CABA
Technópolis: qué es AgTech, la nueva avanzada transgénica
Corporaciones cada vez más grandes y poderosas. Nuevos (y cuestionados) transgénicos y más agrotóxicos. Organismos internacionales y la fundación del multimillonario Bill Gates. Es el resumen de la nueva etapa del agronegocio en Argentina, que incluye el desarrollo de carne sintética (de laboratorio) y políticas científicas al servicio de un modelo con amplias consecuencias ambientales, sociales y sanitarias. A contramano de la soberanía alimentaria, el gobierno nacional ya dio el visto bueno a la profundización del modelo transgénico. Por Darío Aranda.

La historia se repite.
Corría el 23 de marzo de 1996 cuando Felipe Solá, entonces secretario de Agricultura, hoy canciller, aprobó la soja transgénica de Monsanto. Firmó la resolución en tiempo récord: el trámite administrativo para autorizar la soja de Monsanto y provocar una cambio drástico del modelo agropecuario argentino duró solo 81 días
Las consecuencias son bien conocidas: desmontes, desalojos masivos del campo (violencia incluida), fumigaciones con agrotóxicos y enfermedades, empobrecimiento de suelos, contaminación de cursos de agua, dependencia, concentración de tierras en pocas manos.
Veinticuatro años después, lejos de promover un cambio de modelo, corporaciones y funcionarios van por la profundización del modelo, ahora bajo un nombre técnico-cibernético-futurista: “AgTech”.
Formalmente está impulsado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), organismo “especializado en agricultura” del sistema interamericano, integrado por 34 países del continente. Su objetivo es “estimular, promover y apoyar los esfuerzos de los Estados miembros para lograr su desarrollo agrícola y el bienestar rural por medio de la cooperación técnica internacional de excelencia”. Su lema: “Sembrando hoy la agricultura del futuro”.
El nuevo plan para el agro argentino está plasmado en un documento de 60 páginas titulado “AgTech. El nuevo paquete tecnológico del sector agropecuario”, que desde su tapa muestra praderas verdes, sol brillante y drones fumigadores.
El documento hace un breve repaso del modelo transgénico y señala que fue exitoso en base al “paquete tecnológico” con cuatro ejes fundamentales: organismos genéticamente modificados (transgénicos), uso intensivo de agroquímicos, siembra directa y máquinas de mayor porte.
Celebra que con ese modelo se logró aumentar la producción, pero reconoce que “aparecieron nuevos problemas, resistencias de malezas a los herbicidas, problemas ambientales, empobrecimiento de suelos, resistencias, enfermedades en animales a vacunas, reducción dramática de polinizadores por efecto de la deforestación”. Lo que más les preocupa es que “estos problemas se traducen en mayores costos”.
Lejos de una autocrítica o indicio de cambio de modelo, desde IICA (junto a empresas y gobiernos) impulsan profundizar el agronegocio con el eufemismos de “soluciones tecnológicas” ahora bajo el nombre de AgTech.
Se trata –según el documento– de tecnologías de sensores, mayor automatización de procesos, menos mano de obra, dispositivos de procesamiento de datos estadísticos, “herramientas de inteligencia artificial” y la técnica transgénica llamada “CRISPR”. Aseguran que con esas herramientas obtendrán mayor producción, reducción de costos y más rentabilidad. “Se podrán aumentar los rendimientos de cultivos globalmente en un 22 por ciento”, promete el IICA.
AgTech abarca desde soja, maíz y trigo hasta arroz, caña de azúcar, porotos e incluso árboles transgénicos. También incluye a la ganadería; modificación en los engordes a corral para aumentar los kilos de los animales en menoS tiempo, nuevas técnicas de modificación genética y hasta la masividad de la producción de carne artificial o sintética (que ya se produce) bajo un discurso “verde”, que apunta al sector creciente de vegetarianos. El propio informe anuncia que los primeros avances serán en Argentina y Brasil, los países con más hectáreas de transgénicos de la región.
Manipulando genes
Un pilar fundamental de AgTech es una nueva técnica para cortar y pegar genes. Y así lograr cultivos (o animales) de laboratorio a medida del cliente. Desde soja resistente a más agrotóxicos hasta papas que no se oxidan (“ennegrecen”), caballos supuestamente más fuertes y vacas con más kilos.
La técnica se llama CRISPR/Cas9 (“Repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas”, por sus siglas en inglés) y aparece una docena de veces en el documento del IICA. Las empresas de biotecnología la publicitan como una solución mágica para “producir más” y mejorar razas. Los gobiernos (con Argentina y Brasil a la cabeza) impulsan la propuesta empresaria e incluso evaden las regulaciones con la que cuentan los transgénicos.
“Tarde o temprano será posible modificar la especie”, tituló el diario La Nación en Argentina. “La edición de genes logra luchar contra las infecciones”, destacó el diario Clarín. Por su parte Infobae celebró: “La vaca argentina del futuro. Logran mejorar el ADN de los animales en una sola generación”.
Los artículos periodísticos difunden acríticamente la técnica de modificación de genes llamada “edición genética”. Consiste en un conjunto de métodos y tecnologías que permiten realizar modificaciones en el genoma sin requerir la introducción de un gen foráneo. Con esta nueva tecnología se pueden eliminar genes, invertirlos, modificar su secuencia, silenciarlos o potenciarlos.
La publicitan como una forma más precisa, barata y eficaz que los transgénicos anteriores, que permitiría resolver el hambre, las enfermedades y hasta “diseñar” seres humanos que resistirán enfermedades. Cuenta con una gran maniobra de propaganda mediática para no pasar por ninguna ley de bioseguridad y, al mismo tiempo, ocultar las críticas o dudas que implica la tecnología. Con edición genética las empresas pueden producir cualquier tipo de transgénico, resistente a diversos y cuestionados agrotóxicos.
“Argentina es el primer país del mundo que tiene regulación para la edición génica”, solía ufanarse Martín Lema mientras era titular de la Dirección de Biotecnología del Ministerio de Agricultura. Lema, que tiene papers “científicos” firmados junto a Bayer-Monsanto y Syngenta, es un camaleón político, pasa de un color a otro sin sonrojarse: fue funcionario del kirchnerismo y luego del macrismo. Siempre defensor de los intereses de las empresas y laboratorios, fue vital en la aprobación de decenas de transgénicos y en el avance de edición genética en Argentina.
Lema fue eyectado recientemente por Marcelo Eduardo Alos, secretario de Alimentos y Bioeconomía. Su reemplazanate es otra militante transgénica, Dalia Lewi, proveniente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) e integrante de la Comisión Nacional de Biotecnología (Conabia), la oficina que aprueba los transgénicos en base a estudios de las propias empresas. En la Dirección de Biotecnología permanece en su cargo la responsable de dar luz verde a la edición genética y mano derecha del saliente Lema, Agustina Whelan, licenciada en biotecnología de la Universidad de Quilmes.
Elizabeth Bravo, doctora en ecología de microorganismos y miembro de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos (Rallt), explica que estas nuevas tecnologías moleculares alteran la estructura y funciones de la molécula viva, la forma como estas se relacionan con su medio ambiente inmediato, trastocan los ciclos biológicos y evolutivos. “Hasta ahora no es técnicamente posible hacer ni un solo cambio aislado en el genoma usando CRISPR y que sea totalmente preciso y seguro. Esa técnica acaba generando en múltiples ocasiones modificaciones distintas a las deseadas, incorporando más ‘ruido genético’, más alteraciones”, afirma.
Bravo cuestiona que, ignorando estos hechos, los genetistas y biólogos moleculares han creado sistemas experimentales artificiales en los que las fuentes de variación ambientales o de otro tipo se ven minimizadas.

Millonarios multinacionales
La organización Naturaleza de Derechos publicó una detallada investigación que da cuenta del vínculo entre AgTech en Argentina y los actores que hay detrás. “El socio menos pensado. El desembarco de Bill Gates en el sistema alimentario argentino”, es el título del trabajo realizado por el abogado Fernando Cabaleiro. Allí detalla que AgTech es una fiel copia de “AgOne”, una iniciativa de la fundación del creador de Microsoft, llamada “The Bill y Melinda Gates Agricultural Innovations LLC”.
Cabaleiro retoma el escrito de la reconocida activista india Vandana Shiva (junto a Prerna Anilkumar y Urvee Ahluwalia) que analiza el plan global de Bill Gates y el título resume todo: “La recolonización de la agricultura”. Y dice: “AgOne está siendo aclamada como una nueva organización sin fines de lucro para ‘llevar los avances científicos a los pequeños agricultores cuyos rendimientos están amenazados por los efectos del cambio climático’. El objetivo es ‘acelerar el desarrollo de innovaciones que son necesarias para mejorar la productividad de los cultivos y ayudar a los pequeños agricultores, la mayoría de los cuales son mujeres, a que se adapten al cambio climático’. Pura retórica para una emulación perfecta, el AgOne de Bill Gates, que en Argentina se llama AgTech. La Agricultura 4.0 que Gates quiere imponer en el mundo”, denuncia Cabaleiro.
La investigación de Naturaleza de Derechos precisa que el plan AgTech nace del acuerdo en 2018 firmado por el director general del IICA, Manuel Otero, y el presidente de Microsoft Latinoamérica, César Cernuda, bajo el título “Alianza digital educativa para las Américas”. Allí se citan todos los términos y propuestas que ahora figuran bajo el nombre de AgTech: digitalización completa de la agricultura, “internet de las cosas”, “big data” e “inteligencia artificial”, tecnologías de información, drones, sensores para el agro y agricultura de precisión, entre otros.
“AgTech, presentado de la mano de Manuel Otero del IICA, no es otra cosa que el AgOne que soñó, diseñó y construyó Bill Gates desde el filantrocapitalismo, desarrollando e invirtiendo en investigaciones y proyectos tecnológicos para ser aplicados sin evaluación de riesgos en el sistema agroalimentario, y que no tienen otro fin que generar procesos de acumulación del capital, concentración económica, apropiación de recursos genéticos y dominación social”, afirma Cabaleiro y describe el modus operandi de Bill Gates: cooptar instituciones de carácter público para imponer su agenda en la agricultura de los países.
La investigación de Cabaleiro, que está disponible en Internet, detalla otros actores que forman parte de AgTech: el multimillonario mexicano Carlos Slim (mediante la corporación Global Hitss), Bayer-Monsanto, Corteva (Dow, Dupont, Pionner) y Syngenta. Cabaleiro no tiene dudas: “Conforman la alianza más peligrosa para la agricultura y la soberanía alimentaria de cada país en América Latina y el Caribe”.
El propio informe del IICA, en su página 33, precisa en un gráfico el rol protagónico de esas empresas. Y suma a John Deere, Cargill, ADM, Land’O Lakes, MGV y a las argentinas Grupo Insud, Bagó y Bioceres.
Ciencia extractiva
La profundización del agronegocio impulsada por IICA y las corporaciones transgénicas le otorgan un rol protagónico al mundo académico. Muestra de ello es que el plan AgTech se presentó formalmente el 30 de junio bajo el título “el impacto científico tecnológico en el desarrollo del sector agropecuario”. Fue un evento de alta diplomacia regional, ya que además de IICA estuvo impulsado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). Presentaron en detalle en qué consiste AgTech. Hablaron, entre otros, el ministro de Agricultura, Luis Basterra, el de Ciencia, Roberto Salvarezza, y el director de la Asociación Semilleros Argentinos (donde confluyen las grandes multinacionales transgénicas), Alfredo Paseyro.
Basterra dio la bienvenida a lo planteado en AgTech, señaló que el Estado interviene para que las “innovaciones” lleguen a pequeños y medianos productores, y celebró la “articulación pública-privada” en emprendimientos de maquinaria y biotecnología.
Salvarezza destacó que el Ministerio de Ciencia está alineado para aportar al desarrollo del sector agropecuario, “uno de los sectores más importantes para el desarrollo del país”. Afirmó que entre los “grandes temas” sin dudas estará aportar al desarrollo de la biotecnología “con semillas propias”, y dio como ejemplo a seguir a la empresa Bioceres (donde participan los millonarios argentinos Gustavo Grobocopatel y Hugo Sigman, entre otros), que en sociedad con la científica Raquel Chan (de la Universidad del Litoral y Conicet Santa Fe) desarrolló una soja y un trigo que resistirían “a la sequía y a la salinidad”.
También participó del evento Diego Hurtado, secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, mano derecha de Salvarezza. Calificó como “excelente” la propuesta de AgTech y afirmó que “la ciencia y tecnología es crucial para el agro”. Hurtado, que suele mostrarse como progresista en público, fue un entusiasta aplaudidor de las políticas de Lino Barañao durante el kirchnerismo. Tomó distancia de él durante el macrismo y, junto con Salvarezza, fue de los mayores críticos de la gestión en ciencia durante el gobierno de Cambiemos. Pero su mayor cuestionamiento fue a la falta de presupuesto, no al modelo científico al servicio de las empresas, en el que coinciden con Barañao.
En el evento, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura le marcó la cancha a los gobiernos: “La adopción de las AgTech es también un problema de políticas públicas, tanto para el sector de producción agropecuaria como para el de ciencia y tecnología. La función del Estado es la de facilitar la adopción del cambio tecnológico por parte de las empresas, muchas veces con énfasis en la vinculación con el sistema de ciencia y tecnología”.
El IICA llamó a “facilitar la vinculación” entre el sistema científico y tecnológico con los “emprendedores” (empresarios). Recomendó “regímenes especiales” para áreas agronómicas y de ciencias exactas. “En el caso de Argentina, también es clave alinear las expectativas de ambos sectores –científico y emprendedor– para generar un lenguaje común donde convivan el mundo científico y la lógica capitalista”, instó el IICA.
Soberanías y democracias
La Vía Campesina es el movimiento internacional de campesinos y trabajadores rurales presente en setenta países. Es la organización iniciadora del concepto de soberanía alimentaria como derecho de los pueblos a decidir las políticas agrarias y alimentarias. El paradigma fue presentado en 1996 en la Cumbre Mundial de la Alimentación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO). Y marcó un camino hacia un sistema agropecuario que prioriza a campesinos, indígenas y la autodeterminación de los pueblos por sobre el modelo que privilegia a las grandes empresas de insumos, transporte y comercialización. “Soberanía alimentaria es el derecho de los campesinos a producir alimentos y el derecho de los consumidores a poder decidir lo que quieren consumir y cómo y quién se lo produce”, resume la Vía Campesina. Implica un sistema que da prioridad a las economías locales, la producción sana, el comercio justo, semillas criollas, políticas públicas para los sectores populares del campo, redistribución de tierras, acceso y gestión de territorios en manos de campesinos.
El lunes 8 de junio, el presidente Alberto Fernández anunció la expropiación de la cerealera Vicentín. Argumentó que el objetivo era contribuir a la “soberanía alimentaria” que abrió un debate que continúa en algunas organizaciones socioambientales y campesinas que siguen discutiendo en plataformas virtuales sobre la expropiación. Pero ya ningún funcionario de primera línea menciona la palabra “expropiación” y mucho menos hablan de soberanía alimentaria.
El 8 de julio, en un acto por videoconferencia, Alberto Fernández mandó un mensaje claro: “El campo tienen mucho para dar en la Argentina que viene”. Y ponderó “el desarrollo tecnológico del sector”.
El 9 de julio, en el acto por el Día de la Independencia, el presidente Fernández brindó su discurso escoltado de los titulares de cámaras empresarias entre los que estaba el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina, la entidad más conservadora del campo local.
La asambleas socioambientales acuñaron un término muy gráfico aprendido de la lucha: “A más extractivismo, menos democracia”. Fernando Cabaleiro, en su investigación sobre Bill Gates en el agro argentino, explicita los abusos del modelo: “AgTech de IICA y AgOne de Bill Gates no van al Congreso Nacional. No habrá una ley nacional, ni debate real. Una mera resolución administrativa es suficiente para imponer un modelo de agricultura que puede condicionar nuestras libertades y la soberanía alimentaría por siempre. El régimen agroindustrial en la Argentina jamás fue escenario de un debate democrático”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Revista MuHace 4 díasMu 208: Lara Brenda Morena

#NiUnaMásHace 6 díasUn mes sin Brenda, Lara y Morena: lo que se sabe de la trama narcofemicida

Soberanía AlimentariaHace 5 díasMiryam Gorban: hasta siempre, maestra

#NiUnaMásHace 3 semanasLara, Brenda, Morena: Las velas del silencio

Derechos HumanosHace 5 díasEstela, 95 años y 140 nietos recuperados: ¡que los cumplas feliz!
















