Nota
Represión en Villa Constitución: tiros, gases, golpes y cuatro detenidos en el acampe en defensa de la salud
Hace dos años que la asamblea Villa Constitución Sin Venenos exige una consulta popular para que sean los vecinos quienes decidan sobre la instalación de un depósito de fertilizantes en la Zona Franca Santafesina. Consiguieron juntar 10 mil firmas, pero el Estado la obstaculiza. Hace dos meses iniciaron un acampe para visibilzar el conflicto y realizaron una marcha histórica para la ciudad. Hoy fueron reprimidos cuando resistieron pacíficamente el ingreso de camiones. El domingo mudarán la carpa a la plaza central para dirigir el reclamo a las autoridades locales, en un nuevo capítulo de asambleas locales en defensa por la salud y la vida.
“Hace dos años estamos exigiendo una consulta popular. Así responde el Estado”.
Las palabras son de una de las cientos de vecinas de Villa Constitución, en Santa Fe, en medio de la transmisión en vivo que durante todo el día realizaron desde el Instagram de Villa Constitución Sin Venenos (@villaconstituciónsinvenenos), y muestran a la Policía santafesina reprimiendo una manifestación pacífica para evitar el ingreso de 20 camiones con fertilizantes a la Zona Franca, un lugar libre de impuestos para favorecer inversiones. Desde hace dos años concentra el masivo rechazo de la población villense que logró juntar 10 mil firmas para exigir al intendente Jorge Berti una consulta popular para rechazar la instalación de un depósito de fertilizantes de la empresa Nitron. Diputados presentaron un proyecto de repudio a la Cámara de Diputados provincial.
Todo comenzó durante la tarde del miércoles. “Mientras realizábamos una asamblea abierta en la carpa de Villa Constitución Sin Venenos (la asamblea que se formó y que en marzo realizó una multitudinaria marcha para el distrito de 2000 personas), comenzron a llegar camiones cargados con agroquímicos a la Zona Franca Santasfesina”, expresaron en un comunicado. “Dijeron que habíamos bloqueado una vía de acceso, pero estábamos manifestándonos con pancartas y la policía vino a desplazarnos”, cuenta a lavaca el vecino Miguel Ángel Alfaro.
A partir de las 22 comenzaron a llegar más camiones. Informaron los vecinos: «Alrededor de las 3 de la madrugada, se hicieron presentes un buen número de efectivos de la Policía que ingresaron a gran velocidad a la Zona Franca y se formaron en línea, armados y con los escudos dispuestos en posición amenazante. Ante la inquietud por parte de los que nos encontrábamos allí, nos informaron verbalmente que disponían de la orden de abrir el paso para el ingreso vehicular de camiones con fertilizantes. Nuevamente comenzamos a deambular pacíficamente por la senda peatonal, pero esta vez nuestra marcha fue reprimida con empujones, golpes, gases lacrimógenos y descargas de proyectiles de goma arrojados al aire en dirección a barrio Palmar».
Grave. Hace dos meses que los vecinos de @VillaSinVenenos acampan para evitar la instalación de un depósito con fertilizantes en la Zona Franca Santanfecina. La lucha lleva ya dos años. Anoche intentaron ingresar 20 camiones. Esta fue la respueta de la Policía. pic.twitter.com/Y3QLeYVSMx
— lavaca tuitera (@Lavacatuitera) May 9, 2019
La tensión se prolongó durante todo el día y la policía se puso cuerpo a cuerpo con los vecinos, que reclamaban pacíficamente.
Hace dos años que los vecinos de @VillaSinVenenos piden una consulta popular para decidir si quieren o no instalación de un depósito de fertilizantes en Villa Constitución. La respuesta del Estado hoy fue la represión. Denuncian tres detenciones. pic.twitter.com/VxzUDdz5wW
— lavaca tuitera (@Lavacatuitera) May 9, 2019
“Tuvimos cuatro compañeros presos”, dice a lavaca el médico Victor Secreto, integrante de la asamblea. Los vecinos también filmaron cómo se los llevaban.
Grave. Así la Policía santafesina se llevaba a los detenidos frente a la Zona Franca. Hace dos años @VillaSinVenenos exige una consulta popular. Hoy los reprimieron. pic.twitter.com/13TeNCBNTN
— lavaca tuitera (@Lavacatuitera) May 9, 2019
Secreto: “Fue un día muy intenso, donde cada vez convocaban a más fuerzas de seguridad para reprimirnos y sacarnos. Logramos resistir nuevamente el ingreso de los camiones, durante toda la madrugada y todo el día, aunque el ingreso es inminente”.
El médico habla recién terminada una nueva asamblea. “Definimos una decisión que veníamos trabajando hace una semana: vamos a mudar la carpa a la plaza central, para dirigir puntualmente el reclamo al Ejecutivo local y exigir la consulta popular. Vamos a a hacernos visibles, pese a que todo lo que sucedió estos días nos dio muchísima visibilidad: hoy en Villa Constitución no se habla de otra cosa. Durante todo el día se acercó muchísima gente, más de 500 personas, a hacer el aguante contra la policía”.
¿Se comunicó alguien del Municipio con ustedes? “Nadie. Lo que logramos es una reunión mañana, viernes, a las 9 de la mañana, donde va a estar el intendente Berti, los concejales, el senador Germán Giacomino, junto al abogado de la empresa. Eso se combina con otra actividad: a las 11 de la mañana harán una inspección judicial al depósito. Y el domingo mudaremos la carpa, con una marcha que estamos definiendo”.
MU viajó a Villa Constitución para realizar un reportaje que saldrá publicado en la edición de mayo de la revista. Hablamos con los vecinos y con el intendente local.
Aquí compartimos una nota en la que se explica cuál es el conflicto:
Nitron y el Estado contra los vecinos: la actualidad envenenada en Villa Constitución
Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
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