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Cuba sin Fidel: Héroes y tumbas

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Una nueva generación sacude el ritmo de la isla que sigue sufriendo el bloqueo, pero que ya desarrolló sus propias estrategias de cambio. Por Franco Ciancaglini.

Cuba sin Fidel: Héroes y tumbas

Los periodistas hablan de Fidel, de Raúl, de Trump y no se terminan de dar cuenta que el nuevo mito contemporáneo en Cuba es Cristiano Ronaldo. Lo mismo podría decirse sobre las banderas: entre las habituales rojas, azules y blancas se han colado el azulgrana del Barcelona y el blanco del Real Madrid.

Los periodistas sostienen que estos equipos mantienen dos sistemas distintos de juego. Con Messi como bandera, pero también con cracks surgidos de la cantera del club, el Barcelona apuesta al juego al ras del piso, construido lentamente hacia los costados y de abajo hacia arriba; el Real Madrid, en cambio, tiene un equipo compuesto por jugadores que compró a otros clubes a costos altísimos, con un juego que se caracteriza por ser vertical, efectivo y pragmático.

La televisación de los partidos de la Liga Española convirtió a los cubanos en expertos conocedores de los nombres que componen cada formación y el día y horario de cada partido. Y si bien la competencia está pareja, una caminata por el malecón basta para detectar en el revés de esa camiseta, en el banderín colgado del retrovisor de aquel carro o en la impresión berreta pegada al ropero, a este hombre: Cristiano Ronaldo.

En Santiago de Cuba, el cementerio de Santa Ifigenia tiene concurrencia récord: 10 mil personas por día. “La mayoría cubanos, porque vienen de toda la isla a ver al Comandante”, dice el jefe de seguridad. Es cierto: aunque está José Martí, el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y muchos mártires de la revolución, todos dejan una rosa frente a una enorme piedra que lleva una sola palabra:

-Fidel.

Aquí se encarna la orfandad que sienten muchos cubanos desde su muerte: las lágrimas, los rostros afligidos o una pasada rápida sin tanto espamento, como parte de una devolución obligada:

-Gracias.

La muerte de Fidel puede analizarse con múltiples perspectivas políticas, pero muchos cubanos prefieren explicarla con los lugares comunes que uno usa cuando se va un ser querido:

-Lo lloré como si fuese un familiar – dice Dania, directora del teatro de títeres de la ciudad de Holguín.

Ana, que habita el barrio El Vedado en La Habana, precisa:

-Un padre.

Como en toda Cuba, Santiago sale a la calle el 28 de enero para recordar el nacimiento de José Martí, poeta y líder independentista cubano. Es el día de las marchas de antorchas encabezadas por estudiantes. Es la primera movilización que recuerda al mártir post Fidel. Santiago, la ciudad de Antonio Maceo, el lugar que eligió Fidel para empezar el camino revolucionario, esta vez, solo por esta vez, cambia el rostro de Martí para levantar el de su “mejor apóstol”, según titula al otro día el diario Granma. Quedarán pegados carteles en casas, autos y negocios que mezclan al eslogan de este siglo con el hombre del siglo pasado: “Yo soy Fidel”.

En la otra punta de Cuba, La Habana, la reputada compañía de teatro El Público presenta la obra Harry Potter, se acabó la magia. Representada por jóvenes de 17 a 23 años, dirigida por Carlos Díaz y escrita por la joven dramaturga Agnieska Hernández, el texto fue elaborado a partir de las propias experiencias personales de los actores: por ejemplo, el de un padre que va a la escuela a preguntar qué le han enseñado a su hijo hoy.

-Que Martí es un héroe

-¿Y qué es un héroe?

-Alguien muy herooooico – responden a coro los niños y su profesora trava.

Dicen que en una de las primeras funciones, uno de los Miami Five (los 5 cubanos que estuvieron presos en Estados Unidos por hacer contrainteligencia) se levantó a los 5 minutos y salió por donde había entrado. A pesar de este tipo de reacciones, la obra ganó los Premios Villanueva que otorga la crítica teatral cubana y durará 100 funciones. Hasta ahora, todas a sala llena.

No es novedad que el arte es político en Cuba – como en todas partes-, pero sí estos egresados de la Escuela Nacional de Arte de cuerpos entrenados, casi andróginos, que subliman la crítica no desde el discurso contrarevolucionario, sino desde el desate del deseo, en todas sus formas: de lo sexual a lo social, y viceversa.

Como un nieto rebelde cansado de escuchar las historias de su abuelo, Cuba se debate en una brecha generacional, pero también entre los gays y las trans que se dejan ver por las calles de La Habana. Así los artistas van creando nuevos paradigmas.

-Un Martí gay, un Fidel trans – dirá alguien al salir de la sala.

Al igual que la muerte de Fidel, la marcha de las antorchas y las telenovelas brasileras, los cubanos siguieron por tevé el apretón de manos entre Raúl Castro y Barack Obama en la VII Cumbre de las Américas en Panamá, símbolo del reanudamiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, esperando que ese saludo se transformara en un futuro mejor.

-En Cuba no hay Mc´Donalds –avisa Ana. – Nada cambió.

El último cambio político concreto respecto a Estados Unidos ocurrió en el tiempo de descuento del gobierno de Obama: la ley que beneficiaba a los cubanos que llegaban a Estados Unidos dejó de tener vigencia. La tapa del Granma notificó el cambio como siempre cuando se trata de anuncios importantes: “Declaración del Gobierno Revolucionario”, titularon las letras rojas que daban pie al comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores. Celebraba así “un importante paso en el avance de las relaciones bilaterales” como conquista de un “interés permanente del gobierno de Cuba de adoptar un nuevo acuerdo migratorio con los Estados Unidos” para “garantizar una migación regular, segura y ordenada”.

Sin embargo, jóvenes como Laura (27) no terminan de ver la parte positiva del acuerdo: “La ley echa para atrás. No propone nada nuevo, sino que cancela una realidad que ya existía”. Laura, que ya cursa una maestría y está bien posicionada en su trabajo, se plantea la posibilidad de un viaje como deseo legítimo. Si bien países como Rusia, China, Venezuela, Canadá ofrecen ventajas para los cubanos, y Estados Unidos otorga 20 mil visas anuales, Laura aclara que no es sólo cuestión de pasaporte: “No se trata solo de poder viajar, sino de tener la plata para poder viajar.  Eso no cambia”.

Sigue Ana: “Lo que no cambió nunca es el bloqueo”.

Donald Trump, ¿qué cambia?

-Nada. Aguantamos 58 años con ellos en contra: 4 años más…

El videoclip de la canción Nada más triste del trovador cubano Tony Ávila narra la historia un pueblo que se llama La Felicidad, donde los mendigos le dan plata a él, donde hay una casa de cambio que cambian oro por libros y un cura pasa con un parlante pegado a la oreja. Cuando los músicos de la banda de Tony acceden a ir hasta el lugar a comprobar sus cuentos, los ojos de Tony se abren estupefactos al notar que cambió su nombre a La Realidad y lo que se ve es un joven tirando con un hilo un juguete hecho de botellas, en medio de un campo desolado.

Por fuera de este tipo de artilugios artísticos, contar hoy la realidad es casi un asunto imposible en Cuba y en cualquier lado.

Así como éste, Tony tiene otras canciones que pintan otros mundos cubanos, como por ejemplo El timbirichi, como se les llama a los negocios cuentapropistas que el Estado ha permitido instalar en las casas. Dice la canción:

“Ya tengo la competencia

a dos puertas de mi casa,

si vender es una ciencia,

vamo a ver qué es lo que pasa.

Con los timbirichi,

todo es muy lindo por fuera,

pero mi preocupación,

es que Cuba no se muera

vendiendo en el mostrador

de un timbirichi”.

Si bien Tony puede parecer sumamente crítico con Cuba, los programas de chimentos cubanos lo han acusado de lo contrario, y, en ocasión de un viaje a Miami para tocar, congresistas republicanos pidieron y lograron la revocación inmediata de su visa.

Hace años la viene remando, pero recién este año logró pegar un hit que se canta en las fiestas como un verdadero himno. No habla ni de críticas al régimen ni a Miami. El estribillo dice así:  “A Chacho lo que más le gusta de Chicha es que siempre tiene limpia la choza”.

En el interior de la isla, las licencias para montar un negocio propio – hostel, peluquería, restorán o almacén- son junto a la posibilidad de comprar y vender casas los dos nuevos motores del cambio social cubano. “Hay mucha gente que así se independiza”, analiza Ana, que lee los cambios dentro del conjunto de medidas “nuevas” del gobierno revolucionario.

Leonardo, que es médico, dejó de ejercer cuando se enteró que uno de sus tres hijos padecía una grave enfermedad, tenía que viajar y pagar medicamentos caros que su sueldo no podía cubrir: 800 cubanos, unos 60 dólares estadounidenses. Ahora alquila una pieza en su casa para viajeros en la turística Trinidad, y ya planea hacer más cuartos con la misma función.

-Esto es como Venecia: o sos turista o vivís del turismo – dirá Leo.

Pavel, en la ciudad del Holguín, trabajaba en una dependencia estatal y también decidió dejar el empleo por razones familiares – pronto será padre- y también acomodó el cuarto del fondo para recibir viajeros.

Elio habita un extraño paisaje: el valle de Viñales donde campesinos como él cultivan tabaco y ron. Elio cuenta su historia de amor con María y sus dos hijos, y cuenta también una de terror: cuando los militares en la época del dictador Fulgencio Batista les robaban los chanchos y no dejaban que se juntasen más de dos o tres personas en este enorme valle.

-Si éramos tres, ya pensaban que éramos revolucionarios.

Elio fue uno de los tantos campesinos beneficiados con los títulos de propiedad que otorgó el gobierno revolucionario tras expropiar hectáreas a los grandes latifundistas. Comenzaba entonces la revolución dentro de la revolución: la de los alimentos. La consecuencia fue que se comenzó  a practicar una agricultura de corte agroecológico sin precedentes en la región, sin combustibles fósiles ni insumos importados desde la ex URSS.

Un hombre parado surfeando sobre
un remolque tirado por dos bueyes que remueven la tierra ilustra cómo se hizo esto:

-El tractor cubano – bromea Elio.

En el partido de Pinar del Río, dentro del cual se encuentra Viñales, es el sitio donde se cultiva el mejor tabaco del mundo y se elabora el más sabroso ron del planeta y también frijoles, yuca, malanga, tomate, boniato y otras verduras que van rotando pasados los meses.

La producción es vendida al Estado en uno 90%. Luego, el gobierno la comercializa a las más conocidas empresas de tabaco del mundo: Cohiba, Romeo y Julieta, Partagás… Con el 10% restante los campesinos fabrican sus propios puros:

-En vez de productos químicos, lo fermentamos con frutas como mango, papaya, guayaba – explica Elio, demostrando que todo cubano es especialista en marketing.

Pero estos valles fértiles no son los únicos lugares donde se ve la revolución verde cubana. Durante el “período especial”, los cubanos empezaron a cultivar alimentos donde podían, sobre todo en terrenos baldíos en las ciudades: es común ver en barrios como El Vedado o Miramar de La Habana prolijas hectáreas entre edificios plantadas con variedad de cultivos. Golpeado por la crisis  inducida por el bloqueo y la escasez de alimentos, Cuba se volcó así a una agricultura de subsistencia y en pequeña escala que llegó a representar el 50% de la provisión de frutas y verduras en La Habana y hasta un 80% en pequeños pueblos. Según cálculos estatales, hoy se ocupan 140 mil personas particulares que usufructúan la tierra pública: granjas familiares, cooperativas y granjas estatales.

Cuando se le nombra el monocultivo de soja y una empresa llamada Monsanto, Elio simplemente levanta los hombros, como quien escucha una historia sobre extraterrestres.

En una librería cubana uno puede comprar por monedas libros de distintos autores de la isla y también de otras partes del mundo. Es el caso de la española Belén Gopegui, quien tiene editada en Cuba una novela excelente, Acceso no autorizado, y también un pequeño libro llamado Un pistoletazo en medio de un concierto acerca de “escribir de política en una novela”.

Dice: “En una de mis novelas un personaje observa cómo nadie en España dice, por ejemplo, de España, o de Francia o de Inglaterra: “La sanidad pública no funciona bien, por tanto, la democracia representativa debe dejar de existir”. Nadie dice: “En España el índice de SIDA en las prisiones es alarmante, por tanto, acabemos con el capitalismo”.

Este mecanismo de tomar la parte
por el todo suele aplicarse sólo a los proyectos revolucionarios pues -como se sabe- no resulta extraño oír decir: “En Cuba, los autobuses no funcionan bien, por tanto, la Revolución debe dejar de existir”.

Propone Gopegui: “Probemos a seguir esta lógica, una vez, con el capitalismo”.

Como pasa a menudo al hablar de Cuba, las chicanas políticas se alargan cuando en verdad uno pretende hablar de otra cosa. Por ejemplo, de literatura.

Cierra Gopegui: “Las historias pesan, las novelas pesan, y pesan más todavía las historias que no han llegado a ser novelas, las que no se abren camino: pesan por todo lo que no muestran, por todo cuanto impiden vislumbrar. (…) Ahora ha empezado un nuevo siglo y es tiempo de que empiece una nueva novela en abierto conflicto con la verosimilitud dominante; una novela que contará las vidas de todos quienes sabemos que no estamos solos, que venimos de muy lejos, que somos muchas personas y, aunque apenas se nos oiga, podríamos voltear la Historia”.   

 

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Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

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La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

Fotos: Juan Valeiro.

Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

“Pan y circo”, dice. 

Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El poco pan

La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

“Si no hay aumento, 

consiganló, 

del 3% 

que Karina se robó”. 

Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El mucho circo

Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

Silencio. 

“¿Me pueden decir sí o no?”. 

Silencio.  

Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

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Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

  • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
  • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
  • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

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Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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