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Todo para ver: la carne, las aves y las trampas

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Junio y el teatro. Tres obras proponen universos bien definidos: una invitación a ingresar al espacio íntimo de un actor y performer, la recreación de un clásico de la tragedia griega en clave feminista y el mundo cyborg que conjuga la impronta humana y la artificial bajo un cielo que amenaza con desplomarse sobre el paraiso que no fue ni será.

La trampa del paraiso perdido

Tres criaturas hilvanan movimientos que parecen provenir de un impulso mecánico. El rasgo de humanidad está dado por sus anatomías y el componente artificial anida en sus miradas que no ven, en su proceder desconectado del afuera, en la carencia del sentir.  Con los cuerpos portando tela o pintura negras en caderas, rodillas, codos, cuello y dos cuadraditos que tapan los pezones, transitan el espacio con un andar robótico, se desploman, se reaniman. “Nuestro punto de partida fue la intriga sobre la posibilidad de diluir ciertas fronteras identitarias entre géneros, pero también entre lo humano, lo animal y la máquina. En los primeros meses de investigación rápidamente apareció el mundo cyborg y el universo cyberpunk”, advierte el director, performer, músico y docente Patricio Suarez, encargado de la coreografía y la dirección junto a la bailarina, coreógrafa, directora y docente Rhea Volij, quien también forma parte del elenco con Malena Giaquinta y Popi Cabrera.

Para construir La trampa del paraíso perdido, Rhea y Patricio—hicieron la coreografía y dirección— partieron de cuatro textos teóricos que sirvieron de guía: “Calibán y la bruja” de Silvia Federici, “El género en disputa” de Judith Butler, “El simbolismo del cuerpo humano”, de Annick de Souzenelle y “Manifiesto Cyborg” de Donna Haraway. Releyeron el Génesis de La Biblia e indagaron en el universo de las imágenes del Jardín de las delicias de El Bosco y el Políptico del Juicio Final de Van der Weyden. El titulo de la obra refiere —cuenta Rhea— a “una forma irónica para expresar que es una trampa sostener el mito de la pérdida”. Agrega Patricio: “No pensamos el paraíso de forma nostálgica, como una pérdida o desde el mito de la caída, sino que creemos que la idea de paraíso funciona justamente como cierre del presente histórico, en el sentido que nos enclaustra en un esquema donde el sentido estaría siempre en un pasado revolucionario o en una teleología progresista, hacia el futuro de una tierra prometida augurada antes por la religión, ahora por la ciencia”.

Otro de los interrogantes surgidos durante el proceso creativo tuvo que ver con visualizar qué pasaíso encontrarían Eva, Adán y Lilith en la actualidad: campos desertificados por el monocultivo de soja transgénica, tierras áridas, bolsas plásticas estancadas en los alambres de púa. Patricio: “Esto es parte de nuestro hábitat hoy, por lo tanto, nuestro paraíso. La pregunta sería, siguiendo a Haraway, qué estrategias de existencia común nos inventamos en este planeta herido, no sólo a nivel climático, sino también al nivel de los lazos sociales y la imaginación política”. Una oportunidad para acercarse a la danza desde la sugestiva mirada de un paisaje futurista, con la certeza de que como todo paraíso, también esconde una trampa.

Espacio Callejón, Humahuaca 3759, CABA

Miércoles 20.30 hs, hasta el 29 de junio

@espacio_callejon

@patriciodiegosuarez

@rheavolij

@popipez 

@malenamacaulay

Carne de consumo personal

“Mientras escribo esto tengo 23 años y peso 114 kilos, es probable que a los 13 haya pesado lo mismo, a veces peso más, a veces peso menos. Si fuera un ternero podría venderme entre 16 y 26 mil pesos. Nunca entiendo si valgo más vivo o muerto. ¿Cuántos kilos de nalga, matambre, lomo y entraña escondo en este cuerpo?” dice el actor y performer Jorge Thefs en Carne de consumo personal, obra que ganó el premio Archivos inesperados de la Bienal de Arte Joven 2021-2022 y fue declarada de interés cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación.

Todo para ver: la carne, las aves y las trampas

Jorge nos da permiso para ingresar en su microuniverso y logra hacernos sentir en el living de su casa.  Cuenta que su madre y su padre son de Junín, aclara que él es de la Patagonia, habla de sus relaciones, de sus chongos, en especial del alemán, jura que está en contra del especismo y la tortura animal, pero a favor de una dorada milanesa y que se siente hipócrita. Nos muestra videos en  los que aparece siendo un bebé, otros donde transita la niñez,  se muestra con un llamativo vestido. Y también sin él. Cuando termina la función, dan ganas de quedarse a esperarlo y con un abrazo agradecer la fantástica entrega, el corazón abierto, la visibilidad de las cicatrices. La obra surgió durante el aislamiento por pandemia en 2020, en la residencia Incubadora de primeras obras que funciona en el Centro de Capacitación Artística Profesional dentro de la Dirección General de Enseñanza Artística del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Con tanto tiempo libre, se obsesionó con ver los archivos guardados en un disco externo, donde encontró varios vhs convertidos que había filmado su familia.

“Me inspiré en algunos textos ya escritos, videos, fotos, objetos de mi infancia, y la unión de todos esos materiales en una misma pieza. Mucho de lo que escribo tiene que ver con la autoficción, es lindo no develar que es ‘verdad’, porque incluso las cosas que son ‘verdad’ al público le parecen mentira (no me imaginan con un chongo alemán, quizás porque soy gorde). Ya el hecho de recordar algo que sucedió en un pasado y escribirlo, lo vuelve ficcional, y eso es hermoso, la ‘verdad’ no tiene otra opción que ser relativa”, describe Jorge. Aclara que le cuesta definir la temática de la obra, por eso la especifica como “un budín de pan/videos/poemas/textos/recuerdos que crean algo nuevo que es la pieza en sí misma”.

Es conciente de que Carne de consumo personal puede llegar a incomodar aunque ese no sea el objetivo. “Muches se sorprenden por la desnudez de un cuerpo gorde, ¡y eso que la cartelera de teatro porteño está llena de desnudos!, Igual yo soy patagónica, pero me aporteñé, puede ser. A lo que iba es que para mí desnudarme es desnudarme y nada más, no es un acto de valentía, lo puedo entender como un acto político, pero solo si lo intelectualizo. Yo me siento como cuando era niñe bailando en culo canciones de Celia Cruz después de bañarme en mi habitación de la antigua casa de mis xadres”.

La obra se va actualizando: datos como el peso, la edad de Jorge, últimamente incluyó los mensajes que le dejaron en Instagram por las dos funciones en el Centro Cultural Recoleta, en los que lo atacan por usar el lenguaje inclusivo.  El bebé que reposa tranquilo, el chico que come un sandwich, el  joven que recuerda y construye su identidad, Jorge brilla con una luz genuina y sonríe mientras baila como un niño que, desnudo y feliz, goza de la belleza del instante.

Nun Teatro Bar, Juan Ramirez de Velasco 419, CABA

Viernes, 23 hs, hasta el 29 de julio

@nunteatrobar

@jorgethefs

Todas las aves han comido de un hombre muerto

La joven que desafió las leyes humanas por comprometerse con el amor fraterno lleva este nombre: Antígona. Hija del mítico Edipo —quien no pudo evadir el oráculo y se casó con su madre, Yocasta—desobedeció lo dispuesto por Creonte, nuevo rey de Tebas, quien se oponía a darle sepultura a Polinices, hermano de Antígona, por considerarlo traidor. Este hecho se manifiesta en Todas las aves han comido de un hombre muerto, esta obra de teatro-danza con dramaturgia y dirección de la bailarina, coreógrafa, cantante, docente y licenciada en filosofía, Carla Llopis.

Todo para ver: la carne, las aves y las trampas

El germen de la obra surgió en un  seminario de antropología teatral que Carla dio junto al director teatral Raúl Iaiza en 2018, donde la propuesta era trabajar la tragedia Antigona desde una perspectiva contemporánea. “Como yo soy docente de la Universidad Nacional de las Artes y de la Escuela Metropolitana de Artes Dramáticas —afirma Carla— y doy teatro clásico, entre otras materias, le sumamos al seminario una perspectiva teórica. Unimos mi recorrido como directora de teatro y como bailarina a un abordaje distinto, en el que nos importaba transitar la situación a la que Antígona se enfrenta, más allá del contenido específico de la tragedia”. Una vez terminado el seminario, aparecieron las ganas de armar una obra que dé cuenta de ese recorrido. Carla convocó al elenco, se pusieron a trabajar y poco tiempo después sobrevino la pandemia, por lo que el estreno finalmente tuvo que esperar hasta mayo de este año.

Las bailarinas y actrices Cecilia Gruner, Giulia Gabetta y Romina Venegas interpretan a Antígona. Carla cuenta que una de las decisiones fue “convertir a Antígona en un coro, para invertir estéticamente lo que la obra proponía. Los griegos solían representar sus obras con los personajes y un coro que siempre es un personaje y está en lugar del pueblo. Quise que AntIgona sea ahora la que representa a todas las mujeres”. El actor, director y dramaturgo Yoska Lázaro encarna a Tiresias y a Creonte en esta obra que combina la danza con las palabras en una conjunción que propone no solo recrear una parte de la historia sino permitir la reflexión ante una Antígona que se rebela y decide enterrar a su hermano aunque le cueste la vida. “Es leída como una heroína. Yo decidí pensar que, más allá de la desobediencia, se jugaba en su decisión algo que Antígona comparte con todas las mujeres: el hecho de que cualquier decisión que tome implica algún tipo de condena. Así es que decidí focalizar la obra en el momento sincrónico en que ella debe tomar una decisión, sabiendo que, sea cual sea su elección, el destino siempre es el encierro, o la muerte”. 

Quebrar los mandatos, aferrarse a sus propias certezas y afrontar el descontento ajeno son tareas que Antígona atravesó en la tragedia que Sóflocles imaginó, cuya trama perdura hastas nuestros días y colabora con la posibilidad de crear infinitos hilos con los que entretejer una nueva mirada sobre las narrativas femeninas.

Area623, Pasco 623, CABA

Viernes 22.30 hs, hasta el viernes 24 de junio

@623area

@todaslasaves.obra

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Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

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La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

Fotos: Juan Valeiro.

Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

“Pan y circo”, dice. 

Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El poco pan

La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

“Si no hay aumento, 

consiganló, 

del 3% 

que Karina se robó”. 

Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El mucho circo

Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

Silencio. 

“¿Me pueden decir sí o no?”. 

Silencio.  

Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

  • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
  • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
  • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

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Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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