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Eduardo Murúa, del MNER: resistiré (el tarifazo)

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Encabezó la protesta en la audiencia pública donde los representantes de las empresas energéticas terminaron empapados y abucheados. Ahora, está organizando la estrategia para frenar los aumentos y organizar a los consumidores en cooperativas. El referente de uno de los movimientos de fábricas recuperadas asegura que el tarifazo es ilegal y que la denuncia de Kirchner sobre la extorsión de las empresas petroleras es argumento suficiente para restatizarlas.

Este martes a las cuatro de la tarde, el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas convoca a una reunión de movimiento sociales para estudiar la manera frenar el aumento de tarifas del gas y para organizar una cooperativa de usuarios consumidores de garrafas, uno de los sectores más afectados por los nuevos valores. Además, cada una de las fábricas recuperadas que integra este movimiento presentará en sus respectivas jurisdicciones un recurso de amparo con el propósito de evitar el incremento en el servicio que planea el gobierno. «Estamos seguros de que se puede detener el aumento», manifiesta Eduardo Murúa, presidente del MNER.

«Si no lo hace, este gobierno va a parecerse al menemismo», subraya Murúa y explica: «Menem privatizó YPF con un diputrucho. Kirchner tampoco acepta las reglas democráticas, porque determina un aumento que es ilegal, porque se realiza sin la audiencia pública que obliga la ley».

– Algunos medios de comunicación los culparon a ustedes de que no se haya realizado esa audiencia.

– Me enorgullece que los medios de los grandes grupos económicos nos traten así. Avisamos que lo vamos a seguir haciendo. Durante la audiencia, nosotros esperamos pacientemente que hablen los representantes de las petroleras, que dijeron una sarta de mentiras. Y cuando hablaron los funcionarios del gobierno nos indignamos: el Presidente había dicho que las empresas nos extorsionaron, que las petroleras se sentaron arriba de los pozos; y resulta que ningún funcionario habló de eso. Ni siquiera plantearon diferencias con las empresas. No quisimos participar de la mentira. Si no nos hubiéramos ido, hoy existirían los marcos legales para el aumento. El único mecanismo del pueblo es romper con esas mentiras, no cometimos ningún acto de violencia. Aunque no le tenemos miedo, si consideramos que hace falta. Hubo funcionarios que intentaron presionarnos para que dejáramos funcionar la audiencia, como el jefe de Gabinete, que nos hizo llamar por un legislador de la Ciudad. Parece que no nos conocen. Pero los que más nos preocupa es que otras organizaciones, como por ejemplo la CTA, no intervinieron cuando vieron lo que pasaba. Nosotros siempre planteamos que hay que ir a las bases, pero todavía hay dirigentes que piensan que alcanza con hacer declaraciones públicas y someterse al orden legal.

Murúa está convencido de que no existen razones para el aumento, concedidos a su juicio por obra y gracia de las extorsiones empresarias. «Este es un verdadero saqueo al pueblo argentino -opina-. No hay justificativo alguno, porque los niveles de consumo son iguales a los del año pasado. Para los pobres será tremendo, por el aumento de las garrafas, y para las industrias será un freno a su crecimiento. Aumentarán hasta un cien por ciento los costos de producción por los incrementos en luz y gas. Tal vez no sea el traslado a los precios en la misma proporción, pero se notará en la rentabilidad de las fábricas. Si ya están despidiendo a compañeros a raíz de los cortes, que queda recontraclaro que son maniobras para pedir aumento».

Para el presidente del MNER es una mentira que haya desabastecimiento de gas. «Solo aprietan para tener más rentabilidad. Si no, cómo se explica que haya venido Petrobras, después de la devaluación. ¿Qué estudio de mercado hizo para instalarse en la Argentina? Si a ellos les cierran los números, por qué no le cierran a otras empresas», se pregunta.

Desde la mirada de Muría este tema es una divisoria de aguas y definirá la verdadera política del gobierno. «Creemos que se trata de una discusión central, donde se va a definir si el gobierno esta interesado en el desarrollo del país o si continúa con las practicas a favor de las petroleras, entregando nuestros recursos. No hay proyecto serio de un país sin manejar la energía. En realidad, nunca tuvimos expectativas en este gobierno. Mantiene el modelo económico del 76, quizá con algo más de cinismo. Este gobierno es como el tero: canta por un lado y pone los huevos por el otro. Nosotros tenemos realizado un estudio, donde hay elementos de sobra para restatizar YPF. Además, si las empresas extorsionan como denunció el Presidente, es motivo suficiente para que se caiga la privatización».

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Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

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En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.

Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. 

Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.

Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.

Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.

Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.

El video de 3,50 minutos

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Orgullo

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Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.

Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.

Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.

Eso es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.

Y no es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

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Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

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(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los  libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?

El podcast completo:

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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