Nota
Entrevista a Michael Hardt
Michael Hardt considera que vivimos el fin del imperialismo, y que lo que hace peligrar al modo actual de poder no es el antiimperialismo, sino la autogestión. Hardt estuvo en la Argentina, visitó la Biblioteca Nacional y la Cátedra Autónoma de Comunicación Social, y se dio tiempo para conversar con lavaca: Bush, Chávez, el Katrina, los chinos y un pronóstico de guerra futura, según el autor de Imperio.
Hardt es fue coautor, con el italiano Toni Negri, de Imperio y Multitud, dos libros de referencia en lo que podría llamarse una nueva forma de pensar la izquierda, de un modo que cuestiona prácticas, teorías y burocracias, cosa que a les ha valido críticas, vituperios y no demasiados nuevos amigos en esos ámbitos, y la expectativa entre quienes postulan formas menos encasilladas de ver la política. Simplificando mucho la cuestión, puede decirse que Negri y Hardt aseguran que cayó el imperialismo al viejo estilo (naciones controlando naciones, gobiernos imperialistas subordinando a otros) y que se está en otra etapa, la del imperio, donde el poder ya no está en una nación o un Estado, sino en una red (económica, financiera, de grupos trasnacionales) de control que ya no es territorial, y que incluso controla a los Estados, constituyendo un nuevo tipo de poder mundial.
Hardt tuvo una carrera universitaria que lo hizo saltar de una licenciatura en Ingeniería, a un doctorado en Literatura Comparada y luego otro en Ciencias Políticas.
-¿Da Vinci?
-(Riéndose) No, la mía más que una formación, ha sido una malformación.
Ingeniería, literatura y ciencias políticas: la construcción, la creación y la aplicación práctica de la imaginación tal vez sean un modo -uno de tantos- de pensar la política en estos tiempos.
-Hace casi un año usted decía, en una entrevista con lavaca, que estaba triste. Bush había ganado las elecciones. ¿Cómo anda ahora el ánimo?
-Estoy mucho mejor. Esa era una situación triste en los Estados Unidos, y difícil para los movimientos sociales. Pero ahora las cosas están mucho mejor. Y quizás en otros países también. En la Argentina no sé, es una pregunta para vos.
-Hoy salió en el diario que el país está en el pico histórico de venta de antidepresivos. Pero la entrevista es a usted. ¿Por qué está mejor la situación en su país?
-La guerra sale mal. El gobierno de Bush es terrible, pero a la vez se siente más débil y su gobierno objetivamente lo está. Entonces, la gente ve mejor que esta era la realidad. Por el momento no hay respuesta de los demócratas ni de nadie. Pero el otro dato es que los movimientos sociales están creciendo. No es un momento de gran actividad. Pero hay situaciones, como la del huracán Katrina en New Orleans, que hace crecer la conciencia de los norteamericanos sobre la necesidad de una autonomía local, y hace comprender mejor cuáles son las estrategias del capital. El huracán muestra la situación de pobreza, de injusticia y división social, mientras los recursos van a parar a la guerra. Creo que eso fue importante. Quizás estoy delirando, pero me parece que es un momento de crecimiento para los movimientos. No existen todavía grandes movilizaciones, pero cambió el ambiente nacional. Y cambió de un modo positivo.
-Pero ¿qué es lo positivo?
-El fracaso militar, económico, político de Bush en Irak, sumado al fracaso interno, creo que muestran que el imperialismo es obsoleto. El fracaso de la guerra es una demostración de la incapacidad imperialista del gobierno de Bush. Él y sus ideólogos tienen verdaderamente una mentalidad imperialista, pero el fracaso de la guerra, el fracaso del ALCA, de la situación interna en los Estados Unidos, muestran que hoy hay que confrontar con una nueva forma de poder. Y para esa confrontación, hay estrategias de resistencia diversa. Por ejemplo no sería tan importante el antiimperialismo de Chávez, sino las prácticas de autonomía en los barrios de Caracas, que son formas más adecuadas de respuesta a las nuevas formas de poder.
-Pero el imperialismo parece ser un poder muy entusiasta.
-No, hoy está fracasando el imperialismo clásico, de una nación que intenta dominar a otras. Es cierto que si el poder mundial fuera verdaderamente un imperialismo yanqui, sería justa y adecuada una respuesta tradicionalmente antiimperialista, a lo Chávez. Pero lo que se observa es que hay otras prácticas que representan una nueva forma de poder y generan también una práctica y una resistencia no tan nacionalista, pero sí de interdependencia local, regional y quizás global. Es por eso que me interesa ese tema.
Me parece importante que se entienda esto entre los intelectuales de izquierda. No sé cómo es la situación en la Argentina, pero en los Estados Unidos es un problema que gran parte de los intelectuales de izquierda, después del 11 de septiembre de 2001, reciclaron el viejo discurso antiimperialista. Y creo que no hay perspectiva para eso. Tenemos que enfatizar otras prácticas que para mí son más importantes, las prácticas de autonomía. Y en América Latina sobre todo, sería útil para los norteamericanos seguir las prácticas de los Sin Tierra de Brasil, los movimientos bolivianos y todos los movimientos que están experimentando con una nueva forma de autonomía, que creo que no es simplemente la vieja reacción antiimperialista.
-Y esas nuevas formas de autonomía ¿Qué son? ¿Qué significan?
-Tenemos muchos ejemplos. Para alguien que está fuera de la Argentina, toda la experiencia de los MTD (Movimientos de Trabajadores Desocupados) fue muy importante. Las asambleas también. Ya mencioné a los Sin Tierra, los zapatistas en México. Lo que todos están haciendo no es pedir al Estado una mediación, sino la creación autónoma de una sociedad que tiene relaciones, claro, con el Estado, pero no queriendo que el Estado los represente. Son experimentos con respecto a la autogestión de los recursos naturales y también humanos y de la sociedad. Es por eso que hablo de autonomía, que me parece un concepto adecuado para esto.
Hay algo que me parece muy interesante. Viajo por distintos lugares, y todos me hablan de autonomía. En Chile, Bolivia, Sudáfrica, México. Yo siempre pregunto: ¿de dónde salió esta palabra, de los zapatistas, de los italianos? No, no, me contestan, eso sale de nuestra propia experiencia. Me llama mucho la atención: hay como vidas paralelas y muchas personas de diferentes lugares que afrontan más o menos la misma situación.
-Y sin conocerse llegan al mismo tiempo a conclusiones similares. Pero esos movimientos, ¿pueden luchar contra el imperialismo? Ni siquiera hablan de eso.
-La autonomía es una arma más fuerte que el antiimperialismo. Si el poder mundial fuera el imperialismo yanqui, sería necesario luchar en el sentido de la soberanía nacional como freno al imperialismo yanqui. Pero no es el imperialismo yanqui. Me parece que tenemos una sobre estimación del poder norteamericano. Entonces hay que afrontar otros enemigos que no son solamente los yanquis. Son los «kirchners» argentinos que colaboran con una red de poderes económicos. Esa red constituye el poder actual. No es un país. Creo que la sobre estimación del poder norteamericano implica una subestimación de otros poderes de dominación que existen hoy.
Entonces, si todos los movimientos realizan una práctica antiimperialista, nos ponemos todos contra Bush, y está muy bien: No al ALCA, no a la guerra. Está muy bien. Pero mi perspectiva es que hay que afrontar también otras redes de enemigos con prácticas que no son unitarias a nivel nacional. A mí me parece que en América Latina también, las grandes experiencias antiimperialistas fueron de unidad nacional. El sandinismo en Nicaragua, Cuba, muchas luchas en la Argentina. Pero como creo que todo ha cambiado, me parece que no solamente no es necesaria ahora una estrategia de unidad nacional antiimperialista, sino que es muy problemática.
Por eso estoy hablando sobre esta diferencia entre una lucha antiimperialista que implica una unidad nacional y otras prácticas que para mí son más concretas, con una red de interdependencia de luchas autónomas que me parecen otra estrategia para un enemigo nuevo y un mundo nuevo.
-Si la idea de unidad nacional ya no se corresponde con este tiempo, ¿cómo es la resistencia frente a estas nuevas formas de poder?
-Cuando se habla de autonomía hay que hablar de asociación, de intercambio e interdependencia, porque si fueran solamente grupos locales autónomos, que no se comunican, sería un desastre. Pero creo que es una práctica que para una nueva generación es evidente: la práctica implica dos cosas, una autonomía de cada grupo, que a su vez tiene una comunicación e interdependencia con muchos otros grupos, pero también relaciones con grupos de otros países. No hablo solo de relaciones materiales sino de intercambio de ideas, y demás, esto implica una mentalidad mucho más abierta que la mentalidad del orgullo de la identidad nacional.
En un sentido quizás es más local, porque hablamos con nuestros compañeros en nuestra localidad, pero al mismo tiempo es una mentalidad capaz de entender toda la red de resistencias que se están llevando a cabo en todo le mundo. Es algo muy complejo, pero es una estrategia entender las conexiones posibles de las luchas que se están haciendo sobre recursos como el agua en Bolivia o Sudáfrica, o en China los campesinos. Significa que es un gran desafío y un gran trabajo para todos entender dos cosas.
Una es que vivimos una nueva forma de poder, que ya no es solamente el poder del imperialismo yanqui, y la segunda es comprender las nuevas posibilidades de intercambio y relaciones que nos refuerzan y que vienen de otras resistencias y luchas que son hermanas.
-Una sensación que puede es que estas resistencias autónomas son defensivas, y que al final no cambia nada porque los que gobiernan se quedan en sus cargos, y hacen lo que quieren.
-Estas prácticas que estamos experimentando, llamémoslas autónomas, como el zapatismo, es cierto que en primer lugar son defensivas. Los zapatistas, por ejemplo, desarrollan una lucha defensiva contra el racismo del estado mexicano, contra las fuerzas armadas, y demás. Pero en 2º lugar y quizás más importante, estas prácticas muestran el desarrollo no solo de una nueva sensibilidad, sino también de nuevas relaciones sociales.
-Relaciones entre las personas.
-Claro. Es una tarea muy difícil, pero en esa lucha defensiva también debe haber una creatividad y una experimentación con respecto a crear relaciones sociales diferentes. Y yo creo que todos los militantes y activistas hoy saben de manera instintiva, que la alegría y luchar no es solo una cuestión de odio por el enemigo, por la policía, por las fuerzas armadas, por el Estado, por los Estados Unidos, sino que también son prácticas de amor, afecto, amistad, con otros compañeros. Hablando así quizás parece sentimental, pero en esas cuestiones se encuentran los elementos de creación de una nueva sociedad. Muy pequeña siempre, pero creo que ese es un pilar para un eventual cambio de la sociedad.
-¿Y este tipo de cambio implica una transformación social?
-No es algo que cambie de un día para el otro. Pero tampoco es que estamos esperando que venga el Mesías a salvarnos. Estamos todos los días luchando con alegría, y no sufriendo hasta que llegue la victoria.
-La victoria de una supuesta revolución que solucione todo en el futuro. Eso es lo que plantea la izquierda de modo clásico, para lo cual postula la toma del poder, y a partir de ahí generar los cambios sociales. Pero usted está en línea con quienes creen que hay que abandonar la lucha por el poder.
-Abandonar esa lucha, pero solo en un sentido: no queremos el poder como es. Yo creo que queremos la potencia de hacer cosas, la potencia de pensar de manera más fuerte, y de luchar de modo cada vez más fuerte. Queremos la potencia, claramente. De alguna manera no me gusta este eslogan de que no queremos el poder. Estoy de acuerdo en el sentido de que no queremos el Estado como es. No quiero tener posiciones de ese tipo. Pero nosotros queremos el poder en el sentido de cambiar la gestión de la sociedad. Queremos la posibilidad de autogestión social. Quizás es otro sentido del poder, más relacionado con la potencia.
-Poder como verbo y no como sustantivo.
-Sí, no queremos ser pasivos frente a lo que ocurre en la sociedad, sino activos.
-Usted mencionaba el caso de Venezuela. Hay muchas expectativas con respecto a Chávez, que es un antiimperialista más clásico: habla mal de Bush y dice que es un asesino genocida mentiroso…
-Que lo es…
-Pero a la vez usted dice que es más interesante lo que ocurre en los barrios: la autogestión, en lugar del antiimperialismo de Chávez.
-No soy especialista, pero tal vez hasta Chávez esté de acuerdo con este punto de vista que planteo: que lo realmente importante no es lo que él hace como líder, sino lo que está experimentando autónomamente la gente en los barrios. El gobierno les da espacio a esos desarrollos. Y en ese sentido Chávez es el parámetro, el patrón de medida para hablar de los gobiernos más o menos progresistas en América Latina hoy.
Porque la clave es si conceden o no un espacio a un desarrollo social autónomo. Entonces, en Venezuela, creo que hay un desarrollo social muy complejo que todavía no se entiende muy bien, pero es cierto que hay muchas posibilidades para organizaciones sociales que están desarrollándose en el espacio que les da el bolivarismo.
Creo que una clave es que no hay que confiarnos en cualquier representación, sea Chávez, Kirchner o Lula. No, la cuestión no es la transferencia de nuestra potencia a un líder, sino aprovechar y beneficiarse del espacio que un gobierno no fascista nos da. Los líderes norteamericanos tal vez no lo entienden, pero creo que para sus intereses, el gran peligro en Venezuela no es Chávez sino los barrios autogestionados. Porque Chávez es algo que se conoce, un enemigo de los norteamericanos como Fidel, o los sandinistas, pero es una vieja imagen: son muy capaces de poder controlarlo.
-Comercian con él.
-Es un baile conocido. Pero creo que lo desconocido, el desarrollo autónomo de una sociedad en su base, es mucho más peligroso para los Estados Unidos.
-¿Por qué puede ser peligroso para el poder del imperio ese desarrollo?
-Tal vez pueda explicarlo con una metáfora. Chávez es como un pugilista, con el que uno puede pelear, pegarse, recibir algún golpe. El desarrollo autónomo es más como un virus que pasa a través de todas las otras sociedades, incontrolable, no identificable. En la época de la globalización los grandes enemigos del poder son los virus que pasan a través de las fronteras.
Ese es el verdadero peligro porque es incontrolable, y porque implica la creación de una nueva sociedad. Por eso es el verdadero peligro, por la posibilidad de crear una nueva sociedad. Esa es la perspectiva de los movimientos actuales: crear una sociedad global que sea democrática. Y ese es el gran peligro para los que tienen el poder.
-Que sea democrática y no representativa. La representación está matando a la democracia. ¿Qué nuevos modos de pensar considera que se necesitan para entender la sociedad de este modo?
-El gran cambio de idea es que me parece evidente que no hay nadie que te vaya a salvar, a representar. Entonces tenemos la responsabilidad y también la potencia de hacerlo nosotros. De ser consciente, claro, de que yo solo no tengo ninguna potencia, y tú solo tampoco. Es evidente que esa potencia existe relacionándonos. Tampoco dándome completamente a los otros, sino trabajando juntos con cierta autonomía, y diferentes perspectivas de criterios.
Hay que ver que la sociedad que tenemos es algo que hemos construido en situaciones difíciles, afrontando dictaduras, etcétera. Pero hemos sido nosotros y los compañeros que tenían la potencia de hacerlo. La sociedad es algo producido. Nuestra naturaleza es algo producido por luchas anteriores. En esa perspectiva podemos ver que tenemos claramente la potencia de hacer una nueva sociedad. No es que el capital ha creado todo el mundo, o las dictaduras, o el capitalismo. No, hemos sido nosotros. Entonces tenemos ese potencial, y hay que realizarlo de otra manera, de manera democrática. Pero la potencia la tenemos. Es difícil verlo hoy porque creo que experimentamos un momento histórico muy difícil, un momento histórico en el cual parece que somos todos impotentes. Pero es un primer paso adelante reconocer en esta situación de impotencia nuestra potencia y la de nuestros antepasados.
Cuando podemos ver que nosotros mismos somos productos de luchas anteriores, hay que trabajar también el modo de producción de la subjetividad. Es la producción de nosotros mismos. Es una perspectiva vertiginosa, pero me parece bastante importante, y no hablo en el sentido de la ideología casi reaccionaria del 68, que decía que la revolución es un trabajo sobre uno mismo. El cambio es una ampliación de la potencia de las personas, como algo colectivo. No hablo de ser más tranquilo, mejor persona, en un sentido individual. Todas las luchas anticapitalistas contra el poder, son luchas por el control de la producción de subjetividad. El trabajo es una gran fábrica de subjetividad. Entonces no es que trabajamos solamente como psicoanalistas, o algo así, es una lucha para cambiar la sociedad capitalista.
(La charla con lavaca continuó y se amplió en la Cátedra Autónoma de Comunicación Social, donde Hardt, ante los integrantes del grupo de estudios, planteó sus ideas, y contestó a nuevas preguntas)
-¿Y eso es posible? Porque muchas de estas experiencias no son registradas por la sociedad.
-Existe un desarrollo clandestino, que no se ve, pero es un desafío intelectual tener una óptica distinta para reconocer las cosas que son invisibles. Cuando son invisibles no quiere decir que no están, que no producen.
Otra respuesta sería que con la óptica vieja, solamente las representaciones, como Chávez, como Fidel, y no vemos el verdadero impulso multitudinario del pueblo. Cuando hoy tenemos esos movimientos que rechazan la representación, hay que tener otra óptica para reconocerlos. El zapatismo es un discurso bastante complejo, los MTD, pero cuando rechazan la representación hay que tener otra perspectiva para entender lo que están haciendo.
Entonces para mí es importante la autonomía de los movimientos, y me parece interesante discutir entre nosotros sobre el desafío de luchar contra un gobierno de izquierda.
-Kirchner emite algunos discursos de izquierda, aunque muchos no consideran que esa posición sea siquiera verosímil.
-Hay un filósofo francés, Gilles Deleuze, que ha sido muy importante para mí. Él decía que no hay gobiernos de izquierda. No es que hoy no hay, y otra vez sí. Plantea que no quiere decir nada que un gobierno sea de izquierda: puede ser a lo sumo un gobierno que le da espacio a las experiencias de lo que estamos llamando de izquierda. Y creo que hay algo que hacer con la representación.
Si la izquierda quiere la representación en el Estado, es un desastre. Pero lo que quiero decir es que Kirchner no es Bush. Por lo tanto lo primario es que los movimientos tengan autonomía respecto del Estado, pero importa quiénes nos gobiernan. Y sobre todo importa entender qué es lo que hacen, si permiten o no ese espacio para los movimientos que buscan autogestionarse.
-Se puede hablar realmente del fin del imperialismo, o es una reformulación?
-Quizás sea una diferencia semiológica, pero para mí es importante señalar una ruptura. Porque creo estamos ante una nueva forma diferente, que no es solamente nacional. Claramente los Estados Nación son dominantes, pero vivimos un nuevo imperialismo en el cual no se trata solamente de que los yanquis controlen todo. Lo que me importa más es cómo podemos hacer y accionar nosotros.
-Cómo ve el posicionamiento de China con su política interna y externa, en el mundo actual?
-Para mí es muy difícil entender. Estuve el año pasado. Fue muy interesante. Yo me estaba interesando mucho por la situación y la perspectiva de los campesinos en China, y en todo el mundo. Quise colaborar para crear una relación entre los Sin Tierra brasileños y los chinos, pero fue muy difícil. Allí puede haber un gran aliado de los movimientos populares de todo el mundo. Yo creo que es importante la conexión entre los líderes de países subordinados en el mundo, como India, China, Brasil. Creo que el rol de estos países más los de América Latina y tantos otros, es convertir el sistema global. No digo hacer algo perfecto, pero sí algo mejor.
En este punto, hay que conocer también la teoría militar norteamericana. Fui invitado al Colegio Militar porque había un congreso para discutir sobre el imperio. Yo les pregunté por qué esa estrategia de ataque actual, sin muchos soldados, con mucha tecnología. Me parece, y se los dije, que ese nuevo modelo es un fracaso completo. Hay muchos militares contrarios a esta estrategia de pocos soldados y muchos tecnología.
-¿Y qué le contestaron?
-Que lo importante no es Irak, sino que dentro de 20 o 25 años deberíamos ser capaces de enfrentar a China. Ese es el horizonte final, porque allí no hay posibilidad de tener bastantes soldados para atacarla. Hay que tener otra cosa. Eso me dijeron. Es horrible, es un film de terror, pero es la mentalidad con que me explicaron las cosas.
-Volviendo a Venezuela, hay quienes consideran que se está asistiendo a una doble revolución: una por arriba, con Chávez a la cabeza, y otra en los barrios bajos.
-Es muy interesante. Estoy muy curioso por lo que pasa en Venezuela. Yo tenía una impresión , no me gustaba el estilo de Chávez, autoritario, militar. Pero poco a poco estoy aprendiendo y me parece muy productivo todo lo que está pasando allí.
Nota
297 femicidios y travesticidios en lo que va del año: datos del Observatorio Lucía Pérez

De enero a noviembre de 2023 el Observatorio Lucía Pérez, primer padrón autogestionado y público de violencia patriarcal, registró 297 femicidios y travesticidios en todo el país. Como resultado de estos crímenes se registraron además 233 huérfanxs por femicidios, un drama silenciado del cual es necesario hablar.


No son cifras y por eso en nuestro padrón se visualizan sus nombres, edades, dónde vivían y cómo sucedió el femicidio, entre otros muchos datos que permiten dimensionar el problema.
Solo un caso entre cientos: Evangelina, de Mar del Plata, estaba a punto de ser abuela. Sus 5 hijas presenciaron el crímen; la más pequeña, con 3 años, marchó con la foto de su mamá por las calles de la ciudad costera reclamando justicia. Fue una de las 391 marchas y movilizaciones contra la violencia patriarcal que registramos durante el año.


Registramos además 312 tentativas de femicidios. En noviembre uno de estos crímenes fue contra una mujer de 31 años que está embarazada de 6 meses.
Este 2023 registramos 120 desaparecidas. Y llevamos 1023 días preguntándonos ¿dónde está Tehuel de la Torre?

El Observatorio Lucía Pérez es una herramienta de análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca. Se elaboran una serie de padrones que compartimos en la web de manera libre, los cuales comenzaron a confeccionarse en talleres que realizamos con víctimas de violencias, familias sobrevivientes de femicidios, organizaciones sociales y activistas del movimiento trans. Los datos así recogidos, sumados al seguimiento de lo publicado en medios de todo el país, son luego chequeados y precisados con fuentes judiciales y periodísticas.
Todo la información que producimos es de público y libre acceso en www.observatorioluciaperez.org
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Madres de Plaza de Mayo: rondar el presente

La Ronda de Madres de cada jueves como lugar de encuentro, denuncia y reflexión, desde los 12 hasta los 93 años. Elia Espen y lo que vienen pidiendo hace más de 40 años. Por Lucas Pedulla
Tiene 12 años, se llama Catalina y es la primera vez que viene. «Es hermoso», dice, con brillo en los ojos, después de tomarse un tren y un subte desde Lomas de Zamora, sur del conurbano, con su tía Daniela, para venir a la ronda de las Madres en Plaza de Mayo, segunda después del triunfo de Javier Milei en el balotaje presidencial.
La caminata la encabezan Nora Cortiñas y Elia Espen, Madres de Plaza de Mayo de la Línea Fundadora. Hay menos personas que la semana pasada, pero el movimiento sigue siendo vital para pensar esta época.
Catalina, por ejemplo, cuenta que en su colegio se discutió mucho durante las elecciones, y si bien fueron pocos los compañeros que apoyaban a Milei, lo hacían con argumentos que le parecían extraños: «Hablaban de la dolarización y pedían que vuelvan los militares».

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Zurda vas a correr
Daniela –31 años, preceptora– abre los ojos: «¿Por qué será que siendo tan jóvenes crean eso? Soy docente y he tenido problemas por tratar de frenar esos discursos. Tenía estudiantes que me chicaneaban, y aun si lo hacían para hacerme enojar, eran chicanas violentas: ‘Se te acaba la joda’, ‘viene el Falcon verde’. Mi otro sobrino, el hermano de ella, me dijo: ‘Zurda vas a correr’. Tiene 10 años».
¿Dónde vio eso? «En Tik Tok», dice. Catalina suma su visión: “Hay mucho Tik Tok y mucha violencia. Las redes sociales no ayudan para nada”. Daniela piensa que son necesarias nuevas formas de comunicar: “Trato de dar información, hablar con mi mejor tono, y enfatizar los ejemplos: los militares secuestraban personas y las tiraban vivas de los aviones. Pero no cala. En algo estamos fallando. Ahora todo son 10 segundos efímeros”.
De fondo, mientras caminamos, una voz lee nombres:
Lopez Ceferino.
López Bravo José María.
Lópes Calvo María Eugenia.
Son personas que siguen desaparecidas.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
El lugar donde se mira al mundo
Otro de los camina en ronda es Sergio Maldonado, hermano de Santiago, el joven de 28 años que desapareció el 1º de agosto de 2017 en medio de una brutal represión de Gendarmería a una comunidad mapuche en Esquel, provincia de Chubut. Su cadáver, sospechosamente aparecido meses después, fue señalado como efecto de un “accidente”. Eran tiempos de Mauricio Macri como presidente y Patricia Bullrich como ministra de Seguridad. Tiempos en que también fue asesinado por la espalda Rafael Nahuel en la Patagonia. Maldonado está en Buenos Aires porque el 11 de diciembre iba a tener la audiencia de apelación por el intento del juez Gustavo Lleral de cerrar la causa, pero se la postergaron hasta el 28 de febrero.
Percibe, en general, un sentimiento de retroceso: “Todas las instituciones se rompen, como un desmoronamiento general. Ya no es un negacionismo, sino desidia. Hubo una disconformidad que se manifestó, pero también es irresponsabilidad: es triste ver cómo la tercera fuerza se mete ahora a manejar el gobierno, con el discurso de rebeldía, pero el ministro de Economía va a ser el mismo que nos endeudó por 100 años (Nicolás Caputo). Hay un grupo de gente que no votó con el bolsillo, sino de manera irracional”.
No sintió miedo, pero sí preocupación: “Bullrich está coqueteando con el Ministerio de Seguridad, aunque hoy también sonó para Trabajo. Representa dos épocas nefastas, porque como ministra de Trabajo en 2001 ya le recortó el 13% a los jubilados. Y ni que hablar que ahora, si asume en Seguridad, tiene como vicepresidenta a alguien que reivindica el genocidio”.
¿Por qué, entonces, venir a la Plaza? “Quedan poquitas Madres y esto tiene que seguir. Nos encontramos con seres queridos en una misma línea. Capaz no sabés la fecha de cumpleaños, pero es un lugar de reencuentro. Desde acá se mira el mundo y también se interpela a la Casa Rosada. No hay que perder el vínculo con las Madres”.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Pensar todo otra vez
Lua tiene 16 años y Paloma 17. Son estudiantes de cuarto año del colegio porteño Carlos Pellegrini. Paloma viene por primera vez: “Estamos en una situación complicada y ahora, que se está reivindicando la dictadura, es súper importante cuidar la memoria”.
Lua ya vino varias veces: “Se cuestiona algo tan básico que siempre me pareció incuestionable. Y es importante venir para que en las casas se vuelva a hablar”. Percibió que Milei entró en el Pellegrini más silenciosamente, a diferencia de otros colegios donde el apoyo fue más colectivo, precisa: “La mayoría son por las familias; o lo toman como chiste, un meme, algo nuevo; o por la desconfianza en la política. Muchos descreen de lo político, entonces tampoco hablan, por lo general, con alguien que no piensa como ellos”.
¿Qué pudieron hablar post balotaje en el Pellegrini? “Siento que es un momento donde deberíamos hablar más que nunca, pero en mi colegio la juventud no se está pudiendo organizar lo suficiente para pensar estos cuatro años. Recién pasaron dos semanas, pero tuvimos una instancia para hablar y éramos nada más que 20 personas. Siendo un colegio tan politizado, es poco, y hay que replantearnos cosas básicas y volver a esquematizar todo”.
–¿A qué te referís con esquematizar?
–Pensar cómo vamos a salir, cómo van a ser nuestras marchas, cómo nos vamos a cuidar. Probablemente a mucha gente no la dejen ir a las marchas, porque somos pibes de 16, 17, 18 años, incluso menos. Tenemos que ser un gran volumen.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Me tienen podrida
Elia Espen tiene 93 años. El 18 de febrero de 1977, su hijo Hugo Orlando Miedan Espen fue secuestrado y llevado al centro clandestino de detención y tortura El Atlético. Sigue desaparecido.
«Están diciendo pobrecitos los generales, que tienen que liberarlos, mientras nuestros hijos siguen desaparecidos, fueron tirados al mar –habla, micrófono en mano, una vez terminada la ronda–. Estamos como empezamos: me tienen podrida. ¿Qué más podemos decir? Seguimos pidiendo lo mismo que pedimos hace más de 40 años: verdad y justicia. Estoy escuchando cada cosa por la radio y televisión que me espanta. Todavía no sabemos nada de lo que pasó con nuestros familiares. Ojalá se unan, ustedes, todos. Lo único que tenemos que seguir haciendo es estar juntos».
Luego, le pasó el micrófono a Nora Cortiñas, 93 marzos. Su hijo Gustavo está desaparecido desde el 15 de abril de 1977. Nora habló y dejó frases para tomar apuntes:
- “Todavía este pueblo no llegó a captar los horrores que vivimos durante el terrorismo de Estado porque, si no, las elecciones hubieran sido diferentes”.
- “Vamos a tener que seguir hablando”.
- “Como vienen días muy difíciles tratemos de estar juntas, juntos, y pensar que no queremos que se repita más lo que vivimos”.
- “Tenemos que estar en la calle todo lo que podamos”.
- «En vez de absorber el veneno que tienen les contestaremos con el amor que tenemos».
- “Hay que salir y reivindicar lo que lucharon nuestros 30 mil”.
- “Vengan acá, vengan a acompañarnos porque así vamos a demostrar que exigimos memoria y verdad hasta el final”.
- “A seguir luchando. Vamos a vencer”.
- “No pasarán”.
Voto cansancio
Rocío, 23 años, de Lomas de Zamora, estudiante de Periodismo en la Universidad Nacional de Avellaneda (UnDAV), militante del Movimiento Evita, la escucha con atención. También, es la primera vez que viene. “Me movilizó mucho venir ahora que Milei es gobierno, ver todo el sufrimiento de las Madres, pero que siguen acá. Vine por eso. Y seguro vuelva”.
Rocío es de las que piensa que no fue un voto negacionista sino un voto cansancio: “Venimos haciendo las cosas muy mal y hay reconocerlo: en los últimos cuatro años no hubo grandes políticas que le cambiaran la vida a la gente, que es por lo que el peronismo se identifica. Hay un cansancio: no creo que el 55% sea negacionista. Espero que no”.
Le cuento que recién, en otra entrevista, una docente hablaba de la necesidad de nuevas formas de comunicar. ¿Qué piensa una estudiante de periodismo? “Las empresas de medios siguen siendo funcionales al sistema. Yo me tiro del lado de los medios autogestivos, ahí se cuenta la realidad de los hechos. Soy mamá de una nena de cuatro años y no quiero que se malinforme por Tik Tok. Deberíamos volver a lo que hicieron las Madres y contar desde ahí. Por no querer confrontar, la juventud peronista fue tibia. Tenemos que perder el miedo y dejar de ser sumisos. El Nunca Más es Nunca Más en muchas cosas”.
-¿Qué destacás en las Madres como comunicación?
-La sensibilidad. Las Madres son un gran ejemplo de cómo enfrentaron la dictadura. Hubo estrategia ahí. Cuentan un hecho terrible que vivieron en carne propia, pero desde la sensibilidad con el otro, de entender al otro, de comunicar hacia el otro. Es por ahí y es lo que nos está faltando.
Repite: “Es por ahí”.
El jueves que viene, a las 15:30, habrá ronda otra vez, como hace 46 años.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Nota
Crimen de Rafael Nahuel: condenan a los prefectos a 4 y 5 años de prisión; la familia apelará

La condena por el asesinato de Rafael Nahuel llegó tarde y mal: el prefecto Sergio Guillermo Cavia, responsable del delito de homicidio agravado, fue condenado a 5 años de prisión. Sus cuatro compañeros, cómplices, a 4 años y 6 meses. Y hasta tanto no quede firme la condena, seguirán libres. La familia anunció que apelará el fallo, a las puertas de una nueva presunta asunción de Patricia Bullrich, la responsable política del asesinato. Crónica de la audiencia de un veredicto anunciado, en cobertura colaborativa con Perycia.
Por Ludmila Cabana Crozza. Fotos de Jaime Carriqueo
desde fiske menuco
El fiscal llegó antes que nadie. Al habilitarse la sala de audiencias era la única persona sentada en la sala, en su lugar. Por momentos cerraba los ojos, por momentos revisaba su teléfono celular. Cuando ingresó al Juzgado saludó a una de las decenas de policías federales que custodiaban el edificio del Tribunal Federal de la ciudad de General Roca adentro y afuera. Antes de iniciar la subida por la escalera recibió un buen deseo. Va a estar todo bien, doctor, le dijo un policía.
Desde las 7:25 am hasta que se habilitó el ingreso a la prensa, el fiscal Rafael Vehils Ruiz estuvo solo en la sala. Entraron la prensa y la familia de Nahuel. Se llamó a un breve cuarto intermedio y todos regresaron, junto al Tribunal, cerca de las 11 para presenciar la lectura de la decisión final.


Este miércoles 29 de noviembre de 2023 en la sala de audiencias Alfredo C. Nielsen se leyó el veredicto que los jueces federales Alejandro Silva, Simón Bracco y Pablo Díaz Lacava entendieron como justicia por unanimidad: condenar a Sergio Guillermo Cavia por considerarlo autor material responsable del delito de homicidio agravado por haber sido cometido mediante la utilización de arma de fuego y con exceso de legítima defensa, a 5 años de prisión e inhabilitación especial por 8 años.
Eran cinco los prefectos procesados por la muerte de Rafael Nahuel en 2017 en Bariloche. Francisco Pinto, Juan Obregón, Carlos Sosa y Sergio García fueron condenados a 4 años y 6 meses de prisión e inhabilitación especial por 7 años por el tribunal oral criminal federal de General Roca ya que los consideraron partícipes necesarios del delito de homicidio agravado cometido por Cavia. Los 5 condenados no tendrán condena preventiva: serán detenidos cuando la sentencia quede firme. Hasta tanto no podrán abandonar el país ni retirarse de su domicilio por más de 24 horas salvo que avisen con anticipación.


Pero antes de los 6 minutos que tardó la lectura del veredicto hecha por el presidente del tribunal, Alejandro Silva, los cinco procesados tuvieron un momento para decir las palabras finales. Todos hicieron uso de ese derecho y dijeron casi lo mismo: que obraron en cumplimiento del deber, conforme a derecho, sin cometer excesos y con una orden judicial que los legitimaba.
Cavia agregó que tenía fe en que se iba a hacer justicia; Obregón dijo que respetó la vida propia y la de terceros en cuanto se pudo. García dijo que actuó en este “lamentable hecho conforme a derecho”. Todo fue escuchado y visto en una pantalla, porque ninguno de los acusados pisó el Tribunal Federal en ninguna de las audiencias: siguieron el juicio desde sus casas, conectados a internet. Recibieron el veredicto en las mismas circunstancias.
Durante el debate oral hubo dos querellas: una por parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación con el abogado Mariano Przybylski como representante, y otra por parte de los padres de Rafael Nahuel con los abogados Rubén Marigo y Ezequiel Palavecino. En los alegatos ambas querellas pidieron prisión perpetua para los 5 prefectos por homicidio agravado.
El pedido de pena máxima se desprende de lo que el abogado Marigo entiende es un delito político, un delito de violencia institucional pero fundamentalmente una deuda de la democracia: no haber terminado con prácticas que vienen de la dictadura militar. Se refiere a usar el aparato estatal (en este caso las fuerzas de seguridad) en contra de ciudadanos comunes.

La defensa fue por la absolución, no reconoció ningún delito pese al resultado de una persona muerta y dos heridos de bala del mismo lado. El fiscal Vehils Ruiz, por su parte, pidió 5 años de prisión para los acusados. No consideró quitar el atenuante en la acusación original de homicidio en exceso de legítima defensa y fue por la idea de un enfrentamiento entre las partes. Esta posición, pese al pedido de las querellas, limitó la decisión del Tribunal en cuanto a la pena dictada: la más alta fue la que pidió el Ministerio Público Fiscal.
Rafael Nahuel fue alcanzado por un disparo por la espalda y murió el 25 de noviembre de 2017, tenía 22 años. Quienes lo acompañaban también fueron heridos y oficiaron de testigos en una de las jornadas del juicio que ayer terminó, no estaban armados.
El miércoles 29 de noviembre, día del veredicto, la mamá de Rafael Nahuel cumplió años. Se llama Graciela, es una mujer bajita, lleva zapatillas negras de caña alta, medias de color rosa, un pantalón animal print y una remera mangas largas con otra blanca encima con la cara de su hijo asesinado. La misma remera llevan Alejandro, el padre y Ezequiel, el hermano. Graciela tiene, en el día de su cumpleaños, que estar lejos de su casa en Bariloche, a 481 kilómetros, porque le falta un hijo y busca justicia.
Lleva dos hebillas con brillos en el pelo, tiene una bolsa de tela de Unelen que revisa buscando alguna cosa, hace un gesto como de revolver algo en la boca mientras escucha y mira lo que dicen los jueces sobre los acusados de la muerte de su hijo, que son culpables y están en sus casas -¿qué mastica Graciela? ¿bronca?-.
Afuera, al sol, dijo frente a un micrófono que no está conforme, que esperaba más, que está desilusionada. El abogado Marigo aseguró que apelarán, Horacio Pietragalla Corti, titular de la Secretaría de Derechos humanos de la Nación que acompañó la jornada dijo que, a pesar del cambio de gestión que se acerca, esa también es la intención de la Secretaría.


El 29 de Diciembre de 2023 a las 11 hs. es el día fijado para dar a conocer los motivos del hecho en el que se funda el veredicto conocido hoy. «Que tengan un excelente día, cuídense», fueron las palabras del juez antes de dejar el recinto.
En 2017, el año del hecho juzgado hoy, la poeta neuquina Silvia Mellado escribió:
Rafael Nahuel
han soltado los albatros
en el medio del bosque
donde dice tierra ancestral
leen coto de caza los perdigueros que olisquean
gustosos un pedazo de tu muerte
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