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#FreeAssange en Sociales: cuando informar es delito

El viernes fue la jornada global para exigir el fin de la persecusión a Julián Assange. En la Facultad de Sociales un acto conectó en directo con Assange, quien eligió exponer su mirada sobre la coyuntura europea, la salida del Reino Unido de la Unión Europea y el rol de Estados Unidos. Geopolítica y libertad de expresión quedaron así expuestas, dejando en claro lo grave de este caso: la criminalización de la difusión

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El viernes fue la jornada global para exigir el fin de la persecusión a Julián Assange. En la Facultad de Sociales un acto conectó en directo con Assange, quien eligió exponer su mirada sobre la coyuntura europea, la salida del Reino Unido de la Unión Europea y el rol de Estados Unidos. Geopolítica y libertad de expresión quedaron así expuestas, dejando en claro lo grave de este caso: la criminalización de la difusión.

#FreeAssange en Sociales: cuando informar es delito

Assange. Foto de archivo


En la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA no anda el wifi. Mala noticia para el día en que la sede de Constitución debe tirar un puente a la embajada de Ecuador en Reino Unido, donde se asila Julian Assange. Entre cables, cámaras y gente que se ruza, Tristan Bauer – uno de los organizadores- camina por las paredes, mientras van llegando los cuatro oradores dispuestos a pilotear la ausencia de la palabra de Assange en el acto que grita por su liberación, para sumarse al coro de la jornada global que se organizó con la consigna #FreAssange. Pero estamos en una charla sobre los desafíos del hacktivismo -entre otras cosas- y un avezado logra reflotar el sistema. “Hay Internet” es la noticia que festejan las más de cien personas que se acercaron hasta aquí un viernes a la tarde.

Camino a Ecuador

Julian Assange lleva cuatro años viviendo en tres cuartos. Tiene un brazo afectado y le falta de atención médica. “Peor que una prisión”, define el periodista Santiago Odonnell, uno de los disertantes que lo visitó en cuatro ocasiones. Alicia Castro, la ex embajadora argentina en Londres también lo visitó y asiente con la cabeza. Luego, cuando aparezca por la web, Assange intentará mostrarse distendido: coloca frente a la cámara al gato que lo acompaña en su oficina-prisión.
Las razones por las que se encuentra aislado, conectado a través de Internet, también son extrañas: Assange cuenta con dos órdenes de arresto en Suecia, donde está acusado de los delitos dde violación, abuso sexual y coacción, aunque está claro que su persecución tiene un trasnfondo (geo)políticos.
La causa por abuso sexual fue desestimada por la fiscal general de Estocolmo en 2010, pero ese mismo año se ordenó reabrir la investigación. Assange permaneció oculto desde el inicio del caso y luego se supo que no estaba en Suecia sino en Londres. La policía sueca solicitó así la intervención de Interpol y el 7 de diciembre de 2010 Assange se presentó en una comisaría y quedó detenido por diez días. Luego, en arresto domiciliario por 550 días. Hasta que en agosto de 2012 el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, anunció la decisión de la República del Ecuador de conceder asilo a Julian Assange en su embajada en Londres.
Assange plantea que en Suecia no cuenta con todas las garantías procesales y sospecha de la posibilidad de su extradición a los Estados Unidos, el país más afectado por las revelaciones difundidas en Wikileaks, el sitio que fundó. Tiene motivos para estar precavido: Chelsea Manning, la soldado y analista de inteligencia el ejército norteamericano que filtró miles de documentos a Wikileaks fue condenada a 35 años de prisión.

#FreeAssange en Sociales: cuando informar es delito

La telefonferencia con Assange

El verdadero motivo

El verdadero motivo de la persecución a Assange lo explica uno de sus compañeros presente en la charla, Joseph Farrell, otra de las pocas caras conocidas de WikiLeaks: “Se reveló contra el país más poderoso del mundo”. Farrel se refiere a la publicación de miles de documentos de la guerra de Irak (391.831 que revelaron los alcances de la invasión: torturas, asesinato de civiles y más) y de la guerra de Afganistán (92.000 documentos), y más tarde, documentos diplomáticos del Departamento del Estado norteamericano.
Otro de los logros de Assange, Farrell y equipo fue tejer una red global para traducir toda esa información a 16 idiomas, tener presencia en 100 países con más de 700 nodos globales y ser fuente de información de tradicionales diarios comerciales.
“Como consecuencia directa de ese acto Julian fue privado de su libertad y está destinado a pasar sus días en un cuarto pequeño en una embajada en Londres, separado de sus hijos”, dijo Farrell, una de las personas que estuvo junto a Assange los últimos seis años de Wikileaks, los más movidos. “En el mismo año (2010) se abrió una investigación -confirmada en mayo de este año- que busca procesar a Julian y a otros de Wikileaks, probablemente a mí también”, cuenta. “Se revelaron documentos del proceso judicial que demuestran que los crímenes que buscan acusarnos incluyen terrorismo y espionaje”, dice Farrell, y traduce: “A las publicaciones las llaman terrorismo y al periodismo, espionaje”.
Farrell exige, nada menos, un proceso judicial que respete las garantías de Assange, algo que hasta ahora no ha ocurrido. Cuenta Farrell: “Los fiscales suecos interrogaron a 44 personas en el Reino Unido, pero a Julian no le ha sido dada la posibilidad de contar su versión y responder a las acusaciones en su contra”. Respecto a esto, la Corte Suprema de Suecia falló en contra la fiscal general de ese país por no brindarle esa posibilidad, pero el proceso sigue.
Las palabras finales del otrora editor de Wikileaks sintetizaron la jornada: “Él peleó por nuestros derechos y es por eso que nosotros debemos pelear por los de él. Liberen a Julian Assange”.

Últimas noticias

A las 18:30 en punto apareció un Assange canoso en pantalla, con un fondo blanco. Saco, camisa y corbata y barba de pocos días. Saluda, muestra a al gato que lo acompaña y cuenta que no pudo dormir en toda la noche “pensando en la salida del Reino Unido de la Unión Europea”.
Assange arranca por la coyuntura: “En este momento en el Reino Unido tenemos una guerra civil entre dos partes de partido Conservador”. Fiel a su estilo, manotea “su cable favorito” de una de las partes (que define como “la transatlántica”), que según él sintetiza el tironeo que vive el país donde se asila. Luego, conecta esa información con las causas que lo mantienen encerrado. Assange lee un cable “escrito para Washington por el embajador estadounidense en el Reino Unido”. Dice esa cable: “Queremos un régimen pro Estados Unidos”. Assange: “Estas son las personas con las que he estado lidiando estos 4 años”.
Assange se esfuerza por tirar puentes con Argentina, para complacer al auditorio, y compara: “No tengo el currículum de la Ministra de Asuntos Exteriores de Argentina, pero todo indicaría que se puede pensar de esta manera”.
Sigue luego con el Brexit: para resumir, la mayoría de las personas votaron que el Reino Unido dejara la UE, y el Primer Ministro anunció su renuncia. Assange plantea que son cuatro los grupos de poder que pujaban en diferentes direcciones: la derecha que se quería quedar en la UE, bancando lo que llama “el imperio de Estados Unidos”; la derecha que votó por irse y apostar al “viejo imperio” del Reino Unido; la izquierda que planteaba quedarse en la UE, definida por Assange con la frase “otro mundo no es posible”; y la izquierda que quería irse planteando que sí era posible otro mundo.
“A pesar de que Hillary Clinton, Obama y todo el poder mundial pidieron permanecer, la gente votó lo contrario”. Entonces: “Llega a su fin la capacidad de Estados Unidos para manejar a la Unión Europea”. Luego dedicó un párrafo a la situación Malvinas: “A mediano plazo hay manera de mejorar la resolución de conflictos entre Argentina y Reino Unido”. Aunque “es cierto que está el Movimiento Nacionalista de rechazo a la UE. Si este ánimo nacionalista no baja, va a ser difícil negociar. Pero la posición ha mejorado”.
¿Por qué la gente votó la salida? Assange analiza: “Sí tiene que ver con el racismo, sí con la inmigración, pero también tiene que ver con que toda una clase social se habían convertido en inmigrantes a pesar de haber nacido en el Reindo Unido. A qué me refiero con eso: el inmigrante, el refugiado, hoy no tiene poder en la sociedad. La clase trabajadora de este mismo país también empezó a sufrir ese mismo destino. Así que se pusieron en contra del establishment. En contra del poder del establishment de Estados Unidos. E hicieron exactamente lo opuesto de lo que les habían dicho que hicieran. Y sí, en parte beneficia a la derecha populista. Pero también beneficia a la izquierda populista”.
Assange cuenta que el próximo lunes habrá una reunión de emergencia entre la mandantaria alemana Ángela Merkel, el presidente del Concejo Europeo, el presidente de Francia y el primer ministro de Italia “para estructurar una nueva Union Europea de la cual otros países no puedan desprenderse”.
Sus conclusiones al respecto son dos:

  • En este momento en Europa puede pasar cualquier cosa.
  • Europa intenta recuperar legitimidad política y no simplemente ser un refugio para los grandes banqueros.

Así, la conexión #FreeAsange deja en claro que en estos tiempos difundir otras lecturas de la coyuntura encarna en su figura un delito. Y que eso nos pone a todxs en peligro.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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