CABA
Sofía Dieguez: soy sirena
La actriz y perfomer presenta en MU Trinchera Boutique Magenta. Una sirena más allá del mar. La obra, escrita por ella misma y con música de Lucas Iriarte, parte de la historia de la Sirenita para hablarles directamente a las infancias trans. De las Postas Sanitarias Culturales a los musicales y las transformaciones que cambian al mundo. Por María del Carmen Varela.

Una caminata de una cuadra, desde su casa hasta el espacio cultural MU Trinchera Boutique, fue lo que hizo que la actriz y performer Sofía Diéguez una vez por semana durante más de tres meses para escuchar las canciones, poesías y pensamientos luminosos compartidos por la artista Susy Shock tras la vidriera de Riobamba 143 en el marco de las Postas Sanitarias Culturales. Iniciado en cuarentena estricta, el evento semanal se propuso acudir al arte como herramienta, ofrenda y conjuro para sanar juntes y con la calle como punto de encuentro. En uno de esos viernes, Sofía prestó atención a la vidriera donde Susy cantaba, sonreía y colocaba sus manos al finalizar cada canción para establecer contacto –más allá de la mirada– con la persona a quien le dedicaba el tema. La estructura vidriada le recordó a una pecera y el link mental fue inmediato. Apareció la imagen de La Sirenita, la historia que la cautivó cuando a los 3 años vio la película por primera vez. Imaginó una obra de teatro, una adaptación, y la escribió. Le contó la idea a Susy Shock: “Sofi, lo podés escribir vos. Inventá tu propia sirena”, le sugirió.
“Ella confió en mí y en una noche escribí las canciones, la historia, los personajes y ahí nació Magenta, una sirena más allá del mar”, dice hoy. De espíritu rebelde, con la decisión de enfrentar los prejuicios y ser fiel a sí misma y a sus deseos, Magenta es la versión de Sofía sobre el personaje creado por el escritor danés Hans Christian Andersen en el siglo XIX y llevado al cine por la industria cinematográfica norteamericana en 1989. Una historia de trasformación, de identidad, de elecciones, de renunciamientos, de cómo pensar el propio cuerpo y de ver el mundo de distinta manera de acuerdo a donde se apoyen los pies –o la cola de pez– se trate del relato original o de la versión con final feliz de Disney.
¿Por qué La Sirenita? “Para mí la película es muy significativa. Desde que la vi me sentí identificada con esa historia, con no pertenecer al mundo, sin saber mucho a los 3 años, después entendí de grande la historia original de La Sirenita de Andersen. Las mujeres trans somos como sirenas que damos el paso a ser mujeres y en ese paso, muchas pierden a la familia, amigues, el lugar donde viven y metafóricamente también la voz, socialmente, hoy quizá no tanto pero es lo que pasaba y es lo que pasa en la historia de la Sirenita. Y el mensaje que me gustaría dar es que no está mal sentirse diferente, quiero que las infancias se sientan libres, que no sientan tristeza, ni miedo, que disfruten de ese momento de la vida que es único, que no se va a repetir y que nadie les diga que no pueden jugar con algo porque es rosa, porque es azul, porque es de nena, de nene. Los juguetes son juguetes, los colores son colores y ellos tienen que disfrutar de ese momento de su vida”.
Una vez escrita la obra –que dura 30 minutos– y el valioso aporte musical de Lucas Iriarte, cuenta Sofía que su “trava madrina” –una de las formas en que le gusta referirse a Susy– le presentó al actor Giancarlo Scrocco quien se encargó de la confección de los títeres que van a encarnar a los personajes amigues de Magenta: Shockito, el pez arcoriris y Momo, el caballito de mar. También Susy la conectó con su flamante productora “Que otros sean lo normal”, allí conoció a la actriz y cantante Pauli Garnier quien junto a Marlene, también sumó su apoyo. Lautaro Matute prestó su estudio de grabación para que Susy grabe la voz del personaje de la abuela de la sirena Magenta y Nito Carelli ofició como coach vocal y es el alma de los títeres.
“La obra es un regalo para ese niño que fui, para Ivancito, ese nene que amaba a la Sirenita”, cuenta Sofía. “Hoy yo soy mi mayor logro y estoy segura de que si Ivancito viera hoy la mujer en que me convertí diría: yo quiero ser como ella. Mi presente es mi mayor logro y esto es un regalo para ese niño que no entendía qué le pasaba”. Sofía muestra una foto de Ivancito, mirando a cámara y abrazando una muñeca, que no es cualquiera, sino la muñeca de la Sirenita y junto a ella, también sostiene al príncipe del cuento, del cual la Princesa del Mar se enamora. “Ese nene que en esta foto abraza la muñeca de su hermana bien fuerte para sentir por un instante que era suya, así que la obra es para ese nenito que sigue caminando al lado mío”.
Mientras soñaba con ser una Spice Girl, una pop star, a los 13 años comenzó a tomar clases de teatro en la Municipalidad de Lanús. Primero estudió actuación, luego comedia musical, ballet y dos años en el Teatro Colón.
A los 16 tuvo un papel en el musical El fantasma de Canterville de Pepe Cibrián. Luego visitó varias ciudades del mundo haciendo obras de teatro infantiles. En 2017 participó de la serie Un gallo para Esculapio y luego la llamaron para El Marginal II. Al poco tiempo llegó la novela de Telefé Pequeña Victoria, protagonizada por la actriz trans Mariana Genesio Peña, donde Sofía era una de las habitantes de “Casa Diana” –en homenaje a la activista trans Diana Sacayán asesinada en 2015– y en cuyas paredes podía leerse la frase de Susy Shock: “¿Qué soy? ¿Importa? Soy arte”.
Sofía: “Yo no estaba muy involucrada, no conocía mucho de la militancia trans porque las veces que estuve en grupos se iban a lo partidario y no me sentía cómoda. A través de Pequeña Victoria conocí a Marlene Wayar y me pareció una persona amorosa, super inteligente, respetuosa con el pensamiento de la otra. Ahí también escuché nombrar a Susy Shock y me puse a investigar quién era. Leí entrevistas y escuché su poema ‘Reivindico mi derecho a ser un monstruo’ que es maravilloso y empecé a enamorarme de su poesía, de su inteligencia, su manera de ver la vida, pero no la conocí personalmente hasta que comenzó la cuarentena. Fui a las Postas en MU y empezó una amistad que parece de siempre. Hoy mi referente es Susy. Habla desde el amor, al igual que Marlene. Con Susy tengo una conexión maternal, yo le digo que es mi mamá trava”.
Sofía tiene 34 años y vive sola desde hace diez. “Hice mi transición grande, a los 25 años. Soy una privilegiada, de las que nunca les faltó el amor de la familia, les amigues y fui abrazada por mis padres, siempre acompañándome, pese a que por ahí en algún momento alguno de los dos no supo entenderlo, pero jamás dejaron de estar a mi lado y eso fue fundamental”.
Suele ir a la plaza a tomar mate mientras repasa libretos y también ensaya con ansias de que llegue el estreno de Magenta. Durante los primeros meses de cuarentena estuvo muy angustiada y luego fue revirtiendo la sensación con meditación; se volcó al vegetarianismo, disfruta de la naturaleza y se unió a un grupo que brinda comida a personas en situación de calle. “Fue un año terrible, pero aprendí y crecí. Está bueno salir de la cloaca con olor a rosas”.
El musical que se viene
A fines del año pasado se realizó un casting para interpretar a Susy Shock en el musical Crianzas que tiene fecha de estreno para mayo en un teatro porteño. Sofía se ilusionó con ese rol y se presentó. Al tiempo le dieron la mejor noticia: el papel de Susy era suyo. “Sentí una felicidad enorme cuando me enteré, para mí es un orgullo poder interpretar a Susy en el escenario y contar la historia de una tía trava y de su sobrino y la mirada del mundo hacia ellos dos”. La obra está dirigida por la actriz y directora Valeria Grossi y la música es del compositor y director musical Carlos Gianni, quien hizo la música de las obras del reconocido actor y creador de espectáculos infantiles, Hugo Midón.
Crianzas comenzó siendo un micro o podcast semanal de tres minutos y 28 episodios realizado integralmente por la Cooperativa lavaca, en el que la “tia trava” Susy relataba sus vivencias junto a su sobrino Uriel. El micro radial proponía romper las distancias entre adultes y niñes, crecer en la diversidad y se actualizaba cada miércoles en www.lavaca.org.
Luego Crianzas tomó la forma de libro de la mano de la cooperativa Muchas Nueces, con ilustraciones de Anahí Bazán Jara –hija de Susy, ilustradora y tatuadora- y prólogo de Marlene Wayar y la periodista Claudia Acuña. Y pronto llegará al escenario en formato musical protagonizada por Sofía y dos infancias que se irán turnando en las funciones.
Confiada en que Magenta sea una caricia para les niñes, Sofía aguarda la primera fecha –de dos funciones– con la calma digna de las sirenas retratadas por Andersen, recostadas sobre los arrecifes de coral a la luz de la luna observando los barcos que pasan, solidarias y dispuestas a sacrificar sus largas y hermosas cabelleras para ayudar a su hermana, la Sirenita que apostó a su propia transformación y, conociendo todos los secretos del mar, se atrevió a cambiar su mundo.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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