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Coronavirus: cómo afecta a seis países latinoamericanos

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Miradas sobre cómo afecta el coronavirus a seis países latinoamericanos

Apuntes del Grupo de Trabajo de Economía Feminista Emancipadora, de CLACSO: preguntas para abrir el debate. Paraguay, Colombia, México, Ecuador, Guatemala, Costa Rica y una preocupación en común: la política, la sociedad y la peste.

a las 21 horas del 17 de marzo 2020

Paraguay

Aquí esta peste se asemeja a la Hidra de Lerna, ese personaje mitológico al cual le nacen dos cabezas cada vez que se le corta una. Dengue, coronavirus, otras enfermedades respiratorias, diversas parasitosis son enfermedades que como siempre terminan impactando de manera más dramática entre las poblaciones más pobres y representando una sobrecarga de trabajo para las mujeres que tienen que lidiar con el cuidado de los enfermos.

Coronavirus: cómo afecta a seis países latinoamericanos

El gobierno paraguayo ha tomado medidas que promueven el aislamiento social casi de inmediato, al reconocer los primeros casos. Por supuesto, estas disposiciones impactan directo en la capacidad de movilización de los sectores populares. Un  ejemplo: se suspendió  hasta nuevo aviso la tradicional marcha de la Federación Nacional Campesina prevista para estos días. Sin embargo, siendo justo y razonable, el gobierno está actuando más o menos bien en términos de manejo de una crisis epidemiológica.

Más allá de cómo adopte cada gobierno las medidas ante esta pandemia, un análisis crítico de la coyuntura debería focalizarse en los siguientes puntos:

a) Origen de la crisis : estas pestes no acontecen por autogeneración, su diseminación es otra consecuencia más del modelo productivo que conocemos bien;

 b) Trabajo de cuidados ¿cómo se distribuyen las responsabilidades de cuidados en el contexto de la crisis?;

 c) Interdependencia: ¿en qué medida la crisis refuerza o debilita la solidaridad entre distintos grupos sociales. por ejemplo, entre personas jóvenes y personas viejas;

 d) Ecodependencia: esto devuelve al punto a ¿hasta cuándo seguiremos sin reconocer que lo que nos sucede como especie guarda estrecha relación con lo que hacemos con la naturaleza;

 e) Pobreza: las medidas de aislamiento, si bien es lo que se tiene a mano desde el punto de vista epidemiológico, hay que valorarlas de modo diferente en contextos de pobreza debido a que:  i) producen discriminación, ii) son de dificilísima aplicación cuando las personas viven hacinadas y sin acceso a servicios básicos.

Situaciones como éstas son las que hay que recuperar con el fin de devolver a lo público el rol que las narrativas del mercado pretenden desmontar. Es una oportunidad para poner en evidencia ante grupos más amplios las insuficiencias del mercado y la crisis de su modelo. Un ejemplo: una de las primeras reacciones de la industria farmacéutica fue subir por las nubes el precio del alcohol en gel y, después de algunas denuncias, el gobierno -de derecha-  tuvo que salir a regular.

Colombia

En el contexto de un exterminio de líderes sociales y de cuestionamiento por corrupción, el gobierno colombiano tiene en el coronavirus su mejor aliado.

Uno de los debates más fuertes surge alrededor del dengue: la semana pasada hubo 16 personas muertas. Y lo que demuestra esa cifra es que la neoliberalización del sistema de salud no tiene capacidad para responder ante enfermedades que ya llevan muchos años. Uno de los principales cuestionamientos es que el alcance que tiene el coronavirus es muchísimo menor que el dengue, pero todos los medios de comunicación están volcados a ese tema y se han desarrollados algunos teléfonos y guías sanitarias para eso, pero para el dengue nada.

Coronavirus: cómo afecta a seis países latinoamericanos

Por otro lado este brote ocurre en el momento de peor gobernabilidad del Presidente Iván Duque. Hay una interpelación social muy fuerte. Se han destapado casos de corrupción que demuestran el apoyo del narcotráfico que hizo posible su gobierno e incluso denuncias de fraude electoral. Y en este contexto, el coronavirus le ha servido para controlar a la población. En los últimos meses hubo muchas movilizaciones que cuestionan la legitimidad de este gobierno y que pugnan por el desarrollo de sistemas públicos y universales, no sólo de salud sino también de educación.

La pregunta principal que surge de la experiencia de Colombia es cómo a los regímenes autoritarios estas pandemias le sirven para disciplinar y encerrar a la población y para acallarla y así limitar las críticas y la protesta social.

México

Hay 40 casos confirmados hasta ahora en todo el país. El miedo avanza más rápido que el virus. El sistema educativo de todos los niveles estará suspendido desde el 20 de marzo al 20 de abril. Hay una campaña importante para evitar que se entienda el periodo de suspensión de actividades como vacaciones. Hay mucha gente que dice que es la enfermedad de los ricos porque solo afecta a quienes han viajado al extranjero o tienen contacto con quienes lo han hecho. La gente hace algunas compras de pánico, sobre todo de papel higiénico y jabón. Hay muchos memes sobre la decisión de iniciar en México, a partir del 20 de marzo, un receso de clases para contener el contagio. En todos esos memes se hace mofa de que serán las mujeres quienes se quedarán a cuidar a los niños. También vi un estudio que dice que las profesiones más vulnerables ante el virus son: cajera, enfermera, intendente, peluqueras/os… La mayoría de las personas que hacen esas labores, al menos, en México, son mujeres.

Coronavirus: cómo afecta a seis países latinoamericanos

Fui a Costco (supermercado mayorista) hoy, los hombres y mujeres salen con grandes cantidades de laterías y congelados. Eso, seguramente golpeará a la economía local y también a la salud, porque no es lo más natural o fresco. Los supermercados están racionando la venta de limpiadores y desinfectantes para no generar desabastecimiento. Me acaba de comunicar una compañera de comunidad rural que solo autorizan a vender alimentos a los supermercados y no a las mujeres que suelen hacer sus ventas ambulantes.

Me preocupan muchos las voces que demandan aislamiento total sin pensar en que carecemos de la infraestructura para encerrarnos en nuestras casas y dejar los trabajos. Ejemplo básico de esto es que en mi universidad:  mañana revisaremos la situación de las plataformas tecnológicas y habilidades tecnológicas de docentes que harán posible las clases y exámenes en línea de más de 1.600 grupos.

En un contexto de violencia como el que se vive en el país, donde las estadísticas muestran que la mayoría de los agresores están en la propia casa, es probable que la violencia, no sólo la referente a la asignación desigual de los trabajos de cuidado, sino también la física, aumenten con el confinamiento.

La pregunta, entonces,  es ¿podrá la sociedad mexicana diferenciar el aislamiento físico del social para evitar efectos negativos sobre los ya vulnerables?

Ecuador

En Ecuador el clima político ya era complicado antes del virus. Hoy 17 de marzo, ya amanecimos con Estado de Excepción y toque de queda por las noches. Días antes se lanzaron medidas económicas y el gobierno, anunció las primeras medidas, pero ahora se detuvo por la gravedad de la crisis sanitaria. También empezamos a sentir la baja del costo del barril de petróleo que nos perjudica directamente. Paran las potencias y eso afecta el precio. Yo estoy en un pueblo pequeño y dada la falta de derechos básicos, existe miedo de una complicación de la situación, pero no como en las grandes ciudades. Tenemos miedo por los ancianos y las personas débiles. Los médicos dicen en voz baja que la cosa puede ser peor y por eso hay que quedarse en la casa. Ya son 111 personas contagiadas y dos muertos. La policía va a controlar la no circulación , prohibida a menos que sea una emergencia. En un contexto en el cual la mayor parte de gente , en general y las mujeres , en particular, trabajan de forma informal el reclamo es que se entreguen alimentos a las familias.

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El movimiento indígena preparaba movilizaciones que se suspendieron. La protesta social estaba motivada por la falta de un diálogo nacional por la economía del país, que beneficie a las mayorías y no solamente al sector empresarial,  la indignación además, que produjo  el millonario presupuesto invertido en implemento policial para reprimir , y otros  gastos superfluos como un circo de hielo que costó 3 millones de dólares, dado en meses anteriores.

El gobierno acaba de decretar el Estado de Excepción, eso provoca algo de temor dado el discurso belicista y el no reconocimiento a la violación de derechos humanos por parte del gobierno, que se armó de forma millonaria para reprimir y ha quitado presupuestos al sistema público de salud, de educación y, por supuesto, a los programas de contención y prevención de violencia hacia las mujeres.

En este contexto, la pregunta que me haría es ¿cómo va a ser nuestra reflexión como sociedad ahora que hemos evidenciado la urgencia de mantener los servicios públicos y universales? ¿Qué pasará con los diálogos económicos  ahora que gobiernan los empresarios y grupos de poder, que apuestan por la venta de empresas y del estado y la privatización de los servicios, lo que ellos nombran “monetizar”?

Guatemala

Se decretó primero un estado de calamidad, el día 11 de marzo. Desde el lunes 16, las medidas han sido más drásticas, cierre del espacio aéreo y fronteras terrestres, sólo pueden ingresar guatemaltecas/os o residentes, y diplomáticos, y deben someterse a cuarentena.

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A partir del martes 17, se cierran las oficinas públicas y la mayoría de establecimientos privados, exceptuando quienes prestan servicios esenciales: salud, telecomunicaciones (aquí incluyen a los call centers), expendios de combustibles y supermercados con restricciones de horario. Se suspende el servicio de transporte público, cierran las escuelas, universidades. Se insta al tele-trabajo. 

Se han confirmado 6 casos de contagio por coronavirus, una persona falleció el domingo 15, que entró vía aérea procedente de Italia.  Las fronteras con El Salvador y Honduras están cerradas, en cuarentena.

Una de las pocas veces en más de 400 años de creada la ciudad capital que se suspendieron las procesiones y las misas por Semana Santa, que convocan a cientos de miles de personas.

Lo que es cierto es que los supermercados vendieron todo lo que tenían acumulado. Aquí también hay acaparamiento, y compras sin sentido, los precios de artículos básicos han aumentado, por ejemplo, los granos como el frijol y el maíz.

En un país con un 60% de pobreza, y un porcentaje similar de personas que viven de la economía informal, estas medidas (si bien necesarias por cuestiones sanitarias) constituyen un duro golpe porque viven del día a día, y ninguna de las medidas anunciadas ha contemplado un solo programa para paliar esa situación.  Es decir, más de lo mismo, sólo que ahora con el coronavirus rondando.

Y para muestra unos ejemplos, en medio de este caos, el Gobierno anunció la semana pasada que cerrará la institucionalidad de la paz, creada al amparo de los Acuerdos de Paz firmados en 1996, así como la Secretaría Presidencial de la Mujer, creada en el 2000.  Y mientras tanto, el Congreso de la república se reúne para elegir a los/las magistrados/as para el próximo período del Tribunal Supremo Electoral, y según las noticias de la tarde, los electos son, con alguna excepción, personas impresentables.

Algunas de nuestras preguntas en este contexto:  ¿hasta dónde aprovechará la clase política corrupta las circunstancias de inmovilidad social, y la cuarentena de protestas, para avanzar en su agenda regresiva?  Y el trabajo de los cuidados, dada la estructura familiar y la cultura patriarcal ¿sobre quiénes recaerá? 

A propósito, este este párrafo de un libro oportuno de leer hoy, en estas circunstancias confusas y peligrosas:

«… Hace años, un estudiante le preguntó a la antropóloga Margaret Mead cuál consideraba ella que era el primer signo de civilización en una cultura. El estudiante esperaba que Mead hablara de anzuelos, ollas de barro o piedras de moler. Pero no. Mead dijo que el primer signo de civilización en una cultura antigua era un fémur que se había roto y luego sanado. Mead explicó que en el reino animal, si te rompes una pierna, mueres. No puedes huir del peligro, ir al río a tomar algo o buscar comida. Eres carne de bestias que merodean. Ningún animal sobrevive a una pierna rota el tiempo suficiente para que el hueso sane.

Un fémur roto que se ha curado es evidencia de que alguien se ha tomado el tiempo para quedarse con el que se cayó, ha vendado la herida, le ha llevado a un lugar seguro y le ha ayudado a recuperarse. Mead dijo que ayudar a alguien más en las dificultades es el punto donde comienza la civilización».

Ira Byock, en su libro La mejor atención posible: la búsqueda de un médico para transformar la atención hasta el final de la vida.

Pienso que esta situación nos debe poner a pensar la importancia que tiene la producción local, los mercados campesinos, los circuitos cortos de producción y consumo, no solo para emergencias, sino como una manera eficiente de distribución. Vivo en un barrio muy popular desde hace más de 50 años: acá no ha faltado nada, nadie anda acaparando, ni las vendedoras han subido los precios. Pero en los supermercados la gente está haciendo colas y arrasando con todo… pero es la gente con dinero, capas medias acomodadas y una costra de un sector que se ha enriquecido aceleradamente y por medios dudosos. La pregunta entonces que dejó para reflexionar es la siguiente: ¿el acaparamiento y el egoísmo es una cuestión de clase?

Costa Rica

Hay ya 50 casos confirmados. Ningún muerto. Se han descartado muchos casos sospechosos. Y el gobierno está aprobando medidas para atenuar el impacto económico. El sistema público de salud ha respondido a la altura. El sector privado calladito: ha tenido que recular con su discurso privatizador porque la respuesta ha sido muy buena. En Costa Rica hay monopolio estatal sobre la producción de alcohol. Y ahora están trabajando 24 horas para producir un alcohol especial que se está vendiendo en forma regulada a la gente y muy barato. Parte de la empresa estatal de correos que está tercerizada y lleva el alcohol a domicilio si uno lo pide.

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En este marco es absolutamente necesario recoger que la violencia contra las comunidades y territorios indígenas se ha recrudecido, tras el asesinato del dirigente Yehry Rivera, con incendios de casas y cosechas y amenazas de muerte contra la compañera Mariana Delgado; mientras la mayor parte de la población está atenta a la aparición de los casos de coronavirus, y la escasez de algunos medicamentos y artículos de limpieza.  El sistema de educación pública aún no procede al cierre de todas las escuelas y colegios, que afectaría por otra parte a gran cantidad de niños y niñas que reciben sus alimentos en estos establecimientos educativos.

En este panorama, trazado desde miradas muy situadas, ya que los escenarios cambian cada día e incluso varias veces al día, en un contexto donde se acentúa la polarización social entre quienes entienden la reducción en la interacción social y quienes acentúan el aislamiento social, la pregunta que formularía es ¿vamos a entender que se trata de construir  solidaridad o vamos a seguir profundizando la discriminación y el despojo?

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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

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Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.

María del Carmen Varela

Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.

Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.

La historia

A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…

Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial.  Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.

A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.

Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.

El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal.  Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos  los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .

De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.

El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.

En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.

La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en  el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia. 

Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.

Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.

Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.

Atlas de un mundo imaginado

Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre

Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.

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Actualidad

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

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Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».

Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.

Por Tiempo Argentino

Fotos: Antonio Becerra.

En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.

“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.

“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Represión como respuesta

La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.

“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Un reclamo federal

La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.

Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes, resaltó.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.

El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.

Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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