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La Ley de la calle: un nuevo paso, un nuevo grito por el #AbortoLegalYA

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En un día en el que la calle volvió a impulsar el Aborto Legal, el gobierno envió finalmente una ley urgente, acompañada de otros proyectos que indican que finalmente se impuso la agenda social. Qué significó el reencuentro de muchas personas en la calle. Las voces de los movimientos sociales. El por qué de una demora que se cobra cada día más vidas. Y la nueva presión para que senadores y diputados estén a la altura de la historia.

La Ley de la calle: un nuevo paso, un nuevo grito por el #AbortoLegalYA
Foto: Lucía Prieto y Vale Dranovsky

Ana está parada en la mitad de Callao y Avenida Rivadavia, en diagonal al Congreso, con una prolija manta negra sobre la calle, en la que tiene desplegados pañuelos color aborto legal, barbijos con el rostro de Perón, y otros también con Néstor y Cristina. Ana tiene 34 años, cinco hijos, es de Avellaneda y cuando se le pregunta por su trabajo en esta calle, sus ojos se humedecen. “Estuvimos siete meses parados, tratando de sobrevivir vendiendo pizzetas, recibiendo mercadería del colegio, yendo a ferias de ropa usada, y hasta a comedores, porque llegó un punto que no tenía ni para comprar el pan. Fue muy duro. Uno de mis hijos tiene una afección en un riñón, que necesita su propio espacio, porque un resfrío casi me lo mata, además de que recibe una medicación de 5 millones dólares anuales, una de las más caras”.

Ana para, Ana vende, Ana cobra y Ana sigue, porque lo que se está discutiendo dentro del Congreso, el llamado Aporte Solidario de las Grandes Fortunas, lo lleva en el cuerpo.

La Ley de la calle: un nuevo paso, un nuevo grito por el #AbortoLegalYA
Foto: Lucía Prieto y Vale Dranovsky

Explica: “Yo tengo la AUH y tuve el IFE, que ahora lo quieren sacar. Mi hermano, gracias al IFE, se puso una verdulería en Wilde. Lo ayudó un montón. Y me molesta cuando dicen que nosotros no hacemos nada y nos llevamos la plata de arriba, que no trabajamos. Hasta pañuelito descartable en el subte salí a vender, y tengo que ver cómo esas mismas personas son las que se niegan a hacer el aporte, que es algo mínimo, cuando la mayoría son evasores. Si fuera rica preferiría que mi plata reactive la pizzería del barrio. No ponerse en el lugar de esa gente es lo peor. Son lo peor”.

Ana para, Ana escucha y Ana vende un pañuelo verde.

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Foto: Lucía Prieto y Vale Dranovsky

Y dice, sobre el anuncio del envío del proyecto de ley: “Yo cambié con los años mi pensamiento. Escuché y entendí. Y una tiene que poder decidir. Con cinco hijos te digo: que se apruebe estaría buenísimo. Es feo no poder decidir sobre tu propio cuerpo”.

Ana, desde su manta desplegada en diagonal al Congreso, entiende todo.

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Foto: Lucía Prieto y Vale Dranovsky

Sobre deudas & reencuentros

Sobre la calle hay una liturgia que, al menos en el microcentro porteño, que fue tapa y pantalla aun en menguantes movilizaciones anticuarentena, no se visualizaba desde el comienzo del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. El tratamiento del llamado Aporte Solidario a las Grandes Fortunas (que alcanzará únicamente a 12 mil personas con patrimonios superiores a 200 millones de pesos) justo en el Día del Militante –en conmemoración al día que Juan Domingo Perón volvió al país en 1972 tras 18 años de exilio- se conjugó con el anuncio oficial del presidente Alberto Fernández de lo que había sido una promesa de campaña: el envío al Congreso nacional del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Por todo ese combo, Belén, del Movimiento Evita de Esteban Echeverría, con barbijo verde, se ríe de felicidad: “Es una fiesta que todo se dé en el mismo día. Es una gran deuda, pero a su vez un gran logro. Y nosotras estamos acostumbradas que esos logros se den así: en la calle. Este día a su vez es un reencuentro después de tantos meses, y que se dé en este marco es una fiesta”.

La Ley de la calle: un nuevo paso, un nuevo grito por el #AbortoLegalYA
Foto: Lucía Prieto y Vale Dranovsky

Camila y Eva, de lúcidos 17 y 16 años, sostienen los parantes de un banderón del Frente Patria Grande: “Macri con el aborto hizo un como sí: dio el espacio para la discusión pero no trabajó para que sus diputados y senadores aprueben la ley. Alberto Fernández está haciendo un trabajo para que se pueda aprobar, y la militancia que está en los barrios, en las escuelas y en las instituciones, reconstruyendo el país en términos generales, banca ese proceso”.

¿Aun en la demora? “Desde el movimiento siempre planteamos que el aborto es y fue una urgencia. Es una deuda de la democracia. Pero entendemos que hay una voluntad política de avanzar en la ampliación de derechos de las mujeres”.

Por un lado pasa caminando y saludando el diputado nacional Leonardo Grosso, cuya sonrisa se le dibuja detrás del barbijo: “Alegría significa esta plaza. Significa que estamos saliendo de lo peor de la pandemia y que empezamos a construir la etapa del gobierno del Frente de Todos, que es para lo que vinimos: restaurar y conquistar derechos, desde el protagonismo del pueblo. Una caravana de amor, de esperanza y de compromiso, adentro y afuera del Congreso, peleando por sacarle un poquito a los que más tienen y repartir entre todos”.

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Foto: Lucía Prieto y Vale Dranovsky

-A lo que se suma el proyecto de IVE. ¿Por qué se demoró tanto?

-De a poquito fuimos saliendo de las peores etapas de la pandemia. Tuvimos protocolo Covid dentro del Congreso, donde lo que se manejaba era todo de común acuerdo, y recién después logramos votar el Presupuesto. Hoy termina esa etapa, salimos del ASPO, y bajo esta etapa de distanciamiento empezamos a construir lo que se viene. Tenemos que ser cautelosos. Fueron momentos muy difíciles y hubo mucha responsabilidad del pueblo argentino. La dirigencia tenía que estar a la altura de las circunstancias. Y por suerte lo estuvo.

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Foto: Lucía Prieto y Vale Dranovsky

La historia en la calle

A Karina Nicoletta, referente de Metrodelegadxs, uno de los gremios más activos en la legalización del aborto, la noticia les llegó cuando estaban en el medio de la plaza: “Estamos con mucha emoción. Es una demanda colectiva que finalmente se está concretando en un proyecto. Y la calle es fundamental: definitivamente esta reivindicación y esta demanda fue construida socialmente en la movilización popular y feminista. Es simbólico que se esté presentando hoy con el pueblo en la calle, y en un día en el que se están tratando proyectos que tienen que ver con distribución de ingresos y necesidades populares”.

Cecilia Barros, referente del Movimiento Evita en la Ciudad de Buenos Aires: “Lo sentimos como un logro de la lucha de base, de la movilización que llevamos adelante desde la marea verde. Es un logro de la agenda feminista, cuando siempre nos quieren hacer creer que hay una agenda primera y otra de segunda. Que el Estado de este paso implica un avance más en el compromiso de construir un país libre de violencia machista. Celebramos también el anuncio del proyecto Mil Días para acompañar maternidades e infancias, porque el derecho a decidir no empieza ni termina en la posibilidad de gestar, sino que tiene que ver con entender las problemáticas de manera integral, con brindar herramientas, información y posibilidades de ser y hacer lo que realmente deseamos”.

Silvia León, secretaria de Géneros y Diversidades de la CTA Autónoma: “El anuncio está sostenido y construido por la fuerza de todas en la calle. Es un día muy importante. Y acá vamos a seguir, hasta que sea ley y se cumpla en cada rincón del país. Estamos haciendo historia”.

Petronilla Yanayaco tiene 55 años, cuatro hijos, vive en Playón de Chacarita, milita en la organización El Hormiguero, y tiene doble trabajo: de día limpia casas y de noche es empleada de maestranza: “Es importante que se defina de una vez por todas porque esto lo padecen las mujeres hace mucho tiempo, practicándose abortos en lugares clandestinos, donde la vida les vale medio peso. La lucha ha sido larga y frecuente, para poder vivir en un mundo nuevo, seguro, feliz y con decisiones propias”.

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Foto: Lucía Prieto y Vale Dranovsky

Recuperar las calles

Por la calle hay risas, hay cantos, hay fuegos artificiales, hay banderas de Barrios de Pie, de Somos, de la CCC, del Evita, de La Cámpora, de La Bancaria, de Camioneros, de ATE, de la CTA, de muchísimas organizaciones más, y por Avenida de Mayo también marcha la bandera del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), con el lema de “Ley de Recuperación Productiva”, para fortalecer y acompañar los procesos de recuperación de las fábricas.

Analía González es trabajadora y presidenta de La Nuova Piazza, cafetería ubicada justo enfrente a Congreso, y siendo que siempre recibía a las marchas en sus mesas sobre la vereda, hoy también forma parte de la marcha, después de la recuperación y la conformación de la cooperativa en septiembre. “Hoy hay una mezcla. La discusión por las grandes fortunas es clave, porque como decía la compañera vendedora, sin el IFE hoy es imposible. Hace tres meses que estamos y nos damos cuenta que, sin ese recurso, las compras se reducían un montón. A nosotros, la mitad. Es decir: es clave que saquemos a los que más tienen”.

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Foto: Lucía Prieto y Vale Dranovsky

Ejemplifica con el Programa ATP, con el cual el Estado se hizo cargo de hasta dos salarios mínimos de empleados de empresas privadas, pero la política no contempló a las cooperativas. “Le entregaron a empresas como Techint. Bueno, que ahora pongan lo que tienen que poner, porque siempre, si no, es a costilla de los trabajadores y de los más humildes. Es el momento para que aporten. Es decirle al Gobierno que estamos presentes, que lo apoyamos, pero que no transen con el FMI: que los votamos para que nos representen. Ya dijimos ‘no’ a las políticas macristas, ahora piensen en nosotros. Son las grandes fortunas las que tienen que poner, y no sé si una única vez: no es ‘solidario’, porque es algo que siempre le quitan al pueblo, mientras los monopolios concentran”.

Analía sabe que el envío del proyecto de legalización del aborto sumó un condimento más, y que también se está expresando en esta calle que sigue rebalsando, por Avenida de Mayo, Rivadavia, Callao, Hipólito Yrigoyen y Rodriguez Peña.

¿Qué significa?

“Que las calles nos siguen perteneciendo: son nuestras”.

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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

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Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.

María del Carmen Varela

Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.

Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.

La historia

A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…

Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial.  Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.

A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.

Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.

El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal.  Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos  los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .

De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.

El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.

En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.

La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en  el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia. 

Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.

Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.

Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.

Atlas de un mundo imaginado

Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre

Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.

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Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

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Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».

Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.

Por Tiempo Argentino

Fotos: Antonio Becerra.

En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.

“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.

“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Represión como respuesta

La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.

“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Un reclamo federal

La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.

Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes, resaltó.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.

El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.

Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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