Nota
Desmonte en el humedal de Bernal: la señal de las arañas
Un funcionario de Quilmes reconoció el desmonte que viene denunciando la Asamblea No a la Entrega de la Costa Quilmes-Avellaneda. Ahora, se autoconvocan para replantar los árboles destrozados y se movilizan hacia la Municipalidad.
El domingo 17 de julio Estrella se dirigió el talar que se encuentra antes de ingresar al humedal de Bernal. Junto a diversos compañeros hace semanas está haciendo un relevamiento de diversas arañas presentes en esa reserva natural. Esta vez, la evidencia que encontró fue otra: huellas de máquinas marcadas en la tierra, los talas y los curupíes mutilados y arrojados por los costados, las cañas amontonadas como paquetes de fideos gigantes y unos ceibos arrancados de raíz.
Inmediatamente comenzó la cadena de mensajes entre los miembros de la Asamblea No a la entrega de la Costa Quilmes-Avellaneda, fundada para hacerle frente al proyecto inmobiliario Nueva Costa del Plata que pretendía convertir la reserva en un proyecto inmobiliario.
En 2011 comenzaron las tareas de desmonte y relleno, hasta que la Asamblea supo que la legislación municipal violaba la Ley Nacional de Bosques, vigente desde 2007, y que con orden judicial la obra se detendría. Luego de insistentes denuncias, finalmente a comienzos de 2013 fue otorgada una medida cautelar en la justicia federal que suspendió las tareas de desmonte.
Desmontar, rellenar y tirar basura
“El amparo no llega a la zona de Bernal”, reconoce Nieves Baldiccini, una de las integrantes de la asamblea. “Pero cuando vos ves el proyecto Costa de Plata es parte del mismo desarrollo inmobiliario”.
El humedal de Bernal fue declarado reserva natural y contiene una gran densidad de especies vegetales y animales autóctonas, entre ellas las arañas.
“Conocer para defender” es la consigna con la que la Asamblea No a la entrega de la Costa Quilmes-Avellaneda organiza las caminatas por la reserva natural de Bernal. Unas veces, las caminatas son a la luz del día. Otras, a la luz de la luna. Luego de pasar por unos árboles y un cañaveral, los caminantes se detienen a contemplar el humedal. Ese es el momento más importante de la caminata, donde se siente el cambio de temperatura y se comprende quello de que “el humedal es el regulador natural de la temperatura”. También se puede pisar el esponjoso humedal y comprender lo otro de que “el humedal absorbe el agua y previene las inundaciones”.
Estas dos funciones del humedal son las que ahora defienden los vecinos de la Asamblea. “Como es una zona baja, recibe mucha agua del área circundante y evita que se inunden los barrios cercanos”, relata Baldiccini.
Además del desmonte, otra cuestión que viene sucediendo en el humedal es el sistemático relleno del mismo, cuestión que fue denunciada en el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible sin obtener respuestas.
Por último, desde meses centenares de cambiones volcadores descargan toneladas de residuos – principalmente escrombros y ramas- sobre la selva marginal situada a la vera de la calle Espora y la Colectora de la Autopista Buenos Aires – La Plata. Dice la Asamblea: “Esto provoca un vertiginoso aumento del nivel de los suelos y la destrucción paulatina del ecosistema natural”.
Quilmes no cambió
Si bien estos problemas se arrastran de años, la gestión actual de Quilmes no parece preocupada por la reserva.
Según relata Nieves, el intendente Martiniano Molina presentó el plan urbano ambiental de Quilmes surgido de 4 encuentros “a los que no fuimos porque nunca nos avisaron”. El problema: “Señalizaban a la reserva como barrio de alto valor económico, cuando ahí no hay barrio”.
El martes 19 se realizó una convocatoria de difusión y concentración en el área, las radios y los diarios locales se comunicaron durante todo el día. El Secretario de Servicios Públicos de Quilmes, Oscar García, en uno de estos programas, reconoció el “desmalezamiento” y manifestó: “Cometimos un error y no vamos a continuar con esa tarea”.
Los encargados de hacer cumplir sus promesas serán los vecinos.
El próximo sábado 23 de julio se hará una jornada donde se plantarán talas y se replantarán los ceibos que fueron arrancados de raíz.
Y el lunes 25 marcharán a la intendencia de Quilmes para entregarle un petitorio al intendente.
Nieves enumera:
-Exigimos la remediación del área desmontada
-Que haya un plan de gestión de residuos sólidos urbanos
-Que se dejen de rellenar los humedales
-Pedimos la renuncia del secretario de servicios públicos.
Nota
Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.
Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo.
Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.
Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.
Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.
Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.
El video de 3,50 minutos
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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