Sigamos en contacto

Nota

Lo que hay para ver: el teatro y su inextinguible capacidad creadora

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Las Cautivas, Don Gil de las calzas verdes y Arismendi, dos recomendaciones del teatro oficial —una recién estrenada, otra que regresa luego de las restricciones de la pandemia— y otra obra de un colectivo de teatro independiente. Tres historias que refieren a las alianzas urgentes para esquivar las tinieblas, de la fortaleza que brota cuando se derriban los estereotipos y el rol que cumple el arte para quebrar la imposición del silencio y reparar las heridas sociales.

Las Cautivas

Con las magistrales actuaciones de las actrices Laura Paredes y Lorena Vega, esta obra con dirección y dramaturgia de Mariano Tenconi Blanco, instala a sus personajes en el siglo XIX y a la vez, con contundente actualidad, indaga en los matices de esta época. Celine es una joven francesa a punto de casarse cuando un malón irrumpe en plena boda y la secuestra. Así la vemos, vestida de blanco, con gran miriñaque, zapatos blancos y su relato en verso entre gracioso y desesperado. Para socorrerla en un episodio de extremo peligro, aparece Rosalila, una india con la cara pintada y arropada con vistosos colores. Aunque no comparten escenario y en un solo momento las veremos juntas, ambas construyen a través de sus relatos una historia de alianza y supervivencia. El universo masculino que aparece en sus narraciones es hostil, violento, déspota. Ambas son cautivas de esa tragedia. Ante tanta adversidad, se tienen a ellas. Dos mundos antagónicos, se aventuran en la embarcación con el único fin de unir sus orillas y una vez juntas no hay más opción que la fuga.

La compañía Teatro Futuro —integrada por Mariano Tenconi Blanco, el músico Ian Shifres, presente en la obra, responsable de reproducir sonidos de la naturaleza y musicalizar con maestría, y la productora Carolina Castro— realizará como residencia en las salas del Complejo Teatral Buenos Aires durante cuatro años la tetralogía La Saga Europea y Las Cautivas es la primera de esas obras.

Lo que hay para ver: el teatro y su inextinguible capacidad creadora
Foto: Prensa La Cautiva.

Cuenta Mariano Tenconi Blanco sobre la Saga: “Pretende revisitar la relación entre Argentina y Europa mirando al siglo XIX pero no desde la historia sino desde la literatura. Aparece como primera referencia, obviamente, La Cautiva de Echeverría. Sobre este texto me interesó revisitar no tanto los hechos que narra sino más bien un gesto: el gesto francófilo de Echeverría, la idea de construir la literatura argentina mirando al romanticismo francés. Creo que Las Cautivas se trata, sobre todo, de revisitar ese procedimiento. Para ampliar las referencias, o las ´deudas´, Las Cautivas le debe mucho al modo en que Copi reescribe el Martín Fierro en su Cachafaz. A la vez, los nombres de las protagonistas homenajean a las de As you like it de Shakespeare. El ´Atala´ de Chateubriand también es revisitado en nuestra aventura, que le debe todavía mucho más a El Entenado de Saer, a Río de las Congojas de Libertad Demitrópulos y sobre todo al Eisejuaz de Sara Gallardo”.

¿Cómo fue la elección de las actrices? “Con Lorena Vega trabajamos en Todo tendría sentido si no existiera la muerte (2017) y La vida extraordinaria (2018). Yo no tenía dudas de que ella debía ser Rosalila. Con Laura Paredes queremos trabajar juntos desde 2016 y, por determinadas circunstancias, no se había dado. Creí que este era el proyecto y por eso pensé en ella. Además de dos fantásticas actrices son dos creadoras geniales: Lorena Vega con Imprenteros o más recientemente dirigiendo Precoz, en base al texto de Ariana Harwicz, y Laura Paredes también es autora y directora, y además ha creado obras fantásticas con su grupo Piel de Lava. Así que son artistas totales. Es una felicidad trabajar con ellas”.

¿Cómo trabajaron para construir la relación entre las actrices arriba y fuera del escenario? “Tuve la suerte de contar con dos actrices inteligentes y sensibles. Además, conversamos mucho. Creo cada vez menos en el director que tiene todas las respuestas. Escucho a las actrices y a todo el equipo artístico, y luego sí tomo las decisiones, como corresponde a mi rol. Pero creo que haber generado tanto diálogo hace que todo el equipo se sienta identificado especialmente con lo que estamos haciendo. Y con Laura y Lorena (junto a Ian Shifres, el músico) nos llevamos fantástico desde el primer día, y todos los ensayos fueron de una gran felicidad. Verdaderamente, fue un proceso soñado. El día del estreno nos miramos y nos dijimos que, pasara lo que pasara, ya estábamos hechos”.

Teatro de la Ribera, Av. Don Pedro de Mendoza 1821, CABA

Viernes, 19 hs – Sábados y domingos, 17 hs – jueves 9 de octubre función especial, 19 hs

www.complejoteatral.gob.ar

Siglo de Oro Trans. Don Gil de las calzas verdes

A comienzos del 2020 se estrenó Don Gil de las calzas verdes en el Teatro de la Ribera, luego llegó la pandemia y ya sabemos qué pasó. En esta oportunidad, la comedia de enredos escrita por el religioso español Tirso de Molina en el período literario conocido como el Siglo de Oro, se puede ver en la sala Martín Coronado del Teatro San Martín. Con versión del dramaturgo Gonzalo Demaría y dirección de Pablo Maritano, once actores y actrices dan vida a esta obra en la que Doña Juana —interpretada por la actriz trans Payuca del Pueblo— es abandonada por su prometido Don Martín, quien se fija en la rica madrilena Doña Inés. Para seducirla y provocar la ruptura de la nueva pareja, Doña Juana simula ser un hombre enamorado y sin buscarlo, despierta pasiones a su paso. Con majestuoso vestuario de época y música en vivo, el monólogo inaugural hace alusión al lenguaje inclusivo en clave humorística.

¿Es necesario remarcar que gran parte del elenco es trans o no binarie? ¿Es repetir el etiquetado? El actor, director, bailarín y performer trans Rodrigo Arena responde: “El hecho de que haya que decir que es un elenco trans es como en los 60 que había que decir que se incluía a las personas afrodescendientes y se tuvo que poner una ley para que las personas afrodescendientes pudieran filmar películas. El racismo sigue existiendo, pero nadie pregunta cómo es trabajar con un actor negro, porque se sabe que es algo racista. En el mejor de los casos hay un cambio de paradigma. En algunos años tengo la esperanza de que no se especifique que una obra es de temática trans, ni se especifique que hay actores o actrices trans y que eso no sea una nota de color. Sin embargo ahora tiene importancia política: debe ser la primera vez que en el teatro oficial hay tantas personas trans trabajando”.

Lo que hay para ver: el teatro y su inextinguible capacidad creadora
Foto: Prensa Don Gil de las calzas verdes.

La actriz trans Payuca del Pueblo suma: “Se está marcando un precedente; está bien que se diga y sea visible en esta instancia. A mí particularmente no me gusta etiquetarme, no me considero ni trans, ni hetero, ni gay, simplemente soy”.

¿Por qué una obra del siglo XVII tiene vigencia? La actriz trans y profesora de la Universidad Nacional de las Artes y de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático, Maiamar Abrodos, responde: “Pienso que para que el ser sea, necesita de los extremos y lo barroco es extremo. Vamos vibrando, vamos mutando. La obra propone, con esta construcción barroca, hablar del deseo y la libertad”.

Teatro San Martín, Av. Corrientes 1530, CABA

Viernes a domingo a las 20 hs, hasta el 7 de noviembre

www.complejoteatral.gob.ar

Arismendi

Vamos a romper tu pacto de silencio, cantan, gritan, prometen. La obra teatral Arismendi recrea distintas situaciones de la época más oscura del país. Los secuestros —prestar atención a los “barbudos”—, las apropiaciones de niñes, la complicidad eclesiástica, la persecución a los “desviados”, la sociedad de los buenos modales y la prolijidad en la vestimenta, la hipocrecía enceguecida hurgando en otro lado. El canto de “La cigarra” de María Elena Walsh, melodía ahogada por la encarnación de lo nefasto. Con tango, rap, textos significativos proyectados sobre el telón de fondo y simbolismos cargados de memoria, el colectivo de Teatro Performático La Jauría confeccionó una obra partiendo de la historia personal de su director Nicolás Ruarte.

El puntapié inicial para la composición de Arismedi, se dio con la participación de Nicolás como intérprete en otra obra teatral en la que cada une escribió un monólogo inspirado en las propias vivencias. Allí expuso por primera vez su historia familiar: su abuelo materno era parte del Batallón 601 de Inteligencia y su abuelo paterno, del Batallón de Comunicaciones de La Plata, ambos fueron juzgados y estuvieron presos por crímenes de lesa humanidad. Luego Nicolás continuó investigando, así encontró al colectivo Historias Desobedientes, creado en 2017, y se unió a elles. Arismendi está construida con distintos relatos de compañeres de esa agrupación de familiares de genocidas y represores de la dictadura y con fragmentos de los dos libros que publicaron. “El camino de ser desobediente y romper el pacto de silencio implica muchas veces romper con tus vínculos familiares o quedarte con muy pocos”, cuenta. “Historias desobedientes me hizo ver que no estaba solo”. En la función inaugural de esta temporada, Liliana Furio y Analía Kalinec —ambas integrantes de Historias desobedientes— estaban entre el público acompañando a Nicolás.

Lo que hay para ver: el teatro y su inextinguible capacidad creadora
Foto: Prensa Arismendi.

El abuelo paterno le afirmaba a un Nicolás adolescente que no eran 30.000 los desaparecidos, sino unos 1400 y le mostró unas listas que tenía guardadas en el placard, que parecían una guía telefónica, según recuerda. Arismendi era el nombre en clave de su abuelo, el alias que usaba, como casi todos los miliares, para resguardarse. Esta información la sacó de la causa, de la que extrajo algunos fragmentos que aparecen en la obra. Hace algunos años, se puso de novio con una chica que tenía un familiar desaparecido y en 2006 fue por primera vez con ella y su familia a la marcha del 24 de marzo. “Para mí fue muy liberador hacer pública esta historia”, asegura. En un país donde era habitual leer carteles que sentenciaban “El silencio es salud”, se vuelve  imprescindibles la práctica de expulsar fantasmas, recibir el abrazo y sanar juntes las heridas.

Donde hay silencio y opresión, el arte es trueno y estampida.

Teatro Empire, Hipólito Yrigoyen 1934, CABA

Viernes de octubre a las 23 hs

@arismendi.2021

Nota

Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Más allá de tu vereda.

Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse. 

No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.

El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.

El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto. 

En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.

Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.

Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”. 

Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.

Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”. 

Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.

Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.

Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.

Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.

Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.

«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».

Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración. 

Hay orgullo.

Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera. 

Jorgelina: “Hagamos más radios”.

Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.

Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:

“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.

Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental: 

“Más allá de tu vereda,

hay otra realidad,

atrás de tu puerta”.

Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva: 

“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle, 

allí seguiremos estando”.

Seguir leyendo

Nota

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Este domingo a la madrugada murió María Teresa López, asambleísta contra la contaminación en su ciudad natal, Caleta Olivia, luego mudada a Capital Federal y parte del grupo Jubilados Insurgentes. Mary se enfermó de cáncer producto de la contaminación que ella misma denunciaba, y luego fue abandonada por el Estado en modo motosierra: el PAMI se negaba a entregarle medicamentos, pese a amparos judiciales a su favor. Una historia que genera bronca e impotencia, pero que a través del recuerdo de sus compañeras de lucha se revela como una lección de vida, en el más profundo sentido de la palabra: lo colectivo frente a lo personal, la idea de no perder el tiempo, la movilización permanente, la generosidad, la sabiduría, y qué es la muerte.

Por Franco Ciancaglini

Algunos dirán que Mary era bajita y otros que tenía el porte enorme de Nora Cortiñas.
Desde la pandemia solía esconder su sonrisa detrás de un barbijo, aunque sus motivos de alegría eran cada vez menos:

  • su salud era cada vez más delicada;
  • los medicamentos oncológicos no llegaban;
  • y la lucha que encaró desde siempre —primero en su Caleta Olivia natal contra la contaminación, luego contra el sistema de salud público y, al final, como parte del grupo Jubilados Insurgentes— cada vez implicaba poner más el cuerpo.

Fue su cuerpo lo que, este domingo 21 de julio, dijo basta.

Mary se convierte así en algo odioso: un símbolo. Un símbolo de la muerte sistemática que genera un sistema que enferma y abandona. Pero también en un símbolo de lucha por la vida, en el sentido más profundo de la palabra.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Mary junto a Nora Cortiñas.

Contaminada

María Teresa López nació en 1959 en Caleta Olivia, Santa Cruz. Falleció el domingo pasado a sus jóvenes 67 años, en un hotel de la calle La Rioja, en Once, ciudad de Buenos Aires. Sí: vivía en un hotel. Sola, producto del desarraigo que le produjo tener que trasladarse para atenderse de un cáncer de hígado.

Ese fue el diagnóstico médico: una metástasis que avanzó en el último tiempo al ritmo frenético de una motosierra.

La causa que no figura en su partida de defunción es aquella que ella misma denunció hasta el final: a Mary le negaban medicamentos oncológicos indispensables para su tratamiento.

Lo que tampoco figura en su partida es que Mary fue arrancada de su Caleta Olivia natal porque se enfermó, al igual que decenas de personas de esa localidad, producto de la contaminación del agua por actividades extractivas en la zona.

Contaminada

La vida de Mary fue la de una militante social de una estirpe rara: austera, firme, silenciosa, estudiosa, imparable.

Sus compañeros reconstruyen sus historias: que de chica le hicieron un test de inteligencia y un profesional le dijo a su madre que ella era más o menos superdotada; que seguramente podría hacer dos carreras universitarias a la vez; que terminó la secundaria antes de tiempo y luego cursó dos carreras; que se enganchó con el ambientalismo muy joven y empezó a investigar cuando las empresas petroleras negaban la contaminación de las napas de agua.

Formó parte de la Asamblea Ambiental de Caleta Olivia, desde donde luchó sin descanso contra la contaminación provocada por el fracking. Mucho antes de enfermarse, denunciaba que el agua que llegaba a las casas estaba contaminada con petróleo. Lo sabía por la evidencia científica más contundente que tiene una comunidad contaminada: que sus vecinos, familiares y amigos enfermen y mueran.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
En Plaza de Mayo, con una bandera contra la megaminería contaminente en Chubut.

Ante los medios Mary describía lo que vivía y veía alrededor: “La gente se muere o queda discapacitada”. En una entrevista para el programa Conciencia Solidaria, precisaba sobre su territorio:

  • “Caleta Olivia… tiene un problema grave: falta de agua potable, y encima está contaminada por la industria petrolera. Los muestreos de agua que hemos sacado y analizado han dado positivo: está contaminada el agua que estamos tomando.”
  • “La situación es muy grave, se está muriendo muchísima gente de esas 11 localidades, 9 están en terrible condición… además tuvimos un caso muy grande de gastroenteritis que afectó a 340 personas”.
    También contextualizó el vínculo entre agua contaminada y salud pública: “Los metales pesados son cancerígenos, mutagénicos, van mutando de una generación en otra… nacen chiquitos con problemas… o fallecen de cáncer».

Denunciaba en Caleta Olivia la presencia de hidrocarburos, arsénico y metales pesados en el agua, además de enfermedades poco frecuentes que, como decía ella, “no tienen cura” y crecen en esa región patagónica. Alertaba con claridad: “No es solamente cáncer, sino Enfermedades Raras o Poco Frecuentes. Muchos pacientes no están bien atendidos… La situación se agrava cuando se trata de estas patologías: solo se ofrecen tratamientos paliativos.”

Un mal día le tocó a ella, ya con la certeza profunda de que la contaminación ambiental fue parte del combustible de su cáncer de hígado.

En agosto de 2015, en un foro en defensa del agua organizado en Comodoro Rivadavia, otras asambleístas como Lidia Campos, de la asamblea contra el fracking de Allen (Río Negro), la conocieron personalmente luego de años de tramar resistencia contra el extractivismo: “En el Foro en Comodoro había gente de todos lados… Y estaba Mary, que ya tenía problemas, como un problema en la boca del estómago… No se sabía bien… Uno tapa esas cosas y habla de la lucha, la salud quedaba en segundo plano. Mary no era de hablar de lo personal; siempre se preocupaba más por lo colectivo».

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Lidia y Mary, durante el acampe del Malón de la Paz en Buenos Aires, hace dos años.

La describe así: “Era menuda, callada. Pasaba desapercibida. Pero cuando abría la boca, te dejaba con la boca abierta. Sabía muchísimo. Y tenía una convicción inquebrantable.”

Recuerda Lidia que, en 2019, Mary pasó de la denuncia mediática a la judicial: presentó un amparo colectivo ante la Corte Suprema contra la contaminación del agua con hidrocarburos, arsénico y metales pesados. Denunciaba así, ante el máximo tribunal argentino, el abandono del sistema cloacal, basurales a cielo abierto, y exigía la puesta en marcha de una planta de ósmosis inversa paralizada (actualidadjuridicaambiental.com). En ese expediente Mary detallaba:

  • “Frecuentes interrupciones en el suministro… agua contaminada con hidrocarburos totales y arsénico… napas freáticas contaminadas por fracking…”.
  • Solicitaba medidas cautelares urgentes: provisión gratuita de agua apta, saneamiento cloacal, cierre de basurales y puesta en funcionamiento de la planta de ósmosis inversa.

Esa presentación inédita, que firmó ella misma, reflejaba años de trabajo comunitario, denuncias y… enfermedades. Pero su denuncia fue ignorada, archivada y judicialmente ninguneada: tras seis años, la Corte se declaró “incompetente” y desestimó el recurso, sin resolver la situación de fondo.

Mary no se rindió: en 2020 fue caminando hasta Balcarce 50 para presentar a través de Mesa de Entradas de la Casa Rosada una carta firmada por una red de organizaciones en defensa del agua dirigida a Alberto Fernández, denunciando la contaminación del agua y relacionándola lúcidamente con argumentos que el ex Presidente daba como recomendaciones durante la pandemia.

Lidia Campos es la que recupera y comparte a lavaca este documento, y la que como asambleísta define su legado: “Lo que ella hizo fue histórico. Vale la pena hablarlo para las próximas generaciones… En esta época hemos perdido tanta humanidad que a nadie le importa. Pero acá hay alguien que dio su vida. Dio, literalmente, su vida.”

El último recuerdo que Lidia conserva data del 14 de julio de 2023, durante una jornada de lucha contra Mekorot, la empresa nacional de agua israelí que intentaba desembarcar en Argentina con intenciones sospechosas. Relata Lidia: “Ella estaba afuera del Anexo del Congreso con los Jubilados Insurgentes para protestar… Después fuimos a una confitería. Le pregunté si había comido al mediodía… no había comido nada. Le sugerí unos tostados o medialunas con queso. Pidió un té. Cuando llegó lo que pedimos, no lo pudo comer”. Igual, se sacaron esta hermosa foto compartiendo. Y ese mismo día, antes de despedirse, Mary le regaló una pashmina rosa a Lidia para protegerla del frío.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Carlos Ponce, Mary y Lidia Campos: una amistad atravesada por la lucha ambiental del sur del país.

Abandonada

Cuando se enfermó y vio que su asamblea se desarmaba –entre otras cosas precisamente porque muchos enfermaban- Mary se trasladó a Buenos Aires. Pretendía resistir y atenderse bien, cosa que logró durante muchos años: su lucha logró que PAMI le asignara el Hospital Italiano para su tratamiento.

Tuvo un cáncer controlado que se descontroló al ritmo del deterioro del sistema de salud: primero Macri, luego Fernández, la pandemia y finalmente Milei como garrotazo final.

Desde 2023 su situación empeoró drásticamente. Su compañera Zulema, de Jubilados Insurgentes, relata: “El PAMI decía que tenían medicamentos para esa patología, pero no eran los que había indicado su médica… entonces no los aprobaban. A veces los recursos judiciales salían favorables, pero el PAMI tampoco los entregaba. La impotencia era terrible».

Sino miren este video.

María Teresa López dice claramente: “El mecanismo es simple: es eliminarnos, gastando menos… llegar al déficit cero… matándonos.”

El video la muestra junto a sus compañeros de Jubilados Insurgentes en un reclamo frente al PAMI por sus medicamentos.

Sigue: “Es más fácil eliminarnos de manera nefasta e inhumana… Para mí ustedes son asesinos, y les importa un bledo”.

Hoy, un año y mes después, Mary tenía razón.

Zulema continúa: “Ella no podía hacer la quimio porque la droga fundamental no estaba… íbamos al PAMI con compañeros, hacíamos reclamos, pero no facilitaban nada. Cuando le autorizaban un tratamiento de ocho sesiones, solo le entregaban dos dosis. Nos confesaron que no se molestaban en dar el tratamiento completo porque muchos morían antes… Pero Mary resistía, resistía… llegó un momento en que el cuerpo no resistió más».”

Una de las últimas veces de manifestación ante el PAMI, sin Mary, el personal de seguridad preguntó por ella en la puerta: “¿Cómo está Mary?”

La respuesta era obvia: mal.

Insurgente

Pese al deterioro físico, Mary se unió a los Jubilados Insurgentes. Entendió que el sistema no solo descarta a quienes enferma, sino también a los que ya no pueden “producir”.
Zulema recuerda: “¡Tenía un carácter! Ese carácter es el que la hizo resistir cuando muchos se daban por vencidos”.

Llegó a ese espacio dos años atrás, íntimamente vinculada con su enfermedad. “Se metió en todo lo legal… recursos, fiscalías, Comodoro Py… sabía de litigio ambiental”, dice Zulema.

El 12 de junio de 2024, durante la lucha contra la Ley de Bases, estuvo firme en Plaza los Dos Congresos. “Nosotros la cuidábamos porque estaba débil, pero se escapaba, quería seguir.” Conocía a todos. “Era muy luchadora. Y hablaba con energía. Siempre nos pedía que unamos las luchas».

Lo que posiblemente sea su último legado lúcido: unir las luchas del ambientalismo con las banderas de los jubilados.

Sobre su convicción, Zulema dice: “Cualquier cosita que ella hacía la asumía con total responsabilidad… vino con cartulina, se traía el cartel… Cuando asumió Milei hizo un cartel que decía ‘Toda la clase política es responsable de la debacle del país’, lo diseñó ella misma”.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Un cartelito que le hicieron tras su muerte, Clarisa y Agus, que lo dice todo: «Se lo hicimos porque ella era doña cartelitos, y lo dejamos con ella».

Otra anécdota: “Una vez vino a una reunión, con anotador en mano, ya predispuesta. Algunos comenzaron a hablar de su vida personal, y se enojó. Se levantó, juntó sus notas y se fue. Dijo: ‘acá se pierde tiempo, no van a llegar a nada’. Pero volvió. Con dramas y todo, no quería perder el tiempo: estaba alerta. Era consciente de que la tarea era enorme, y le ponía ímpetu”.

Mary sabía que no le quedaba mucho tiempo y por eso nunca bajó la guardia.

Siguió yendo cada miércoles a las rondas frente al Congreso, siempre con barbijo, para cuidarse y cuidar. Participó del Malón de la Paz, llevó agua, militó con grupos ambientalistas, jubilados y religiosos. Organizó actos, escribió cartas, e insistía en que el 22 de marzo, Día Mundial del Agua, había que salir a las calles. Siempre. Aunque lloviera, aunque doliera.

Porque Mary enseló que la muerte no es algo que ocurre al final: es eso que va sucediendo en vida ante la indiferencia, el silencio de los tribunales, el apagón de las protestas, la descomposición del cuidado, la impunidad de los contaminadores y la complicidad del silencio.

La muerte es el abandono.

La muerte es el olvido.

Y en ese sentido, Mary sigue más viva que nunca.

odas las agrupaciones de jubilados que se juntan los miércoles a protestar en Congreso, preparan un homenaje a Mary y, a través de ella, “a todas las víctimas del sistema y de este plan siniestro de exterminio de los más vulnerables”.

Será mañana, después de la marcha, en un acto en Plaza de Mayo.

Mary: gracias.

Hasta mañana.

Seguir leyendo

Nota

Pablo Grillo: llaman a indagatoria al gendarme Guerrero a seis meses de un disparo criminal

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

El 2 de septiembre el gendarme que disparó una granada de gas lacrimógeno por fuera de todos los protocolos de la fuerza deberá comparecer ante la justicia. La decisión la tomó la jueza María Servini de Cubría más de cuatro meses después del hecho. Pablo Grillo luchó por su vida, perdió masa encefálica y hoy se encuentra en plena rehabilitación. Todo lo que deberá explicar Héctor Guerrero y que implica a su principal defensora y la responsable de la violencia estatal: Patricia Bullrich.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Cuatro meses y una semana pasaron desde el miércoles 12 de marzo. Ese día, durante otra violenta represión a la marcha de jubilados y jubiladas, el Gendarme Héctor Guerrero le disparó fuera de toda legalidad una granada de gas lacrimógeno al reportero gráfico Pablo Grillo, cuyo impacto casi lo mata, y por el que perdió parte de la masa encefálica, estuvo casi tres meses internado en terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía y por el que hoy continúa en proceso de rehabilitación. Cuatro meses y una semana pasaron hasta hoy, lunes 21 de julio, en el que la jueza María Servini citó a indagatoria al gendarme, autor material de lanzamiento, para el próximo 2 de septiembre.

Es decir: entre la ejecución y la audiencia habrán pasado 131 días, casi seis meses, casi medio año. 

El camino de la in-justicia

En un primer momento, la jueza había rechazado el expediente y el caso había pasado al Juzgado Federal N° 12, donde tramitaba otra denuncia por los mismos hechos. Como ese juzgado estaba vacante y subrogado por Ariel Lijo, quien también se declaró incompetente y declinó la competencia, el expediente regresó al Juzgado N° 1 el 28 de marzo y la jueza Servini lo tiene en sus manos desde el 10 de abril, a la vuelta de una licencia. 

La cronología detalla el tiempo que una familia debe atravesar para exigir justicia por un hecho de violencia estatal: desde el 21 de marzo en que el papá, la mamá y el hermano de Pablo se presentaron en la causa como querellantes, solicitaron se llame a Guerrero a declarar “en calidad de imputado, por tentativa de homicidio agravado por abuso funcional, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Pero no hubo respuesta. Por eso, el 6 de junio, reiteraron el pedido con estos argumentos: “Desde el inicio de la investigación, todas y cada una de las pruebas recabadas por el Juzgado corroboran lo que planteamos en nuestra querella del 21 de marzo: el cabo primero Héctor Jesús Guerrero de la Gendarmería Nacional Argentina fue el autor del disparo de la pistola lanzagases que hirió de gravedad a Pablo Grillo el 12 de marzo a las 17.18hs”. Y agregaron: “En el pedido que presentamos ante la jueza Servini ofrecemos una descripción de los hechos y un análisis pormenorizado de los elementos de prueba existentes hasta el momento”.

Y no hubo dos sin tres: el 15 de julio se le volvió a exigir al Juzgado que lo cite a Guerrero. 

Y la tercera fue la vencida: este lunes, Servini citó a prestar declaración indagatoria al cabo Guerrero como autor del disparo con cartucho de gas lacrimógeno calibre 38mm que impactó en la cabeza de Pablo Grillo. La audiencia será el 2 de septiembre a las 10. 

Guerrero es el primer efectivo formalmente imputado en la causa por el operativo policial del 12 de marzo. 

Desde la querella informaron: “El juzgado ordenó la realización de una pericia balística a cargo de la División Balística de la Policía de la Ciudad para reconstruir con el mayor nivel de precisión técnica posible el disparo que hirió de gravedad a Pablo. Si bien la jueza consideró que ya existen elementos de prueba contundentes respecto de la responsabilidad de Guerrero para esta instancia, sostuvo que la pericia es necesaria para afianzar la reconstrucción de la dinámica del hecho”.

 La pericia tendrá como objetivos precisar:

-La trayectoria y velocidad del proyectil que impactó en la cabeza de Pablo Grillo;

-La posición del arma al momento de efectuarse el disparo y el ángulo de salida del proyectil; 

-Analizar si el proyectil impactó previamente contra otra superficie, y si eso alteró su dirección o energía.

-Las ubicaciones de Grillo y de Guerrero al momento del disparo.

El juzgado también ordenó, previo a la pericia, una inspección en el lugar del hecho (la esquina de Hipólito Yrigoyen y Solís) que incluirá un relevamiento fotográfico terrestre y aéreo y la elaboración de un croquis detallado de la escena. 

Además, le prohibió a Guerrero la salida del país.

Compartimos el perfil de Pablo que realizamos en la edición 203 de MU.

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.

Vistas el día de hoy: 37.051