Sigamos en contacto

Nota

Desalojo a cartoneros: ratifican la denuncia contra la Comisaría 33

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La Defensora del Pueblo Alicia Pierini ratificó ante la Fiscalía correccional Nº 13 la denuncia contra la comisaría que ejecutó el violento desalojo de los cartoneros que se habían asentado en Pampa y la vía para reclamar el reestablecimiento del Tren Blanco, suspendido por la empresa TBA. Mientras tanto sigue el proceso judicial a la decena de cartoneros que habían sido detenidos, acusados de resistencia a la autoridad. Hasta ahora, a sólo dos de ellos se les dictó la falta de mérito.

La Defensora del Pueblo Alicia Pierini ratificó ante la Fiscalía correccional Nº 13 la denuncia contra la comisaría que ejecutó el violento desalojo de los cartoneros que se habían asentado en Pampa y la vía para reclamar el reestablecimiento del Tren Blanco, suspendido por la empresa TBA. Mientras tanto sigue el proceso judicial a la decena de cartoneros que habían sido detenidos. Hasta ahora, a sólo dos de ellos se les dictó la falta de mérito.
En el Juzgado de Menores Nº1 continúa tramitándose la causa contra los cartoneros desalojados de Pampa y la vía a fines de febrero pasado. Se los acusa de resistencia a la autoridad y daños. De las diez personas que fueron detenidas, nueve ya salieron en libertad y a dos de ellas ya se le dictó la falta de mérito. Mientras tanto, la Defensora del Pueblo de la Ciudad, Alicia Pierini, ratificó la denuncia realizada por la represión policial que llevó a cabo el desalojo.
Pierini se presentó el 6 de marzo en la Fiscalía Correccional 13 para refrendar su presentación contra la comisaría 33, acusada de cometer abuso de la fuerza pública, lesiones, abuso de autoridad, violación de los deberes del funcionario público y privaciones ilegítimas de la libertad en los hechos del 22 de febrero a partir de las 5 de la mañana. LA Defensora se entrevistó, además, con el fiscal Marcelo Daniel Roma, quien solicitó todas las copias de los testimonios de testigos y damnificados tomadas por la Defensoría del Pueblo y exigió copias de las grabaciones realizadas por los canales de televisión, para comenzar a obtener documentación probatoria de lo sucedido.
A su vez, la abogada Claudia Ferraro, defensora de los cartoneros y vecinos que resultaron detenidos, solicitó que el Juzgado de Menores se declare incompetente y traslade la causa a la justicia correccional. “Como uno de los detenidos era menor de edad, toda la causa pasó a manos de un juez de menores. Como ahora dictó la inimputabilidad del chico, no tiene sentido que se siga tramitando allí”, explica la letrada. De los diez detenidos, uno solo –Walter Acuña- aún no recobró su libertad debido a que tenía otras causas penales abiertas con anterioridad.
Uno de los que se ríe porque está siendo juzgado por un juez de menores es Alejandro Tiscornia, un vecino del barrio de Saavedra que tiene 44 años y que fue detenido cuando se solidarizó con las víctimas en medio del desalojo. Tiscornia estuvo detenido durante doce horas en la comisaría 33, no obstante no dejó de colaborar con los cartoneros. “Con los vecinos de Belgrano estamos haciendo el trabajo que debería hacer el Gobierno de la Ciudad: dar contención social a los cartoneros. Nosotros los ayudamos con alimentos, dinero, útiles escolares, guardapolvos porque esta gente quedó en situación de indigencia”, advierte.
El delegado de los cartoneros de Pampa y la vía, Marcelo Sosa, explica por qué: “Toda la gente que acampaba quedó en situación de indigencia. La mayoría alquilaba su vivienda y al perder la posibilidad de trabajar, porque nos sacaron los carros, ya no podían hacer frente al pago de la renta”.
En el violento desalojo del 22 de febrero, las autoridades del gobierno secuestraron los 40 carros que los cartoneros tenían en el lugar a palazo limpio. La semana pasada, señala Sosa, les devolvieron apenas 18. “Algunos ni siquiera eran los nuestros y otros estaban rotos –describe-. Y si no fuera por los vecinos que nos consiguieron bolsones y sogas, no hubiéramos podido salir a trabajar, porque todo eso, necesario para nuestro laburo, se lo llevaron todo”.
Recién esta semana, que recobró su carro, Sosa pudo retomar su trabajo. Y también su lucha: “Seguimos pidiendo el cumplimiento de la ley 992 que dice que el gobierno tiene que incorporarnos al sistema de reciclaje de residuos. Por eso exigimos el blanqueo de nuestra actividad. La ley dice que nos tienen que dar pecheras, guantes y un carnet”.
Sosa fue uno de los 90 cartoneros que acampó en el playón de Pampa y la vía desde el 28 de diciembre, cuando la empresa TBA decidió eliminar el servicio del Tren Blanco de la ex línea Mitre, que permitía a los cartoneros trasladar los desechos recolectados hasta sus barrios del conurbano. Como paliativo a esta situación, el Gobierno de la Ciudad había contratado camiones para transportar cartones, botellas y otros materiales reciclables, pero el sistema no estuvo bien pensado: “Tenemos que levantar la carga, que llega a ser de 250 kilos, a un metro setenta de altura, para subirla al camión. A mí, de tanto esfuerzo que hice, me duele toda la columna y eso que yo tengo un físico bien formado. Además, hay problemas con los horarios: cuando el camión vuelve, todavía no juntamos nada porque la gente recién a las ocho de la noche saca la basura”, describe Sosa.“El tren – agrega- sigue siendo la mejor solución. Si alguien se le cae un carro encima y pierde un brazo o una pierna, la Ciudad se tendrá que hacer responsable. Ahora el gobierno dice que quiere hacer centros verde, de reciclado, pero ¿habrá lugar para los miles de cartoneros que caminan la ciudad?”, pregunta incrédulo.
Mientras el proceso judicial prosigue, los vecinos solidarios estudian la posibilidad de realizar una presentación judicial por incumplimiento de los deberes del funcionario público por el incumplimiento de la ley 992. “Hay toda una campaña mediática que intenta enfrentar a los vecinos de la Ciudad con los cartoneros que vienen del conurbano. Pero la verdad es que los cartoneros no podrían juntar todo lo que juntan sin la colaboración de los vecinos. También es verdad que hubo algunos vecinos que presentaron una denuncia para que los desalojen, pero esos son quienes priorizan una mirada estética sobre el problema en lugar de analizar la problemática social de los que vivían en el asentamiento. Ellos buscaban una solución para su problema y también para la ciudad, que malgasta los 1.600 millones de pesos que gasta en higiene y saneamiento urbano. El mecanismo de gestion de residuos actual no solo es antiecológico, sino que despilfarra un montón de recursos. Económicos. La mayor parte de la basura puede ser reutilizada y generar una cadena de valor económico”, sentencia Tiscornia.

Nota

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.

Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Darío Santillán.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Maximiliano Kosteki

Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.

El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.

Siguen faltando los responsables políticos.

Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.   

Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.

Seguir leyendo

Nota

83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

Publicada

el

Pablo Grillo
Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

Seguir leyendo

Nota

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.