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El placer de la escucha: poemas de actrices frente al Congreso por #AbortoLegalYa

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Luego de juntar más de 500 firmas en la Carta Abierta a diputadas y diputados, actrices argentinas organizaron una lectura de poesía por el #AbortoLegalYa frente al Congreso. Cristina Banegas y Noemí Frenkel leyeron textos de Susana Thénon y Alfosina Storni, mientras Valentina Durante leyó un poema propio dedicado al senador Esteban Bullrich (quien escribió un poema en contra del aborto), en el que confesó un aborto en primera persona. Fue en el marco de una nueva jornada del plenario de comisiones. “Creo que, esta vez, vamos a hacer historia”, dijo Banegas a lavaca.

El placer de la escucha: poemas de actrices frente al Congreso por #AbortoLegalYa

Foto: Nacho Yuchark


La actriz Valentina Durante es la más joven de las tres artistas que están frente al Congreso y es, también, quien leerá un poema que confiesa un aborto en primera persona con un destinatario claro: el senador Esteban Bullrich. A su lado están Cristina Banegas y Noemí Frenkel, que leerán textos de Susana Thénon y Alfonsina Storni. Son las 14:15 y eso quiere decir que la cuarta jornada de sesión en el plenario de comisiones que está discutiendo la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo está en un receso. Eso quiere decir, también, que las tres actrices que están sentadas en bancos de madera no se toman descanso y que no pararon un minuto en organizarse desde la Carta Abierta a diputadas y diputados que lleva la firma de más de 500 artistas bajo un grito único: #AbortoLegalYa.

Carta Abierta de actrices argentinas por #AbortoLegalYa


“Somos casi 500 actrices que nos reunimos para colaborar, participar y manifestarnos, y para decir como decimos tantas veces en nuestros personajes y en nuestras ficciones lo que sucede en nuestra realidad”, dice la actriz Cristina Banegas a lavaca. “El aborto existe, es una deuda histórica, y este es un momento histórico en el que las mujeres debemos ganar nuestro derecho a ser definitivamente soberanas de nuestros cuerpos”.

Los días contados

Valentina Durante escribió su poema para para un concurso convocada por una organización llamada La Sede en respuesta al poema del senador Bullrich. Dice a lavaca: “Estaba muy indignada. Entonces junté mi propia experiencia y me decidí a escribir un poema al respecto. Por eso son importantes estas acciones para que salga la ley”.
Algunos versos del poema, que compartimos completo al final de esta nota:

  • “Aborté a los veintipocos
    en salita de emergencia 
    y aborté yo con conciencia
    de lo que a mi me esperaba,
    que a unx niñx no buscaba
    lo sabía con vehemencia”.
  • “Poco importan mi carrera,
    mis anhelos, mi finanza
    si a la más mera crianza
    debo estar yo sometida.
    Soy mujer y yo “doy vida”
    me repiten a ultranza”.
  • “Yo descanso muy tranquila
    no sufro de ningún trauma
    y es que me sobran las causas
    para confiar en mi juicio.
    Si hoy me pasara lo mismo,
    abortaría sin pausa”.
  • “ABORTO SEGURO, GRATUITO
    Y BIEN DESPENALIZADO.
    El patriarcado es finito
    y tiene los días contados”.

Lo inalienable

Cristina Banegas dice a lavaca que nunca imaginó vivir este momento histórico. “Mi pañuelo verde es de los viejos. Soy de las veteranas de la Campaña. Y creo que, esta vez, vamos a hacer historia. Confío en eso, y en que las mujeres estamos concientizadas y tenemos hoy una capacidad de lucha, de opinión, de pensamiento y de decisión que son inalienables”.
Banegas leyó cuatro poemas de la poetisa, traductora y fotógrafa Susana Thénon.
Aquí uno de ellos

“NO

Me niego a ser poseída

por palabras, por jaulas,

por geometrías abyectas.

Me niego a ser

encasillada,

rota,

absorbida.

Sólo yo sé como destruirme,

cómo golpear mi cabeza

contra la cabeza del cielo,

cómo cortar mis manos y sentirlas de noche

creciéndome hacia adentro.

Me niego a recibir esta muerte,

este dolor,

estos planes tramados, inconmovibles.

Sólo yo conozco el dolor

que lleva mi nombre

y sólo yo conozco la casa de mi muerte”.

El deseo de la escucha

Después de la lectura de un poema de Alfonsina Storni, la actriz Noemí Frenkel destacó el deseo de la escucha. “Son palabras, voces de mujeres y de diferentes momentos de la historia, que son nuestras, y que hablaron desde un lugar muy profundo. Es el sojuzgamiento tan histórico que venimos padeciendo. Este es un momento bisagra porque cada vez toleramos menos que se siga perpetuando ese orden patriarcal. Y lo que percibo es que las mujeres ya estamos lanzadas a la calle y no vamos a retroceder”.

El placer de la escucha: poemas de actrices frente al Congreso por #AbortoLegalYa

Foto: Nacho Yuchark

Aquí el poema completo:

                “Tu me quieres blanca

Tú me quieres alba,
me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada.

Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita
se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.

Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutos y mieles
los labios morados.
Tú que en el banquete
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes
festejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.

Tú que el esqueleto
conservas intacto
no sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡me pretendes alba!

Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua:

Habla con los pájaros
y lévate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta”.

 

El poema a Esteban Bullrich

Aquí el poema completo de la actriz Valentina Durante.

Aborté a los veintipocos
en salita de emergencia 
y aborté yo con conciencia
de lo que a mi me esperaba,
que a unx niñx no buscaba
lo sabía con vehemencia.

Aborté, porque en la vida
una por suerte se encuentra
con obstetras de excelencia
que por sobre la moral
priorizan la voluntad
de la mujer que engendra.

Y tan pronto como supo 
de mi frágil situación
me situó en habitación
y jugándose su cargo
(sin pedirme un centavo)
me libró de esa opresión.

En sus manos las pastillas
finamente procesó
que ella luego colocó
al fondo de mi vagina.
Esta “santa” medicina
era el gran misoprostol.

Las tomó ella de querusa
en un público hospital.
“Una violación fatal”
alegó que esto había sido,
(hueco en el preservativo
el causante de este mal).

Es que aquí no importa nada
lo que yo hubiera elegido
si con casa y un marido,
¿y sin ser yo ultrajada?
El quedarme embarazada
lo esperable hubiese sido.

Poco importan mi carrera,
mis anhelos, mi finanza
si a la más mera crianza
debo estar yo sometida.
Soy mujer y yo “doy vida”
me repiten a ultranza.

Seis semanas yo llevaba
de embarazo no deseado
y a mi ya me había bastado
para dañar mi salud.
Tres milímetros de longitud
tenía el feto tan mentado.

Y ahí fue que me di cuenta
de que yendo yo al coiffeur
o de sólo enmagrecer
más células había perdido,
que en el fondo no había sido
este unx “niñx por nacer”.

Se trataba solamente
de una simple operación
seguida de menstruación
como efecto secundario.
No era este ese “calvario”
que alega la oposición.

Debo bien reconocer
que es bastante doloroso.
El que diga que es gozoso
y que de forma mensual
vamos todas a abortar
no es más que un mentiroso.

El aborto no reemplaza
al forro ni a las pastillas.
Difícil que una lo elija 
como anticonceptivo.
Es un método exceptivo,
si acabó adentro la pija.

Y no es tan complicado
si estás bien acompañada.
Un abrazo, una palmada,
un beso y un aliento
aliviarán sentimientos
penosos de esta “cruzada”.

Por supuesto que es el caso
de un aborto hospitalario.
Un aborto más precario
ha de ser bien bien distinto,
sin médico y por instinto
como dictan los rosarios.

Yo descanso muy tranquila
no sufro de ningún trauma
y es que me sobran las causas
para confiar en mi juicio.
Si hoy me pasara lo mismo,
abortaría sin pausa.

Gracias a la valentía
de esta sorora mujer
quien no juzgó mi placer
tampoco mis compañías,
evité la pediatría
mientras lo haya de querer.

Pero cuento esta historia
de final un tanto alegre,
sabiendo que mil mujeres
(o miles o millones)
abortan en los rincones
y sufren cruentas muertes.

Lo hacen desde el principio
y hasta el fin de la historia
y sufre de la memoria
quien no haya de contar
algún caso familiar
a espaldas de la parroquia.

Por eso es que yo me indigno
cuando estos burros gobernantes
proclaman lo más campantes
su defensa por la “vida”.
No son más que homicidas,
cómplices, alienantes.

Ellos desde el privilegio
expulsan de este mundo
a pibes como Facundo
por negros y empobrecidos.
Si él no hubiera nacido,
¿no lo querrían difunto?

Por eso es que las mujeres
pedimos fervientemente:
educación muy urgente,
también anticonceptivos
y que el legislativo
evite cientos de muertes.

ABORTO SEGURO, GRATUITO
Y BIEN DESPENALIZADO.
El patriarcado es finito
y tiene los días contados.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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