Sigamos en contacto

Nota

Los que tienen coronita

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

El edificio del ex Padelai es un símbolo de cómo se generan las políticas de exclusión en la Ciudad de Buenos Aires. En 2003 fue escenario de uno de los desalojos más violentos, que con gases y palos corrieron a las familias pobres que allí vivían. En agosto de 2009, la Legislatura dio trámite en tiempo récord -6 días -a la ley que cedió su uso gratuito y por 30 años al Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA). Para poder hacer este regalo, la Ciudad debió pagar primero 12 millones de pesos a una empresa fantasmagórica. Luego, entregó los 5.970 metros cuadrados con una sola condición: que el CCEBA presentara «los plazos para realizar las obras, el proyecto arquitectónico y la línea de la programación cultural», según establece el artículo 2 de la ley.
Los que tienen coronitaHasta el momento, hasta los propios legisladores porteños desconocen si esa condición se cumplió.
El círculo se cierra entonces de manera paradojal: el mismo edificio que el gobierno porteño vació a los palos de familias pobres es habitado ahora por ocupas VIP a los que nadie pide explicaciones.
El desalojo de Ibarra
El Padelai llegó a albergar a 759 personas que fueron expulsadas de allí con diferentes tácticas. La última fue la violencia. El desalojo de las 24 familias, que quedaron como residuo de una ocupación que se inició en 1984, cosechó 52 detenidos y 16 heridos. La crónica publicada por el diario La Nación rememora así el episodio:
«El primer mazazo se escuchó a las 17 y sacudió el edificio. Cerca del efectivo de la guardia de auxilio de la comuna que golpeaba con decisión, dos nenas miraban cómo caían los ladrillos de lo que había sido su ruinoso baño. Ellas estaban allí esperando que sus madres terminaran de sacar las pertenencias del cuarto que hasta ayer ocuparon en el ex Patronato de la Infancia (Padelai), que fue desalojado. Todavía olía a gases lacrimógenos cuando las nenas veían caer los escombros. Sus vecinas decían que habían sido golpeadas».
El entonces jefe del gobierno porteño, Aníbal Ibarra, había intentado desocupar el edificio entregando un subsidio que rondaba los 30 mil pesos a cada familia,. Los que habían quedado resistiendo pertenecían al grupo que no fue incluido en este beneficio. Fueron desalojados por la fuerza con la excusa de un posible derrumbe para dejar así al Padelai vacío, a la espera de un destino que prometía aquello que algunos vecinos de San Telmo querían escuchar: un proyecto cultural que regara valor inmobiliario en el barrio.
El regalo de Macri

Los que tienen coronita

Mauricio Macri firma el acuerdo de traspaso del edificio Padelai


La propuesta que selló el destino del Padelai floreció recién en junio de 2008, cuando Mauricio Macri firmó un acuerdo para ceder el edificio al gobierno español. Para concretarlo fue necesario que la Legislatura porteña aprobara dos polémicas leyes:

  1. La expropiación: Se concretó el 19 de marzo de 2009. Luego de conocerse el convenio con España, el abogado César Arias -hijo del ex ministro de Justicia de Carlos Menem- presentó una demanda en nombre de la cooperativa San Telmo Ltda, supuesta poseedora del 70% del edificio, de acuerdo a un convenio suscripto con el ex intendente Carlos Grosso. Macri envió entonces un proyecto de ley a la Legislatura para declarar de interés histórico el Padelai y destinar 12 millones de pesos al pago de su expropiación, que depositó en una cuenta del Banco Ciudad a nombre de la cooperativa. En agosto de 2009 la gerencia de Inspección del Inaes informó al gobierno de la Ciudad «el estado de incertidumbre planteado en torno a la situación institucional de la cooperativa». Se perdieron los libros de actas y no se tiene registro de quiénes son sus socios, entre otras irregularidades. La única constancia que tiene el Inaes sobre esta empresa es que el último domicilio legal declarado es el estudio de abogados Mariño, Coconi y González.

En síntesis:

  • El gobierno macrista destinó 12 millones de pesos a pagarle a una empresa que no cumple con los mínimos requisitos legales.
  • A la fecha no está claro si se cobró el dinero depositado en el Banco Ciudad a nombre de esa cooperativa fantasmagórica.
  • Tampoco si correspondía ese pago.

Los que tienen coronita

La decoración de las paredes del edificio abandonado


La expropiación se convirtió en ley en aquella sesión en la que la entonces diputada Patricia Walsh cubrió su banca con una bandera española para expresar lo que calificó un «acto de entrega y colonialismo».

  1. La cesión: Se aprobó en agosto de 2009, cuando la Legislatura dio trámite en tiempo récord a la ley que cedió el uso del Padelai al CCEBA: el ingreso del proyecto, su tratamiento en las respectivas comisiones y su aprobación consumió solo seis días. Las objeciones más importantes tuvieron que ver con los grandes enigmas del proyecto: no fijaba un cronograma de obras ni definía el monto de la inversión. Para enmendar este vacío, los legisladores acordaron agregar un artículo que condiciona la cesión a la presentación de los plazos para realizar las obras, el proyecto arquitectónico y la línea de la programación cultural. Los legisladores consultados por MU, y que en su momento objetaron estos puntos, no supieron informar si se cumplieron tales exigencias. El director de CCEBA Ricardo Ramón, en cambio, aseguró en octubre que «para las navidades, seguro» estarían terminados los pliegos del llamado a concurso para realizar las obras comprometidas.  Dijo también: «Se trata de una licitación internacional y las pautas las estamos fijando junto con el Colegio de Arquitectos».  Sin embargo, el jueves 23 de diciembre el Colegio de Arquitectos aseguró a lavaca: «No hay novedades» sobre el concurso. No pueden, tampoco, asegurar que se haya avanzado en torno a las condiciones para realizarlo. Responden: «Acá está todo parado».

Por lo pronto, el CCEBA se ha limitado a usar las paredes externas del edificio (el interior sigue inhabitable) para decorarlas con gigantografías e intervenciones, que custodia con cámaras de seguridad, a pesar de lo cual algunas fueron blanco de agresiones y amanecieron con tajos.
Expresan, así, las heridas de un barrio que se divide al ritmo de la especulación inmobiliaria, las expulsiones violentas y la ausencia de políticas sociales; la rapidez con que gobierno y legisladores otorgan dinero y espacios públicos para que ocupen unos aquello que niegan a otros; las continuidades y las paradojas, entre otras tantas cosas.
Expresan, también, una cultura: la otra.

Nota

83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

Publicada

el

Pablo Grillo
Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

Seguir leyendo

Nota

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Seguir leyendo

Nota

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.