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Alca para principiantes

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La abogada Laura Ramos resume en este documento qué es, para qué sirve y para qué no sirve el Area de Libre Comercio impulsada por los Estados Unidos en Latinoamérica. Una didáctica nota que advierte sobre los peligros de este ofensiva política y comercial que se ha convertido en prioridad norteamericana, tras el atentado del 11 de setiembre.

El ALCA: lo que dice, lo que calla, lo que oculta

El ALCA, un proyecto norteamericano

El Área de Libre Comercio para las Américas o ALCA constituye la expresión económica del proyecto anexionista e intervencionismo que lleva adelante los Estado Unidos en el hemisferio occidental bajo los lineamientos de la Doctrina Monroe (1823), retomados en la era post-soviética por el presidente Bush padre y sus continuadores en la Casa Blanca, y cuya versión popular se inmortalizó bajo la consigna: América para los Americanos. Varios documentos de agentes del Estado norteamericano dan cuenta de esta aseveración. En 1997, Albert Coll, ex primer vicesecretario de Defensa para Operaciones Especiales norteamericano señalaba claramente que, en lo económico, EEUU está interesado en promover el desarrollo general de América Latina en direcciones que sean congruentes con sus intereses económicos; específicamente en la implementación de políticas que mantengan los mercados latinoamericanos abiertos a los productos y capitales norteamericanos (citado por Calloni, 2001). En 1999, el gobierno norteamericano reconoció en un documento del National Security Council (Washington) que en materia económica está dispuesto a hacer lo que sea necesario para defender sus intereses, incluso a usar su poder militar en forma unilateral y decisiva para derribar barreras comerciales en el extranjero y crear puestos de trabajo en su territorio (citado por Bilbao, 2001). La ultraderecha republicana recomienda en el Santa Fe IV «El futuro de las Américas: Temas para el nuevo Milenio» (2001), una nueva avanzada sobre Latinoamérica, reconoce que el hemisferio occidental es un premio estratégico sin par, y que América del Sur lo es en recursos naturales, puntos estratégicos y potencial humano. Además sostiene que entre los elementos geoestratégicos importantes para la seguridad nacional de EEUU, es imprescindible que los recursos naturales del hemisferio estén disponibles para responder a sus prioridades nacionales.

Los claros intereses norteamericanos en el conjunto de la región hemisférica expresados en los documentos mencionados, una aproximación al proceso de negociación del ALCA y la lectura de su primer texto borrador, no dejan dudas sobre lo que este proyecto de acuerdo continental representaría para los EEUU en caso de cerrarse. Teniendo en cuenta la potencialidad que encierra para el coloso del norte la unidad regional en la lucha intercapitalista que sostiene con Europa y Japón, el ALCA se trataría de un instrumento decisivo para consolidar su poder hegemónico en el continente, erradicando definitivamente de él cualquier proyecto de desarrollo autónomo. Esto es lo único que puede esperarse de una «integración» que, acordada bajo el fundamentalismo de mercado, carece de toda dimensión político-institucional y social que posibilite, mediante la libre circulación de mano de obra y políticas de apoyo a los Estados de menor desarrollo relativo, la paulatina homogenización y convergencia de las condiciones económico-sociales de todos sus países miembros, o que mínimamente permita morigerar el impacto económico y social consecuente de su implementación. Por el contrario, se rige por el principio de igualdad pero entre desiguales: si EEUU aporta dos tercios del PBI y la mitad del comercio, ¿qué «integración» puede esperarse cuando la única estrategia prevista para contrarrestar la evidente asimetría con el Tío Sam se limita a una cuestión de plazos? (Se prevén plazos más largos de liberalización comercial para las economías más débiles) .

El ALCA, lo que dice: tendencias y consecuencias

Fue el presidente norteamericano Bill Clinton, el ferozmente criticado por la oposición republicana por la laxitud y negligencia con la que se ocupaba de las políticas domésticas (incluida toda la América), el catalogado de incapaz de comprender la complejidad del mundo post-guerra-fría así como de reconocer la continuidad de sus enemigos seculares -al punto de identificarlo con un ideólogo de izquierda o gramsciano-, quien convocó en 1994 en la ciudad de Miami, la Primera Cumbre de las Américas. A ella concurrieron los Presidentes y Jefes de Estados de todos los países del hemisferio, a excepción de Cuba, y en ella se lanzó el proyecto del establecimiento del ALCA. Año 1994 que arrancó con la entrada en vigor del Tratado del Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) que nucleaba en una única región comercial a EEUU, Canadá y México. Año 1994 que despertó con la irrupción en el escenario global del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, de componente fundamentalmente indígena, luego de 10 años de reflexión en silencio en la Selva Lacandona. Los Zapatistas intentaron en vano advertir sobre las nefastas consecuencias que acarrearía ese acuerdo regional para los pueblos y los ecosistemas involucrados. De cualquier modo provocaron esa aún vigente inquietud planetaria por una democracia real y estimularon el lanzamiento de un programa colectivo de repudio internacional contra este intento de re-estipular las reglas del mercado mundial en el marco de la re-estructuración de la relación capital/trabajo -en franco detrimento de este último- que posibilitó la implosión de la Unión Soviética y el desarrollo de una nueva etapa del sistema capitalista, desde entonces, sin lugar a dudas, de alcance global.

En aquella Primera Cumbre para las Américas celebrada, como ya se mencionó, en 1994, el Plan de Acción aprobado contemplaba el establecimiento de un Área de Libre Comercio para las Américas en el que se fueran eliminando progresivamente las barreras a la circulación de bienes, servicios y capitales bajo la convicción de que «la inversión constituye el principal motor del crecimiento en el Hemisferio», iniciándose las negociaciones de inmediato para concluirlas a mas tardar en el año 2005. Bajo el mandato de los Jefes de Estado y de Gobierno, la definición de los términos generales del ALCA quedó en manos de los Ministros de Economía y Finanzas de los países participantes.

Durante la Cuarta Reunión Ministerial (San José, 19 de marzo de 1998), los ministros iniciaron formalmente las transacciones, regularon su estructura y organización, establecieron 9 grupos de negociación sobre temas específicos y definieron los principios y objetivos generales que las guiarían. Estos últimos encierran claves hermenéuticas sobre el objetivo que viene a cumplir la suscripción de este acuerdo regional, entre los que queremos destacar:

  1. El resultado de las negociaciones constituirá un compromiso único comprensivo de todas las áreas temáticas y de todos los derechos y obligaciones acordadas.
  2. Será congruente con las reglas y disciplinas de la OMC e intentará mejorarlas cuando sea posible.
  3. Los derechos y obligaciones deberán ser comunes a todos los países.
  4. Todos los países deberán asegurar que sus leyes, reglamentos, y procedimientos administrativos estén conformes con las obligaciones del ALCA.

La primera versión de los borradores del ALCA fue presentada en la Sexta Reunión Ministerial (Buenos Aires, 2001) y una segunda versión se espera durante la Séptima Reunión Ministerial el 31 de octubre de 2002 en Quito. A continuación algunas de las tendencias y consecuencias que se pueden encontrar en los borradores.

Acceso a Mercados
Establece reglas para eliminar progresivamente toda barrera restrictiva al comercio (aranceles, barreras no arancelarias y medidas de efecto equivalente) en 10 años.
Limita la capacidad gubernamental de regular las relaciones económicas y sociales. Genera la desindustrialización nacional y la reprimarización de las economías industrialmente más débiles. Genera desempleo y precarización laboral.
Exige trato nacional y trato de nación más favorecida para productos extranjeros.
No contempla las diferentes capacidades relativas de negociación tanto en relación a los países intervinientes como en
relación a los pequeños y medianos agricultores y empresas.

Inversiones
Garantiza un clima de seguridad y estabilidad a las inversiones.
Posibilita la libre circulación del capital foráneo y su acceso al conjunto de los mercados en igualdad de condiciones con los capitales locales.
Permite exigir a los Estados compensaciones por cualquier acto de gobierno (expropiaciones directas, indirectas y medidas equivalentes), incluidas las leyes de interés público, que afecten sus ganancias potenciales.
Permite demandar a los Estados frente a paneles de arbitraje reunidos en secreto, pasando por alto los tribunales y las leyes nacionales.

Agricultura
Pone en peligro los programas que protegen la seguridad alimenticia nacional.
Estimula la concentración de tierras.
No respeta el derecho colectivo de los pueblos indígenas sobre sus territorios.
Pone en peligro la supervivencia de los campesinos. Genera migraciones rurales a las periferias de los grandes centros urbanos. Genera desocupación, baja de salarios urbanos (nominales y reales), marginalidad, pobreza y exclusión social.
Estimula la mega industria y la agricultura química intensiva.
Aumenta la dependencia de los productos agrícolas de Estados Unidos.
Pone en peligro las reservas de recursos naturales y la fertilidad de los campos.
Liberaliza en forma total y paulatina el mercado de productos agropecuarios. Las exclusiones se limitan a cuestiones de competitividad. No contempla el daño social.
Elimina progresivamente las tarifas agrícolas, las barreras no arancelarias y los subsidios a las exportaciones. Limita cualquier tipo de intervención estatal.

Derechos de Propiedad intelectual
Permite a las grandes corporaciones patentar materias orgánicas y monopolizar medicinas vitales.
No reconoce el derecho de los Pueblos indígenas a oponerse a que sus saberes colectivos sean convertidos en un artículo de consumo.
Restringe el derecho de los agricultores a guardar, usar y vender semillas tomadas de sus plantas.
No controla la producción y distribución de transgénicos.

Servicios
Asigna la prestación de servicios sociales tales como salud, educación, justicia, asistencia social, jubilaciones, telecomunicaciones, etc., al sector privado.
Recorta la facultad gubernamental de brindar prestaciones en forma gratuita. La prestación gratuita puede ser cuestionada como competencia desleal.
Liberaliza paulatinamente el comercio de estos servicios en toda la región.
Abre los mercados locales a empresas extranjeras.
Deja en manos de la rentabilidad la prestación de servicios básicos. La selección del prestador se rige por criterios estrictamente comerciales.
Pone en peligro la calidad y el acceso a los servicios sociales.
Atenta contra el derecho universal a acceder y gozar de los servicios considerados esenciales para el bienestar general. Genera exclusión social.

Compras del Sector Público
Abre los procedimientos de contratación del sector público (adquisiciones y obras) a firmas extranjeras en igualdad de condiciones con las locales.
Prohíbe la interferencia del gobierno para dar preferencia a una firma local.
Limita la evaluación de los proveedores a los criterios precio y calidad.
Restringe la capacidad de los gobiernos para usar los contratos públicos como instrumentos para promover metas sociales.

Solución de Controversias
Establece mecanismos de resolución supranacionales.
Excluye la participación de la sociedad civil.
Los procedimientos son secretos.
Los paneles son integrados totalmente por técnicos comerciales o financieros.
Se limita a controversias de carácter comercial y financiero. Excluye las contiendas laborales, sociales o medioambientales.

El ALCA, lo que calla: una ayudita para mis amigos

Sin embargo tres áreas claves de la vida de los pueblos no son tratadas en el marco de las negociaciones del ALCA: trabajo, medio ambiente y derechos humanos. La única mención relativa a estos temas es la recomendación (no obligatoria) a los países de no relajar los niveles laborales y medioambientales internos para atraer la inversión. Podría alegarse que existe tanto a nivel interno como a nivel internacional una profusa regulación en relación a estos temas, o que existen organismos regionales e internacionales que vigilan el cumplimiento de los compromisos internacionales asumidos por los Estados en estas áreas. Sin embargo, frente al nuevo equilibrio Estado-Sociedad-Empresa que se verifica en esta etapa de transnacionalización de la economía a nivel mundial, todo el aparato jurídico vigente es obsoleto por ineficiente. Por un lado, el carácter transnacional de las empresas que lideran las inversiones y el comercio mundial y la volatilidad y ubicuidad de sus actividades genera serias dificultades para encuadrarlas en las normas y jurisdicciones nacionales, y, por otro, a pesar que existe una normatividad a nivel internacional, no existen en cambio jurisdicciones internacionales competentes para aplicar dichas normas directamente a las empresas (AAJ-CETIM, 2002). En otras palabras, la aplicación de las normas laborales, medioambientales y sobre derechos humanos en el marco jurídico vigente está en manos de la voluntad de los Estados o bajo su exclusiva responsabilidad directa o indirecta. La situación se torna muy difícil para los países dependientes de la inversión externa porque es el nivel de corruptibilidad (consentimiento por dinero) de los funcionarios uno de los mayores atractivos para la radicación de capitales. A nivel interno los tribunales locales son los que deben hacer prosperar las demandas contra las empresas transgresoras. Y los compromisos adoptados en los convenios o tratados multilaterales son asumidos por los Estados, por lo tanto las empresas no pueden ser demandadas, los Estados son los únicos que pueden ser juzgados. Es cierto que son responsables (tanto el Estado de origen como el receptor) por las transgresiones de las empresas radicadas o que operan en sus territorios (Deber de Garantía), pero será muy difícil alcanzar esas instancias, el tiempo juega a favor de estas empresas que están en permanente transformación ¿qué sucederá cuando finalmente un Estado sea encontrado responsable de una lesión laboral, social o medioambiental? En el mejor de los casos deberá indemnizar por los daños, lo que poco significa frente a esta clase de lesiones, muchas de las veces irreversibles. Mientras tanto la empresa ya recogió sus frutos y ya opera bajo otro nombre y en otra jurisdicción. Otro obstáculo se suma: el capacitado para demandar. Por lo general otro Estado o una comisión internacional que tenga esa función (así funciona a nivel hemisférico la Corte Interamericana de DDHH), así que el particular lesionado cuando finalmente alcanza instancias superiores tendrá que enfrentarse ahora con la corrupción internacional. Por ejemplo, en el marco de Naciones Unidas, por mandato de la Subcomisión de promoción y protección de los DDHH, actualmente sesiona el grupo de trabajo sobre las sociedades transnacionales con el objeto de hacer un seguimiento de la evidente proliferación de violaciones a los DDHH resultado de los métodos de trabajo y las actividades desarrolladas por este tipo de sociedades y de evaluar la impunidad de la que gozan, para, en base a ello, elaborar propuestas tendientes a controlar la situación. Hasta el momento el grupo de trabajo, en lugar de bregar por el encuadramiento de las empresas transnacionales en las normas internacionales y nacionales vigentes en materia de DDHH (civiles, políticos, económicos, sociales, culturales, medioambientales, de desarrollo) y de lograr que respondan ante las jurisdicciones competentes en caso de transgresiones, se ha limitado a elaborar un proyecto de directrices para un código de conducta voluntario, el que establece que la auditoría y vigilancia de su cumplimiento quedaría a cargo de la misma empresa, para final
mente dejar en claro que todas sus cláusulas quedarían subordinadas a los intereses de las empresas. El proyecto significa legitimar y legalizar «un tratamiento de excepción, contrario a la igualdad ante la ley, a favor de la inmunidad e impunidad de las sociedades transnacionales y dar un paso atrás en la promoción y aplicación y desarrollo progresivo del derecho internacional de los DDHH» (AAJ-CETIM, 2002). Finalmente es importante mencionar que, sin poner en duda el avance significativo que representa la instalación de un Tribunal Internacional Penal (vigente desde el 1ro de julio de 2002 y al que EEUU ha negado sistemáticamente su adhesión) al permitir acusar y juzgar directamente a las personas por la consumación de ciertos crímenes (no a los Estados en calidad de garantes), su Estatuto sin embargo no contempla la posibilidad de establecer la responsabilidad penal de personas jurídicas privadas, como sería el caso de una empresa transnacional (Alejandro Teitelbaum, en AAJ-CETIM- FICAT, 2000). La omisión parece también significativa.

Ahora bien ¿quién frenará este poder dictatorial reconocido en el ALCA a las grandes empresas, cuando la flexibilización de las condiciones de inversión y la consecuente capacidad de moverse entre los diferentes países de la región sin otra restricción que la mayor o menor rentabilidad, enfrente a los trabajadores -ya bajo el poder disciplinador de la permanentemente en aumento tasa de desempleo y ya sumidos en la miseria- por un puesto de trabajo? En principio, en este sentido hay que destacar que la ausencia de normas relativas al medio ambiente y a los derechos laborales, responde a la resistencia de algunos países latinoamericanos los que, a diferencia de los EEUU más presionado por sus sindicatos y grupos conservacionistas, temen que el incumplimiento de las mismas pueda acarrearles sanciones comerciales. Estos países latinoamericanos encuentran fundamentos para su negativa en documentos elaborados por organizaciones con alto poder de influencia como el Banco Mundial, el que por ejemplo ha sugerido en uno de sus informes sobre las inversiones en México que se supriman los beneficios a los trabajadores (indemnización por despido, negociaciones colectivas, seguridad social, etc) porque impiden la radicación de capitales norteamericanos en el territorio, lo que obstaculiza la erradicación de la pobreza y de la inequidad (Arceo, 2002). En segundo término, los gobiernos serán flexibles en relación a las normas laborales y medioambientales porque corren el riesgo de que las empresas demanden al Estado por «expropiación» según la interpretación extensiva a medidas equivalentes prevista en los borradores. Nada exime a las regulaciones laborales, medioambientales y de DDHH del nuevo alcance hermenéutico del término.

En el caso de los sindicatos, tampoco es esperable una confrontación importante ya que justamente una de las condiciones más atractivas a la inversión es el aparato sindical integrado o con una dirigencia cooptada.

Con respecto a la OIT, debemos pensar que se trata de un organismo tripartito donde es de esperar que gobierno y sector empresario trabajen en colaboración en oposición a las demandas de los trabajadores. En segundo lugar, los mecanismos de vigilancia del cumplimiento de los tratados se despachan vía diplomática, esto es que no existen tribunales con capacidad para compeler a los Estados al cumplimiento de los compromisos asumidos, a lo que se suma que, en el caso de los procedimientos por violaciones, la cuestión adolece de la misma ineficacia que los mecanismos previstos para los DDHH, las empresas no pueden ser demandadas directamente. Y en definitiva, por qué deberíamos pensar que las empresas se ajustarán a las normas de la OIT, cuando no lo han hecho bajo condiciones menos permisivas?

El ALCA, lo que oculta: una negociación a espaldas de la sociedad

Si bien la decisión de establecer el ALCA fue tomada en 1994, recién en julio del 2001, luego de 7 años de conversaciones interestatales, los ciudadanos del continente accedieron al contenido de los debates y de los acuerdos ya alcanzados sobre los distintos tópicos negociados entre los países participantes. Hasta entonces el diseño de «integración» regional se había concertado a espaldas de la sociedad civil, sin su participación y sin siquiera su conocimiento, y en realidad así hubiera continuado si el Institute for Agriculture and Trade Policy, una ONG de Estados Unidos, no hubiera logrado «filtrar» el contenido del borrador del capítulo sobre inversiones y lo hubiera hecho público en su página web en abril del 2001. La publicación oficial del borrador de los nueve capítulos que componen el ALCA fue sorpresivamente decidida tres meses después. ¿Cómo negociar a todas luces un acuerdo que de ser implementado, evidentemente produciría profundos impactos negativos sobre los pueblos y ecosistemas en todo el continente? La confidencialidad de las negociaciones se explica si se consideran los principios rectores que las guiarían, que sus cláusulas sólo pueden igualar -o superar- los controvertidos compromisos globales ya alcanzados en la OMC (Organización Mundial del Comercio), y fundamentalmente, que sus prescripciones recogen e intentan expandir y profundizar las cláusulas más cuestionados del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA). El NAFTA encierra el germen de la transformación regional (y mundial) que se proyecta desde el país más poderoso del mundo cuando asume como propios intereses supranacionales: la legitimación y legalización de una nueva relación Estado/Sociedad-Empresa, donde el primer componente del binomio pasa a una posición de absoluta subordinación con respecto al segundo. Así, por ejemplo, según lo prevé el NAFTA (y reproduce el ALCA), los inversionistas extranjeros pueden demandar a los gobiernos nacionales una compensación a causa de leyes de interés público o regulaciones que puedan afectar sus ganancias por un innovador mecanismo de solución de controversias: los inversionistas pueden recurrir directamente a tribunales de arbitraje internacional que no gozan de legitimidad democrática dentro de cada uno de los países miembros, pasando por alto los procesos de jurisdicción interna. Este mecanismo es la herramienta mas poderosa con la que cuentan los intereses corporativos para eludir o evadir las políticas sociales, de desarrollo y de protección al medio ambiente vigentes a nivel interno (ASC, 2001C). Bajo la dictadura del NAFTA, los inversionistas ya han hecho un uso considerable de estos mecanismos para desafiar de manera agresiva una serie de leyes que interfieren con sus ganancias. Basta mencionar que la corporación Metalclad con asiento en EEUU, demandó exitosamente al gobierno mexicano una compensación cuando un gobierno municipal se rehusó a permitir que la empresa construyera un tiradero de deshechos tóxicos en la comunidad. El texto del borrador del capítulo de inversiones del ALCA incluye prácticamente los mismos lineamientos.

De hecho, hay evidencias para sostener que el ALCA es el proyecto de expansión y profundización de la experiencia del NAFTA a todo el continente. A pesar que durante sus ocho años de vigencia, el NAFTA ya ha probado las consecuencias negativas acarreadas a los trabajadores, la sociedad y el medio ambiente en México: la mitad de la población vive en la pobreza y el 20% en la indigencia; aumentó el índice de desempleo; subieron los precios; el trabajo informal corresponde al 50% del empleo actual; creció la deuda externa; aumentó el trabajo infantil; en la zona de las maquiladoras, el crecimiento de la polución y de los deshechos químicos ha aumentado dramáticamente las tasas de hepatitis y los defectos de nacimiento; la baja de impuestos a la importación de productos alimenticios provenientes de la industria agrícola norteamericana y canadiense, ha arrancado a miles de campesinos e indígenas de sus parcelas y tierras comunales para iniciar el camino hacia los Estados fronterizos del país del norte
y una vez allí asentarse en calidad de refugiados económicos, situación social (sin papeles o ilegal) que permite la sobreexplotación de su fuerza de trabajo. Aún así, los defensores del ALCA, basan sus argumentos en la ya evidentemente denostada «teoría del derrame», según la cual el empoderamiento de las corporaciones transnacionales para que operen cuándo y dónde quieran, bajo las condiciones que consideren más favorables, impulsaría por sí mismo y automáticamente el crecimiento económico y el desarrollo social de los pueblos de todo el continente (ASC, 2001C). Con estas conjeturas, lo que intentan encubrir es lo evidente: que los gobiernos se lanzarán a competir entre sí por las inversiones transnacionales, únicas portadoras de desarrollo, ofreciendo ventajas comparativas tales como: falta de sindicatos independientes, impuestos más bajos, vigencia laxa de leyes ambientales, funcionarios corruptos, control social «duro» y mano de obra barata. Ventajas comparativas para las corporaciones y los elencos políticos, sociales e intelectuales integrados.

El ALCA, en definitiva

El ALCA, en definitiva, significa un nuevo avance sobre la libre determinación de los pueblos comparable con la etapa de conformación de los estados nacionales, es el eufemismo que encubre la cristalización a nivel hemisférico de la subordinación de «la política» a la rentabilidad de las corporaciones transnacionales. El ALCA consagra la irreversibilidad de las políticas neoliberales sugeridas por el Consenso de Washington y consolida a favor de los grandes capitales la actual correlación de fuerzas con los sectores populares. En este nuevo escenario, las empresas transnacionales comportan el andamiaje de la económica internacional en tanto estructuras de propiedad y producción sobre las que reposa la globalización (mientras en 1970, el número de transnacionales no sobrepasaba las 7.000 en todo el globo, en la actualidad superan las 40.000 con más de 250.000 filiales), y en este nuevo campo de poder, la enorme masa de capital que concentran les confiere una autoridad a nivel mundial sin precedentes, lo que en el campo jurídico se traduce en una dimisión de las facultades públicas de los Estados de controlar el impacto de sus actividades (García Picola, en AAJ-CETIM- FICAT, 2000).

En estas circunstancias, la cúpula empresarial mundial está predominantemente conformada por capitales norteamericanos. Sin embargo, en materia de inversión directa sus competidores europeos han ganado terreno en Latinoamérica durante las dos últimas décadas (hay quienes sostienen que la división de territorios está claramente acordada, Sudamérica para Europa, Norte, Centro y Caribe para EEUU) y su brecha externa es en la actualidad altamente deficitaria (Arceo, 2002). El ALCA en manos norteamericanas revertiría estas dos situaciones al contar ese país con las ventajas en materia de comercio e inversión a lo largo de todo el hemisferio de las que carecerían los otros centros de poder. Además el PBI de un ALCA donde EEUU ejerciera su poder hegemónico superaría en porcentaje al de la UE y Japón juntos. En definitiva, el ALCA, dominado por EEUU, viabilizaría la consolidación de su liderazgo hegemónico a nivel mundial. Desde esta perspectiva, el ALCA constituye la expresión económica del proyecto anexionista e intervencionista de EEUU en el hemisferio occidental en su indiscutible carrera por el imperio mundial.

Bibliografía

  • AAJ-CETIM-FICAT, Empresas Transnacionales y Derechos Humanos, CETIM, Ginebra, 2000.
  • AAJ-CETIM, Sociedades Transnacionales y Derechos Humanos, exposición presentada por escrito a la Subcomisión de Prevención y Protección de los DDHH en su 54 período de sesiones, Ginebra, julio, 2002.
  • Alianza Social Continental, Visiones opuestas para el continente, enero del 2002, www.asc-hsa.org
  • Alianza Social Continental, Alternativas para las Américas, 2001A, www.asc-hsa.org
  • Alianza Social Continental, Diez Razones para decirle No al ALCA, 2001B, www.asc-hsa.org
  • Alianza Social Continental, El proyecto del ALCA y los derechos de los Inversionistas «un TLCAN Plus», 2001C, www.asc-hsa.org
  • Arceo, Enrique, ALCA. Neoliberalismo y nuevo pacto colonial, CTA, Buenos Aires, 2001.
  • ATTAC, Diez preguntas sobre el ALCA, Autoconvocatoria contra el ALCA, Buenos Aires, 2002.
  • Bilbao, Luis, «Estados Unidos alista un ejército para el ALCA» en Le Monde diplomatique, septiembre, 2001.
  • Calloni, Stella, «La Guerras de Baja Intensidad», en Le Monde diplomatique, septiembre, 2001
  • Gratius, Susanne «El proyecto del ALCA visto desde Europa», en Estudios sobre el ALCA, Santiago, Octubre de 2002, www.fes.cl
  • Santa Fe IV, «El futuro de las Américas: Temas para el nuevo Milenio», www.geocities.com/proyectoemancipacion/ documentossantafe/documentos_santa_fe.htm

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    Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

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    Todo lo que se narra a continuación sucedió mientras, en el Congreso, la policía reprimía a mansalva a jubilados, periodistas –incluido Lucas Pedulla, integrante de lavaca– y personas que se acercan a movilizarse cada miércoles. Fin.

    Crónica de Franco Ciancaglini. Fotos de Sebastian Smok.

    La historia comienza así: el partido del gobierno La Libertad Avanza organizó un acto de cierre de la campaña del vocero presidencial y candidato a legislador porteño Manuel Adorni, en Plaza Mitre, Recoleta.

    El montaje del escenario afirma: “Adorni es Milei”.

    Se espera que ambas personalidades estén y hablen hoy.

    Pero falta para eso.

    Media hora antes de la convocatoria, en distintas esquinas de la avenida Libertador, hay grupos de personas que, muy organizadas, esperan.

    En las esquinas la mayoría va vestida de negro pero, en un acto de magia política, luego se las verá llegar a la plaza con la misma remera violeta, puesta arriba de sus verdaderas remeras o incluso de buzos y camperas.

    Un notero de TN primero y luego de C5N hablaron con estas personas, que confesaron haber sido convocadas para trabajar en “prevención” bajo la promesa de una paga de 25 mil pesos.
    El Whatsapp de la convocatoria, revelado a cámara por uno de ellos, decía: “Ahy (sic) un acto político de 17 a 21. 25 mil pesos. El que quiere se anota”.

    Finalmente no era para prevención, sino para “presencia”.

    Pero lo peor no es nada de esto, sino que finalmente no les pagaron los 25 mil, sino que quisieron darles 10 mil; ante la presión, algunos recibieron 20 y otros, nada: “Porque no me quiero poner la remera esa sucia no me quieren pagar”, denunció el más sincero ante las cámaras.

    Fin.

    Lo cierto es que estas columnas de unas 50 personas cada una fueron las que lograron ocupar una plaza Mitre que estaba semivacía.

    Temprano, los remera violeta se negaban a hablar con la prensa, aún disciplinados por la promesa de la paga. Luego, ante la deflación de lo prometido descargaron su bronca ante las cámaras dejando en evidencia cómo trabaja el puntero Sebastián Pareja en la provincia de Buenos Aires, de donde provenían estas personas, para el cierre de una campaña porteña.

    Alicia es jubilada pero no está marchando alrededor del Congreso, sino que está acá, colándose entre los violetas para saltear unas vallas y pasar más rápido hacia el sector del escenario. Hace un año y medio que se afilió al partido en la Comuna 13 Belgrano, Núñez. Habla de Milei como obnubilada, apurando su paso como ansiosa por la posibilidad de verlo en vivo. Faltan, al menos, dos horas.

    Describe a Milei como un “bocho en economía” y se ríe al recordar que en la última elección, hace dos años, votó al actual jefe de gobierno, Jorge Macri. Está claro que no repetirá voto: “Está la ciudad muy abandonada. Mucho linyera, ratas por todos lados. En mis 82 años nunca había visto ratas en la ciudad”. Voto cantado: Adorni, a quien define como “alguien muy correcto”.

    Sobre el otro Macri, el Mauricio, dice que “en su momento gobernó bien” pero ahora lo ve fuera de escena. No está al tanto de sus últimas apariciones contra Caputo, Karina y al propio Presidente, o no le interesan.

    Alicia prefiere no hablar más y busca un lugar cerca del escenario para ver a su Presidente.

    Lucía y Paula, también jubiladas, vinieron de Vicente López y prefieren mirar la escena desde atrás de todo. Es que llevan dos perritos de raza, o de diseño: Coca y Cola. ¿Qué les gusta de Milei? “Te puede gustar o no pero él habla desde el sentimiento. De lo que sentimos muchos”, dice Paula. Lucía suma: “Me gusta porque va a fondo”.

    Sobre Mauricio Macri: “Yo lo voté. Ahora, de política no entiendo mucho, pero me da un poco de tristeza porque creo que tienen (con Milei) más coincidencias. Pero tiene que haber una oposición con responsabilidad. Tal vez Macri sea la oposición”.

    Marta también es jubilada de 87 años bien llevados. Por qué vino acá (y no al Congreso): “Porque quiero escuchar quiero informarme quiero saber. Son tantos años de lo otro, que esto merece una oportunidad”.

    Sigue sola: “El tono no me gusta. Cuando dice malas palabras es un mal ejemplo para la juventud”.

    Qué le pedirías al gobierno a nivel Ciudad: “Por favor que saque las villas. La 31 es infernal”. Se pregunta y se responde: “¿Porque avanzaron tanto? Porque les han dado plata”.

    ¿Marra? “Sí, me gusta. Qué paso ahí, no sé. Me gusta, te soy sincera, pero ahora hay que unir fuerzas”.

    ¿Está de acuerdo con la medida anti-inmigratoria? “¿Vos te podés hacer ciudadano dinamarqués, o paraguayo? Acá entran todos. Los chorros, los burros. Y si no les gusta que se vuelvan a sus países”.

    ¿Y la pobreza? Marta cambie el eje: “Basta de decir ‘hagan lío’. Francisco se terminó. Basta de decir la iglesia de los pobres. Pepe Mujica era comunista. Se han hecho ricos con los pobres”.  

    Precisamente Mujica pareciera que no. Ella: “No sé. Déjame dudar. Pero basta”.

    ¿Qué representa para vos Mujica y qué Milei? “Apoyo a Milei y lo nuevo. Y que dios nos ayude”.

    ¿Y si sale mal? “Creo que ya no voy a estar con vida. Que se arreglen los que quedan”.

    Fin.

    Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
    Fotos: Sebastian Smok

    A su lado hay un joven con una pala gigante. Posa sonriente para decenas de cámaras. Parece haber logrado su objetivo: llamar la atención.

    Se llama Santiago y se tomó dos colectivos desde “la zona más fea de la provincia”, Florencio Varela, donde vive. Tiene 21 años, camisa manga larga a cuadros y una enorme mochila roja sobre la que ató un pañuelo celeste.

    Cuenta sobre el sentido de la pala: “Hay que trabajar en este país. Nada se puede conseguir gratis. Todo es trabajo en la vida”.

    De qué trabaja: “Soy Rappi y Pedidos YA”. ¿Cuánto gana? “Un poco, mi mamá me decía: muy bien Santiago, ese dinero lo sacaste de tus esfuerzos”. No dice números. Y finalmente revela que ahora ya no trabaja.

    Al joven de la pala lo interrumpe Franco, otro joven, vestido de traje, que quiere sacarse una foto con el instrumento. Me da la cámara y posa de mil maneras para fotos que luego subirá a su Instagram. Franco Vera, sabré después, es un joven militante que ha irrumpido hace pocos meses en el colegio Nicolás Avellaneda de Palermo –estando él domiciliado en el conurbano- para postularse como Presidente del centro de estudiantes de la institución.

    Franco Vera es de estatura pequeña pero en el debate del centro de estudiantes miró a sus contendientes de la lista oficialista, asociada al peronismo, y al ver que eran 8 personas dijo: “Yo estoy solo pero me la aguanto”. Primera gran ovación del público que recién lo conocía en un debate que ganó con comodidad con palabras clave como fútbol, Messi, Dios, diversidad.

    Su lista, hasta antes del debate compuesta por él solo, se llama Ruge el cambio.

    Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
    Franco Vera, candidato a presidente por la lista Ruge el cambio del centro de estudiantes del colegio Nicolás Avellaneda.

    Ahora tiene una decena de seguidores, más después de su segunda jugada: hacerle una cámara oculta a la directora. En la cámara, subida a las redes, se ve cómo la mujer lo apercibe por una serie de hechos difíciles de entender desde afuera, supuestas actitudes de Franco desde que llegó al colegio. Es cierto, se lo nota sobre excitado y concentrado en su carrera estudiantil. Y si bien el video no lo muestra, él asegura que el objetivo de la directora es censurar a Ruge el Cambio para que no se presente –y gane- las elecciones del centro.
    Así utilizó la cámara oculta para denunciar la censura institucional.

    Su historia merece un documental aparte, que no entra en esta nota. Sobre la elección porteña, él no puede votar. Y pese a las preguntas sobre la actualidad él hablará como representante de los jóvenes de LLA en tono candidato y pedirá que sea a través de videos: “Menos Estado es menos peso al sector público. O sea… Si una persona no capacitada no nos sirve, ¿para qué lo vamos a tener como empleado? Necesitamos tener personas capacitadas. Hay que aprender en esta batalla cultural que los que nos gobiernan son personas normales, no son entes superiores, no tienen título de nobleza”.

    ¿Los Menem no serán parte? A Franco no le entra una bala: “Los jóvenes somos el cambio” responde en casete y mostrando su sonrisa de dientes con aparatos. Corta la charla para seguir sacándose fotos que subirá tanto a su Instagram como al de la agrupación Ruge el cambio, actividad que le sale muy bien: durante la tarde noche logrará cosechar selfies con personajes como el Gordo Dan o el diputado Martín… Menem.

    Fin.

    Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
    Lila Lemoine apareció vestida de playera de YPF.

    Otras celebridades que se llevan las miradas:

    El Zorro con la bandera de Argentina.

    Mickey Mouse con un cartel que dice “Aguante Adorni”.

    Lila Lemoine vestida como playera de YPF.

    Una mujer que tiene tatuada en la cara, justo arriba de su ceja, la palabra “Castrate”. Hay que acercarse bien para entender bien de qué va… o no tanto. En su cachete izquierdo amplía las siguientes consignas:

    • Castrá
    • Adoptá callejeritos
    • Educá
    • No compres
    • No + piroctenia

    Son tatuajes.

    En la cara.

    Fin.

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    Franco Carcedo es autor de un libro recién salido del horno que se llama Milei: Conexiones filosóficas. Lo escribió junto a su esposa en La Pampa, donde vive, de donde llegó hoy 7AM y a donde vuelve hoy mismo a las 22. Vino, además de para ver a Adorni y Milei con el objetivo concreto de vender su libro. Lleva 5 ejemplares en la mano, y cuenta que ya vendió otros 5. “Es un camión”, anuncia. Y cuenta sobre su contenido: “El libro relaciona distintos acontecimientos que sucedieron durante la vida de Javier Milei, lo que hizo y muchas veces lo que dijo y dice”. ¿Un ejemplo?

    Lo que sigue es literal y no está trucado ni escrito maliciosamente: es parte del libro editado por la editorial Dunken, que cualquiera puede comprar. Dice Franco: “Cuando habla de la felicidad él sin saberlo está hablando de algo que dijo Oscar Wilde en 1888”. ¿Cómo? “Cuando Milei dice que la felicidad es no tenerle miedo a la muerte. Oscar Wilde dice algo parecido”.

    La pido mejor hojear el contenido; al inicio hay dos citas. Una de Napoleón que dice: “Los hombres excepcionales son parte de un momento excepcional”. Y otra de Javier Milei: “No seré reconocido como economista sino como rockstar”. Ahí nos vamos entendiendo.

    Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
    Franco Carcedo y su libro.

    En el libro, profundiza Franco, “hay referencias a Nietzche, Maquiavelo, hay cosas de Spinoza… y la frutilla del postre”. Atención: “La cita de Wilde de la felicidad es de 1888. Milei en 1998 funda una banda que se llama Everest. ¿Sabés cuantos metros tiene el Everest? 8848.88”. Ante mi mirada atónita, Franco Carceda prosigue: “Pero hay más. El día que nació Milei se jugó un partido amistoso para homenajear a Arsenio Erico (futbolista paraguayo muy querido en Independiente). En ese partido debutan Bianchi, Carrascosa y César Laraignée. Ese día nació Milei”.

    ¿Y entonces? Franco Carceda repite: “El día que nació Milei ellos debutan con la casaca argentina”.

    ¿Pero cuál sería la conexión filosófica: “Es algo piola porque Milei es fanático de Boca y Bianchi es casi el máximo ídolo de Boca, con Riquelme y Palermo, ponele”.

    Vuelvo a pedirle el libro. Sobre el nacimiento de Milei, se informa también que nació el mismo día que el guardameta ruso «Araña» Yasín (¡dos arqueros!) y que se editó un álbum del conjunto Jackson 5 de donde saltaría a la fama Michael Jackson.

    Fin.

    Equivalencias y bebidas.

    Una señora envía videos a un grupo y le responden “como quisiera estar ahí”, “cuidate” y le ponen emojis de un león.

    Una nena con la careta de Milei y una motosierra posa para las fotos mientras la mamá, al lado, tiene una careta de Adorni, un caniche y muchos pañuelos celestes atados a la mochila, como si los hubiera llevado para hacerse unos pesos.

    Un remera violeta grita “viva la libertad” y otros remera violeta, alrededor, lo miran y estallan en carcajadas. Él también.

    Franco Vera me contará luego, orgulloso y dolorido, que le tocó la mano a Milei pero que eso le costó que, literalmente, que los seguridad lo tiraran al piso y le pisaran la cabeza: “Estoy bendecido”.

    Suena en el escenario un tema con acordes punk cuya letra asegura que Milei es “el último punk” y “el último superhéroe de la libertad”; eso significa que están al caer el Presidente y también Adorni, a quien nadie parece esperar demasiado. Menos que nadie, los remera violeta.

    Aparece más allá otro contingente de remeras violetas que ahora llevan bengalas violetas y tocan bombos violetas, siguiendo a una bandera sostenida por jóvenes prolijos y sonrientes sin remera violeta.

    La inscripción de la bandera en la cabecera dice «Jóvenes LLA» y otra atrás “Lugano”. La entrada es de cancha: se canta “el domingo cueste lo que cueste” y “un minuto de silencio para Macri que está muerto”.

    Otro de los hits son “El que no salta es radical” y uno que cambia la palabra “Perón” por “León”.

    Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

    Un hombre de 40 y pico, vestido de traje, es el que saca las canciones y agita.

    Lidera a la barra hasta meterla en el centro mismo del escenario.

    Mientras este cronista anota otras cosas, como la presencia de francotiradores en las terrazas de Recoleta y al lado del escenario, se ve que el hombre sale del tumulto, ofuscado.

    Le han robado el celular.

    Habla con una persona de seguridad, que abre las manos en señal de “no puedo hacer nada”.

    El hombre está visiblemente afectado, dice “no lo puedo creer” y pide un celular para “dar de baja las tarjetas”.

    Consigue una cómplice, a quien le confesará lo que él cree es la razón del robo:

    -Es que está lleno de negros.

    Fin.

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    Cecilia Basaldúa: la sangre de un sospechoso

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    Mario Mainardi (en la foto tomada hoy), uno de los principales sospechosos por el femicidio de Cecilia Basaldúa cometido en Capilla del Monte, Córdoba, hace poco más de 5 años, finalmente fue citado por la fiscalía de Cruz del Eje para realizarle este martes una extracción de sangre. La abogada de la familia Basaldúa, Daniela Pavón, se enteró apenas un día antes de esta citación a Mainardi. El sospechoso (actualmente vive en Santa Fe) había sido encargado de alojar a Cecilia en Capilla, y fue la última persona que la vio con vida, el 5 de abril de 2020. Sobre su presencia hoy en Cruz del Eje, contó la abogada: “Sacó fotos a todo el edificio, selfis con tribunales de fondo y salió custodiado con personal de la policía de Córdoba. Se subió a un móvil y se fue”.

    Las irregularidades y desinformación o manipulación en la causa han sido frecuentes en perjuicio de la familia y sus defensores (además de Pavón, el abogado Gerardo Batistón es querellante en nombre de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación). También ha significado un ocultamiento a la prensa. Audiencias para las que los testigos no eran notificados, falsos argumentos policiales para explicar su propia inoperancia, demoras incomprensibles en la causa, todos temas por los que hay iniciada una denuncia de la Dirección Nacional de Protección de Grupos en Situación de Vulnerabilidad de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, en la Dirección de Investigaciones de las Fuerzas de Seguridad. Además se solicitó a la Fiscalía de Cruz del Eje que la policía de Capilla del Monte, ya no sea la que realiza las notificaciones.

    Queda pendiente ahora la información que se brinde a la sociedad sobre este trámite, que permitió ver a un sospechoso clave que nunca dio la cara. La causa ha sido siempre un laberinto sacudido en todo caso por numerosas movilizaciones, desde Buenos hasta Córdoba, para exigir la verdad. Aquí publicamos la crónica de lo ocurrido hace menos de un mes, al cumplirse 5 años del hallazgo del cuerpo de Cecilia Basaldúa.

    Fotos y crónica de María Eugenia Marengo para cdmnoticias.com.ar

    25 de abril. Cruz del Eje. El GPS calcula unos 2 kilómetros. La entrada a la ciudad está envuelta de un aire viscoso. Una avenida se extiende en silencio y después de atravesarla, la llegada a los Tribunales se convierte en un ritual: una reminiscencia de lo que fue, una promesa de lo que debe ser. El pedido por Verdad y Justicia, es una demanda que crece. Cada letra se ubica en el mismo lugar que ocuparon tres años atrás. Las escaleras de la justicia cruzdelejeña son de un cemento gastado. Raspan, duelen.

    Cecilia Basaldúa: la sangre de un sospechoso

    ¿Qué pasó en Capilla del Monte? El papá y la mamá de Cecilia, Daniel Basaldúa y Susana Reyes, están cargados de bolsas, llenas de carteles con el rostro de su hija, multiplicado. Son como una red que se estira a lo largo de esos 868 kilómetros que conectan a Buenos Aires con el noroeste de Córdoba. El camino recurrente que transitan para llegar a la verdad..

    Sin previo aviso, adentro del edificio de Tribunales Daniel y Susana se anuncian. Quieren ver al todavía fiscal Nelson Lingua, quien aún está a cargo de la investigación de la causa, antes de que asuma como nueva fiscal, Sabrina Ardiles. Afuera todavía se respira la niebla. La espera alerta a los policías. Quieren saber si van a venir más personas.

          – Lo hacemos para cuidarlos –dice la mujer de uniforme.

    Piden datos, intentan tomar nota de lo que es una rutina inventada.

    –La policía a nosotros no nos cuida –reacciona Susana y en un intercambio sin sentido, se alejan.

    Silvia Rivero es la prosecretaria de la fiscalía, se acerca afuera y los llama. El fiscal se hizo un lugar en la agenda del día viernes. Adentro, el reflejo del piso de tribunales es como un espejo que se extiende, entre mocasines, tacos, alpargatas y zapatillas.

    La preocupación de la familia es evidente. El recibimiento del fiscal es cordial. Se explica ante los recientes cambios que pronostican para el mes de mayo a Sabrina Ardiles, como la persona que estará sentada en el mismo sillón inmenso de cuerina, desde donde ahora, les habla Lingua. La dra. Rivero, también explica, y confirma que nunca se dejó de investigar. La necesidad de la confianza es una tregua durante esa hora de reunión, los tecnicismos se suspenden y las palabras se abren en una cronología de datos, guardados en la memoria indeleble de Daniel Basaldúa.

    Cecilia Basaldúa: la sangre de un sospechoso

    La medida del tiempo de la causa, son las fojas de expedientes que se acumulan. La inspección judicial realizada en el mes de agosto del año 2024, por los posibles lugares donde Cecilia pudo haber estado en Capilla del Monte antes de su muerte, dejó en evidencia la dudosa hipótesis de la anterior fiscal de Instrucción de Cosquín, Paula Kelm, quien había asegurado que Cecilia había llegado por sus propios medios al lugar donde apareció sin vida. Mientras que en el transcurso de estos años, cada vez son más los policías que estuvieron en la búsqueda e investigación, presos por violencia de género:

    Adrián Lúquez, ex sub comisario, detenido por amenazas con armas de fuego a su pareja. Hoy en libertad, se fue a vivir a San Luis. Ariel Zárate, ex sub comisario de la Brigada de Investigaciones de la Departamental Punilla Norte –preso por violencia de género.  Diego Concha, ex director de Defensa Civil, encargado de la búsqueda –condenado a prisión perpetua por el crimen de Luana Ludueña y por la causa de violencia de género hacia su ex mujer, y Diego Bracamonte, ex comisario departamental, a cargo del operativo de la búsqueda –preso por violencia de género.

    El tiempo de la justicia es una curva enredada, en apariencia, inofensiva. El tiempo de la justicia es el de las burocracias que definen su forma de proceder. El tiempo, es de una lentitud que lastima. Las letras se vuelven a guardar.

    Son las cuatro de la tarde y el sol avanza en la siesta de Capilla del Monte. En la plaza San Martín, alrededor del Jardín de la Memoria, se arman los gacebos, se pone un aguayo, se llena de flores. Rojas, amarillas, lilas, celestes, el monte aún está florecido. Contrayerba, lavanda, romero, palo amarillo, incayuyo, ruda, los sahúmos se arman. Una compañera comienza a preparar el fuego.

    Más lejos, sobre la calle Pueyrredón, en la puerta de la Secretaría de Turismo, la concentración crece. Llegan de todas las direcciones. Con tambores y repiques, con banderas y ofrendas. Una combi estaciona, descienden vecinos y vecinas que subieron en Córdoba y en distintas partes del Valle de Punilla.

    Cecilia Basaldúa: la sangre de un sospechoso

    La batucada suena, es un comienzo en cuenta regresiva. La marcha avanza a contramano. Hay una indignación que toma el ritmo de los tambores, trepa en el repique y todo se hace canción. La calle techada de Capilla del Monte es un anfiteatro de barricadas. Los sonidos viajan a través de la mejor acústica para el reclamo: ¡Vecino, vecina, no sea indiferente nos matan a Cecilia en la cara de la gente. Cecilia presente!

    Cecilia Basaldúa: la sangre de un sospechoso

    “Este es un día especial y este lugar es especial porque tiene mucho que ver con lo que le pasó a Cecilia”, comienza Daniel en la puerta de la comisaría de Capilla del Monte, “hay muchos policías involucrados en el caso. Ya lo hemos denunciado muchas veces, pero parece que no alcanza”, dice mirando a los uniformados que permanecen parados como  granaderos.

    Cecilia Basaldúa: la sangre de un sospechoso

    Daniel les recuerda que durante el año pasado, la policía de Capilla debió haber realizado  notificaciones a tres personas para declarar en los Tribunales de Cruz del Eje, pero no lo hicieron. Las testimoniales pudieron efectivizarse, porque intervinieron los abogados de la querella, Daniela Pavón y Gerardo Battistón. En ese mismo reclamo, la abogada Pavón  se acerca y también hace pública la falta de atención institucional que hay para las víctimas de violencia de género en la localidad.

    Cecilia Basaldúa: la sangre de un sospechoso
    Susana, Daniel y Daniela Pavón

    La familia de Ezequiel Castro, asesinado por la policía de Córdoba, se adelante y los abraza. Alguien grita que ahí mismo, en la comisaría, apareció ahorcado Jorgito Reyna, hace 12 años, atado con la manga de su campera a la reja de una ventana, pocos centímetros más alta que él. Que su causa, también sigue impune y que los golpes que tenía no fueron suficientes para demostrar  que lo habían torturado. Que a pesar de no bajar los brazos, las familias sienten que el duelo es un proceso tan profundo, como inacabado.

    Cecilia Basaldúa: la sangre de un sospechoso

    Susana y Daniel permanecen frente a una multitud, observan hacia adelante y hacia atrás. Saben que la comisaría es señalar lo que siempre llega al mismo lugar: complicidad. “A las chicas les pedimos que no tengan miedo, que denuncien -acentúa Susana- que no se dejen asustar con los policías ni con nadie, nadie tiene derecho a venir a violentarnos”.

     El espacio público es un canal clave para recordar que los asesinos de Cecilia están libres, “y que muchos andan dando vueltas por acá”, dice Daniel y remarca que no dejarán de venir a Capilla del Monte, hasta que los responsables del femicidio de su hija, estén presos.

    La llegada a la plaza San Martín es un círculo de candombe que la nombra. Hace cinco años que se insiste en las mismas palabras, como un tajo que se abre en el cemento, una cicatriz que se agranda en medio de la incertidumbre: ¿Qué pasó con Cecilia?

    Tal es el encubrimiento que las responsabilidades se hacen obvias.

    La ronda se acerca al altar. Es un asedio a la justicia que falta. Desde el micrófono se invita a dejar una ofrenda en memoria de Cecilia, a conjurar entre todas y todos ese momento, esa memoria. En el  centro de una plaza que se anochece, resuena una voz grabada -desde algún punto del Abya Yala- Lolita Chávez, lideresa maya de los pueblos K’iche de Guatemala, habla entre los yuyos que comienzan a perfumar lo que no se puede detener. Cada rama seca que se enciende se hace una intención, un pájaro que se dispara, restos del día que se van:

     “Hoy 25 de abril levantamos nuestra fuerza sagrada, y nuestro poder popular feminista. Reconociendo la memoria, la historia, el vientre en la sangre, de Cecilia Basaldúa. Ese femicidio no debe quedar en la impunidad (…). Con la fuerza de nuestras ancestras, con los fuegos sagrados que encendemos, levantamos nuestra expresión de indignación  y lo comunicamos a los cuatro puntos cardinales. Para que nunca más haya este tipo de violencias contra nuestras vidas”.

    Las copleras y la poesía toman el escenario. Las y los músicos hacen de Cecilia esa canción y en el centro del caldero caliente, el humo abre el cielo: hay una memoria que se desprende y una vida que cambió de idioma.

    Cecilia Basaldúa: la sangre de un sospechoso

    En medio del algarrobo que sostiene los carteles de Memoria, Verdad y Justicia, una placa de cerámica con el rostro de Cecilia, también observa. El día queda atrás y en el fondo de la noche, las palabras todavía están en suspenso, son un silencio que pronto dirá.


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