Nota
Dictamen contra el Estado argentino: la detención de Sala es arbitraria
El dictamen del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU, firmado por su presidente Setondji Adjovi, concluye que la detención de la dirigente Milagro Sala es arbitraria y exige su inmediata liberación y compensación por estar detenida desde hace 286 días. La ONU hace hincapié en que Sala no tiene ninguna condena firme y el motivo de la detención no se explica ni por el riesgo de fuga ni por la posibilidad de entorpecer la causa. El gobierno argentino “justificó la detención basada en la gravedad del delito”, lo cual no es argumento jurídico para dictar la prisión preventiva. Estos los son parámetros básicos del Estado de Derecho que recuerda Naciones Unidas al analizar el caso Sala.
Causa armada
El grupo de trabajo constató los dos procesos que investigan a Sala: uno iniciado por un acampe y el otro por denuncias de corrupción y malversación de fondos. Esta última causa fue abierta el día anterior al dictamen sobre la excarcelación por la primera y se remonta a una auditoría de la Nación del año 2010. Esto llama la atención del Grupo de Trabajo: la detención de Sala comienza por la protesta y cuando no puede sostenerse, aparece una nueva-vieja causa. Se trataría entonces de una causa armada para sostener la detención.
Otro elemento que delata el armado de esta causa: “Se puede observar que jueces y fiscales (…) fueron seleccionados e iniciaron funciones para delitos que no se ajustan a criterios de urgencia y que pudieron haber esperado que concluyera la feria judicial”. Es decir, que jueces y fiscales son sospechados de haber sido elegidos especialmente para llevar adelante este proceso.
Derecho a la protesta
Por la información recibida tanto de las organizaciones denunciantes -Cels, Amnistía Internacional y ANDHES- como del gobierno argentino, el Grupo de Trabajo constató que el acampe de integrantes de la Red de Organizaciones Sociales (ROS), del que Sala participaba, se trató de una “protesta social pacífica”. La ONU resalta que la protesta “forma parte de la libertad civil de la señora Sala y de los integrantes del ROS: es decir, en el ejercicio libre del derecho a solicitar información y una mesa de diálogo con el Estado”. Considera, entre otras cosas, que la protesta es “parte fundamental de los de procesos democráticos” y “de la defensa de los más marginados”.
En el punto 107, el Grupo de Trabajo dice que les resulta “sorprendente” que el Estado reaccione en el 2016 por hechos que ya tenía conocimiento en el año 2010: se refiere a una auditoría general de la Nación sobre la utilización de fondos públicos. Lo que sorprende, en realidad, es “que sus efectos legales y procesales surtan efectos justo en el contexto en el que la señora Milagro Sala participa en una protesta social pacífica”.
Sin defensa
El informe concluye que a Sala se le obstaculizó el derecho a defensa jurídica “por diferentes medios” y cita como prueba de esas maniobras que “no se le notificaron bien los delitos” y hubo “falta de claridad en lo que se le imputa”. El debido proceso requiere, precisamente, la notificación clara de delitos y el detalle de la imputación , elementos básicos para que la defensa pueda desarrollar su línea argumental y presentar pruebas.
La gravedad del delito no importa
Esto es lo central del dictamen, porque sienta posición sobre un principio constitucional que la justicia argentina niega en forma sistemática: la prisión preventiva solo corresponde cuando se constata peligro de fuga o alteración del proceso. El gobierno argentino “justificó la detención basada en la gravedad del delito”, lo cual no constituye argumento para negar la excarcelación.
El (desa)fuero que no fue
Dice la ONU: Milagro Sala ya había sido elegida congresista del Parlasur al momento de su detención: para ser privada de libertad debió cumplirse el procedimiento del desafuero. De acuerdo a las leyes argentinas, se puede investigar a una persona con fueros, pero no detenerla.
El veredicto: arbitraria
“La privación de la señora Milagro Sala es arbitraria según las categorías II y III de los métodos de trabajo del Grupo”.
De acuerdo a este dictamen, estos serían los derechos violados por el Estado argentino en el caso Sala:
- La categoría II tiene en cuenta los derechos y libertades garantizadas por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Declaración Universal de Derechos Humanos. Los artículos citados son los siguientes: libertad de circulación, libertad de pensamiento, libertad de opinión, derecho a la reunión pacífica, de asociación, participación en los asuntos políticos, igualdad ante la ley y derecho a la no discriminación y la protección de las minorías.
- La categoría III se refiere al juicio imparcial y al derecho a un debido proceso.
Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
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