Nota
Todo para ver: la carne, las aves y las trampas

Junio y el teatro. Tres obras proponen universos bien definidos: una invitación a ingresar al espacio íntimo de un actor y performer, la recreación de un clásico de la tragedia griega en clave feminista y el mundo cyborg que conjuga la impronta humana y la artificial bajo un cielo que amenaza con desplomarse sobre el paraiso que no fue ni será.
La trampa del paraiso perdido
Tres criaturas hilvanan movimientos que parecen provenir de un impulso mecánico. El rasgo de humanidad está dado por sus anatomías y el componente artificial anida en sus miradas que no ven, en su proceder desconectado del afuera, en la carencia del sentir. Con los cuerpos portando tela o pintura negras en caderas, rodillas, codos, cuello y dos cuadraditos que tapan los pezones, transitan el espacio con un andar robótico, se desploman, se reaniman. “Nuestro punto de partida fue la intriga sobre la posibilidad de diluir ciertas fronteras identitarias entre géneros, pero también entre lo humano, lo animal y la máquina. En los primeros meses de investigación rápidamente apareció el mundo cyborg y el universo cyberpunk”, advierte el director, performer, músico y docente Patricio Suarez, encargado de la coreografía y la dirección junto a la bailarina, coreógrafa, directora y docente Rhea Volij, quien también forma parte del elenco con Malena Giaquinta y Popi Cabrera.
Para construir La trampa del paraíso perdido, Rhea y Patricio—hicieron la coreografía y dirección— partieron de cuatro textos teóricos que sirvieron de guía: “Calibán y la bruja” de Silvia Federici, “El género en disputa” de Judith Butler, “El simbolismo del cuerpo humano”, de Annick de Souzenelle y “Manifiesto Cyborg” de Donna Haraway. Releyeron el Génesis de La Biblia e indagaron en el universo de las imágenes del Jardín de las delicias de El Bosco y el Políptico del Juicio Final de Van der Weyden. El titulo de la obra refiere —cuenta Rhea— a “una forma irónica para expresar que es una trampa sostener el mito de la pérdida”. Agrega Patricio: “No pensamos el paraíso de forma nostálgica, como una pérdida o desde el mito de la caída, sino que creemos que la idea de paraíso funciona justamente como cierre del presente histórico, en el sentido que nos enclaustra en un esquema donde el sentido estaría siempre en un pasado revolucionario o en una teleología progresista, hacia el futuro de una tierra prometida augurada antes por la religión, ahora por la ciencia”.
Otro de los interrogantes surgidos durante el proceso creativo tuvo que ver con visualizar qué pasaíso encontrarían Eva, Adán y Lilith en la actualidad: campos desertificados por el monocultivo de soja transgénica, tierras áridas, bolsas plásticas estancadas en los alambres de púa. Patricio: “Esto es parte de nuestro hábitat hoy, por lo tanto, nuestro paraíso. La pregunta sería, siguiendo a Haraway, qué estrategias de existencia común nos inventamos en este planeta herido, no sólo a nivel climático, sino también al nivel de los lazos sociales y la imaginación política”. Una oportunidad para acercarse a la danza desde la sugestiva mirada de un paisaje futurista, con la certeza de que como todo paraíso, también esconde una trampa.
Espacio Callejón, Humahuaca 3759, CABA
Miércoles 20.30 hs, hasta el 29 de junio
@espacio_callejon
Carne de consumo personal
“Mientras escribo esto tengo 23 años y peso 114 kilos, es probable que a los 13 haya pesado lo mismo, a veces peso más, a veces peso menos. Si fuera un ternero podría venderme entre 16 y 26 mil pesos. Nunca entiendo si valgo más vivo o muerto. ¿Cuántos kilos de nalga, matambre, lomo y entraña escondo en este cuerpo?” dice el actor y performer Jorge Thefs en Carne de consumo personal, obra que ganó el premio Archivos inesperados de la Bienal de Arte Joven 2021-2022 y fue declarada de interés cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación.

Jorge nos da permiso para ingresar en su microuniverso y logra hacernos sentir en el living de su casa. Cuenta que su madre y su padre son de Junín, aclara que él es de la Patagonia, habla de sus relaciones, de sus chongos, en especial del alemán, jura que está en contra del especismo y la tortura animal, pero a favor de una dorada milanesa y que se siente hipócrita. Nos muestra videos en los que aparece siendo un bebé, otros donde transita la niñez, se muestra con un llamativo vestido. Y también sin él. Cuando termina la función, dan ganas de quedarse a esperarlo y con un abrazo agradecer la fantástica entrega, el corazón abierto, la visibilidad de las cicatrices. La obra surgió durante el aislamiento por pandemia en 2020, en la residencia Incubadora de primeras obras que funciona en el Centro de Capacitación Artística Profesional dentro de la Dirección General de Enseñanza Artística del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Con tanto tiempo libre, se obsesionó con ver los archivos guardados en un disco externo, donde encontró varios vhs convertidos que había filmado su familia.
“Me inspiré en algunos textos ya escritos, videos, fotos, objetos de mi infancia, y la unión de todos esos materiales en una misma pieza. Mucho de lo que escribo tiene que ver con la autoficción, es lindo no develar que es ‘verdad’, porque incluso las cosas que son ‘verdad’ al público le parecen mentira (no me imaginan con un chongo alemán, quizás porque soy gorde). Ya el hecho de recordar algo que sucedió en un pasado y escribirlo, lo vuelve ficcional, y eso es hermoso, la ‘verdad’ no tiene otra opción que ser relativa”, describe Jorge. Aclara que le cuesta definir la temática de la obra, por eso la especifica como “un budín de pan/videos/poemas/textos/recuerdos que crean algo nuevo que es la pieza en sí misma”.
Es conciente de que Carne de consumo personal puede llegar a incomodar aunque ese no sea el objetivo. “Muches se sorprenden por la desnudez de un cuerpo gorde, ¡y eso que la cartelera de teatro porteño está llena de desnudos!, Igual yo soy patagónica, pero me aporteñé, puede ser. A lo que iba es que para mí desnudarme es desnudarme y nada más, no es un acto de valentía, lo puedo entender como un acto político, pero solo si lo intelectualizo. Yo me siento como cuando era niñe bailando en culo canciones de Celia Cruz después de bañarme en mi habitación de la antigua casa de mis xadres”.
La obra se va actualizando: datos como el peso, la edad de Jorge, últimamente incluyó los mensajes que le dejaron en Instagram por las dos funciones en el Centro Cultural Recoleta, en los que lo atacan por usar el lenguaje inclusivo. El bebé que reposa tranquilo, el chico que come un sandwich, el joven que recuerda y construye su identidad, Jorge brilla con una luz genuina y sonríe mientras baila como un niño que, desnudo y feliz, goza de la belleza del instante.
Nun Teatro Bar, Juan Ramirez de Velasco 419, CABA
Viernes, 23 hs, hasta el 29 de julio
@nunteatrobar
@jorgethefs
Todas las aves han comido de un hombre muerto
La joven que desafió las leyes humanas por comprometerse con el amor fraterno lleva este nombre: Antígona. Hija del mítico Edipo —quien no pudo evadir el oráculo y se casó con su madre, Yocasta—desobedeció lo dispuesto por Creonte, nuevo rey de Tebas, quien se oponía a darle sepultura a Polinices, hermano de Antígona, por considerarlo traidor. Este hecho se manifiesta en Todas las aves han comido de un hombre muerto, esta obra de teatro-danza con dramaturgia y dirección de la bailarina, coreógrafa, cantante, docente y licenciada en filosofía, Carla Llopis.

El germen de la obra surgió en un seminario de antropología teatral que Carla dio junto al director teatral Raúl Iaiza en 2018, donde la propuesta era trabajar la tragedia Antigona desde una perspectiva contemporánea. “Como yo soy docente de la Universidad Nacional de las Artes y de la Escuela Metropolitana de Artes Dramáticas —afirma Carla— y doy teatro clásico, entre otras materias, le sumamos al seminario una perspectiva teórica. Unimos mi recorrido como directora de teatro y como bailarina a un abordaje distinto, en el que nos importaba transitar la situación a la que Antígona se enfrenta, más allá del contenido específico de la tragedia”. Una vez terminado el seminario, aparecieron las ganas de armar una obra que dé cuenta de ese recorrido. Carla convocó al elenco, se pusieron a trabajar y poco tiempo después sobrevino la pandemia, por lo que el estreno finalmente tuvo que esperar hasta mayo de este año.
Las bailarinas y actrices Cecilia Gruner, Giulia Gabetta y Romina Venegas interpretan a Antígona. Carla cuenta que una de las decisiones fue “convertir a Antígona en un coro, para invertir estéticamente lo que la obra proponía. Los griegos solían representar sus obras con los personajes y un coro que siempre es un personaje y está en lugar del pueblo. Quise que AntIgona sea ahora la que representa a todas las mujeres”. El actor, director y dramaturgo Yoska Lázaro encarna a Tiresias y a Creonte en esta obra que combina la danza con las palabras en una conjunción que propone no solo recrear una parte de la historia sino permitir la reflexión ante una Antígona que se rebela y decide enterrar a su hermano aunque le cueste la vida. “Es leída como una heroína. Yo decidí pensar que, más allá de la desobediencia, se jugaba en su decisión algo que Antígona comparte con todas las mujeres: el hecho de que cualquier decisión que tome implica algún tipo de condena. Así es que decidí focalizar la obra en el momento sincrónico en que ella debe tomar una decisión, sabiendo que, sea cual sea su elección, el destino siempre es el encierro, o la muerte”.
Quebrar los mandatos, aferrarse a sus propias certezas y afrontar el descontento ajeno son tareas que Antígona atravesó en la tragedia que Sóflocles imaginó, cuya trama perdura hastas nuestros días y colabora con la posibilidad de crear infinitos hilos con los que entretejer una nueva mirada sobre las narrativas femeninas.
Area623, Pasco 623, CABA
Viernes 22.30 hs, hasta el viernes 24 de junio
@623area
@todaslasaves.obra
Nota
57 femicidios en el año, infancias huérfanas cada dos días: Informe mensual del Observatorio Lucía Pérez

Según datos del Observatorio de violencia patriarcal Lucía Pérez, hubo 26 femicidios durante febrero, contabilizando un total de 57 en los dos primeros meses del año. Estos crímenes dejan, a la vez, un saldo de 35 infancias huérfanas. Si bien existe una ley que obliga al Estado a brindarles una protección integral económica, de acompañamiento y de acceso a la salud, desde que asumió la actual gestión no se otorgó ninguna: la Ley Brisa no se cumple. Los otros indicadores de la violencia patriarcal de este 2025: 43 intentos de femicidio, 15 desaparecidas, 595 funcionarios denunciados.
El cuerpo de Carolina Ríos, 43 años, fue encontrado por una de sus diez hijas. Maite y Carolina, las mayores, le pidieron luego a la prensa que difundiera este mensaje : “Necesitamos ayuda para poder criar, vestir y mandar a nuestros hermanitos a la escuela. Hoy estamos destruidas, y hacemos todo lo posible para seguir adelante y no quebrarnos ante nuestros hermanos menores».
Tres días antes asesinaban a Ailén Oggero, de 32 años, delante de sus hijos de 11 y 4 años. El mayor fue quien avisó del crimen a los vecinos.
A Otilia Cubilla Jara, de 65 años, también la encontró asesinada su propio hijo.
Estos son solo tres de los 26 femicidios y travesticidios que ocurrieron durante febrero.
Una síntesis de la violencia que marca los dos primeros meses del año:





Toda la información sobre cada uno de estos casos está disponible en la web del Observatorio Lucía Pérez, el primero y único autogestionado y público.
Una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por nuestra cooperativa.
Nota
Trabajadores de Morvillo toman la fábrica tras el anuncio del cierre de la planta, que implica 200 despidos

Una histórica empresa gráfica de Avellaneda -donde se imprimen títulos de la editorial Perfil como las revistas Caras y Noticias– anunció su cierre dejando a 200 trabajadores en la calle. Se enteraron por un comunicado pasadas las once de la noche del martes y la respuesta fue unánime: ingresaron a la imprenta e iniciaron una permanencia pacífica en defensa de los puestos de trabajo. El Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria pero la firma faltó a la audiencia. Los argumentos empresariales de caída de la producción y los argumentos obreros: “Somos las principales víctimas de esta situación”.
Por Lucas Pedulla
El obrero gráfico Enrique Andina terminó su jornada de trabajo en Anselmo Morvillo SRL a las 22 horas y se marchó a su casa, como todos sus compañeros, como todos los días. Muchos estaban llegando a sus hogares cuando pasadas las 23 horas les llegó un comunicado de la histórica imprenta, que terminaba de la siguiente manera:
“Con una tristeza difícil de describir tenemos que contarles que ya no podemos seguir adelante. Sabemos acerca del impacto, no sólo económico, sino emocional que tiene para cada uno dejar parte de nuestra historia en el recuerdo, y los relatos que hemos compartido siempre con nuestras familias. Le dejamos a cada uno de ustedes, nuestra gratitud por su invaluable esfuerzo y el deseo de que todos puedan superar este trago amargo con la capacidad de levantarse que los caracteriza”.
El texto cerraba con esta firma: “La Dirección”.
Así como llegaron a sus casas, los obreros volvieron a la gráfica, ubicada en Avellaneda, municipio al sur del conurbano bonaerense. Andina contextualiza: “Somos 200 compañeros; yo tengo 17 años de trabajo y muchos tienen más de 30 y 40 años de antigüedad. En la pandemia vivimos una situación similar pero logramos mantener nuestras conquistas. Somos la gráfica que más cobraba dentro del gremio, pero esto fue imprevisto”.
La respuesta fue unánime: los trabajadores votaron la permanencia.
Avon, papel & toma
Anselmo Morvillo SRL inició sus actividades en 1974 desarrollando folletos cosméticos. En su página web cuentan que en 1988 incorporó la primera rotativa de tecnología de punta, “única en el país en esa época”, y sumó la segunda tres años después. Cuentan que crecieron más del 70% en la segunda década de los noventa y que hoy, en su planta de 13500 metros cuadrados de Avellaneda, los folletos comerciales representan un 70% de la producción, mientras que los trabajos editoriales significan el 30% restante. Andina cuenta que, entre las publicaciones, se encuentran títulos de la Editorial Perfil como las revistas Caras y Noticias.
En el comunicado que “la Dirección” les mandó a los obreros, a quienes se refirió como “queridos compañeros de tantos años”, la empresa expresó su posición:
- “Hemos atravesado las reiteradas crisis económicas de nuestro país, los cambios en el mercado gráfico con la marcada implosión por el avance tecnológico y el comportamiento poco ético de algunos de nuestros colegas competidores”.
- “Fuimos golpeados por la Presentación en Concurso de algunos de nuestros clientes y por la Quiebra de nuestro cliente número dos, ARCA Distribuidores. Luego, a la escalada de precios internacionales de la mayoría de los insumos y repuestos, se le sumó la exigencia de pago anticipado del papel y la desaparición del crédito internacional. Todas situaciones que enfrentamos con mejor éxito que muchos de nuestros colegas”.
- “En el año 2014 RR Donelley cerró su planta de Argentina, en enero de 2016 AGR también cerró sus puertas, y en enero de 2020 IPESA cerró la mayor parte de su operación”. Una aclaración: tras el abandono empresarial, Donelley fue recuperada por sus trabajadores y trabajadoras y, hoy, es una cooperativa gestionada sin patrón.
La empresa describe un contexto “tan negativo” en el que inscribió la caída del 63% del volúmen de producción: “Avon, que como bien saben representa más de la mitad de nuestro trabajo, dejó de imprimir catálogos y mudó su comercialización a internet. Esto nos dejó en una situación económica y financiera terminal”.
Los trabajadores respondieron con la permanencia pacífica y otro comunicado que respondía los argumentos de la empresa: “Todos factores ajenos a la responsabilidad de los trabajadores, que somos las principales víctimas de esta situación”.
Gris de espera
Enrique Andina integra la Comisión Interna y explica: “Estamos en permanencia pacífica para preservar las fuentes de laburo. A lo largo del día se hizo presente el sindicato. Exigimos una presentación en el Ministerio de Trabajo y también hicimos un pedido de plenario de delegados para discutir con todos los delegados los pasos a seguir”.
El Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria pero la empresa no se presentó a la audiencia. “Está incumpliendo -dice Andina-. Mientras tanto, nosotros seguimos sin tener comunicación de la empresa. Tampoco atienden los teléfonos. La última comunicación oficial fue el comunicado de anoche. Eso deja un gris, porque estamos en la calle sin un mango, pero no hay un telegrama de despido ni nada”.
Los trabajadores tienen sólo rumores, desde un cierre definitivo hasta la posibilidad de la llegada de inversionistas “que reclaman despidos masivos”, según denuncian. “Se olfateaba que la situación venía rara, pero nadie pensó que todo fuera de esta manera -dice-. La convocatoria acá fue masiva, y agradecemos también que se acercaron de otras ramas, como médicos del Garrahan. La intención es difundir el conflicto y rodearlo de solidaridad para lograr lo que necesitamos, que es que la patronal se siente a discutir”.
Mientras esperan, en las próximas asambleas decidirán los pasos a seguir: “Es un golpe fuerte, pero uno tiene que estar fuerte, también, por la familia. La mayoría de los compañeros son sostén de hogar. Estamos dispuestas a lucharla hasta el final y no aflojarle hasta encontrar una solución, que es sostener las fuentes de trabajo con las mismas condiciones que teníamos hasta ayer antes de recibir el comunicado”.
Nota
Juicio a la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu: absurdos sin pruebas

Empezó el segundo proceso judicial a integrantes de la lof mapuche, a quienes se les endilga el delito de usurpación en la localidad de Villa Mascardi, en Bariloche, Río Negro.
El juicio, a cargo del Tribunal Oral Federal de General Roca y que se realizará de manera virtual, tendrá 132 testigos que serán llamados a declarar y como mínimo, se espera que dure hasta abril. Expresan desde la comunidad: “Somos sometidos injustamente, acusados de usurpar nuestro propio territorio, el mismo que libremente caminaron nuestros kuifikecheiem (antepasados) cuando aún no existían alambrados, ni parques nacionales, ni ningún winka que con su ambición destructora mirara nuestra tierra”.
Para entender el conflicto hay que retroceder a 2017, cuando la lof inició la recuperación de su territorio a partir del levantamiento de una machi –guía espiritual y sanadora del pueblo mapuche–, y la construcción del rewe –un sitio sagrado de conexión con otras energías del espacio en donde la machi atendía a quien fuera a curarse–. La respuesta del Estado fue de terror: un operativo de desalojo comandado por la vigente ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que terminó con el asesinato de Rafael Nahuel, a manos del grupo Albatros de Prefectura, el 25 de noviembre de aquel 2017. Todo ese proceso derivó en el primer juicio contra la comunidad, donde fueron condenados siete mapuche.
Tiempo después del crimen de Rafita, la comunidad volvió al territorio hasta que en 2022, ya en el gobierno de Alberto Fernández, se ejecutó otro desalojo represivo.
En el juicio que arrancó hoy y continúa mañana, se juzga de la usurpación de distintos terrenos a Luciana Jaramillo, Yéssica Bonnefoi, Romina Rosas, Betiana Colhuan, Celeste Ardaiz Guenumil y Matías Santana. Se defienden desde la comunidad: “Nos encontramos frente a un contexto muy difícil alimentado por un sistema político y judicial perverso, que agudizó la persecución hacia el Mapuche con más violencia y encarcelamientos, con el fin de debilitarnos y quitarnos nuestro territorio”.
El juez a cargo se llama Alejandro Silva y es el mismo que presidió el proceso por el fusilamiento de Rafael Nahuel y que condenó a sus responsables con penas ínfimas.
Ataques
El contexto al que hacen referencia refiere a un gobierno que agudizó el hostigamiento preexistente hacia el pueblo mapuche, además de un avasallamiento de derechos a las 40 naciones originarias que habitan lo que hoy es Argentina. Algunos ejes de esa persecución: el desguace del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI); el decreto que barrió a la Ley de Emergencia Territorial Indígena (26.160) que mantenía la suspensión de los desalojos sobre tierras comunitarias de los pueblos originarios y que allanó el terreno para el desarraigo de la comunidad Paillako a principio de este año; y el señalamiento sin pruebas como causantes de los incendios en la Patagonia. Por citar un caso, Victoria Heredia Núñez, integrante de Lof Pillan Mahuiza, cumple arresto domiciliario desde el 12 de febrero acusada del incendio en la Estancia Amancay, en la localidad chubutense de Trevelin, pese a demostrar mediante georreferenciación que al iniciarse el fuego estaba a más de 90 kilómetros.

La gente de la comunidad frente a la policía durante una inspección ocular en octubre de 2023. Fotos: Jaime Carriqueo
Absurdos
La defensa de la comunidad está a cargo de la Gremial de Abogadas y Abogados. Uno de ellos, Gustavo Franquet, le dice a lavaca ni bien concluida la primera audiencia: “Esto comenzó en 2017 y estamos en 2025; llevamos más de 7 años donde se supone que juzgados de instrucción federal, fiscalías federales, fuerzas federales de investigación como Gendarmería, la Policía Federal y Prefectura investigaron a la comunidad y no pudieron conseguir elementos para acusarlos de otra cosa que no fuera usurpación, motivo por el que ni tendrían que estar en el banquillo. El Estado argentino, desde la Constitución de 1994, reconoce los derechos preexistentes de los pueblos originarios, por lo que no puede ni debe criminalizar el conflicto territorial; en una recuperación, no hay delito. Si esto fuera juzgado como corresponde, no pueden de ninguna manera condenar a nadie”.
En cuanto a cómo abrió el juicio, cuenta: “Sólo en un par de horas que duró, ya se cometieron varios despropósitos jurídicos, aunque estamos seguros que lo más horroroso de este juicio está por venir; vamos a escuchar cosas muchísimos más jodidas, hoy fue un precalentamiento”.
¿Qué despropósitos?
Entre las barbaridades que dijeron, hubo tres que no se pueden creer.
A una de las mujeres, Yéssica Bonefoi, la quisieron acusar de la usurpación de una cabaña, que cuando la fiscalía pidió la elevación a juicio, ni se mencionó. Fue algo insólito, porque no pueden inventar elementos nuevos. Pidieron un cuarto intermedio y cuando volvimos retiraron ese planteo porque obviamente estaba fuera de lugar. Es tanta la voluntad de persecución, de acusación gratuita, que ni se fijaron en eso.
Un segundo despropósito es que cuando se produce lo que llaman la usurpación del ex Hotel Mascardi, una de las acusadas (la machi Betiana) seguía siendo menor. Por ley de minoridad, hay todo un proceso que en este caso no se cumplió cuando se acusa a menores de entre 16 y 18 años y que ahora imposibilita al juez a dictar sentencia contra ella. Como una cuestión lógica le exigimos al juez que no la someta al juicio, y en vez de aceptarlo, dijo que lo va a decidir al final del proceso. Algo totalmente absurdo y re victimizante para la machi.
Y un tercer punto que es la pretensión de la fiscalía y de las querellas de que consideren a la usurpación como un delito continuado. Se denomina con esta tipificación a delitos como la desaparición forzada, o un secuestro, pero no a una usurpación, que es un tipo específico de hurto o de robo, en este caso de un inmueble. Si alguien comete un robo, el delito es en ese momento, no continúa en el tiempo. Ahí hay otro absurdo.
Truchos
En 2022, antes del segundo desalojo a la comunidad Lafken Winkul Mapu, se incendió un trailer y un remolque de Gendarmería. Desde los gobiernos provinciales y nacionales se acusó al pueblo mapuche, al igual que de usurpar una cabaña. Recuerda Gustavo: “Ahí empezó toda esta farsa. Esa zona está protegida por fuerzas federales, pero señalaron a la lof y así allanaron el camino para desalojarlos”.
Ese desalojo fue brutal, con más de 250 efectivos del Comando Unificado que irrumpieron en el territorio. Romina Rosas, una de las mapuche detenidas, estaba embarazada de ocho meses y fue golpeada y arrastrada por el piso; días después, parió a su bebé rodeada de policías. Celeste, decía esto de aquel 4 de octubre de 2022: “Me tiraron al suelo, a mí y a mi nena de 5 años. Nos apuntaron con el arma en la cabeza. Fue una cacería”.
Retoma Gustavo Franquet: “A las seis personas que están enfrentando el juicio jueces federales les dictaron su falta de mérito, porque no hay ningún elemento que los ligue a lo que se los acusa. Toda esta causa es trucha porque fue creada para criminalizar, para desalojar y para allanar a la comunidad. Y por ende, todo este juicio es trucho”.
Lafken, en mapudungún, significa espejo de agua. Winkul, espíritu guardián de la montaña. Y Mapu, tierra. Desde la lof Lafken Winkul Mapu, concluyen: “Seguimos llamando a la unión, a mantenernos fortalecidos en nuestro feientun (creencia) y esencia mapuche. A enfrentar al winka con nuestra verdad, por más que el aparato estatal utilice todos los medios a su alcance para difamarnos pretendiendo poner a la opinión pública en nuestra contra, con falsas acusaciones. Pero tenemos total confianza en la fortaleza de nuestro pueblo milenario que ha resistido y preservado el territorio a pesar de los atropellos”.

Matías Santana, la Machi Betiana, Luciana Jaramillo y Romina Rosas son cuatro de los seis acusados, durante la primera audiencia del juicio en su contra.
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