CABA
La minería Para Ti
Durante toda una jornada las mujeres que trabajan en las empresas mineras más cuestionadas escucharon a expertas que les hablaron de los temas que forman la agenda de denuncias de las asambleas ambientalistas. La bienvenida la ofreció el secretario de Minería de la Nación, e incluyó piropos. Como en una ceremonia evangélica, hubo testimonios de empleadas que contaban su experiencia e invitaban a sumarse a la actividad. El cianuro de las almendras y las máximas para lograr un éxito sostenible.Las riquezas del mundo no son nuestras, sino que las tomamos prestadas de nuestros hijos”. Parafraseando a El Principito, Diana Mutti, doctora en Ciencias Geológicas de la UBA, cierra con esta cita su exposición titulada “¿Qué es la Minería?” en el Primer Foro de Mujeres Trabajando en Minería que se realizó en un coqueto hotel porteño, con la presencia de un único orador: el secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, encargado de la apertura y de los piropos: “Me resulta extrañísimo en un evento de minería estar rodeado de tantas y tan bellas mujeres”. Para Mayoral, semejante presencia “enriquece la misión y hace más llevadero el trabajo” en una actividad que caracteriza en explosivo ascenso: “Crecemos a niveles históricos como casi nunca en estos 200 años”.
A su turno, Mutti, quien también es profesora del área Geología Minera, coordinadora de la carrera de Especialización en Geología Minera (FCEyN-UBA), miembro titular de Número de la Academia Argentina de Ciencias del Ambiente y directora de la revista de la Asociación Argentina de Geólogos Economistas, es la encargada de resaltar que en la década del 90 había 123 empresas mineras trabajando en el país, pero entre 2009 y 2010 ese número descendió a 73 debido “a la conflictividad”. Aun así, resalta que el PBI ubica a esta industria en tercer lugar en el cuadro donde la soja es la estrella.
“En mi área hay 60 hombres. Cuando llego, se levanta un banderín que es la señal que les indica que tienen que mejorar el vocabulario”, cuenta Brenda, ingeniera en minas en Veladero, San Juan.
“Antes vendía fiambre. Un día mandé mi currículum a través de mi hermano. Yo quería ir a una oficina, pero me dijeron que tenía que manejar un camión. No sabía ni manejar una bici, pero aprendí. Estoy superorgullosa”, relata Graciela Alsogaray, operadora de camiones con 11 años de experiencia en la Alumbrera.
“Primero, manejé un camión, luego una perforadora. Después pasé a ser asistente en seguridad”, cuenta Isabel, 53 años. Ingresó en la minera con 42, después de trabajar en una petrolera. “Si tienen la oportunidad de ingresar en este tipo de industrias, háganlo”.
Éstos son algunos de los testimonios que se escuchan en este Foro donde las mujeres desfilan para mostrar otra cara de la industria minera. Exhiben, también, cuáles son las políticas internas de las empresas para crear un espíritu de fidelidad capaz de prevenir filtraciones de información y contrarrestar las campañas de denuncias de asambleas ambientalistas, en las que la presencia femenina tiene, sin duda, un protagonismo notable.
Los organizadores destacan en la convocatoria: “En nuestro país, estos rasgos de la actividad deben estar presentes en el análisis que podamos realizar, fundamentalmente, en las actuales circunstancias en que el sector como actividad está siendo cuestionado por corrientes vinculadas con las oenegés que han tomado como filosofía combativa los cuidados del medio ambiente”. El escenario del encuentro es el Hotel Emperador, sobre la Avenida del Libertador, y sus patrocinantes son Minera Alumbrera, Barrick, Pan American, Yamana Gold, Mina Pirquitas, Oro Plata, YMAD, SANDVIK y Minera Aguilar. Estuvo organizado por la Fundación para el Desarrollo de la Minería (Fundamin) y contó con el apoyo de Panorama Minero, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros y la Cámara Minera de San Juan. Quienes participan son empleadas de empresas mineras argentinas y del exterior, mujeres empresarias de áreas ajenas a la minería, fundaciones que no están relacionadas directamente con la actividad, periodistas y trabajadores de empresas proveedoras relacionadas con la minería.
Canchas de golf y almendras
Continúa Mutti su didáctica exposición: “La minería a cielo abierto o subterránea son las dos prácticas más frecuentes y más usadas en la actualidad”. Luego, explica muy brevemente el proceso de extracción y se demora en sus consecuencias: “Cuando se acaban la reservas comprobadas en un área hay que generar un mecanismo de mantenimiento en ese sitio, junto con comunicación con esa sociedad”. ¿Qué significa esto? Responde Mutti: “El cambio de uso en el terreno tiene que acordarse con las autoridades y con la sociedad respecto de en qué se pretende convertir ese sitio para generar actividades prósperas. En este caso (señala la pantalla) ustedes tienen una visual donde se fueron reconvirtiendo en canchas de golf y zonas recreativas con acceso totalmente gratuito”. Mutti acaba de terminar su primera lección: qué hacer en los agujeros que dejan las mineras.
Segunda lección de la oradora: los efectos de esta actividad en la salud. “Puede generar efectos beneficiosos o perniciosos. Es como el cuchillo de un cirujano: puede dañar haciendo un mal corte o puede salvar haciendo un buen corte”.
Tercera lección: los beneficios de esta actividad en la vida cotidiana. “Los poseen los maquillajes, la computación o las medicinas, como el litio para la bipolaridad”.
Mutti no elude al mismísimo diablo. “En nuestro país hay tres mineras que usan cianuro para el procesamiento del mineral, cuando en otros países cerca del 20 por ciento lo utiliza”. El cianuro que se usa en el proceso “es ínfimo respecto a lo que se usa en otras actividades”, tranquiliza luego y da un ejemplo: “Fíjense cómo forma parte hasta del humo del cigarrillo y en las dietas cotidianas, cuando se consumen almendras, que tienen un altísimo contenido de cianuro”.
Para cerrar su exposición, apunta a otro argumento sensible contra la industria. “Casi el 90 por ciento del agua utilizada en el proceso se recupera, como casi el 90 por ciento del cianuro”, e informa que las minas de Veladero, Pascua Lama y Cerro Vanguardia “consumen menos agua que la actividad agropecuaria”.
Aplausos.
Veladero en rosa
La mina Veladero está ubicada en la provincia de San Juan, a casi 350 kilómetros al noroeste de la capital y a una altura de más de 4.000 metros sobre el nivel del mar. Entró en producción en septiembre de 2005, cuando se convirtió en una explotación a cielo abierto. Es también una reserva natural de denuncias contra la empresa Barrick. Entre otras:
En abril de 2009, la Fundación Ciudadanos Independientes (FUCI) presentó un recurso ante la Corte Suprema de la Nación solicitando que ordene a peritos -que no fueran sanjuaninos- constatar el impacto de esa explotación sobre los glaciares vecinos a Veladero. La presentación consistió en 102 fojas y 10 sobres probatorios conteniendo fotos y documentos fílmicos en los que se observa el derretimiento del hielo por medio de sopletes y diferentes tipos de explosiones que se realizan en la zona de Veladero. La demanda se entabló contra el Estado Nacional, la provincia de San Juan, la empresa Barrick y el secretario de Minería provincial, Felipe Saavedra.
En agosto del año pasado Barrick fue denunciada por la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) por despedir al secretario general de la flamante Organización Sindical Mineros Argentinos (OSMA), José Leiva, trabajador de la mina Veladero.
Los vecinos, en tanto, denuncian la presencia de arsénico en los ríos de la zona. En Jáchal, la pediatra Graciela Tejada asegura que en los últimos diez años “los casos de cáncer han aumentado un 150%. Eso se debe a la contaminación que acarrea el agua de la zona”. Un estudio encargado por Inti-Chuteh al Grupo de Asesoría Técnica SRL lo confirma. “El resultado fue alta contaminación por arsénico”.
En el Foro, Carolina Lauman -del área de comunicación de Barrick Veladero- es la encargada de pintar a Veladero de rosa. “Desde el área de comunicación estábamos viendo cómo abordar el Día de la Mujer. Teníamos un antecedente en una mina de Barrick, en Australia, donde habían pintado un camión rosado”, explica Lauman. En Veladero no quisieron quedarse atrás. “Queríamos no tan sólo pintar un camión de rosa, que tampoco es tan fácil porque hay que convencer al jefe de operaciones”, relata Lauman. Cuando comenzaron a propagar la idea entre los trabajadores, al principio recibieron algunas burlas. Las cita así: “¿Cómo va a haber un camión rosa en un contexto tan masculino?, ¿qué va a decir la gente de los mineros de Veladero? Van a decir que el uso del cianuro nos está afectando nuestras preferencias”. Finalmente se superaron los prejuicios y el 8 de marzo Veladero amaneció rosa. “Consultas en el hospital no me dijeron que haya habido”, cierra Lauman entre sonrisas.
Decir no
Patricia Debeljuh es doctora en Filosofía de la Universidad de Navarra, España; es también licenciada en Relaciones Industriales de la UADE e investigadora asociada del Centro Conciliación Familia y Empresa IAE Business School. Aquí es la encargada del seminario “Conciliación Familia-Trabajo”. Su disertación gira en torno de las dificultades que se les presentan a las mujeres al tratar de combinar los horarios del trabajo o los múltiples viajes que esta rama de la industria requiere, con las responsabilidades familiares. Para el cierre, la expositora ofrece el siguiente decálogo que asegura “el éxito sostenible”:
Conócete a ti mismo
Descubre tu misión personal, familiar, profesional, social
Prioriza tus roles
Descubre dónde eres insustituible
Utiliza una agenda para organizar tu tiempo
Sé proactivo
Aprende a decir NO cuando es NO.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

- Revista MuHace 2 semanas
Mu 205: Hay futuro
- CABAHace 2 semanas
Villa Lugano: una movilización en contra del “Máster Plan”
- #NiUnaMásHace 1 semana
Femicidios en julio: la noticia es el horror
- ActualidadHace 1 semana
Mendoza movilizada: sábado de caravanazo contra la minera San Jorge
- ActualidadHace 3 semanas
Mapuches en Neuquén: 10.000 personas movilizadas contra la represión y en apoyo a las comunidades originarias