Nota
Desde Porto Alegre: las canillas abiertas de América Latina
Alemania, Chile, Argentina, Paraguay, Nicaragua, Bolivia: en cada caso el simple acceso al agua potable se ha transformado en una batalla económica y política de alcance incierto. La amenaza sobre el acuífero guaraní y la experiencia de la sociedad uruguaya, que votó contra la privatización de un recurso que, se supone, es de todos.
No se trata de cualquier servicio sino de un derecho humano básico y universal: el acceso al agua potable. Sobre este derecho inalienable se centró la primera parte del encuentro Las canillas abiertas de América Latina, realizado hoy en el Foro. Especialistas de distintos países contaron sus experiencias en torno a la privatización del servicio de agua.
Las similitudes impactaban y también la reiteración del nombre de Suez, la empresa trasnacional más grande del mundo en el suministro de agua potable. Entre otras cosas, la accionista mayoritaria de Aguas Argentinas.
Experiencia 1 Chile
El chileno es , quizás, el sistema más radical de privatización de los recursos naturales. Su modelo se implantó durante la dictadura de Pinochet y luego
se aplicó en América Latina, aún en períodos democráticos. “No fue posible parar en Chile pero todavía es posible hacerlo en otros países”, alertó Sara Surraín de la organización Chile sustentable.
Con la privatización del agua, el gobierno le aseguró a las empresas privatizadas una rentabilidad anual del 10 por ciento y también se comprometió a hacerse cargo de las facturas de los sectores de menores recursos. La firma tiene los derechos concedidos a perpetuidad.
No obstante:
– Subieron las tarifas del agua potable, entre un 30 y un 200 por ciento según la región.
– Se perdió entre el 30 y el 60 por ciento de los empleos ligados al sector.
– Se redujo entre un 30 y un 40 por ciento el consumo.
El gobierno tuvo que hacerse cargo de un 20 por ciento más de casos de personas que dejaron de pagar sus facturas. De hecho es el sector con mayor cantidad de subsidios directos del Estado.
En síntesis, como dijo la expositora: un excelente negocio para las empresas y uno pésimo para el país.
Experiencia 2 Argentina
La Argentina –coincidían en el panel- es otro de los ejemplos que no hay que seguir. La mecánica de acción de la empresa, es un patrón cuyos rasgos principales fueron sintetizados por el investigador de FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) Martín Schorr.
A menos de un año de la privatización y pese a que por contrato de concesión las tarifas no podían aumentar por diez anos, la empresa plantea que la ecuación financiera no le es favorable (es decir: la empresa no gana lo que quiere ganar) y entonces se habilita una renegociación en la que el gobierno autoriza el aumento con la justificación de que así se iba a cumplir con las inversiones: los aumentos se producen, las inversiones no se concretan y el mecanismo renegociador se vuelve una regla.
”Entre 1993 y 2001 la tarifa residencial aumentó un 90 por ciento, en promedio. Mientras que los sectores de mayor nivel de consumo –es decir los de mayor poder adquisitivo- se les incrementó un 40 por ciento, para los de menores ingresos la suba fue del 100 por ciento. Es una de la pautas del carácter fuertemente clasista de la privatización”, señala Schorr y lo confirma con otro ejemplo: la empresa se había comprometido a hacer inversiones par mejorar el servicio en la populosa zona bonaerense de Berazategui, pero en cambio la hizo en el Puerto Madero, enclave elitista del más alto consumo en la ciudad de Buenos Aires.
Con este tipo de acciones Aguas Argentinas triplicó la tasa de ganancias de empresas similares en otros países. Cifras extraordinarias con nulo riesgo empresario.
Pero simultáneamente, la empresa fue vaciada en términos patrimoniales. En algún sentido, la Argentina ya ha dado toda la vuelta en el proceso privatización. Tiene la posibilidad, ahora, de arrancar nuevamente.
El problema es cómo:
– El Estado puede asociarse a la Suez “con el riesgo bastante certero de convertirse en el socio bobo” explicó Schorr.
– O se puede plantear la reestatización del servicio.
En ese caso aparecen nuevamente dos opciones:
– Que la Suez se vaya sin asumir todas sus deudas e incumplimientos.
– Que se haga cargo de todo antes de irse.
En ese sentido, instó Schorr, es necesario organizarse internamente y también contar “con una fuerte presión internacional al gobierno nacional para que todo termine con una reestatización, pero buena”.
Experiencia 3 Nicaragua
En Nicaragua –según contó Magda Lanuza, del Centro de Estudios Internacionales- transitan un camino aún no concluido hacia la privatización, en un país donde solo el 62 por ciento de la población tiene acceso al agua potable. El porcentaje viene en disminución, al ritmo de los paquetes de ajuste estructural que promueve el FMI y aplica el gobierno.
En 2001 el agua empezó a ser un tema de lucha: se conformó una red de consumidores, se hicieron manifestaciones, se recolectaron 50 mil firmas para un petitorio y se redactó uno de los dos proyectos de ley que están en danza; el otro es el oficial.
”Los gobiernos, las empresas y los bancos dicen que es una cuestión de lenguaje, que no entendemos que es una modernización y la llamamos privatización. Pero nosotros sabemos que no se trata de una cuestión técnica sino de una cuestión social”.
Experiencia 4 Alemania
Según transmite el diputado socialista Klaus Lederer, en Alemania están en el momento justo de una encrucijada. Tienen que elegir -dice- entre la peste y el cólera. Pone como ejemplo a Berlín, donde las autoridades saben
el costo que deben pagar ante la opinión pública si aumentan las tarifas pero, si no lo hacen, no pueden responder con las ganancias prometidas a las empresas.
Desde hace décadas, en Alemania, la administración del agua es pública. Pero, hace algunos anos, las autoridades comenzaron a abrir los servicios al capital privado, fundamentalmente la electricidad y el gas.
”La política nacional quiere crear condiciones para la entrada de capital extranjero y gran parte de la población está de acuerdo. Es una discusión que interesa a poca parte de la población y en tanto, los cambios –aunque lentamente- avanzan. Se prefiere la renovación tecnológica a la economía
integrada del agua. La cultura del agua está cada vez más débil”
Lederer no confía en cómo se resolverá la encrucijada. Por eso advierte que, en el caso alemán, “el optimismo es mera falta de información”.
También se relató el caso boliviano, y los propios protagonistas se encargaron de hacer conocer su experiencia a través de folletos entregados a todos los asistentes que colmaron la sala.
Folleto 1: “Después del triunfo de El Alto en Bolivia”
La Suez se fue de Bolivia luego de un paro cívico de tres días, tras la negativa de la empresa de ampliar el servicio de agua potable a 200 mil personas pobres de la cudad de El Alto. El gobierno decretó la terminación
del contrato. Transitoriamente se hará cargo la antigua empresa municipal hasta que se constituya una nueva empresa social con participación de los vecinos y bajo control social de las Federación de Juntas Vecinales (FEJUVEE), la misma que había convocado a la huelga. La Suez no admitió la media y entabló una demanda multimillonaria contra Bolivia en el Ciadi, (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) en donde el Banco Mundial es juez y parte. El folleto propone organizar una campaña mundial contra la trasnacional, una de las que más demandas ha instaurado contra países en desarrollo.
Folleto 2. “Toledo, el Bid, el Banco Mundial y otras financieras pretenden privatizar el agua en el Perú”
Las municipalidades de Tumbes, en Perú, abrieron recientemente la licitación pública para la entrega en concesión de los servicios de agua potable y alcantarillado, brindando facultades ilimitadas e irrevocables. Las municipalidades han renunciado, incluso la supervisar el trabajo. “El esquema previsto nos deja atados de pies y manos. El Bid-KFW, con un préstamo otorgó recursos a municipalidades de Tumbes y empresas de agua que cumplan con múltiples condiciones tales como aceptar la privatización, elevar las tarifas, congelar remuneraciones”, dice el folleto que insta a organizar una nueva campaña internacional contra las privatizaciones.
Folleto 3. ”Acuífero guaraní. Importancia estratégica”
El acuífero guaraní es la principal reserva subterránea de agua dulce de America del Sur, ocupa un área de 12 millones de kilómetros cuadrados, entre Brasil, Argentjna, Paraguay y Uruguay, y corre riesgo de ser privatizado a través de un proyecto financiado por el Banco Mundial.
“Un estudio reciente de Public Citizen analiza las políticas del Banco Mundial en relación al agua, y concluye que el 90 por ciento de los empréstitos incluyen requisitos que promueven directamente la privatización de los servicios”.
Folleto 4. “En octubre votá Si. El agua es de todos”
A través del mecanismo de democracia directa el 63 por ciento de la población uruguaya votó el 31 de octubre de 2004 la iniciativa de reforma constitucional presentada por la Comisión Nacional en defensa del agua y la vida. En la Constitución se incluyó entonces que el acceso al agua potable y al saneamiento son derechos humanos fundamentales.
Los servicios públicos de saneamiento y abastecimiento de agua potable para el consumo humano serán prestados exclusiva y directamente por personas jurídicas estatales. Los usuarios y la sociedad civil participarán en todas las instancias de planificación, gestión y control de los recursos hídricos.
Con un aplauso en honor a esa conquista se había iniciado, justamente, este nuevo taller del Foro.
Nota
La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
Nota
Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


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