Sigamos en contacto

Nota

Derechos Humanos y agrotóxicos: la CIDH avanza en la causa contra el Estado por la contaminación de Atanor en San Nicolás

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) remitió al Estado argentino las denuncias que vecinas y vecinos del Barrio Química, junto al Foro Ambiental de San Nicolás (FOMEA), realizaron en 2018 por la contaminación ambiental de la fábrica Atanor, una de las más grandes compañías de agroquímicos del país. El organismo fijó un plazo de tres meses para que las autoridades nacionales realicen sus observaciones sobre el caso. A través de un censo casero, la comunidad relevó 200 muertes en las seis manzanas del vecindario. El caso de Lina, la niña de seis años que murió por cáncer de pulmón y abdomen. Y la crónica de MU que fue presentada como prueba ante la CIDH.

Luego de relevar 200 muertes en tan sólo seis manzanas del vecindario, y dos años después de presentar una denuncia tras la inercia de los tribunales federales y bonaereneses, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le fijó al Estado argentino un plazo de tres meses para que presente sus observaciones respecto a la causa de contaminación ambiental contra la empresa Atanor, una de las más grandes compañías de agroquímicos en la Argentina, presentada por vecinas y vecinos del Barrio Química, junto al Foro Ambiental de San Nicolás (FOMEA).

“La medida significa que la CIDH, después de hacer una primera evaluación, y donde ve que hay verosimilitud en las pruebas objetivas que presentamos en la denuncia, pide al Estado que haga sus observaciones, ejerza su defensa y tome una decisión, hasta la posibilidad de reconocer que hay una violación de derechos humanos”, explica a lavaca Fabián Maggi, abogado de FOMEA y de un grupo de vecinos.

“Numerosos habitantes de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, puntualmente los vecinos del barrio Química, son severamente afectados en sus vidas e integridad física por la contaminación ambiental que genera la empresa Atanor SCA, perteneciente a la multinacional Albaugh LLC, que en pleno radio urbano elabora productos químicos para la agroindustria: plaguicidas, herbicidas, insecticidas y otros productos de síntesis química de alta toxicidad”, apuntaron los vecinos en la denuncia, difundida por lavaca en 2018, ya que pese a las numerosas demandas contra la empresa, el Estado “no garantiza el acceso a la justicia dado que ninguna acción judicial contra esta empresa de agrotóxicos tuvo resolución definitiva y eficaz en más de cuatro años de trámite”.

Los cuatro años de trámite, en realidad, deben leerse como cuatro años en los que la contaminación avanza por las calles de un barrio, que tuvo que organizarse para realizar para relevar más de 200 muertes en solo seis manzanas, además de problemas respiratorios y enfermadades ligadas al envenenamiento.

Contaminación por 1000

Derechos Humanos y agrotóxicos: la CIDH avanza en la causa contra el Estado por la contaminación de Atanor en San Nicolás
Los padres de Lina, la nena de 6 años muerta por cáncer de pulmón. Una de las 200 víctimas del Barrio Química, junto a Atanor, segunda productora de glifosato del país.

En marzo del año pasado, y en una nota dirigida al entonces canciller Jorge Faurie, la CIDH había solicitado al Estado argentino una serie de informes a contestar en un plazo de 15 días por el pedido de una medida cautelar presentada por este grupo de vecinos.

La CIDH requería:

  1. Las observaciones del Estado acerca de la presente solicitud de medidas cautelares.
  2. Si en Atanor y en las zonas residenciales aledañas “habría detectado rastros de agentes químicos contaminantes o peligrosos para la salud humana”. Además, de ser posible, pidió copias de estudios o valoraciones médicas y ambientales recientes.
  3. “De ser el caso, si se contaría con un plan de prevención, mitigación o intervención para proteger la salud de las personas supuestamente afectada”.

El abogado Maggi explica que los 15 días se transformaron en “varios meses” de demora: “Primero, hay que tener en cuenta que estábamos bajo otra administración de gobierno. Segundo, contestaron falsedades de todo tipo: decían que había un proceso en curso, que hicieron estudios y no hay contaminación, que la empresa tiene los certificados de aptitud ambiental. Un relato ficticio para generar una apariencia de legalidad, pero los jueces y profesionales tenemos que indagar un poco para ver si eso es real. La Comisión recibió ese relato y no tomó ninguna decisión sobre la cautelar”.

Derechos Humanos y agrotóxicos: la CIDH avanza en la causa contra el Estado por la contaminación de Atanor en San Nicolás
El abogado Fabián Maggi y Daniel Alvarez, uno de los primeros trabajjadores que denunció la contaminación y negligencia en Atanor.

Atanor pertenece al grupo multinacional Albaugh LLC, con sede en Estados Unidos. En su página web se presenta como “la compañía líder en protección de cultivos”, tras una imagen del Herbifen Advance, que promocionan como un producto “rápido y efectivo” para el control de malezas, además de ser “compatible con todos los glifosatos”. La planta de San Nicolás abarca un área 500 mil metros cuadrados, tiene “108 colaboradores”, y produce herbicidas a base de Ácido 2,4D, Ácido 2,4DB, Ésteres 2,4D y 2,4DB, MCPA, Dicamba, Imazetapir e insecticidas como Cipermetrina y Clorpirifos.

En noviembre de 2016 se produjo un incendio en esa planta, que dos meses atrás había sido clausurada por orden del juez Facundo Puente al comprobar que se arrojaban químicos al Río Paraná. Fue reabierta semanas después para que la Autoridad del Agua (ADA) pudiera extraer muestras, pero el juzgado no dispuso ninguna medida de control: la fábrica siguió funcionando como si las denuncias por contaminación, muertes y enfermedades respiratorias del barrio no existieran.

Por si fuera poco, la petición ante la CIDH detalla que un estudio del Centro de Investigaciones Medio Ambientales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) detectó que San Nicolás tiene valores de contaminación “miles de veces superiores” a las zonas de explotación agrícola.

Maggi: “La fábrica no sólo sigue funcionando, sino que su dinámica política y empresarial siempre es redoblar la apuesta. El año pasado, la planta inauguró un nuevo sector de formulación de atrazina sólida, un herbicida prohibido en muchos países (en la Unión Europea está prohibido desde 2003). Se la denuncia por contaminación, y lejos de emprender un plan estratégico, inauguran una nueva planta dentro del predio industrial, que por disposiciones municipales no podía ser objeto de ampliaciones”.

Soluciones y paradigmas

Maggi apunta que los procesos burocráticos de la justicia internacional deben analizarse según las “tendencias” de los tribunales y los Estados, las dos partes dentro del proceso. “Las organizaciones no somos parte, sólo nutrimos a la Comisión de información para que la causa siga su camino hasta la Corte IDH. Hay un fallo, en febrero último, sobre el caso Spoltore, donde la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación reconoció, en nombre del Estado argentino, que se había violado la garantía del plazo razonable del proceso. Fue un caso de un trabajador de la empresa Cacique, que acusó al empleador por una enfermedad ligada a su trabajo, y que estuvo más de 20 años litigando. El trabajador falleció, sin haber llegado a una resolución válida dento del sistema judicial argentino, pero su familia continuó el proceso. El reconocimiento de la Secretaría nos genera una expectativa más: acá no solo denunciamos la violación al derecho de un ambiente sano, sino también a la resolución razonable de las causas judiciales”.

En 2014, los vecinos presentaron un amparo en la justicia provincial: por allí ya pasaron seis jueces. Sin embargo, en medio del trámite judicial, los vecinos se seguían enfermando: en julio de 2016, Lina Vallejos murió de cáncer de pulmón y abdomen. Tenía seis años. Unos días después murió Eduarda Vallejos, su vecina: misma enfermedad. Ambas vivían al frente de la planta.

Todo está documentado en la denuncia. “Presentamos testimonios, documentación oficial, expedientes, análisis de laboratorios de gente con agrotóxico en sangre, listado de las personas fallecidas en domicilios uno al lado de otro, información científica”.

Ahora la CIDH le fijó al Estado un plazo de tres meses, posible de ser prorrogado hasta un máximo de cuatro, advirtiendo la imposibilidad de estirar un mayor tiempo. “Es una innovación porque ha ocurrido, como práctica negativa, que los juicios duran plazos muy largos, y se da entonces la paradoja de que la Corte está violando el plazo razonable mientras condena al Estado por violación de plazos razonables”.

En la carta enviada a los peticionarios, firmada por la secretaria ejecutiva adjunta del organismo, Marisol Blanchard, la Comisión detalla que podrá ponerse a disposición entre los denunciantes y el Estado en vías de llegar a una posible “solución amistosa” fundada en los pactos internacionales de derechos humanos.

Maggi: “Es prácticamente imposible porque no creo que el Estado reconozca que esa industria no promueve un desarrollo sostenible ni que vulnera la garantía a un ambiente sano. Pero sí guardo expectativa en que reconozca que hay una violación a la garantía de plazo razonable. Nuestro primer paso sería que, al menos, se reconozca que se violó el derecho humano a una resolución judicial apropiada”.

Otro de los pedidos de las organizaciones en San Nicolás es que el Estado realice un estudio epidemiológico para brindar alguna respuesta clara a los vecinos y vecinas. “El barrio ya no puede más, es gente que viene de años y años de aplastamiento. Hay un grupo que siempre llama, pregunta y mantiene la expectativa. Otros ya lo dan por perdido. Nosotros no lo damos por perdido de ninguna manera. Creemos que lleva tiempo, pero poco a poco vamos logrando pasos que son significativos. Creemos que va a llegar el momento en el que, al menos, se va a advertir que es una empresa que no puede estar ahí, radicada en un sitio con contacto con la población y donde los desechos desembocan en el río. Todo esto sin discutir el verdadero problema de fondo, que siempre lo marcamos en cada denuncia: el paradigma de producción agrícola”.

Compartimos la crónica de MU que reflejó las denuncias del barrio, con testimonios de vecinos y vecinas, de ex trabajadores de Atanor que confirman la contaminación desde adentro, y de la familia de Lina, la niña de seis años. Ese artículo fue enviado como prueba, entre otros, a los expertos de la CIDH.

Nota

La Estela: tierra guaraní en escena

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.

Por María del Carmen Varela

A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad.  La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.

La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.

Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

La Estela: tierra guaraní en escena

Foto: Gentileza La Estela.

Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.

El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.

Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.

La Estela

El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA

Sábados a las 18  hs, hasta el 27 de septiembre

@laestela.obra

@casandravelazqz

@ivanazacharski

Seguir leyendo

Nota

Litio: nace un nuevo documental

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.

“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.

Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…

Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco. 

LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.

“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.

El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.

LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:

“Esta historia continuará

¿Dale?”.

Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

Litio: nace un nuevo documental
Seguir leyendo

CABA

Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?

Por María del Carmen Varela

Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?

La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.

Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.

¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.

Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.

En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.

Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.

NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA

Miércoles 30 de julio, 21 hs

Próximas funciones: los viernes de octubre

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente. ©2025 Agencia lavaca.org. Riobamba 143, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa de Trabajo Lavaca ltda. Número de propiedad intelectual: 50682265 - [email protected] | Tel.: +54 9 11 2632-0383

Vistas el día de hoy: 37.034