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Moreno Ocampo y el juicio por Lucía Pérez: una mirada sobre el periodismo, los jueces y los límites

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“Acá hay un conflicto entre la debida protección de un proceso judicial, y la libertad de expresión” dijo a lavaca Luis Moreno Ocampo –abogado y ex fiscal adjunto del juicio a las Juntas Militares en 1985– ante el conflicto planteado por el Tribunal por las notas publicadas en nuestra agencia, de las que cuestionaron, paradójicamente, su excesivo apego a la precisión en los testimonios y eventos de las audiencias. Los jueces, la prensa, lo que se ve en las películas y qué cosas realmente podrían entorpecer los juicios orales y públicos. Por Sergio Ciancaglini.

Star Wars, Salvando al soldado Ryan, Apocalypse Now, Rambo III (“Cuando los talibanes eran buenos para los norteamericanos y Rambo peleaba junto con ellos contra los soviéticos”), o series como Homeland.

En una comunicación de lavaca con Luis Moreno Ocampo, instalado en Malibú (California, Estados Unidos) el ex fiscal del juicio a las juntas militares alcanza a nombrar esos títulos que son parte de su arsenal pedagógico en la materia “Crimen, guerra, y justicia” que dicta en la Escuela de Arte Cinematográfica de la Universidad del Sur de California, que financian dos personas aparentemente relacionadas con el tema: Steven Spielberg y George Lucas.

Pero el contacto es por otras batallas y otros crímenes, para conocer la opinión del ex fiscal sobre otro juicio oral y público y sobre algunos debates que ha generado acerca de los tribunales, el periodismo, la libertad de expresión, los juicios justos y el rol de la verdad.

Lo que pasó

En Mar del Plata se está desarrollando el juicio oral y público por el crimen de Lucía Pérez (16 años) ocurrido en 2016.

Tras la primera audiencia (el martes 7) lavaca publicó esta nota     https://lavaca.org/notas/lucia-perez-nuevo-juicio-nueva-tortura-para-la-familia-y-otra-vez-el-foco-en-la-victima/                                               

El artículo provocó el miércoles que la policía de Tribunales fuera a constatar en la sala en la que trabajan los seis periodistas acreditados que no se estuviesen grabando las audiencias.

Comprobado que los enviados por lavaca (Anabella Arrascaeta, única periodista mujer acreditada), Qué digital, Infobae, Telam, Clarín y La Capital no grababan sino que tomaban veloces notas sobre lo que escuchaban, los jueces llamaron a cuarto intermedio ante las quejas de la defensora oficial María Laura Solari y del defensor privado César Sivo por la excesiva “textualidad” de dicho trabajo. El policía había aclarado que el foco del cuestionamiento estaba en lavaca, y de hecho el presidente del Tribunal recibió al grupo de periodistas exhibiendo una copia de la nota de nuestra agencia. Planteando que se los convocaba a pedido de “las partes”. Tanto los y las abogadas de los acusados como de la querella observaban en silencio.

Una curiosidad: no se cuestionaba (como suele ocurrir) alguna distorsión, mala información o error, sino lo contrario: la veracidad y precisión del artículo que, según dijeron los abogados de los imputados, “podría entorpecer el desarrollo del juicio”.

Los periodistas acreditados explicaron que tratan de reflejar con la mayor precisión lo ocurrido, y que los textuales y encomillados se deben justamente a diferenciar las declaraciones de los testigos dentro del texto, para que se comprenda claramente quién habló y qué dijo. ¿Cómo sería posible que haya menos textualidad? Varios de los acreditados reconocieron que nunca habían vivido una situación semejante. La exhibición de la nota de lavaca podría ser tomada como un gesto de amedrentamiento, porque tampoco contestaron los jueces a los periodistas cuáles serían los límites que esperaban lograr.   

Esta fue la segunda nota que publicamos sobre ese llamativo y acaso confuso encuentro https://lavaca.org/notas/contar-la-verdad-sobre-la-cuestion-de-informar-en-el-segundo-juicio-por-el-femicidio-de-lucia-perez/

El jueves la periodista Luciana Peker recomendó en Radio con Vos leer las crónicas de lavaca, y el conductor del programa Pasaron Cosas, Alejandro Bercovich, sugirió que si los jueces no quieren que se sepa lo que ocurre en las audiencias, en el programa van a leer esas crónicas al aire.

El gesto tiene un antecedente: en 1985 tampoco podía grabarse el juicio, ni transmitirse por radio ni por televisión. La prensa escrita sí estaba autorizada a hacer su trabajo, registrando los testimonios, muchos de ellos de personas secuestradas por la dictadura o de familiares de muertos y desaparecidos en lo que el fiscal Julio Strassera llamaría “el mayor genocidio de la joven historia de nuestro país”.

Esas crónicas escritas, publicadas en los diarios, luego eran leídas en las radios. Caso emblemático, entre tantos: Magdalena Ruiz Guiñazú. Aquellas descripciones periodísticas permitieron a la opinión pública informarse y comprender lo que estaba ocurriendo en la sala de la Cámara Federal. Y con el tiempo nutrieron investigaciones como la que llevó al director Santiago Mitre a hacer su película. Sin aquella memoria escrita de lo ocurrido (que Mitre se preocupa por exhibir en el film) Argentina, 1985 posiblemente no hubiese sido lo que es. 

Preguntas y respuestas

“Acá hay un tema que es el conflicto entre la debida protección del proceso judicial, y la libertad de expresión. O sea: hasta qué punto una declaración textual puede afectar la postura de futuros testigos en el juicio. Y la otra cuestión es hasta qué punto son admisibles determinadas preguntas en un proceso judicial. Si las preguntas son improcedentes, lo que los jueces tienen que hacer es evitar esas preguntas que no tienen que ver con el proceso, cosa que ya estaba planteada al anularse el primer juicio” explica Moreno Ocampo. “Y también tendrían que plantearlo el fiscal y los abogados de la querella”.

Se refiere el abogado al juicio de 2018 anulado por la Cámara de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires con argumentos como estos: El fallo “inexplicablemente se enfoca a indagar en la personalidad, actitudes y comportamientos anteriores de la víctima, su forma de relacionarse con los hombres, su vida social, su carácter, y en distinguir la conducta de los imputados, y a partir de allí, considerar si Lucía había consentido el acceso carnal”.

Esa sentencia se basó, dice Casación, “en intolerables prejuicios y suposiciones basados en estereotipos de género”, con “concepciones sexistas inocultables”, y por eso califica al fallo como “subjetivo y tendencioso, prejuicioso, parcial y discriminatorio”.

Moreno Ocampo: “No se puede transformar la vida previa de la víctima en el tema del juicio”.

Otra reflexión: “Me parece que un punto de proceso penal es la veraciad de los testimonios. Si los jueces creen que una declaración muy textual tomada por los periodistas puede afectar futuros testimonios, es algo que podrían discutir y ver cómo manejar. Lo que se busca es que los testigos no sepan lo que dijeron testigos anteriores, para evitar distorsiones en su declaración”.

“Pero al mismo tiempo el juicio es público. Aunque el periodista no escriba lo que ocurre, alguien puede mandar gente a escuchar a otros testigos a la audiencia para saber qué dicen y manipular futuros testimonios. Lo que es importante es que no se afecte la libertad de expresión. Pero es lógica la preocupación de preservar los testimonios”.

Sin embargo eso no ocurrió. En la audiencia del miércoles uno de los testigos dijo en la propia audiencia que había estado comentando el caso con otros dos testigos en la antesala. “Ah, no” responde Moreno Ocampo. “Eso sí que no puede ser. Es lo que cualquiera ve en las películas. El testigo espera en una sala fuera de la audiencia solo, sin escuchar al testigo anterior. No pueden estar juntos, hablando del tema, y que el Tribunal lo permita”.  

¿Cómo debería ser tomado el llamado a los periodistas por parte de los jueces? 

“Me parece importante que los jueces expliquen muy bien su decisión, que digan claramente que no quieren afectar la libertad de expresión, que hay que cuidar el proceso, pero que entiendan que es público. Si alguien quiere manipular una prueba no hace falta que lea en los medios lo que pasó en la audiencia, basta que mande alguien a que escuche lo que dicen otros testigos y ya puede hacerlo. Los jueces tienen que ser muy claros en eso con respecto a la relación con los medios de comunicación. Y en la otra cuestión, los jueces tienen que ser muy claros para evitar que la víctima sea el tema de investigación del juicio. El tema es qué le pasó a ella, no lo que ella hacía”.

Carta a los jueces

-Bien, pero eso es lo que las notas de lavaca intentaron mostrar.

-Me parece muy importante que todos tomen sus decisiones. Así como los periodistas toman decisiones sobre qué publicar y deben ser respetados, los jueces que toman decisiones de plantearles a los periodistas que no publiquen ciertas cosas también deben ser respetados. Habría que preguntarle respetuosamente a los jueces cuáles son los límites y as razones por las que hicieron lo que hicieron.

-La nota cuestionada no se refería tanto a las respuestas de los testigos, sino a las preguntas de los abogados, que tenían el tono y contenido que hicieron anular el juicio anterior. Y eso sí fue entorpecer el proceso.

-Bueno, pero lavaca que fue expuesta en el argumento de los jueces, tiene derecho a saber cuáles son las razones o límites que esos jueces pretenden establecer. Yo enviaría una carta a los jueces. Explicaría que la prensa no tiene ningún interés en afectar el debido proceso, y habría que pensar que ellos tampoco quieren afectar la libertad de prensa. ¿Cuál es el límite que quieren poner? Señores jueces: consideramos que publicar las preguntas de los defensores no puede ser un problema para respetar el juicio justo. Y tampoco creemos que sea un problema publicar las respuestas. No afectarían un juicio justo, porque las respuestas son públicas: aunque el periodismo no las publicase, si alguien quiere afectar el juicio justo puede enterarse y manipular esos testimonios para incidir en otros testigos. No hay por qué pensar que la difusión periodística vaya a afectar más que la difusión privada de cualquier persona que presencie el juicio.

El final de una misiva que todavía no existe, en la imaginación de Moreno Ocampo sería más o menos así: “Señores jueces, con todo respeto queremos pedir que clarifiquen cuál es la situación interpretando que todos queremos colaborar para que este caso emblemático pueda avanzar sin ninguna traba, tanto en el proceso como desde el punto de vista del valor de la libertad de expresión”.

“En Argentina hay una tendencia a denunciar, pero también hay que discutir a veces con quienes tienen que resolver” dice el profesor antes de sumergirse nuevamente en la pedagogía de imágenes sobre crímenes y justicia que muestran las series, las películas, los talibanes y las guerras de sus galaxias.

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102 femicidios y travesticidios en lo que va del año: datos del Observatorio Lucía Pérez

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En lo que va del año el Observatorio Lucía Pérez, primer padrón autogestionado y público de violencia patriarcal, registró 102 femicidios y travesticidios en todo el país. Durante el último mes fueron 13 femicidios y un travesticidio: el de Dámaris Julieth León Guamán, en el barrio porteño de Almagro, 38 años. El asesinato de Damaris generó movilizaciones: fue una de las 118 marchas que se registraron durante el año; practicamente una por día.

102 femicidios y travesticidios en lo que va del año: datos del Observatorio Lucía Pérez

Como resultado de los 102 femicidios y travesticidios se registraron además 65 huerfanxs por femicidios.

Además, en lo que va del 2024, se registraron 75 tentativas de femicidios.

Y llevamos 1174 días preguntándonos ¿dónde está Tehuel de la Torre?

102 femicidios y travesticidios en lo que va del año: datos del Observatorio Lucía Pérez
102 femicidios y travesticidios en lo que va del año: datos del Observatorio Lucía Pérez

No son cifras:es la cartografía de la violencia patriarcal.

El Observatorio Lucía Pérez es una herramienta de análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca. Se elaboran una serie de padrones que compartimos en la web de manera libre, los cuales comenzaron a confeccionarse en talleres que realizamos con víctimas de violencias, familias sobrevivientes de femicidios, organizaciones sociales y activistas del movimiento trans. Los datos así recogidos, sumados al seguimiento de lo publicado en medios de todo el país, son luego chequeados y precisados con fuentes judiciales y periodísticas.

Todo la información que producimos es de público y libre acceso en en www.observatorioluciaperez.org

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Nota

4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas

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La familia de la joven asesinada en Capilla del Monte volvió a viajar de Buenos Aires a Córdoba para reclamar que se asigne urgentemente un fiscal en la causa y que se investigue su femicidio. Hace 4 años el cuerpo de Cecilia fue encontrado luego de estar 20 días desaparecido; su familia denuncia una trama local que involucra a la última persona que la vio con vida, el ex boxeador Mario Mainardi, jamás investigado, y la complicidad de la justicia de Cruz del Eje, representada por Paula Kelm, que buscó inculpar a un perejil. Gracias a la lucha familiar se logró anular esa línea de investigación, que culminó en un juicio nulo, pero desde entonces no se retomó la instrucción; y pese a que en diciembre se anunció que un nuevo fiscal tomaría la causa, eso no sucedió, y las dilaciones siguen. Crónica de una nueva reunión con promesas y sin hechos, cuando la impunidad se hace cada vez más grande y el reclamo, también: “Verdad y justicia para Cecilia Basaldúa”.

Por Bernardina Rosini

Daniel y Susana, padre y madre de Cecilia Basaldúa ya perdieron la cuenta de las veces que han viajado desde la ciudad de Buenos Aires a Córdoba con el único objetivo de lograr justicia por su hija. Han perdido esa cuenta pero no la cantidad de días que contabiliza la impunidad: 1460, es decir, cuatro años. 

En efecto, hace cuatro años (el 25 de abril de 2020) encontraron el cuerpo de Cecilia Gisela Basaldúa en un codo del Río Calabalumba en Capilla del Monte, luego de veinte días de estar desaparecida. Cuando Daniel y Susana llegaron ayer a los Tribunales en Córdoba Capital, se los ve invadidos por la bronca y el hartazgo. Son cuatro años sin Cecilia y a la par sostienen que las líneas de investigación han sido deliberadamente manipuladas y el material probatorio  de contundencia, ignorado

La última vez que estuvieron parados sobre esa vereda fue el pasado 7 de diciembre, tras reunirse con el Fiscal General Juan Manuel Delgado. Celebraban la noticia: “Tenemos fiscal, vinimos con 3.000 firmas de apoyo pidiendo fiscal y lo tenemos. Es el Nelson Lingua y comienza el 1° de febrero, después de la feria judicial”. Cinco meses después, otra vez viajan 700 kilómetros para golpear la puerta del Palacio de Justicia pues tal designación no sucedió y la causa acumula once meses sin fiscal a cargo de la instrucción.

4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas
Daniel Basaldúa y Susana Reyes, papá y mamá de Cecilia: viajaron desde Buenos Aires para mantener una reunión y reclamar justicia por su hija.

El baile del fiscal

Mientras los Basaldúa llegaban el 25 de abril nuevamente a Córdoba para pararse frente a Tribunales y exigir justicia, fueron notificados que la Fiscal General Adjunta Bettina Croppi los convocaría a una reunión. 

Antes de ingresar al edificio Daniel comparte la situación actual de la causa “Nos vienen diciendo que no designan fiscal porque falta una firma: me cuesta creerlo. No puedo hacer nada más que venir y reclamar. Hasta ahora la única justicia que logramos fue que no metan preso a un inocente”. 

Hoy le cuesta hablar; tiene un nudo en la garganta y el rostro de su hija estampado sobre el pecho. “Sólo espero que esta investigación vaya tras los verdaderos sospechosos, tras Mario Mainardi, última persona que vio a Cecilia con vida, quien tenía pertenencias de ella y las regaló; la policía y la fiscal Paula Kelm contaban con ésta y más información y nunca lo investigaron. No podemos creer que Mainardi, que dijo trabajar en Uber porque no podía acreditar ingresos, tenga más poder que Diego Concha, quien fue durante décadas Director de Defensa Civil de la provincia y sin embargo hoy está preso”. 

Daniel pasa lista de todos los uniformados que participaron del caso y que hoy se encuentran desplazados, procesados o presos por distintas causas: el común denominador es la violencia de género. 

Mientras las abogadas ingresan junto a los padres de Cecilia a la reunión, afuera les esperan periodistas, agrupaciones feministas, trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos y familiares víctimas de violencia institucional. Repiten el colgado de banderas, los carteles con rostros de otras víctimas, y los cantos que se recitan como mantras: “¡¡Queremos fiscal, queremos fiscal, queremos fiscal!!” y “¡¡Justicia, justicia, justicia!!”.

Al salir, Giselle Videla -una de las abogadas de la familia- comparte lo conversado en la reunión: “Para iniciar nos han pedido disculpas puesto que en noviembre nos dieron la seguridad que tendríamos fiscal apenas finalizada la feria judicial. Como hoy no hay fiscal, y están subrogando fiscales de otros territorios que toman la causa por un plazo corto de tiempo, el avance es mínimo. Nos informaron en relación a esta situación que la designación de Nelson Lingua espera la firma del gobernador, Martín Llaryora. Ahora bien, nos enteramos que será designado como Fiscal reemplazante, y no como Fiscal titular puesto que Lingua no ha rendido el concurso que lo habilita para ese cargo; debe rendirlo ahora y recién en julio- agosto podremos saber si será finalmente el fiscal titular de la causa”. 

Para que se entienda: desde que el tribunal absolviera a Lucas Bustos en julio del 2022 reconociendo su inocencia y su no vinculación al crimen, y ordenara una nueva instrucción para dar con los responsables del femicidio, la causa demoró meses en ser asignada a un fiscal. Luego recaería en el Dr Raymundo Barrera de Cruz del Eje, fiscal que, hábil con el calendario, entre feria judicial y licencias llegó a junio del 2023, mes en el que se jubiló. 

Por la presión de la familia Basaldúa, en diciembre el mismísimo Fiscal General anunció la designación del Lingua el 3 de febrero; eso no sucedió y no hay certeza de que Lingua resulte el fiscal que definitivamente dirigirá la instrucción, puesto que no cumple con los requisitos.

4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas

Preguntas sin respuesta

Es mediodía y el cielo se refleja en las ventanas del edificio neoclásico de la calle Caseros; da la impresión que adentro estuviera vacío, que sólo es una fachada. “Hoy, 25 de abril se cumplen cuatro años de la aparición del cuerpo sin vida de Cecilia Gisela Basaldúa” lee Susana de la pantalla de su celular; ella también lleva una remera con el rostro sonriente de su hija. Sigue:

Cuatro años de impunidad y de violencia sistemática por parte del Poder Judicial a quienes pedimos y exigimos justicia por ella. La causa volvió a foja cero en el 2022 luego de pasar por un juicio vergonzoso.

El tiempo pasa y los asesinos de Cecilia siguen libres e impunes. No tenemos fiscal ni respuestas” y continúa “¿Cómo vamos a llegar a la verdad? ¿Qué fue lo que pasó con Cecilia? ¿Por qué tardó tanto en aparecer? ¿Dónde está Mario Mainardi? ¿Por qué la fiscal Paula Kelm ordenó tan rápidamente detener a un joven sin tener pruebas? Todas estas preguntas nos conducen una y otra vez a un círculo cerrado de impunidad entre funcionarios judiciales que se jactan en demostrar un abuso de poder constante”. 

La carta leída en la vereda, casi sobre la calle, concentra todas las preguntas que la investigación del femicidio debiera responder. 

Y la carta también cierra como se espera que cierre la investigación: “Verdad y Justicia para Cecilia Basaldúa”.

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91 femicidios y ninguna respuesta

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“Nosotras, familias sobrevivientes de femicidios nos dirigimos a usted para solicitar con respeto y esperanza una audiencia” dice la 2ª carta del colectivo que nuclea a familiares de todo el país, dirigida a Javier Milei. Este 8 de abril las Familias Sobrevivientes de Femicidios se reunieron en Plaza de Mayo, como todos los primeros lunes de cada mes, mientras el mundo seguía el eclipse de sol. Denunciaron en un documento –también presentado en la Casa Rosada– que hasta el domingo 7 se produjeron 91 femicidios en el año, que dejaron además 9 víctimas menores asesinadas y 52 huérfanos. Hay, en lo que va de 2024, 18 mujeres desaparecidas. Luego las Familias hablaron sobre las causas, el factor narco y la responsabilidad del Estado.

91 femicidios y ninguna respuesta

Marta, madre de Lucía Pérez y Facundo, el papá de Luna Ortiz. La lectura del documento que exhibe el nivel de violencia contra las mujeres en el país.

En sintonía con el eclipse de sol de este lunes, la Plaza de Mayo presentó de pronto un clima desapacible, frío, ventoso, mientras las Familias Sobrevivientes de Femicidios volvieron a presentarse allí para visibilizar el reclamo sobre las mujeres asesinadas y para solicitar por carta (la 2ª en el año) que el presidente Javier Milei las reciba.

El grupo, alineado en sillas negras de espaldas a la Casa Rosada, aguantó la ventolera y leyó un documento del que se desprenden distintos datos:

  • º Hubo 91 femicidios en los 98 días del año hasta el domingo 7 de abril, registrados por el Observatorio Lucía Pérez.
  • º Además, 9 víctimas menores fueron asesinadas en el transcurso de esos femicidios.
  • º Otro saldo: 52 huérefanxs.
  • º Se contabilizaron otros 62 intentos de femicidios.
  • º Hay en el país 18 mujeres desaparecidas en lo que va de 2024.
91 femicidios y ninguna respuesta

Mariela, y el reclamo por su hija.

Genocidio por goteo

Sobre estas cifras –que revelan lo que Marta Montero (madre de Lucía Pérez) define como “genocidio por goteo”– no ha habido respuesta alguna por parte del Estado.

El texto de la misiva fue presentado por la propia Marta, su esposo Guillermo Pérez, Susana Reyes (madre de Cecilia Basaldúa), Mariela Quintanilla (madre de Iara Nardelli), Facundo Ortiz y Marisa Rodríguez (padres de Luna Ortiz) en nombre del colectivo.  

El texto: “Señor Presidente de la Nación Argentina. Nosotras, familias sobrevivientes de femicidios nos dirigimos a usted para solicitar con respeto y esperanza una audiencia. Creemos necesario y urgente ser escuchados por usted. Desde ya, muchas gracias”. En marzo se había presentado la primera carta en la Casa Rosada y les dijeron que sería derivada a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia.

91 femicidios y ninguna respuesta

Susana con imágenes de su hija, Cecilia Basaldúa.

Asesinadas en democracia

Susana Reyes, con una foto de su hija y las palabras “Verdad y justicia”,   recordó que hace cuatro años desaparecía Cecilia Basaldúa en Córdoba, cuyo cuerpo apareció el 25 de abril de 2020. “Y todavía estamos luchando para tener un fiscal en la causa por el crimen de mi hija, porque hubo un primer juicio en el que metieron preso a un inocente. Hay muchas causas armadas en Córdoba. Ahora estamos esperando que nos nombren nuevo fiscal, porque el que nos habían designado se jubiló el año pasado en agosto. Y no salió el decreto del nuevo.  Nosotros vamos a seguir siempre. Estamos luchando no solo por Cecilia sino por todas y todos los asesinados en democracia”.

Susana agrega: “Queremos que nos reciban para ver si nos pueden escuchar, si pueden hacer algo. Cada vez son más muertes que se siguen sumando. Hay niños huérfanos y las madres también quedamos huérfanas por la muerte de nuestras hijas. Así que vamos a seguir peleando hasta las últimas consecuencias”.

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Marisa y Facundo, los padres de Luna Ortiz. El caso de su hija (drogada y muerta por sus captores) fue calificado como “homicidio imprudente”. Las familias reclaman justicia.

Homicidios imprudentes

Facundo suma sobre la historia de su hija, Luna Ortiz (19 años cuando fue asesinada el 2 de junio de 2017): “Hace ya siete años que asesinaron a Luna y todavía no podemos llegar a conseguir justicia, es una lucha interminable. La causa está en Casación, la Sala I. Es algo muy importante. Necesitamos que estos jueces nos escuchen y tomen una buena decisión condenando a Villarreal por femicidio”.

Para comprender: Luna fue contactada por Isaías Villarreal el 2 de junio de 2017 mediante Facebook. Se encontraron y él la llevó a su casa, donde la esperaban otros dos hombres: ahí la drogaron, la alcoholizaron y la trasladaron en un raid en el que la intercambiaban como mercancía. Un día después, el 3 de junio de 2017, encontraron el cuerpo de Luna sin vida en la casa del propio Villarreal. Los jueces Ariel Introzzi Truglia y Sebastián Hipólito Urquijo y la jueza Verónica Mara Di Tommaso lo condenaron finalmente al máximo posible solicitado por un delito menor: 4 años y 11 meses por “suministro gratuito de estupefacientes destinado al consumo personal en concurso real con homicidio imprudente”.

Marisa, la madre de Luna, agrega: “El femicidio sigue impune, nos encontramos en la etapa de Casación otra vez planteando un femicidio. Apelando lo después de siete años de impunidad porque los jueces liberaron a uno de los femicidas de Luna. Vamos a seguir luchando porque queremos justicia por Luna y por todas nuestras hijas”.

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Lucía Pérez y Carla Soggiu. “Luchamos por justicia para todas”.

¿Cuál es la responsabilidad del Estado?

Guillermo (el padre de Lucía Pérez): “Hace 8 años que venimos buscando justicia por nuestra hija (el femicidio ocurrió el 8 de octubre de 2016 y provocó el Primer Paro Nacional de Mujeres). Ahora el 29 de abril tenemos el recurso de Casación”. En el caso de Lucía, en marzo de 2023 hubo sentencia a perpetua en un caso (Matías Farías), y el otro acusado (Juan Pablo Offidani) terminó con una condena menor, 15 años en total, como “partícipe secundario” del crimen, que incluye la condena a ambos por la venta de drogas en la puerta de una escuela secundaria, lo que desencadenó toda la tragedia. La familia apeló la sentencia a Offidani, y las defensas de los acusados apelaron sus condenas. Es lo que comenzará a debatirse en el tribunal de Casación bonaerense.

“Queremos justicia” dice Guillermo, “y que nuestras hijas puedan descansar”.

En el documento presentado el mes pasado al gobierno junto a la solicitud de audiencia, se planteaba una mirada amplia y a la vez profunda de lo que ocurre: “No podemos hablar de femicidios y travesticidios sin hablar de narcotráfico, como no podemos hablar, sin nombrarlo, de ningún otro tema de esta emergencia social que estamos padeciendo hoy: hambre, desocupación, destrucción de la educación y salud pública. Todos fuegos que alimentan el incendio de nuestro futuro y paz social”.

Marta Montero habla sobre el rol estatal: “El Estado es responsable, por eso hablamos de genocidio, con un Estado que no hizo ni hace nada por evitarlo. Y decimos que son narcofemicidios, porque muchísimas veces tienen que ver con esa cuestión de lo narco, donde el Estado no solo está ausente sino que muchas veces está presente, porque ¿quién es el que no hace nada cuando venden droga en la puerta de una escuela? La policía, que es parte del Estado. ¿Y quién deja impunes muchos de estos crímenes? El Poder Judicial, que es parte del Estado”.

¿Y en los casos en que el origen es la violencia dentro de una pareja? “El Estado también es responsable al no avanzar en las investigaciones, al ocultar pruebas muchas veces, al dejar impune al asesino, al no atender a las víctimas, a los huérfanos, a las familias. Pero además, muchas veces esa violencia se genera por lo que hablábamos antes: el tema de la droga, la violencia que se genera territorialmente y en la gente que está en eso, que termina golpeando y matando a las mujeres”.

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Marta y Guillermo, los padres de Lucía.

El caso de Lucía implica una ruptura y un precedente, porque la familia logró que se anule el primer y vergonzoso juicio que absolvió a Farías y Offidani por el femicidio, acusándolos solamente de vender droga en vereda de la escuela marplatense a la que iba Lucía, que tenía 16 años cuando la mataron. Esa anulación permitió el segundo juicio (el que ahora irá a Casación por las respectivas apelaciones) y motivó además un jury: un juicio a los jueces de aquel primer proceso. “Estamos esperando que se concrete, porque ya está todo listo” explica Marta.

El rol de Marta Montero en Mar del Plata generó la invitación a participar con una ponencia en la 5º Asamblea Mundial por la Salud de los Pueblos que se está llevando a cabo en esa ciudad hasta el 11 de abril. Marta intervendrá este martes 9 en una sesión que tratará “Justicia de género en salud. Praxis feminists por la justicia en salud”. En el panel coordinado por Melanie Alperstein (Sudáfrica) intervendrá Marta (Femicidio, luchas por la justicia de género y rendición de cuentas), Julie Dale, de Brasil (Violencia y discriminación contra LGBTQI+), Zahira Bouhabra (en conexión desde Marruecos), y hablará sobre Resistencia a los sistemas violentos y respuesta a las crisis de violencia de género Rawia Mahmoud (en conexión desde Sudán).

Lo crucial del trabajo de la familia continúa en Mar del Plata con La Casa de Lucía, punto de encuentro, de conferencias, recitales, eventos culturales y lugar además de acompañamiento para otras familias víctimas de violencia o de femicidios.

O sea que allí se reúne lo académico con lo barrial y la solidaridad concreta, no discursiva. Sostiene Marta: “Para nosotros es una alegría, porque hay un enorme movimiento alrededor de las cosas que se hacen allí. Vienen mujeres, familias, también estudiantes, abogados, de todo. Estamos empezando un curso de huerta, pero también va a ser lugar para que terminen la secundaria quienes no pudieron hacerlo. Y el acompañamiento a otras familias es fundamental, porque a todos nos pasa que ante la justicia estamos desorientados, te hablan de modos que no entendés muchas veces. Con la experiencia que lamentablemente hemos tenido, ahora podeos ayudar a otra gente que pasa por lo mismo para que conozca y entienda sus derechos, y cómo llevar adelante las causas”.

Vuelve a hablar sobre la casa, y la cantidad y calidad de eventos que allí suceden: “Eso sorprendió incluso a los vecinos. Nos decían que era una casa que había estado siempre cerrada, oscura, abandonada (había pertenecido a un grupo narco, según puede verse en MU 190). Y la gente del barrio nos dice que hoy pudimos transformar esa oscuridad en una luz muy linda, que les da entusiasmo. Imaginate la alegría que es para nosotros” dice Marta, cuando se iban de Plaza de Mayo habiendo presentado la carta y el informe y –sorprendentemente- el lunes frío, ventoso, desapacible y eclipsado se transformaba en un día de otoño cálido y luminoso.

El próximo encuentro está previsto para el 6 de mayo.  

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