Sigamos en contacto

Nota

Entrevista a Michael Hardt

Publicada

el

Michael Hardt considera que vivimos el fin del imperialismo, y que lo que hace peligrar al modo actual de poder no es el antiimperialismo, sino la autogestión. Hardt estuvo en la Argentina, visitó la Biblioteca Nacional y la Cátedra Autónoma de Comunicación Social, y se dio tiempo para conversar con lavaca: Bush, Chávez, el Katrina, los chinos y un pronóstico de guerra futura, según el autor de Imperio.
Hardt es fue coautor, con el italiano Toni Negri, de Imperio y Multitud, dos libros de referencia en lo que podría llamarse una nueva forma de pensar la izquierda, de un modo que cuestiona prácticas, teorías y burocracias, cosa que a les ha valido críticas, vituperios y no demasiados nuevos amigos en esos ámbitos, y la expectativa entre quienes postulan formas menos encasilladas de ver la política. Simplificando mucho la cuestión, puede decirse que Negri y Hardt aseguran que cayó el imperialismo al viejo estilo (naciones controlando naciones, gobiernos imperialistas subordinando a otros) y que se está en otra etapa, la del imperio, donde el poder ya no está en una nación o un Estado, sino en una red (económica, financiera, de grupos trasnacionales) de control que ya no es territorial, y que incluso controla a los Estados, constituyendo un nuevo tipo de poder mundial.
Hardt tuvo una carrera universitaria que lo hizo saltar de una licenciatura en Ingeniería, a un doctorado en Literatura Comparada y luego otro en Ciencias Políticas.
-¿Da Vinci?
-(Riéndose) No, la mía más que una formación, ha sido una malformación.
 
Ingeniería, literatura y ciencias políticas: la construcción, la creación y la aplicación práctica de la imaginación tal vez sean un modo -uno de tantos- de pensar la política en estos tiempos.
-Hace casi un año usted decía, en una entrevista con lavaca, que estaba triste. Bush había ganado las elecciones. ¿Cómo anda ahora el ánimo?
-Estoy mucho mejor. Esa era una situación triste en los Estados Unidos, y difícil para los movimientos sociales. Pero ahora las cosas están mucho mejor. Y quizás en otros países también. En la Argentina no sé, es una pregunta para vos.
-Hoy salió en el diario que el país está en el pico histórico de venta de antidepresivos. Pero la entrevista es a usted. ¿Por qué está mejor la situación en su país?
-La guerra sale mal. El gobierno de Bush es terrible, pero a la vez se siente más débil y su gobierno objetivamente lo está. Entonces, la gente ve mejor que esta era la realidad. Por el momento no hay respuesta de los demócratas ni de nadie. Pero el otro dato es que los movimientos sociales están creciendo. No es un momento de gran actividad. Pero hay situaciones, como la del huracán Katrina en New Orleans, que hace crecer la conciencia de los norteamericanos sobre la necesidad de una autonomía local, y hace comprender mejor cuáles son las estrategias del capital. El huracán muestra la situación de pobreza, de injusticia y división social, mientras los recursos van a parar a la guerra. Creo que eso fue importante. Quizás estoy delirando, pero me parece que es un momento de crecimiento para los movimientos. No existen todavía grandes movilizaciones, pero cambió el ambiente nacional. Y cambió de un modo positivo.
-Pero ¿qué es lo positivo?
-El fracaso militar, económico, político de Bush en Irak, sumado al fracaso interno, creo que muestran que el imperialismo es obsoleto. El fracaso de la guerra es una demostración de la incapacidad imperialista del gobierno de Bush. Él y sus ideólogos tienen verdaderamente una mentalidad imperialista, pero el fracaso de la guerra, el fracaso del ALCA, de la situación interna en los Estados Unidos, muestran que hoy hay que confrontar con una nueva forma de poder. Y para esa confrontación, hay estrategias de resistencia diversa. Por ejemplo no sería tan importante el antiimperialismo de Chávez, sino las prácticas de autonomía en los barrios de Caracas, que son formas más adecuadas de respuesta a las nuevas formas de poder.
-Pero el imperialismo parece ser un poder muy entusiasta.
-No, hoy está fracasando el imperialismo clásico, de una nación que intenta dominar a otras. Es cierto que si el poder mundial fuera verdaderamente un imperialismo yanqui, sería justa y adecuada una respuesta tradicionalmente antiimperialista, a lo Chávez. Pero lo que se observa es que hay otras prácticas que representan una nueva forma de poder y generan también una práctica y una resistencia no tan nacionalista, pero sí de interdependencia local, regional y quizás global. Es por eso que me interesa ese tema.
Me parece importante que se entienda esto entre los intelectuales de izquierda. No sé cómo es la situación en la Argentina, pero en los Estados Unidos es un problema que gran parte de los intelectuales de izquierda, después del 11 de septiembre de 2001, reciclaron el viejo discurso antiimperialista. Y creo que no hay perspectiva para eso. Tenemos que enfatizar otras prácticas que para mí son más importantes, las prácticas de autonomía. Y en América Latina sobre todo, sería útil para los norteamericanos seguir las prácticas de los Sin Tierra de Brasil, los movimientos bolivianos y todos los movimientos que están experimentando con una nueva forma de autonomía, que creo que no es simplemente la vieja reacción antiimperialista.
-Y esas nuevas formas de autonomía ¿Qué son? ¿Qué significan?
-Tenemos muchos ejemplos. Para alguien que está fuera de la Argentina, toda la experiencia de los MTD (Movimientos de Trabajadores Desocupados) fue muy importante. Las asambleas también. Ya mencioné a los Sin Tierra, los zapatistas en México. Lo que todos están haciendo no es pedir al Estado una mediación, sino la creación autónoma de una sociedad que tiene relaciones, claro, con el Estado, pero no queriendo que el Estado los represente. Son experimentos con respecto a la autogestión de los recursos naturales y también humanos y de la sociedad. Es por eso que hablo de autonomía, que me parece un concepto adecuado para esto.
Hay algo que me parece muy interesante. Viajo por distintos lugares, y todos me hablan de autonomía. En Chile, Bolivia, Sudáfrica, México. Yo siempre pregunto: ¿de dónde salió esta palabra, de los zapatistas, de los italianos? No, no, me contestan, eso sale de nuestra propia experiencia. Me llama mucho la atención: hay como vidas paralelas y muchas personas de diferentes lugares que afrontan más o menos la misma situación.
-Y sin conocerse llegan al mismo tiempo a conclusiones similares. Pero esos movimientos, ¿pueden luchar contra el imperialismo? Ni siquiera hablan de eso.
-La autonomía es una arma más fuerte que el antiimperialismo. Si el poder mundial fuera el imperialismo yanqui, sería necesario luchar en el sentido de la soberanía nacional como freno al imperialismo yanqui. Pero no es el imperialismo yanqui. Me parece que tenemos una sobre estimación del poder norteamericano. Entonces hay que afrontar otros enemigos que no son solamente los yanquis. Son los «kirchners» argentinos que colaboran con una red de poderes económicos. Esa red constituye el poder actual. No es un país. Creo que la sobre estimación del poder norteamericano implica una subestimación de otros poderes de dominación que existen hoy.
Entonces, si todos los movimientos realizan una práctica antiimperialista, nos ponemos todos contra Bush, y está muy bien: No al ALCA, no a la guerra. Está muy bien. Pero mi perspectiva es que hay que afrontar también otras redes de enemigos con prácticas que no son unitarias a nivel nacional. A mí me parece que en América Latina también, las grandes experiencias antiimperialistas fueron de unidad nacional. El sandinismo en Nicaragua, Cuba, muchas luchas en la Argentina. Pero como creo que todo ha cambiado, me parece que no solamente no es necesaria ahora una estrategia de unidad nacional antiimperialista, sino que es muy problemática.
Por eso estoy hablando sobre esta diferencia entre una lucha antiimperialista que implica una unidad nacional y otras prácticas que para mí son más concretas, con una red de interdependencia de luchas autónomas que me parecen otra estrategia para un enemigo nuevo y un mundo nuevo.
-Si la idea de unidad nacional ya no se corresponde con este tiempo, ¿cómo es la resistencia frente a estas nuevas formas de poder?
-Cuando se habla de autonomía hay que hablar de asociación, de intercambio e interdependencia, porque si fueran solamente grupos locales autónomos, que no se comunican, sería un desastre. Pero creo que es una práctica que para una nueva generación es evidente: la práctica implica dos cosas, una autonomía de cada grupo, que a su vez tiene una comunicación e interdependencia con muchos otros grupos, pero también relaciones con grupos de otros países. No hablo solo de relaciones materiales sino de intercambio de ideas, y demás, esto implica una mentalidad mucho más abierta que la mentalidad del orgullo de la identidad nacional.
En un sentido quizás es más local, porque hablamos con nuestros compañeros en nuestra localidad, pero al mismo tiempo es una mentalidad capaz de entender toda la red de resistencias que se están llevando a cabo en todo le mundo. Es algo muy complejo, pero es una estrategia entender las conexiones posibles de las luchas que se están haciendo sobre recursos como el agua en Bolivia o Sudáfrica, o en China los campesinos. Significa que es un gran desafío y un gran trabajo para todos entender dos cosas.
Una es que vivimos una nueva forma de poder, que ya no es solamente el poder del imperialismo yanqui, y la segunda es comprender las nuevas posibilidades de intercambio y relaciones que nos refuerzan y que vienen de otras resistencias y luchas que son hermanas.
-Una sensación que puede es que estas resistencias autónomas son defensivas, y que al final no cambia nada porque los que gobiernan se quedan en sus cargos, y hacen lo que quieren.
-Estas prácticas que estamos experimentando, llamémoslas autónomas, como el zapatismo, es cierto que en primer lugar son defensivas. Los zapatistas, por ejemplo, desarrollan una lucha defensiva contra el racismo del estado mexicano, contra las fuerzas armadas, y demás. Pero en 2º lugar y quizás más importante, estas prácticas muestran el desarrollo no solo de una nueva sensibilidad, sino también de nuevas relaciones sociales.
-Relaciones entre las personas.
-Claro. Es una tarea muy difícil, pero en esa lucha defensiva también debe haber una creatividad y una experimentación con respecto a crear relaciones sociales diferentes. Y yo creo que todos los militantes y activistas hoy saben de manera instintiva, que la alegría y luchar no es solo una cuestión de odio por el enemigo, por la policía, por las fuerzas armadas, por el Estado, por los Estados Unidos, sino que también son prácticas de amor, afecto, amistad, con otros compañeros. Hablando así quizás parece sentimental, pero en esas cuestiones se encuentran los elementos de creación de una nueva sociedad. Muy pequeña siempre, pero creo que ese es un pilar para un eventual cambio de la sociedad.
-¿Y este tipo de cambio implica una transformación social?
-No es algo que cambie de un día para el otro. Pero tampoco es que estamos esperando que venga el Mesías a salvarnos. Estamos todos los días luchando con alegría, y no sufriendo hasta que llegue la victoria.
-La victoria de una supuesta revolución que solucione todo en el futuro. Eso es lo que plantea la izquierda de modo clásico, para lo cual postula la toma del poder, y a partir de ahí generar los cambios sociales. Pero usted está en línea con quienes creen que hay que abandonar la lucha por el poder.
-Abandonar esa lucha, pero solo en un sentido: no queremos el poder como es. Yo creo que queremos la potencia de hacer cosas, la potencia de pensar de manera más fuerte, y de luchar de modo cada vez más fuerte. Queremos la potencia, claramente. De alguna manera no me gusta este eslogan de que no queremos el poder. Estoy de acuerdo en el sentido de que no queremos el Estado como es. No quiero tener posiciones de ese tipo. Pero nosotros queremos el poder en el sentido de cambiar la gestión de la sociedad. Queremos la posibilidad de autogestión social. Quizás es otro sentido del poder, más relacionado con la potencia.
-Poder como verbo y no como sustantivo.
-Sí, no queremos ser pasivos frente a lo que ocurre en la sociedad, sino activos.
-Usted mencionaba el caso de Venezuela. Hay muchas expectativas con respecto a Chávez, que es un antiimperialista más clásico: habla mal de Bush y dice que es un asesino genocida mentiroso…
-Que lo es…
-Pero a la vez usted dice que es más interesante lo que ocurre en los barrios: la autogestión, en lugar del antiimperialismo de Chávez.
-No soy especialista, pero tal vez hasta Chávez esté de acuerdo con este punto de vista que planteo: que lo realmente importante no es lo que él hace como líder, sino lo que está experimentando autónomamente la gente en los barrios. El gobierno les da espacio a esos desarrollos. Y en ese sentido Chávez es el parámetro, el patrón de medida para hablar de los gobiernos más o menos progresistas en América Latina hoy.
Porque la clave es si conceden o no un espacio a un desarrollo social autónomo. Entonces, en Venezuela, creo que hay un desarrollo social muy complejo que todavía no se entiende muy bien, pero es cierto que hay muchas posibilidades para organizaciones sociales que están desarrollándose en el espacio que les da el bolivarismo.
Creo que una clave es que no hay que confiarnos en cualquier representación, sea Chávez, Kirchner o Lula. No, la cuestión no es la transferencia de nuestra potencia a un líder, sino aprovechar y beneficiarse del espacio que un gobierno no fascista nos da. Los líderes norteamericanos tal vez no lo entienden, pero creo que para sus intereses, el gran peligro en Venezuela no es Chávez sino los barrios autogestionados. Porque Chávez es algo que se conoce, un enemigo de los norteamericanos como Fidel, o los sandinistas, pero es una vieja imagen: son muy capaces de poder controlarlo.
-Comercian con él.
-Es un baile conocido. Pero creo que lo desconocido, el desarrollo autónomo de una sociedad en su base, es mucho más peligroso para los Estados Unidos.
-¿Por qué puede ser peligroso para el poder del imperio ese desarrollo?
-Tal vez pueda explicarlo con una metáfora. Chávez es como un pugilista, con el que uno puede pelear, pegarse, recibir algún golpe. El desarrollo autónomo es más como un virus que pasa a través de todas las otras sociedades, incontrolable, no identificable. En la época de la globalización los grandes enemigos del poder son los virus que pasan a través de las fronteras.
Ese es el verdadero peligro porque es incontrolable, y porque implica la creación de una nueva sociedad. Por eso es el verdadero peligro, por la posibilidad de crear una nueva sociedad. Esa es la perspectiva de los movimientos actuales: crear una sociedad global que sea democrática. Y ese es el gran peligro para los que tienen el poder.
-Que sea democrática y no representativa. La representación está matando a la democracia. ¿Qué nuevos modos de pensar considera que se necesitan para entender la sociedad de este modo?
-El gran cambio de idea es que me parece evidente que no hay nadie que te vaya a salvar, a representar. Entonces tenemos la responsabilidad y también la potencia de hacerlo nosotros. De ser consciente, claro, de que yo solo no tengo ninguna potencia, y tú solo tampoco. Es evidente que esa potencia existe relacionándonos. Tampoco dándome completamente a los otros, sino trabajando juntos con cierta autonomía, y diferentes perspectivas de criterios.
Hay que ver que la sociedad que tenemos es algo que hemos construido en situaciones difíciles, afrontando dictaduras, etcétera. Pero hemos sido nosotros y los compañeros que tenían la potencia de hacerlo. La sociedad es algo producido. Nuestra naturaleza es algo producido por luchas anteriores. En esa perspectiva podemos ver que tenemos claramente la potencia de hacer una nueva sociedad. No es que el capital ha creado todo el mundo, o las dictaduras, o el capitalismo. No, hemos sido nosotros. Entonces tenemos ese potencial, y hay que realizarlo de otra manera, de manera democrática. Pero la potencia la tenemos. Es difícil verlo hoy porque creo que experimentamos un momento histórico muy difícil, un momento histórico en el cual parece que somos todos impotentes. Pero es un primer paso adelante reconocer en esta situación de impotencia nuestra potencia y la de nuestros antepasados.
Cuando podemos ver que nosotros mismos somos productos de luchas anteriores, hay que trabajar también el modo de producción de la subjetividad. Es la producción de nosotros mismos. Es una perspectiva vertiginosa, pero me parece bastante importante, y no hablo en el sentido de la ideología casi reaccionaria del 68, que decía que la revolución es un trabajo sobre uno mismo. El cambio es una ampliación de la potencia de las personas, como algo colectivo. No hablo de ser más tranquilo, mejor persona, en un sentido individual. Todas las luchas anticapitalistas contra el poder, son luchas por el control de la producción de subjetividad. El trabajo es una gran fábrica de subjetividad. Entonces no es que trabajamos solamente como psicoanalistas, o algo así, es una lucha para cambiar la sociedad capitalista.
(La charla con lavaca continuó y se amplió en la Cátedra Autónoma de Comunicación Social, donde Hardt, ante los integrantes del grupo de estudios, planteó sus ideas, y contestó a nuevas preguntas)
-¿Y eso es posible? Porque muchas de estas experiencias no son registradas por la sociedad.
-Existe un desarrollo clandestino, que no se ve, pero es un desafío intelectual tener una óptica distinta para reconocer las cosas que son invisibles. Cuando son invisibles no quiere decir que no están, que no producen.
Otra respuesta sería que con la óptica vieja, solamente las representaciones, como Chávez, como Fidel, y no vemos el verdadero impulso multitudinario del pueblo. Cuando hoy tenemos esos movimientos que rechazan la representación, hay que tener otra óptica para reconocerlos. El zapatismo es un discurso bastante complejo, los MTD, pero cuando rechazan la representación hay que tener otra perspectiva para entender lo que están haciendo.
Entonces para mí es importante la autonomía de los movimientos, y me parece interesante discutir entre nosotros sobre el desafío de luchar contra un gobierno de izquierda.
-Kirchner emite algunos discursos de izquierda, aunque muchos no consideran que esa posición sea siquiera verosímil.
-Hay un filósofo francés, Gilles Deleuze, que ha sido muy importante para mí. Él decía que no hay gobiernos de izquierda. No es que hoy no hay, y otra vez sí. Plantea que no quiere decir nada que un gobierno sea de izquierda: puede ser a lo sumo un gobierno que le da espacio a las experiencias de lo que estamos llamando de izquierda. Y creo que hay algo que hacer con la representación.
Si la izquierda quiere la representación en el Estado, es un desastre. Pero lo que quiero decir es que Kirchner no es Bush. Por lo tanto lo primario es que los movimientos tengan autonomía respecto del Estado, pero importa quiénes nos gobiernan. Y sobre todo importa entender qué es lo que hacen, si permiten o no ese espacio para los movimientos que buscan autogestionarse.
-Se puede hablar realmente del fin del imperialismo, o es una reformulación?
-Quizás sea una diferencia semiológica, pero para mí es importante señalar una ruptura. Porque creo estamos ante una nueva forma diferente, que no es solamente nacional. Claramente los Estados Nación son dominantes, pero vivimos un nuevo imperialismo en el cual no se trata solamente de que los yanquis controlen todo. Lo que me importa más es cómo podemos hacer y accionar nosotros.
-Cómo ve el posicionamiento de China con su política interna y externa, en el mundo actual?
-Para mí es muy difícil entender. Estuve el año pasado. Fue muy interesante. Yo me estaba interesando mucho por la situación y la perspectiva de los campesinos en China, y en todo el mundo. Quise colaborar para crear una relación entre los Sin Tierra brasileños y los chinos, pero fue muy difícil. Allí puede haber un gran aliado de los movimientos populares de todo el mundo. Yo creo que es importante la conexión entre los líderes de países subordinados en el mundo, como India, China, Brasil. Creo que el rol de estos países más los de América Latina y tantos otros, es convertir el sistema global. No digo hacer algo perfecto, pero sí algo mejor.
En este punto, hay que conocer también la teoría militar norteamericana. Fui invitado al Colegio Militar porque había un congreso para discutir sobre el imperio. Yo les pregunté por qué esa estrategia de ataque actual, sin muchos soldados, con mucha tecnología. Me parece, y se los dije, que ese nuevo modelo es un fracaso completo. Hay muchos militares contrarios a esta estrategia de pocos soldados y muchos tecnología.
-¿Y qué le contestaron?
-Que lo importante no es Irak, sino que dentro de 20 o 25 años deberíamos ser capaces de enfrentar a China. Ese es el horizonte final, porque allí no hay posibilidad de tener bastantes soldados para atacarla. Hay que tener otra cosa. Eso me dijeron. Es horrible, es un film de terror, pero es la mentalidad con que me explicaron las cosas.
-Volviendo a Venezuela, hay quienes consideran que se está asistiendo a una doble revolución: una por arriba, con Chávez a la cabeza, y otra en los barrios bajos.
-Es muy interesante. Estoy muy curioso por lo que pasa en Venezuela. Yo tenía una impresión , no me gustaba el estilo de Chávez, autoritario, militar. Pero poco a poco estoy aprendiendo y me parece muy productivo todo lo que está pasando allí.

Nota

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Publicada

el

“Una más y no jodemos más” fue el grito más atronador de toda la tarde en Plaza de Mayo, en referencia a una posible candidatura de Cristina Kirchner. Fue el signo más visible del «operativo clamor» con el que se había ideado el acto, aunque ella ya había aplacado las semana previas la hipótesis de ser candidata.

En un discurso que reivindicó tanto a Néstor Kirchner como a sus dos mandatos, CFK dejó el tema electoral sin definición. Terminado el acto Florencia, entre la multitud, brindó a lavaca un editorial políticos de la jornada en 9 palabras: “Nunca sabés cuándo va a ser la última plaza”.

Pese a truenos, rayos y tormentas, el encuentro más ansiado por el kirchnerismo simbolizó una medición actual de fuerza y movilización aunque no dejó definiciones sobre el enigma 2023: quién será el o la candidata del actual espacio oficialista, con todas sus diferencias. Los cálculos llevaron el termómetro movilizador a 500.000 personas, dato otros relativizan: en ambos casos, y como tantas cosas, el tema pasa a formar parte del sistema de creencias de cada persona. La ex presidenta hizo una pormenorizada defensa de su gestión, resaltando los altos salarios o el hecho de haber encontrado un Producto Bruto de 167.000 millones de dólares al asumir Néstor Kirchner, y llevarlo a 647.000 millones de dólares al finalizar el mandato en 2015. El gobierno de Macri, en cuatro años, bajó el Producto a 400.000 millones, dejando 120.000 millones de dólares de deuda que hoy sigue condicionando al país.

Definió a la Corte Suprema como un «mamarracho indigno», planteó la necesidad de un nuevo diseño institucional y pacto democrático y sugirió: «Basta de pedirle al otro que haga lo que no se está dispuesto a hacer».

Muchas mujeres escucharon el final del discurso de Cristina con las manos como en un rezo, esperando que definiera su propia candidatura, o la de alguien más, cosa que quedó pendiente. El acto, entonces, parece haber sido un posicionamiento en las negociaciones que se vienen para definir candidaturas ante el misterio que significan las PASO y luego los comicios. Y una demostración de apoyo frente a lo que llamó mamarracho, y frente a los pantanos de Comodoro Py. Con Cristina, aparte de sus nietos, tuvieron un rol televisivamente importante Alicia Kirchner, Axel Kicillof, Máximo Kirchner, Wado de Pedro y Sergio Massa, en medio de ese palco plagado de invitados que aplaudieron frases pertinentes, como “Se discuten muchas boludeces en los medios”. (Confirmando la teoría, luego se conocieron repercusiones de políticos y panelistas oficialistas y opositores sobre el acto, realizando piruetas verbales que rellenaron como suele ocurrir horas estériles de programación televisiva y tal vez cerebral).

Crónica de la jornada. La música que se escuchó, una teoría sobre el hambre y las ganas de comer. Las reflexiones entre pancartas, pastelitos y lluvia de quienes estaban abajo del palco, en la calle. Ideas y hallazgos de personas que se movilizaron y no se sienten necesariamente espectadoras. Lo que dijeron las personas movilizadas antes y después del acto.  

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

La Plaza, los reconfortados y las sorprendidas. (Fotos: lavaca/Sol Tunni).

Mujer anonadada y caritas feas

Gerardo, 56, comerciante, brindó a lavaca un primer signo saliendo de la Plaza en el atardecer tormentoso: «Vinimos a escucharla y nos vamos reconfortados, porque en estos tiempos en que la política pasa por otro carril venir a escucharla a ella nos nutre y nos hace seguir con fuerza para el mañana».

¿Y hacia adelante? «Vamos a acompañar al compañero que se decida o que decida Cristina».

Mariana, 55, bancaria estaba con otra sensibilidad menos conformista: «Estoy anonadada, porque me doy cuenta de que no sé quién va a tomar la posta y quién va a tener los huevos suficientes para hacer lo que dice Cristina, que es diseñar un programa y es poner caritas feas”. La vicepresidenta había planteado: «El problema que hoy tenemos acuciante es la distribución del ingreso. Creanme que para distribuir el ingreso muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho. Y no se trata de confrontar».

Mariana completa su idea caminando de salida por Avenida de Mayo: “¿Quién de los nuestros va a tener los huevos para hacerlo? Ella hoy tiró el encuadre que hay que seguir, ¿pero quién lo va a llevar a cabo? No sé”.

Se queda pensando sobre el asfalto mojado: “El único candidato que a mí me parece que podría ser el de Cristina, con todas las letras, sería Kicillof (gobernador bonaerense), pero no se lo puede sacar de donde está».

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Truenos, rayos y lluvia que no detuvieron a las familias que se acercaron. (Fotos: lavaca/Lucas Pedulla).

Todo puede pasar

Florencia e Inés son amigas, de Ituzaingó y Morón, 33 y 60, diseñadora gráfica y arquitecta. 

Explica Florencia: «Básicamente había ganas de venir porque hay como mucha incertidumbre. Yo venía a escuchar si había una fórmula, pero bueno: nunca sabés cuándo va a ser la última plaza… ya me puse un poco catastrófica: pero hace casi cuatro años ya pasamos por esto y la verdad que yo estoy con miedo, estoy con miedo por la oposición, no porque gane la oposición, no es por una cuestión de resultados, sino por los discursos que se vienen escuchando. No es solamente por una cuestión económica, sino por una cuestión social, se está viendo mucha violencia, ya no se respeta nada, todo puede pasar».

«A mi me gustaría que sea ella la candidata, pero tampoco la podemos exigir, pobre mujer. Ya dijo que no, ya está. La verdad me gustaría que sea Axel, no me gustaría que sea Massa, pero también soy consciente de que ayudaría a la elección porque hay mucha gente que no es del partido que a Massa lo votaría».

Mística y bastones

Alejandra, 48 años, es docente de música: «Estamos debatiendo lo que dijo. Ya tomó una decisión, pero deja como una mística, un relato a seguir construyendo, y el ejercicio es que ese relato lo tenemos que construir nosotros, más allá del candidato. Ella siempre está hablando del proyecto de país, eso es a lo que está apostando, no importa quién. De hecho, cuando asume Alberto, ella se lo dice: ‘Vuelva al pueblo para no confundirse, apóyese en el pueblo’. Me parece que ese es el ejercicio democrático que ella está planteando, entonces uno termina en los nombres, pero en realidad lo que hay que debatir acá es qué proyecto queremos. Lo de Colonia no, Patria sí, eso es lo de fondo que hay que seguir laburando y militando que es lo más difícil; eso justamente es lo que los medios de comunicación te sacan del centro todo el tiempo».

Martín, 35: «Ella es la conducción, una voz necesaria, sea candidata o no, ella representa a la mayoría y tiene una palabra convocante, ordenadora y tiró cuatro ejes de discusión, como la economía y la Corte; ella es muy dialoguista; la dibujan como que no pero es súper dialoguista y estadista».

Paula, también 35: «Sí, lo importante es el proyecto, aunque a mí me encantaría que sea ella porque nos representa, pero también estábamos hablando recién que nos gustaría Wado. O Grabois, aunque no sé si para presidente». Martín retruca: «Grabois se hace el purista con Massa, pero con los macristas se sienta a tomar el té, como con Carolina Stanley y Pepín Simón». Paula: «Bueno, no es momento de tirarnos con el bastón del mariscal”.

La Plaza de fue vaciando bajo la lluvia del 25 de Mayo.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Pancartas que implican una certeza, y algunas incertidumbres electorales. (Fotos: lavaca/Sol Tunni).

La inteligencia colectiva en la previa

Todo había empezado mucho antes.

La noche anterior ya la Plaza se va ocupando de gente que quiere estar cerca del palco. Llegan, sobre todo, desde distintas provincias. Una señor de Salta dice: “Quiero ver qué puntos especiales, bien claritos, nos da Cristina sobre lo que hay que hacer de ahora en más”.

Durante la mañana comienza a verse el río de gente. Lavaca consulta deseos de quienes van por Avenida de Mayo hacia la Plaza. Todo es demasiado más interesante en forma y contenido que lo que se suele ver en televisión o escuchar en radios. Las respuestas de una señora de tapado, una pareja sub-20 y un hombre de gorrito de lana forman casi un programa político. 

“Reforma del Poder Judicial”.

“Inseguridad”.

“Que los pibes no se vayan del país”

“Recuperar la Ley de Medios”.

Todos tienen trabajo, tal vez por eso no hablen de inflación. O la inflación es un problema tan obvio que desear que termine es algo que no hace falta siquiera mencionar.

Una mujer lleva una remera con una pregunta para diferenciar palabras: “¿Justicia o Poder Judicial?”

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Los colores contra el gris de la tarde (Fotos lavaca/Sol Tunni).

Dos hombres portan una bandera: “Cristina el pueblo te ama y te necesita”.

Por Twitter alguien lanza otra definición política, sobre certezas y sobre incertidumbres:

“Con Cristina hasta la luna. Con los demás, hasta donde ella diga”.

Que nombre al candidato

A las 11.30 de la mañana la Plaza de Mayo ya está llena. «Es que viajamos toda la noche» explica una joven que hace de cordón de La Cámpora, que vino desde Córdoba. «Hoy es más que bancar a Cristina, es recordar a Néstor. Es mostrar fuerza para que la derecha agrandada sepa que estamos fuertes y en la calle».

Otra joven de veintipico le propone otro final a la frase, en tono irónico, medio chiste-medio en serio: «Unidos y organizados».

Algunos pasacalles se animan a proponer nombres: figuran carteles de Grabois, de De Pedro y de Katopodis, tal vez los más ligados a las militancias territoriales; no se ven carteles de Scioli, Rossi ni otros que han mostrado su voluntad electoral, que habrá que ver en qué queda tras las palabras de la vicepresidenta.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Letanías y aspiraciones en Plaza de Mayo. (Fotos: lavaca/Sol Tunni).

Todo parece fluir: las columnas separadas por cordones, acomodándose en sus lugares indicados o ganados en la plaza, van poniéndole límites a la posibilidad de circular por el lugar.

Cada 100 metros sobre Avenida de Mayo hay grandes pantallas que mostrarán a Cristina hablando. Se espera que la Plaza se colme rápido y las personas puedan seguir la conferencia desde donde estén, hasta donde lleguen. Quienes se acerquen a Avenida de Mayo tendrán transmisión privilegiada, no así en las otras arterias o en los bordes de la plaza, donde se espera que la voz de Cristina suene bien fuerte.

«Es un evento bastante pautado, se convocó a las dos y Cristina dijo que habla a las 4. Nosotros estamos acostumbrados a actos mucho más  largos» responde alguien veterano sobre la convocatoria temprana.

No llueve. Y eso es toda una noticia. Hace calor, muchos aprovechan para hidratarse, ponerse en cuero, cantar y tocar: hay clima de hinchada.

¿Qué se espera que diga Cristina? «No me importa lo que diga, hay que bancarla: la quisieron matar» dice una señorita. Al lado suyo un joven: «Que diga quién va a ser candidato «. Otro postula: «Wado». Pero son propuestas tímidas, esperando lo que defina ella.

El otro protagonista del día es Néstor, presente en fotos, banderas y hasta tatuajes. A 20 años de asumir, otra mujer espera que se explique todo lo que se logró en esos años de gobierno, «para recordarle a los pibes que no lo vivieron» casi como una clase de historia. Y que se analice el presente, «el acuerdo con el FMI, la pandemia» y las dificultades que, cree, hicieron que estos 3 años y medio con ella como vicepresidente no fueran los mejores, o los esperados.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Esperando definiciones, ejerciendo el aguante (Fotos: lavaca/Sol Tunni)

¿Dónde queda Plaza de Mayo?

La banda sonora de la tarde es primordialmente la cumbia. Suena Rosalía, suena Trueno con “Tierra Zanta”, y Los Palmeras con “Soy Sabalero”.

Junto al Cabildo un joven de la mano de su la novia consulta intrigado: «¿Dónde queda Plaza de Mayo?». “Es esto” le contestan señalando alrededor, y él sale feliz y apurado hacia el palco. No sabe dónde está pero sí para qué vino, por primera vez. Y eso a algunos les da esperanza. Algo que empieza.

Se escucha “Universo Paralelo” de La Konga.

Entre la gente hay quienes vienen desde Trelew, Tucumán y Chaco, otros de Florencio Varela o Lomas del Mirador. Viviana tiene 54 años y es de Pilar. Olina tiene 61 y es de Villa Martelli. Ambas son trabajadoras de casas particulares y dicen que gracias a Cristina están recibiendo aportes: «40 años trabajando y descubro que nadie me había aportado». Quieren que vuelva Cristina y sea candidata.

Pero ya dijo que no: «Tiene que ser ella. La esperanza es lo último que se pierde. Gracias a ella volvimos a tener todo lo que nos sacaron. Hizo muchas cosas por las mujeres, los jubilados, las asignaciones. ¿Que hicieron los otros? Nos dejaron sin trabajo».

¿Qué falló para que ahora las cosas sean tan inciertas? Cuestionan que faltó unidad y respeto para estar en una situación como la actual: «Unidad, porque cada uno hoy piensa en su parte. Y respeto, porque las Canosa y los Baby Etchecopar dicen cualquier cosa abusando la confianza de la gente». Cuentan a lavaca un deseo fraguado mientras limpiaban vidas ajenas: «Que se vayan todos los jueces corruptos» dice sobre ciertos universos paralelos.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Familia movilizada (Fotos: lavaca/Sol Tunni).

¿Fin o principio?

Unas mujeres en la era de la cincuentena se sacan selfies con la notera de C5N y de paso le preguntan si sabe “bien-bien” a qué hora hablará Cristina. La joven responde que sabe lo mismo que todos: que dijo a las 4 y que si bien suele demorarse, esta vez el clima apremia. ¿O será una cuestión de pronósticos? Los canales oficialistas están en etapas complejas, oscilando entre una suerte de depresión por el supuesto “no” de Cristina a una postulación, y reacciones exaltadas por solo pensar que una resurrección política puede darse a partir de este acto.

El dilema es si lo de hoy es un fin, o un principio.

Celeste (21) dice que “llueve, nieve o truene” iba a estar acá: se queja de que, al final, hace un calor de verano y ella vino toda emponchada. Pasa como con el clima político: no se entiende si hace frío o demasiado calor. Pero Celeste armó un rancho a una cuadra de la Plaza –porque ahí, a las 12, ya no se puede ni caminar– con su pila de ropa en el medio y algunos bizcochitos para tirar hasta que hable Cristina. “Me muero por un chori pero no hay un mango” se justifica y el precio del embutido (600 pesos, 2 por mil) obliga a pensarlo. Y a juntarse con alguien más para aprovechar la rebaja.    

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Recuerdos de la Ley de Medios (Fotos lavaca/Sol Tunni)

La oferta gastronómica de hoy incluye, además de choris y bondiolas, empanadas fritas y pastelitos, a tono con el 25 de Mayo. El local cooperativo Lo de Néstor, a tres cuadras de la Plaza sobre la calle Bolívar, reabrió después de unos meses difíciles porque hoy es su día: se especializan en locro. Tienen lleno el local, están tomando reservas y pedidos. “A las 3.30 los echo a todos” avisa el mozo, avisando que él también querrá hacer esas cuadras hasta llegar a la Plaza. El lugar se define como «Un bar para seguir discutiendo el proyecto» aunque por ahora se nota más apetito locrero que ganas de debatir.

También hay vendedores de escarapelas y otros artilugios con motivos patrios que inundan Avenida de Mayo como una góndola en el asfalto: gorros, banderas, pilusos, pins, stickers, imanes. La mayoría con Néstor y de Cristina. No hay más imágenes.

No parece ser un día para asomar demasiado la cabeza, aunque el partido está en marcha: “Hoy se lanza un nuevo Frente de todos” dice un dirigente a la tevé. En Lo de Néstor nadie está mirando la pantalla.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Definiciones sobre el operativo clamor. (Fotos lavaca/Lucas Pedulla).

El problema adentro

Sebastián y Olga vinieron desde Chubut específicamente para este acto. «Venimos para que nos diga algo que pueda ser», dice Olga, 69 años, jubilada. «Aunque ella ya hizo mucho. Los mejores años de mi vida fueron kichneristas. Venimos a acompañarla y defenderla porque hasta matarla quisieron».

¿Qué faltó? Olga y un profundo editorial político callejero: «No se cumplió con el compromiso que tenían. Hay que ayudar más al de abajo que al de arriba». Él tiene 41, es comerciante: «Nos peleamos entre nosotros. Nuestras internas son difíciles. El problema lo tenemos más adentro que afuera». Un deseo: «Transformar la Corte urgente, volver a la Ley de Medios, redistribuir la riqueza» dice Olga. Sebastián lo explica desde su oficio: «Manejar los precios de los alimentos. Si me llega caro, tengo que vender caro. Si solucionamos eso vamos a poder proyectar para adelante».

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Fotos: lavaca/Sol Tunni

“Salís pero no sabés si volvés”

Ruth Aredes vino de Tucumán con otras 15 mujeres que gritan al celular grabando: «Vamos Cristina». Son parte de la red nacional de mujeres, de curas villeros y monjas por opción por los pobres. «Hoy queremos escuchar un grito de esperanza. Con ella sea cual sea la decisión, vamos a acompañar. Con ella vivimos en una Patria. Queremos soberanía y trabajo genuino. Que dejen de vender nuestros commodities, no puede ser que venga cualquiera y se quede con la Patagonia».

¿Y qué es lo que pasó para que se esté en una situación tan para atrás?

«Formación política. Queremos despegar de nuevo y enamorarnos de un proyecto nacional y popular». Un deseo: «Echar a todos esos cortesanos corruptos. No creemos en esta justicia».

Carla tiene 44 y Rosana, 51. Son promotoras de salud del Movimiento Evita en diversos barrios de La Matanza. «Anhelo que diga que se va a presentar ella, aunque ya dijo que no. Me gustaría que sea quien sea, se comprometa de verdad con el pueblo», dice Carla.

¿No pasó eso ya con Alberto?

Rosana: «Al principio sí, pero después esquivó el bulto. Se abrió de gambas. No nos mandó comida a los merendederos. Y eso es el Estado. Además de ser militantes somos amas de casa, y tuvimos que exprimir los bolsillos para que no falte el plato de comida».

¿Qué faltó para llegar a este nivel de incertidumbre?: «Faltó trabajo. La mayoría fuimos madres solteras y tuvimos que salir a buscar. Y lo otro muy grave es la inseguridad: con mi familia nos despedimos todos los días como si no nos volviéramos a ver. En los barrios salís pero no sabés si volvés. Hay que enfocarse seriamente».

¿Un deseo? Carla se emociona: «Que los jóvenes no se vayan del país. Hoy mi hija tiene 18, se está profesionalizando y se quiere ir. Y a veces tengo que darle la razón. Me cruzo con taxistas que son abogados o médicos. No por desmerecer, pero ahí hay familias que bancaron titulos que hoy se desmerecen». Rosana también frota su lámpara de los deseos: «Pensar en los jóvenes y futuro».

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Remera con definiciones. Fotos: lavaca/Sol Tunni.

Voy a olvidarme de mí

Agustina tiene 24 años y vino de Rosario con dos amigas. «Se generó mucha expectativa por este momento. Hay esperanza e ilusión, pero también bastante incertidumbre. Hoy hay una crisis económica que genera un nivel de individualización, que rompe espacios. Pero estos encuentros nos convocan a reunificarnos de nuevo. Se juega nuestro futuro en términos políticos, económicos y culturales». Un deseo: «Fortalecer lo colectivo»

lena tiene 33, Pablo 31, son pareja, se aman y se besan frente a la cámara de lavaca. Él es administrativo en una escuela, ella en una empresa privada. «Vinimos a bancar a la jefa», dicen. Vienen de Rosario. Elena: «Nos encantaría que nos digan que va a ser candidata, algo imposible por la Corte corrupta que tenemos. Pero esperamos una guía, un ‘es por acá’. El peronismo está dividido, sabemos que la patria es el otro, pero hoy esperamos su claridad y su conducción».

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Danzando bajo la lluvia. (Fotos lavaca/Sol Tunni).

Sigue la cumbia con Mario Luis con un título un tanto zen: “Voy a olvidarme de mí”. La letra podría estar simbolizando mucho de lo que se percibe en el ánimo de la multitud. “Voy a sentarme al frente de la calle, para esperar a ver si tú regresas”.

Pablo piensa en los goles en contra de la política: «Falló que hay mucho ego. Y falta empatía. Si a vos te va mal, a mí no me puede estar yendo bien. Es así». Elena tiene un deseo claro sobre lo que se necesita: «Lo principal es la vivienda. Yo soy de Salta y hay tierra de sobra, nomás que está acumulada en pocas manos». Pablo habla de los alimentos y en pocas palabras dice demasiado: «En un país productor no puede ser que la mitad de la población tenga hambre. Y en un gobierno peronista».

La cumbia suena cada vez más fuerte. Guadalupe (25) y Ariel (27) vinieron de Avellaneda con su bella hija Delfina de 9 y su bello hijo León, de 3. Él trabaja en la administración del puerto y ella es estudiante de abogacía.

«Venimos por respeto a la familia, que siempre fue peronista», dice Ariel. Delfina completa: «Y por respeto a la patria». Como muchas personas, esperan que Cristina se postule, aunque sea solo una expresión de deseos: «La gente lo piensa igual porque sabe que ella pasó cosas que ningún presidente o persona pasó. Cristina tiene mucho huevo para enfrentar todo lo que está enfrentando hoy. Mucho huevo. Por eso estamos acá: para bancarla».

Sobre qué faltó, piensan: «Faltó tiempo. Venimos de 8 años donde tuvimos macrismo y pandemia. Sin esos años de pérdida capaz hoy estaríamos en otra cosa como país. Hablo por la juventud, porque los grandes ya pasaron muchos gobiernos, pero hoy la juventud la está peleando. La gente de pueblo, ¿no?, porque los que no están acá hoy están en la costa». ¿Con qué la están peleando?: «Hoy hace falta que la gente llegue a fin de mes para comprarse un plato de comida al mediodía y a la noche. Nosotros somos inquilinos también, y el tema vivienda está complicado. Ojalá podamos repuntar». La cumbia se sazona con Charly García, siempre Hablando a tu corazón. 

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Pastelitos e indicadores de la época

Virginia es peronista, tiene 56 años y se vino en colectivo desde Quilmes con cuatro cajas con pastelitos que vende a 250 pesos y tortafritas que vende a 300. «Espero escuchar algo bueno, que nos de trabajo a todos, que cambie esta miseria». Tiene un radar callejero para entender mejor que nadie esos vaivenes económicos: «Antes la gente estaba más suelta con la billetera, ahora le cuesta más el pesito. A mí me bajan mercadería más cara, y yo un poquito tengo que subir, pero tampoco mucho. Pierdo, pero también gano».

¿Cuál es su indicador? Virginia dice algo que debería enseñarse en las autopercibidas «ciencias sociales»: «Me pongo en el lugar de la gente que tiene hambre y ganas de comer”. Encadena el siguiente razonamiento: “Entonces pienso: ¿cómo le voy a cobrar tanto?»

Se acercaba la hora de escuchar la palabra crucial de la convocatoria de una tarde gris y llena de colores.

Entre el hambre y las ganas de comer.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso
Seguir leyendo

Nota

Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable

Publicada

el

Las dos organizaciones encabezaron una conferencia para reclamar que se investigue las amenazas y presiones que recibió la víctima por ejercer su profesión. Adelantaron que viajarán a Curuzú Cuatiá este viernes y que solicitarán que la Secretaría de Derechos Humanos se constituya como querellante. Durante el encuentro se repartieron cintas negras de luto. A horas de terminar la conferencia se conoció la noticia de que la fiscal ordenó acceder a la información guardada en la nube del celular perdido, uno de los reclamos expresados en la conferencia.

Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable

Griselda Blanco, la periodista que denunció amenazas y presiones, y fue víctima de un femicidio.

El colectivo Periodistas Argentinas y la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa brindaron este miércoles una conferencia en la cual expresaron su preocupación por el femicidio de la periodista Griselda Blanco en Curuzú Cuatiá, Corrientes, y reclamaron que se investiguen las denuncias de amenazas, las presiones por revelar sus fuentes de información y el celular que desapareció de la escena del crimen. ”Hacemos nuestra la preocupación de Griselda por sus fuentes. Necesitamos saber qué pasó y quiénes protegen hoy a las personas que están en riesgo» dijeron en la conferencia y solicitaron «que se sigan todas las líneas de investigación y se cumpla el debido proceso».

La conferencia de prensa estuvo conducida por Silvia Martínez Cassini, de Periodistas Argentina acompañada por Claudia Acuña, fundadora de esa asociación, y por la Secretaria General de Fatpren, Carla Gaudensi. También se sumaron a la conferencia dos integrantes del Observatorio de Libertad de Expresión de Fopea.

Acompañaron la presentación dos centrales de trabajadores –Jorgelina Sosa, de CTA y Leonor Cruz y Silvia de León de CTA Autónoma), Claudia Rodríguez, secretaria de Género de ATE, la ministra bonaerense Estela Díaz, dos subsecretarias del ministerio de las Mujeres de Nación –Carolina Varsky y Natalia Chinetti– María Julia Naddeo, de la APDH, Araceli Ferreyra (ex diputada correntina e integrante del Movimiento Evita) y Agustina Lecchi de SiPreBA.

Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable

La conferencia y los abrazos (Fotos: Lina Etchesuri)

Griselda: “Recibo mucha presión, amenazas”

La periodista Silvia Martínez Cassina planteó: «Lo que nos une hoy es una misma consigna: Justicia por Griselda Blanco. Más allá del deseo de que se aclaren rápidamente su femicidio hay muchísimos indicadores que no se pueden dejar afuera. Y le pedimos a la justicia que actúe rápido y transparentemente. Porque estamos hablando del trabajo que hacía Griselda, que venía denunciando a distintos sectores del poder, de los cuales sufrió amenazas».

A continuación presentó a la víctima como “una periodista sin medio y sin miedo, precarizada, pero sindicalizada, que informaba pese a todo y para todos”. Luego se escuchó la voz de Griselda desde uno de los 15 audios que Periodistas Argentinas puso a disposición de quienes quieran escucharlo o reproducirlos y que fueron grabados pocas horas antes de su asesinato.

«Yo lo único que hago es mi trabajo, comunicar, siempre con la verdad. Pero recibo mucha presión, amenazas”, expone Griselda en el audio.

Días antes de ser asesinada, le había entregado a su hijo el teléfono de su abogada, «por si me pasa algo».

Las organizaciones de periodista comunicaron: 

  1. Solicitarán a la Secretaria de Derechos Humanos que se constituya como querellante.
  2. Viajarán este viernes a Curuzú Cuatiá en una misión destinada a escuchar a la familia de la víctima y a colegas con el fin de realizar un informe que compartirán con todas las organizaciones de la red.
Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable

Se anunció en la conferencia que la policía correntina fue separada de la investigación del femicidio. (Fotos: Lina Etchesuri)

“La investigación judicial empezó muy mal”

Claudia Acuña sintetizó los motivos de la conferencia: «Estamos muy preocupadas por las Griseldas de este país, las compañeras que están ejerciendo la profesión en sus provincias, jugándosela. Ellas son las primeras a las que les tiene que llegar nuestro mensaje: no están solas. Estamos acá, también,  para ser la voz de Griselda: hacemos nuestra su preocupación por sus fuentes de información y que haya desaparecido su teléfono en ese contexto convierte a ese hecho en un atentado  a la libertad de expresión. Estamos acá, unidas todas las organizaciones de periodistas de este país, para decir que estamos comprometidas en seguir paso a paso esta causa judicial. Porque esta investigación arrancó muy mal: vimos las fotos del cuerpo y no deja dudas: se trata de una muerte violenta. Pero nos matan y las fiscales nos suicidan. Afortunadamente, como Griselda era muy buena periodista dejó mucha información, entre ellas el teléfono de una abogada de Corrientes Capital con la que se comunicaron sus hijos y que aportó los audios y contextos necesarios para que, rápidamente, el sindicato de Prensa de Corrientes hiciera los más de 300 kilómetros hasta Curuzú Cuatiá, contuviera a los dos hijos de Griselda y se entrevistara con la fiscal, que aceptó el pedido de apartar a la policía local y caratular la causa como homicidio”.

Concluyó: “»Necesitamos construir una justicia que garantice investigaciones serías sobre los femicidios, y necesitamos que protejan a las personas que están en riesgo».

Carla Gaudensi, de Fatpren, federación que incluye al Sindicato de Periodistas de Corrientes: «Debemos dar un mensaje claro a la sociedad. Nosotras venimos tejiendo redes contra la violencia, que incluye la violencia económica. Y el femicidio de Griselda muestra esa violencia: era una trabajadora precarizada, algo que conocemos muy bien en este gremio, sobre todo las mujeres, que nos genera un marco de indefensión. En este momento la precarización nos está imponiendo una lógica individual, sin embargo Griselda sabía que no estaba sola; era parte de un sindicato, y como organización sindical tenemos que dar esta discusión: el miedo no nos tienen que desorganizar. Contra el miedo y las amenazas tenemos que estar juntas. Y no solamente lo tenemos que hacer entre nosotras, por eso este es un llamado a toda la sociedad».

Gaudensi también señaló la necesidad de seguir de cerca el proceso judicial: “Si no investigan todas las líneas en una causa como el atentado a la Vicepresidenta imagínense lo que pueden pasar con nosotras”.

Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable
Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable
Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable
Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable
Seguir leyendo

Nota

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

Publicada

el

Marcha en la calle y debate en Diputados. La comunidad travesti trans tuvo un miércoles movido y movilizado. Reclaman la sanción de la Ley de Reparación para Personas Mayores Travestis y Trans. El contenido del reclamo para una comunidad que en promedio no llega a los 40 años de edad. La prostitución, lo que significó la Ley de cupo, lo que se dijo en la calle y también en la Cámara de Diputados. Por María del Carmen Varela y Anabella Arrascaeta.

En la calle

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

La artista Susy Shock en la marcha de reparación para personas travestis trans. (Fotos: lavaca/Sol Tunni)

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

El aguacero de la mañana era desalentador este miércoles. El pronóstico anunciaba lluvia para toda la jornada. “Si llueve marchamos igual. Si pudimos sobrevivir a este sistema, no nos asusta la tormenta”, aclaraban en un flyer Las Históricas Argentinas en las redes, una de las tantas formas que emplearon para comunicar lo que hace tiempo esperaban: el día de la Primera Marcha Plurinacional por la Ley de Reparación Histórica para travestis y trans mayores sobrevivientes.

El clima acompañó sin aguar la fiesta, contra todo pronóstico, y hasta por un rato salió el sol.

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

Marlene Wayar, de la reunión en el Congreso con diputadas para impulsar la ley, a la calle con la marcha por Avenida de Mayo. (Fotos lavaca/Sol Tunni).

La cita fue a partir de las 15 de este 24 de mayo en Plaza de Mayo, donde convivieron los preparativos para el acto de la vicepresidenta Cristina Fernández y, en la otra mitad de la plaza, el colectivo travesti trans que  imprimió su sello: cánticos, colores, banderas, abrazos y lucha. Juntes y en las calles.

Carolina Iriarte es tucumana y vive en Buenos Aires hace veinte años. Alta, elegante, cabello recogido y labios pintados de rosa, cuenta que tiene 53 años. “Sigo trabajando en la prostitución. Venimos hoy a la Marcha por la Ley de Reparación Histórica, por todo lo que pasamos, el maltrato de la policía, nos tratan como delincuentes, lo más justo es una reparación porque ya somos mayores. A cualquier persona que pasa los 40 le cuesta, imaginate a nosotras”.

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

Fotos: lavaca/Sol Tunni.

Prostitución y reparación

Clara Fox es de Mendoza y también hace algunos años que vive en la Capital, milita en el Movimiento Evita y actualmente, gracias al cupo laboral trans, está trabajando en el INAES. “Esta una forma de reparar todo el daño que nos hicieron y visibilizar a las compañeras que pusieron el cuerpo para que hoy nosotras podamos caminar tranquila y dignamente. Recuerdo a tantas compañeras asesinadas, que se fueron sin un trabajo, sin una vivienda, ellas tendrían que estar acá hoy. Por ellas también estamos acá”.

El megáfono sonaba con alarma de ambulancia mientras gritaban “Reparación, indemnización”.

La edad de muerte promedio del colectivo es de 32 años. Hace poco más de ocho años, un grupo de travestis y trans que lograron superar ese triste promedio y llegaron a los 40 años o más,  dedicieron organizarse y crear Las Históricas Argentinas. Patricia Rivas es una de ellas, tiene 53 años y dice: “Nos autoconvocamos por las redes sociales las adultas de toda la Argentina, estamos en contacto unas cien más o menos. Sufrimos persecución tanto en dictadura como en democracia. Nuestra  democracia no empezó en el ´83, sino en 2012 con la Ley de Identidad de Género. Se nos negó todo futuro, se nos negó trabajo, estudios, salud, por eso pedimos una vejez digna”.

Marcela Carreño está recién llegada de Tucumán y se vuelve a la noche: “Ya que no tuvimos una buena adolescencia por lo menos que nos sea buena la vejez. Yo tengo 57 años, sigo ejerciendo la prostitución allá en San Miguel y cobro el Plan Potenciar, que complementa pero no es suficiente”. Hoy comieron en la olla  popular que organizaron para que todes pudieran primero comer, luego marchar.

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

Fotos: lavaca/Sol Tunni.

Susy, Lohana y Diana

Agrupades en un costado de la Plaza, desplegaron su bandera. Con los colores negro y magenta se leía: “Ley de Reparación Histórica ya!”. La artista Susy Shock posaba para las fotos que le pedían todes quienes la reconocían. Una imagen de Lohana Berkins (referente del movimiento, fallecida en 2016) hecha de goma espuma con alas brillantes paseaba entre la gente. Say Sacayán (hermano de Diana Sacayán, referente trans, asesinada en 2015), tomó el megáfono: “Si no se tienen en cuenta las transmasculinidades en las leyes que se supone que después se convierten en políticas públicas, lo que termina sucediendo es que nos siguen invisibilizando, nos siguen matando y nos siguen desapareciendo”.

“¿Dónde está Tehuel?” fue otro lema. “Furia Travesti” se escuchaba como un mantra atronador. Mamás y papás de la agrupación Infancias Libres recibieron a su presidenta Gabriela Mansilla, que llegó a las corridas pero a tiempo para la marcha.

Laura Moreira, hermana de Cynthia, una joven trans de 25 años asesinada en Tucumán, dio su testimonio: “Mi hermana fue brutalmente asesinada, sigue sin justicia, sus asesinos siguen en libertad, eran policias expulsados de la fuerza por corruptos. Cynthia salió a una fiesta un 14 de febrero y fue la última vez que la vimos con vida. El 19 de febrero apareció su cuerpo desmembrado, calcinado, en bolsas, en una casa abandonada. Mi hermana sigue siendo discriminada por la justicia de Tucumán. La justicia se burla de las mujeres trans”.

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

“Somos las nietas de todas las travas que nunca pudieron quemar”, “Diana, Diana corazón, acá tenés las travas por una reparación”, “Lo dijo Diana Sacayán: al calabozo no volvemos nunca más”, “Señor, señora, presten atención. Acá estamos las travas por una reparación” fueron algunos de los cánticos que se escucharon durante la Marcha, que arrancó a las cuatro y veinte y recorrió Avenida de Mayo, Rivadavia, hasta llegar al Congreso de la Nación. Durante la caminata que abarcaba más de dos cuadras se cantó, se bailó, se arengó, se exigió.

Pequeñas y grandes victorias

Romina Escobar afirma: “Estamos para pedir una reparación histórica para todas las compañeras que vivieron la época de la represión, los 90, con los edictos policiales. Son pocas las que están vivas. No están todas acá”. Romina es actriz, trabajó en la novela Pequeña Victoria en Telefé y gracias a la Ley de Cupo Laboral Trans está trabajando actualmente en el INCAA.

“Las travestis somos parte de la Patria. Viva la Patria Travesti. Sin travestis no hay Patria”, se escucha desde el megáfono. Gritos y aullidos. Al pasar por el Café Tortoni, una fila de unas 15 personas miran con curiosidad y sacan sus celulares para filmar y sacar fotos. Unas 50 personas hacen cola en la puerta de un Carrefour Express, quizá para pedir trabajo. Ellxs también miran y apuntan con sus teléfonos. Una gran llamarada  surca el aire. Luego de expulsar de su boca el líquido combustible que combinado con un poco de fuego provoca el centelleo, Comando continúa la caminata y repetirá su truco varias veces más. Vino desde las islas del Tigre porque “hay una deuda enorme del Estado y de la sociedad con toda la comunidad travesti trans, con les adultes sobrevivientes mucho más”.

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

La marcha por la reparación, y la fiesta en la calle (Fotos lavaca/Sol Tunni).

Al llegar al Congreso, los tambores de Batuka dieron la bienvenida y Laurent Tropikalia, Madre de House of Tropikalia, exponente de la cultura ballroom, fue quien tomó el micrófono para recibir a todes y anunciar la lectura colectiva  del documento. Si alguien sabe de lucha en las calles es Eva Analía De Jesús, más conocida como Higui. Después de haber estado presa y ser acusada de homicidio por defenderse de un intento de violación, Higui fue absuelta en marzo del año pasado. Para que eso sucediera fue clave el acompañamiento del colectivo, la movilización en las calles y durante los tres días de audiencias en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 7 de San Martín. Con remera violeta, gorrita con un escorpión bordado y un cartel que decía “Con hambre no puedo estudiar”, Higui se acercó al escenario, saltó, levantó su puño en alto, sonrió y se metió entre la gente hasta perderse en la multitud.

La diputada Mónica Macha, quien presentó uno de los proyectos en la Cámara de Diputados,  expresó ante el micrófono: “No es un camino sencillo ni lo tenemos facilitado. Lo tenemos que construir”.

La jornada finalizó con un show musical a cargo de Tía Marilú, Max Vanns, Casa Exilia y Desobedientes FOLQ. Minutos antes, María Pilar Giménez, desde el escenario y para reafirmar un día en el que el colectivo travesti trans hizo historia,  leía a viva voz: “Somos comunidad, somos resistencia”.

En el recinto

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

Horas antes de que el colectivo travesti trans marchara de Plaza de Mayo a Congreso, en la Cámara de Diputados de la Nación la Comisión de Mujeres y Diversidad hubo una reunión para comenzar a tratar la Ley de Reparación para Personas Mayores Travestis y Trans. 

La reunión fue informativa, es decir que se realizó para escuchar distintas voces y empezar a construir los consensos necesarios para llegar a un dictamen. Por el momento son cuatros los proyectos de ley que abordan el tema que fueron presentados y tienen estado parlamentario. 

La activista y teórica Marlene Wayar empezó su intervención preguntando qué diputadxs estaban presentes. “¿Estamos hablando para el arco político o estamos hablando como siempre medias solas?”. Lo cierto es que estaban presentes solamente cinco diputadas: Mónica Macha, quien preside la Comisión de Mujeres y Diversidad y encabezó la reunión, Romina del Pla, Gabriela Estévez, Lucila Masin, María Rosa Martínez y Florencia Lampreabe.  

Durante tres horas, casi veinte exposiciones de activistas, funcionarias y diputadas expresaron la urgente necesidad de contar con la ley. “En Argentina, la comunidad trans ha sido sistemáticamente perseguida, sufriendo crímenes de lesa humanidad en el marco de un genocidio dirigido específicamente hacia nuestro grupo debido a nuestra identidad de género. Estos actos han sido cometidos con la intención de destruir total o parcialmente a nuestra comunidad”, expuso Marlene Wayar.

Los proyectos expresan como objetivo prioritario reparar la vulneración sistemática de los Derechos Humanos del colectivo travesti trans y garantizarles una vejez digna. Recibirían la pensión quienes sean mayores de 40 años, dado que el promedio de vida de las travestis y trans apenas llega a los 40 años. 

“Por supuesto, no es un problema presupuestario. El tema es que frente a la posibilidad de ampliar derechos hay sectores que igual van a poner obstáculos”, sostuvo Mónica Macha, presidenta de la comisión cabecera del proyecto.  Las otras comisiones a las que posiblemente tengan giro son Previsión y seguridad social (presidida por Marisa Uceda, Frente de todos) y Presupuesto y Hacienda (Carlos Heller, Frente de Todos). 

Macha expresó la voluntad de que a mediados de junio haya una primera reunión de comisión para tratar efectivamente el proyecto junto a diputadxs y asesorxs y poder llegar a un texto consensuado que sea llevado al recinto.

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

Seguir leyendo

LA NUEVA MU. Verdad o consecuencia

La nueva Mu
PublicidadEnter ad code here
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Lo más leido