Nota
Jachal y sus ríos contaminados con cianuro: el informe oficial, completo
Una investigación de la Policía Federal revela que cinco ríos de Jáchal contienen cianuro, dos de ellos con niveles que afectan la vida acuática. Concluye que hubo infracción a la Ley de Residuos Peligrosos. Ahora, ¿quién paga?
“A pesar de la defensa que muchos propinan respecto de la industria minera fundamentados que este tipo de actividades contribuyen a la economía de un país, la misma posee un bagaje histórico de accidentes, incidentes y desastres (…) aún en sitios donde las empresas aseguraban manejar avanzadas técnicas de cuidado ambiental”.
Éstas palabras son del puño y letra del subcomisario de la Policía Federal que dirigió el equipo técnico que realizó el primer informe oficial que confirma que cinco ríos de la zona de Jáchal, de la provincia de San Juan, fueron contaminados el 23 de setiembre de 2015 por el derrame de 1 millón y medio de litros de agua con cianuro en la mina Veladero, que explota Barrick Gold.
Los antecedentes
El informe de la Policía Federal es el primero que señala el hallazgo de «cianuro total» en los ríos de Jachal y el único que habla directamente de la infracción de la Ley de Residuos Peligrosos, es decir, de la comisión de un delito. El responsable: Barrick Gold.
Ya noviembre de 2015 la Universidad Nacional de Cuyo había hallado altos niveles de metales, por encima de las normativas que cuidan la vida acuática y el medioambiente: https://www.lavaca.org/notas/un-informe-una-nota-y-una-intimacion/. A este primer informe que confirmaba la contaminación tras el derrame le siguieron un trabajo de la Universidad Nacional Tecnológica de Mendoza y un reporte de la oficina de la Organización de las Naciones Unidas en San Juan: https://www.lavaca.org/notas/el-cianuro-barrick-la-onu-y-san-juan-los-informes-de-la-polemica/.
El último, dado a conocer una semana atrás por la Asamblea Jáchal No Se Toca, encontró arsénico en la sangre de un niño de 5 años.
Las nuevas evidencias
Ahora, se suma este informe de la Policía que fue ordenado por el fiscal federal Ramiro González, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones en Materia Ambiental, por derivación del juez Sebastián Casanello, quien tramita la causa N° 1719/15 que investiga concretamente la infracción a la ley 24.051 de residuos peligrosos, “por vuelco de cianuro en el Río Las Taguas en la mina Veladero por parte de Barrick Gold”. Está fechado el 26 de octubre del año pasado y fue realizado por la División Operaciones del Departamento de Delitos Ambientales, un gabinete de apoyo técnico y jurídico que no puede ser acusado de parcialidad.
La Policía Federal tomó muestras sólidas y líquidas en 13 puntos de los cursos de agua de los ríos Potrerillos, Jáchal, Blanco, Palca y Las Taguas, y en todas, dice el informe, “ya sean líquidas adquiridas de cursos de agua, de agua de red y de riego, como las sólidas, evidenciaron presencia de cianuro total”. Dos de ellas, una obtenida del río Las Taguas y otra del Río Blanco, presentan valores por encima de lo normado en los niveles guía de calidad de agua para la protección de vida acuática. “Claro está que los valores asociados a este parámetro y por fuera de lo normado, no estarían relacionados con causas naturales”, dice el informe.
La carga de prueba
¿Qué impacto producen estos valores? Además del hallazgo de cianuro en todas las muestras, la importancia del informe policial es que invierte la carga de la prueba: no establece una relación causal directa, pero otorga un marco de evidencia contundente que dice que, dado el volumen del desastre, no pudo no haber daño. “Nadie puede afirmar que el vertido de más de un millón de litros de solución cianurada no afectó en lo más mínimo la diversidad biológica de las cuencas hídricas involucradas”. Es decir que los valores hallados por este equipo técnico bastarían para aplicar el principio precautorio y no el beneficio de la duda que viene sugiriendo el poder político y la empresa minera: “En función de la toxicidad y del volumen arrojado, no puede afirmarse la inexistencia de daño”, concluye.
Los pesados
Al igual que señalaron otros informes que analizaron las cuencas de Jáchal, el de la Policía Federal encuentra valores de metales pesados como plomo, cadmio, cobalto y/o cromo total “por encima de lo normado en los niveles guía de calidad de agua” (Decreto Nacional 831/93 y Ley 24.585). Entre las seis conclusiones que cierra el informe se señala que estas concentraciones sólo pueden proveer de una “evacuación contaminante” y señala que “se debería tener en cuenta los posibles daños debido a la reacción de este contaminante con otros metales pesados presente en las cuencas afectadas”.
Si bien se señala que existen causas antropogénicas por las cuales el agua contiene de por sí metales, se aclara que “el plomo y el cobalto son metales que podrían provenir de la industria minera”.
El delito
La quinta conclusión acredita una “excesiva concentración de sales en el agua potable, así como de cobalto” y sugiere que sobre este punto “debería consultarse con un profesional médico, para que informe si la presencia de estos parámetros pueden resultar dañosas para la salud pública”, como profundización de este informe preliminar. Para ello, el fiscal González ordenó a la Facultad de Medicna de la UBA analizar la red de agua domiciliaria de Chinguillo y Agualasto, donde se detectaron altos niveles de sales y cobalto.
Por último, la investigación concluye contundente: “El haber descubierto constituyentes peligrosos por fuera de los valores establecidos para la preservación de la vida acuática, constituye una clara infracción a la ley 24.051”.
Ahora, la pregunta es: ¿quién paga?
Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
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