CABA
Una de terror: los relatos de los detenidos en Congreso
Las revelaciones de las personas perseguidas y detenidas por Gendarmería en la represión del jueves -cuando ya se había dado de baja la sesión que pretendió tratar la reforma previsional- demuestran la violencia y arbitrariedad del operativo de Gendarmería y otras fuerzas de seguridad. Algunos de los 14 que fueron llevados al edificio Centinela en Retiro ni siquiera se estaban manifestando. Este viernes fueron liberados diez de ellos, todos heridos y con una causa en su contra por “intimidación pública” que instruye el juez federal Claudio Bonadío. La joven que volvía de trabajar, el repartidor de coca colas y el que viajó al centro porque tenía que entregar un presupuesto.
Damiana Negrín Barcelló, 22 años, volvía de trabajar en el subte B y al salir de la estación Callao vio una escena de terror. Personas corriendo, otras que lloraban por los gases, tachos quemados, humo y disparos de fondo.
Primero se metió en un Farmacity. Esperó un rato y, como vive en la calle Belgrano, del otro lado del Congreso, se dispuso a cruzar. No llegó.
Eran alrededor de las 17 horas, la sesión en la Cámara de Diputados que pretendía tratar la reforma previsional ya se había levantado y la Gendarmería, junto con la Policía Federal, había desatado un operativo de caza de personas que todavía se manifestaban.
Si el epicentro durante el mediodía fue la Plaza de los Dos Congresos, a la tarde grupos de gendarmes recorrían las calles laterales. Fue a la altura de Callao y Bartolomé Mitre, justo por la puerta trasera del Anexo del Congreso nacional, hasta donde llegó Damiana. Y fue ahí donde la detuvieron junto, al menos, a 13 personas más.
El video de la detención de Damiana recorrió las redes por lo brutal y erróneo del caso: Damiana no había asistido a la marcha ni se estaba manifestando. Al salir en libertad, relató que la golpearon y manosearon (cosa que se puede observar en el propio video, así como se pueden escuchar los gritos aterrados de la joven).
Pero ahora es la propia Damiana quien enfrenta una causa judicial por “intimidación pública” y debe declarar ante el juez que estaba de turno al momento de estas detenciones: Claudio Bonadío.
Así se llevaron detenida a Damiana Negrín Barcelló en la represión en Congreso, @PatoBullrich. Ahora está detenida en la Unidad Especial de Investigaciones de Gendarmería. #FueraBullrich @CIDH pic.twitter.com/ACpB2Em38w
— lavaca tuitera (@Lavacatuitera) December 15, 2017
Violencia y abuso
En la puerta de la Unidad Especial de Investigaciones que tiene la Gendarmería en Retiro, justo atrás del famoso “Edificio Centinela”, hay unos 30 familiares esperando que liberen a sus hijos, amigos, esposos o compañeros. La mitad está por Damiana, entre sus padres, unos diez amigos y amigas, docentes y su joven abogado de traje.
“Damiana es muy querida, y es muy chica”, explica uno de los docentes sobre semejante convocatoria, mientras reparte sandwiches de miga y vasos de plástico para pasar la tarde. Alguien suma otro factor convocante: “Me enteré por Twitter, porque es un nombre muy particular y yo la conozco de toda la vida”. Otros detenidos aquí no corren la misma suerte: Mario Marcelo Córdoba, por ejemplo, está en situación de calle. Su mujer es sordomuda y nadie dio aviso de sus detención. ¿Dónde vive? Callao y Corrientes.
Eso fue precisamente lo primero que aclaró Damiana al salir, en las pocas palabras que pronunció antes de irse a su casa a descansar: «Estoy bien. Agradezco a todo el mundo. No soy yo sola. Somos un montón acá adentro».
#AHORA | Habla Damiana: "Me agarraron. Me golpearon. Me tiraron contra una camioneta. Me manosearon. No se lo recomiendo a nadie. Yo estaba a cuatro cuadras de mi casa. Salí de laburar: estaba volviendo a mi casa, loco. No tenía nada que ver". pic.twitter.com/m0X3Cm50fj
— lavaca tuitera (@Lavacatuitera) December 15, 2017
El clima afuera era familiar, y de aguante. No había consignas ni banderas, solo gente preocupada por la detención y los golpes, y además por la causa federal que les va a quedar a los detenidos.
El padre de Damiana cuenta a lavaca: «Ella salió del subte, vio todo y se metió en la farmacia. Después, cuando intentó volver a la calle, la policía salió del vallado y empezó a detener gente. Ella no estaba en la moto que estaba a su lado, como parece en el video. Venía de trabajar».
Poco después Damiana atravesó la salida del edificio de Gendarmería, después de haber estado 24 horas detenida. El padre es el primero que la cruza y le da un abrazo. Sobre su cuello se funden los brazos moretoneados de su hija.
Damiana entonces pudo contar en primera persona: «Me agarraron. Me golpearon. Me tiraron contra una camioneta. Me manosearon. No se lo recomiendo a nadie. Yo estaba a cuatro cuadras de mi casa. Salí de laburar: estaba volviendo a mi casa, loco. No tenía nada que ver. Yo no hice nada. Nadie hizo nada».
Uno de los amigos de la familia sintetiza: “Si estaba Damiana acá adentro, puede estar cualquiera. Es más buena que Lassie”.
#AHORA | Sale en libertad Damiana Negrí Barcello, una de las detenidas en la brutal represión en Congreso. Llantos y abrazos en Retiro. pic.twitter.com/1m2GH04CGi
— lavaca tuitera (@Lavacatuitera) December 15, 2017
Postales de la represión
La historia del día es la de Damiana, pero las historias de los 13 detenidos en el edificio Centinela apuntan a lo mismo: revelan cómo la Gendarmería actuó de manera arbitraria y violenta. En la puerta del Centinela los familiares reconstruyen la dinámica: «Salieron a detener a cualquiera. Entre los familiares pudimos reconstruir cómo: cada quince minutos la policía salía de las vallas y detenía a cualquiera. Ahora están todos imputados y en algún momento mi hija va a tener que declarar ante Bonadio», dice el papá de Damiana.
#AHORA | Habla Facundo Sebatían Merlan Rey, otro de los detenidos en la brutal represión en Congreso que fue liberado. Está muy golpeado: "Vivo en Rivadavia y Riobamba. Todos los que estamos acá nos detuvieron en Callao y Mitre. Fue la misma redada arbitraria". pic.twitter.com/mczYWMkWMH
— lavaca tuitera (@Lavacatuitera) December 15, 2017
La cara de Facundo Merlan Rey es otra de las postales de la represión: tiene los dos ojos violetas, hinchados, y el pómulo con una fuerte contusión: “Uno me agarró y otro me dio un rodillazo”, cuenta. Facundo vive en Rivadavia y Riobamba, también llegaba de trabajar, y se acercó a la plaza a buscar a una persona. A la vuelta, lo detuvieron en la zona conflictiva: «A todos los que estamos acá nos detuvieron en Callao y Mitre. Fue la misma redada arbitraria».
Oscar Roberto Plata Zelada también está lastimado, aunque no se le ve. Sale rengueando cuando lo liberan, y en seguida dos personas le prestan sus hombros para que se sostenga: no puede caminar sin esa ayuda. “Tengo la rodilla dislocada. Me pegaron una patada para detenerme”, cuenta a lavaca. “El médico me vio que no tenía una fractura y listo, me detuvieron”, dice sobre la constatación de la lesión, y los parámetros de los gendarmes sobre los niveles de violencia suficientes.
Oscar, que es de Hurlingham, cuenta a lavaca qué hacía en el lugar: «Tenía que entregar un presupuesto y pasé porque cualquier argentino tiene que estar en contra de la reforma. No estuve ni cinco minutos. Estaba en el lugar y el momento no indicado».
#AHORA | Oscar Besteiro, otro de los liberados tras la brutal represión. Dice a @Lavacatuitera: "Tenía que entregar un presupuesto y pasé porque cualquier argentino tiene que estar en contra de la reforma. No estuve ni cinco minutos. Estaba en el lugar y el momento no indicado". pic.twitter.com/USz7YYM1OA
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Su compañera, Cecilia, relata: “Lo detuvieron antes de las 18.30. Recién me pudo llamar a las 21. Hasta ese momento, no nos decían dónde estaban”. Oscar ya fue informado sobre la fecha en la que tiene que declarar ante Bonadío: el 8 de enero.
Jorge, repartidor de gaseosas, es otro de los liberados. Estaba trabajando en Callao y Mitre. «Ellos (los gendarmes) decían que a nosotros nos tienen que matar porque nosotros no tenemos derecho de estar ahí. Nos cagaron a palos durante el traslado”.
#AHORA | Jorge, repartidor de gaseosas, otro de los liberados. Estaba trabajando en Callao y Mitre. "Ellos (los gendarmes) decían que a nosotros nos tienen que matar porque nosotros no tenemos derecho de estar ahí". pic.twitter.com/mHuD7ytH6M
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Algunas personas van llegando al Centinela con logos de la CTEP, una de las organizaciones con más participación contra la intención de sancionar una reforma previsional que, según reconocimiento unánime, perjudica gravemente a los jubilados. Entonan una canción:
“Libertad, libertad/ a los presos por luchar”.
No muchas personas se suman al cántico. No parece ser éste el caso.
El lunes a las 14 la cámara de Diputados está convocada nuevamente para tratar la ley, y se seguirá escribiendo esta historia.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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