Nota
Un jueves agitado: de las Madres al ruidazo, la ley de las calles
El reloj marcaba la hora de cada jueves: el momento exacto en que las Madres de Plaza de Mayo se dirigían a su ronda 1.999. Fue esa sincronía la que preñó el significado de la orden de detención de Hebe de Bonafini y la del allanamiento de la sede de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, el tercero dictado en el marco de la causa que investiga las irregularidades del programa Sueños Compartidos, regenteado por el ex colaborador de la Asociación, Sergio Schoklender.
Con ese procedimiento policial el juez Marcelo Martínez Di Giorgi respondió a la carta presentada por Bonafini para explicar por qué no se iba a presentar ante él ese día.
Le dijo Bonafini al juez en esa carta:
“Desde el año 1977, más precisamente el día 8 de febrero de ese año, vengo padeciendo las agresiones de la mal llamada justicia, implementada por jueces de la Nación. En ese momento empezó mi calvario. Hice 168 presentaciones por mi hijo Jorge, luego en conjunto reclame por mi otro hijo Raúl, que fue desaparecido en diciembre del mismo año, en una constante peregrinación por los juzgados, siempre padecí las mismas injusticias, las mismas agresiones. Luego en mayo de 1978, desapareció también mi nuera María Elena, nada cambio”.
Y siguió:
“Después de un tiempo en el año 2001, más precisamente un 25 de mayo, a mi hija María Alejandra que se encontraba sola en mi casa, mientras yo estaba de viaje, la torturaron casi hasta matarla. Y allí otra vez mi peregrinación para ver si encontraba algún juez que nos muestre el valor de la Justicia, y que esta existía, pero otra vez la burla y la sin razón.
Y llego el caso Schoklender, allí las Madres con gran esfuerzo aportamos voluntariamente 60 cajas con pruebas, junto con 40 backup, y otros elementos más, primero a Oyarbide y después a usted, que ni siquiera leyeron algo de lo aportado.
Asistimos cuantas veces nos llamaron a declarar, hicimos pericias de las firmas que constataron que no eran mías, siempre a disposición por la verdad, incluso hace unos meses asistí voluntariamente a su despacho para informarme ante la indigna marcha de la causa. Y otra vez sufrimos en carne propia la burla, que nos castiga a todas, ancianas de 85 a 90 años, y nos condena a pagar las deudas, injustas y ajenas”.
La respuesta judicial llegó con una barrera policial que trató de impedir la partida de la camioneta que trasladaba a las Madres a Plaza de Mayo. Y esa amenaza sacudió la calle. Un grupo de personas increpó a la policía y el forcejeo fue suficiente para que la camioneta de las Madres avance hacia Plaza de Mayo. Una vez alallí, comenzó a llegar gente.
Y más gente.
Y más.
En pocos minutos, se formó una barrera humana que protegió a las Madres mientras cumplían con su ronda de cada jueves.
Luego, habló Hebe de Bonafini, también como cada jueves. Dijo esta vez: “Con la misma valentía que nuestro hijos vamos a enfrentar a la justicia corrupta”. Dijo también: “Nunca van a poder poner presos a los ideales”. Anunció entonces que las Madres volverían en su camioneta a su casa de Congreso y pidió que las acompañen.
Lo que sucedió a partir de allí fue inmenso.
Delante de la caravana se ubicaron los motoqueros –legendarios protagonistas de las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001-, detrás una columna humana que fue creciendo al ritmo de las cuadras; por último, la camioneta con las Madres. A ritmo lento, mientras se nutría de personas y consignas, la caravana fue recorriendo Avenida de Mayo, desde la Plaza hasta Congreso. Cuando esa caravana se convirtió en multitud, la policía abandonó la sede de Madres. Para cuando llegó la camioneta, la orden de detención se convirtió en impotencia. Y la expresión espontánea de apoyo mutó en acto opositor, con oradores que representaron exclusivamente al kirchnerismo. Cerró el acto Bonafini con un mensaje que luego se replicó en algunas esquinas, durante el ruidazo contra el tarifazo: “Macri: pará la mano”.
Fuentes judiciales informaron que la orden de detención se hará efectiva “en el momento oportuno”.
No lo fue este jueves en el que las Madres fueron la gente.
Ruidazo II: la calle habla
Cucharas abollando ollas, cornetas, latas de aceite, silbatos, tapas de cacerolas como platillos, bombos, o el viejo arte de golpear con las palmas de las manos, para ver si alguien escucha: el segundo ruidazo contra los tarifazos ocurrió en todas partes. No tuvo un centro sino muchos. En el caso de Buenos Aires, al menos 50 esquinas. Y Morón, Lanús, Berazategui, Ramos Mejía, Ciudadela, Olivos, Lomas de Zamora, Malvinas Argentinas, Moreno, Avellaneda… Y Rosario, La Plata, Santa Fe, Córdoba, Salta… y seguían llegando tweets y noticias de Facebook de todo el país, de algo que los medios ignoraron según corresponde a estos días deportivos: olímpicamente.
Cerca del Obelisco Eduardo golpea una olla digna de algún negocio de antigüedades de San Telmo: “La tengo desde 2001. Teníamos una pizzería con un amigo y tuvimos que cerrarla. Después las cosas más o menos anduvieron. Pero este año es un desastre. Estoy ahorcado. Yo tengo una pensión, alquilo habitaciones. Me vino un aumento del 500% de todos los servicios. De estar pagando de impuestos unos 1.000 pesos ahora pasé a 6.000 o 7.000. Yo a la gente no le puedo cobrar ese aumento, porque la gente vive de un sueldo, y menos todavía con la malaria de trabajo que hay. Así que nos queda esto”, dijo, volviendo a golpear esa olla que podría estar en algún museo de las ciencias políticas. Su hija Abril, 15 años, presionaba una especie de corneta ensordecedora.
La avenida Corrientes estaba taponada por unos 100 taxis a cuyo frente había una bandera: “El GNC también es gas”. Luis Fernández Ageitos, de la Asociación de Taxistas de Capital: “Estamos repudiando el tarifazo del Gas Natural Comprimido, el principal combustible que utilizamos los taxistas para trabajar. Eso significa que nos han robado de 2.500 a 3.000 pesos a todos los que seamos titulares o choferes de taxis. Estamos juntando firmas para llevarle al ministro Aranguren para que ponga una tarifa diferencial o un subsidio para nuestro trabajo”.
¿Podría resultar una misión imposible? “Mire, le han dado subsidios al campo, lo ayudaron con la devaluación, le sacaron las retenciones, le subsidian el gasoil. Y encima, el doble discurso de estos gerentes. Cuando Aranguren era CEO de la Shell hablaba de respetar el precio internacional, para que subiera. Y ahora resulta que el precio internacional está más bajo, y te pegan un tarifazo igual. Esto es confiscatorio. Esto es una estafa. Y vamos a resistir, porque esto nos afecta como ciudadanos y como trabajadores del transporte. Acá estamos Taxistas Unidos y Taxistas de Capital. En total vinieron 500 coches pero la policía no los dejó llegar a todos, por eso están estos 100”.
¿Por qué el gobierno aplica esta política? Fernández: “Yo considero que esta gente viene a un saqueo lo más rápido posible. Es un capitalismo que va más allá de la cosa neoliberal. Es tierra arrasada, saben que va a haber reacción, y por eso quieren hacer todo lo más rápido posible”. Al margen del tarifazo, algunos de los taxistas reunidos calcularon que en estos meses la recaudación cayó a la mitad, aproximadamente
No pudo observarse a conciudadanos intentando cazar pokemones con artefactos 4G, pese a que en la zona del Obelisco, estaban Pikachu, Drowzee y Abra, según las investigaciones reveladas en amplios espacios por los diarios contrainformativos Clarín y La Nación. El único juego similar del día había sido efectuado por un juez que intentó cazar a una madre de Plaza de Mayo sin éxito, hasta el momento.
Carlos y Graciela, hermanos. Golpeando ollas. Ella es jubilada, él es técnico electricista.
Sostiene Carlos: “Llegaron diciendo que nos querían instalar en el mundo pero es el único lugar del planeta donde hay una inflación del 45% anual y meten tarifazos de hasta el 2000%. ¿Así nos instalan el mundo? ¿Hay que dejar de comer para pagar? Y encima fueron empresas privatizadas que cobraban pero nunca invirtieron un peso, nunca cambiaron un cable. Creció el consumo de luz de modo exponencial y nunca cambiaron un transformador. ¿Dónde hay inversión? Hay solo transferencias de recursos. Y siguen cortando la luz, no invierten una moneda y nos sacan los recursos a los trabajadores cuando sabemos que le están regalando el oro, la plata y el litio a las empresas de la megaminería”.
Graciela: “Vinimos porque hay que salir a la calle. No solo por las tarifas. Están yendo contra muchos derechos, contra la democracia. No estoy de acuerdo”.
Carlos: “Yo conocía la historia de este hombre que fue procesado como empresario por contrabando agravado, como presidente de un club por administración fraudulenta y como jefe de gobierno por asociación ilícita. En Boca conozco dirigentes que contaban cómo el 15% de los pases tenían que ir al bolsillo del presidente. Corinthians pagó 22 millones de dólares por Tévez, y a Boca le llegaron 16 millones”.
La zona del Obelisco estaba iluminada a pleno, transformada en un refrito desmejorado de Times Square con metrobús. Las publicidades iluminan la zona. Televisores, celulares, un letrero brillante que sostiene “si no mejoramos la educación todo se derrumba”, otro de traumatología clínica, uno que propone depilarse a fondo. La curiosidad en plena emergencia energética es: ¿tienen sentido estas luces de colores, justo cuando decenas de manzanas, cada día, sufren cortes de luz? Se enciende un cartel resplandeciente que aborta estas meditaciones invernales con una señorita bella y un anuncio de época: “Casino de Buenos Aires”.
Dos carteles juntos. “Chau tarifazo”, y a su lado uno amarillo: “Próximamente vamos a disfrutar más de la ciudad”.
Tres mujeres golpeaban latas de duraznos con latas de aceite. Isabel Condori cuenta: “Somos del Consejo de la Mujer Indígena. Siempre vamos a participar cuando no estemos de acuerdo con algo. Estamos porque en este país no se salva nadie. Nosotros ya tenemos experiencia. Nos quitaron los territorios, nos invadieron, somos como invisibles. Y esto que está pasando afecta a todo el mundo. Las muertes, las guerras. Somos pacíficos, y lo que necesitamos es vivir”.
Cecilia: “No estoy de acuerdo con lo que pasa. Soy armadora de bijouterie, y la venta me bajó totalmente. No tengo más proyectos. No puedo pensar a futuro, no puedo hacer nada. Estoy atada. Apenas si me alcanza para pagar la luz y el gas. Si no tenés proyectos sos un ser muerto. Me salvó que vino un pedido del exterior. Pero todo esto me da mucha bronca, se sacaron derechos, y me hace mucho mal ver a gente que está todavía peor que yo, que tiene chiquitos. Me pasó que mi tía había votado a Macri. Ahora está muy arrepentida. Decía que las cosas tenían que cambiar, que iba a haber mucho trabajo, que estaba contenta con el gobierno, que lo anterior estaba todo mal, como dicen por televisión. Y ayer me llamó llorando que le llegó la factura de agua de 2.600 pesos. Yo le dije: ‘Tenés que mirar un poco menos de televisión, y pensar un poco más’”.
Corrientes vacía de tránsito, pasan unas chicas con carteles. Lorena, mucama de hotel. “Estamos con un pie adentro y otro afuera, porque la amenaza de que te echen es permanente”. Norma está peor: “Trabajaba en un hotel de San Telmo. Nos echaron a 17. No volví a conseguir trabajo”, cuenta y corren hacia el Obelisco.
En la zona de Congreso, la gente en los bares y restaurantes se paraba a aplaudir los cantos contra el tarifazo. Un gitano preguntó: “¿Alguien me explica qué pasa con este país?”. No logró respuesta.
En Congreso un grupo de chicas y chicos había llevado papelotes en los que la gente podía escribir sus propias consignas. Las chicas rompían el tradicional machismo tocando ellas mismas los bombos. Los vecinos escribieron: “Balvanera va en patas y en remera” y “a los negros nos falta la grasa (aceite y manteca)”. Un señor había calculado: “Pagué 100 pizzas de luz”, para retrucar antiguas cuentas del ministro Aranguren, que sigue ganando amigos. En Corrientes y Medrano y en Rivadavia y Carabobo hubo hogueras encendidas en el medio de la calle. Y un despliegue de humor, ruido y carteles sintetizados, por ejemplo en “unidxs podemos evitar el tarifazo”.
Fin del ruidazo, el regreso de mucha gente en subte. Un músico con parlante y hasta micrófono dentro del vagón anuncia que, pasado el ruidazo, es hora de música. Propone que los viajeros elijan una canción. Tras una breve deliberación democrática surge un pedido tal vez inesperado, al que el músico accede inmediatamente mientras todos fluían por las entrañas subterráneas de la ciudad. Cantó maravillosamente un tema de un prócer rosarino, que plantea de qué modos se fortalece el corazón, y se llama Solo se trata de vivir.
Nota
57 femicidios en el año, infancias huérfanas cada dos días: Informe mensual del Observatorio Lucía Pérez
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Según datos del Observatorio de violencia patriarcal Lucía Pérez, hubo 26 femicidios durante febrero, contabilizando un total de 57 en los dos primeros meses del año. Estos crímenes dejan, a la vez, un saldo de 35 infancias huérfanas. Si bien existe una ley que obliga al Estado a brindarles una protección integral económica, de acompañamiento y de acceso a la salud, desde que asumió la actual gestión no se otorgó ninguna: la Ley Brisa no se cumple. Los otros indicadores de la violencia patriarcal de este 2025: 43 intentos de femicidio, 15 desaparecidas, 595 funcionarios denunciados.
El cuerpo de Carolina Ríos, 43 años, fue encontrado por una de sus diez hijas. Maite y Carolina, las mayores, le pidieron luego a la prensa que difundiera este mensaje : “Necesitamos ayuda para poder criar, vestir y mandar a nuestros hermanitos a la escuela. Hoy estamos destruidas, y hacemos todo lo posible para seguir adelante y no quebrarnos ante nuestros hermanos menores».
Tres días antes asesinaban a Ailén Oggero, de 32 años, delante de sus hijos de 11 y 4 años. El mayor fue quien avisó del crimen a los vecinos.
A Otilia Cubilla Jara, de 65 años, también la encontró asesinada su propio hijo.
Estos son solo tres de los 26 femicidios y travesticidios que ocurrieron durante febrero.
Una síntesis de la violencia que marca los dos primeros meses del año:
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Toda la información sobre cada uno de estos casos está disponible en la web del Observatorio Lucía Pérez, el primero y único autogestionado y público.
Una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por nuestra cooperativa.
Nota
Trabajadores de Morvillo toman la fábrica tras el anuncio del cierre de la planta, que implica 200 despidos
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Una histórica empresa gráfica de Avellaneda -donde se imprimen títulos de la editorial Perfil como las revistas Caras y Noticias– anunció su cierre dejando a 200 trabajadores en la calle. Se enteraron por un comunicado pasadas las once de la noche del martes y la respuesta fue unánime: ingresaron a la imprenta e iniciaron una permanencia pacífica en defensa de los puestos de trabajo. El Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria pero la firma faltó a la audiencia. Los argumentos empresariales de caída de la producción y los argumentos obreros: “Somos las principales víctimas de esta situación”.
Por Lucas Pedulla
El obrero gráfico Enrique Andina terminó su jornada de trabajo en Anselmo Morvillo SRL a las 22 horas y se marchó a su casa, como todos sus compañeros, como todos los días. Muchos estaban llegando a sus hogares cuando pasadas las 23 horas les llegó un comunicado de la histórica imprenta, que terminaba de la siguiente manera:
“Con una tristeza difícil de describir tenemos que contarles que ya no podemos seguir adelante. Sabemos acerca del impacto, no sólo económico, sino emocional que tiene para cada uno dejar parte de nuestra historia en el recuerdo, y los relatos que hemos compartido siempre con nuestras familias. Le dejamos a cada uno de ustedes, nuestra gratitud por su invaluable esfuerzo y el deseo de que todos puedan superar este trago amargo con la capacidad de levantarse que los caracteriza”.
El texto cerraba con esta firma: “La Dirección”.
Así como llegaron a sus casas, los obreros volvieron a la gráfica, ubicada en Avellaneda, municipio al sur del conurbano bonaerense. Andina contextualiza: “Somos 200 compañeros; yo tengo 17 años de trabajo y muchos tienen más de 30 y 40 años de antigüedad. En la pandemia vivimos una situación similar pero logramos mantener nuestras conquistas. Somos la gráfica que más cobraba dentro del gremio, pero esto fue imprevisto”.
La respuesta fue unánime: los trabajadores votaron la permanencia.
Avon, papel & toma
Anselmo Morvillo SRL inició sus actividades en 1974 desarrollando folletos cosméticos. En su página web cuentan que en 1988 incorporó la primera rotativa de tecnología de punta, “única en el país en esa época”, y sumó la segunda tres años después. Cuentan que crecieron más del 70% en la segunda década de los noventa y que hoy, en su planta de 13500 metros cuadrados de Avellaneda, los folletos comerciales representan un 70% de la producción, mientras que los trabajos editoriales significan el 30% restante. Andina cuenta que, entre las publicaciones, se encuentran títulos de la Editorial Perfil como las revistas Caras y Noticias.
En el comunicado que “la Dirección” les mandó a los obreros, a quienes se refirió como “queridos compañeros de tantos años”, la empresa expresó su posición:
- “Hemos atravesado las reiteradas crisis económicas de nuestro país, los cambios en el mercado gráfico con la marcada implosión por el avance tecnológico y el comportamiento poco ético de algunos de nuestros colegas competidores”.
- “Fuimos golpeados por la Presentación en Concurso de algunos de nuestros clientes y por la Quiebra de nuestro cliente número dos, ARCA Distribuidores. Luego, a la escalada de precios internacionales de la mayoría de los insumos y repuestos, se le sumó la exigencia de pago anticipado del papel y la desaparición del crédito internacional. Todas situaciones que enfrentamos con mejor éxito que muchos de nuestros colegas”.
- “En el año 2014 RR Donelley cerró su planta de Argentina, en enero de 2016 AGR también cerró sus puertas, y en enero de 2020 IPESA cerró la mayor parte de su operación”. Una aclaración: tras el abandono empresarial, Donelley fue recuperada por sus trabajadores y trabajadoras y, hoy, es una cooperativa gestionada sin patrón.
La empresa describe un contexto “tan negativo” en el que inscribió la caída del 63% del volúmen de producción: “Avon, que como bien saben representa más de la mitad de nuestro trabajo, dejó de imprimir catálogos y mudó su comercialización a internet. Esto nos dejó en una situación económica y financiera terminal”.
Los trabajadores respondieron con la permanencia pacífica y otro comunicado que respondía los argumentos de la empresa: “Todos factores ajenos a la responsabilidad de los trabajadores, que somos las principales víctimas de esta situación”.
Gris de espera
Enrique Andina integra la Comisión Interna y explica: “Estamos en permanencia pacífica para preservar las fuentes de laburo. A lo largo del día se hizo presente el sindicato. Exigimos una presentación en el Ministerio de Trabajo y también hicimos un pedido de plenario de delegados para discutir con todos los delegados los pasos a seguir”.
El Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria pero la empresa no se presentó a la audiencia. “Está incumpliendo -dice Andina-. Mientras tanto, nosotros seguimos sin tener comunicación de la empresa. Tampoco atienden los teléfonos. La última comunicación oficial fue el comunicado de anoche. Eso deja un gris, porque estamos en la calle sin un mango, pero no hay un telegrama de despido ni nada”.
Los trabajadores tienen sólo rumores, desde un cierre definitivo hasta la posibilidad de la llegada de inversionistas “que reclaman despidos masivos”, según denuncian. “Se olfateaba que la situación venía rara, pero nadie pensó que todo fuera de esta manera -dice-. La convocatoria acá fue masiva, y agradecemos también que se acercaron de otras ramas, como médicos del Garrahan. La intención es difundir el conflicto y rodearlo de solidaridad para lograr lo que necesitamos, que es que la patronal se siente a discutir”.
Mientras esperan, en las próximas asambleas decidirán los pasos a seguir: “Es un golpe fuerte, pero uno tiene que estar fuerte, también, por la familia. La mayoría de los compañeros son sostén de hogar. Estamos dispuestas a lucharla hasta el final y no aflojarle hasta encontrar una solución, que es sostener las fuentes de trabajo con las mismas condiciones que teníamos hasta ayer antes de recibir el comunicado”.
Nota
Juicio a la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu: absurdos sin pruebas
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Empezó el segundo proceso judicial a integrantes de la lof mapuche, a quienes se les endilga el delito de usurpación en la localidad de Villa Mascardi, en Bariloche, Río Negro.
El juicio, a cargo del Tribunal Oral Federal de General Roca y que se realizará de manera virtual, tendrá 132 testigos que serán llamados a declarar y como mínimo, se espera que dure hasta abril. Expresan desde la comunidad: “Somos sometidos injustamente, acusados de usurpar nuestro propio territorio, el mismo que libremente caminaron nuestros kuifikecheiem (antepasados) cuando aún no existían alambrados, ni parques nacionales, ni ningún winka que con su ambición destructora mirara nuestra tierra”.
Para entender el conflicto hay que retroceder a 2017, cuando la lof inició la recuperación de su territorio a partir del levantamiento de una machi –guía espiritual y sanadora del pueblo mapuche–, y la construcción del rewe –un sitio sagrado de conexión con otras energías del espacio en donde la machi atendía a quien fuera a curarse–. La respuesta del Estado fue de terror: un operativo de desalojo comandado por la vigente ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que terminó con el asesinato de Rafael Nahuel, a manos del grupo Albatros de Prefectura, el 25 de noviembre de aquel 2017. Todo ese proceso derivó en el primer juicio contra la comunidad, donde fueron condenados siete mapuche.
Tiempo después del crimen de Rafita, la comunidad volvió al territorio hasta que en 2022, ya en el gobierno de Alberto Fernández, se ejecutó otro desalojo represivo.
En el juicio que arrancó hoy y continúa mañana, se juzga de la usurpación de distintos terrenos a Luciana Jaramillo, Yéssica Bonnefoi, Romina Rosas, Betiana Colhuan, Celeste Ardaiz Guenumil y Matías Santana. Se defienden desde la comunidad: “Nos encontramos frente a un contexto muy difícil alimentado por un sistema político y judicial perverso, que agudizó la persecución hacia el Mapuche con más violencia y encarcelamientos, con el fin de debilitarnos y quitarnos nuestro territorio”.
El juez a cargo se llama Alejandro Silva y es el mismo que presidió el proceso por el fusilamiento de Rafael Nahuel y que condenó a sus responsables con penas ínfimas.
Ataques
El contexto al que hacen referencia refiere a un gobierno que agudizó el hostigamiento preexistente hacia el pueblo mapuche, además de un avasallamiento de derechos a las 40 naciones originarias que habitan lo que hoy es Argentina. Algunos ejes de esa persecución: el desguace del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI); el decreto que barrió a la Ley de Emergencia Territorial Indígena (26.160) que mantenía la suspensión de los desalojos sobre tierras comunitarias de los pueblos originarios y que allanó el terreno para el desarraigo de la comunidad Paillako a principio de este año; y el señalamiento sin pruebas como causantes de los incendios en la Patagonia. Por citar un caso, Victoria Heredia Núñez, integrante de Lof Pillan Mahuiza, cumple arresto domiciliario desde el 12 de febrero acusada del incendio en la Estancia Amancay, en la localidad chubutense de Trevelin, pese a demostrar mediante georreferenciación que al iniciarse el fuego estaba a más de 90 kilómetros.
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La gente de la comunidad frente a la policía durante una inspección ocular en octubre de 2023. Fotos: Jaime Carriqueo
Absurdos
La defensa de la comunidad está a cargo de la Gremial de Abogadas y Abogados. Uno de ellos, Gustavo Franquet, le dice a lavaca ni bien concluida la primera audiencia: “Esto comenzó en 2017 y estamos en 2025; llevamos más de 7 años donde se supone que juzgados de instrucción federal, fiscalías federales, fuerzas federales de investigación como Gendarmería, la Policía Federal y Prefectura investigaron a la comunidad y no pudieron conseguir elementos para acusarlos de otra cosa que no fuera usurpación, motivo por el que ni tendrían que estar en el banquillo. El Estado argentino, desde la Constitución de 1994, reconoce los derechos preexistentes de los pueblos originarios, por lo que no puede ni debe criminalizar el conflicto territorial; en una recuperación, no hay delito. Si esto fuera juzgado como corresponde, no pueden de ninguna manera condenar a nadie”.
En cuanto a cómo abrió el juicio, cuenta: “Sólo en un par de horas que duró, ya se cometieron varios despropósitos jurídicos, aunque estamos seguros que lo más horroroso de este juicio está por venir; vamos a escuchar cosas muchísimos más jodidas, hoy fue un precalentamiento”.
¿Qué despropósitos?
Entre las barbaridades que dijeron, hubo tres que no se pueden creer.
A una de las mujeres, Yéssica Bonefoi, la quisieron acusar de la usurpación de una cabaña, que cuando la fiscalía pidió la elevación a juicio, ni se mencionó. Fue algo insólito, porque no pueden inventar elementos nuevos. Pidieron un cuarto intermedio y cuando volvimos retiraron ese planteo porque obviamente estaba fuera de lugar. Es tanta la voluntad de persecución, de acusación gratuita, que ni se fijaron en eso.
Un segundo despropósito es que cuando se produce lo que llaman la usurpación del ex Hotel Mascardi, una de las acusadas (la machi Betiana) seguía siendo menor. Por ley de minoridad, hay todo un proceso que en este caso no se cumplió cuando se acusa a menores de entre 16 y 18 años y que ahora imposibilita al juez a dictar sentencia contra ella. Como una cuestión lógica le exigimos al juez que no la someta al juicio, y en vez de aceptarlo, dijo que lo va a decidir al final del proceso. Algo totalmente absurdo y re victimizante para la machi.
Y un tercer punto que es la pretensión de la fiscalía y de las querellas de que consideren a la usurpación como un delito continuado. Se denomina con esta tipificación a delitos como la desaparición forzada, o un secuestro, pero no a una usurpación, que es un tipo específico de hurto o de robo, en este caso de un inmueble. Si alguien comete un robo, el delito es en ese momento, no continúa en el tiempo. Ahí hay otro absurdo.
Truchos
En 2022, antes del segundo desalojo a la comunidad Lafken Winkul Mapu, se incendió un trailer y un remolque de Gendarmería. Desde los gobiernos provinciales y nacionales se acusó al pueblo mapuche, al igual que de usurpar una cabaña. Recuerda Gustavo: “Ahí empezó toda esta farsa. Esa zona está protegida por fuerzas federales, pero señalaron a la lof y así allanaron el camino para desalojarlos”.
Ese desalojo fue brutal, con más de 250 efectivos del Comando Unificado que irrumpieron en el territorio. Romina Rosas, una de las mapuche detenidas, estaba embarazada de ocho meses y fue golpeada y arrastrada por el piso; días después, parió a su bebé rodeada de policías. Celeste, decía esto de aquel 4 de octubre de 2022: “Me tiraron al suelo, a mí y a mi nena de 5 años. Nos apuntaron con el arma en la cabeza. Fue una cacería”.
Retoma Gustavo Franquet: “A las seis personas que están enfrentando el juicio jueces federales les dictaron su falta de mérito, porque no hay ningún elemento que los ligue a lo que se los acusa. Toda esta causa es trucha porque fue creada para criminalizar, para desalojar y para allanar a la comunidad. Y por ende, todo este juicio es trucho”.
Lafken, en mapudungún, significa espejo de agua. Winkul, espíritu guardián de la montaña. Y Mapu, tierra. Desde la lof Lafken Winkul Mapu, concluyen: “Seguimos llamando a la unión, a mantenernos fortalecidos en nuestro feientun (creencia) y esencia mapuche. A enfrentar al winka con nuestra verdad, por más que el aparato estatal utilice todos los medios a su alcance para difamarnos pretendiendo poner a la opinión pública en nuestra contra, con falsas acusaciones. Pero tenemos total confianza en la fortaleza de nuestro pueblo milenario que ha resistido y preservado el territorio a pesar de los atropellos”.
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Matías Santana, la Machi Betiana, Luciana Jaramillo y Romina Rosas son cuatro de los seis acusados, durante la primera audiencia del juicio en su contra.
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