CABA
Otra vez soja
La política y los agronegocios. Quita de impuestos a las exportaciones cerealeras. Desguace del área de agricultura familiar. Falta de presupuesto para campesinos. Impulso a una nueva ley de semillas, en línea con el avance del modelo transgénico y de agroquímicos. El gobierno de Cambiemos: continuidades y profundización de los agronegocios. Por Darío Aranda.
La primera señal clara del rumbo que tomaría el gobierno de Mauricio Macri con respecto al modelo productivo fue la elección del ministro, Ricardo Buryaile, propietario de estancias en Formosa, ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas, una de las patas de la Mesa de Enlace de los empresarios del campo.
Segunda pista: el nuevo gobierno rebautizó el Ministerio. Cambió el nombre histórico, “Agricultura”, por el de “Agroindustria”, un término propio del sector de los agronegocios, que prioriza la producción de commodities, exportaciones, agrocombustibles y alianza con grandes empresas.
La composición del Ministerio fue coherente con el perfil del gobierno: Guillermo Bernaudo como jefe de Gabinete (de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola, Aacrea), Néstor Roulet como secretario de Valor Agregado (proviene de CRA), Ricardo Negri como secretario de Agricultura (Aacrea), Beatriz Pilu Giraudo en la flamante Coordinación de Políticas Públicas para el Desarrollo Sustentable (presidenta de la poderosa Asociación de Productores de Siembra Directa: Aapresid).
A cinco días días de asumir la presidencia, Macri viajó a Pergamino y anunció el quite de retenciones para los productos agropecuarios y la baja de cinco puntos a la soja (pasó del 35 al 30). Una medida de 10.000 millones de pesos, reconoció el gobierno. Desde el diario económico El Cronista estimaron una cifra distinta, por ladevaluación: 60.000 millones de pesos.
La secretaría vacía
Al frente de la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF) fue nombrado Oscar Alloatti, con experiencia en gestión en Santa Fe (donde fue secretario de Agricultura entre 1999-2003). De inmediato comenzó un proceso de ajuste y despidos. En Jujuy avanzaron sobre los delegados sindicales de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), en Chaco el nuevo delegado provincial, Gustavo Nuñez (protegido del ex gobernador y actual legislador radical, Angel Rozas), hizo lo propio, con despidos masivos y amenazas. Un caso insólito se vive en Santiago del Estero, donde el referente provincial de la SAF, Carlos Cejas Lescano, está vinculado con inmobiliarias denunciadas por vender ilegalmente predios de familias campesinas.
Desde la conformación de la Secretaría (en 2014), los trabajadores organizados en ATE exigieron el fin de la precarización laboral, pases a planta permanente y presupuesto para el sector. El entonces secretario, Emilio Pérsico (Movimiento Evita), nunca dio respuestas satisfactorias. Hubo paros, movilizaciones y mesas de diálogo, pero no llegaron las soluciones.
El macrismo aprovechó la precarización, redobló la apuesta y comenzó con los despidos. El plenario de delegados de ATE-SAF en septiembre pasado se reunió en Buenos Aires. Denunciaron que la gestión Buryaile-Alloatti despidió 250 trabajadores. “El gobierno viene atacando las políticas y derechos de la agricultura familiar mediante el cierre de programas y reparticiones, recorte presupuestario, despido de trabajadores y judicialización”, denuncia el largo escrito firmado por los delegados gremiales.
Los propios trabajadores del Ministerio de Agroindustria cuestionan que el gobierno “garantiza beneficios y políticas públicas para los grandes dueños de la producción y la tierra (agronegocios), en desmedro de campesinos, indígenas y agricultores familiares”. Exigieron la aplicación de la Ley de Agricultura Familiar, más presupuesto para el sector, reincorporación de los trabajadores despedidos y alertaron sobre la quiebra de las economías regionales.
Tanto los trabajadores de la Secretaría como las organizaciones rurales sostenían que Alloatti no decidía la política para el sector y que nunca daba respuestas. El 12 de octubre se hizo pública su renuncia. No habló con la prensa. Su equipo solo dejó trascender que el motivo fue la falta de presupuesto. En Paseo Colón 982, sede del Ministerio, también mencionaron las disputas con el sector más PRO del gobierno.
La importancia asignada al área quedó en evidencia con la decisión posterior: a un mes de la renuncia de Alloatti, la Secretaría de Agricultura Familiar se mantiene acéfala.
Los CEOs pioneros
El ministro de Ciencia, Lino Barañao, no fue el único funcionario que el macrismo acogió en su gobierno. Martín Lema, director de Biotecnología en el Ministerio de Agroindustria también dejó las banderas del Frente Para la Victoria y se mantiene en el cargo. Incluso su área fue ascendida a dirección nacional, con planificación de mayor estructura y presupuesto. Lema tiene gran influencia en el aspecto clave del modelo agropecuario: la aprobación de transgénicos, ya que está al frente de la Comisión Nacional de Biotecnología (Conabia), espacio fundamental para autorizar las nuevas semillas transgénicas de soja, maíz, algodón y papa.
La Conabia fue creada en 1991 por Carlos Menem. Su composición fue secreta hasta fines de 2014, cuando se filtró su composición: 47 integrantes, de los cuales más de la mitad (27) pertenecen a las grandes compañías de semillas (Monsanto, Syngenta, Bayer, Dow, Ledesma, y sectores empresarios como Aapresid). Quedó en evidencia lo insólito: las empresas que venden transgénicos son las mismas que los aprueban.
Otros dos hechos que tanto el gobierno anterior como el actual permiten: el Estado no hace estudios propios sobre los transgénicos. Solo “analizan” los trabajos de las empresas y los validan. Y los expedientes de aprobación de transgénicos son secretos. Nadie (ni organizaciones sociales ni académicos ni productores o consumidores) pueden acceder a la información básica de aprobación de transgénicos.
En un claro conflicto de intereses, Martín Lema escribió en 2014 un “paper científico” junto a miembros de las mismas empresas que debe controlar. Desarrollo de construcción basada en criterios de evaluación de riesgo para cultivos, es el nombre de la investigación. Entre los firmantes están (además de Lema), Clara Rubinstein y V. Cuadrado (Monsanto), Griselda Noe (Syngenta), María Pía Beker (Bayer), Silvia Lede (Basf) y Cecilia Roca (Dow Agroscience). Todos ellos tienen también distintos cargos en la poderosa Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), espacio que reúne a todas las grandes empresas del sector.
En marzo el actual gobierno dio luz verde, además, a un nuevo maíz transgénico de la multinacional Pioneer-Dupont, que conlleva el uso de dos agrotóxicos: glifosato y glufosinato de amonio. Se anunció que en breve se aprobarán otros cuatro transgénicos.
Germinando patentes
Tres compañías controlan el 60 por ciento de las semillas: Monsanto-Bayer (29,3 por ciento), Dow-Dupont (21,3) y Syngenta-ChemChina (9,2).
Exigen desde hace años una nueva ley de semillas en Argentina, que contemple “regalías extendidas”: no quieren solo cobrar al momento de la venta, sino también cada vez que se reutilicen las semillas. Esto implica limitar el uso propio, práctica milenaria que implica sembrar, cosechar y con esas semillas obtenidas volver a sembrar.
En abril pasado, la máxima autoridad de Monsanto, Brett Begemann, viajó desde Estados Unidos directo a Buenos Aires para reunirse con el ministro Buryaile. Reclamó el cobro de regalías. La agencia oficial Telam señaló que entre los ejes del encuentro se discutió “que se transparente el mercado de semillas y se pague por la tecnología lo que se tiene que pagar”.
Brett Begemann destacó: “Fue una buena reunión, porque tenemos una visión común sobre el valor de las tecnologías, y tuvimos la oportunidad de compartir la necesidad de contar con un sistema confiable para el reconocimiento de los derechos de propiedad intelectual y el cobro de regalías por cada uso de semillas con tecnologías patentadas”.
El viernes 14 de octubre, el Ministerio de Agroindustria envió una gacetilla de prensa titulada El proyecto de ley de semillas ingresó al Congreso. Afirmó que se busca “garantizar la investigación, tecnología y productividad”.
El Ministerio remarcó que “desde el Estado Nacional se trabajó en alcanzar los consensos necesarios con todos los actores del sector público y privado, con el objetivo de regularizar el mercado de semillas”.
No fueron convocados ni se escuchó la opinión de organizaciones campesinas, pueblos indígenas, académicos críticos al modelo, ni consumidores.
En el Congreso Nacional también existen proyectos de ley presentados por el Frente Renovador, la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) y la Federación Agraria.
El control de la cadena
Medio centenar de organizaciones sociales, campesinas, ambientales y sectores académicos conforman la Multisectorial contra la Ley Monsanto de Semillas. “Expresamos nuevamente nuestro rechazo contundente a cualquier modificación de la ley vigente”, señala el documento emitido el 18 de octubre y denuncia que el proyecto enviado por el Ministerio de Agroindustria “es producto de las negociaciones entre el gobierno de Macri, las corporaciones transnacionales y los grandes productores”.
Precisa que el nuevo proyecto busca limitar el derecho al “uso propio” (y obligar a pagar regalías) y alerta que se pretende “instalar un sistema policial de persecución de los agricultores, en el cual el Estado asume la tarea de trabajar para las corporaciones vigilando y controlando toda la cadena productiva”.
La Multisectorial recuerda que las semillas fueron cuidadas y mejoradas genéticamente durante miles de años por pequeños agricultores y rechazan que, por la sola modificación de un gen, una compañía pueda apropiarse del trabajo e historia de generaciones. “Rechazamos de manera absoluta la posibilidad de cualquier tipo de patente sobre la vida”, explicaron.
Para quienes creen que sólo se trata de un debate entre empresas y sectores del agro, la Multisectorial recordó un hecho básico: “Quien controla la semillas, controla la alimentación”.
Los reclamos
Desde el 10 de diciembre cambió drásticamente el contexto para algunas organizaciones campesinas. El Movimiento Nacional Campesino Indígena y la Asamblea Campesina Indígena del Norte Argentino formaron parte de la gestión de la Secretaría de Agricultura Familiar, con Emilio Pérsico al frente. También había buen diálogo y articulación con el Frente Nacional Campesino y con sectores del Movimiento Agroecológico de América Latina.
En 2014 lograron -con impulso también del Foro de la Agricultura Familiar- la aprobación de la Ley 27118, llamada de “reparación histórica” para las familias campesinas, que contempla políticas activas para el sector. Pero en un hecho insólito, los propios legisladores del kirchnerismo le sacaron a último momento el artículo 33 que estipulaba un presupuesto de 1.500 millones de pesos anuales.
“Sin presupuesto, no hay ley”, denunciaron las organizaciones mediante un comunicado.
Se llegó a un acuerdo. “El ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, junto al jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, anunciaron que el presupuesto del proyecto de Ley de Agricultura Familiar será de 1.500 millones de pesos y lo reglamentará el Ejecutivo de manera inmediata”, afirmó la gacetilla de prensa del Ministerio de Agricultura el 15 de diciembre de 2014.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner nunca reglamentó la ley de reparación histórica. Tampoco le asignó el presupuesto prometido.
El 15 de septiembre pasado se reunió el Consejo de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, un espacio reconocido oficialmente como asesor de la Secretaría de Agricultura Familiar, creado por el anterior gobierno y en el que participan muchas de las organizaciones que acompañaron al kirchnerismo. “El sector está siendo seriamente perjudicado por las decisiones políticas del Gobierno”, afirma el documento firmado por la Asamblea Campesina Indígena de Norte Argentino, el Movimiento Nacional Campesino Indígena, el Foro de la Agricultura Familiar, el Movimiento Campesino Liberación, la Unión Argentina de Pescadores Artesanales y el Movimiento Agroecológico de América Latina, entre otros.
Cuestionaron el quite y baja de retenciones a productos del agronegocios y denunciaron el vaciamiento de políticas para el sector campesino.
Las organizaciones exigen la urgente reglamentación de la Ley N° 27118 (de Agricultura Familiar). “Es de suma urgencia que se tomen medidas con fondos específicos para atender las necesidades de nuestros productores”, plantearon los campesinos.
Verdura al asador
La Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) es una organización conformada por familias productoras de alimentos del Gran La Plata, Berazategui, San Vicente, Luján y Escobar. Trabajan pequeñas parcelas, de hasta cuatro hectáreas, y sufren el asedio de barrios privados y especuladores inmobiliarios. El 14 de septiembre protagonizaron un hecho contundente: un “verdurazo” en Plaza de Mayo, cuando entregaron veinte mil kilos de verduras a quienes se acercaron. Esa acción directa logró poner en primer plano los reclamos de agricultores familiares y campesinos ante el gobierno nacional.
La UTT, que también había realizado medidas similares durante el kirchnerismo, reclamó precios justos para los productores rurales y apuntó a una de las causas del problema estructural: la tierra en poca manos.
“Constitúyese el Fondo Fiduciario Público de Crédito para la Agricultura Familiar como política de desarrollo económico y social, cuyo objeto es facilitar el acceso a créditos destinados a la adquisición de tierras para la agricultura familiar”, señala el primer artículo del proyecto de ley presentado por la UTT en el Congreso Nacional.
El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, cuestionó el reclamo de la UTT: “En vez de regalar verduras en Plaza de Mayo que vayan a vender a la feria”. Y volvió a dejar en evidencia para qué sectores se gobierna: “Para nosotros las retenciones deben desaparecer. El compromiso del presidente Macri es bajar las retenciones, las vamos a bajar (más) porque entendemos que es un mal impuesto”.
Buryaile también anunció que el plan del gobierno es aumentar el 50% la producción agrícolo-ganadera para 2020, lo que implica avanzar sobre nuevos territorios y una película conocida: más desmontes, desalojos rurales y más uso de agrotóxicos.
CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


Artes
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

CABA
Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Más allá de tu vereda.
Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse.
No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.
El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.
El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto.
En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.
Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.
Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”.
Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.
Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”.
Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.
Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.
Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.
Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.



Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.
«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».
Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración.
Hay orgullo.
Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera.
Jorgelina: “Hagamos más radios”.
Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.
Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:
“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.
Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental:
“Más allá de tu vereda,
hay otra realidad,
atrás de tu puerta”.
Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva:
“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle,
allí seguiremos estando”.
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