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Lo que hay para ver: Cuando la lucha hace historia

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¿En qué momento comienza una lucha individual y cuándo se transforma en colectiva? Yo nena, Yo Princesa (de Federico Palazzo) e Ilse (de Liliana Furio y Lucas Santa Ana), dos películas que se estrenan esta semana y hablan de esa tarea inagotable, de la afirmación del propio deseo que crece hasta alumbrar a otres y avanza sin descanso hacia la conquista de derechos. En la primera, una niña que no encaja en la identidad que le asignaron al nacer y se rebela para ser quien quiere ser, y una madre que toma una decisión: la felicidad de su hija es lo único que importa y hará todo lo necesario para lograr condiciones dignas para sus hijes y para otras infancias. En la segunda, una mujer de clase media, de ascendencia europea, con trabajo y comodidades, decide patear el tablero, declararse feminista en plena dictadura, salir del closet y poner el cuerpo en la visibilización del lesbianismo en los ´80. Dos historias que encienden la chispa e iluminan a muchas más.

Yo nena, Yo princesa: “La niñez trans viene a volar todo por el aire”

La historia de Luana, la primera niña trans en el mundo en recibir el DNI con su nombre autopercibido, tiene ahora su película, basada en el libro escrito por Gabriela Mansilla, su madre, y que lleva el mismo título: Yo nena, Yo princesa. Esas fueron las palabras que Luana dirigió a su mamá a los dos años de edad, en las que dejó expresada su identidad. El film, dirigido por Federico Palazzo, da cuenta de las batallas que enfrenta esa niña con una sociedad que no entiende, mira para un costado, busca imponer sus propias convicciones, o critica con crueldad. Con un padre que estalla ante los “juegos de nena” y enfatiza: “Yo no quiero un hijo maricón”. Y una madre que trata de compender qué sucede con esa personita que se pone sus vestidos, desecha los autitos y desea una muñeca vestida de rosa: “Yo quiero que sea feliz”.

El trabajo previo al rodaje de la película arrancó en octubre del año pasado. Gabriela participó activamente de charlas por zoom hasta que pudieron ser presenciales y el elenco, el director y la producción visitaron su casa. Para Gabriela fue una alegría conocer a Eleonora Wexler (Gabriela, en la película), a Juan Palomino (papá de Luana y marido de Gabriela) y a Esteban Prol (un médico que atiende a Luana). “Yo veía a Eleonora en La banda del Golden Rocket, a Juan en Como vos y yo y a Esteban en Montaña Rusa”, dimensiona sobre les artistas que ahora muestran su vida.

Lo que hay para ver: Cuando la lucha hace historia

Quien intrepreta a Luana es Isabella, una niña trans que concurre a Infancias Libres, la asociación civil creada y presidida por Gabriela hace cuatro años. “¿Quién va a poder interpretar a una niña trans mejor que otra niña trans? Yo sabía que Isabella decía que quería ser ´actora´. Hablé con la mamá y el papá y con ella. Isabella ya sabe quién es Luana, no hay que explicarle nada, es su amiga. También se daba esta posibilidad de que sucediera esto en el mundo. Tienen que ocupar un lugar, les corresponde, es su derecho, eso es histórico”.

Por pedido especial de Luana al director, aparece su propia muñeca en la película. Los dibujos que se muestran fueron hechos por sus manos y ella aparece en algunas escenas junto a su mellizo Elías. Cuando en el film aprende a patinar, hay un momento muy conmovedor entre Isabella y Luana.

 “No puedo ser objetiva, porque veo una niña trans ahí, de Infancias Libres. Hay dos nenas trans actuando y haciendo la historia de la primera nena trans con DNI. Si leiste el libro Yo nena Yo princesa, vas a verlo en la película, tiene mucha información, vas a necesitar abrazar a alguien cuando termine. Vas a encontrar a tu niña, a tu niño, hay algo super mágico. Ojalá que ayude a eliminar los prejuicios. Tengo esperanzas de que sea un antes y un después”, se ilusiona Gabriela, la madre que no se dio por vencida hasta lograr que el Estado reconozca la identidad de su hija y en 2013 le otorgue el DNI con el nombre elegido por Luana, como lo indica la Ley de Identidad de Género que había sido sancionada un año antes. “La niñez trans irrumpe en una familia, no es esperada, buscada —afirma Gabriela— y viene a patear absolutamente todo. Salta el patriarcado, el machismo, el capitalismo. La niñez trans viene a volar todo por el aire”. Yo nena, Yo princesa es una invitación a conocer la intimidad de una familia, a mirar de cerca a esa niña que abrazó su deseo de ser quien quiere ser.

Jueves 28 de octubre – Estreno en cines de todo el país

@libresinfancias

@yonenayoprincesa

Lo que hay para ver: Cuando la lucha hace historia

Ilse: “Fue una voz que irrumpió de una manera única”

“No es un hecho aislado. Somos una red mundial que quiere ampliar la sexualidad humana. Ya la heterosexualidad está quedando chica a la humanidad”, afirmaba Ilse Fuskova en un programa de televisión en los ´90. En Ilse, el documental de la productora, guionista y directora Liliana Furio, co-dirigido por Lucas Santa Ana, podemos ver un extenso y completo recorrido por su vida y militancia, arrancando por su cumpleaños número 90 (en 2019) y, yendo atrás en el tiempo, su casamiento, maternidad, su amor fugaz con un titiritero en París, su fascinación por los zapallos, la creación de los Cuadernos de existencia lesbiana, hasta su compromiso con el movimiento feminista que la llevó a ser referente y asumir su lesbianismo públicamente. 

Hija de padre alemán y madre checoslovaca, Ilse trabajó como azafata de Scandinavian Airlines, paralelamente escribía para la revista Chicas y contaba anécdotas de viajes. Conoció al artista plástico Alberto Greco, su amigo entrañable, quien le presentó primero a quien sería su marido durante 30 años y padre de sus tres hijos, luego al fotógrafo Horacio Coppola y a su ex esposa la fotógrafa alemana Grete Stern. En el documental, Ilse muestra fotos que tomó a niñes en las calles de la Isla Maciel. Las marchas del 8 de marzo, la primera Marcha del Orgullo en julio de 1993 junto a Carlos Jáuregui, Lohana Berkins y otres militantes, su participación en el programa de Mirtha Legrand que hizo subir el rating y gracias al que conoció a Claudina Marek, quien fuera su compañera durante 22 años. Junto a ella escribió Amor de mujeres, el lesbianismo en la Argentina, hoy, publicado por Planeta.

Liliana Furio es la directora del documental junto al guionista, director y productor Lucas Santa Ana. Había escuchado a Ilse y a Claudina en alguna charla a fines de los ´90 en un centro cultural. “Siempre le guardé mucha adimiración y respeto porque había leído su libro, que para mí fue importantísímo porque no hacía tanto que yo había salido del closet cuando encontré el libro de Ilse”. Cuando supo que le iban a hacer un homenaje en Tierra Violeta, en 2015, y a exhibir su arte, fue a saludarla y le preguntó si ya había algún trabajo documental sobre su vida. La respuesta fue negativa. Entonces lo hago yo, le dijo Lili a Ilse y se puso en marcha para encarar su quinto documental. En ese momento Lucas Santa Ana estaba haciendo El puto inolvidable, sobre la vida del activista Carlos Jáuregui y Lili se enteró que tenía intenciones de hacer también un documental sobre Ilse, se sentaron  a charlar y se pusieron de acuerdo para hacerlo juntes.

Lo que hay para ver: Cuando la lucha hace historia

¿Qué representa Ilse? Lili: “Para la comunidad LGBT es una figura que no existía hasta ese momento. Se complementó con una actividad que había iniciado Carlos Jáuregui. Pero desde el lugar de la salida del closet del lesbianismo, desde la voz de una señora de clase media acomodada porteña con ascendencia alemana, fue una voz que irrumpió de una manera única.  Muchas personas hablaban de sus privilegios, y que por eso a ella le dieron voz, es cierto, pero a la vez tiene la contraparte de que si hubo personas que la expulsaron completamente de esas comunidades, fueron sus propios pares, los de toda la vida: también el costo de ella fue muy alto”. Ilse tiene 92 años, cumplidos el 11 de junio, y Lili y su pareja Julie la adoptaron como amiga, y “como madre del lesbianismo”.

Con imágenes históricas, entrevistas a la activista feminista y queer Mabel Belucci, la doctora en filosofía Diana Maffía, la dirigente y militante del colectivo LGTBQ+ María Rachid, la activista Adriana Carrasco y Keno, el nieto de Ilse y activista ecologista que vive en Alemania, entre otres, el documental es un bello  homenaje a una persona entusiasta y valiente que ha hecho de su vida una lucha incansable por la libertad a través del arte y la presencia del cuerpo en la calle para sostener la batalla por la conquista de derechos.

Función domingo 31 de octubre, 20 hs en el MALBA

Av. Figueroa Alcorta 3415, CABA

Domingo 7 de noviembre, 22 hs en en Espacio Queer, Pasaje Dardo Rocha (Calle 50 entre 7 y 8), La Plata

Estreno oficial: 11 de noviembre, salas a confirmar

@ilsefuskova

@lilianafurio

@lucassantaanaok

@sombracine

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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