Nota
Revistas Culturales: se ha profundizado el oligopolio por parte de Clarín y La Nación
En el marco del 3er Foro de Revistas Culturales Independientes, Fernando Ausas, Director del Registro Nacional Integrado de Vendedores y Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines, compartió datos y tendencias que confirman las maniobras de concentración para monopolizar la distribución y venta de la prensa gráfica.
En la primera jornada del 3º Foro de Revistas Culturales Independientes, el sábado por la tarde, el patio rojo de La Manzana de las Luces fue el espacio para una clase abierta del Director del Registro Nacional Integrado de Vendedores y Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines, Fernando Ausas, quien compartió datos y tendencias que confirman las maniobras de concentración para monopolizar la distribución y venta de la prensa gráfica.
A partir de estos datos y de las dificultades que los editores independientes vienen sorteando desde hace tiempo, la Asamblea general de AReCIA decidió constituir una comisión de distribución.

Fernando Ausas, en el Foro de AReCIA. Foto: Lina Etchesuri
“La lógica que domina el mercado de distribución de diarios y revistas es de acumulación. Se ha convertido en una herramienta que trabaja para Clarín y La Nación. Y desde el punto de vista de la normativa, el Estado está en deuda: no hay normas hoy que impidan el proceso de concentración”. Esta síntesis fue realizada por Fernando Ausas, director de la Mesa normalizadora de venta y distribución de diarios y revistas, la única área del Estado que puede intervenir en ese mercado “pero para regular la relación entre el circuito y los canillitas, no entre el editor y el circuito” aclaró. También sinceró: “No creo que este brutal proceso de concentración se resuelva apretando. Esa etapa está agotada. Hay que pensar que estamos ante un panorama más complicado y complejo” y brindó datos para trazarlo:
- Los diarios La Nación y Clarín ya no basan sus ventas en el circuito de venta en kioscos. Sus mayores ventas las logran por suscripción. Esto significa que están dando vuelta el circuito. Hasta hace pocos años, entregaban los ejemplares y el circuito les pagaba lo vendido, menos el porcentaje que implicaba ese trabajo, que al final de la cadena sumaba un 50%. Para que quede claro: el que tenía la plata era el circuito.
- Ahora La Nación solo entrega al mercado el 30% de sus ventas. Clarín un 40%. El resto las consigue por suscripción. Es decir, reciben ellos el dinero y por adelantado (cobran el año completo) y luego entregan al circuito una lista con las direcciones a donde tiene que llegar el ejemplar, bajo puerta y antes de las 9 de la mañana. Si cumplen, pagan por ese servicio. Es decir: ahora, las corporaciones tienen la plata.
“Estos dos diarios desconocen toda regulación. Si son citados por el Estado, lo impugnan y judicializan esa impugnación”, detalla Ausas. Según las normas vigentes “todos los editores deben circular en las mismas condiciones”, pero la realidad es otra: “Por la fuerza Clarín y La Nación han impuesto condiciones que son privilegiadas. Las dos empresas editoras han logrado imponer una dinámica de concentración, con la complicidad de los propios distribuidores, que también son víctimas de este proceso. Quizá esto fue posible por falta de una visión estratégica y por la necesidad: fueron cediendo hasta que perdieron también ellos”.
Los distribuidores, detalla Ausas, son 18 y funcionan en 9 galpones. Su Dirección ha podido comprobar que, al menos 2 ya están controlados por las corporaciones editorales: Pirincho, que controla una línea de distribución que va del centro de la ciudad hasta Berazategui, por la costa del río, y Del Parque (que controla 4 lineas de distribución en el área metropolitana.
Ausas detalló las presiones que recibieron editores independientes o no controlados por estas corporaciones. Un ejemplo: la revista Pronto estuvo 2 días “tirada en el depósito porque se negaba a aumentar el precio de tapa, bajar la tirada y pagar una supuesta deuda” que le habían adjudicado arbitrariamente desde el Centro de Distribución por supuestos mayores costos de distribución. La Dirección a cargo de Ausas intervino para evitar la maniobra, pero la autoridad de su dirección para intervenir en el conflicto fue impugnada. “Los distribuidores alegan, con razón, que no les dan las cuentas. Tienen mayores costos que ingresos. Pero pretenden que ese déficit lo paguen solo algunos editores. Clarín y La Nación no los pagan y los distribuidores parecen no tener fuerza para obligarlos a pagar. Entonces, ejercen esa presión solo sobre un sector que, junto, suma el 40% del mercado”.
El déficit actual de todo el mecanismo suma hoy, aproximadamente, 120 millones de pesos, calcula Ausas.
Ausas también señaló a las principales víctimas de este fenomenal endeudamiento:
- Canillitas: los más perjudicados. La nación y Clarín lograron obtener, mediante un decreto firmado en 2001, una baja de 8 puntos en el porcentaje que le corresponde a los canillitas por cada ejemplar vendido. Esta prebenda, sumada a la caída de ventas de esos diarios más su política de suscripciones, ha llevado al cierre de casi 1.000 kioscos. Un 34% del sector no alcanza mensualmente a recaudar un monto equivalente a la canasta básica. El ingreso real, en promedio, sufrió un deterioro del 30%. “Se trata de un ajuste brutal que afecta directamente a la fuerza de trabajo”.
- Recorridos: “No pueden imponer mejores condiciones ni cobrar las deudas a los 2 editores que controlan la cadena porque pesa sobre ellos una amenaza concreta: si los presionan, Clarín y La Nación se van. Y con ellos se llevan a los otros líderes del mercado. Sobre esa amenaza han obtenido todas las mejores condiciones que rigen hoy y que los convierte en los controladores del mercado.
- Editores independientes: “En los últimos dos años han sufrido una política de expulsión sistemática y aplicada en forma conjunta. La maniobra es siempre la misma: le exigen subir el precio de tapa, bajar la tirada y pagar por las devoluciones. Las tres cosas, juntas, han repercutido directamente en la baja de ventas, porque además, no fueron acompañadas por una optimización en la distribución, que es lo que prometen a cambio de estas medidas”.
La síntesis: “En estos dos años se ha profundizado el oligopolio por parte de Clarín y La Nación en todo el circuito. La única manera de revertir esta situación no es económica sino política. La pregunta es si los sectores perjudicados por estas maniobras son capaces de reunir la suficiente fuerza política para enfrentarlas.”
El panorama trazado por Ausas durante el Foro fue acompañado por un informe que AReCIA entregó a sus socios antes de esta charla. Se puede leer en este link.
Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
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