CABA
Cuarta Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil: «El Estado es responsable» y «Fuera Bullrich»
Con mayoría de madres con carteles de sus hijos a la cabeza, la Cuarta Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil partió en Buenos Aires desde Congreso a Plaza de Mayo con una consigna clara: “No es un policía, es toda la institución: el Estado es responsable”. La movilización se replicó en más de diez ciudades de todo el país. Allí estuvieron familiares de Luciano Arruga, Kiki Lezcano, Fabián Gorosito y de Pablo Kucoc, el joven asesinado por el policía Chocobar. Días atrás una foto lo mostró reincorporado a la fuerza luego de haber sido visitado por la ministra. La madre del joven responde a lavaca: “Bullrich no sabe nada de seguridad”. Nuestra crónica y el fotoreportaje de Revista Cítrica.
“Es la primera vez que marcho. Y vine para hacer justicia. Para que a los chicos que siguen en la calle no les pase lo que les pasó a nuestros hijos. Pedimos Justicia y que salgan Bullrich y Macri de todo esto. Que dejen actuar al juez. Y que Bullrich se dedique a otra cosa: no sabe nada de seguridad”, sintetiza Ivonne, la mamá de Pablo Kucoc, el joven de 18 años asesinado por la espalda en diciembre por el policía Luis Chocobar tras un intento de robo a un turista. Ivonne habla mientras cruza 9 de Julio en la Cuarta Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil, que en la Ciudad de Buenos Aires movilizó seis cuadras desde Congreso a Plaza de Mayo.

Fotos: Vicky Cuomo y Foto Viojf
El asesinato de Kucoc instaló la llamada “doctrina Chocobar”, que tuvo la cerrada defensa no sólo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sino también del Presidente Mauricio Macri. Hace cinco días, una foto que recorrió las redes sociales mostró a un Chocobar sonriente volviendo al cumplir servicio en la policía local de Avellaneda. Una semana atrás, había recibido la visita de la propia Bullrich en la que le transmitió un mensaje que no dejaba dudas: “No estás solo”, le dijo.

Chocobar está procesado por homicidio agravado por la utilización de un arma de fuego en exceso en el cumplimiento de un deber. Y embargado por 400 mil pesos.
Mientras cruza 9 de Julio, Ivonne sólo expresa otra síntesis en dos palabras:
-Queremos justicia.

Fotos: Vicky Cuomo y Foto Viojf
Lo que se espera del Estado
La primera marcha de estas características nació en Córdoba en 2015 luego del asesinato de Ismael Sosa, que había ido a un recital e La Renga. En esta ocasión, acá, la movilización se replica en más de diez ciudades en todo el país. En la Ciudad de Buenos Aires, la columna está encabezada únicamente por familiares de jóvenes asesinados por diversas fuerzas policiales en sus barrios. Dato: la mayoría son mujeres.
- Allí está Mónica Alegre, mamá de Luciano Arruga, el joven de 16 años torturado y desaparecido por la Policía Bonaerense en Lomas del Mirador, La Matanza. Su cuerpo fue hallado cinco años y ocho meses después como NN en el Cementerio de Chacarita.
- Angélica Urquiza, mamá de Jonathan Kiki Lezcano, el adolescente de 17 años asesinado por el policía federal Daniel Santiago Veyga, en 2009.
- María Viera, mamá de Fabián Gorosito, asesinado en agosto de 2010: apareció en una zanja de un descampado en la localidad de Mariano Acosta, en Merlo.
- Las familiares de Nazareno Vargas, de 19 años, que apareció asesinado en plena vía pública en Merlo el 30 de julio de 2017.
- La mamá de Walter González, con un cartel que grita: «Asesinado por el policía Horacio Gómez el 16/08/13. Basta de gatillo fácil! Ni un pibe menos!».

Fotos: Vicky Cuomo y Foto Viojf
También marcha Alberto Santillán, papá de Darío, el militante piquetero asesinado por la Bonaerense en Puente Pueyrredón el 26 de junio de 2002, junto a Maximiliano Kosteki. A su lado está Isabel Huala, la mamá del lonko mapuche Facundo Jones Huala, a quien la Corte Suprema le acaba de dictar la extradición para que sea juzgado en Chile en un proceso que había sido declarado nulo por torturas a un testigo.
Isabel lleva en una mano una foto de su hijo. En la otra, del joven Rafael Nahuel, fusilado en Villa Mascardi por Prefectura. “Hay que salir a luchar, a las calles por lo que nos corresponde, que son los derechos y la libertad”, es lo único que dice a lavaca.
Y agrega otra síntesis: “Porque del Estado no espero nada”.

Fotos: Vicky Cuomo y Foto Viojf
La nueva vieja doctrina
La marcha se detiene cinco minutos en la esquina de Avenida de Mayo y Sáenz Peña para recordar a Gastón Riva, uno de los asesinados en la represión del 19 y 20 de diciembre del 2001. Allí, en la vereda, hay una placa con su nombre.
Una de las que aplaude es Vanesa, mamá de Nicolás Bustamente: “A mi hijo lo asesinaron el 20 de junio de 2015. Fue el policía Gustavo Ezequiel Acosta, en Claypole. Según la policía hubo un enfrentamiento, pero a Nicolás le disparó seis veces. No le dio ninguna oportunidad de vivir. No quiso detenerlo. Directamente lo mató cuando seguía tirado en el suelo. El policía está imputado por homicidio. La causa, quieta. Él tenía 20 años, pero acá vemos chicos de todas las edades. Es una sumatoria de casos, cada vez más muertes. La política represiva se traduce en que no hay que detener: hay que matar. Como Chocobar, o al chico de Parque Patricios: lo mataron por gusto”.
El chico que menciona Vanesa es Cristopher “Bocha” Rego, el joven de 26 años que asesinó Prefectura en la madrugada del 12 de agosto por no detenerse en un control de tránsito. Su papá explicó a los medios que no tenía los papeles del vehículo que había comprado hacía días y que, por eso, se asustó y arrancó. La respuesta fue a los tiros: uno le entró por la espalda, otro por la nuca. Ocho efectivos quedaron detenidos, y uno confesó haber disparado. A diferencia del caso Chocobar, el Ministerio de Seguridad emitió un rápido comunicado en el que informaba la exoneración de los oficiales. La familia dijo que, también, les enviaron una caja con pañales, cartones de leche y prendas para vestir. “No quiero nada de ellos”, lo rechazó el papá, en declaraciones a Página/12. E informó que, además, el Ministerio envió prendas para una nena: Rego había sido papá de un varón 40 días antes de que lo mataran.

Fotos: Vicky Cuomo y Foto Viojf
La nueva política pública
La marcha llega a Plaza de Mayo con letras que se elevan como pancartas y dibujan una exigencia: «Fuera Bullrich». Rápidamente los familiares organizan un camión al que subirán para denunciar cada uno de los casos. Toda esta marcha -que tuvo su eco en Jujuy, Tucumán, San Juan, Mendoza, Neuquén, Bariloche, Chubut, Córdoba, Santiago del Estero, Misiones, Rosario, La Plata y Mar del Plata- estuvo organizada por ellas. Desde la cabeza, las consignas hasta la seguridad y su organización.
Allí camina Javier Maciel, hermano de Agustín Maciel: “El 21 de diciembre de 2017 apareció muerto en la calle con dos tiros por la espalda en Laferrere, La Matanza. Fue un policía federal de civil, pero el juez lo dejó libre sin ningún cargo. La causa quedó caratulada como robo a mano armada, pero no sabemos nada. Nadie nos dice nada. Tenía nada más que 17 años. A un mes de cumplir del 18. Era el menor de nosotros”.

Fotos: Vicky Cuomo y Foto Viojf
En la Plaza también está la referente de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), la abogada María del Carmen Verdú.
¿En qué momento llega esta cuarta marcha nacional?
-El año pasado, en la tercera marcha, decíamos que la represión había dejado de subir por escalera y se había tomado un ascensor. Esta llega una semana después de un hecho simbólico como la reincorporación al servicio activo de Chocobar después de haber recibido una nueva visita de Bullrich con senadores en la que le llevaron su solidaridad, tal como ella tuiteó. Hace 30 años estamos intentando convencer que la política de Estado represiva incluye como una herramienta al gatillo fácil: hoy es el propio gobierno que de esto hace una política pública que no sólo defiende, sino promueve.

Fotos: Vicky Cuomo y Foto Viojf
Según el informe de Correpi presentado en diciembre de 2017, en los dos años de Gobierno de Cambiemos hubo una muerte por violencia estatal cada 23 horas.Verdú apunta que aún no pueden brindar una cifra de cómo esa política está impactando este año: “Para serte bien gráfica, la compañera que se encarga de la sistematización nos dijo que nos están matando más rápido de lo que podemos escribir. Lo que sí tenemos en claro es que estamos por encima del promedio del año pasado”.
Las muertes en manos del Estado siguen y aumentan.
Las movilizaciones, también.


Fotos: Vicky Cuomo y Foto Viojf



Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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