Nota
¿De qué es testigo Alfonso Severo?
Este jueves al mediodía Alfonso Severo debía contarle a los miembros del Tribunal Oral N° 21, que juzga a los responsables del asesinato de Mariano Ferreyra, todo lo que sabía acerca de la mafia ferroviaria que rodeaba al sindicalista José Pedraza. No pudo hacerlo: desapareció el miércoles a la noche y apareció el jueves a las 10 de la noche, golpeado y maniatado.
La policía habia encontrado su auto, un Renault Clio patente HGA 137, abandonado y con la llave puesta, en Gerli, frente al 1536 del pasaje Angaco. Su familia denunció que fue secuestrado y así fue. Severo salió de su casa a las 11 y media de la noche del miércoles para ir a ver a su nieto, que vive a 10 cuadras y estaba recién operado. Apareció hoy jueves a las 22 en la calle Clemenciau al 50, en Gerli, donde fue auxiliado por un vecino. Severo se encontraba maniatado con precintos de plástico, vendado y con algunos golpes, luego de ser abandonado por un vehículo que aún no fue identificado.
¿Qué sabía Severo e iba a contar? «El trabajó en la empresa estatal Ferrobaires y podía identificar las guaridas de la patota: los lugares donde tenían las armas», contó a lavaca Federico Lugo, querellante en la causa, uno de los primeros testigos que declaró y compañero de Mariano.
Por qué era importante el testimonio de Severo
Cuenta Lugo:
1) «Su testimonio tenía una importancia muy grande porque conocía a toda la patota, había trabajado en Ferrobayres en Constitución y sabía que cada vez que había un reclamo la patota se movilizaba. La conocía antes de lo de Mariano».
2) «Severo ya había denunciado que en la sede de la Unión Ferroviaria de Constitución y en el Musero Ferroviario de Avellaneda guardaban armas. Cuando declaró esto el 21 de octubre de 2010 recibió una primera amenaza: le balearon la casa. Durante un tiempo tuvo custodia, después ya no, pero seguía recibiendo llamadas…»
La desaparición
Severo tenía tiempo hasta las 12 para presentarse a declarar: el juzgado lo esperó hasta esa hora para pronunciarse. Ante su ausencia, nombraron a un fiscal para que se encargue de la investigación sobre su paradero. «Salió anoche de su casa y no volvió más. – cuenta Lugo- Fue a visitar a un familiar que había salido de una operación, era una visita de rutina, cortita, tendría que haber vuelto al toque».
Los testigos
En la causa que investiga el asesinato de Mariano Ferreyra declararon hasta ahora más de 50 testigos. Estos testimonios fueron identificando a los integrantes de la patota y sus vinculaciones con el sindicalista Pedraza. Severo podía aportar detalles muy concretos sobre el funcionamiento de esta mafia. «Lo que ya habia declarado Severo ante la fiscalía en la etapa de instrucción era que Pedraza manejaba el ingreso y salida de los terciarizados, el pase a planta permanente y dio detalles que lo vinculaban directamente con la patota y las armas», señala Lugo. «El contenido de lo que iba a declarar hoy era muy importante y yo creo que esta íntimamente relacionado con su desaparición» asegura.
En esta causa, el único testigo protegido es un arrepentido de la patota, a pesar de que fueron varias los que recibieron amenazas desde que se inició el juicio oral.
Nota
Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.
Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo.
Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.
Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.
Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.
Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.
El video de 3,50 minutos
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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