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¿De quién es la batalla por la Ley de Medios?

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La audiencia en la Corte Suprema sobre los 2 artículos de la Ley de Servicios Audiovisuales que obligan al Grupo Clarín a achicar su dominio de la comunicación puso en escena hoy 5 argumentos a favor y 5 en contra. Bajo la forma de amicus curae – del latín “amigo de la Corte”, un recurso legal que le permite a organizaciones a presentarse en este tipo de instancias- cada bando defendió su posición bajo un mismo lema: la libertad de expresión. Para los amigos del Grupo Clarín se trata de un derecho asociado a la propiedad de la empresa mediática. Para las organizaciones de derechos humanos, académicas y cooperativas, un derecho de la sociedad. Ese es el motor que impulsó la sanción de esta ley y que hoy está en cuestión, especialmente si del otro lado del ring solo se presenta como contrincante a un gobierno, con el telón de fondo de un proceso electoral.
¿De quién es la batalla por la Ley de Medios?
Martín Sivak, autor del libro Clarín, el gran diario argentino, -que reconstruye minuciosamente la historia del grupo que justamente hoy cumplió 68 años- lo sintetiza de la siguiente manera: “La ley se debilita porque hasta ahora no la cumple ni el Grupo Clarín ni el Gobierno. Es una ley que necesita del disenso para existir, porque exactamente eso fomenta cuando sostiene que su base es la democratización de la comunicación. Y en la medida en que los dos bandos busquen el control de la comunicación, la ley pierde no solo su fuerza, sino su sentido”. lavaca invitó a Sivak a compartir esta jornada que mostró en la calle un hecho excepcional: tres canales de televisión (la tevé pública, el Canal 26 y el bonaerense Qum) instalaron en la plaza Tribunales escenográficos estudios a cielo abierto, donde entrevistaban a expertos y opinólogos. Desde un gran escenario se leían las adhesiones, más numerosas que el público que asistió, escaso si se tiene en cuenta que en 2009 esta ley motivó movilizaciones de cientos de miles de personas.
Este jueves sube a escena el segundo round, desde las 10.
¿De quién es la batalla por la Ley de Medios?

A escena

La audiencia de este miércoles se llamó “Audiencia pública Corte Suprema: Grupo Clarín S.A. y otros c/ Poder Ejecutivo Nacional y otros/acción meramente declarativa”. Transcurrió en la Sala de Audiencias del palacio de Tribunales. Los primeros en llegar fueron Martín Sabatella, presidente del Directorio de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA)y Damián Cassino, abogado del Grupo Clarín.
25 cámaras de televisión y casi 100 periodistas cubrieron la audiencia. Los medios comerciales la televisaron parcialmente y el Centro de Información Jurídica lo hizo en vivo.
El titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, dio comienzo a la sesión a las 10.03: da la bienvenida, explica el sentido de esta audiencia informativa y la declara de “valor de trascendencia institucional”. Cuenta la secuencia de estas dos jornadas previas al fallo: hoy declararán los amicus, no todos ya que otros harán su presentación únicamente por escrito; luego, hoy también, expondrá su opinión la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó; y por último, luego de un cuarto intermedio hasta mañana, declararán las partes: el Grupo Clarín y el Ejecutivo Nacional.
¿De quién es la batalla por la Ley de Medios?

Decisión política y paradigmática

Cada representante dispuso de 15 minutos para exponer sobre los puntos que están en controversia: el límite a la cantidad de licencias, la posición dominante en el mercado de la TV paga y, fundamentalmente, la cláusula de desinversión, frenada judicialmente por una medida cautelar que presentó el Gupo Clarín.
El primero en exponer es el representante del Observatorio Iberoamericano de la Democracia, Asdrubai Aguiar Aranguren. Algunos de sus argumentos:

  • “No se puede impedir el crecimiento y desarrollo de los medios”
  • “La ley no afecta a los medios ya existentes”
  • “Rodarán cabezas de víctimas que denuncian”
  • Plantea que la Ley N° 26522 responde a una “tendencia en la región” que busca el “restablecimiento de la hegemonía comunicacional del Estado.

¿De quién es la batalla por la Ley de Medios?
Luego es el turno del abogado Beinusz Szmukler, de la Asociación Argentina de Juristas. -Comienza relatando brevemente la historia del irlandés Sean MacBride, ganador del premio Nobel de la Paz, que dice olvidado por los medios, justamente. Cita un informe elaborado por una comisión de la UNESCO que MacBride presidía acerca de las comunicaciones en las sociedades modernas llamado “Voces múltiples, un solo mundo”: https://unesdoc.unesco.org/images/0004/000400/040066sb.pdf
Szmukler calificó de “vergonzosa e injustificada la demora” de la aplicación de la ley y se refierió al Grupo Clarín como “un monopolio informativo integrado a la red mundial de desinformación”. Plantea que “ningún artículo debe verse aisladamente” y agrega que es “difícil que los jueces sean imparciales”, porque “han de tomar una decisión política que, en este caso, será paradigmática”.

¿De quién es la batalla por la Ley de Medios?

Damián Loretti y Horacio Verbitsky, dos de los expositores a favor de la Ley


Luego fue el turno de los amigos del Grupo Clarín. Eduardo Oteiza, representante de la Organización de Empresas de Televisión Pagada para Iberoamérica, con sede en Panamá, y profesor de Derecho Procesal en la Universidad Nacional de La Plata, hizo eje en la legislación norteamericana que declara inconstitucional la limitación de licencias y privilegia el juego regulatorio del libre mercado.
Oteiza comenzó por presentar la institución que representa: fundada en 1992, se erige “en defensa de la libertad de expresión y en defensa de la actividad empresarial”, que él plantea como un “conjunto”. Otros ejes:

  • Declaró la importancia de la actividad empresarial para “el desarrollo de la industria de los Estados Unidos” y apeló a ese país para observar los “regímenes jurídicos”.
  • Citó una serie de casos del país norteamericano que, dijo, sientan un antecedente jurídico para pensar la constitucionalidad de los artículos de la Ley en cuestión: Time Warner, ComcasTV FCC y Fox Television.
  • Recurrió a unas placas emitidas en las pantallas de transmisión de la sala para ordenar su exposición y resaltar los puntos gruesos de sus argumentos; será el único orador que utilice este método.

Libertad de expresión liberal o democrática

El rector de la Universidad Nacional de San Martín, Carlos Ruta, planteó la necesidad de un Estado que “limite los derechos corporativos en beneficio del interés general”. Advirtió: “Está en juego la democracia institucional: la propiedad se devora a la libertad y el mercado al Estado”.
Los amigos del Grupo Clarín, Luis Pardo y Carlos Laplacette, de Adepa, sostuvieron que la ley constituye “un grave retroceso para la sociedad” . Sus credenciales y argumentos:

  • Dicen representar a 17 mil radios y tevé privadas y defender la “libertad de expresión y comunicación privada independiente”.
  • El primer orador se presentó como propietario de una radio de Chile.
  • Aseguró que la Ley es un “grave retroceso de la libertad” y que “viola la Constitución argentina y americana”.
  • Tuvo un fallido. Dice: “sin esa economía” y corrige al instante… “autonomía”.
  • Asegura: “Multitud de medios no es pluralidad”.
  • “Los medios precarios quedan expuestos a la influencia del Estado”.

Representando a la Universidad Nacional de Lanús, Víctor Abramovich, afirmó que el Estado “tiene el deber de intervenir para transformar estructuras que silencian a sectores de la población”. Contundente, Abramovich:

  • Habló de una “visión contrapuesta sobre qué entendemos por libertad de expresión” entre las partes intervinientes en la audiencia: la liberal individual frente a la democrática.
  • Respondió a los anteriores oradores que insistían en la idea de los artículos que demandan la desinversión como una “restricción”, orientando la interpretación como una “garantía de libertad”.
  • Otro concepto clave que refutó: “Están confundiendo sustentabilidad de un medio con rentabilidad. Es obvio que una ley antimonopólica saca rentabilidad.”

El sociólogo Eliseo Verón, representante del Comité del Consumidor (Codelco) y amigo del Grupo Clarín, consideró que la norma “ya era obsoleta el día en que salió publicada en el Boletín Oficial” porque no preveía la “revolución generada por Internet”. Por la misma organización expuso su abogado, Andrés Gil Domínguez, quien dramatizó: “Sin televisión por cable va a suceder que aquellos que tienen Internet por cable no van a tener Internet”. Por último señaló que hay existe “discriminación a las nacionalidades” porque la Ley no contempla pliegos para ciudadanos extranjeros.

De la criminalización a la ley

Sin leer y con la convicción que le da una trayectoria de batallas legales para legitimar las FM comunitarias de su provincia, Córdoba, el doctor Miguel Julio Rodriguez Villafañe cosechó el primer aplauso de la jornada. Rodriguez Villafañe fue autor de la primera demanda que llegó a la Corte en contra de la antigua Ley de Radiodifusión, en momentos en que la comunicación comunitaria era penalmente criminalizada. Ya en 2003 entrevistado por lavaca comentaba al respecto: “En el interior hemos sufrido mucho más que en Buenos Aires el proceso de concentración de los medios. Acá se han comprado los canales y solo han puesto un electricista que lo único que hace es prender la luz y apagarla. La lucha no es sólo por la verdad y la información sino por abrir espacios alternativos”. En esta jornada recordó que “durante 29 años estuvimos marginados” y que recién con la sanción de la Ley de Servicios Audiovisuales “pudimos recuperar nuestra voz”. Algunos puntos de la exposición de Rodriguez Villafañe:

  • “Gobernadores e intendentes no dejan crecer la democracia local”
  • Citó casos concretos de Zapala, Neuquén, Cañuelas, Tres Arroyos, Córdoba en los cuales las cooperativas debieron hacer frente al vasallaje del multimedio.
  • “Cuando el cooperativismo podía hacerle competencia, se lo marginó”.
  • Señaló que este debate se da “Es un momento en que un país está arrodillado ante la justicia de otro país”.

La sorpresa fue la breve exposición del periodista Horacio Vertbisky, quien dedicó unas pocas palabras a criticar el aspecto formal de la audiencia, tras lo cual dejó el estrado al abogado Damián Loretti, quien en representación del Cels, desarrolló los antecedentes internacionales que avalan las limitaciones a los monopolios mediáticos en defensa de la calidad y fortaleza de la vida democrática. El informe completo del Cels presentado por Loretti se puede leer en: https://www.cels.org.ar/comunicacion/?info=detalleDoc&ids=4&lang=es&ss=46&idc=1661

Cuestión de tamaño

La licenciada Cinthia Ottaviano, de la Defensoría del Público, primera mujer en exponer, señaló:

  • “Ya se acabó la etapa del empresario que bajaba la información, también la del periodista que media entre la realidad y la gente. Estamos en la etapa universalista donde somos ciudadanos comunicacionales”.
  • Citó casos particulares en los que Cablevisión se fue comiendo a medios regionales.
  • Hizo foco en la cantidad de señales bajo un mismo licenciatario, no sólo como dueños.
  • Dijo: “En otros países sería ilegal” el accionar de Clarín. Y agregó: “En este también, según los legisladores que ya votaron la Ley y la manifestación popular: los que no entraron hoy acá”
  • “Si está ley aún no está vigente es sólo por las medidas cautelares que presentó el Grupo Clarín y que el Poder Judicial avaló” Preguntó: “¿Por cuánto tiempo más?” Respondió: “Es decisión de esta Corte avanzar o retroceder 30 años”.

El último amigo elegido por el Grupo Clarín para exponer fue el abogado Lucas Grossman, quien pronunció la frase más polémica: “El tamaño es importante”. Aludía así a la relación entre la calidad del servicio informativo y el tamaño de la empresa. “Hay actividades que requieren mayor escala”, aseguró. No hizo referencia a la drástica caída de ventas que protagoniza el diario Clarín en la última década y sin tregua. Grossman fue el único que utilizó la palabra “expropiación” para referir a la desinversión exigida por esta ley.
La última en exponer fue la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbo. Primero recorrió todos los rubros en los que el Grupo Clarín tiene licencias o simplemente negocios: “Ninguna de las actividades ha sido restringida”.Luego planteó que la estrategia del Grupo Clarín es desviar los debates a través de “falacias”:

  1. La primera falacia es plantear este debate como una pelea Gobierno vs una empresa: “se minimiza así el consenso social” y que “está en juego la libertad de información y expresión”.
  2. La segunda falacia es presentar la regulación de medios como un avasallamiento a una empresa privada: “No es así: estamos en el ámbito del Derecho Público”.

Gils Garbó puso el dedo en la llega al mencionar el caso de Papel Prensa como “piedra angular”: el huevo de esta serpiente.
Por último dijo a los jueces: “Solicito que dicten un fallo histórico”.

La voz de AReCIA

Entre todas las voces que este proceso obligó a pronunciar, rescatamos la de la Asociación de Revistas Culturales de Argentina (AReCIA) de la cual somos fundadores y parte:
“La sociedad argentina ya debatió qué comunicación quiere: democrática y dispuesta a defender los intereses de la sociedad. Las revistas culturales independientes exigimos que la justicia, el Estado y las y los legisladores cumplan su rol y trabajen para construir las herramientas necesarias para garantizar que la comunicación nunca más sea un negocio ni un privilegio. Por el pleno cumplimiento de la Ley de Servicios Audiovisuales. Por la pronta sanción de una ley de Fomento de Revistas Culturales Independientes gráficas y de Internet. Por una comunicación social democrática y plural.”
Que así sea sigue siendo hoy una batalla.
Y es la nuestra.

 

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4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas

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La familia de la joven asesinada en Capilla del Monte volvió a viajar de Buenos Aires a Córdoba para reclamar que se asigne urgentemente un fiscal en la causa y que se investigue su femicidio. Hace 4 años el cuerpo de Cecilia fue encontrado luego de estar 20 días desaparecido; su familia denuncia una trama local que involucra a la última persona que la vio con vida, el ex boxeador Mario Mainardi, jamás investigado, y la complicidad de la justicia de Cruz del Eje, representada por Paula Kelm, que buscó inculpar a un perejil. Gracias a la lucha familiar se logró anular esa línea de investigación, que culminó en un juicio nulo, pero desde entonces no se retomó la instrucción; y pese a que en diciembre se anunció que un nuevo fiscal tomaría la causa, eso no sucedió, y las dilaciones siguen. Crónica de una nueva reunión con promesas y sin hechos, cuando la impunidad se hace cada vez más grande y el reclamo, también: “Verdad y justicia para Cecilia Basaldúa”.

Por Bernardina Rosini

Daniel y Susana, padre y madre de Cecilia Basaldúa ya perdieron la cuenta de las veces que han viajado desde la ciudad de Buenos Aires a Córdoba con el único objetivo de lograr justicia por su hija. Han perdido esa cuenta pero no la cantidad de días que contabiliza la impunidad: 1460, es decir, cuatro años. 

En efecto, hace cuatro años (el 25 de abril de 2020) encontraron el cuerpo de Cecilia Gisela Basaldúa en un codo del Río Calabalumba en Capilla del Monte, luego de veinte días de estar desaparecida. Cuando Daniel y Susana llegaron ayer a los Tribunales en Córdoba Capital, se los ve invadidos por la bronca y el hartazgo. Son cuatro años sin Cecilia y a la par sostienen que las líneas de investigación han sido deliberadamente manipuladas y el material probatorio  de contundencia, ignorado

La última vez que estuvieron parados sobre esa vereda fue el pasado 7 de diciembre, tras reunirse con el Fiscal General Juan Manuel Delgado. Celebraban la noticia: “Tenemos fiscal, vinimos con 3.000 firmas de apoyo pidiendo fiscal y lo tenemos. Es el Nelson Lingua y comienza el 1° de febrero, después de la feria judicial”. Cinco meses después, otra vez viajan 700 kilómetros para golpear la puerta del Palacio de Justicia pues tal designación no sucedió y la causa acumula once meses sin fiscal a cargo de la instrucción.

4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas
Daniel Basaldúa y Susana Reyes, papá y mamá de Cecilia: viajaron desde Buenos Aires para mantener una reunión y reclamar justicia por su hija.

El baile del fiscal

Mientras los Basaldúa llegaban el 25 de abril nuevamente a Córdoba para pararse frente a Tribunales y exigir justicia, fueron notificados que la Fiscal General Adjunta Bettina Croppi los convocaría a una reunión. 

Antes de ingresar al edificio Daniel comparte la situación actual de la causa “Nos vienen diciendo que no designan fiscal porque falta una firma: me cuesta creerlo. No puedo hacer nada más que venir y reclamar. Hasta ahora la única justicia que logramos fue que no metan preso a un inocente”. 

Hoy le cuesta hablar; tiene un nudo en la garganta y el rostro de su hija estampado sobre el pecho. “Sólo espero que esta investigación vaya tras los verdaderos sospechosos, tras Mario Mainardi, última persona que vio a Cecilia con vida, quien tenía pertenencias de ella y las regaló; la policía y la fiscal Paula Kelm contaban con ésta y más información y nunca lo investigaron. No podemos creer que Mainardi, que dijo trabajar en Uber porque no podía acreditar ingresos, tenga más poder que Diego Concha, quien fue durante décadas Director de Defensa Civil de la provincia y sin embargo hoy está preso”. 

Daniel pasa lista de todos los uniformados que participaron del caso y que hoy se encuentran desplazados, procesados o presos por distintas causas: el común denominador es la violencia de género. 

Mientras las abogadas ingresan junto a los padres de Cecilia a la reunión, afuera les esperan periodistas, agrupaciones feministas, trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos y familiares víctimas de violencia institucional. Repiten el colgado de banderas, los carteles con rostros de otras víctimas, y los cantos que se recitan como mantras: “¡¡Queremos fiscal, queremos fiscal, queremos fiscal!!” y “¡¡Justicia, justicia, justicia!!”.

Al salir, Giselle Videla -una de las abogadas de la familia- comparte lo conversado en la reunión: “Para iniciar nos han pedido disculpas puesto que en noviembre nos dieron la seguridad que tendríamos fiscal apenas finalizada la feria judicial. Como hoy no hay fiscal, y están subrogando fiscales de otros territorios que toman la causa por un plazo corto de tiempo, el avance es mínimo. Nos informaron en relación a esta situación que la designación de Nelson Lingua espera la firma del gobernador, Martín Llaryora. Ahora bien, nos enteramos que será designado como Fiscal reemplazante, y no como Fiscal titular puesto que Lingua no ha rendido el concurso que lo habilita para ese cargo; debe rendirlo ahora y recién en julio- agosto podremos saber si será finalmente el fiscal titular de la causa”. 

Para que se entienda: desde que el tribunal absolviera a Lucas Bustos en julio del 2022 reconociendo su inocencia y su no vinculación al crimen, y ordenara una nueva instrucción para dar con los responsables del femicidio, la causa demoró meses en ser asignada a un fiscal. Luego recaería en el Dr Raymundo Barrera de Cruz del Eje, fiscal que, hábil con el calendario, entre feria judicial y licencias llegó a junio del 2023, mes en el que se jubiló. 

Por la presión de la familia Basaldúa, en diciembre el mismísimo Fiscal General anunció la designación del Lingua el 3 de febrero; eso no sucedió y no hay certeza de que Lingua resulte el fiscal que definitivamente dirigirá la instrucción, puesto que no cumple con los requisitos.

4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas

Preguntas sin respuesta

Es mediodía y el cielo se refleja en las ventanas del edificio neoclásico de la calle Caseros; da la impresión que adentro estuviera vacío, que sólo es una fachada. “Hoy, 25 de abril se cumplen cuatro años de la aparición del cuerpo sin vida de Cecilia Gisela Basaldúa” lee Susana de la pantalla de su celular; ella también lleva una remera con el rostro sonriente de su hija. Sigue:

Cuatro años de impunidad y de violencia sistemática por parte del Poder Judicial a quienes pedimos y exigimos justicia por ella. La causa volvió a foja cero en el 2022 luego de pasar por un juicio vergonzoso.

El tiempo pasa y los asesinos de Cecilia siguen libres e impunes. No tenemos fiscal ni respuestas” y continúa “¿Cómo vamos a llegar a la verdad? ¿Qué fue lo que pasó con Cecilia? ¿Por qué tardó tanto en aparecer? ¿Dónde está Mario Mainardi? ¿Por qué la fiscal Paula Kelm ordenó tan rápidamente detener a un joven sin tener pruebas? Todas estas preguntas nos conducen una y otra vez a un círculo cerrado de impunidad entre funcionarios judiciales que se jactan en demostrar un abuso de poder constante”. 

La carta leída en la vereda, casi sobre la calle, concentra todas las preguntas que la investigación del femicidio debiera responder. 

Y la carta también cierra como se espera que cierre la investigación: “Verdad y Justicia para Cecilia Basaldúa”.

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La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

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Séptima entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, realizada por la fotógrafa de lavaca Lina Etchesuri.

Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

Ese jueves hacía 38 grados de calor pero parecían 43. El calor quemaba y picaba.

Faltaba el aire, el que había estaba caliente y la humedad pegoteaba.

El día que acompañé a la Ronda haciendo fotos para este proyecto, fui descubriendo imágenes a medida que los pasos y las sillas de ruedas daban vuelta como siempre, hace 2392 jueves.
La ronda siempre me emociona. Mucho. Las miro a las madres y veo proyectada las fotos de sus hijxs en su mirada, hacia delante, repitiendo Presente como un mantra de presencia y resistencia. Lxs veo a ellxs en imagen, mirando de frente en su juventud detenida. Veía a Elia, que ronda en silla de ruedas, con la foto de su hijo Hugo Meidan, desaparecido el 18 de febrero de 1977, hace 47 años, y pensaba si ese día hizo tanto calor, si la luz tenía esta misma inclemencia.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

En las rondas transcurre un tiempo extraño, persistente y atemporal. Las hermanas abrazan las fotos de sus desaparecidxs, gritan sus nombres con contundencia, caminan junto a las madres, junto a nosotrxs.

Transforman el tiempo y la imagen en un futuro posible.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

Sobre Lina

Soy Lina Etchesuri. Fotógrafa, editora y docente

Soy parte de la cooperativa Lavaca desde hace más de 12 años donde hago todo lo que me describe y más. Me hace sentir muy orgullosa y feliz.

Estudié con Filiberto Muganini en el Rojas durante los 90s. Hice la carrera de fotógrafa en la Escuela de foto y artes visuales de Avellaneda, durante el 2001 y los años siguientes. 

Me seguí formando en talleres visuales con mi querida Julieta Escardó y muchxs más.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

Viajé haciendo fotos durante algunos años: conocí al subcomandante Marcos y le saqué una foto en la que se está riendo. Estuve en Cisjordania, Palestina, durante 3 meses, viviendo retratando la vida bajo la ocupación. 

Junto con algunas personas y amigxs fundamos MAFIA en 2012, un colectivo de fotógrafxs que sigue hasta hoy.

Coordino talleres de foto e imagen.

Soy mamá de Fermin.

Y me encanta hacer todo lo que hago.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

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Un abrazo contra la motosierra

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Sin presupuesto actualizado (“cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2” informa el rector de la UBA) las universidades y los hospitales en “modo ahorro” deben cortar la luz, los ascensores, reducen cirugías, no tienen insumos. La imagen del Clínicas, uno de los más importantes del país: “Los pacientes se están quedando sin comida”. Hoy una gran concentración frente a ese hospital escuela simbolizó un abrazo en defensa de la salud y la educación pública, mientras el gobierno nacional juega a pelearse con las prepagas, y el de la Ciudad a subvencionar a quienes mandan a sus hijxs a colegios privados. ¿Qué pasa con lo público? ¿Cuándo comenzó el desastre? Distintas voces (directores de hospitales, rectores de universidades, trabajadorxs) relatan la realidad y los datos motosierra; la organización como única salida; y el canto “la UBA no se vende”, mientras la realidad, o los números, parecen indicar otra cosa.

Por Francisco Pandolfi

Un abrazo contra la motosierra

“Se defiende, la UBA se defiende”, fue uno de los hits / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Clarisa y Caetana acaban de salir de cursar dermatología. Clarisa tiene 24 años y lleva puesto un ambo azul marino. Caetana, de 23, uno verde oscuro. Son alumnas desde hace seis años de la Facultad de Medicina y hace tres caminan por los pasillos del Hospital de Clínicas, ya en la etapa de las prácticas. “Hace un rato terminamos una clase en la que no teníamos vendas”, dice Clarisa. Su compañera agrega: “El otro día, en un práctico, nos faltaba vaselina para curar las úlceras; sí, vaselina, probablemente el producto más básico y barato que se necesita”.

Alrededor de ellas hay una multitud, con ansias de visibilizar la gravedad de la situación.

Clarisa, Caetana y la marea contra el ajuste / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“Estamos funcionando al 30%”, comparte Marta, médica desde hace 38 años en el Clínicas.

“Los pacientes se están quedando sin comida”, cuenta Susana, auditora. 

“Soy empleado de limpieza del hospital, monotributista, trabajo cinco días por semana, siete horas por día y mi sueldo no supera los 150 mil pesos”, confiesa Diego Ruiz.

“Ya debimos reducir las cirugías y no atender a algunos pacientes”, expresa Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas.

“Estamos económicamente por debajo de un 80% sobre el presupuesto que deberíamos tener. Cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2”, precisa Ricardo Gelpi, rector de la Universidad de Buenos Aires.

Un abrazo contra la motosierra

Susana Dionisio, y la esperanza que genera el juntarse / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tiempos de abrazos

“La biblioteca destinada a la educación universal es más poderosa que nuestro ejército”.

José de San Martín.

Al libertador de la patria se lo homenajea con su nombre en calles y avenidas; clubes deportivos, teatros y centros culturales; plazas y parques; hospitales y universidades.

Y también en un hospital-escuela: el Hospital de Clínicas José de San Martín, dependiente de la Universidad de Buenos Aires y dedicado a tres ejes clave para el desarrollo de cualquier sociedad: la asistencia, la docencia y la investigación.

Son tiempos de clases abiertas; de paros y movilizaciones; de una marcha nacional universitaria a realizarse el próximo martes 23 de abril. Son tiempos de contar en cuántos meses y en cuántos días las universidades se quedarían sin presupuesto hasta cerrar sus puertas.

Son tiempos de abrazos.

Uno de ellos se forma con un montón de brazos, este jueves por la mañana, en la puerta del Hospital de Clínicas. Médicos, docentes y no docentes, estudiantes, le brindan un espaldarazo simbólico al Hospital de Clínicas, ubicado en el límite de los barrios porteños de Recoleta y Balvanera. Sobre la Avenida Córdoba, miles de personas se reúnen en la puerta principal para reclamar por el recorte presupuestario en todas las universidades del país, y en particular de las universidades escuelas.

Hay equipo en el Hospital de Clínicas /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Los cuerpos aplauden. Están vestidos con guardapolvo blanco; con ambos celestes y azules; con chaquetas bordós y verdes. De fondo, un telón negro enorme sirve de súplica para estos momentos. Es un ruego a la sociedad toda; y una exigencia, también, puertas adentro: “Defendamos la UBA”. Delante de la banderota se sostienen grandes letras blancas, hechas con cartulina, a mano, a pulmón, a necesidad de que el reclamo se vea un poco más. “La salud se defiende”, se lee, mientras se canta al unísono: “No se vende, la patria no se vende”. Minutos después, se cambia sólo una palabra: “No se vende, la UBA no se vende”.

Pero la realidad no parece indicar lo mismo. 

Problemas de fondos

Luego del abrazo, se rodea al hospital y en otra de las puertas de la institución, sobre la calle Paraguay, se lleva a cabo una conferencia de prensa. Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas, va al hueso: “Ya tuvimos que optimizar los recursos, que son insuficientes; no podemos comprar insumos, ni hacer transferencias porque no hay licitaciones de presupuesto que avalen las compras. Mientras, tenemos un montón de pacientes internados”. Sigue: “Es muy difícil no usar la luz en un hospital; no usar los ascensores cuando los pacientes necesitan usarlo… Lo mismo pasa con la calefacción. El año pasado estábamos orgullosos de haber comprado y cambiado la caldera, y este año no sabemos si va a funcionar, porque el modo de ahorro va a estar en el gas, en la luz, en todo”.

Le cambia la cara. Se tensa, aún más. “Poner a un hospital en modo ahorro es una agresión al médico. Es muy difícil mi lugar, el tener que decirle a mis colegas si pueden atender o no a alguien. No estamos haciendo una buena medicina con estas cosas”.

Un abrazo contra la motosierra

Marcelo Melo y Ricardo Gelpi en conferencia de prensa /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

A su lado está el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, acompañado por el Secretario de Hacienda Matías Ruiz. Juntos, definen lo terrible: “La UBA tiene dos partes principales en las que se divide el presupuesto. Una es la salarial, que consume entre el 85% y el 90%; y después está el gasto de funcionamiento, que consume entre el 10 y el 15%”. Desmenuzan: “En lo salarial hubo un recorte en términos reales ajustado por inflación del 35%, lo que significa que si en noviembre un docente o un trabajador cobraba 100 pesos, hoy cobra 65”. 

Sobre los gastos para el funcionamiento: “Lo dividimos en salud y en educación. En educación este año las partidas arrancaron congeladas al presupuesto del año 2023; hubo una actualización parcial del 70% desde marzo; pero en términos interanuales eso significa un 58% de actualización, comparado con una inflación de casi un 300% interanual. Por el lado de la salud, empezamos el año sin presupuesto, ya que la partida devengada del año 2023 no había sido asignada hasta esta semana”.

Tomar la calle en defensa propia / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Peligro de cierre

¿La partida ya firmada –pero aún no depositada–, es un remedio? “No, para los hospitales universitarios será de la misma magnitud nominal del año pasado. O sea, no es una actualización, ni un incremento”. Subraya el rector: “Estas partidas no están ajustadas por inflación, lo que significa que sólo podrán estirar un tiempo esta situación, pero estamos lejos de estar conformes. Si se mantiene esa partida, podremos funcionar como venimos dos o tres meses más. Y después, así las cosas, la UBA cierra, porque si no hay plata, no hay plata”.

El Secretario de Hacienda suma un dato, que agudiza el cuadro: “El pago de la energía eléctrica en el último año se multiplicó por siete. Y si comparamos con febrero de este año, sólo los últimos dos meses, se multiplicó por cuatro”. Y ejemplifica con una cuenta que no cierra: “El crecimiento del gasto, sumado a las partidas congeladas, hace que crezca más rápido el gasto que tenemos la universidades y empeorando cada vez más el funcionamiento”. 

Un abrazo contra la motosierra

La educación, la salud y la ciencia, en juego; en venta / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“El mal funcionamiento es de hace años”

La falta de recursos no empezó en la era Milei. Marta, médica desde hace 38 abriles, describe: “El mal funcionamiento viene de años, como consecuencia de malas administraciones anteriores. Y ahora, este recorte presupuestario es el tiro de gracia”. ¿En qué se venía mal? “De 12 quirófanos funcionan 5 y hay numerosas salas cerradas; cada vez se va achicando más la estructura, deteriorando y no hay presupuesto para mantenerlo”. 

Clarisa, alumna, añade: “El edificio tiene un montón de falencias, es muchísima la cantidad de arreglos que harían falta y esto viene desde hace años. Con este recorte, el único futuro que veo es que se caigan las paredes… Me da mucho miedo e impotencia”.

Florencia trabaja hace 10 años y el amor que siente por la entidad viene de familia: “Mi mamá trabajó ahí; mis dos hijos fueron a ese jardín; le salvaron la vida dos veces a mi mejor amiga; curaron a mi papá, a mi abuela”.

Admite que el hospital “siempre tuvo pocos recursos; siempre hubo carencia de insumos”. Profundiza: “La situación no viene bien hace mucho; las personas que deben hacer el presupuesto no valoran la calidad humana ni la cantidad de atenciones que se realizan por día. El hospital siempre tuvo lo básico, y en muchas oportunidades debimos conseguir insumos por fuera, siempre tardó en llegar el material que se necesitaba”.

Carteles, ruido, sonrisas: estrategias contra el recorte / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Orgullo nacional 

El Hospital de Clínicas es considerado uno de los hospitales más importantes de la Argentina y de América Latina. Se fundó en 1881 y allí se realizaron varios procedimientos por primera vez. Algunos hitos que nacieron entre sus paredes que hoy yacen descascaradas: la aplicación de la insulina, el cateterismo cardíaco, las residencias médicas, las punciones de riñón, las operaciones filmadas. Dice la médica y hoy auditora Susana Dionisio: “En este hospital se formaron la mayor parte de los médicos de renombre que hay en toda la medicina prepaga”. Suma otro caso testigo: “Hay que acordarse de acontecimientos como el de la AMIA, cuando sucedió el atentado este hospital recibió a la mayoría de los heridos, y fue gracias a este hospital que se salvó a muchísima gente. Entonces, podés hacer un comité de crisis, pero si al mismo tiempo desfinanciás a la educación, está muy mal. El presidente se merece un juicio político y la oposición tiene que pararse y ser una oposición real, sino perdemos la democracia”.

Marta Cora Eliseht es médica de obstetricia del hospital de Clínicas y docente de la Facultad de Medicina. “El Clínicas es fundamental, un orgullo nacional; no sólo cumple funciones asistenciales, sino también de docencia en áreas de pregrado y postgrado; esta es la sede de infinidad de carreras. Somos especialistas en obstetricia y atendemos muchos embarazos de alto riesgo, casos que no se atienden en otros lados”. 

Un abrazo contra la motosierra

Marta es médica en el Clínicas desde hace 38 años /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

En el hospital trabajan más de 3.200 empleados y se atienden alrededor de 365 mil personas al año. En lo educacional, cursan por año cerca de 1500 alumnos. “Hay cinco cátedras y estudiamos 300 personas promedio en cada una. Este es el hospital escuela más grande del país”, explican Clarisa y Caetana, estudiantes de medicina. 

Las palabras de Sofía, que integra la comisión interna, laten: “El hospital-escuela literalmente es el corazón de la UBA, donde se retroalimenta la ciencia, la investigación, la educación, pero sobre todas las cosas la salud pública, con todo lo que conlleva ese concepto de gratuidad e inclusión. Queremos seguir brindando la atención de calidad a los y las pacientes, pero sobre todas las cosas contar con un financiamiento que nos permita que nuestra casa, como así consideramos al hospital, siga funcionando. No queremos tener el privilegio de pisar la UBA, sino el derecho de seguir en ella”.

Un abrazo contra la motosierra

Una que pedimos (casi) todxs /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Un dolor inenarrable

El hit se vuelve a cambiar: “Universidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode se jode”, se vocifera con angustia y con firmeza, en un clamor popular que hiela la sangre. Las y los laburantes le dan magnitud al problema. La obstetra Marta Cora Eliseht dice: “En el sector no tenemos espéculos, vidrios para hacer papanicolaou, guantes, gasas, algodón, lo básico. Los profesionales de la salud estamos intentando conseguir donaciones de entidades privadas para suplir las faltas”. Sintetiza: “Estamos sufriendo un ataque artero a la universidad pública”.

Susana Dionisio es médica desde hace 49 años. Quince los trabajó en el Clínicas, donde ahora es auditora. “Sentimos un dolor que no se puede narrar. Los pacientes se están quedando sin comida y solidariamente se intenta ayudar entre sindicatos, médicos y administrativos, pero los insumos médicos no los podemos comprar. Ya se está cortando la luz a cierta hora, no se puede creer”. 

Un abrazo contra la motosierra

La potencia de Elsa Carrizo, la potencia de lo colectivo /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Elsa Carrizo es delegada general de la comisión interna del Hospital de Clínicas. Tiene puesto un guardapolvo blanco, que lleva el logo de la institución. Se lee: “Fundado en 1881”. Dice: “Trabajamos con obras sociales, pero es impresionante la cantidad de gente sin obra social que viene, alcanza con ver las colas que se forman a la mañana. Ya no tenemos insumos ni para el mantenimiento, ¿con qué vamos a limpiar? Hay un combo de muchísimas necesidades en el hospital”.

“Últimamente no nos estuvieron entregando secadores”, detalla Diego Ruiz, empleado de maestranza. Cobra menos de 150 mil pesos por mes y sólo el monotributo para facturar (no está en planta permanente) le cuesta alrededor de 18 mil. “Estamos en una situación de mierda, personalmente para mí es imposible llegar a fin de mes”.

Un abrazo contra la motosierra

Diego cobra menos de $150 mil por mes. Y no es una joda / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tomás trabaja en el área de personal hace 5 años y es delegado de la comisión interna. “No hay paritarias y los sueldos quedan muy bajos. Tenemos poco más de 300 contratos que salen del bolsillo del hospital y son los que más corren peligro. Estamos hace un par de meses sin aumento y no hay respuesta del gobierno ni comunicación. Estamos estancados, no da para más”.

Carolina Nadal es empleada desde hace 30 años. Hoy es la jefa del departamento de Trabajo Social. “El presupuesto que se está ejecutando es el del año pasado y esto es inviable en términos de sostenimiento, de todo lo que se necesita para que funcione el hospital de manera integral. El gobierno va a tener que responder de una manera diferente a la que está respondiendo ahora. Siento mucha bronca e indignación, pero al mismo tiempo tengo la esperanza de que en las calles, con la resistencia, haya otro desenlace que no sea cerrar las puertas”.

“Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla”.

José de San Martín.

Clases abiertas, presupuestos cerrados / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

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