cada día de Luana “fue un calvario”.

Según su familia y sus amigues, Luana tenía clara vocación de servicio. Enfermera y bombera voluntaria, entrenó a su propio perro como animal de búsqueda y rescate y logró que sea reconocido por el Ministerio de Seguridad nacional. En una entrevista a fines de diciembre, Luana contó que tuvo dos intentos de suicidio, que estuvo más de 20 días internada en una clínica psiquiátrica: “Estoy con tratamiento y de carpeta médica en mi trabajo. Mi vida ya no es mi vida. No puedo volver a ejercer como bombero, escucho una sirena y lloro. No paro de llorar”. Así transitaba los días Luana, con un compañero bombero que tras su denuncia la buscó en varias ocasiones para hostigarla y exigirle que la retire. La buscó en la clínica psiquiátrica donde estuvo internada, en otra ocasión la encerró en un auto y por último la enfrentó en el centro vacunatorio donde Luana estaba trabajando. El abogado de la familia, Carlos Nayi, adelantó a CB24 que la fiscalía ya está investigando al hombre, que fue imputado por “privación ilegal de la libertad calificada”.
Luana estaba con botón antipánico producto de las amenazas de su compañero, con medicamentos. Días después, en terapia intensiva tras un tercer intento de quitarse la vida, le pidió a la familia que la deje ir. El 21 de enero, Luana murió.
“Yo sé que hay más chicas, porque él me lo dijo: varias chicas ingresaron de la misma manera y no le dijeron que no”, había declarado en una entrevista televisiva.” No se callen porque todo lo que nosotros no hablamos y no decimos, se transforma en nudos, en tristeza y en algún momento explota. Eso no se muere nunca”.
El estanque
A 44 kilométros de Córdoba capital se encuentra la ciudad de Pilar. “Tranquila como agua de estanque” la suelen definir, aunque la situación que señalan en la Casa de la Mujer es otra. Pilar es el primer municipio del país en declarar Emergencia Pública en Materia Social por Violencia De Género en junio del 2020. Desde entonces, las consultas crecieron en un 200%, y contabilizan unas 500 denuncias anuales. Para una localidad de 15 mil habitantes. A modo de referencia, el municipio de San Martin, en provincia de Buenos Aires, atiende unas 600 mujeres anualmente y cuenta con una población de más de 400 mil habitantes.
Laura Reuter es de la Campaña por la Emergencia Nacional por Violencia de Género y cuenta que la ordenanza que declara la emergencia le permitió a esta localidad abrir la Casa de la Mujer, contar con promotoras territoriales con sueldo y montar un refugio. Aún así, con las dimensiones de la demanda, no es suficiente. “Necesitamos mayores recursos y servicios que se presten en calidad para poder incidir, avanzar, sobre todo en materia de salud mental”, apunta. “Luana tenía asignado un encuentro al mes. En diciembre tuvimos otra joven de la zona que se quitó la vida en un contexto de abuso sexual. Hay mucho dolor que atender”.
La causa
Diego Concha (52) creció entre cuarteles: es hijo, hermano y padre de bomberos. Hace 25 años es el jefe del Cuerpo de Bomberos de Icho Cruz. Con 35 años de experiencia es el mayor referente en manejo del fuego en una provincia que cuenta con casi 5000 bomberas y bomberos voluntarios. Incluso el año pasado se presentó un proyecto en la Legislatura unicameral para que el Cuartel que encabeza lleve su nombre.
Los últimos 10 años ocupó el cargo de Director Provincial de Protección Civil. Fue designado por exgobernador José Manuel de la Sota en su tercer mandato y sostenido luego por el actual gobernador Juan Schiaretti. Firme en su rol, coordinó acciones desde entonces con la cúpula de la policía provincial. Discutido por los militantes por la defensa del medio ambiente de la zona, fue señalado como rostro cómplice de un gobierno sospechado de dejar avanzar múltiples incendios a los que, señalan los vecinos, siempre acudió a destiempo. También Concha desde Defensa Civil estuvo a cargo de la búsqueda de personas, entre ellas Mariela Natalí y Cecilia Basaldúa, quienes finalmente aparecieron muertas. En ambos casos se criticó su lentitud y escaso accionar.
Además de ambas denuncias en contra de Concha, hoy también empiezan a analizarse supuestas irregularidades en el manejo de fondos en Defensa Civil.
La primera denunciante de Concha fue su expareja, integrante del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes (ETAC) y parte del cuerpo de Bomberos, que depende de la Policía de Córdoba. El fiscal Raymundo Barrera, de Cruz del Eje y subrogante de la fiscal de Cosquín Paula Kelm, indicó que se analizaron indicios de peligrosidad procesal o de entorpecimiento de la investigación debido a “que (Concha) era un funcionario público que trabajaba en un área cercana a la de esta señora resultando jefe de su ex pareja».
Bajo este fundamento lograron que Diego Concha quede detenido inmediatamente en la cárcel de Bouwer después de radicada esta primera denuncia. En el allanamiento en su casa la justicia secuestró una pistola Bersa nueve milímetros y un Fusil Automático Liviano (FAL).
El abogado defensor Luciano Mayer solicitó la liberación del ex funcionario, al aducir que tras la renuncia al cargo, se elimina el presunto peligro de intervención en las pruebas. Pero la situación se complicó rápidamente, ya que a cuatro días de su detención se sumó una nueva imputación por “abuso sexual con acceso carnal doblemente calificado, por violencia de género y por el desempeño de sus funciones”. Luana había logrado hablar. Tras sumarse esta nueva denuncia, Mayer renunció como representante del denunciado.
“Luana no pudo superar las secuelas psicológicas que le produjo este asalto sexual», aseguró Carlos Nayi, representante legal de la víctima, quien tras la muerte de la bombera solicitó que la causa cambie de carátula y sea investigada como «homicidio en ocasión de abuso sexual y perpetua, una sanción ejemplar para este hombre”, asegurando que la decisión está directamente relacionada con la violencia que sufrió. También pidió que se investigue como un “femicidio indirecto”.



Nayi, al solicitar el cambio de carátula cita como antecedente el caso Sathya Aldana, en el cual se dictó una sentencia ejemplar en julio del año pasado. Sathya se quitó la vida a los 19 años luego de haber sido sometida sexualmente durante varios años por su padre biológico. La Cámara 3ª del Crimen de la ciudad de Córdoba dictó la máxima pena para Walter Insaurralde al encontrarlo «autor penalmente responsable de homicidio con motivo de abuso sexual con acceso carnal calificado por el vínculo y la convivencia preexistente, en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores de 18 años, doblemente agravado por el vínculo y por el medio intimidatorio». Fue la primera vez a nivel nacional que se condenó por homicidio a un violador responsabilizándolo por el suicidio de su víctima.
En los movimientos feministas latinoamericanos se lo empieza a señalar como “suicidio femicida”, y se reconocen tres inductores: el abuso sexual, la violencia de género extrema y la inducción a la prostitución o trata de personas.
El único país que hasta ahora lo incluyó en el Código Penal como delito es El Salvador.
“Quiero que se pudra en la cárcel», dijo Cristina, mamá de Luana, en declaraciones a Canal 12. «A mi hija no me la devuelven más. Mi alma está rota en mil pedazos, pero ella me da fuerzas. No tengo miedo”.
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38º Encuentro Plurinacional: el regreso

Por Claudia Acuña
Fotos Line Bankel
A las doce de la noche parte el micro que nos trae de regreso a Buenos Aires con el grupo de mujeres que lucen imborrables sonrisas y cachetes decorados con purpurina. La noche es para soñar y la mañana para compartir la transmisión de la asamblea que decide en qué ciudad se realizará el próximo encuentro: Córdoba.
Con el festejo llega la ceremonia que preparó la Comisión de Mística.
Estamos todas sentadas en el piso superior del micro mientras una voz encantadora nos cuenta el cuento La cabeza en la bolsa, mientras recorre el angosto pasillo mostrando las ilustraciones que dan vida a esta historia que escribió Marjorie Pouchet: la de una chica rabiosamente tímida que siempre sale a la calle con una bolsa en la cabeza, hasta que un día, regado por sus lágrimas, crece allí un jardín. ¿Qué hará entonces con esa timidez y con esas flores?
Consultar a una amiga.
Algunas compartirán en voz alta lo que ese cuento les resuena; otras sus lágrimas.
Luego, las organizadoras de la colecta para el viaje nos darán dos regalos. Cada una recibirá así una de las serigrafías creadas por el grupo de arte Vivas Nos Queremos y un pedido: que sean expuestas en lugares colectivos. El otro regalo está guardado en un sobre hecho a mano con papel reciclado. Contiene stickers, calcomanías y un papel amarillo donde nos piden que escribamos un deseo que acompañe a nuestras amigas de viaje hasta el próximo Encuentro. Una cajita de cartón recoge los mensajes y de allí cada una extraerá el suyo.
El mío:
“Seguí tus sueños, abrazá tu intuición, aferrate a tus compañeras: todo es posible”. Llegamos.

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38° Encuentro Plurinacional: Qué momento

El 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Travestis, Trans, Lesbianas, Intersex y No Binaries terminó este domingo con una movilización de 20 cuadras por la costanera correntina. Más de 90 mil personas participaron de estas jornadas que se vivieron una vez más como un hecho histórico y más aún ante el contexto libertario: «Qué momento/ qué momento/ a pesar de todo, les hicimos el Encuentro». Voces de distintas generaciones, desde las que fueron por primera vez a las más experimentadas, que participaron de talleres y de conversaciones para pensar y hacer otro feminismo para enfrentar al fascismo. Las canciones, las estrategias, y las opciones para el año que viene: ¿Córdoba o CABA?
Por Claudia Acuña. Fotos de Line Bankel para lavaca.org
Enviadas especiales a Corrientes.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
¿Cuánto son veinte cuadras de feminismo? ¿Y si esas veinte cuadras corresponden a la costanera correntina? ¿Y si se mueven durante dos horas gritando “señor, señora, no sea indiferente, nos robaron a Loan en la cara de la gente”?
A las siete y pocos minutos, la marcha de cierre del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Travestis, Trans, Lesbianas, Intersex y No Binaries partió de un parque con color emblemático: Poncho Verde. Apenas dos cuadras después ya hacía llorar a una señora asomada a la ventana y agitar los brazos a su vecina, tres pisos más arriba, mientras una tercera se atrevía a aplaudir. La multitud se detuvo para saludarlas y, con ese abrazo a distancia, la marcha se sintió bendecida.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Los cálculos aritméticos dictan que se agotaron todas las plazas de alojamiento en Corrientes Capital, que la demanda desbordó hacia ciudades vecinas como Resistencia y Paso de los Libres, y que eso significa que al menos 70 mil personas llegaron a este Encuentro. Las cuentas por espacio ocupado en el asfalto correntino elevan esa cifra a 90 mil. Cualquiera haya sido la cantidad, lo que sin duda representa en este contexto lo sintetiza una palabra: demasiado. Ese fue el sentimiento que aderezó desde la apertura hasta este final, que hizo llorar a las organizadoras y cantar una y otra vez el hit de este Encuentro: “Qué momento/ qué momento/ a pesar de todo/ les hicimos el Encuentro”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Mientras un grupo de chicas de San Luis se pinta la bandera palestina en los cachetes, me cuentan que participaron del taller de antiimperialismo y de otro sobre el trabajo sexual. Dicen con seguridad que el desafío ahora es poder transmitirles a las “más jóvenes” por qué vale la pena organizarse y pelear por mantener derechos que costaron tanto conseguir y seguir batallando por otros que todavía están pendientes. “Las jóvenes tienen que ser el futuro del feminismo y es nuestra tarea que así sea”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
La que habla se llama Lucía y tiene apenas 22 años. Sus amigas completan: para ellas fue el primero, pero no será el único. No les llamó la atención que existiera cierta tensión entre los aparatos políticos –“lo vemos siempre”– y hasta consideran que “está bien que se debata con pasión sobre temas importantes, como la reforma laboral, porque lo importante es hablar”, aunque sin duda sería mejor que también las escuchen.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Otro grupo de chicas tucumanas –primerizas también– dirá que les interesó el taller de educación y que aprendieron mucho escuchando a mujeres de todas las edades intercambiando experiencias y opiniones. “No es habitual que podamos conversar con diferentes generaciones y todas en un plano de igualdad: no había quien se presentara como si supiera más o fuera más importante”. Otra dirá que rescató que los talleres no cerraran con conclusiones o recetas sobre lo que hay que hacer. Eran personas compartiendo preguntas y eso es lo que se llevan. Les pregunto cuáles, como ejemplo. Dirá otra: “En el taller de violencia digital alguien planteó que se nota que los varones fascistas están muy activos en las redes y sin duda organizados. Entonces se preguntó: pero ¿dónde están nuestros varones? ¿Por qué ellos consideran que si nos atacan a las mujeres no es su problema? Otra chica planteó su duda: ¿tenemos que hablarles a los varones fachos? Y si así fuera, ¿qué tendríamos que decirles? Nos dejó pensando”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Durante el recorrido de esta marcha alegre y sin sobresaltos se cruzaron algunas amenazas que llevaron a la práctica y la resolución al paso de algunas respuestas a estas preguntas. Dos opciones:
Opción No te Tenemos Miedo: cantarles “tiemblan los machistas/ América Latina va a ser toda feminista”.
Opción Defendemos lo Irrefutable: gritar “¿Dónde está Loan?”.
La inteligencia es colectiva.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Mañana habrá que resolver también colectivamente la tensión interna que se encarna en la elección de la próxima sede del Encuentro: CABA o Córdoba. Hay quienes temen que en CABA monopolice el tema la prisión y proscripción de Cristina Kirchner. Otras plantean que es hora de un Cordobazo feminista. Ambas cantaron hoy sus preferencias (“que sea en CABA”, gritaban las Mumalá correntinas; “paso a paso se viene otro Cordobazo”, agitaban las cordobesas), pero la marea entera coincidía en lo importante: el poder de estar juntas sigue intacto.
La pregunta que dejó a todas pensando es qué hacer con eso.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org


Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

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Oraciones, entre la cruz y la raya: un ritual para presentar el nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez

Este domingo 16 de noviembre presentamos el nuevo libro del Observatorio de Violencia Patriarcal Lucía Pérez, editado por lavaca, con una perfomance conmovedora: Oraciones, entre la cruz y la raya fue una obra de teatro danza basada en los ejes teóricos de Femicidios, narcotráfico y Estado. La puesta transformó en lenguaje poético, corporal y musical una realidad que duele y mata, de la mano de talentosas artistas.

Familias sobrevivientes de femicidios, con el libro del cual son parte: el nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez.
Oraciones, entre la cruz y la raya: así se llamó la presentación performática del nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez editado por lavaca y titulado Femicidios, narcotráfico y Estado.
La obra de teatro y danza indagó en los mecanismos que operan sobre los cuerpos y los territorios desde una dramaturgia que combinó texto, movimiento y música. El resultado fue una experiencia que funcionó tanto como obra artística como herramienta para hacer sentir, colectivamente, de qué hablamos cuando hablamos de femicidios.
La obra fue ideada y escrita por Claudia Acuña, también responsable de la dirección general del Observatorio Lucía Pérez. En escena, Oraciones desplegó el trabajo de las intérpretes Julieta Costa, Lola Domínguez Hayes, Lucía Harismendy, Pia Leone, Luca y Juana Torras, quienes construyeron una trama sensible entre la fragilidad y la fortaleza. La música en vivo, a cargo de Santiago Torricelli en piano, aportó un pulso emocional que atravesó toda la pieza.



El diseño sonoro siguió de la mano de Pía Leone, junto con la operación técnica de Teo Escobar y Lucas Pedulla. Y el diseño gráfico estuvo a cargo de Jonatan Ramborger (autor, también, de la tapa del libro) y Julie August.
La puesta en escena fue realizada por Julieta Costa, mientras que la dirección coreográfica estuvo a cargo de la reconocida directora y coreógrafa Carla Rímola.
Oraciones dejó en quienes asistieron la certeza de que el arte no sólo puede denunciar lo que duele, sino también abrir caminos para imaginar otras formas de vida y de cuidado.
Y también, otras formas de presentar un libro.



El Observatorio y su libro
El Observatorio Lucía Pérez es una herramienta de análisis, debate y acción creada por lavaca.org con el objetivo de profundizar el trabajo sobre formas de prevención y erradicación de la violencia patriarcal.
Cada día un equipo conformado por Claudia Acuña, Amalia Etchesuri, Anabella Arrascaeta y Pablo Lozano actualiza 12 padrones de manera autogestiva, datos que sumados al seguimiento de lo publicado en medios de todo el país son luego chequeados y precisados con fuentes judiciales y periodísticas. Se trata del único registro público del país, lo cual quiere decir que pueden consultarse las fuentes de cada dato.
Cada mes el Observatorio realiza un resumen de este diagnóstico junto a víctimas y familias sobrevivientes de femicidios. El resultado es el informe mensual que se difunde a través de organizaciones sociales y referentes de la política y la cultura que intenta pensar, más allá de las cifras, la radiografía social y política de esta violencia.


Femicidios, narcotráfico y Estado reúne ahora y por primera vez los distintos informes, investigaciones y acciones del Observatorio Lucía Pérez. Es un material que indaga a través de la articulación de textos teóricos y reportajes periodísticos las vinculaciones entre lo narco, la violencia machista, los femicidios y el rol del Estado en la trama de la impunidad.
Todo eso quedó plasmado en esta presentación-ritual colectivo para empezar a sanar una realidad que duele, y organizar la realidad que viene: aquella que queremos, deseamos y nos merecemos.
Si querés el libro escribinos al teléfono que figura en este link, y suscribite para apoyar todo lo que hacemos:

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