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España y el cambio que no fue
El Partido Popular triunfó con un aumento de su caudal electoral, pese a que todas las encuestas daban ganadora a la izquierda. Podemos no solamente quedó lejos sino que, incluso, perdió votos.
El Partido Popular triunfó con un aumento de su caudal electoral, pese a que todas las encuestas daban ganadora a la izquierda. Podemos no solamente quedó lejos sino que, incluso, perdió votos. El análisis de Jaime Pastor, en Diagonal.

Rajoy celebra la victoria del PP
Con una participación de sólo un 4% menos que en el pasado 20D (69,84% frente a 73,20%), los resultados de esta “segunda vuelta”, con un PP que aumenta sus votos (más de 600.000, con un 33%) y llega a 137 escaños (14 más) y un PSOE que, pese a retroceder en votos (pierde más de 100.000, con un 22,7%) y escaños (5), se mantiene como segunda fuerza, suponen un respiro para el régimen frente a una UP (con una pérdida de más de 1 millón cien mil votos y un número igual de escaños) que no ha llegado a convertirse en “marea de mareas” a favor del cambio.
La buena noticia ha sido el notable retroceso de C’s, que ha perdido más de 400.000 votos y 8 escaños, si bien ha sido en beneficio del PP, que ha sabido explotar el voto útil contra el ‘cambio’. Con todo, en Catalunya se mantiene un escenario que sigue mostrando la persistencia de una clara mayoría a favor del derecho a decidir: 56,6% de votos y 29 escaños frente a 40,4% de votos y 18 escaños.
Tiempo habrá para analizar los factores que han influido en este resultado final, muy diferente del que anunciaba la gran mayoría de las encuestas y en el que quizás haya incidido también el triunfo del Brexit en un sector de indecisos a favor del principal partido conservador. No es difícil, por tanto, concluir que en comparación con el 20D no se ha reforzado la tendencia al ‘cambio’ sino que, al contrario, se ha inclinado más la balanza a favor de la resistencia al mismo.
En todo caso, no es un escenario de cómoda gobernabilidad el que se abre ahora: el PP necesitaría no sólo el apoyo de C’s (32) y Coalición Canaria (1), sino también el voto a favor y/o la abstención de PNV (5 escaños) y PSOE (85) para poder formar gobierno, aunque fuera por mayoría simple. Tanto C’s como PSOE van a tener que sufrir además la presión de permitir que ese gobierno sea presidido por un Rajoy que sale reforzado de estos comicios, pese a las promesas hechas en campaña de que no permitirían esa hipótesis. Una presión que ya se está haciendo notar especialmente sobre el PSOE por parte de medios como El País, el cual en su editorial de hoy ya le pide que “permita con su abstención que gobierne aquel que tenga los votos necesarios para hacerlo”.
Seguimos teniendo por delante, por tanto, un panorama en el que, en medio de la incertidumbre creada por el Brexit ante una UE que se presenta ya como un proyecto fallido y una eurozona cada vez más asimétrica y polarizada entre “acreedores” y “deudores”, nada es más seguro que el aumento de las desigualdades y con ellas del malestar social y la inestabilidad política frente a la persistencia de las políticas austeritarias.
El desafío sigue estando en qué fuerzas van a ser capaces de canalizar ese malestar: si las que explotan la “política del resentimiento” frente a los y las de más abajo (personas refugiadas e inmigrantes) para reconstituir neofascismos “societarios” (como hace tiempo denuncia Boaventura de Sousa Santos) o, por el contrario, nuevas formaciones sociopolíticas alternativas que apunten hacia una refundación solidaria de lazos entre los pueblos, empezando por los del Sur de Europa, frente a la deudocracia y la xenofobia.
Patria y estado plurinacional
En cuanto a UP, pese a la repetición como primera fuerza en Catalunya y Euskadi, es incontestable que las expectativas generadas por la coalición de Podemos con IU no se han reflejado en los votos y no se ha producido el ‘sorpasso’ al PSOE que anunciaban las encuestas. Habrá que analizar las causas y también a qué otras opciones ha ido ese más de un millón de votos que no se ha podido ganar en esta ocasión.
Como apuntes posibles de respuesta creo que habría que encontrarlas en la coexistencia y sucesión de distintos discursos en poco tiempo que han podido desconcertar a uno y otro lado de su potencial electorado. Así, desde el “nacional-populista”, que demostró sus limitaciones tras las elecciones catalanas del 27S de 2015, se pasó a otro “plurinacional” que pronto se vio subsumido en la obstinación en resignificar una idea de “patria” que, como hemos podido comprobar, no parece que haya logrado cuajar.
Simultáneamente, a partir sobre todo del 20D, se pasó a olvidar el eje “pueblo versus casta” para alinearse en la izquierda en su sentido más convencional, incluyendo al PSOE en ella como fuerza de “Cambio” y, a la vez, pactando con una IU que aspiraba a reconquistar el espacio de una izquierda rupturista y que se ha insertado ahora dentro de un caótico encaje de distintos discursos por parte de Pablo Iglesias, que ha seguido protagonizando un liderazgo cuyo desgaste es innegable, razón de más para que haya uno nuevo más plural y compartido a partir de ahora.
Los límites y contradicciones de ese recorrido discursivo han quedado más patentes con la ambigüedad programática mostrada ante cuestiones fundamentales como la actitud ante la troika, el problema de la deuda o el balance crítico que se debía haber extraído hace tiempo de la derrota sufrida por Syriza en Grecia, por destacar lo más relevante. Unas limitaciones que se han visto agravadas por no haber contado con el anclaje territorial que se podía haber alcanzado con otro modelo de partido distinto del que salió de Vistalegre. Un “modelo”, el de la “máquina de guerra electoral”, que en realidad ha sido el de un partido enormemente convencional, verticalista y nada pluralista, que ha generado multitud de crisis y conflictos internos y ha restado esfuerzos para construir ese músculo organizativo imprescindible para conseguir arraigo territorial y complementar el, muy necesario también pero insuficiente, que se ha hecho desde las redes sociales y las televisiones.
Con todo, no es cuestión de flagelarse ni de buscar ajustes de cuentas sino de reconstruir un ambiente de solidaridad y fraternidad, de respeto de la pluralidad y de buscar un nuevo marco de consenso de trabajo en común porque “sí, se puede”, aunque hará falta más “guerra de posiciones” en todos los frentes posibles. Toca ahora hacer de oposición, reformular discurso compartido y propuestas programáticas coherentes, buscando reconstruir así lazos con las organizaciones sociales que siguen apostando por el ‘cambio’ y la ruptura con la austeridad y este régimen a su servicio.
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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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