#NiUnaMás
Jujuy: balean la casa de una militante que denuncia al Estado por los femicidios en la provincia
Durante la madrugada del sábado la casa de Romina Canchi fue baleada y su marido herido por dos personas aún sin identificar. El ataque es investigado como parte de un robo, pero en el barrio lo ligan a la actividad de ella, Secretaria de Géneros de la CTA Autónoma y militante feminista: con la profundización de la violencia machista en Jujuy y durante toda la pandemia, Romina se abocó de lleno a acompañar a las familias de víctimas de femicidios y a denunciar la complicidad estatal y a exigir la Ley de Emergencia en Violencia de Género. “A Gerardo Morales no se lo ha logrado golpear desde los sindicatos como sí lo hemos conseguido con el movimiento de mujeres, pero eso es producto de la terrible violencia que sufrimos”, reflexiona en medio del estupor, mientras reclama investigación y garantías, y asegura: «Si fue un hecho de inseguridad que lo digan, pero sino no puede quedar en la nada, porque voy a quedarme toda la vida pensando en esto. Pero de ningún modo van a lograr que deje de luchar«.
Por Inés Hayes y Melissa Zenobi
Romina Canchi tiene 37 años, es Secretaria de Géneros de la CTA Autónoma de Jujuy y militante de base de la Corriente Clasista y Combativa. “Milito por los derechos de las mujeres y disidencias desde que terminé el secundario”, recuerda. “Comencé dando talleres populares, luego me sumé a las CCC, y ahí conseguimos trabajo precario, pero trabajo al fin, y fue cuando me afilié a ATE y a la CTAA, donde estoy desde hace como 7 u 8 años», cuenta a lavaca.
Con la profundización de la violencia machista en Jujuy y durante toda la pandemia, se abocó de lleno a acompañar a las familias de víctimas de femicidios, a denunciar la complicidad estatal y a exigir la Ley de Emergencia en Violencia de Género: “A Gerardo Morales no se lo ha logrado golpear desde los sindicatos como sí lo hemos conseguido con el movimiento de mujeres, pero eso es producto de la terrible violencia que sufrimos”, reflexionó sobre las acciones del movimiento feminista en esa provincia.
Durante la madrugada de este sábado dos sujetos aún no identificados realizaron múltiples disparos de balas de plomo en la puerta de la casa en la que Romina vive junto a su compañero e hija. Si bien la investigación del hecho se enmarca en un episodio de robo a mano armada, algunas observaciones peritales dejan sospechas de que podría tratarse de una amenaza o de un mensaje «mafioso». “La verdad es que yo vivo en esta casa desde que tengo 3 años, toda la vida. Conozco la zona, a todos los vecinos, y es un barrio dentro de todo tranquilo”.
¿Podrías reconstruir los hechos del sábado a la madrugada?
El viernes había viajado a Tilcara por un caso de violencia, a dar una charla junto a compañeras y mujeres de esa localidad. Estaba muy cansada y me había acostado temprano con mi hija. Mi compañero, después de trabajar en mensajería se quedó un rato con un amigo, de ahí se fue en moto a una sandwichería a comer algo, y después vino a casa. Ya era tarde cuando llegó, y atrás suyo vinieron dos hombres en otra moto y le gritaron que les diera el celular. Él revoleó la mochila adentro de la casa. Entonces le dijeron «te haces el picarito», y uno sacó el arma y empezó a disparar en el frente de mi casa. Mi compañero empezó a correr hacia la esquina y el tipo lo tiroteó. Uno de ellos se quedó siempre arriba de la moto en la que vinieron. El otro se subió a la moto de mi compañero, que como pensó que no tenía más balas, volvió y lo empujó. Y le dijo «te volvés a hacer el picarito», y entonces volvió a tirotear. Él no se acuerda si en la primera o segunda corrida le disparó en la pierna.

¿Qué hiciste cuando sentiste ruidos de bala?
Cuando escuché los ruidos, salí muy dormida y descalza, y me percaté de la situación. Eran muchos tiros. Me fui contra la pared y ví al tipo. Era una persona joven, de unos 25 años, trigueño, no tenía la contextura típica nuestra: espalda ancha, morocho. No estaba bajo ningún efecto de droga, ni alcohol, y no estaba alterado. A pesar de toda esa situación, él estuvo muy tranquilo siempre.
¿Cómo está tu compañero de salud?
Fue a la madrugada a la guardia del hospital, le hicieron una placa y le dijeron que tiene una bala de plomo debajo de la rodilla izquierda, al costado del hueso. Tiene que tomar una medicación, pero no se la van a sacar por el lugar en el que está ubicada, porque la intervención puede ser muy riesgosa y pueden tocarle algún nervio.
¿Vos creés que fue un hecho intimidatorio por tu militancia?
Yo vivo en San Salvador y entiendo que en todos los barrios hay cuestiones delictivas: te quitan el celular, por ahí la cartera, etcétera. Pero no es normal que salgan armados hasta los dientes y peguen tiros así a quemarropa. La cantidad de tiros es lo que nos hace sospechar.
¿Qué creés que deba hacer el gobierno de la provincia?
Acá el gobierno tiene que investigar, y si fue un hecho delictivo, tienen que buscar a los responsables y comprobarlo. Por lo pronto hay muchos cabos sueltos. Cuando el ladrón llega lo que pide es el celular, no la moto. La moto es grande, llamativa. Y tuvieron posibilidad de matar a mi compañero en varias oportunidades, y no lo hicieron. El tipo estaba controlado, calmado. Yo puedo pensar que fue un robo al azar, o un golpe planificado. Pero en ese caso estamos ante ladrones muy preparados y muy armados. Desde el sábado a la tarde tengo un custodio las 24 horas en la puerta de mi casa, que no lo puso la policía, sino el gobierno.
¿Has tenido algún informe de parte de la policía?
No, todavía no me informaron nada. Yo fui a la Brigada a hacer la denuncia, y también hice el identikit. En la cuadra hay varias cámaras, pero me dicen que no funcionan. Durante la madrugada vino la criminalística a mi casa, encontraron dos marcas y se fueron. Después se hizo de día, y vino una amiga y encontró un montón de restos y 6 marcas de tiros. Volvió a venir la criminalística. No se explica por qué si mi compañero corrió para la esquina, dispararon en el frente de mi casa.
¿Tenés miedo de hacer tus cosas y volver a tu cotidianidad?
Siento que todavía no he tomado consciencia de nada. Ni del robo de la moto, ni de los tiros. Siento muchísimo cansancio en el cuerpo. No tengo miedo, pero lo que necesito es saber si realmente fue un robo al azar, o si hay algo más. Si fue un hecho de inseguridad que lo digan, pero sino no puede quedar en la nada, porque voy a quedarme toda la vida pensando en esto. Pero de ningún modo van a lograr que deje de luchar.
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Femicidios en julio: la noticia es el horror

27 femicidios en julio, 163 en 2025. Esos son los datos reunidos por el Observatorio Lucía Pérez, primer padrón autogestivo de datos y análisis de la violencia patriarcal. Los números no alcanzan a dar cuenta sobre el punto de inflexión que expresa este mes para este tipo de violencias. Se trata de una consecuencia directa de la complicidad estatal (Poder Ejecutivo & Poder Judicial) al imponer una política negacionista a los crímenes de mujeres y trans cometidos en contextos narco territoriales. El resultado está ahora a la vista y es el horror: cuerpos descuartizados, que emulan el modelo instalado en Ciudad de Juárez por los carteles narcos que dominan la muerte en esa ciudad.
Este julio argentino fue en Córdoba, fue Brenda Torres (foto de portada) -de apenas 24 años- y fue cerca del estadio de fútbol donde apareció uno de sus muslos seccionados. Recién hoy 1º de agosto apareció el resto de su cuerpo destrozado. La fiscalía asegura que ya hay dos detenidos.

En agosto del año pasado también había sido detenido Juan Carlos Galarregui, el asesino de Rocío Fernández, de apenas 27 años. Fue en Mar del Plata y fue en un freezer donde encontraron su cuerpo, en el cual su femicida lo depositó esperando el mejor momento para descuartizarlo. La causa fue elevada este mayo a juicio oral, pero el fiscal Fernando Berlingeri solicitó resolver el procedimiento en un juicio abreviado. Para eso ofreció declinar la acusación de femicidio, ya que esa calificación legal impide estos procesos de resolución rápida y, por cierto, de menos pena. Es exactamente lo que hizo el Poder Judicial correntino en el caso de la periodista Griselda Blanco: homicidio simple, juicio abreviado, 12 años de prisión que no son de cumplimiento completo, ya que la carátula omite la violencia de género. Esta tendencia judicial negacionista se inició este año y en febrero cuando la Cámara de Casación bonaerense emitió el tercer fallo sobre un mismo crimen para justificar que Lucía Pérez había sido drogada y violada, pero decidió que su crimen no era un femicidio.
Así, al borrar las huellas de la violencia de género en el trámite judicial, el Estado argentino se jacta de haber bajado la tasa de este tipo de crímenes.
Así los dos poderes del Estado ganan impunidad, y la sociedad pierde.
¿Qué pierde?
Los femicidios en contexto de narcomenudeo territorial tienen característica atroces y también señales comunes: la diferencia de edad entre víctimas y asesinos, el consumo de cuerpos como intercambio de mercancías, la vulnerabilidad de las adictas y sobre todo, la diferencia de poder entre quien tiene la droga y quien, por situación de absoluta dependencia, la necesita. Estos rasgos, entre otros, son los que se omiten en los procedimientos judiciales y también en los análisis sociales, que tienden a asimilar estas políticas con las que se somete a las barriadas periféricas con las conductas recreativas de clases y barrios acomodados.
Situar la información en territorios específicos, con sus contextos particulares y sus vulnerabilidades sociales, es clave para analizar qué significan estos femicidios que, hay que repetirlo, sin la complicidad policial y judicial podrían evitarse.
Las consecuencias de la maquinaria de invisibilización estatal y académica tiene consecuencias brutales. Eso es lo que nos informa este mes de julio de 2025: los cuerpos de las mujeres ya son pedazos arrojados a nuestro paso.
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Fallo histórico: confirman la condena a perpetua y por transhomicidio contra el asesino de Tehuel

La Sala I del Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires confirmó la condena a reclusión perpetua y transhomicidio contra el asesino de Tehuel de la Torre, joven trans asesinado y desaparecido desde el 11 de marzo de 2021 en la localidad bonaerense de Alejandro Korn. Los jueces Daniel Carral y Ricardo Maidana rechazaron el pedido de la defensa y refrendaron el fallo contra Luis Alberto Ramos, quien había sido condenado el 30 de agosto de 2024 por el Tribunal Nº2 de La Plata en una sentencia histórica por reconocer el homicidio calificado del joven de 21 años por haber sido cometido por odio a la identidad de género. «La desaparición del cuerpo de Tehuel y la quema de sus pertenencias adquieren un carácter simbólico de negación de su identidad», señaló el fallo.
Familiares y Amigos de Tehuel celebraron la confirmación: «Esta decisión es muy importante y refleja el resultado de la lucha del movimiento social y de un trabajo en red muy importante, que nos fortalece para continuar el camino contra la impunidad y la violencia por prejuicio hacia las identidades travestis y trans». A su vez, exhortaron a la justicia bonaerense para que defina «de manera urgente» la fecha del juicio contra Oscar Montes, el segundo acusado por el crimen y la desaparición del joven. «Fue un crimen de odio», subraya la familia.
Compartimos la nota de MU que analiza los detalles del fallo histórico, junto a las pruebas que ahora Casación confirmó.
Y comparte la pregunta urgente de Norma Nahuelcura, la mamá del joven, que sigue sin saber dónde está el cuerpo de su hijo: «¿Dónde está Tehuel?».
#NiUnaMás
Acto trans por más democracia

Por María del Carmen Varela
Fotos Juan Valeiro
Desde las dos de la tarde comenzó a llegar gente a la plazoleta ubicada frente al Congreso de la Nación. Al amparo del sol, distintas banderas fueron colgadas sobre las rejas: Furia Travesti, Justicia por Sofía Fernández – nadie se suicida en una comisaría, Ley de Reparación Histórica Ya. Y también pancartas: Basta de Travesticidios, Femicidios y atropello a nuestras leyes, Más amor, menos odio, ¿Dónde está Tehuel? Caras pintadas con los colores rosa, celeste y blanco, espaldas con banderas multicolores, una foto de Diana Sacayán en blanco y negro y ampliada casi a tamaño natural. El aroma a guiso que apenas listo fue repartido en bandejitas de plástico, impregnó a la concurrencia que iba aumentando con el correr de los minutos.

La policía no permitió la colocación del escenario, sin embargo, el entusiasmo no decayó. El DJ Chezco Beats se encargó de musicalizar e hizo que el frío se esfumara de los cuerpos. Un gato amarillo gigante se ofendió al ser confundido: “No soy Gaturro, soy Garfield”. Cuando le preguntaron por qué vino a la plaza del Congreso, mostró una alcancía. “Te sacás una foto conmigo y colaborás”.
Bartolo viste un elegante saco azul y será unx de lxs presentadorxs del Festival.

Le cuenta a lavaca: “Vine a defender la Ley de Identidad de Género, la Ley de Cupo Trans, el matrimonio igualitario, la ESI. Es un contexto muy dificil y esos derechos nos quieren ser quitados”. Poeta, docente, activista, autor del libro Textosterona 4ML, una crónica poética de una masculinidad trans que está en preventa para lograr ser publicado. Se puede apoyar la edición ingresando a su IG: @escrituraautogestiva. “Estoy acá por el orgullo, por la resistencia, por las infancias trans, por todes les compañeres que ya no están y lucharon para que nuestras vidas sean validadas”.

Say Sacayán, hermanx de Diana, la recuerda a diez años de su travesticidio, que no fue avalado como tal por la Corte Suprema: “Ella fue una militante, luchadora, fue presa política, atravesó violencia en la calle, sabía qué derechos necesitábamos para tener una mejor calidad de vida. No vamos a bajar los brazos, vamos a resistir. Hace muchos años que estamos acá. Como país y como sociedad nos encontramos en un estado de crisis no solo económica. Tenemos un gobierno de derecha que viene a quitarnos los derechos, no solo a la población LGTBIQ+ sino al pueblo. Este es un espacio para encontrarnos, manifestar, abrazarnos y organizarnos”. Micaela Pérez, activista del colectivo Travesti Trans afirma: “Vine a pedir justicia por nuestras compañeras asesinadas en dictadura y post dictadura. Queremos repudiar a la Corte Nacional de Casación que decidió quitar como agravante el odio a la identidad de género, pedimos al Poder Judicial que garantice nuestras leyes”.

Tres chicos rubios de ojos celestes vestidos de riguroso negro llegaron a la plaza. Al ser consultados, responden que no hablan muy bien el idioma porque son rusos. El que mejor hablaba castellano dijo que se llamaba Davis —o simil— y que vinieron a vivir a la Argentina hace dos años. “Es muy peligroso vivir en Rusia. Allí somos terroristas, las personas LGBT somos extremistas y terroristas para la ley. Buscamos información y vinimos a Argentina”.
Pasadas las tres de la tarde, Bartolo dio inicio formal: “Bienvenides, bienvenidas y bienvenides al Festival Plurinacional Antirracista contra los travesticidios, transfemicidios y transhomicidios. Gracias a todas las personas que están acá hoy convocades en el Congreso”.

Una de las oradoras más lúcidas fue la activista Marlene Wayar.
- “Hay toda una sociedad que nos votó en contra por un sueldito que les prometieron, les prometieron que iban a cobrar en dólares y se cagaron en los derechos humanos. Así que hay que poner en jaque a toda esta sociedad pidiendo más democracia, que el Congreso y la Justicia funcionen. Si miramos la realidad, somos quienes estamos, entonces creo que hoy pretender que el mensaje penetre es un poco ilusorio”.
- “Estamos acá para abrazarnos entre nosotras, nosotros y nosotres. Honrar a nuestras muertas y estar juntes. Es una fecha de conmemoración de nuestra resistencia, de construcción, estando juntas, en comunidad, vamos a lograr esas otras luchas politicas, porque si no, las palabras son bonitas pero se las lleva el viento”.
- “Estemos con los pies en la tierra, no hay un político o política que nos esté mirando, no les interesa, están obnubilados en otra realidad, hay que traerlos a la tierra, hay que exigirles que respeten el ejercicio democrático de que las cosas son de todas, todos y todes y la nuestra es la más relegada así que es la primera a la que le tienen que dar prioridad y eso quizás sea con el proyecto de Ley de Reparación Histórica para las travestis mayores que está asegurando el futuro y que esta Argentina entienda que democracia es democracia y no se la puede bastardear”.
El Festival tuvo espacio para bailar chacarera, agitar banderas al grito de “para las travas reparación, es una deuda que nos debe la nación” y un final a todo ritmo con la banda Sudor Marika. Varias generaciones se dieron cita en la plaza del Congreso en el día internacional del Orgullo, se abrazaron, comieron, bailaron, defendieron consignas, exigieron la Ley de Reparación Histórica y como señaló Marlene, conmemoraron la resistencia de la mejor manera: juntxs.


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