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La otra Monsanto: Radiografía de Syngenta

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Hoy el presidente Alberto Fernández visitará la planta de Syngenta para anunciar un acuerdo de venta de soja a China, el día del cumpleaños de la empresa transgénica. Flor de regalo: en Argentina la compañía inunda los campos de transgénicos y de plaguicidas prohibidos en otros lugares del mundo, mientras incentiva un marketing que abusa de la palabra “sustentabilidad”. Sus alianzas con Monsanto para ocultar los efectos de los pesticidas. Y por qué con la adquisición de Valagro, la mayor corporación global elaboradora de productos biológicos, Syngenta/ChemChina impulsa una campaña para posicionarse como la empresa que pretende liderar el agro del futuro.

Por Anabel Pomar

Con la adquisición de la mayor compañía global de productos biológicos, Syngenta/ChemChina impulsa una campaña para posicionarse como la empresa que liderará el agro del futuro. Pero sus publicidades “verdes” se licúan rápidamente ante la realidad de sus prácticas. En Argentina inunda los campos de transgénicos y plaguicidas altamente peligrosos como la atrazina, el glifosato o el paraquat. Y mientras habla de sustentabilidad comercializa sustancias prohibidas en otros lugares del mundo, que solo exporta a países empobrecidos.

Syn–gente

Cuatro empresas manejan el mercado global de insumos agrícolas. Syngenta Group es una de ellas. Las otras tres son Bayer –empresa que compró Monsanto–, Corteva –resultado de la fusión entre Dow y Dupont–, y BASF. En Argentina, Syngenta, Bayer, BASF, Corteva y FMC representan el 55 % del mercado.

Syngenta es una transnacional con sede en Suiza y propiedad china desde 2017, adquirida por ChemChina (China National Chemical Corp) por unos 43.000 millones de dólares. Es la segunda fabricante a nivel mundial de transgénicos, agrotóxicos y semillas comerciales. En enero, ChemChina se fusionó con la también china Sinochem para formar el flamante Syngenta Group.

El 8 de octubre pasado la empresa comunicó la adquisición de Valagro con el objetivo de posicionarse en el desarrollo de un mercado de productos biológicos que está previsto duplique su tamaño en los próximos cinco años. “Aprovechar el poder de la naturaleza para ofrecer soluciones innovadoras y eficaces en la nutrición y el cuidado de las plantas”, dicen en su página oficial. El grupo Syngenta informa además que sus ventas en el tercer trimestre de 2020 en América Latina crecieron un 5 % en la división protección de cultivos, un 9% en químicos y un 4% en semillas. Las corporaciones crecen mientras las tierras se concentran cada vez más, vaciando los campos de gente.

Syngenta factura según Forbes unos 750 millones de dólares anuales. Al comprar Nidera en 2018, llevó su liderazgo en agrotóxicos (tiene el 20% del mercado) al mundo de las semillas y hoy ranquea primera en girasol, segunda en maíz detrás de Dekalb (de Bayer) y segunda también en soja, detrás de la argentina GDM (Don Mario).

De los 61 eventos transgénicos autorizados en nuestro país, Syngenta tiene 9 de los productos que se usan para maíz, con resistencias a lepidópteros y a coleópteros y tolerancias a glifosato y a glufosinato de amonio; otro para soja, con tolerancia a los herbicidas a base de glufosinato de amonio e inhibidores de la enzima p–hidroxifenilpiruvato dioxigenasa (HPPD); y uno más que es utilizado para la plantación de algodón, con protección contra lepidópteros.Tres de los cultivos pilares del modelo extracivo argentino.
En 2019 se produjo en el país un récord de uso de fertilizantes, que se incrementó en un 9% en relación al año previo, mostrando una tendencia siempre creciente desde el año 2015. Por su parte, la producción de agrotóxicos creció un 13% en lo que va del 2020, entre otros factores, gracias a las mayores exportaciones.

La otra Monsanto: Radiografía de Syngenta

En Europa no se consigue

Aproximadamente un tercio de los pesticidas vendidos por las principales agroquímicas del mundo están clasificados como altamente peligrosos y tienen como principal destino a los países menos desarrollados. Solo en 2018 más de 81.600 toneladas de 41 pesticidas fueron prohibidos en la Unión Europea.

Unearthed –una organización periodística independiente financiada por Greenpeace y la ONG suiza Ojo Público– realizó en febrero de 2020 un informe sobre el tema donde mencionan que Syngenta fue por lejos el mayor exportador de agroquímicos prohibidos (29.307 toneladas).
“Casi la mitad (41%) de los de los principales productos de BASF, Bayer, Corteva, FMC y Syngenta contienen al menos un plaguicida altamente peligroso (HHP, por sus siglas en inglés)”, afirma Unearthed. “Las ventas de estos productos altamente peligrosos representaron el 36% de todos los ingresos de estas cinco empresas. Más de dos tercios de esas ventas se realizaron en países de bajos y medianos ingresos”.

Syngenta Agro S.A comercializa en el país los siguientes plaguicidas: ametrina, atrazina, clorotalonil, diquat, glifosato, lambdacialotrina, paraquat, tiametoxam. Muchos son parte de una lista de 108 plaguicidas altamente peligrosas según una investigación de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (Rapal) prohibidos en algunos lugares del mundo, mayormente la Unión Europea, y de uso libre en Argentina.

Glifosato, socios y lobby

El glifosato fue condenado tres veces en Estados Unidos por ser sustancial para provocar cáncer, en los casos Johnson, en 2018, Hardeman y Pilliod en 2019.

En los Monsanto Papers se documenta cómo Monsanto, ahora Bayer, oculta los riesgos cancerígenos y genotóxicos de la sustancia. Se menciona además cómo Syngenta participó de acciones destinadas a entorpecer mecanismos de regulación e investigación científica independiente. Competidoras en el mercado son, sin embargo, socias y aliadas en el lobby científico.

Según estas investigaciones Syngenta, junto a corporaciones como Monsanto-Bayer, Basf y otras, ha interferido en lograr establecer cuáles son los límites permisibles de tóxicos en alimentos. La sospecha se confirmó durante el juicio de Dewayne Johnson, al presentarse como pruebas del accionar malicioso de la empresa una serie de correos dónde altos ejecutivos de Monsanto mantienen intercambios con sus pares de Syngenta y Cheminova, para influir sobre la determinación del Nivel sin Efecto Adverso Observado (NOAEL), índice de toxicidad que se utiliza para la evaluación de riesgos en alimentos.

También se han denunciado maniobras sobre el JMPR, el grupo que fija el límite máximo de residuos tóxicos en alimentos, a través de integrantes del ILSI (Instituto Internacional de Ciencias de la Vida) que se presenta como una ONG independiente pero que actúa como un grupo de lobby, del que Syngenta es parte.

Un informe encargado por tres partidos políticos del Parlamento Europeo (Socialistas, Verdes e Izquierda Unificada), publicado el 15 de enero de 2019, demuestra otro delito cometido por Syngenta: que la evaluación científica que condujo a la aprobación del glifosato por parte de la EFSA es fruto de plagio en más de un 50 % y de “copiar y pegar” en más del 70 %. Párrafos enteros del texto son una copia literal del dossier de homologación enviado a las autoridades europeas por el Grupo de Trabajo del Glifosato (Glyphosate Task Force, GTF) del que Syngenta forma parte.

También se acusa a la empresa por el hecho de que la recategorización de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de la OMS (IARC) para el glifosato (probable cancerígeno en humanos, cancerígeno en animales y genotóxico) no sea asumida por otras reguladoras europeas y norteamericanas. Vía Croplife internacional y GMO Answers, entre otros grupos de lobby, buscaron detener un efecto cascada. Syngenta forma parte de ambas. En los Monsanto Papers las dos agencias de lobby figuran como TIER 1, es decir, aliados empresariales.

Atrazina, pruebas y sombras

Syngenta es hoy el principal productor de la molécula tóxica atrazina, inventada por Geigy en 1958. La compañía no la comercializa en Suiza, donde tiene su sede, pero sí en Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay. La denominada “República Unida de la Soja”, según un viejo anuncio publicitario de Syngenta que revela cómo conciben al Cono Sur.
A pesar de estar prohibida en más de 37 países y desde hace casi dos décadas en la Unión Europea debido a la contaminación del agua, la atrazina es el 4° plaguicida más usado en Argentina y, junto al letal paraquat (prohibido en la UE desde 1989), viene incrementando sus volúmenes de venta en los últimos años. Se aplica en producciones extensivas de maíz, soja, trigo, así como en sorgo, hortalizas y maíz para consumo en fresco (choclo).

Es un disruptor endocrino que, aun en dosis muy bajas, puede causar defectos de nacimiento y daños reproductivos. También es un posible carcinógeno. Un estudio epidemiológico realizado en Francia de 2002 a 2006 por el INSERM sobre 3.500 mujeres al comienzo de la gestación puso en evidencia que quienes mostraban trazas de atrazina en la orina tenían un 70% de probabilidades de dar a luz un bebé con deficiencia de circunferencia craneana y déficit en el desarrollo neurocognitivo .
El biólogo Tyrone Hayes de la universidad de Berkeley en California, referencia mundial en el sector de la investigación del impacto de los biocidas, obtuvo los mismos resultados. En 2007, Tyrone publicó que la atrazina es la causa potencial de ciertos tipos de cáncer, como el de próstata o el de mama.

Hayes realizó parte de su investigación financiado por la propia Syngenta que, al conocer los resultados, intentó ocultarlos. La empresa, cuando Hayes hizo públicos sus hallazgos, realizó una campaña de descrédito contra el investigador y financió “papers” propios para contrarrestar ese material equilibrando la balanza a favor de sus intereses, y en detrimento de la verdad.

En noviembre de 2011, un grupo organizado por Syngenta publicó una serie de cinco artículos defendiendo la atrazina. Esos trabajos incurrieron, según un informe del Natural Resources Defense Council titulado “Economic Analysis of Atrazine” de 2013, en errores de metodología que le hacían inferir beneficios inexistentes.

Hayes en 2018 publicó un nuevo estudio que muestra que los efectos dañinos de la atrazina son consistentes en anfibios, peces, reptiles, aves, mamíferos de laboratorio, y con datos epidemiológicos humanos.
En Argentina científicos del Conicet y de varias universidades nacionales han encontrado atrazina en aguas de lagunas de llanura pampeana, en la lluvia, en aguas de pozo de escuelas rurales y de comunidades, y hasta en pejerreyes.

El pasado 30 de octubre la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) fue demandada por Pesticide Action Network, Beyond Pesticides, Center for Biological Diversity, Center for Food Safety y Rural Coalition, por reaprobar la atrazina. Las organizaciones mencionadas denuncian que el lobby es más influyente que el deber de la agencia en el cuidado de la salud.

Abejas en jaque

En su página web Syngenta promociona iniciativas como la creación de “Hoteles de insectos” y planes para cuidar a los polinizadores. Pero no cuenta que considerando la toxicidad ambiental de los plaguicidas altamente peligrosos autorizados en Argentina 47 de ellos, un 38,2 %, poseen una toxicidad muy alta en abejas, pudiendo causar la muerte a dosis mayores de 2 microgramos por abeja según la EPA de Estados Unidos. Este dato denunciado por Rapal se correlaciona con denuncias realizadas por apicultores individuales y sus organizaciones por la alta mortandad de abejas en diversas regiones.

Syngenta comercializa productos que dañan a las abejas: los herbicidas paraquat, glifosato (solo y con metacloro), atrazina e insecticidas como el tiametoxan, clorantraniliprole, clorpirifos, cipermetrina y otros piretroides.
Desde la Sociedad Argentina de Apicultores (SADA) señalan que existen sobradas pruebas científicas de los daños de esos tóxicos sobre los polinizadores y el perjuicio sobre la actividad apícola como sector productivo. “Las empresas tóxicas buscan eludir su responsabilidad y pretenden invertir las responsabilidades. Que seamos los apicultores quienes tengamos que demostrar la toxicidad en cada caso, ignorando así el principio precautorio. Además de sostener la pretendida inocuidad en ‘papers’ realizados por científicos financiados por las mismas empresas fabricantes. A ello hay sumarle la connivencia de las agencias regulatorias locales que, ante las denuncias reiteradas, sostienen que el modelo agroindustrial y sus químicos, en especial los neonicotonoides, pueden convivir con las abejas”.

Un contexto favorable

Syngenta tiene como portavoz argentino a Antonio Aracre, desde hace una década gerente general para Latinoamérica Sur. Aracre realiza una enorme campaña mediática para promocionar a su empresa como sustentable, preocupada por el “bienestar de la humanidad y el destino del planeta”. El propio Estado argentino le permitió proyectar esa imagen cuando le otorgó un lugar destacado dentro del “Plan contra el hambre”. El lugar en la mesa en la articulación de un plan con ese nombre fue ampliamente repudiado por organizaciones de la sociedad civil y productores que señalaron algo obvio: los commodities no son alimentos. Y quien es parte de las causas, no puede ser parte de la solución.

En primera fila, el día del anuncio allá por octubre de 2019, Aracre sonreía. No era para menos. Desde ese lugar Syngenta sigue repitiendo un mito que parecía desterrado, y que permitió el desarrollo de las corporaciones tóxicas y transgénicas desde la fracasada revolución verde: que son ellos quienes pueden terminar con el hambre del mundo.

La Agencia de la Agricultura y la Alimentación de la ONU asegura que desde 1987 no faltan alimentos para la población planetaria y que desde entonces es más rápida la fabricación de productos comestibles que la reproducción de la población. El problema no es la falta de comida, sino su distribución .Al mismo tiempo denuncia la epidemia de obesidad por el aumento de ultra procesados, y otras enfermedades por el exponencial crecimiento de la utilización de agrotóxicos y la contaminación de aire, tierra y agua.
Un año después de ese acto, las políticas estatales siguen haciendo sonreír a Syngenta y al resto de las corporaciones tóxicas.

En menos de un año marcado por una pandemia que exhibe las consecuencias de alterar los equilibrios naturales, en nombre de “terminar con el hambre” y “salir de la crisis” se lanzó el Plan 200 millones de toneladas (resolución 216/2020 del ministerio de Agricultura).

Busca ampliar la superficie cultivada avanzando sobre zonas de exclusión y amortiguamiento, reinstalando la idea de “buenas prácticas agrícolas” pero esta vez de la mano de las ag-tech, o tecnologías de precisión. Se aprobó el trigo transgénico (condicionado a la autorización de Brasil) y se concedieron rebajas en las retenciones a los agroexportadores, el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) y la “Estrategia de Reactivación Agroindustrial Exportadora, Inclusiva, Sustentable y Federal. Plan 2020-2030”.

Todas medidas que profundizan o allanan el camino para que el modelo agroenvenenador siga su curso.

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Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases

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“Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”, dice el hermano de Cristian Valiente. Familias de personas que continúan presas realizaron ayer un encuentro para organizarse y desarmar las mentiras con las que se sostienen sus acusaciones. El caso de Cristian y el de de Facundo Gómez, que hablaba con su mamá cuando lo detuvieron: la justicia no tiene filmado sus supuestos “disturbios”, pero lo encarceló igual. Las causas armadas sobre los más vulnerables, mientras nunca se detuvo a quienes causaron los destrozos, por ejemplo, del auto de Cadena 3. Además, el fiscal Stornelli insiste con meter presas a siete personas que ya fueron liberadas por la jueza Servini por falta de pruebas. El terror que continúa, los ataques de pánico, las condiciones de detención: se puede colaborar económicamente con las personas detenidas (el alias: LIBRESYA) y existen 5 puntos de acopio de mercadería detallados en esta nota. Qué necesitan: abrigo, frazadas, comida. Las familias llaman al 10 de julio a una nueva conferencia y al 12 a una concentración en Plaza de Mayo.

Por Lucas Pedulla

Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases

Jonathan dice que está un poco nervioso porque nunca habló en público, y ahora hay un aula llena de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en el barrio porteño de Constitución, dispuesto a escucharlo. Tiene 34 años y es el hermano de Cristian Valiente, una de las cinco personas -junto a Daniela Calarco Arredondo, David Sica, Facundo Gómez y Roberto María De la Cruz Gómez– que sigue detenida en Ezeiza tras la cacería del Gobierno durante el tratamiento de la Ley Bases en el Senado, hace ya tres semanas.

Todavía no pudo ver a su hermano porque no tenía su documento; espera hacerlo el próximo fin de semana.

Vino con su compañera, su hija y un perrito desde Moreno, oeste profundo del conurbano, a pedir por favor que lo liberen: “No tiene justificación. La gran mayoría están detenidos solamente por protestar. Y mi hermano, mientras estuvo detenido, le hicieron un desalojo en la casa: cuando salga ahora no tiene dónde estar”.

El lugar de donde desalojaron a Cristian era una pieza de un hotel céntrico. Allí había trabajado tres años como portero: “Uno con todos los derechos y dos, en negro”, cuenta el hermano. Denunció la situación y fue a juicio, que determinó que debía vivir allí hasta que le pagaran lo que debían. Casualmente, un derecho que la Ley Bases barrió en su capítulo de reforma laboral.

A Cristian -41 años, dos hijos- lo acusan por provocar “disturbios”, “arrojando piedras y otros objetos contundentes” contra la policía, pero sobre todo por haberle “secuestrado entre sus pertenencias” una granada de mano. En su indagatoria, él aclaró que no se trataba de una granada sino de un aerosol químico de los que usan las fuerzas de seguridad para gasear en las manifestaciones; y que lo encontró en las propias inmediaciones del Congreso, y se lo guardó para mostrarlo a un canal de televisión porque había vencido en 2022. “Decían que lo vendía en el mercado negro -dice Jonathan a lavaca, y no lo puede creer-. Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”.

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1808269566549622911

Este encuentro, motorizado por la Comisión de Solidaridad de la coordinadora por la liberación de lxs detenidxs y el cierre de todas las causas, fue el ámbito para que Jonathan pueda, por primera vez, dimensionar esa locura.

También pudo hacerlo Elena, la mamá de Facundo Gómez, 31 años, cuyo trabajo era ir con su carrito por Plaza Serrano, en Palermo, vendiendo cafés: “Lo detuvieron mientras hablaba por teléfono conmigo -dice mientras muestra un cartel con el rostro de su hijo, sonriente-. La causa debería caerse porque lo ponen arriba de una valla, diciendo que arengaba y tiraba piedras, pero la comunicación con mi hijo se detiene en el momento en que lo están deteniendo. Intenté llamarlo, hasta que me atendió una persona que supongo que era un policía, y me dice que le estaban haciendo averiguación de antecedentes. Le pregunto por qué, y me dice porque estaba en un lugar que no debía estar. Mi hijo grita bien fuerte: ‘¡Yo no estaba ahí!’”.

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1808262187380588878

Elena remarca que no hay registro fotográfico ni fílmico de Facundo, y su otra hija, Micaela, dice a lavaca que al fotógrafo que registraba su detención le rompieron la cámara: “Lo presentamos como testigo. Dijo que le pidió a Facundo que gritara su nombre, y cuando iba a hablar le pegaron una piña en el estómago”.

Elena dice que su hijo no aparece en los videos: “Ellos (la justicia) dicen que han mirado 100 horas, pero Facundo no aparece”. Y agradece la convocatoria: “Es una causa totalmente ilegal y armada para amedrentar y que no salgamos a protestar para que aceptemos todo lo que ellos quieren. Quiero la libertad de los cinco”.

El aula, llena, la abraza con un aplauso.

Crueldad sin paz

Una mesa afuera del aula junta donaciones (galletitas, paquetes de yerba, azúcar, latas de arvejas, jugos en polvo, lavandina, shampoo, toallitas) mientras otras personas de la coordinadora pasan con una caja de cartón para juntar dinero. Adentro, sobre la pared, una gigantografía de Rodolfo Walsh recuerda su Carta abierta de un escritor a la junta militar.

En bancos de madera, mientras tanto, se van sentando, entre otras personas, exdetenidos como Gonzalo Duro, Fernando Leone, Sofía Ottogali y Santiago Adano -liberadxs en las primeras 17 excarcelaciones, el viernes 14 de junio-, o Juan Spinetto y Camila Juárez Oliva, liberadxs en una segunda tanda de 11 faltas de mérito dictadas por la jueza María Servini, el martes 18.

Es que, además de las causas abiertas y la solidaridad por las cinco personas que aún siguen presas, la alerta continúa, porque el fiscal federal Carlos Stornelli apeló y pidió nuevamente la prisión preventiva sobre siete personas: Ottogali, Spinetto, Juárez Oliva, Sasha Lyardet, Nicolás Mayorga, Gabriel Famulari y Brian Ortiz.

“Nos siguen criminalizando cuando la jueza ya dictó la falta de mérito”, dice Camila a lavaca. La falta de mérito se dicta cuando se considera que no hay elementos suficientes para acreditar el hecho que se imputa. La propia Servini habló de la “orfandad probatoria” en las acusaciones de Stornelli. Camila, junto a Sasha y Nicolás, es una de lxs tres estudiantes de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) detenidxs: “Es una crueldad, porque todos los días me acuesto y miro la ventana porque no sé si un policía va a venir a decirme ‘agarrá tus cosas’, y ya en mi cabeza pienso que no tengo que agarrar ropa oscura para entrar al penal. Así está funcionando mi cabeza. Hasta que la Cámara no se expida, no estoy en paz”.

La sala II de la Cámara de Apelaciones, conformada por Roberto Boico, Eduardo Farah y Martín Irurzun, tiene ahora la palabra.

El docente Spinetto, otro de los “apelados” por Stornelli, dice lavaca: “Es ridículo, porque no aporta nada nuevo para apelar e insiste sobre algo que jurídicamente está zanjado. Básicamente lo que está haciendo Stornelli es continuar con la maquinaria de armado de causa. No tiene ningún sostén jurídico”.

Donaciones, acopio y concentración

La Comisión de Solidaridad abre el encuentro. Sus integrantes recuerdan que hay un alias (LIBRESYA) para contribuir a un fondo solidario común con montos de $500, $1000 o $2000. También subrayan que lxs detenidxs necesitan ropa de abrigo clara (no gris, sin capucha), frazadas de una plaza, y elementos de almacén. Los puntos de acopio:

  • ATE / INCAA: Lima 319, 1er piso, oficina 101.
  • SUTEBA Tigre: Santa Fe 11028, General Pacheco.
  • Mutual Sentimiento: Av. Lacroze 4181.
  • ATE Sur – Lomas de Zamora: Boedo 120.
  • ATE Alte Brown – Pte Perón: Somellera 481.

Luego habla Gonzalo Duro, trabajador judicial, uno de los exdetenidos: “En ese pabellón éramos 15 personas desconocidas y ahora somos amigas. Es una realidad y habla de la transversalidad del problema”. A continuación, Camila recuerda a Daniela Calarco Arredondo: “Le estamos tratando de juntar plata porque tiene que pagar el alquiler. También para pagarles el transporte a sus padres, que viven en Mar del Plata”. Grisel, hermana de Sasha, suma la preocupación por las apelaciones de Stornelli, y pide asistencia psicológica porque muchxs continúan con ataques de pánico. Valora la importancia de estos encuentros y pide, también, monitorear las trabas que les están poniendo los penales a las visitas familiares, para que el Sistema Penitenciario no siga “vulnerando derechos”.

Luego, y por un largo rato, pasan voces de diversos partidos y agrupaciones que hacen caracterizaciones del Gobierno. Algunos traen reclamos urgentes, como los trabajadores despedidos del Hospital Posadas o de la fábrica de neumáticos FATE, pero otros gritan pedidos de paro a la CGT. El músico Santiago Adano, otro de los exdetenidos, agradece con sensibilidad la solidaridad y el acompañamiento, pero sugiere avanzar en lo operativo del encuentro. Algunos no parecen escucharlo, y siguen. Otros sí, y piden acompañar, por ejemplo, la ronda de las Madres de este jueves en Plaza de Mayo para continuar la visibilidad por los detenidos. La propuesta es aceptada.

Las familias y exdetenidos, a su vez, proponen una nueva conferencia de prensa en el Servicio Paz y Justicia (Serpaj) para informar sobre la situación de las detenciones y las causas. En asamblea votan realizarla el miércoles 10. También votan, para el viernes 12, a un mes de la protesta, realizar una nueva concentración en Plaza de Mayo, con posibilidad de festival, buscando la convocatoria del amplio abanico político que movilizó la última vez, el día de las últimas excarcelaciones. Silvia, la mamá de Camila, recuerda que la urgencia de esos días fue lo que juntó a sindicatos, organismos, referentes de la izquierda y del peronismo: “Vengo a reforzar la idea de unidad, como lo hice desde el día uno”.

Cerca de las diez de la noche, la asamblea concluye.

Los ejes que se refuerzan:

  • Libertad a las cinco personas que siguen detenidas.
  • Pedir el rechazo de la Cámara a las siete apelaciones de Stornelli.
  • Cierre de todas las causas.

Leé la nota de tapa de la nueva MU: Qué es la libertad.
Sasha y su hermana, dos caras de lo que se vivió adentro y afuera tras la cacería policial el día de la votación de la Ley Bases. Sus reflexiones sobre la estigmatización, la persecución, y la vida en ¿libertad? Las redes y la calle. El ego y lo colectivo. Hablan Ramona y Santiago, también detenidos sin pruebas, con torturas. La organización entre familias. Y el reclamo por los que todavía están adentro.

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158 femicidios y travesticidios en lo que va del año: datos del Observatorio Lucía Pérez

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Informe mensual del Observatorio de Violencia Patriarcal. Los números del 2024: 158 femicidios y travesticidios, 180 movilizaciones contra la violencia, 52 desaparecidas, 16 infancias asesinadas, 87 huérfanxs y 502 funcionarios denunciados por violencia.

En lo que va del año el Observatorio Lucía Pérez, primer padrón autogestionado y público de violencia patriarcal, registró 158 femicidios y travesticidios en todo el país. Durante el último mes, junio, fueron 22 femicidios.

Como resultado de los 158 femicidios y travesticidios registramos además 87 huerfanxs por femicidios. Y 180 marchas y movilizaciones contra la violencia patriarcal. Además 117 tentativas de femicidios. Y llevamos 1236 días preguntándonos ¿dónde está Tehuel de la Torre?.

No son cifras: es la cartografía de la violencia patriarcal.

El Observatorio Lucía Pérez es una herramienta de análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca. Se elaboran una serie de padrones que compartimos en la web de manera libre, los cuales comenzaron a confeccionarse en talleres que realizamos con víctimas de violencias, familias sobrevivientes de femicidios, organizaciones sociales y activistas del movimiento trans. Los datos así recogidos, sumados al seguimiento de lo publicado en medios de todo el país, son luego chequeados y precisados con fuentes judiciales y periodísticas.

Toda la información que producimos es de público y libre acceso en en www.observatorioluciaperez.org

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55° Día Internacional del Orgullo: baile, abrazo, y furia travesti contra el fascismo

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En el Día Internacional del Orgullo LGBT+ , a 55 años de la revuelta de Stonewall, se realizó en la Plaza de los Dos Congresos la 9° Marcha Plurinacional Antirracista Basta de Travesticidios, Transfemicidios y Transhomicidios. “A mí no me hablen de Stonewall, a mí hablame de Diana Sacayán, de Lohana Berkins, hablame de Nadia Echazú”,dijo unx de lxs organizadorxs, marcando una historia de furia travesti propia. La ceremonia comenzó poco después de las cuatro de la tarde, frente al Congreso, tras un vallado que continúa desde que se aprobó el último miércoles en Diputados la Ley Bases. Y cerró con ballroom y una ronda alrededor de la plaza, un abrazo necesario en medio de estas épocas frías.

Por María del Carmen Varela. Fotos de Juan Valeiro para lavaca.org

Desde el escenario arrancó la radio abierta, varias personas fueron tomando el micrófono para manifestarse por los travesticidios de Zoe García, referente del Hotel Gondolín y asesinada por su pareja; Sofía Fernandez, asesinada en una comisaría de Pilar; Pamela, Roxana y Andrea, las mujeres lesbianas prendidas fuego y asesinadas en un hotel de Barracas; la aparición de Tehuel de la Torre; para exigir la libertad de Daniela Calarco y otros cuatro detenidos durante la represión del 12 de junio mientras se debatía la Ley Bases; y por los despidos en el Estado, que hoy volvieron a ser noticia.

Sher Lescano, del Movimiento Trans Travesti Argentina, señaló: “Estamos acá por nuestras luchas. A mí no me hablen de Stonewall, a mí hablame de Diana Sacayán, de Lohana Berkins, hablame de Nadia Echazú”. Luego Naomi, una de las conductoras del acto, recordó a Nora Cortiñas: “Nos acompañó durante mucho tiempo exigiendo justicia por Diana Sacayán”. Se hizo un minuto de silencio por ella, que finalizó con un aplauso.

Una chica sostenía un cartel: “28J #BastaDeMatarnos. Que mi identidad travesti no te dé miedo”. Dos niñeces sostenían una bandera con los colores trans (la bandera local, magenta y negra) y carteles que decían: “Milei tus discursos de odio nos matan” y “Siempre trava, nunca peluca”. El encuentro y la cercanía aminoró los efectos del viento helado que el viernes por la tarde recorrió la ciudad. Un ritual con velas, flores y sahumos iluminó la oscuridad que ya había caído sobre la Plaza, alumbrando las fotos de Diana Sacayán, Lohana Berkins, María Elena Walsh y Cris Miró, entre otras. Mientras tanto, desde el escenario se escuchaba la poesía de Flora Aylén o @rulosica:

Flores, canciones y velas. Venimos cantando, venimos gozando al ritmo de los corazones fervientes, nos fuimos abriendo paso. Ofrendas, sabores y abrazos. Ronda orgullosa que comparte el trago.  Ritual insurrecto que crece desde abajo, desde las entrañas más dolorosas, desde las tierras más olvidadas, resurgimos y transformamos el llanto, porque sabemos que la muerte es mentira y que el olvido no tiene lugar. Hoy rebalsamos las calles, vinimos a invocar a nuestres compañeres que ya no están. Eses compañeres que allanaron el camino para llegar hasta acá. Invocamos su fuego, su fuerza, su coraje. Invocamos su valentía y su voluntad de soñar y construir mundos nuevos y diversos. Para defender la belleza de lo colectivo en este mundo individualista y alienado. Invocamos por siempre este orgullo desviado de ser mariposas en un sistema gobernado por gusanos. Flores, canciones y velas. Nos despedimos cantando, nos despedimos gozando. Trajimos nuestras ofrendas, agradecemos bailando. Ritual insurrecto de sangre efervescente

Sol: “Vine por una lucha colectiva. Despidieron a compañeras en el INCAA, esto es para acompañar. Yo soy trabajadora de Cancillería y estamos todas comunicadas. Hay más de 130 personas de la comunidad despedidas”.

Ivana Gutierrez vino desde El Palomar, Morón, pertenece a la organización Conurbanes por la diversidad y trabaja en la Defensoría del Público de Servicios Audiovisuales: “Es importante remarcar que las travestis y trans venimos marchando hace nueve años en este día que es el día internacional del Orgullo. Nosotres reivindicamos este día como un día de lucha, de resistencia, de visibilidad. Hay un genocidio travesti trans y con este avance de los gobiernos neoliberales de ultraderecha que vienen a vaciar nuestros derechos”.

A los despidos, el hambre, el frio, la violencia, se suma los crímenes. En lo que va del año, el Observatorio Lucía Pérez que registra diariamente la violencia machista en todo el país registró este año el travesticidio de Dámaris, 38 años, en CABA; y durante el año pasado los travesticidios de: Diana, 47, CABA; Liliana, 64, en Almirante Brown; Sofía, 40, en una comisaría del Pilar; Sofía, 26, en Córdoba.  

Daniela Ruiz es actriz, dramaturga, directora, activista, docente,  socia fundadora de Cooperativa Arte  Trans y parte del colectivo Identidad Marrón: “Vengo por nuestras hermanas y compañeras que todavía están en el sistema de prostitución y que todavía las pone a los 12, 13 años a estar paradas en las provincias, donde existe la explotación y nosotras, las compañeras travestis que  hemos vivido y tenemos un promedio de 48 años, saber que estos travesticidios, transfemicidios y transhomicidios son evitables, me parece que es venir y decir en el Congreso, donde se representan nuestros derechos, que tengo cadáveres en mi cabeza, de muchas hermanas. Tengo la necesidad de decir: Basta de matarnos”.

Alrededor de las cinco y media comenzó a circular una ronda, dando vuelta a la Plaza con cánticos y abrazos. Al regresar, Batuka esperaba con el sonido de sus tambores. Para finalizar, se organizó una Kiki Ball, en la que se bailó con la maestría típica de la cultura ballroom.

Al caer de la tarde, la ronda selló el abrazo colectivo .

Y la furia travesti se abrió paso entre flores, canciones y velas.

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